FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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ATALAYA

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jueves, 25 de enero de 2024

Discípulos de Goebbels

 ATRIO

         Para los que no lo recuerden Joseph Goebbels fue ministro de propaganda de Hitler, y uno de los más fanáticos defensores del nazismo. En su tarea no tenía demasiados escrúpulos éticos, suya es la frase: “Una mentira cincuenta veces repetida se convierte en verdad”. Usó ese principio repetidamente contra sus enemigos políticos, pero al final no le fue demasiado bien. Acabó suicidándose con su mujer, después de asesinar a sus seis hijos envenenándolos.

         Pues eso que decía Goebbels, que una mentira repetida suficientes veces se convierte en verdad, es una idea asumida con gran entusiasmo por la derecha española que la usa repetidamente. Bueno, eso de que se convierte en verdad no es cierto, sigue siendo mentira, pero mucha gente llega a aceptarla como una verdad. Es lo que pasa por ejemplo con la afirmación “Gobierno ilegítimo” referida al gobierno de Pedro Sánchez. Es una mentira evidente. Está clarísimo que se trata de un gobierno plenamente legítimo, salido de unas elecciones totalmente democráticas. Pero la derecha no se cansa de repetirla en todos los tonos: “Gobierno ilegítimo” “Gobierno ilegítimo”. Y acaba quedando en el ambiente como algo real, cierto.

         Y sobre el presidente del gobierno, llamarle simplemente traidor es poco. Según VOX Pedro Sánchez es un “traidor de manual”, vamos un ejemplo para todos los traidores. Lo que no dicen es a quién ha traicionado y en qué le ha traicionado. Para Aznar “Sánchez es un peligro para la democracia y va a liquidar la Constitución”. ¿En qué se funda Aznar para hacer esas acusaciones?

         Tampoco los jueces conservadores se quedan atrás “Es el principio del fin de la democracia” “La abolición del Estado de derecho” ¿Hay menos democracia que cuando Gobernaba Rajoy? ¿Hay más democracia en las comunidades autónomas gobernadas por PP y VOX? Parece que eso de “Jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad”, estos jueces no se lo aplican.

         Claro que para esta política de mentiras lanzada por la derecha no hacía falta aprender de Goebbels, un personaje extranjero y ya poco conocido. La postura de los portavoces de la derecha española frente al actual gobierno progresista podía inspirase en un clásico dicho muy español: “Calumnia, calumnia que algo queda”.

       

"Me gusta pensar en un infierno vacío": el Papa indigna (de nuevo) al flanco tradicionalista de la Iglesia

BAF

 “Las impactantes imágenes y testimonios aparecidos en el programa están fuera de contexto y están siendo objeto de investigación”, afirman en un comunicado

Fuente:    MSN

De   el periódico

21/01/2024


El papa Francisco preside la misa en la solemnidad de la Epifanía en la Basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano. © EFE/EPA/ Ricardo Antimiani

Una nueva polémica sobre el infierno y su población se ha desatado esta semana en El Vaticano. El primero en desempolvar la cuestión fue el mismo Papa. Me gusta pensar en un infierno vacío y espero que esta sea una realidad, dijo Francisco el domingo pasado una entrevista de tono ligero en la televisión italiana. Desde entonces, ríos de venenos y reproches cáusticos se han abatido contra él, con decenas de críticas y comentarios de todo tipo procedentes del sector tradicionalista, a cuenta de, presuntamente, haber puesto en cuestión una supuesta enseñanza fundacional de la Iglesia católica.

La del Papa ha sido una declaración que desorienta, ha criticado Corrado Gnerre, en las páginas de 'Corrispondenza Romana', una de las bitácoras de la creciente galaxia conservadora. Ha parecido que el Papa evocara una antigua tesis herética, ha coincidido el cronista Alessandro Rico. ¿Un infierno vacío? Quien lo niega es Jesús, ha zanjado Luisella Scrosati, vinculada a la Universidad Legionaria Regina Apostolorum.

Sin previo aviso, una vez más irrumpió tal que así un asunto sobre el que los teólogos llevan peleándose desde hace siglos. Se trata de viejísimas polémicas que giran alrededor de conceptos como el fin del mundo, la resurrección de los muertos, el juicio final y los demonios y los ángeles. Lo que remite también a Juan Pablo II, ya que él fue el Papa que rehabilitó en el siglo pasado a los exorcistas, aquellos curas que creen en el demonio como una entidad material y no figurada, como sugieren otras corrientes de pensamiento.

 

¿El infierno es un lugar?

De ahí que también se debata si el infierno es un lugar. El grupo tradicionalista lo ve así e insiste en que son los propios evangelios quienes lo atestiguan. El problema es que desde siempre los católicos saben que, si se portan bien, van al paraíso; en caso contrario, van al infierno, afirma Franca Giansoldati, vaticanista y autora de diversos libros sobre temas religiosos. Dicho esto, el ataque contra el Papa ha sido fortísimo, lo han usado como pretexto para criticarle una vez más, añade la observadora en declaraciones a este diario.

Sin embargo, sugiere Francisco, el infierno podría no ser un sitio en llamas. De hecho, él no es el primero que lo dice. Por el contrario, la tesis de que la misericordia divina podría hacer que todos se salvaran y nadie llegara a tener que enfrentarse al infierno es desde hace tiempo atribuida al cardenal suizo Hans Urs von Balthazar, muerto en 1998. Y, antes que él, otros también lo han interpretado de esta forma. Es una hipótesis ya elaborada por otros padres de la Iglesia, como Orígenes o Gregorio de Nisa, y compartida por teólogos contemporáneos como Romano Guardini, Jean Daniélou y Henri de Lubac, señala Giansoldati.

Tal vez también por ello, y por uno de los ejes teológicos del pontificado de Francisco la misericordia, precisamente, algunos representantes católicos progresistas han querido en los últimos años poner el dedo en la llaga. Este es el caso del jesuita Arturo Sosa, superior de la Compañía de Jesús, quien en 2019 ya dijo que el Diablo es solo una realidad simbólica, no material.

 

Sexo y demonios

El diablo no es una persona humana. Es una forma de maldad que está presente en la vida humana. El bien y el mal están en una lucha permanente en la conciencia humana, afirmó Sosa, quien encajó una monumental bronca de la Asociación Internacional de Exorcistas. El demonio es real y es un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor, le respondieron, furiosos.

Curiosamente, el debate no había terminado de apagarse esta semana cuando Francisco intervino sobre otra cuestión que posiblemente dará de qué hablar. La castidad es una virtud que no hay que confundir con la abstinencia sexual, ya que la castidad es más que abstinencia sexual, afirmó el pontífice argentino. Un asunto que, de momento, no ha provocado los apasionados debates que sí ha abierto la cuestión del infierno, pero que aun así también ha suscitado perplejidad. Un cambio también radical si se recuerda que hace tan solo una década la Iglesia pedía abstinencia sexual para evitar la propagación del sida en África.

