FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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miércoles, 26 de junio de 2024

Israel causa unos 150 muertos en 48 horas, en la peor espiral letal en semanas en Gaza

 


Público

Tras 260 días de guerra, el número de fallecidos palestinos supera los 37.550.
El Ejército israelí provocó este sábado una masacre en la norteña ciudad de Gaza, causando al menos 48 muertos en ataques contra tres barrios residenciales, poco después de que el Ministerio de Sanidad local hubiese anunciado un centenar de fallecidos desde la tarde de este viernes en la Franja, la peor cifra en semanas. Ver noticia

Netanyahu no detendrá el genocidio en Gaza hasta «destruir a Hamás»

 


Público

La Unión Europea alerta de que la prestación de ayuda humanitaria dentro de la Franja de Gaza ya se ha vuelto una misión «casi imposible».
Benjamín Netanyahu ha afirmado este domingo que no parará la masacre sobre la Franja de Gaza hasta «lograr nuestra meta de destruir a Hamás». Así lo ha defendido en la cadena derechista Channel 14, durante su primera entrevista televisiva en un medio israelí desde el 7 de octubre. Ver noticia

El Vaticano propone una «reformulación» del dogma de la infalibilidad y la primacía del Papa para alcanzar la unidad entre los cristianos -- Jesús Bastante

 


Redes Cristianas

Fuente: Religión Digital
Tal vez sea posible que la Iglesia católica renueve el ejercicio del ministerio del Obispo de Roma»
El Dicasterio para la promoción de la Unidad de los Cristianos propone “reexaminar la forma del papado y su ejercicio de la autoridad al servicio de la comunión eclesial”, en una reflexión “hecha juntos”, entre todas las confesiones cristianas

«Ha llegado el momento de dar nuevos pasos en los diálogos ecuménicos”, y “ponerse de acuerdo sobre un ejercicio aceptable de un ministerio de unidad para toda la Iglesia”

Sobre el Vaticano I: “Es necesario aclarar la terminología adoptada, que a menudo sigue siendo equívoca y abierta a interpretaciones erróneas, por ejemplo: jurisdicción ordinaria, inmediata y universal; infalibilidad; gobierno; autoridad y poder Supremos”

El documento plantea «recuperar y reforzar estructuras sinodales» como «los consejos pastorales diocesanos (CIC can. 511-514), los sínodos diocesanos (CIC can. 460-468), y también los concilios plenarios y provinciales (CIC can. 439-445), que rara vez o nunca se convocan”, así como las conferencias episcopales y los organismos episcopales continentales

Roma ve propuestas como el consejo de cardenales como «el primer paso hacia una estructura de gobierno sinodal permanente a nivel de toda la Iglesia”

Del Vaticano I al Vaticano II, de la infalibilidad papal a una “reformulación” del primado del Obispo de Roma, con una visión más unitaria, más compartida, más sinodal. Estas son algunas de las claves de ‘El obispo de Roma’, un documento de estudio sobre el ejercicio de la primacía papal que esta mañana ha publicado el dicasterio para la Promoción de al Unidad de los Cristianos, y que pretende “contribuir, en un contexto eclesial, a un ejercicio sinodal de la primacía, asegurando la participación de todo el Pueblo de Dios en el proceso de toma de decisiones, especialmente en los asuntos que le afectan directamente”, según se lee en las propuestas finales, tituladas ‘Hacia un ejercicio del primado en el siglo XXI’.

En las mismas, el Dicasterio para la promoción de la Unidad de los Cristianos propone “reexaminar la forma del papado y su ejercicio de la autoridad al servicio de la comunión eclesial”, en una reflexión “hecha juntos”, entre todas las confesiones cristianas.

El Papa, con los patriarcas católicos de medio Oriente Vatican Media
“El ministerio del Obispo de Roma no debe considerarse sólo como un problema, sino también como una oportunidad para una reflexión común sobre la naturaleza de la Iglesia y su misión en el mundo”, señala el documento de propuestas, que apunta que “ha llegado el momento de dar nuevos pasos en los diálogos ecuménicos”, y “ponerse de acuerdo sobre un ejercicio aceptable de un ministerio de unidad para toda la Iglesia”.
Primacía y sinodalidad

“La primacía y la sinodalidad no son dos dimensiones eclesiales opuestas, sino que son dos realidades mutuamente constitutivas y sustentadoras, y que por lo tanto deben abordarse juntas”, señala el texto, que insiste en que “la primacía romana debe entenderse no tanto como un poder universal en una Iglesia universal (Ecclesia universalis), sino como una autoridad al servicio de la comunión entre las Iglesias (communio Ecclesiarum), es decir, de toda la Iglesia (Ecclesia universa)”. 

infalibilidad
“Parece particularmente importante la llamada a una «re-recepción» católica o comentario oficial del Vaticano I. Asumiendo la regla hermenéutica de que los dogmas del Vaticano I deben leerse a la luz del Vaticano II, especialmente su enseñanza sobre el Pueblo de Dios y la colegialidad, algunos diálogos reflejan que el Vaticano II no interpretó explícitamente el Vaticano I, sino que, al tiempo que incorporaba su enseñanza, la complementaba”, añade el documento que ve “necesario presentar la enseñanza católica sobre la primacía a la luz de una eclesiología communio, en el marco de la «jerarquía de las verdades», así como “releer el Vaticano I a la luz de toda la Tradición”.

“Es necesario aclarar la terminología adoptada, que a menudo sigue siendo equívoca y abierta a interpretaciones erróneas, por ejemplo: jurisdicción ordinaria, inmediata y universal; infalibilidad; gobierno; autoridad y poder Supremos”, recalca.

“Es necesario aclarar la terminología adoptada, que a menudo sigue siendo equívoca y abierta a interpretaciones erróneas, por ejemplo: jurisdicción ordinaria, inmediata y universal; infalibilidad; gobierno; autoridad y poder Supremos”

Cabeza de la Iglesia y ministerio de unidad

“Otra propuesta importante es que se establezca una distinción más clara entre las diferentes responsabilidades del Papa, especialmente entre su ministerio como cabeza de la Iglesia católica y su ministerio de unidad entre todos los cristianos, o más concretamente entre su ministerio patriarcal en la Iglesia latina y su ministerio primordial en la comunión de las Iglesias”, recalca el documento, que admite que el uso de “obispo de Roma” fomentado por Francisco gira en esta línea de trabajo.

Sinodalidad
Y es que, añade el texto, “la configuración sinodal de la Iglesia católica es crucial para su compromiso ecuménico”. “Es un deber que la Iglesia católica debe a sus interlocutores demostrar en su propia vida eclesial un modelo convincente y atractivo de sinodalidad”. Porque “es evidente que el modo en que la Iglesia católica vive la sinodalidad es importante para sus relaciones con los demás cristianos. Es un desafío para el ecumenismo».

Recuperar estructuras sinodales

“A nivel local y regional, parece necesario recuperar y reforzar estructuras sinodales que incluyan a todos los fieles, tal como prevé el Vaticano II y contempla el Código de Derecho Canónico, como los consejos pastorales diocesanos (CIC can. 511-514), los sínodos diocesanos (CIC can. 460-468), y también los concilios plenarios y provinciales (CIC can. 439-445), que rara vez o nunca se convocan”, señalan las propuestas vaticanas. “También es importante tener en cuenta el llamamiento del Concilio Vaticano II sobre las conferencias episcopales” y los organismos episcopales continentales.

colegialidad
“A nivel universal, el Código de Derecho Canónico y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales ofrecen disposiciones para un ejercicio más colegial del ministerio papal”, apunta el dicasterio, que aboga por “una futura revisión” de ambos textos para promover “un ejercicio colegial  en el gobierno de la Iglesia y en la formulación de la enseñanza infalible”. El Sínodo de los Obispos o la reforma de la Curia van en esta línea. Especialmente importante fue la creación del Consejo de Cardenales que, “junto con los Consistorios ordinarios y extraordinarios, podría ser el primer paso hacia una estructura de gobierno sinodal permanente a nivel de toda la Iglesia”, así como el “sínodo permanente”, que ya fuera propuesto por algunos padres conciliares.

