FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ATALAYA

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viernes, 24 de agosto de 2018

La enorme discriminación contra las personas mayores en España


Vicenç Navarro, Catedrático Emérito de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universitat Pomepu Fabra

Vicenc Navarro.jpgExiste en España una discriminación muy acentuada contra las personas ancianas que, como ocurre en la mayoría de discriminaciones en este país, apenas es reconocida como tal por la mayoría de la población que la practica. En realidad, esta mayoría ni siquiera es consciente de ello, pues es un fenómeno tan generalizado que la gente ni se da cuenta de ello.··· Ver noticia ··

Apología de la duda

Jaime y Richart 
Redes Cristianas
La inteligencia empieza dudando
En tiempos en que el dogma religioso ha sido desplazado por dogmas civiles, políticos, científicos, informáticos y mediáticos es muy arriesgado e impopular hacer apología de la duda. No importa. Si nos reconocemos la libertad de expresión y hasta de extravagancia, no creo que elogiar ahora yo aquí la duda sea para tanto. De todos modos he pasado buena parte de mi vida corriendo riesgos, y por otra parte el crítico de hoy día no sólo no es peligroso, es que suele ser un sujeto poco solvente pues carece de criterio y escribe por encargo sin saberlo. Y por si fuera poco tengo además espíritu renacentista, ese que te per­mite tanto abalanzarte sobre el teclado para dar forma a la idea sur­gida la noche anterior o para componer un soneto, como tirar de espada aceptando un desafío…

Así es que a pesar de encontrarme situado vitalmente en medio de unas generaciones que exigen y se exigen, para todo, toda clase de certezas, no tengo inconveniente en alabar la duda cuando no hay hueco para ella, cuando todo está invadido por la rotundidad y cuando titubear se toma por debilidad. ¡Pobre de quien diga en voz alta que no tiene las cosas claras!, se habrá condenado al ridículo más espantoso.

Y lo gracioso es que todo esto sucede precisamente cuando más consciencia hay de estar sometidos a toda clase de mentiras, de tergiversaciones, de manipulaciones y de mareos en todos los ámbitos de la vida pública y de la mediática. Decimos tenerlo todo muy claro, sabiendo que nos engañan hasta en los más míni­mos detalles. Y no sólo que nos engañan y que nos dejamos engañar, es que seguimos discutiendo sobre lo pensado y dicho por otros como si pensásemos por nuestra cuenta. No hay más que ver la cantidad de noticias sobre hechos delictivos con todo lujo de detalles, circunstancias y autores de los mismos imputa­dos rápidamente por medios y policías, sabiendo como sabemos lo poco científicas que son las polícías de este país y el ansia y la precipitación de que adolecen los medios. Y sin embargo al lec­tor o al televidente les cuesta mucho poner en tela de juicio que todo haya podido ser  fruto de una maquinación.

Y es que a pesar de llevar más de un cuarto de siglo de una du­dosa democracia y de oír a todas horas que en nuestro país reina la libertad, aquella recordada exigencia de responder a todo de acuerdo al “sí o no como Cristo nos enseña” del catecismo de Ripalda o el de Astete, ha dejado suficiente huella en los espíri­tus como para problematizar considerablemente el libre pensa­miento y de paso la duda. Pero también el endiosamiento de la tecnología, la revolución cibernética y la adoración a la Ciencia son enemigos de ambos; aunque también probablemente la causa final de nuestra destrucción y la del planeta. Ese: “no pasa nada” está mucho más relacionado con la indolencia y con la despreocupación por el futuro de las siguientes generaciones, con el negarse a ponerlo en duda, que con la confianza natural que, tal como están las cosas, parece una insensatez…

En la vida práctica y cotidiana es incuestionable que no pode­mos permitirnos el lujo de dudar. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos nos vemos impelidos a elegir y hay muy poco margen para ella. Pero en ese trance es el instinto el que decide, no el intelecto propiamente dicho. Es más, en el bre­gar diario tan perturbadora puede ser la indecisión como la precipi­tación. Pero en los procesos mentales discursivos no so­metidos a la perentoriedad, lejos de lo que dicen algunos la duda no es debilidad. Dudar robustece el intelecto. La duda es una técnica. Para Descartes, es “método” de conocimiento y antesala de la verdad. Poner “eso” en duda, examinarlo detenidamente, meditarlo y luego, muy al final, pronunciarse, es el camino más seguro de alcanzar algo de verdad o de aproximarnos a ella. Pero ¿quién pierde hoy el tiempo en ese proceso neuronal cuando, aunque para reflexionar dispongamos de mucho tiempo unas veces medido en décimas, otras en días, otras en años todo está calculado en nanosegundos?