 

Decenas de miles de manifestantes ganan las calles contra la ultraderecha alemana

  • Rebelión
  • Sergio Ferrari

  • La crisis económica envalentona a la reacción
  • La movilización como principal protagonista
  • La alicaída locomotora del continente europeo no termina de sorprender a causa del incremento de la protesta social que denuncia el mal momento de la economía alemana. Oportunista, la ultraderecha agazapada, muestra sus dientes y entrena sus músculos. Sin embargo, una respuesta popular superlativa se protagoniza en las calles a partir del 14 de enero contra los planes “secretos” y xenofóbicos de esos sectores conservadores. Ver noticia 

InicioRevista de prensaAmérica LatinaUna manifestación masiva en Buenos Aires da comienzo a la huelga general... Una manifestación masiva en Buenos Aires da comienzo a la huelga general contra la motosierra de Milei

 Sebastián Lacunza 

AMÉRICA LATINA

eldiario

El paro ha comenzado a mediodía y la inmensa plaza de los Dos Congresos ya lucía repleta dos horas más tarde en protesta contra las políticas
neoliberales y los drásticos recortes de partidas sociales del presidente de ultraderecha
Una masiva manifestación convocada por las centrales sindicales se ha congregado en el centro de Buenos Aires este mediodía local, en el marco del primer paro general convocado por las centrales sindicales contra las políticas neoliberales y los drásticos recortes de partidas sociales del presidente de ultraderecha de Argentina, Javier Milei.  Ver noticia

Esteban Velázquez sj: «El Papa ha hecho de la compasión, la misericordia, los pobres, los emigrantes, el centro de sus preocupaciones» -- Jesús Lozano Pino

 


REDES CRISTIANAS

Hacer realidad lo posible

Entrevista a Esteban Velázquez sj: ¿un revolucionario, un místico, un profeta?
Cuando la causa de nuestras acciones es Dios y los hermanos
«Pedro Casaldáliga: la persona de las que he conocido que más me ha recordado a la imagen que yo tengo de Jesús de Nazaret»
«Considero que debo ser revolucionario….y no lo soy todo lo que debiera: porque soy cristiano y no admito un mundo al contrario del plan de Dios revelado en Jesús con la subversión de valores y realidades que supone el evangelio de las Bienaventuranzas y de todos los relatos evangélicos»  Ver noticia original en …

Querido Francisco, no te muevas un milímetro de tus decisiones, que suenan a evangelio y huelen a oveja

 


Religión Digital

«Ni le quisieron a Él, ni te quieren a ti»
«El Papa Francisco desde el comienzo de su tarea como sucesor de Pedro y Obispo de Roma, se propuso ser fiel a Jesús y al evangelio, por encima de normas, doctrinas, curias y tradiciones y rituales»
«Se encontró con lo previsto: correr la misma suerte y pasar por donde pasó Él, Jesús. Las Curias bien montadas, los príncipes de la Iglesia con su prestigio y su poder, su economía resuelta viendo peligrar su seguridad, viviendo entre alfombras…»  Ver noticia

InicioRevista de prensaiglesia catolicaFrancisco: La guerra es la negación de la humanidad, imploro el fin... Francisco: La guerra es la negación de la humanidad, imploro el fin de los conflictos --


 Michele Raviart – Ciudad del Vaticano

Vatican News

El Pontífice recuerda la Jornada de la Memoria del próximo 27 de enero y reitera su condena del Holocausto. «No olvidemos que la lógica del odio y de la violencia nunca puede justificarse». Francisco también rezó por la paz en Oriente Medio y Ucrania, condenando los bombardeos contra civiles: «Rezo por las víctimas y sus seres queridos e imploro a los responsables políticos que preserven la vida humana poniendo fin a las guerras». Ver noticia 

EL CARDENAL MARADIAGA PROPONE UN DECÁLOGO DE 'PRINCIPIOS PARA UNA EDUCACIÓN SOSTENIBLE'


col zapatero

 

“Aportes de la escuela católica de América al futuro sostenible” ha sido el título de la conferencia del cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga durante la tercera y última jornada del 28º Congreso Interamericano de Educación Católica que hoy concluye en Santo Domingo (República Dominicana).

La sotenibilidad no acontece de un modo mecánico, sino que es fruto de un proceso de educación por el que el ser humano redefine el abanico de relaciones que mantiene con el Universo, con la Tierra, con la naturaleza, con la sociedad y consigo mismo”, fue la primera afirmación del Card. Rodríguez Maradiaga ante más de 1.200 educadores del continente.

Una escuela católica ecocentrada

Al sugerir la necesidad de avanzar hacia “una escuela católica ecocentrada” que, como ha propuesto la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) en los últimos años, también ofrezca herramientas para “aprender a cuidar la casa común”, el purpurado señaló que “la situación transformada del mundo exige que todo sea ecologizado; es decir, que cada saber y cada institución deben ofrecer su colaboración para proteger la Tierra y salvar la vida humana y nuestro proyecto planetario”.

La irrupción del “paradigma ecológico”, y la toma de conciencia del hecho de que “todos somos ecodependientes”, compromete a la educación católica a asumir la crisis ecológica y a apropiarse de su vocación como guardiana y cuidadora de la casa común. En este sentido, el cardenal Rodríguez Maradiaga ha propuesto, a los educadores católicos de América, un decálogo de ‘principios para una educación sostenible’, inspirado en el magisterio del Papa Francisco, y concretamente en Laudato si’:

1-Reconocer que la Tierra es Madre (cf. LS 1).

2-Rescatar el principio de la revinculación, porque “todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación” (cf. LS 14).

3-Entender que la sostenibilidad global solo estará garantizada mediante el respeto de los ciclos naturales, consumiendo de manera racional los recursos no renovables y dando tiempo a la naturaleza para regenerar los no renovables, sin perder nunca de vista la solidaridad intra e intergeneracional (cf. LS 14).

4-Valorar y preservar la biodiversidad, que es la que garantiza la vida como un todo, en orden a la supervivencia común (cf. LS 33).

5-Reconocer el valor de las diferencias culturales, pues todas ellas muestran la versatilidad de la esencia humana (cf. LS 48).

6-Exigir que la ciencia se haga con conciencia y sea sometida a criterios éticos para que sus conquistas beneficien más a la vida y a la humanidad que al lucro y a los mercados (cf. LS 122).

7-Superar el pensamiento único de la tecnociencia, valorando los saberes cotidianos, populares, de las culturas originarias y del mundo agrario (cf. LS 118).

8-Valorar las virtualidades contenidas en lo pequeño y lo que viene de abajo, pues ellas pueden tener soluciones válidas para todos, con carácter universal (cf. LS 145).

9-Dar centralidad a la equidad y al bien común, porque las conquistas humanas deben beneficiar a todos y no, como ocurre actualmente, tan solo a una pequeña parte de la humanidad (cf. LS 156).

10-Rescatar los derechos del corazón, los afectos y la razón sensible y cordial.

