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Ayer se informó que el Papa ha creado un Comisión “referente” para que obtenga toda la información sobre el Banco del Vaticano y le informe a él de la realidad actual del IOR y de todos sus problemas. A partir de ahí, con asesoramiento de esa misma comisión o de otros, se establecerán las reformas convenientes que hay que introducir en un organismo que sigue entre tanto actuando como hasta ahora e intentando lavar su cara con una nueva política de imagen pública inicida por el Presidente alemán, Ernst von Freyberg, y el Director italiano, Paolo Cipriani. Pero ¿quiénes forman esa comisión que ha de iniciar la reforma?
He aquí la información que conocimos ayer. Resaltamos lo que nos parece fundamental.
COMUNICADO DE LA SECRETARÍA DE ESTADO SOBRE LA INSTITUCIÓN DE UNA COMISIÓN REFERENTE DEL IOR
Ciudad del Vaticano, 26 junio 2013 (VIS).-La Secretaría de Estado ha emitido esta mañana el siguiente comunicado:
“El Santo Padre ha nombrado una Comisión Pontificia Referente sobre el Instituto para las Obras de Religión con un Quirógrafo del 24 de junio.
Como se puede ver en el texto del Quirógrafo publicado hoy, la oportunidad de establecer una Comisión Referente, ha surgido del deseo del Santo Padre de conocer mejor la posición jurídica y las actividades del Instituto para permitir una mejor armonización del mismo con la misión de la Iglesia universal y de la Sede Apostólica, en el contexto más amplio de las reformas que sean oportunas realizar por parte de las Instituciones que prestan ayuda a la Sede Apostólica.
La Comisión tiene como objetivo recoger información sobre el funcionamiento del Instituto y presentar los resultados al Santo Padre.
Como se especifica en el Quirógrafo, durante el periodo de trabajo de la Comisión, el Instituto sigue funcionando de acuerdo al Quirógrafo de 1990 que lo erigió, salvo otras disposiciones del Santo Padre.
La finalidad y las competencias de la Comisión se describen con más detalle en el mismo Quirógrafo.
Los miembros de la Comisión son el cardenal Raffaele Farina, Presidente; el cardenal Jean-Louis Pierre Tauran, Miembro; el obispo Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru, Coordinador; monseñor Peter Bryan Wells, Secretario y la profesora Mary Ann Glendon, Miembro.
Como se puede ver en el texto del Quirógrafo publicado hoy, la oportunidad de establecer una Comisión Referente, ha surgido del deseo del Santo Padre de conocer mejor la posición jurídica y las actividades del Instituto para permitir una mejor armonización del mismo con la misión de la Iglesia universal y de la Sede Apostólica, en el contexto más amplio de las reformas que sean oportunas realizar por parte de las Instituciones que prestan ayuda a la Sede Apostólica.
La Comisión tiene como objetivo recoger información sobre el funcionamiento del Instituto y presentar los resultados al Santo Padre.
Como se especifica en el Quirógrafo, durante el periodo de trabajo de la Comisión, el Instituto sigue funcionando de acuerdo al Quirógrafo de 1990 que lo erigió, salvo otras disposiciones del Santo Padre.
La finalidad y las competencias de la Comisión se describen con más detalle en el mismo Quirógrafo.
Los miembros de la Comisión son el cardenal Raffaele Farina, Presidente; el cardenal Jean-Louis Pierre Tauran, Miembro; el obispo Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru, Coordinador; monseñor Peter Bryan Wells, Secretario y la profesora Mary Ann Glendon, Miembro.
La Comisión inicia su trabajo en estos días.
El Santo Padre desea una colaboración feliz y productiva entre la Comisión y el Instituto”
El Santo Padre desea una colaboración feliz y productiva entre la Comisión y el Instituto”
¿Qué sabemos de los nombrados?
El presidente Rafael Farina tiene 80 años, es salesiano (probablemente amigo especial del también salesiano Bertone) y se ocupado de cuestiones de archivista. Seguramente todo un lince para entender desvelar manejos de alta ingieniría financiera…
El Cordinador y seguramente factótum de la Comisión es Juan Ignacio Arrieta (y demás rimbombantes apellidos vascos) que es miembro numerario del Opus Dei y canonista. Ha estado dedicado con el Card. Herranz a ser secretario de la Comisión para la reforma de los textos canónicos. No sé qué sabrá de economía financiera, pero seguro que tiene a su disposición todo el ejército de fieles del Opus, expertos en filtrar información y crear funcionamientos opacos que pongan la Iglesia de Francisco más al servicio de sus intereses y del neoliberalismo.