No cabe la duda, pero, por lo mismo, tampoco ha lugar a la re­flexión. Y sin embargo, el proceso mental de pensar sigue siendo imprescindible, vital. Sin él no hay garantía alguna de acierto ni de posible verdadad aunque sólo sea útil. En la propia es­fera política, a la víspera de las elecciones se le llama “jornada de reflexión”. (Por cierto en esta cuestión, creo que, sólo en la medida en que se incremente el número de indecisos en detri­mento de los adeptos, la democracia madurará).

Y no es que no haya reflexión. Claro que la hay. Pero está re­ducida, recluída en unos escasos focos de actividad mental. Y mientras el pueblo se dedica a cualquier cosa menos a pensar por sí mismo, laboratorios, equipos enteros y personas concretas especializadas en eso, en pensar por todos, despliegan técnicas y argucias para lograr los objetivos de otros cuantos. Piensan y preparan el terreno a ejecutivos y dirigentes, sea en lo comercial o en lo bursátil, en la política o en cómo hacer la guerra. Los demás no estamos muy dispuestos a molestarnos en pensar. No nos dejan pensar. Y si lo hacemos, será a base de un esfuerzo sobrehumano para desmantelar la fuerza de las consignas que aquellos pocos han difundido en el magma social o para contra­rrestar la carga que lleva el número que en la democracia lo es todo: el número de votantes, el número de consumidores o el número de televidentes es lo que importa. Lo demás no cuenta. El número decide qué es bueno y qué malo, qué es verdad y qué es falso, qué vale la pena ver, leer u oir y qué debe despreciarse o ignorarse. La falta de audiencia se carga un “buen” programa de televisión, y gracias a la audiencia se perpetúa la basura que se alimenta de sí misma y alimenta a la cadena. Y el número lo “deciden” esos que en la sombra se afanan en reflexionar… para que otros triunfen.

Hoy día, cuando tanto se alardea de libertad, nunca fue tanta la pericia de esos que, como el cocodrilo, hábil imitador del llanto de un niño para atraer a su presa, nos embaucan para vendernos tantas cosas materiales e inmateriales, servicios e ideas. Hoy no hay propiamente compradores. La voluntad del ciudadano como comprador no existe. Sólo existe la voluntad vendedora. De eso se han encargado mucho antes gentes que han estudiado y se entrenan para ello. En esto consiste la democracia. Nos queda­mos con un piso por las bonitas vistas desde la sala principal que nos enseñan, sin haber visto qué pasa en las otras  eventuales orientaciones. Y es porque por pereza mental y física, nos da igual que en una no haya ventilación, en la otra sólo haya un cuarto oscuro y la tercera dé a un estercolero. Nos basta la fa­chada en todo: mirar sólo por una de las vertientes o aspectos de cada asunto nos evita el “desagrado” de la duda…

Y sin embargo, si se mira un poco mejor la cosa, tampoco el número de argumentos prueba nada. Basta uno solo para des­vencijar a otros diez. Como basta uno solo para demostrar que un dirigente político es realmente un criminal frente a la hones­tidad de una docena de los suyos para justificar sus crímenes, o el único de Galileo cuando afirmó que la Tierra es esférica frente al centenar de argumentos tolomaicos y teológicos de los inquisidores que la afirmaban plana.

Pienso que la disposición a dudar nos permite comprender me­jor al otro, y que en la medida que dudemos y aprendamos a incorporar la duda a nuestro discernimiento, iremos caminando en dirección de la comprensión de los motivos del otro; lo que se traduce en cultivo de la concordia, en el acercamiento de los seres humanos entre sí y en la superación de la incompresión. Una incomprensión, que siempre ha estado atizada, antes por los dogmas de religiones pervertidas por los que trafican con ellas, y ahora, por la infamia de las neoideologías y por esos “cerebros” y “asesores de imagen” cuyos propósitos, bien estudiados, van mucho más allá de la estética personal del dirigente. Cerebros cuya finalidad es adueñarse del nuestro, de nuestra conciencia y de nuestra mentalidad sin descuidar transmitirnos la sensación permanente de que somos libres. Y una vez adueñados de nues­tra conciencia, ya pueden expoliar más fácilmente lo público.