Al final, de lo que se trata, es de promover “el triunfo de una nueva era en la que no pretendemos ya ser pequeños dioses en la Tierra, sino simplemente humanos, que ven y tratan a sus semejantes, a los miembros de la comunidad de vida simplemente como hermanos y hermanas”, concluyó el Card. Óscar Rodríguez Maradiaga

 

ADN Celam

Religión Digital

RELATO AUTOBIOGRÁFICO DE UN PROCESO DE DUELO


col martell

 

muere persona amada

A Ana.

«El duelo es el precio que pagamos por tener el coraje de amar a otro»
Irvin D. Yalom.

En lo que somos, nada ha cambiado.

Poco a poco dejamos ir la pérdida, pero nunca el amor.

La muerte, como el dolor, pasa. El amor permanece.

CONTRAPORTADA

No es lo mismo hablar del duelo que ser traspasado por él. El autor reflexionaba acerca de las pérdidas y los duelos en un libro, ya impreso, pero que aún no había visto la luz -fue publicado unos días más tarde en esta misma editorial-, cuando padeció la repentina pérdida de su esposa, víctima de un brutal y violento atropello.

En este nuevo librito no habla acerca del duelo; relata su propia vivencia dolorida en los tres primeros meses, desde el insoportable desgarro inicial hasta la gratitud vivida como regalo, pasando por un camino jalonado, tanto de añoranzas como de sorpresas, y repleto de enseñanzas. Completa así, sin haberlo pretendido, el libro anterior.

Se habla en él de pérdidas y de duelos, pero lo que el autor realmente narra es una historia de amor que -como todas- trasciende la muerte.

Editorial Desclée De Brouwer

ÍNDICE

Introducción

1. Encuentro

2. Desgarro

3. Paradoja

4. Presencias

5. Guiños

6. Luz

7. Enseñanza

8. Comprensión

9. Actividad

10. Bondad

11. Añoranza

12. Gratitud

INTRODUCCIÓN

El pasado día 16 de agosto fallecía mi amada esposa, Ana Etxeberria Zarautz, a consecuencia del violento atropello sufrido el día anterior cuando paseaba en bicicleta. El mundo se detuvo para mí en aquel momento y, en medio de un desconcierto atroz, creí sentir que todo había acabado.

Los días que siguieron estuvieron marcados por el desgarro emocional y el aturdimiento mental, la melancolía más gris y la desesperanza más abrumadora, el llanto casi constante y el desconsuelo del sinsentido.

Poco a poco, sin embargo, tal como trataré de describir en las páginas que siguen, fue emergiendo la luz en medio de las tinieblas más oscuras y, a partir de ese momento, paso a paso y con total sorpresa por mi parte, la presencia amorosa de Ana, pacientemente, me ha ido reconstruyendo.

A lo largo de estos tres meses, he ido poniendo por escrito mis sentimientos, como una forma de desahogo e incluso de terapia. Y, unido a la posibilidad de verbalizarlos ante personas de confianza, constato el beneficio que todo ello me ha aportado.

Esos escritos estaban destinados a permanecer en mi escritorio, si bien su contenido se hallaba ya guardado en mi corazón. Pero, muy en línea con lo vivido en estos meses, hace pocos días tuve la intuición -¿o me lo dijo Ana?- de que sería bueno sacarlos a la luz. Intuición o voz interior, de lo que no tengo duda es que ha sido ella quien me ha impulsado a dar forma a este librito, como si fuera continuación -segunda parte- de aquel primero que habíamos elaborado juntos unos meses atrás y al que, sin haberlo pretendido, completa.

El libro al que me refiero es el titulado Pérdidas y comprensión. ¿Cómo vivir los duelos? [1] y vio la luz apenas veinte días después de la partida de Ana, si bien se hallaba ya impreso con anterioridad. Lo cual no ha dejado de intrigarme en este tiempo pasado. ¿Por qué el interés de Ana en que ese libro viera la luz justamente en ese momento, cuando de ninguna manera podíamos imaginar que la pérdida sería la suya y el duelo habría de vivirlo yo? ¿Fue una premonición? ¿Era una forma de prepararme para vivir lo que me iba a sobrevenir? Lo cierto es que Ana puso un especial interés en él, insistiéndome particularmente en que presentara guías de trabajo que ayudaran a vivir los duelos, para que las personas no quedaran atascadas en el dolor prolongado, complicado o enmascarado.

Al releer aquel libro, sigo considerando adecuado todo lo que en él se expresa. Sin embargo, no es menos cierto que, de escribirlo hoy, no sería igual. He aprendido en mi propia carne que una cosa es hablar del duelo y otra, bien diferente, sentirse traspasado por él. Y eso fue justamente lo que sentí en aquellas primeras semanas, un dolor que me atravesaba y desgarraba por dentro.

Si lo hubiera escrito hoy, sería un libro más personal y más experiencial. Porque no es lo mismo hablar de algo que conoces por referencias, aunque te hayas informado lo mejor posible, que hacerlo a partir de una experiencia vivida en primera persona. Y esto es precisamente lo que he querido ofrecer en estas páginas, en las que intento compartir lo que es un duelo vivido “desde dentro”, tratando de expresar por escrito aquellas experiencias que me han marcado de una manera tan honda.

No hay en este pequeño libro ninguna “teoría” acerca del duelo -sigo dando por válidas las reflexiones que contiene el anterior-, sino una especie de “diario” que fue recogiendo en vivo una experiencia personal, a la que me entregué en cada momento, tal como me era dada.  

A lo largo del texto se irán desgranando los elementos que iban tomando más relieve, pero ya desde esta misma introducción quiero subrayar dos de ellos que me resaltan de manera especial.

El primero es la sorpresa. Seguro que lo repetiré más de una vez, pero no puede ser de otro modo, ya que fui y sigo siendo el primer sorprendido por todo lo que se ha ido moviendo dentro de mí en solo tres meses. Si sorprendente, por inesperada y repentina, fue la partida de Ana, no lo ha sido menos todo lo que he ido viviendo a continuación. Y no me refiero tanto a la intensidad del dolor -nada difícil de entender-, cuanto a todo lo que fue surgiendo del mismo. He vivido en una sorpresa continua ante el modo como se me iba regalando sentir la presencia de Ana. Sorprendido por sus regalos y los efectos que producían en mí, no he podido sino rendirme a la evidencia de algo que nunca había buscado, ni siquiera imaginado, pero que se me imponía interiormente como una evidencia innegable. Porque la sorpresa no se refería únicamente a lo que se regalaba sentir; me he ido sintiendo igualmente sorprendido por la transformación que todo ello iba operando en mí, en mi vida cotidiana, en la relación conmigo mismo, en las relaciones interpersonales, en la actividad… Todas las dimensiones de mi existencia se fueron, sorpresivamente, impregnando de la presencia de Ana y transformando gracias a ella.

