Día de la mujer trabajadora
Hoy celebramos a estas mujeres y a todas trabajadoras a lo largo de la historia, que no sólo reclamaban sus derechos como trabajadoras, sino que querían a la vez una vida digna y justa, de una justicia que fuera más allá de la justicia del pan que garantizaba la mera supervivencia. Pedían una justicia de las rosas que incluyera también el derecho de toda persona a la dignidad, a la creatividad a ser más que una mujer producto, a ser una mujer compañera, capaz de dar lo mejor que tiene. Hoy la cultura ha separado el pan de las rosas, el trabajo de la belleza, el producto del reconocimiento, el esfuerzo del amor.
Y trabajar sin reconocimiento disminuye y merma, trabajar sin creatividad atonta y empobrece. Muchas mujeres en el mundo del trabajo comparten su tarea doble, la del hogar y la de la máquina productiva, en pocos campos están reconocidas aunque haya leyes de igualdad.
El reconocimiento es una exigencia de la dignidad, porque quien es reconocido sabe reconocer, sólo así en la educación se fortalece el reconocimiento. Reconocer al otro es darte alimento y alas, porque es darle el pan que sustenta y la rosa que gratifica.
***
El próximo día 17 de marzo, Lucía Ramón presentará en CiJ su libro “Queremos el pan y las rosas”. Os invitamos a la presentación. Para ver invitación, clica aquí!