En suma, tener que decidirse al final por un sí o por un no en circunstancias no extremas o perentorias, en situaciones que por sí mismas y su propia naturaleza demandan reflexión es lo que demanda la cultura de la duda. Dudar es sabio y una actividad mental que por sí misma implica por sí misma un talante conci­liador.

Yo desde luego, no me fío ni un pelo de quien dice o finge te­nerlo todo muy claro. Sólo me inspiran confianza el abogado, el médico, el comerciante, el electricista, el informático, el jardi­nero, el científico, el psiquiatra y el político que expresan dis­creta o abiertamente sus dudas antes de responder a las mías para ponerse luego a la tarea de despejarlas… Pero rara vez los encuentro.
 

¿Curas y obispos casados? Claro que sí


Juan Díaz Parroquín

curas-casados-libroPREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE EL CELIBATO
“No es cierto que Jesús mandara el celibato en Mateo 19, 12″
¿Qué es el celibato? Situación de una persona adulta, hombre o mujer, que permanece sin casarse. A los tales se les llama “célibe”. Célibe no quiere decir casto.
¿Qué es el celibato eclesiástico?
Al compromiso de no casarse ni por la Iglesia ni por lo Civil. Esto no impide que puedan tener relaciones sexuales como ha sucedido a través de los siglos. Antes del Concilio de Trento consistía en que aquel hombre casado que iba a ser ordenado sacerdote jurara no tener relaciones sexuales con su esposa. Y si iba a ser consagrado Obispo la esposa era enviada a un convento.··· Ver noticia

DOMINGO 21 tiempo ORDINARIO

KOINONIA

Josué organiza la gran asamblea de Siquem, como la reunión constitutiva del pueblo de las tribus. Es el punto de partida de un movimiento nuevo que arranca del Éxodo. El pueblo debe aceptar su nueva identidad teológica, social, cultural. Es fundamental identificar al Dios del Éxodo: el que ve la opresión del pueblo, el que oye el griterío de dolor y conoce sus sufrimientos, el que está decidido a bajar para librarlo del poder de los opresores (Ex 3,7-8). El Dios de sus Padres, el Dios de la Historia. SEGUIR LEYENDO

DOMINGO 21 tiempo ordinario

José Antonio Pagola 

PREGUNTA DECISIVA

El evangelio de Juan ha conservado el recuerdo de una fuerte crisis entre los seguidores de Jesús. No tenemos apenas datos. Solo se nos dice que a los discípulos les resulta duro su modo de hablar. Probablemente les parece excesiva la adhesión que reclama de ellos. En un determinado momento, «muchos discípulos se retiraron y ya no iban con él».
Por primera vez experimenta Jesús que sus palabras no tienen la fuerza deseada. Sin embargo no las retira, sino que se reafirma más: «Las palabras que os he dicho son espíritu y vida, pero algunos de vosotros no creen». Sus palabras parecen duras, pero transmiten vida, hacen vivir, pues contienen Espíritu de Dios.
Jesús no pierde la paz. No le inquieta el fracaso. Dirigiéndose a los Doce les hace la pregunta decisiva: «¿También vosotros queréis marcharos?». No los quiere retener por la fuerza. Les deja la libertad de decidir. Sus discípulos no han de ser siervos, sino amigos. Si quieren, pueden volver a sus casas.
Una vez más, Pedro responde en nombre de todos. Su respuesta es ejemplar. Sincera, humilde, sensata, propia de un discípulo que conoce a Jesús lo suficiente como para no abandonarlo. Su actitud puede todavía hoy ayudar a quienes con fe vacilante se plantean prescindir de toda fe.
«Señor, ¿a quién iríamos?». No tiene sentido abandonar a Jesús de cualquier manera, sin haber encontrado un maestro mejor y más convincente. Si no siguen a Jesús, se quedarán sin saber a quién seguir. No han de precipitarse. No es bueno quedarse sin luz ni guía en la vida.
Pedro es realista. ¿Es bueno abandonar a Jesús sin haber encontrado una esperanza más convincente y atractiva? ¿Basta sustituirlo por un estilo de vida rebajada, sin apenas metas ni horizonte? ¿Es mejor vivir sin preguntas, planteamientos ni búsqueda de ninguna clase?
Hay algo que Pedro no olvida: «Tus palabras dan vida eterna». Siente que las palabras de Jesús no son palabras vacías ni engañosas. Junto a él han descubierto la vida de otra manera. Su mensaje les ha abierto a la vida eterna. ¿Dónde podrían encontrar una noticia mejor de Dios?
Pedro recuerda, por último, la experiencia fundamental. Al convivir con Jesús ha descubierto que viene del misterio de Dios. Desde lejos, a distancia, desde la indiferencia o el desinterés no se puede reconocer el misterio que se encierra en Jesús. Los Doce lo han tratado de cerca. Por eso pueden decir: «Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios». Seguirán junto a Jesús