Nada de lo que aquí relato lo busqué de manera intencional; sencillamente, lo recibí. De ahí mi sorpresa constante, garantía de la verdad de lo que se me regalaba vivir. Y este es el segundo elemento que quiero recalcar: la enseñanza que Ana me estaba ofreciendo constantemente a través de lo que se me hacía experimentar. Siempre fue una gran pedagoga y hoy lo sigue siendo conmigo, fortaleciendo certezas, poniendo acentos, resaltando prioridades, aportando matices, subrayando actitudes, abriendo caminos, cuestionando comportamientos…, como si me fuera pasando las notas que plasmaba en sus habituales cuadernos de trabajo, con aquellos lápices y bolis tipo fosforito que tanto le gustaban y tan útiles le resultaban.

Como quedará claro en su lectura, todo lo vivido en estos tres meses lo tomo como una profunda enseñanza que Ana me ha ido -y me sigue- regalando de manera continuada. Se trata de cuestiones que formaban parte de nuestras conversaciones habituales y que, sin embargo, en gran medida me han sabido a nuevas por dos motivos: en primer lugar, porque el dolor y el desgarro, ablandándome por dentro, me habían conducido a una situación única para poder aprender -de hecho, estoy viviendo todo este proceso, desde su inicio mismo, como un aprendizaje continuo, queriendo aprender de todo lo que me iba sucediendo, tal como Ana repetía siempre: “¿Qué tenemos que aprender de esto?”– y, en segundo lugar, según he expresado antes, por la carga de sorpresa con que llegaban hasta mí.

Insisto en la sorpresa, no solo porque el modo de sentir la presencia de Ana me tomó totalmente desprevenido, sino porque considero que la sorpresa es señal de no apropiación. Puedo controlar lo que elabora mi mente, porque lo voy dirigiendo yo mismo, pero la sorpresa se me escapa por completo. Y justamente ahí es donde veo un signo de verdad de lo vivido.

La sorpresa, como la intuición, no nace de la mente ni, por tanto, del ego. Simplemente, se constata. Así me ha ocurrido en todo este tiempo, en que no salía de mi asombro -y gratitud- a medida que constataba lo que se iba produciendo. En la gratitud permanezco, dejando que la vida sea y se exprese.

 

Enrique Martínez Lozano

Zizur Mayor (Navarra), 16 de noviembre de 2023,
a tres meses de la partida de Ana.

¡NO AL GENOCIDIO EN PALESTINA! ¡PAZ, FRUTO DE LA JUSTICIA!


col acebo

 

Las-os abajo firmantes, pertenecientes a diversas tradiciones religiosas y convicciones culturales, reconocemos que las religiones han funcionado históricamente como factores de cohesión nacional y movilización contra otros pueblos en defensa de sus propios intereses.

También en la tradición bíblica encontramos textos que proclaman un mesianismo nacionalista. Recientemente, el primer ministro israelí Netanyahu declaraba, para justificar las decisiones de su gobierno: «Debéis recordar lo que Amalek os ha hecho. Borrarás la memoria de Amalek de debajo del cielo. No olvidarás, dice nuestra Santa Biblia.” (Dt 25,19).

Pero también han producido movimientos profético-universalistas como el de Isaías, príncipe de los profetas bíblicos: “El fruto de la justicia será la paz, la función de la justicia, tranquilidad y confianza para siempre” (Is 32,17). Y, en su mensaje, la acción de Dios va dirigida a todos los pueblos, pues, antes que a Israel, creó la humanidad. Todos los pueblos están bajo el cuidado de Dios, todos son destinatarios de su invitación a la alegría de la salvación (Is 45)

Estas palabras nos invitan a analizar cuál ha sido la práctica de la justicia en las relaciones entre Israel y Palestina en las últimas décadas. Y, en este sentido, coincidimos con Guterres, Secretario General de la ONU: “Los ataques de Hamás no se producen en el vacío. El pueblo palestino lleva 56 años de ocupación asfixiante». Lo que no significa justificar el terrorismo de Hamás. El terrorismo es siempre condenable y el cometido por Hamás contra civiles el pasado octubre ha enturbiado la justa defensa de la causa palestina. Pero el conflicto no lo ha creado Hamás, es el conflicto el que ha creado a Hamás.

El conflicto lo generó hace décadas el proyecto sionista de Israel que incluye Cisjordania y Gaza, acelerando la expulsión del pueblo palestino, ampliando su “Nakba”, su “Catástrofe”. Posiblemente los Acuerdos de Oslo en 1993 supusieron una oportunidad de acuerdo entre los dos pueblos; pero Isaac Rabin, primer ministro de Israel, fue asesinado poco después de firmarlos. A partir de entonces, el poder de los sectores más nacionalistas y de extrema derecha ha ido creciendo en la sociedad y los gobiernos israelíes.

Europa y EEUU están implicados y alineados plenamente con Israel, como su socio y base en el Medio Oriente, una zona de suma importancia en los intercambios comerciales globales. Sólo por el canal de Suez, pasa el 12% del comercio mundial. Esta ruta naval conecta las fábricas de Asia con los mercados de consumo europeos. Todo indica que nos hallamos ante una fase más de la lucha por la hegemonía planetaria en el siglo XXI.

Por lo que Israel, en la defensa de sus intereses en la zona, no tiene ningún límite impuesto por los gobiernos occidentales. Estos le otorgan un cheque en blanco para cualquier acción que quiera llevar a cabo contra el pueblo palestino, tanto en términos de control sociomilitar, como en la apropiación de su gas, agua, pesca o de cualquier otro recurso.

La expulsión total de los palestinos estaría al servicio de estos intereses sionistas de Israel y de los países occidentales que lo apoyan. El Ministerio de Inteligencia israelí, a finales de octubre, elaboró el plan Opciones para una política sobre la población civil de Gaza. En él defiende que “los palestinos sean evacuados de Gaza hacia el desierto egipcio del Sinaí. Lo que tendrá resultados estratégicos positivos para Israel y se juzga “factible” a condición de que “la jerarquía política” dé muestras de determinación frente a la presión internacional y logre asegurarse el apoyo de Estados Unidos y otros gobiernos proisraelíes.” (Le Monde Diplomatique”, diciembre -2023).

“He ordenado un asedio completo a la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni alimentos, ni combustible; todo está cerrado”, dijo el ministro de defensa israelí Yoav Gallant. “Ningún lugar es seguro, ni siquiera los hospitales o las escuelas”, escribió el 11 de noviembre la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. Israel no tendrá nada que temer. Es una de las mayores potencias militares del mundo con la ayuda de EEUU y la UE y está actuando con total impunidad.

“Se calcula que 1,9 millones de personas, el 85% de la población de Gaza, han sido desplazadas, mientras que el 50% de las viviendas han quedado destruidas o dañadas” informa la BBC. La ONU, organizaciones y activistas señalan a un Israel impune tras dos meses de exterminio. Los palestinos asesinados ya superan 20.000, mientras las Naciones Unidas denuncian las dificultades para socorrer a los más de 46.000 heridos. Guterres urge al Consejo de Seguridad a exigir un alto al fuego. Entre las víctimas, unos 300 profesionales sanitarios y más de 70 periodistas. ¿Quién sacará a la luz las atrocidades cometidas en Gaza si todos los periodistas son asesinados? Mientras tanto, los pueblos se manifiestan, pero la ONU no hace más que transmitir su impotencia.