 “Tal vez sea posible que la Iglesia católica renueve el ejercicio del ministerio del Obispo de Roma y proponga un modelo de comunión basado en «un servicio de amor reconocido por todos los interesados»”, culmina el documento del dicasterio presidido por Kurt Koch, para alcanzar “un primado para toda la Iglesia que promueva la unidad y la misión cristianas”.

Semana de oración por la unidad de los cristianos Bisbat de Tarrasa
Tres años de trabajo para un «documento de estudio»
‘El obispo de Roma’ es el primer documento que resume todo el  debate ecuménico sobre el servicio del primado en la Iglesia desde el Concilio Vaticano II. Tres décadas después de la publicación de Ut Unum sint, y con la mirada puesta en el Sínodo de la Sinodalidad, el Vaticano propne esta reflexión como «una contribución a la dimensión  ecuménica del proceso sinodal». Se trata, y así se aclara desde el principio, de un «documento de estudio», que ve la luz tras tres años de trabajo en el que se tuvieron en cuenta decenas de contribuciones de expertos católicos, ortodoxos y protestantes.
 
En el mismo, se hace un repaso a las principales cuestiones teológicas que tradicionalmente han cuestionado el primado papal y las «perspectivas para un ministerio de la unidad en una Iglesia reunificada», entre las que se encuentran la necesidad o no de un primado en la Iglesia; criterios del primer milenio; principios para el ejercicio  del primado en el siglo XXI.

Fin al calvario de Assange: «Su tortura era una condena contra la libertad de expresión»

 


Público

Diversas personalidades de todo el mundo celebran la liberación del fundador de Wikileaks.
El Tribunal Superior de Londres ha concedido este lunes la libertad bajo fianza a Julian Assange, el fundador de Wikileaks. Assange ha estado encarcelado en una prisión de máxima seguridad durante más de cinco años, en virtud de una orden de arresto emitida por Estados Unidos debido a la difusión de documentos secretos. Ver noticia

Los efectos del hambre como arma genocida utilizada por el sionismo en Palestina


 Kaosenlared

Decenas de niños y niñas en Gaza se están muriendo debido a complicaciones relacionadas con el hambre desde que el gobierno de Israel decidió utilizar el hambre como arma de guerra. Personal médico y familias en Gaza han descrito cómo niños, niñas y madres embarazadas y lactantes, padecen severa desnutrición y deshidratación, en hospitales poco equipados para su atención a causa de la destrucción generalizada por parte del ejército ocupante. Ver noticia

LOS CRISTIANOS FRANCESES: DE LA IZQUIERDA A LA DERECHA (EXTREMA)

ATRIO

col martell

 

Al leer esta crónica de Strazzari me quedé dándole vueltas a una frase que le dijo el obispo obrero Alfred Ancel que fue inspirador y ejemplo para muchos en los años decisivos del Concilio. Le dijo poco antes de morir: “solo tengo una tristeza, la de no haber creído suficientemente en Dios“. No creo que lo entendiese de otra forma que la de no haber sido más radical y profeta en su condición de obispo. AD.  

El 6 de julio de 1977 se presentaron al mismo tiempo dos importantes documentos de los obispos franceses: una declaración del Consejo Permanente sobre el “Marxismo, el Hombre y la Fe Cristiana”, y una “Nota” de la Comisión Episcopal sobre la Fe y el Marxismo en el mundo Obrero. La diferencia entre los dos documentos es sustancial: el primero, es doctrinal, subrayando la irreconciliabilidad, en el plano de las ideas, entre el catolicismo y el marxismo; La segunda, está impregnada de preocupaciones pastorales, que se mueven según la lógica del realismo.

En 1968 los militantes de la Acción Católica eran el 1,6 por ciento de los afiliados al Partido Comunista Francés; en los años siguientes, el 9,5 por ciento. Una frase del primer documento desató una amarga polémica: “El creyente que colabora sin reservas con los comunistas está trabajando a favor de su propia desaparición”. Los sacerdotes obreros y las muchas monjas que trabajaban en las fábricas reaccionaron: “Los ritmos de trabajo y el tipo de sociedad impuestos por el capitalismo son capaces de disolver la fe de una manera mucho más eficaz que el encuentro con el materialismo histórico y dialéctico”.

Los obispos dividieron a los cristianos en tres categorías:

1. Cristianos que se adhieren a organizaciones que de una u otra manera se relacionan con el marxismo, utilizando el análisis marxista y ciertos elementos del materialismo histórico o dialéctico. Los obispos advierten que es difícil separar estos elementos de análisis de sus presupuestos filosóficos.

2. Otros cristianos que pretenden lograr la unidad entre su práctica cristiana y la práctica marxista, pero, observan los obispos, “queriendo ser plenamente cristianos, llegan inevitablemente a confusiones que la fe cristiana no puede aceptar”.

3. Por último, los cristianos que se afilian al Partido Comunista. “Cuando el Partido Comunista, escriben, tiende su mano a los católicos en cuanto tales, ignora que los cristianos consideran imprescindible el pluralismo político y que, por ello, se niegan a ser una fuerza de apoyo para alcanzar el poder”.

La controversia se desató en torno a los dos documentos. Los nombres más famosos de la cultura y el periodismo, de Montaron a Fesquet, de Oraison a Garaudy, participaron en el debate. En cambio, teólogos de gran calibre, como el dominico Chenu y René Coste, no aparecieron. Los sacerdotes obreros de la “Misión de Francia” estaban desconcertados. En Lyon, el Movimiento del Prado (sacerdotes obreros que se ocupan del mundo trabajador) pidió que se prestara más atención a la “Nota” de la Comisión Episcopal que al documento doctrinal.

Alfred Ancel: el obispo obrero

Fue profesor de filosofía en las facultades teológicas de Lyon. Ordenado auxiliar del cardenal Gerlier, comenzó a trabajar como simple obrero. Estuvo cinco años trabajando en la fábrica, hasta que Roma intervino y dijo “no” a la experiencia de los sacerdotes obreros. Lo conocí en su retiro de Saint-Martin, en las colinas de Lyon: “elegí ser obrero porque tomé conciencia de la situación de los obreros. Verás, los trabajadores sienten gradualmente una especie de complejo de esclavitud en sí mismos. Se sienten como hombres que han vendido su fuerza de trabajo y están siendo utilizados para el beneficio del patrón. Surge la necesidad de estar unidos y de dar vida a un movimiento y este, en Francia, es un movimiento sin Dios… ¡Nosotros, los sacerdotes, somos todavía demasiado desapegados! Para descubrir aún más el movimiento obrero, es útil que, durante un cierto tiempo o toda la vida, un cierto número de sacerdotes acepte participar en la vida de los trabajadores. Trabajé durante cinco años, pero luego me vi obligado a irme. Cuando volvieron a darnos permiso, ya era demasiado viejo para regresar entre los trabajadores. Recuerdo la amistad con ellos. No fui a dar discursos, ni a convertir, sino a vivir sus vidas. Trabajé para prepararme para una conversión colectiva”.