Abusos a menores en la Iglesia. Obispos dan un toque de atención al Papa por los abusos: “No es suficiente decir lo siento”


Papa Francisco35Integrantes de la Pontifica Comisión para la Protección de los menores alzan la voz para reclamar más medidas contra los cura pederastas tras el demoledor informe que reveló unos 300 casos de sacerdotes “depredadores”.
Tras el demoledor informe sobre más de los 300 sacerdotes pederastas en EEUU, miembros de la Pontifica Comisión para la Protección de los menores (institución autónoma vinculada con la Santa Sede) piden reforzar las acciones contra los abusos en la Iglesia. Algunos de los miembros de esta comisión consideran que falta mucho trabajo por hacer.··· Ver noticia ··

¿CRISIS DE VALORES O CRISIS DEL MODELO DUAL? OTRO MODO DE VER, PARA VIVIR DE OTRO MODO (II)

col lozano art

III. Cambio en el modelo de cognición
Pero hay todavía más. A mi parecer, y a tenor de los indicios que parecen cada día más manifiestos, no se trata únicamente de un cambio de paradigma –como otras veces ha ocurrido en la historia-, sino además de un cambio radical en el modo de conocer: lo que se halla en crisis es nada menos que nuestro habitual modelo de cognición. Por lo que, mientras no asumamos el nuevo modelo, con las implicaciones que conlleva, la crisis seguirá sin resolverse adecuadamente. 
Dicho más claramente: nos hallamos enredados en una absolutización del modelo mental que –como nos recuerdan las tradiciones de sabiduría– nos mantiene “dormidos” y, por tanto, en la ignorancia, la confusión y el sufrimiento. Sin superar ese modelo, no lograremos “despertar”.
Afrontemos, pues, la cuestión de los modelos de cognición. Y, para empezar, me gustaría reconocer la magnífica labor que, entre nosotros, están llevando a cabo varios filósofos. Me refiero a Mónica Cavallé, Consuelo Martín, Jorge Ferrer, Aitxus Iñarra y José Díez Faixat, entre otros [1].
Pero no es solo en filosofía: en campos tan dispares como la física, las neurociencias, la psicología, la medicina o la educación…, está teniendo lugar una apertura inédita, impensable hace solo unos años, hacia una visión más holística o integral de lo humano en particular y de toda la realidad en general.
Lo que está ocurriendo en todos esos campos, aunque no se haya nombrado de este modo, es la percepción de que el modelo mental es radicalmente limitado y necesita ser complementado por el modelo no-dual.
Existen dos modos básicos de acercarnos a comprender lo real: a través de la mente o través de la experiencia no-mediada. Al primero lo llamamos modelo mental y ofrece un conocimiento por análisis y reflexión. El segundo es el modelo no-dual y hace posible un conocimiento por identidad [2].
El modelo mental se basa en la razón y funciona a través del análisis y de conceptos “claros y distintos”. Es posible gracias a la separación que establece entre sujeto y objeto, perceptor y percibido. Sin tal separación, el modelo no podría funcionar. Pero, como consecuencia inexorable de la misma, sus características no pueden ser otras que estas: dualismo, separatividad y objetivación.
Es decir, la mente fractura la realidad –a partir de aquella dualidad primera–, reduciéndola a la suma de una infinidad de realidades separadas, a las que, también de un modo inexorable, ha reducido previamente a objetos. De hecho, pensar es sinónimo de delimitar y objetivar.
¿Qué significa esto? Por un lado, que el modelo mental funciona admirablemente en el mundo de los objetos, lo cual explica el extraordinario desarrollo de la ciencia y de la tecnología en nuestro medio sociocultural; por otro, sin embargo, que parte de un engaño original que, sin embargo, es incapaz de percibir: da por supuesto que la realidad es tal como el propio modelo la capta, sin advertir que la mente no ve la realidad, sino únicamente su interacción con ella.
Esta trampa, tanto más peligrosa cuanto más inadvertida y dada por supuesta como si de un axioma se tratara, ha sido (es) la causante de los efectos reduccionistas y empobrecedores del modelo. En efecto, los resultados más graves, por engañosos, pueden formularse de este modo:
· La realidad es como la ve nuestra mente.
· Solo existe lo que la mente ve (lo empíricamente demostrable).