¿Qué propuestas podemos hacer desde Europa, personas de distintas convicciones culturales? A estas alturas de la historia de la humanidad nos negamos a que se utilicen las tradiciones religiosas para enfrentar y eliminar al competidor en cualquier plano, incluido el económico y/o al adversario político.

Recordemos la Carta fundacional de la ONU, tras la II Guerra Mundial: “Nosotros, los pueblos de las Naciones Unidas, resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, renovamos la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas”.

En consecuencia, consideramos que deben cesar la violación sistemática de los derechos del pueblo palestino en todos los territorios ocupados por Israel: Jerusalén Este, Franja de Gaza y Cisjordania. Deben cesar también, según los acuerdos firmados, los asentamientos ilegales que Israel sigue construyendo. Se debe volver al territorio palestino anterior a la guerra de los Seis Días en 1967 y derribar el muro del apartheid.

Denunciamos la violencia terrorista de Hamás. Y denunciamos que las operaciones de las últimas semanas por parte de Israel constituyen un verdadero genocidio. La Fiscalía de la Corte Penal Internacional debe investigar los crímenes de guerra cometidos y hacer que sus responsables rindan cuentas.

Abogamos por un alto el fuego permanente, como 153 países han aprobado en la Asamblea General de la ONU, con una solución justa al conflicto. Lo que supone el reconocimiento del Estado de Palestina. Para ello habría que detener cualquier operación de compraventa de armas, servicios y recursos que mantengan la guerra y la ocupación ilegal.

A más largo plazo: necesitamos organizaciones mundiales eficaces, dotadas de autoridad para asegurar el bien común mundial y la defensa cierta de los derechos humanos elementales.

Necesitamos un multilateralismo que no dependa de los intereses de unos pocos y que tenga una eficacia estable; multilateralismo “desde abajo” y no simplemente decidido por las élites mundiales del poder; un multilateralismo en orden a resolver los problemas reales de toda la humanidad.

Puede parecer una utopía. Pero, cuando las grandes potencias hacen inoperante a la ONU, sólo nos queda apelar a la conciencia de los ciudadanos del mundo, la opinión pública como “cuarto poder”. No habrá solución a este conflicto mientras no haya esperanza para el pueblo palestino. “No hay caminos para la paz, la paz es el camino”, señaló Mahatma Gandhi.

Una paz que no es la paz de los cementerios, conseguida con el exterminio del adversario. El Dios de las “religiones del libro”, Judaísmo, Islam y Cristianismo, nos interpela sobre las decisiones que tomamos para defender nuestros intereses: “¿Qué has hecho de tu hermano?” (Gn 4, 9) y nos recuerda: “El fruto de la justicia será la paz” (Is 32,17). También lo hacen nuestras diversas convicciones culturales universalistas.

 

Primeras entidades promotoras

Redes Cristianas (más de 160 colectivos, estatal)

Iglesia Evangélica Española

Cristianas y Cristianos de Base de Madrid

Carta Contra el Hambre

Comunidad Santo Tomás de Aquino

Revuelta de Mujeres en la Iglesia

Centro de Pastoral San Carlos Borromeo, Vallecas

Fundación San Martín de Porres, Carabanchel

 

1. NB. Esta lista sigue abierta a nuevas incorporaciones en la siguiente cuenta de correo: espacioeirenepax@gmail.com… El manifiesto, con las adhesiones recibidas, reside en www.comunidadsta.org y se puede acceder en el enlace ¡NO AL GENOCIDIO EN PALESTINA!

 

Redes Cristianas

LA IDEOLOGÍA ECLESIÁSTICA


col zapatero

 

El Papa pedía en la misa de Reyes: "Ideologías eclesiásticas, ¡no!", ellas alientan la división en la Iglesia y quitan a Jesús del centro

El Evangelio no es una idea o una ideología, es un anuncio que te toca y te cambia el corazón. Pero si te refugias en una ideología estás haciendo del Evangelio un partido político, un club de personas”… “el Evangelio no es una ideología” que crea “agotadoras polarizaciones” “En la Iglesia todo debe conformarse a las necesidades del anuncio del Evangelio; no a las opiniones de conservadores o progresistas”, insistió, “sino a que Jesús llegue a la vida de las personas. Por lo tanto, toda elección, uso, estructura y tradición deben ser evaluados en la medida en que favorezcan el anuncio de Cristo”. (Papa Francisco)

La ideología no es solo cuando se identifica el evangelio con la derecha, la izquierda, los conservadores o los progresistas, encontrando algunas afinidades, se renuncia a ser una instancia crítica que vaya más allá de la mera identificación política.

También la Iglesia puede vivir una reducción ideológica cuando ella misma se erige en poder, en un sistema de ideas para someter otros seres humanos…en nombre de “Dios”. Es el origen de todos los fundamentalismos. Las ideologías siempre son una justificación de ciertos intereses para poder influenciar y hacerse con el poder. El que no tenga una “que tire la primera piedra” (L. Gera). El tema es ser conscientes de esta forma limitada de abordar la realidad y no reducir el Misterio de Dios a ellas, sino redimirlas desde una comprensión evangélica más amplia.

Para Evangelii Gaudium, el programa de Francisco, la ideologización del cristianismo deriva del clericalismo. Una “ideología” hegemónica para gobernar la Iglesia, un discurso parcial e interesado del Evangelio, concentrado en formas secundarias y desconectado de la raíz…” para justificar la estructura de poder de un clero carrerista y autorreferencial.

Va más allá de ser conservador o progresista. De lo que se trata es de tener el poder y defenestrar al mejor estilo “Maquiavelo”, al que intente ponerlo en duda (inquisición, cruzadas, expulsión, quema de disidentes, “abandono al brazo secular”, soporte de colonialismos, excomuniones…y ahora la persecución mediática del Papa Francisco y sus reformas).

De lo que se trata en la ideología clerical, es de “mandar en nombre de Dios”. El camino contrario a Jesús, que no vino a ser servido sino a servir, que fue víctima de los poderosos civiles y religiosos de este mundo y les insistió a sus apóstoles en la última cena que “entre vosotros no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande deberá ser vuestro servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás; así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” (Mt 20)

Por eso, esta ideología interpreta la evangelización como proselitismo, no como contagio de “una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos” (Lc 2,10). De lo que se trata es de convencer con miedos y condenas para domesticar, homogenizar… y así reproducir el sistema. Son sacralizados objetos, gustos, vestimentas y modos de vida del clero, como el celibato obligatorio que ha sido erigido como algo más importante incluso que el sacramento del Orden Sagrado. Nada de cercanía con el pueblo, sino “desde arriba”, con sacralizaciones absurdas... que terminan en pandemias de abusos y pederastias.