Los marxistas nos obligan a redescubrir a Cristo

Ocurrió un suceso sensacional. En 1979 Ancel publicó un libro “Dialogue en vérité”, publicado por Éditions Sociales, la editorial del Partido Comunista Francés. Se justificó así: “siempre he tenido relaciones con los comunistas, con los que siempre he tratado de ser lo que soy. Soy cristiano, tengo la fe cristiana. Son comunistas y en Francia, en su mayoría, no creyentes, pero es posible la lealtad total. Los marxistas nos obligan a redescubrir a Cristo, que era un trabajador manual. Encuentro en Marx y los comunistas algunos puntos importantes. Por ejemplo, cuando Marx dice que lo más importante no es conocer el mundo, sino transformarlo. Escribí el libro porque sentí una llamada de Dios a trabajar para hacer presente el mensaje del evangelio de una manera comprensible. Cuando veo a un comunista, estoy seguro de que Dios, que quiere salvar a todos los hombres, está obrando en él. A través del diálogo puedo ver lo que Dios hace en él”. Le pregunté, casi a quemarropa: “Si tuviera que hacer una sugerencia a la jerarquía francesa sobre el gran problema de la relación cristiano-comunista, ¿qué diría?”. No dudó ni un momento en responder: “Que cada uno avance con valentía, y llegará el momento en que podremos hablar y entendernos mejor. Yo añadiría: debemos seguir siendo nosotros mismos y, al mismo tiempo, respetar a los comunistas. Hay ciertas formas de anticomunismo que no son honestas”.

Ancel murió el 11 de septiembre de 1984. Durante un par de años había estado viviendo en una residencia para ancianos. Fui a verlo. Se había quedado completamente ciego. Me confesó: “solo tengo una tristeza, la de no haber creído suficientemente en Dios”.

 

Francesco Strazzari

Atrio

AURELIO GAZZERA: "LA VIDA ES MUY DIFÍCIL, PERO LA POBLACIÓN ES MUY RESISTENTE"


col martell

 

De Bozoum a Bangassou. De "simple" misionero a Obispo coadjutor. Esta es la trayectoria de Aurelio Gazzera, misionero carmelita durante 17 años en Bozoum, en el noroeste de la República Centroafricana, quien fue nombrado el pasado mes de febrero Obispo coadjutor de la diócesis de Bangassou, en el sudeste del país. La Agencia Fides ha solicitado al nuevo Obispo que describa su experiencia como misionero en un país asolado por años de guerra.

Dejar su puesto en Bozoum no debe haber sido fácil. ¿Qué se lleva consigo de su experiencia misionera?

El domingo 9 de junio fui consagrado obispo en la catedral de Bangui. En los días siguientes lo celebramos con la familia carmelita, con personas nacidas en Bangassou, y el martes partí hacia Bozoum, a 500 km, donde fui recibido de forma triunfal. Celebramos la misa por la mañana, a las 6, y a pesar de la hora, la iglesia estaba abarrotada. Hubo cantos, música, bailes, regalos de "mi gente" de Bozoum. En Bouzum he vivido 17 años y en Bozoum he dicho adiós pero también gracias porque en estos 17 años las personas que he conocido allí me han ayudado mucho a vivir y a concretar lo que he elegido como lema de mi episcopado; la palabra de Pedro que, frente a Jesús que le pregunta por tercera vez si le ama, Pedro responde: 'Tú lo sabes todo, tú sabes que te amo'. Los habitantes de Bozoum en estos 17 años me han ayudado mucho, primero con la reconstrucción tras la guerra de 2003. Después con los refugiados causados por los bandidos, que estaban presentes en la zona y que conseguimos mediante el diálogo que se marcharan, y después sobre todo con la guerra de 2013-14, cuando acogimos en Bozoum entre seis y siete mil refugiados que habían huido de sus hogares. Mientras tanto, habíamos obtenido la marcha de los rebeldes de Seleka, que eran los más violentos.

Así que hay una relación muy fuerte que ha ido creciendo a lo largo de los años, como párroco pero también con la realización de obras sociales: las escuelas, la feria agrícola, etc. Se han establecido relaciones muy fuertes y ha sido bonito ver a tantas personas que eran jóvenes o niños cuando llegué, que ahora que se han hecho adultos mantienen esta relación de aprecio conmigo. Es una relación muy libre, que siempre he intentado que no esté atada a mí, sino que les permita reflexionar sobre sus elecciones y su comportamiento.
Ha sido una gran fiesta con mucha alegría pero también un poco de pena porque para la gente de Bozoum, el Padre Aurelio en Bangassou significa casi un adiós.

- ¿Podría describirnos como es su nueva diócesis?

Bangassou es una diócesis enorme, casi tan grande como la mitad de Italia, ocupa 135.000 kilómetros cuadrados y está a 750 km de la capital, Bangui, a la que es difícil llegar en coche. Solemos viajar en avión. Es una diócesis que ha sufrido mucho en los últimos años. De 2017 a 2021, el seminario se había convertido en el centro de acogida de miles de refugiados musulmanes. Incluso ahora tenemos cerradas temporalmente dos parroquias de un total de trece porque están ocupadas por fuerzas rebeldes, en Zako y Mboki. Así que la situación es bastante difícil. La dificultad de las conexiones hace que los precios de los productos de primera necesidad, aceite, sal, azúcar, cemento, sean más del doble que en Bangui. Así que la vida es muy difícil, pero la población es muy resistente, no se desanima y se mantiene ocupada. Hay muchas plantaciones de café, algo de cacao, pimienta y otros cultivos. El problema es que no pueden vender sus productos porque no hay carreteras.

-¿Y a nivel de la Iglesia?

A nivel eclesial, es una diócesis muy viva. El obispo Juan-José Aguirre Muñoz,comboniano español, que lleva 26 años como obispo, de los cuales 24 en Bangassou, es una persona maravillosa que ha trabajado mucho con la ayuda de la fundación "Bangassou". Ha conseguido sacar adelante la diócesis en su conjunto con proyectos sociales como escuelas, dispensarios, hospitales, y a nivel eclesial con la formación de sacerdotes. Tenemos un seminario menor en Bangassou, luego los chicos van al seminario interdiocesano de Bangui para hacer el bachillerato y finalmente completan sus estudios en el seminario mayor. Son muchachos que tienen que dejar a sus familias durante varios años porque no es fácil volver a Bangassou, sobre todo durante la estación de las lluvias.

En la diócesis hay dos congregaciones religiosas masculinas, los franciscanos en Rafaï y los espiritanos en Niakari, y dos femeninas, una en Bangassou y otra en Rafaï. Por tanto, no hay muchas congregaciones misioneras, pero esto ha permitido a los sacerdotes diocesanos asumir ellos mismos los principales compromisos de la diócesis. Actualmente hay unos 30 sacerdotes en la diócesis, otros están en Italia, España y Francia para estudiar o para actividades pastorales.

En resumen, Bangassou es una diócesis muy viva. Poco a poco veremos cómo continuar lo que Mons. Aguirre ha iniciado en estos largos años de episcopado y hacer concreta la frase que repito a menudo, cada mañana: 'Tú lo sabes todo. Tú sabes que te amo'.

 

Agencia Fides

Religión Digital

¡ABRIMOS, CERRAMOS LA CAJA 3!


col koldo

 

La hubiera querido abrazar con toda la pureza que mi ser hubiera sido capaz de reunir en el instante, pero, cobarde de mí, no hice nada, me limité a despedirme poniendo un énfasis especial de cordialidad…

Cuando estaba poniendo mis productos sobre el rodillo de la caja del “súper”, surgió el caos. La mujer encargada, seguramente recién estrenada en el puesto, se hizo un lío con los botones. “¡Abrimos la caja 3!” y al instante “¡Cerramos la casa 3!”, cantaban los altavoces. La confusión entre los clientes estaba servida y su rostro iba poco a poco cobrando el color de los tomates míos que estaban pasando por el “scanner”. No debía darle al botón adecuado y en medio del supermercado se difundían una y otra vez avisos contradictorios.

No sé nada de ella. A lo sumo por sus facciones podía intuir que había emigrado desde América del Sur y que venía de realizar un curso acelerado para poder conquistar la caja de esa conocida cadena de supermercados. A la hora de la verdad, en el momento de colocarse sin tutela en el puesto, su gobierno no resultaba tan fácil.