Ambos axiomas, aceptados vulgarmente de una forma incuestionada, han dado lugar a un modo de ver reduccionista, que ha hecho de la ciencia una pseudo-religión –con sus dogmas, sus gurús y su exigencia de adhesión ciega–, cayendo en un cientificismo chato cuyas consecuencias todavía estamos padeciendo.
Si la realidad es como la ve nuestra mente, y si solo existe lo que ella ve, está abierto el camino al nihilismo y al vacío existencial. Pero, ¿es realmente así?
El psicólogo italiano Giorgio Nardone afirmaba, en una entrevista reciente, que “es una perversión de la inteligencia creer que la razón lo solventa todo”. Ha sido necesario llegar al final del callejón sin salida adonde conduce el modelo mental –cuando se absolutiza– para darnos cuenta de que hay vida más allá de la mente; para reconocer lo que siempre nos habían dicho los sabios y los místicos: existe otro modo de acceso a la realidad que es previo a la razón.
Ni el conocimiento se reduce al pensamiento ni nuestra identidad se reduce al yo. Es claro que, desde la mente, no podemos vernos sino como yoes separados. Pero no porque lo seamos, sino porque el modelo no permite ver otra cosa que objetos.
Desde el modelo no-dual, por el contrario, todo se modifica. Y es que, como ha escrito Consuelo Martín, “mientras estoy pensando creo que veo la verdad de las cosas pero lo único que hago es barajar interpretaciones escuchadas a otros. No descubro sino por serena observación que ver no es pensar [3].
Decía más arriba que el modelo mental nos otorga un conocimiento por reflexión. El modelo no-dual, por el contrario, posibilita el conocimiento por identidad. Esto significa que, basta aprender a silenciar la mente, para que todo ser humano pueda experimentarlo por sí mismo.
En realidad, ese es el único requisito. Se requiere silenciar la mente –tiene toda la razón Vicente Simón cuando escribe que se necesita “calmar la mente, para ver con claridad [4]; y Consuelo Martín cuando indica que “si no hay silencio del pensamiento no sabremos lo que es la verdad [5]–, porque el modelo mental es esencialmente separador, por lo que, mientras no salgamos de la mente, es imposible otro conocimiento que no sea el de objetos.
Acallada la mente, ¿qué ocurre? Que la consciencia se reencuentra consigo misma. Y que, sin negar las diferencias en las que la propia consciencia se manifiesta y expresa, accedemos a ver la unidad que todas comparten. A este abrazo de las diferencias en una unidad mayor es a lo que llamamos “no-dualidad”.
IV. Consecuencias de la absolutización de la mente
Las consecuencias probablemente más nefastas, derivadas del hecho de haber absolutizado el modelo mental, han sido el cientificismo y el individualismo. Por el primero, la realidad se reduce simplemente a lo que se puede tocar: caemos en una visión materialista y pragmática. Por el segundo, nos identificamos con nuestra estructura psico-somática, viviendo en función del “yo” al que hemos asignado nuestra identidad: caemos en una visión egocentrada en todos los ámbitos de la existencia; economía, política, religión…, se convierten en dominios en los que el yo busca fortalecerse a costa de cualquier otra cosa.
Es claro que tal visión tenía que entrar necesariamente en crisis. Y que la crisis, a su vez, puede servir de catalizador para encontrar la salida.
Pero la salida no vendrá por el lado del voluntarismo, sino de la comprensión. Es decir, solo superaremos positivamente la crisis si somos capaces de crecer en consciencia.
En el modelo mental, la consciencia parece identificarse con la mente. No es raro, por tanto, que la persona se perciba a sí misma como un islote separado del resto. La realidad, sin embargo, es ue la mente no es sino una herramienta de la consciencia: mente es lo que tenemos; consciencia es lo que somos. Es esto lo que necesitamos ver para poder implementar los medios operativos que nos lleven a vivir en coherencia con este nuevo modelo. Es decir, solo accediendo a “otro modo” de ver, podremos aprender a vivir de “otro modo”.
Y aquí es donde entra en juego la puesta en práctica de aquellos medios que favorezcan el paso de un modelo al otro, de un modo particularmente especial en el ámbito educativo. Se hace necesario abandonar la rigidez del estrecho modelo mental para, integrándolo, plantear una educación integral, que atienda a todas las dimensiones de la persona. Es lo que, en la última década, aunque con diferentes nombres, se conoce como “inteligencia espiritual”.