El reduccionismo dogmático de la pretendida “pureza doctrinal”, piedra filosofal del clericalismo, es como el casamiento entre parientes, endogámico, genera malformaciones, asfixia. Diferente del amor del Dios hecho hombre, que es expansivo, poliédrico, dialogal, una identidad abierta, humilde, respetuosa, inclusiva. Los dogmas, que son pocos, son solo una señal hacia el misterio, no su encorsetamiento con el lenguaje de una época y de un grupo.

La perspectiva de la ideología clerical no es buscar el Reino de Dios y su Justicia, sino afirmar en este mundo la institución eclesiástica como exigente aduana del Cielo regida por una “casta sagrada”. Anula el interés por hacer un mundo mejor, la tensión hacia los cielos nuevos y tierra nueva” (Ap.21). Nada de compromiso con el sufrimiento personal y estructural de este mundo. Sólo hay que “acatar, rezar y sostener el culto” sumisamente, para tranquilizar la conciencia. El juicio final descripto por Jesús en Mt 25, donde el acento está puesto en el amor samaritano, es reemplazado por misticismos desencarnados, por “sentirse bien con uno mismo” en la lógica narcisista actual, donde el otro es un obstáculo.

En la ideología eclesiástica predomina la preocupación obsesiva por la institución. Es sabido que todo movimiento social requiere institucionalidad para la profundización y continuidad del mensaje que abraza. Pero en el caso de la ideologización de la institución eclesiástica, su cultura organizacional, siempre deudora de una época y una elite, predomina sobre el mensaje y la vida que ha de transmitir a lo largo de la historia e interpretando “los signos de los tiempos”.

Cambia el foco del Evangelio, que ya no se dirige a los que tienen hambre y se les da de comer… ya no son los bienaventurados por sufrir la injusticia y luchar por ella, ya no es el Reino de Dios y su Justicia sino el reino de los clérigos y sus privilegios, que siempre nos embarcan en cruzadas contra los “enemigos de la fe”.

Pero la Esperanza cristiana está en aquel que, al resucitar, ha vencido a la ideología religiosa que lo condenó. Aquel que, con la fuerza de su Espíritu, teje día a día su Reino de Misericordia entre las guerras de este mundo. Que nos envía profetas, que todos los días nos anuncian desde distintos lugares y culturas, el Evangelio del amor y la compasión, para cambiar el mundo.

Puedo entregar mi cuerpo a las llamas, pero si no tengo amor… (1 Cor 13) El amor, no la idea del amor, redime, construye, cura, perdona, da sentido, capacita para ver lo que nadie ve…Como Jesús, que ve “algo grande” en el enfermo, en el pecador, en la viuda que lo toca entre la multitud, en Zaqueo, en el centurión…todos amados, comprendidos. Él no se fija en nuestra ideología, que tener siempre la tenemos, sino que su Amor va más allá y hace de nosotros, un pueblo de hermanos.

La ideología impide ver a las personas como totalidad y finalidad, sus necesidades profundas, sus aficiones, su verdad. Como decía Mafalda “amo a la humanidad, lo que me molestan son las personas”. Puede que a las individualistas no le interesen los pobres o que las colectivistas hagan de los pobres solo una bandera para revoluciones que terminan empeorando su situación. Como cita la película Napoleón de Ridley Scott: “El pueblo entra en la revolución por la miseria …y termina en la miseria por la revolución”.

Ese desinterés por la persona concreta, hace que la gente se vaya de la iglesia, hay un instinto que les dice que por ahí no es. Es una de las principales causas de la apostasía de las masas. Las personas sienten que la institución no tiene interés verdadero por ellas, sino por “imponerles ideas” y controlarlas.

Evangelii gaudium advierte del riesgo de separar la realidad de la idea, refugiándose en la palabrería, la imagen, el sofisma. Si la realidad es superior a la idea, nuestros proyectos no pueden ser solo formales manipulaciones de la realidad. La idea, en Tomás de Aquino o Pascal, es deudora de la realidad, percibida con el “corazón” que ama, “intus legere” y que capta que «Todo está relacionado», «todo está conectado» (LS 16; 117; 138), se integra a un poliedro de sentido.

 

Guillermo Jesús Kowalski

Religión Digital

¿POSTEÍSMO?


col koldo

 

El teísmo ha concebido a Dios con una idea antropomórfica, como un superhumano, con las mejores cualidades humanas y con poderes extraordinarios. La crítica posteísta caricaturiza a ese Dios teísta como un ser fuera del universo que habita “en el piso de arriba” (en el cielo). El teísmo habría exagerado la trascendencia de lo divino, marginando su inmanencia.

El posteísmo en cambio acentúa la inmanencia de Dios en el universo, identificándolo prácticamente con lo que siempre hemos llamado “la naturaleza”. De ese modo, se podría caricaturizar al Dios posteíta como una mera corriente electromagnética.

Ambas tendencias están de acuerdo en que Dios es el Misterio, pero un misterio que tiene alguna relación con universo ya sea como “Energía poderosa, Razón y soporte de toda la realidad, Abismo alimentador de todos los seres, o aquel Ser que hace ser a todos los seres”.

Como reconoció el IV Concilio de Letrám “Todo lo que hemos dicho sobre Dios tiene más de error que de acierto”. Esto se puede aplicar también al teísmo y al posteísmo. Si Dios es un misterio, no podemos explicarlo con “conceptos claros y bien definidos”. Por vía intelectual discursiva sólo podremos aproximarnos con afirmaciones inadecuadas e incluso, a veces, contradictorias. Nicolás de Cusa ya afirmó que Dios es “concordantia oppositorum”.

Creo que nuestro conocimiento de Dios más auténtico se realiza por la “inteligencia sentiente”por “la lógica del corazón”, que lo percibe en el comportamiento de Jesús, de los grandes referentes mundiales y en los signos de los tiempos. Ya he dicho en otra ocasión que “Mi punto de apoyo” es la experiencia ética del mal y del bien. La parábola del buen samaritano no necesita demostración discursiva, porque se identifica por sí misma con la experiencia que todos llevamos grabada en nuestra conciencia.

Teísmo o Posteísmo son maneras culturales de tratar de comprender a ese Ser, inexplicable con conceptos humanos, que experimentamos como fundamento y ejemplo de valores de amor, verdad, justicia, y dignidad.

La ventaja del posteísmo es haber descargado a Dios de toda esa rémora de cualidades extraordinarias que lo alejan de nosotros y que le atribuyen excesiva interferencia en la libertad humana. Su desventaja es que, a pesar de que lo incluyen “en nuestro piso”, lo dejan ciego y sordo, sin comunicación con nosotros.

El teísmo, con sus múltiples variantes religiosas, lleva siglos arraigado y bien comunicado con el pueblo sencillo. El posteísmo por el contrario ha surgido entre intelectuales que reclaman (¿con excesivo orgullo?) su total autonomía.