Mientras que mantuve a su vera, me hubiera gustado decirle que todos nos equivocamos, que yo estaba con ella en esos momentos de apuro, que no pasaba nada porque "la caja 3" se abriera y cerrara al mismo tiempo. Me hubiera gustado decirle que hay que tomarse esas situaciones con humor, que yo estaba con ella, con el recuerdo de los mares atravesados, con su nostalgia, con su pena por la gente dejada atrás. Me hubiera gustado decirle que todos somos uno, sobre todo cuando metemos la pata, que estamos para ayudarnos, para compartir aprietos, para sonreír juntos a los contratiempos…

Había más gente en la cola, pero seguramente si no la hubiera habido tampoco yo hubiera dicho nada. Me hubiera gustado decirle que estamos profundamente agradecidos porque han desembarcado en nuestro país, porque en él están entregado lo mejor de sus años, porque ayudan a que tantos servicios funcionen debidamente…

Ahora es fácil derrochar verbo, pero en el momento oportuno, necesario callé. Vivimos en un mundo hipercomunicado, pero en el que nos negamos a compartir lo sustantivo. Me marché hacia el coche con mi carro colmado de comida hasta el hartazgo, pero mi alma vacía, hambrienta del aprecio, de la solidaridad y afecto en estado puro a los que, por encima de todo, nos debemos los humanos.

LAUDATO SI, EL MOMENTO DE ACTUAR ES AHORA


col zapatero

 

PLATAFORMA ECOSOCIAL LAUDATO SI (MÁLAGA)

¿Debe el cristiano ser ecologista?

Se cumplen quince años desde que un grupo de científicos liderados por Johan Rockström pusieran sobre la mesa que el planeta tiene límites. Concretamente nueve: Cambio climático, agua dulce, acidificación de los océanos, uso del suelo, pérdida de biodiversidad, uso del nitrógeno y del fósforo, capa de ozono estratosférico, aerosoles atmosféricos y contaminantes químicos. Traspasarlos pone en peligro la continuidad de la civilización y de la humanidad. En ese momento nos advertían que ya habíamos sobrepasado tres de ellos. En 2023, una última revisión ha elevado hasta seis los umbrales que han quedado atrás.

Y, ¿por qué la humanidad ha traspasado estos límites? La razón es sencilla, por nuestro afán de que la economía crezca infinitamente a expensas de un planeta con recursos finitos. Un crecimiento económico que ha sido incapaz de asegurar una vida digna para todos los habitantes del planeta. Además, en aras de esta quimera, se esquilma a la naturaleza, destruyendo los ecosistemas, esenciales para sostener la vida en la Tierra.

La comunidad internacional es consciente del momento de crisis que atravesamos, así, en 2015 se adoptaron los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Impulsados por la ONU y ratificados por la mayoría de los países del mundo, suponen el plan maestro para conseguir un futuro sostenible para todos con una fecha concreta para alcanzarlos, 2030.

Cuando apenas restan seis años para la fecha límite de su cumplimiento es iluso pensar que en 2030 habremos acabado con la pobreza y el hambre, garantizado la salud, bienestar, agua limpia, igualdad, trabajo decente, … a toda la humanidad. También es difícil creer que en ese momento estaremos en la senda de restaurar los equilibrios del planeta, volviendo a la seguridad de estar dentro de los límites planetarios.

Son muchos retos, y muy poco el tiempo. Sin embargo, debemos reaccionar. Coincidiendo con los ODS en 2015, el papa Francisco publicaba la encíclica Laudato Si. En este documento se recogía una larga tradición de la Iglesia en la que se nos invitaba a cuidar del planeta, haciendo un llamamiento a todos los cristianos a atender la grave crisis ecosocial que atraviesa la Tierra, nuestra Casa Común.

Como cristianos, debemos oír esta llamada y, quien no lo haya hecho, ponernos a trabajar. La comunidad científica es clara y contundente, o actuamos ya, o estamos condenando a la próxima generación a habitar un planeta cada vez menos generoso e inhóspito. Los modelos apuntan a cambios en el clima, con zonas enteras del planeta que serán inhabitables e improductivas, forzando un incremento en las migraciones. También enfrentamos el colapso de ecosistemas, que provocarán alteraciones en la calidad del agua, producción de alimentos, regeneración de suelos, …

Podríamos seguir enumerando peligros inminentes, pero eso ya está hecho en otros canales. Laudato Si nos conmina a trabajar desde sus valores esenciales, que son los evangélicos. Debemos transmitir la esperanza de que podemos y debemos cambiar, invitando a un enfoque integral que tenga en cuenta el bien común, cuidar de los hermanos allá donde estén, tendiendo puentes que estén por encima de ideologías y religiones. Debemos sumergirnos en una profunda transformación espiritual que se refleje en nuestras acciones y nos lleve al compromiso y activismo social y ecológico.

El momento es ahora, mañana será tarde. Por eso, desde la alegría del evangelio, los cristianos debemos estar presentes en la lucha por un futuro mejor, para ti, para mí, para la humanidad.

NEOFASCISMO Y FUNDAMENTALISMOS EN ALIANZA


col koldo

 

El neofascismo actual se retroalimenta del fenómeno fundamentalista, que suele darse en sistemas rígidos de creencias religiosas que se sustentan, a su vez, en textos revelados, definiciones dogmáticas y magisterios infalibles. El fundamentalismo no es inherente a las religiones monoteístas, si bien que reconocer que se produce muy especialmente en ellas debido a la creencia en un solo y único Dios verdadero, considerado universal, que revela su voluntad a un profeta, quien la escribe en un libro sagrado, considerado Palabra de Dios. Al tener como autor a Dios las personas fundamentalistas de estas religiones consideran que el libro sagrado dice verdad en todos los campos: científico, filosófico, histórico, geográfico y es, por tanto, inerrante, y quien no lo cree así es considerado hereje. 

El término “fundamentalista” tiende a aplicarse a creyentes de las distintas religiones, sobre todo a los judíos ultra-ortodoxos, a los musulmanes integristas y a los cristianos tradicionalistas. Pero también debe extenderse a las personas creyentes de otras tradiciones religiosas como el budismo, el hinduismo y en no pocos de los llamados “nuevos movimientos religiosos”.

Todos los fundamentalismos religiosos poseen características comunes: ausencia de hermenéutica y lectura literal de los textos sagrados: imagen patriarcal de Dios en las religiones monoteístas; afirmación de la inferioridad de las mujeres y, a veces, justificación de la violencia contra ellas en base a los textos sagrados; consideración de la masculinidad como referente de lo humano y de los valores morales; justificación de la violencia contra las personas no creyentes, las creyentes de otras religiones y las disidentes de la misma religión, una violencia que dice ejercerse en nombre de Dios; condena de la modernidad y del pluralismo inherente a ella; absolutización de la tradición, considerada norma de vida;  imposición del  pensamiento único; absolutización de las autoridades religiosas que actúan como representantes únicas de la divinidad y se convierten en “masculinidades sagradas”; interpretación religiosa de la realidad, generalmente pesimista y catastrofistas.

Actualmente el fundamentalismo trasciende la esfera religiosa y se aplica a otros campos. Se habla de fundamentalismo político, que se convierte en religión del Imperio; el económico, que se convierte en religión monoteísta del Mercado, cuyo único Dios es el Capital; el patriarcal, cuyo modelo ético es el varón; el étnico y cultural, que reconoce la superioridad de una etnia y de una cultura sobre las demás; el científico, que considera la ciencia como la única disciplina que tiene todo el mapa de la verdad; el democrático, que solo reconoce un único modelo de democracia, el liberal; el antropocéntrico, que sitúa al ser humano en el centro del universo.

Todos los fundamentalismos tienen rasgos comunes que los hacen enseguida reconocibles. He aquí algunos: absolutización de lo relativo, que desemboca en idolatría; universalización de lo local, que desemboca en imperialismo; generalización de lo particular, que desemboca en pseudo-ciencia; elevación de lo opinable a verdad absoluta, que desemboca en dogmatismo; simplificación de lo complejo, cuyo género literario es el catecismo; eternización de la temporal, que desemboca en teología perenne; reducción de lo múltiple a lo uno, que desemboca en verdad única; sacralización de lo profano, que desemboca en confesionalización.