El Cordinador y seguramente factótum de la Comisión es Juan Ignacio Arrieta (y demás rimbombantes apellidos vascos) que es miembro numerario del Opus Dei y canonista. Ha estado dedicado con el Card. Herranz a ser secretario de la Comisión para la reforma de los textos canónicos. No sé qué sabrá de economía financiera, pero seguro que tiene a su disposición todo el ejército de fieles del Opus, expertos en filtrar información y crear funcionamientos opacos que pongan la Iglesia de Francisco más al servicio de sus intereses y del neoliberalismo.
El Secretario Peter B. Wells, que conservará actas y documentos, es un cura estadounidense, funcionario de la Secretaría de Estado, a las órdenes de Bertone. Y después dos miembros de la comisión, sin cargo especial:
El cardenal francés Touran, que ha sido toda su vida diplomático del Vaticano, estando varios años de secretario de relación con los Estados. Después estuvo al frente de los Archivos vaticanos y del diálogo con otras religiones. Está desde hace luchando con el señor Parkinson (algo se le notaba cuando pronunció en marzo el “Hebemus papam”) pero suponemos que será un lince de las financias para poder cumplir la delicada tarea encomendada por Francisco.
El cardenal francés Touran, que ha sido toda su vida diplomático del Vaticano, estando varios años de secretario de relación con los Estados. Después estuvo al frente de los Archivos vaticanos y del diálogo con otras religiones. Está desde hace luchando con el señor Parkinson (algo se le notaba cuando pronunció en marzo el “Hebemus papam”) pero suponemos que será un lince de las financias para poder cumplir la delicada tarea encomendada por Francisco.
La profesora Mary A. Glendon (¡Albricias! ¡Una mujer!) fue nombrada por Bush embajadora de EEUU en 2007 como embajadora ante el Vaticano, por sus firmes convicciones republicanas y antiabortistas. Ya en 1994 ya había entrado en la Pontificia Academia de Ciencias Sociales y en 1995 representó al Vaticano en la Conferencia de Pekin sobre las mujeres pues tenía la plena confianza de Juan Pablo II. Tan opuesta ha sido a Obama que dio todo su apoyo al mormón Romney y rechazó un premio que le ofrecía la Universidad de los jesuitas en Washington poruq antes habían invitado a Obama a hablar en público. En 2003 la Univesridad de Navarra (Opus Dei) le había concedido el Doctorado honoris causa junto al cardenal Rouco y es ya Presidenta de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales. ¿No había otra mujer más independiente del actual sistema vaticano para este trabajo?
La verdad. Estamos con la mejor voluntad y esperanza a la espera de actos auténticos de reforma por parte de Francisco.
Dice que va a reformar toda la Curia, pero sigue con la misma que heredó y que provocó la dimisión de Benedicto XVI. Claro, que son cargos ad interim, pero sine die. No ha habido papa alguno que haya mantenido tanto tiempo al mismo Cardenal Secretario de Estado. Al principio me pareció bien pues pensé que estaba escogiendo alguno con quien pudiera compenetrase bien. Pero ya van 106 días…
Cuando oí que creaba una comisión para hacer una auditaria al IOR (esta es la palabra actual para esa función que encomienda aa la comisión referente), creí que era la ocasión esperada para convocar personas con suficiente capacidad crítica para no dejarse engañar en estas cuestiones financieras. Hasta creí que podría llamar al economista Stiglitz a quien citó varias veces en aquella intervención sobre Caritas en Argentina o a algún experto crítico en economía financiera. O algún auditor con prestigio de independencia.
Pero, con estos nombres, el futuro de la comisión y de la Reforma se pone en manos del Opus. Como ya lo estaba,el IOR desde que sacaron a la Institución de la quiebra del Ambrosiano. Todo lo que vemos en todo aquello en que se concretan las inteciones de Francisco es más de lo mismo. No sé si en la congregación de la Fe o en la de religiosos cambiará algo. Pero se siguen haciendo canonizaciones tras milagros que supuestos teólogos dicen que evidente prueba de que Dios quiere que fulano de tal sea canonizado. ¡Qué blasfemia, Francisco! Piénsalo bien.
¿Es una noche del espíritu más para purificar nuestra fe y esperanza? ¿Es porque así, al contar con estas personas y emplear estos mimbres, se verá más claro que el resultado final de la gran reforma de la Curia será únicamente obra del Espíritu Santo a quien Francisco habrá atraído por su sola humildad y austeridad?
Ay, ay, ay… que me entra la tentación de escepticismo… Sin embargo mantengo la fe en la esperanza en que Francisco, si mntiene con autenticidad su estilo, («yo soy como ustedes, somos hermanos, nadie es anónimo. El Papa es como los demás, no es el más importante») acabará descentralizando la Iglesia aún sin querer y en el pluralismo surgirá otra cosa o se reconocerá carta de ciudadanía a lo hasta ahora estba siendo considerado como herejía o disidencia autoexcluyente.