Creo que la diferencia fundamental entre teísmo y posteísmo es el grado de influencia (no digo intervención manipuladora) que atribuyen a Dios en la libertad y autonomía humana.

En cuanto a essas explicaciones sobre Dios, prefiero la del Pan-en-teísmo (todo-en-Dios) que concibe al universo y a cada uno de nosotros como subconjuntos insertos en el gran conjunto de Dios, que nos abarca y nos sobrepasa. Nos constituimos con el mismo aliento de Dios, porque Dios es Espíritu.

El Dios de Jesús responde a una concepción teísta, propia de su cultura y religión, pero Jesús no insistió en explicar doctrinalmente a Dios, sino en mostrarlo a nuestra conciencia emocionalmente como Padre, y encarnarlo vitalmente mediante su compromiso con la liberación de la injusticia social, y de las prácticas religiosas que encubrían esa injusticia.

 

¡EL MUNDO HA PERDIDO SU CONCIENCIA!


col kowalski

 

Un ayuno por la Paz en Navidad frente a la Guerra

¿Hasta cuándo persistirá la necesidad de una reforma sustancial en las Naciones Unidas, la instauración de una Constitución Mundial vinculante sin excepciones y la aplicación real y universal de un “no a la guerra”? ¿Dónde reside la ingenuidad?

¿En la utopía de estas tres propuestas o en creer que el mundo puede encontrar soluciones sin ellas? Esta es una petición especial dirigida a las Naciones Unidas, a los líderes religiosos de las tres religiones abrahámicas y a los pueblos del mundo.

Situaciones trágicas, como la de Gaza, y otras realidades bélicas o crisis humanitarias graves en diferentes lugares del mundo (Ucrania, Yemen, países africanos en guerra, entre otras) plantean preguntas fundamentales que han surgido a lo largo de la historia en escaladas bélicas de gran envergadura (las dos guerras mundiales anteriores y la actual, “a trozos”, como la describió acertadamente el Papa Francisco) o crisis mundiales graves, ya sean imprevistas (como la pandemia de Covid) o previsibles (hambrunas y fenómenos naturales que generan muertes y exilios masivos debido al grave irrespeto hacia nuestra madre naturaleza).

En primer lugar, surge la pregunta sobre un Orden Mundial verdaderamente representativo de la voluntad mayoritaria de los pueblos del mundo, materializado en ese “nosotros los pueblos hemos decidido” con el que comenzó la Declaración Fundacional de la ONU después de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, ni la Liga de las Naciones tras la Primera Guerra Mundial ni la ONU tras la Segunda Guerra Mundial lograron este objetivo desde el momento en que establecieron un Consejo de Seguridad no representativo de la voluntad mayoritaria de la Asamblea General, y mucho menos con el poder de veto, como evidenció recientemente Estados Unidos al vetar un alto el fuego en Gaza, contrario a la mayoría de la Asamblea General.

La estructura actual de la ONU no permite la realización del principio de “nosotros los pueblos”, como han señalado expertos como Ferrajoli. Este jurista italiano propone la creación de una Constitución Mundial que vaya más allá de la Declaración de Derechos Humanos y las estructuras actuales de la ONU.

A su vez, el pacifismo internacional parece haber perdido fuerza desde la movilización mundial en contra de la invasión estadounidense en Irak. Karen Armstrong señala que los fundamentalismos religiosos tienen su origen en el miedo a la aniquilación propia, y hoy en día, el genocidio en Gaza representa la deuda ajena que los palestinos pagan por la persecución histórica que los judíos sufrieron en Europa.

A. A los líderes, especialmente a nivel mundial, de opciones religiosas o espirituales, en particular a los líderes de las tres religiones de origen abrahámico (judíos, musulmanes o cristianos), les solicitamos que respalden públicamente y, si es posible, de manera conjunta, las siguientes demandas:

· En relación con el genocidio en curso en Gaza, pedir un alto al fuego inmediato y el fin de la ocupación israelí de Gaza, junto con la entrega total de rehenes por parte de Hamas y de presos políticos por parte de Israel. Asimismo, condenar de manera clara la violación flagrante de los derechos humanos y del derecho internacional en Gaza por parte de Israel, así como la que tuvo lugar el 7 de octubre en Israel por parte de Hamas.

· Reconocer el respeto a los territorios palestinos reconocidos como tales por las Naciones Unidas y condenar cualquier atentado o acoso a los Pedir también el respeto a los territorios reconocidos por las Naciones Unidas como pertenecientes a Israel y condenar igualmente cualquier atentado o acoso a los mismos.

· Incluir en la misma declaración la desaparición en la ONU del derecho a veto y abogar por una redefinición de las atribuciones y composición del Consejo de Seguridad, de acuerdo con la decisión mayoritaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Reconocemos que estamos solicitando una refundación de las Naciones Unidas respaldada por la mayoría de los grupos religiosos del mundo que defienden los valores más sagrados de la Sin embargo, ¿qué razón o motivo, ya sea humano o religioso, debería frenar esta petición?

BA la ciudadanía en general, les pedimos que el próximo mes de enero de 2024 esté marcado por múltiples acciones por la paz en todo el mundo, que incluyan los mismos objetivos expresados en las tres demandas anteriores. Especialmente sugerimos incorporar estas peticiones a las actividades del 24 de enero, Día Internacional de la Educación, y el 30 de enero, Día Escolar de la No-Violencia y la Paz.

CA los vecinos de Jérez del Marquesado, y en general del Marquesado del Zenete y Guadix, los invitamos a tener cinco minutos de silencio y/o oración compartidos en algún día de enero que convocaremos oportunamente

 

Esteban Velázquez

Redacción de Atrio

APOYO PERSONAL, NO INSTITUCIONAL, AL PAPA FRANCISCO


col anso

 

Accedí a expresar mi apoyo al papa Francisco, pero no sin reticencias. “Será un apoyo personal, no institucional”, previne. Me explico: mis reticencias no tienen que ver con su persona como tal, sino con la figura institucional – el papado absoluto – que sigue representando, con el modelo clerical y masculino de Iglesia medieval que sigue manteniendo, y con el magisterio teológico premoderno que sigue ejerciendo.

Reconozco que le ha tocado gestionar una época bien compleja y difícil. Al inconcreto e inacabado sueño primaveral del Vaticano II sucedieron, sin solución de continuidad, los titubeos y contradicciones de Pablo VI desde el propio Concilio hasta su muerte en 1978, y luego – tras solo un mes de pontificado de Juan Pablo I, del que no sabemos realmente si murió o fue muerto – siguió el largo pontificado restauracionista de Juan Pablo II (1978-2005), prolongado por Benedicto XVI, quien, para librarse de las cloacas y los lobbies del Vaticano, no encontró mejor camino que huir dimitiendo (2013), y legando al siguiente un panorama sombrío y enmarañado. El cónclave cardenalicio, buscando equilibrios imposibles, eligió a un jesuita llegado de la pampa argentina. Se hizo llamar Francisco y salió al balcón pidiéndonos la bendición. Era ya muy tarde para una reforma profunda y duradera. Pero, para intentarlo de verdad, nada más recibir la bendición, sin tomarse ni siquiera el tiempo para sentarse en la cátedra de Pedro, pescador de Galilea sin diplomacias ni dobleces, hubiera tenido que proclamar urbi et orbi: “Se acabó lo viejo. Que empiece de una vez lo nuevo”. Han pasado 11 años.