Asimismo, todos los fundamentalismos desembocan en violencia o, al menos, la legitiman. El fundamentalismo religioso recurre a la violencia ejercida en nombre de Dios y provoca guerras de religiones. El fundamentalismo político del Imperio lleva a cabo intervenciones militares contra los pueblos y los Estados que se niegan a someterse a sus órdenes y de cuyas riquezas se apropian. El fundamentalismo económico ejerce la violencia estructural, que genera millones de muertes de seres humanos y destrucción de la naturaleza. El fundamentalismo cultural absolutiza la cultura hegemónica, hasta desembocar en culturicidio e injusticia cognitiva. El fundamentalismo patriarcal recurre a la violencia de género como instrumento estructural y sistemático y como manifestación extrema del odio a las mujeres. El fundamentalismo científico niega los conocimientos y saberes que no se atienen a la metodología de las ciencias llamadas “naturales”, ni al canon de la epistemología occidental, y desemboca en epistemicidio. El fundamentalismo democrático absolutiza un determinado modelo de democracia, el que se reviste de certezas como el mercado, la globalización neoliberal y la competencia. El fundamentalismo antropocéntrico coloca en el centro del cosmos al ser humano, que se considera dueño y señor de la naturaleza, a la que niega sus derechos y su dignidad, depreda en su propio beneficio y le provoca sufrimientos. La relación con ella es de sujeto -el ser humano- a objeto -la naturaleza-, contra la que se ejerce violencia.  

Lo más preocupante del fenómeno fundamentalista es que se encuentra instalado en la cúpula de las distintas instituciones: políticas, económicas, culturales, religiosas, empresariales, educativas, militares, internacionales, etc.

Hoy estamos asistiendo a una avance de las organizaciones y los partidos políticos neofascistas, aliados con los fundamentalismos, que defienden los postulados ultra-neoliberales, buscan destruir la democracia desde dentro, niegan el cambio climático, condenan la teoría de género, a la que llaman despectivamente “ideología de género”, atacan a los movimientos feministas calificando a sus militantes de feminazis, y al LGTBIQ, rechazan a las personas y a los colectivos inmigrantes, se oponen a la educación afectivo-sexual en las escuelas y fomentan los discursos de odio que desembocan con frecuencia en prácticas violentas. No pocos de estos partidos y organizaciones cuentan con una importante representación parlamentaria y gobiernan en varios países a nivel municipal, regional y nacional.

Su avance se ha dejado sentir de manera muy significativa en las recientes elecciones europeas, en las que los partidos de Marine Le Pen en Francia y de Giorgia Melloni en Italia han sido los más votados y el partido nazi Alternativa para Alemania ha sido la segunda fuerza por delante del SPD. En España Vox ha aumentado su representación en Europa y ha nacido un nuevo partido de extrema derecha, Se Acabó la fiesta, que ha conseguido tres eurodiputados, los mismos que Sumar.

Estos partidos neofascistas conforman un entramado perfectamente estructurado y coordinado a nivel global y muchos de ellos están en conexión orgánica con grupos cristianos fundamentalistas que cuentan con el apoyo de algunas de sus jerarquías, hasta conformar lo que Nazaret Castro llama “La Internacional neofascista” y yo califico de “Cristoneofascismo” y “La Internacional del odio”.

Resulta paradójico que estos días de celebración del 80º aniversario del desembarco de Normandía, que supuso el inicio de la liberación del fascismo, nos enfrentamos hoy al neofascismo, como acaba de recordar Timothy Garton Ash.

 

Juan José Tamayo

Religión Digital

Juan José Tamayo es emérito de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid, teólogo de la liberación y autor de La Internacional del odio. ¿Cómo se construye? ¿Cómo se deconstruye? (Icaria, 2023, 3ª ed,).

RAFAEL LUCIANI: "SER TOMADOS EN CUENTA YA ES UN AVANCE EN UNA IGLESIA QUE POR LO GENERAL NO ESCUCHABA, NI HACÍA SILENCIO"


col kowalski

 

La sinodalidad es una propuesta desafiante que cuestiona las maneras de tejer las relaciones, implementar las acciones y ejercer la autoridad al interior de la Iglesia. Una invitación a salir de nosotros mismos y superar el individualismo que nos extingue e impide la posibilidad de considerar el valor del otro. Es un camino que implica discernimiento, conciencia y determinación para aportar desde nuestra condición de sujetos eclesiales al anhelado paso de los ideales a la realidad.

El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño dispuesto a seguir aportando al camino sinodal, se dispone a vivir una semana de reflexión teológica que, en esta oportunidad, se ocupará de analizar la renovación de las Iglesias locales con perspectiva sinodal. Las actividades se efectuarán del 24 al 28 de junio. Concluirán con la conmemoración pública de los 250 años del ingreso de la Teología Pastoral al currículo teológico.

Rafael Luciani, miembro del equipo de asesores teológicos del Celam y perito del sínodo, habla del evento y lo que ha significado este tiempo para la Iglesia universal que se dispone a vivir la segunda sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo.

Investigación y buenas prácticas

¿Cuáles son los objetivos de este espacio de reflexión teológica que analizará la renovación de las Iglesias locales cómo un paso necesario para que la sinodalidad llegue hasta las bases?

Uno de los aportes que queremos hacer al proceso sinodal es cómo renovar la vida diocesana a través de las relaciones, para que sean más corresponsables y con estructuras que permitan una mayor participación.

Para eso, hemos usado como ejemplo, los consejos pastorales y lo hemos hecho a través de un estudio que se adelantó en América Latina, Italia y América del Norte. Esto tratando de ver buenas prácticas, es decir, los procedimientos que se hacen cuando una diócesis tiene un consejo pastoral; entendiendo que se trata de un órgano clave para implementar la sinodalidad en la Iglesia diocesana.

Pensando en estas experiencias… ¿Vivir la sinodalidad implica ejercer la autoridad de una manera distinta al interior de la iglesia?

Exactamente, porque una de las grandes riquezas de este proceso es haber enseñado cómo el ejercicio del ministerio ordenado tiene que darse al interno del pueblo de Dios; porque todos somos fieles, todos somos bautizados y esa horizontalidad de las relaciones, lleva a replantearnos un modelo de iglesia que no puede seguir siendo piramidal y debe pasar a ser circular y poliédrico.

Es decir, caracterizado por una comunión, pero en la diversidad, en donde todos podamos participar por igual en la misión de la Iglesia.

¿Quiénes estarán liderando las reflexiones?

Vienen algunos peritos del Sínodo. Entre ellos el P. Alphonse Borras, profesor emérito de derecho canónico de la universidad de Lovaina y teólogo belga. Gilles Routhier, vicedecano de la facultad de Teología y Ciencias Religiosas de la Universidad Laval en Québec. También estará la teóloga Birgit Weiler, además de los consultores del sínodo.

Entonces junto al P. Carlos Galli y Agenor Brighenti, vamos a ofrecer una serie de reflexiones que nos permitan analizar el tema de los consejos pastorales y la elección de los obispos.

Ampliar la mirada

En la agenda aparecen asuntos que superan las fronteras de América Latina, uno de ellos es el camino sinodal en Alemania. Cuáles son las expectativas sobre este tema que ha suscitado tantas y tan diversas posturas?

Si, creo que es importante que cada iglesia local sea reconocida en su propia historia. En Alemania, desde los años 70 se han celebrado sínodos que vienen desarrollando una teología del ministerio ordenado y de la Iglesia ministerial en general.

Eso los llevó durante años a una reflexión que permitió a laicos que estudiaron teología coordinar parroquias y comunidades cristianas.