Enrique Martínez Lozano
Boletín Semanal
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[1] De entre ellos, me parecen de lectura obligada los siguientes libros: M. CAVALLÉ, La sabiduría recobrada. Filosofía como terapia, Kairós, Barcelona 2011; C. MARTÍN, La revolución del silencio. El pasaje a la no-dualidad, Gaia, Madrid 2002; J.N. FERRER, Espiritualidad creativa. Una visión participativa de lo transpersonal, Kairós, Barcelona 2007. J. DÍEZ FAIXAT, Siendo nada, soy todo. Un enfoque no dualista sobre la identidad, Dilema, Madrid 2007.
[2] Para un estudio detenido de los modelos de cognición, he de remitir a lo que he expuesto en E. MARTÍNEZ LOZANO, Otro modo de ver, otro modo de vivir. Invitación a la no-dualidad, Desclée De Brouwer, Bilbao 2014.
[3] C. MARTÍN, La revolución del silencio. El pasaje a la no-dualidad, Gaia, Madrid 2002, p.41.
[4] V. SIMÓN, Aprender a practicar mindfulness, Sello Editorial, Barcelona 2011, p.28.
[5] C. MARTÍN, La revolución del silencio. El pasaje a la no-dualidad, Gaia, Madrid 2002, p.49.

Valle de los Caídos


Redes Cristianas
La exhumación de los restos del dictador es, política y so­cial­mente, poco inteligente.
Lo que hay que hacer no es exhumar los restos de Franco. Esa es la cáscara del problema. Hay que vaciar la pulpa. Y eso se hace suprimiendo la franquista subvención a esa Aso­ciación del Valle de los Caídos y transformando el mo­nu­mento en lo opuesto a lo que es ahora. Convertirlo en un mo­numento a la ignominia. Con con un gran cartel que a la entrada y arriba rece así: ESTÁ USTED ANTE EL MO­NU­MENTO A LA IGNOMINIA.
Y para eso no hay que pedir permiso. Eso se hace por De­creto o por Decreto Ley.
Si se desea cambiar efectivamente a este país, no se puede ir a lo superficial. Es preciso ir a la médula, al foco de la in­fec­ción. La primera medida es la supresión de las subven­ciones que reciben esa Asociación del demonio y otras indeseables, como los Toros, La Razón o el ABC, con­tra el sentido del mer­cado libre e incluso contra la pro­pia filosofía abominable privatizadora.
Por lo demás, no se remueven los cimientos del fran­quismo exhumando los restos del tirano. Más bien al contra­rio, se vuelven a encender los ánimos de la confronta­ción del año 36. Manteniendo y catalogando el lu­gar del modo dicho, pero volviendo como un calcetín su significado, se vacía de contenido los argumentos de los re­accionarios… Pero si co­mo acostumbran, no se callan, es­tarán enalteciendo la figura de un dirigente no solo antide­mocrático sino también a un ti­rano que se apropió del poder de España durante cuarenta años. Y ese enalteci­miento choca frontalmente con sus cíni­cos cantos a la democracia en otros momentos y, sobre todo, con el espí­ritu que se aloja en el alma de la UE.

El cardenal Parolin admite que los abusos han tenido un “impacto devastador” en la Iglesia


Pederastia“EL PAPA INSISTE EN QUE NUESTRO PRIMER DEBER ES ESTAR CERCA DE LAS VÍCTIMAS”
Francisco “insiste en que nuestro primer compromiso es ayudarlas para que puedan ‘reconstruir’ su vida”
El inminente Viaje Apostólico a Irlanda, el Encuentro Mundial de las Familias iniciado ayer en Dublín, el terrible flagelo de los abusos sexuales en la Iglesia. Estos son los temas centrales de la entrevista concedida por el Cardenal Secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, a Vatican News. El Cardenal está seguro de que la presencia del Papa en Irlanda será un signo de esperanza para todos y animará a la Iglesia local y a las familias de todo el mundo.··· Ver noticia ··