Mientras tanto, el mundo vive, vivimos, una época de metamorfosis civilizacional planetaria como nunca ha conocido nuestra especie desde que surgió hace 300.000 años. Todo lo que creíamos seguro hasta ayer mismo se ve profundamente sacudido en todos los campos. Las religiones tradicionales, cristianismo incluido, con sus creencias, rituales y códigos, se derrumban. Se extienden la incertidumbre y el miedo, y su síntoma: los fundamentalismos de todo tipo. Todo ello ha puesto a dura prueba la sabiduría jesuítica y la paz franciscana del papa Francisco. Y al paso de los años brota y cunde la sensación de que lo radicalmente nuevo, tan necesario en esta Iglesia varada en las arenas del pasado, aún no ha empezado de verdad, ni se ven señales.

Reconozco, sí, un nuevo tono, un lenguaje fresco, lleno de aliento, sobre todo en los documentos pontificios como la Encíclica Laudato si y la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium. En estos documentos y en un sinfín de intervenciones, Francisco está difundiendo un mensaje social, económico y político claro, valiente, subversivo, en favor de todos los desahuciados de la Tierra, hasta convertirse en la voz tal vez más libre y liberadora, y la más molesta para los poderes financieros empeñados en matar la vida de los humanos y de la comunidad viviente de la Tierra. Es sin duda lo sustancial de la Buena Noticia que el profeta Jesús anunció y practicó, más allá del templo, del credo y del código canónico. ¿Y qué más le puedo pedir al papa Francisco con sus 86 años y la salud maltrecha? No, no puedo pedir más a este hombre lleno de buena voluntad y de carisma a raudales. A este hombre humano, con su temperamento y su ternura, con sus errores y contradicciones, con su honda fe y su viejo catecismo, con su utopía evangélica y su teología conservadora, a este hombre de carne y hueso le expreso de corazón mi admiración, mi estima, mi apoyo personal.

Pero este hombre de carne y hueso como yo es el papa de la Iglesia católica, investido de plena potestad “divina”, y es el que enseña la verdad, dicta las leyes y gobierna con poderes absolutos, elige obispos y nombra cardenales, cardenales que elegirán a su sucesor y obispos que ordenarán sacerdotes a solo varones, y se propone instituir un diaconado femenino, desprovisto de grado sacramental y, por lo tanto, subalterno del clero. Este hombre representa y preside, con poder absoluto y exclusivo, una Iglesia que se llama de Jesús pero está en flagrante contradicción con lo que este papa enseña para el mundo entero. Una Iglesia que pretende poseer el monopolio de la verdad y del bien, que sigue aferrada a una cosmovisión y a una antropología de milenios remotos, que sigue enseñando doctrinas irracionales con un lenguaje ininteligible, que en nombre de Dios y de Jesús sigue subordinando a la mujer y humillando a las personas LGTBI+, condenando como “objetivamente pecaminosas” las expresiones de su amor sagrado… El último ejemplo es la aprobación de la bendición de parejas homosexuales, pero no como la bendición de las parejas heterosexuales, sino una bendición sin celebración litúrgica, casi a escondidas y de prisa; 10 segundos bastan, ha dicho el Cardenal Víctor Manuel Fernández, Prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe; el papa Francisco acaba de aclarar, por si hiciera falta: “Las bendiciones a parejas homosexuales van dirigidas ‘a las personas’ y no cambia la doctrina”. Pues, hermano Francisco, mientras no cambie la doctrina por salvar la institución, seguirán sufriendo las personas, y la misma institución se arruinará.

Esta Iglesia institucional ya no respira. Ni inspira aliento vital. Y si no inspira, no sirve de nada. Y si no sirve de nada, aunque suene duro hay que decirlo: nada esencial se perderá con que siga derrumbándose. Y solo podrá inspirar si aprende a hablar de la vida y de todo lo real – de la creación del universo, del amor, del género, de la sexualidad, de la libertad, del “pecado” y del “perdón”, de la vida después de la muerte”, de Jesús, de “Dios” al fin y al cabo – de una manera comprensible, inspiradora, consoladora, transformadora para los hombres y mujeres de hoy. Y solo podrá respirar e inspirar si se reinventa a fondo de acuerdo al espíritu que movió a Jesús y a todos los profetas y profetisas de todos los tiempos, dentro o fuera de cualquier religión. Solo podrá consolar y transformar si reinventa a fondo todo su lenguaje teológico y todo su edificio ministerial del que el propio papado sigue siendo cimiento y cima.

Solo un vuelco del modelo de Iglesia clerical y de paradigma teológico integral podrá, si ya no es demasiado tarde, devolver espíritu y vida a esta Iglesia, aunque vaya a reducirse a una pequeña comunidad dispersa, pero itinerante y libre. Esa me parece una tarea institucional irrenunciable y urgente de un papa en nuestro tiempo. Y ni de lejos será suficiente con reformar todo el aparato vaticano, ni con extirpar su endémica corrupción económica, ni con combatir la pederastia omnipresente. ¡Qué menos que todo eso! Pero no bastará. No es tiempo de apaños y componendas.

Escucho y leo sin cesar que Francisco hace lo que puede, no solo porque sus fuerzas son limitadas, sino sobre todo para evitar un cisma de la Iglesia católica. No sé si logro entenderlo. Solo me brotan preguntas: ¿Qué logró Pablo VI con sus reparos y equilibrios, sino ser un obstáculo decisivo para la realización de los mejores sueños conciliares y un impulso determinante para consagrar casi de manera irreversible la ruptura entre la Iglesia y la cultura moderna? ¿Qué ha logrado Francisco en estos 11 años? Y, por poner un ejemplo, entre humillar a parejas homosexuales (cristianas o no, poco importa) y “escandalizar” a cardenales y clérigos homófobos, ¿con qué se queda? Entre Jesús y el Derecho Canónico, ¿a la hora de la verdad por cuál se decide? Y en cualquier caso, al ritmo al que vamos y por la ambigua dirección en la que "avanzamos", de prudencia en prudencia y de sínodo en sínodo, ¿no va la Iglesia católica – y las Iglesias cristianas en general – camino de su total implosión, o camino de su reducción a gueto cultural y social premoderno, primero en Europa y luego en el resto? ¿Tanto empeño por evitar un cisma institucional – ¿o será una excusa? – no está impulsando de hecho un cisma general de la inmensa mayoría social que, indiferente o decepcionada, deserta silenciosamente de una institución que ya no les aporta inspiración ni respiro?

 

José Arregi

Aizarna, 15 de enero de 2024