Hoy en día, ellos han hecho su proceso como Iglesia. Nuevamente, están reflexionando estos temas que para muchos parecen nuevos, cuando vienen de un desarrollo teológico que ya había empezado luego del Concilio Vaticano II. Por eso, creo importante trabajar la reflexión de lo que se ha hecho en Alemania, lo que se está haciendo en la iglesia universal y también desde el aporte latinoamericano. Vamos a ofrecer las reflexiones de esos tres procesos sinodales.

Según la agenda se presentará el caso de Estados Unidos que tiene una experiencia pastoral con características propias, además de ser un territorio de acogida para millones de hispanos. 

En este caso, ¿Cuál será la propuesta?

Si, vienen dos personas especializadas en el tema. El P. Ernesto Palafox, especialista en pastoral y en el tema de parroquias. Él nos va a presentar el estudio que hizo en México. Luego está Hoffman Ospino quien lleva la pastoral hispana en Estados Unidos y quien nos va a presentar lo referente al desarrollo de los consejos pastorales en la unión americana. Esa realidad eclesial nos va a permitir tener una visión más amplia de la Iglesia.

América Latina, Europa y América del norte para encontrar buenas prácticas y avanzar en el tema de la renovación de la Iglesia local.

Las actividades concluirán con una jornada abierta al público… ¿Cómo está pensada?

La hemos pensado en clave de ministerialidad, porque cualquier Iglesia local está en el deber de pensar en cómo los ministerios sean cada más posibles, pero también diversos. Hace poco estuve en Paraguay y un obispo presentó el ministerio de la escucha algo que es hermoso, porque responde a su realidad y lo pudo hacer con las comunidades cristianas. El día que tenemos el congreso público busca que la Iglesia puede avanzar en la ministerialidad. Tendremos a la Dra. Serena Noceti quien ya es conocida en el Celam.

Ella va a trabajar el tema de la presencia de las mujeres en la Iglesia. Así, vamos a tener distintas reflexiones que creo ayudan a enmarcar el proceso sinodal en el contexto latinoamericano, para hacernos avanzar en un tema tan importante como es el de la ministerialidad.

La certeza del cambio

La Iglesia de América Latina y el Caribe se ha preocupado por hacer un aporte concreto al camino sinodal. Nos preparamos para la segunda sesión. Consciente del camino hecho… ¿Qué espera de esta segunda sesión del Sínodo?

Desde lo personal creo que se ha abierto un modo de proceder en la Iglesia que ha ayudado a empoderar a muchas personas con la palabra y ha sido un hermoso testimonio cuando he leído los informes en la etapa continental y las personas decían... “Es la primera vez que la Iglesia me consulta. Nunca, jamás, ni siquiera me habían tomado en cuenta”.

Creo que esa experiencia de ser tomados en cuenta y ser escuchados ya es un avance en una iglesia que por lo general no escuchaba y no hacía silencio, iba directo a la palabra. Por otra parte, las asambleas de octubre 2023 y 2024 tienen una especial significación, porque en ese periodo trabajarán lo teológico, pastoral y canónico.

En este momento se han creado cinco comisiones que colaborarán con la redacción del Instrumentum Laboris y luego se crearán diez grupos de estudio que trabajarán hasta junio de 2025 en temas que son y necesitan mucha más profundidad teológica, pastoral y canónica. Creo que la expectativa es grande, pero también hay que ver que el proceso en cada continente es distinto. No podemos universalizar, cuando el diseño del proceso es desde las iglesias locales y por eso en el caso de América Latina, un tema que ha salido mucho es el referente a la colegialidad que nos ha caracterizado desde 1955 con la creación del Celam.

Hoy se pide renovar la colegialidad al interior de la sinodalidad; pero eso que para nosotros es común, en otros continentes, todavía es una emergencia, una práctica nueva. Entonces, el reto está en cómo cada continente puede hacer una reflexión y una recepción particular del proceso sinodal y que no sea universal; porque al final terminamos homogenizando la Iglesia y tendría el mismo rostro en todas partes, cuando no es así.

Una vocación

Hace poco el Instituto Teológico Aquinas de la Orden Dominica le confirió un doctorado honoris causa. ¿Cuál es su mensaje para los teólogos en formación respecto al momento que vive la Iglesia?

Mi experiencia como laico es ir descubriendo que la teología es una vocación, un ministerio, un servicio, que no es una profesión que se limita a dar un curso, publicar un artículo o un libro.

Creo que lo primero es entender que se trata de un ministerio, un servicio y luego desde ahí se hace la reflexión. En mi caso, siempre me ha atraído la figura del “pueblo de Dios” que para el Concilio fue central y para nosotros en América Latina constituye la clave de nuestra iglesia.

Eso hoy en día, con el camino sinodal me ha llevado a profundizarlo y a realizar una reflexión teológica que aporta desde ahí en mi propia vida, desde las comunidades y las iglesias locales como se hace en el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) o desde las redes y la vida religiosa como sucede en la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR).

 

Paola Calderón

Religión Digital

EL PUEBLO ELEGIDO


 

La tendencia natural humana es creer que al ser elegido por alguien, ya sea pueblo o persona, ello presupone un halo de superioridad respecto al resto. A lo largo de la historia, diferentes grupos de todas las religiones mundiales, han tenido este sentimiento de superioridad mundana para diferenciarse de los demás, e incluso despreciar o perseguirles por ello. Le paso al pueblo judío, tal como lo cuenta el Antiguo Testamento, y ha seguido ocurriendo hasta hoy, entre nosotros. Ese puntito de superioridad que tan bien le viene a la soberbia: sentirnos elegidos por ser mejores, más queridos, superiores…

¿Qué significa ser elegido por Dios? En ambos Testamentos, ser elegido significa ser llamado por Dios para una misión en particular, para trabajar responsabilidades. No se trata de privilegios o estatus, sino de la obra que Dios nos pide. El hecho de que los judíos sean el pueblo escogido de Dios significa que se les ha pedido un alto estándar. Porque querernos, nos quiere a todos por igual, no podría ser de otra manera tratándose de Dios-Amor. Conviene recordarlo y sobre todo, vivirlo.

Algunos ejemplos de figuras bíblicas disipan las dudas: Abraham fue llamado a abandonar su tierra natal y establecer a su familia en el lugar que Dios le revelaríaA Moisés se le confirió la enorme tarea de liderar la liberación de su pueblo. Ester fue la elegida para salvar a su gente del genocidio. Juan el Bautista fue llamado a ser el mensajero de la venida del Mesías. María fue elegida para ser la madre del Salvador.Jesús eligió a sus discípulos para continuar la misión emprendida…

Ellos y ellas se enfrentaron a la incertidumbre, al peligro y al sufrimiento. No se les pidió que pensaran en sus bienes o en su reputación, sino que valoren su misión por encima de ellos mismos, como afirma el apóstol Pablo. Ayer fue el pueblo judío y sus referentes, hoy somos todos los que nos decimos cristianos los enviados a dar testimonio de la Buena Noticia (evangelizar), cada cual con sus dificultades y limitaciones, cargando con su cruz en el seguimiento. Elegidos para transmitir con el ejemplo la Buena Noticia a todos los demás.

En genérico, evangelizar con el ejemplo, ser portadores de la Buena Noticia desde el agradecimiento por haber recibido la fe: nos ha tocado la lotería a todos, pero unos cuantos conocemos la noticia, y estamos elegidos en libertad para vivirla de manera que los demás gocen y participen de ella.

El Deuteronomio niega expresamente que la elección divina haya sido motivada por la grandeza de Israel o su perfección moral. Entonces, ¿por qué fue elegido el pueblo judío? La respuesta es que no podemos saberlo, sencillamente porque Dios no lo ha explicado, como tampoco lo ha hecho en el caso de María, Juan el Bautista y todos los demás; tampoco nos ha explicado por qué yo nací en el Primer Mundo y muchos otros millones de personas, en el Tercer Mundo. No hemos venido a entender, sino a amar (Alexis Carrel).

Lo que sí sabemos es que nosotros hemos sido llamados después de los judíos. No me olvido que sigue habiendo quienes mencionan explícitamente que el concepto de elegibilidad del pueblo judío implica una “superioridad” judía; o católica en nuestro caso, por mucho que se endulce el asunto matizando que ello se refiere a la esencia espiritual y no a una supremacía supremacista. La elección divina no viene de nuestra superioridad y quizá no lo veamos demasiados seguidores de Jesús por andar faltos de humildad y sobrados de arrogancia.

En el Nuevo Testamento, el término "elegido" nunca se usa para describir a los judíos como una raza. Como dice el apóstol Pablo, a través del evangelio, los gentiles son herederos junto con Israel, miembros de un solo cuerpo, y comparten la promesa en Cristo Jesús. (Efesios 3). Los judíos de bien recuerdan que el pueblo judío no es una raza en ningún sentido de la palabra. La herencia judía es matriarcal y, obviamente, la identificación racial no puede depender solamente de la madre de una persona. Además, cualquier gentil que así lo desee, podrá convertirse en un miembro del pueblo judío con iguales derechos y responsabilidades.

Fuimos elegidos para “ser luz para las naciones” y todo nos ha sido regalado, incluida la fe. Nos han elegido para compartirla con aquellos que no la tienen, lo mismo que con los bienes recibidos. Menos suficiencia, mayor agradecimiento y mejor respuesta ante el honor divino de haber sido elegidos para completar su Plan.

 

Gabriel Mª Otalora

ECLESALIA

¿ANDAMOS POR LA VIDA ENTRE MIEDOS O NOS MOVEMOS IMPULSADOS POR LA FE?

 

col labrador

 

Marcos 5,21-43

Desde la situación en que estemos, nuestra fe nos pone en camino para ir a Jesús, un camino marcado por la confianza en Él, único Señor de la vida.

Escuchemos, como si fuera la primera vez que lo oímos, este relato cargado de imágenes y datos concretos, que facilita la visualización de lo que está narrando con frases claras y contundentes, que puede suscitar interés desde el inicio:

“Mi niña está en las últimas”, “Mucha gente que lo apretujaba” “Lo había gastado todo” “Se acercó asustada y temblorosa” “Se reían de él”  “La niña no está muerta está dormida” “Con solo tocarle el borde del manto”…

Nos introduce, sin mucho esfuerzo en la vida de dos personajes muy distintos: 

- Una mujer sin nombre, de la que solo sabemos que está enferma. No podemos pensar en alguien en peor situación en Israel entonces: mujer, con una enfermedad de mujeres que la hace impura, marginada de la vida familiar y social, arruinada y desahuciada de los médicos

- Jairo, un hombre, citado con su nombre y categoría social, afirmando su rectitud y valía, que no teme por su vida sino por la de su hija seriamente enferma.

Ambos, es lo que afirma el evangelio, son testigos de una fe grande en Jesús y desde esta fe y su propia realidad se ponen en movimiento: La mujer sola, en silencio, asustada  y temblorosa se arriesga a saltarse las normas y acercarse a Jesús por detrás, convencida de que con el gesto de tocarle solo el manto en secreto, Él puede salvarla y la salvará de la enfermedad devolviéndole la vida.

Jairo se acerca de frente, acompañado, se presenta a Jesús, se postra ante Él, expresa su dolor y pide confiado su intervención. Escucha como Él le responde y se ponen en camino juntos acompañados, arropados, por mucha gente.

Caminos de fe muy distintos, tan ricos en matices que nos permiten sentirnos identificados con alguno de ellos en muchos momentos de nuestra vida. Pero ambos, caminos de fe seria y comprometida. Por eso el final es el mismo: Jesús les devuelve la paz, la salud, la vida, porque solo Él es el Salvador, el Señor, el Dios de la vida para todos. Esta es la afirmación, el mensaje central del evangelio.

Y ante esta afirmación lo que se nos plantea es la hondura de nuestra fe. ¿Creemos en Jesús? ¿Qué es lo que significa realmente para mí, en mi vida diaria, creer en Jesús? ¿Hasta donde llega mi confianza en Él? ¿Cómo es mi acercamiento a Jesús, en qué momento o situaciones lo hago?

En definitiva, ¿confío en Él cuando me siento como la mujer anónima, sola, que ve su vida sin salida, sumida en la enfermedad, en el fracaso, en situaciones de aislamiento o de muerte? ¿Y sigo confiando en Él cuando me siento como Jairo, con nombre y responsabilidad en la iglesia, en la comunidad parroquial, en la familia, con necesidad de clamar por otros, mi hija, mis proyectos, mis sueños… que parecen muertos aunque Jesús opina que solo están dormidos?

Jesús contrapone como en otras muchas ocasiones dos cosas importantes el miedo y la fe: “No tengas miedo, tan solo ten fe”. No tengas miedo a los que te van a echar si te ven acercarte a Jesús, por impura, por poco ortodoxa, por distinto, por mujer… No tengas miedo a los que te juzgan, critican y marginan. No tengas miedo a los que te dicen que dejes en paz al maestro que el proyecto ya está muerto, que no hay nada que hacer, que hay que aceptar resignadamente las “cosas como son en estos tiempos”…

Tan solo ten fe ante tu hija que parece muerta, ante tu obra de toda la vida que parece fracasada, ante los esfuerzos y entregas no reconocidos…  Ten fe ante tu propia impotencia, vulnerabilidad y a veces desanimo…

Pero, ¿cómo sabemos que realmente tenemos fe? Si, como la mujer o como Jairo, estemos donde estemos, nos ponemos en camino para ir a Jesús. Un camino marcado por la confianza que no se sostiene en lo que pasa, o en cómo evolucionan las cosas, sino solo en la fe en Jesús. Como dice el profeta “Aunque la higuera no eche yemas y las vides no den fruto… aunque no haya vacas en el establo y se acaben las ovejas del redil... Con todo, yo me alegraré en el Señor y me gozaré en el Dios de mi salvación.” (Habacuc 3, 17)

Y al final, en estos como en todos los milagros, Jesús afirma “Tu fe te ha salvado” te ha curado, te ha dado la paz, te ha devuelto la vida. Esa fe que es un don de Dios, sin duda. Pero también una tarea nuestra cuidar y alimentar.

Pidamos al Señor este domingo que nos saque de nuestros miedos y aumente nuestra fe.

UN ESPACIO SIN DOMINACIÓN MASCULINA José Antonio Pagola


 Una mujer avergonzada y temerosa se acerca a Jesús secretamente, con la confianza de quedar curada de una enfermedad que la humilla desde hace tiempo. Arruinada por los médicos, sola y sin futuro, viene a Jesús con una fe grande. Solo busca una vida más digna y más sana.

En el trasfondo del relato se adivina un grave problema. La mujer sufre pérdidas de sangre: una enfermedad que la obliga a vivir en un estado de impureza ritual y discriminación. Las leyes religiosas le obligan a evitar el contacto con Jesús y, sin embargo, es precisamente ese contacto el que la podría curar.

La curación se produce cuando aquella mujer, educada en unas categorías religiosas que la condenan a la discriminación, logra liberarse de la ley para confiar en Jesús. En aquel profeta, enviado de Dios, hay una fuerza capaz de salvarla. Ella «notó que su cuerpo estaba curado»; Jesús «notó la fuerza salvadora que había salido de él».

Este episodio, aparentemente insignificante, es un exponente más de lo que se recoge de manera constante en las fuentes evangélicas: la actuación salvadora de Jesús, comprometido siempre en liberar a la mujer de la exclusión social, de la opresión del varón en la familia patriarcal y de la dominación religiosa dentro del pueblo de Dios.

Sería anacrónico presentar a Jesús como un feminista de nuestros días, comprometido en la lucha por la igualdad de derechos entre mujer y varón. Su mensaje es más radical: la superioridad del varón y la sumisión de la mujer no vienen de Dios. Por eso entre sus seguidores han de desaparecer. Jesús concibe su movimiento como un espacio sin dominación masculina.

La relación entre varones y mujeres sigue enferma, incluso dentro de la Iglesia. Las mujeres no pueden notar con transparencia «la fuerza salvadora» que sale de Jesús. Es uno de nuestros grandes pecados. El camino de la curación es claro: suprimir las leyes, costumbres, estructuras y prácticas que generan discriminación de la mujer, para hacer de la Iglesia un espacio sin dominación masculina.

¿EN QUIÉN DEBEMOS CONFIAR? ESTA ES LA CLAVE DOMINGO 13º Mc 5,21-42

 

 

fe adulta

Del final del c. 4 de Mc, pasamos al final del c. 5. En este capítulo, antes del relato que vamos a leer, Jesús cura a un endemoniado y permite que los espíritus inmundos se metan en una piara de cerdos que se precipita en el mar. Jesús vuelve a atravesar el lago en dirección a Galilea, y allí encuentra de nuevo a la multitud que le busca. El domingo pasado nos hablaba del “poder” de Jesús sobre la naturaleza. Continúa el evangelio con la manifestación de “poder” sobre los espíritus inmundos. Hoy damos dos pasos más: “Poder” sobre la enfermedad; Y “poder” sobre la muerte (la hija de Jairo). No cabe una síntesis más clara, ordenada y progresiva de la actividad salvadora de Jesús.

En el doble relato de hoy, descubrimos un mensaje muy profundo. Por una parte, la niña y su padre son imagen de los sometidos a la institución. Jairo es un cargo público, aunque no estrictamente religioso. La mujer enferma representa a los marginados y excluidos por una interpretación demasiado legalista de la Ley. Este simbolismo se hace más claro por el anonimato de las dos mujeres, y los doce años de enfermedad de la mujer y los doce años de vida de la niña. El número doce es símbolo de Israel.

Jairo (símbolo de la institución) no encuentra salida en la religión y busca la salvación en Jesús, que había sido ya rechazado por sus jefes. La decisión es tan difícil que espera hasta el último momento para ir en busca de Jesús. La mujer enferma también se había gastado toda su fortuna en buscar salvación. Tampoco le quedaba otra salida. La religión no sólo no le daba solución, sino que la excluía hasta límites inimaginables hoy. Uno viola formalmente la Ley acudiendo a un proscrito. La otra viola literalmente la Ley tocando a Jesús. En ambos casos, Jesús apela a la fe-confianza como motor de salvación.

Para descubrir la importancia del relato hay que tener en cuenta las leyes de pureza que afectaban a la mujer. El Levítico dice: "La mujer permanecerá impura cuando tenga su menstruación o hemorragias”. La mujer considerada impura y causante de impureza. Podemos imaginar la tara psicológica que dejaba en la mujer esta considera­ción de impura. La hemorroísa tenía prohibido tocar y ser tocada. Ella sabe que el acto que puede salvarle está prohibido por la Ley. Sin embargo, doce años de sufrimiento la empujan. Esta valentía no está exenta de temor, se acerca por detrás. Tocar a Jesús no solo manifiesta la confianza en él, sino en sí misma. Su valentía la devuelve la salud.

Con una aguda sensibilidad más que humana, percibe que le han tocado (todos le están apretujando). Cuando Jesús pregunta “¿Quién me ha tocado?”, está dando a entender que alguien ha llegado hasta él buscando una respuesta a su opresión. Aceptando ser tocado, más allá de la norma, entra en la dinámica que la mujer había iniciado. Se abre a la comunicación profunda y sanadora a través del cuerpo. Los dos están expresando lo mejor de sí mismos. El cuerpo “impuro” de la mujer es reconocido y aceptado como normal. Dejándose tocar Jesús se coloca por encima de los códigos sociales y religiosos. Una relación que abarca todos los aspectos del ser, el físico, el psíquico y el religioso. La mujer se salta la Ley, pero Jesús va más allá y reacciona como si la Ley no existiera.

El milagro se produce sin que intervenga la voluntad de Jesús. La fe-confianza de la mujer desencadena la curación. Este relato es una mina para tratar de descubrir qué es lo que sucedía de verdad cuando el evangelio habla de “milagros”. No significa una acción en contra de las leyes de la naturale­za. Todo lo contrario, es dejar libre la naturaleza para que pueda desarrollar su ‘ley’ sin las trabas que le pone la racionalidad. Porque esa armonía no es lo normal, llamamos milagro a los procesos que serían los más naturales. Un ser humano liberado de sus complejos, de sus miedos, de una religión opresora. Un ser humano que puede empezar a ser él mismo, a valorarse porque se siente apreciado.

Se reanuda el relato de la hija de Jairo con la llegada de los emisarios, que traen noticias de muerte. Jesús es portador de vida y le dice a Jairo: basta que tengas fe. La multitud se pone de parte de los emisarios de muerte y se pone a llorar; pero Jesús no hace ningún caso y sigue adelante. Cogió de la mano a la muchacha, pero a diferencia de la suegra de Pedro, no la levanta, sino que le dice: ¡levántate!, el mismo verbo Mc emplea para hablar de resurrección. En contra de lo que dice expresamente la Ley, toca a un muerto, y en vez de quedar él contaminado de muerte, da la vida al cadáver.

Una pista importante: a la niña se le llama con distintos nombres. Primero hijita, luego hija, luego niñas y por fin joven casadera. Todo un proceso de maduración psicológica que va mucho más allá de una simple resurrección. Los doce años eran el tiempo de pasar de niña a persona adulta. Psicológicamente es un momento crucial para el equilibrio psíquico. Seguramente la niña no tuvo el apoyo necesario para superar el trauma. Recuperó su vitalidad cuando encontró el marco adecuado para dar el difícil paso.

No nos engañemos, la importancia de estos relatos no está en el hecho de curar o de resucitar, sino en el simbolismo que encierran. Pensar que la obra de Jesús se puede encerrar en tres resurrecciones y en una docena de curaciones, es ridiculizar su figura. Objetivamente, los curados volverían a enfermar y entonces no estará allí Jesús para curarlos. Los resucitados volverán a morir sin remedio. Jesús no puso el objetivo de su misión en una solución de los problemas. La salvación que ofrece Jesús es para todos y en cualquier circunstancia. También para los enfermos, marginados, explotados. Si no tengo esto en cuenta, puedo pensar que la salvación de Jesús no es para mí.

En el AT queda claro que Dios no hizo la muerte. Jesús va más allá y nos dice que Dios no quiere nada negativo para el hombre. Las limitaciones son inherentes a nuestra condición de criaturas. La salvación está siempre en un plano superior y más pleno que toda limitación. Se puede dar en plenitud, a pesar de cualquier limitación, incluida la muerte. La salvación que propone Jesús libera siempre. No se trata de un premio para privilegiados sino de una oferta absoluta de Dios para todos. Esa fuerza, que Jesús era capaz de poner en marcha, está disponible para todos; lo único que tenemos que hacer es dejar que actúe. Nos puede salvar, de la misma manera que tiene poder para bloquear los procesos naturales y causar así un daño a su propio ser o/y a los demás.

En los dos casos, la multitud queda al margen de la salvación. Para Jesús, los entes de razón (multitud, pueblo, iglesia) no pueden ser objetos de salvación. Lo que le importa es la persona, porque es lo único real. Esto lo hemos olvidado y hemos cometido el disparate de sacrificar a la persona en aras de la institución. También hoy tendría que ser nuestra principal tarea el liberar a tantos seres humanos atrapadas en las interpretaciones aberrantes de Dios y de su Ley. La religión seguirá oprimiendo y esclavizando mientras seguimos dando más importancia a la institución que a la persona.