FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ESTAMOS EN LARREA,4 - 48901 BARAKALDO

BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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miércoles, 14 de noviembre de 2018

LA MISA DEL DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO – B


VIVIMOS CON EL VIENTO DE CARA 
Daniel 12,1-3; Hebreos 10,11-14.18 y Marcos 13,24-32 
18 de diciembre de 2018 

OBSERVACIONES PREVIAS • "Creamos máquinas que obran como hombres y producimos hombres que obran como máquinas" (E. Fromm). 

• "El estado no puede visitar a los enfermos. Las estructuras no pueden ir a pasear con un inválido. ¡Nosotros sí!" (Ph. Bosmans). 

• Hoy es el Día de los pobres, "la generosidad tiene nombre de pobre y Dios lo sabe" (de la Buena Noticia de Jesús de Nazaret). 

MISA CON NIÑOS DOMINGO XXXIII ORDINARIO (B)

IÑAKI LETE  SDB

“El día y la hora” 
18 de noviembre de 2018 


(Los textos de hoy nos van preparando para el “final del año litúrgico”, que, por tradición, se ha ido asemejando con “el final de los tiempos”. No son fáciles para la explicación y el comentario.  
Quizás hay que darles un poco la vuelta y fijarse en la imagen de un “reloj” que marca el día y la hora. Cada uno/a de nosotros tenemos que poner a punto el día y la hora de nuestro encuentro con Jesús. IR A LA PÁGINA

4 Promesas de Salesianos Cooperadores en Salesianos Pamplona

- Por: Marian Serrano


El próximo 25 de noviembre, domingo, a las 12,30 de la mañana, Patro, Mikel, Cintia y Guillermo realizarán su promesa como Salesianos Cooperadores después de unos años de sería preparación han tomado la decisión de entrar en esta asociación laica de fieles.


 
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Para dar este paso han elegido el lema “Contigo, siempre a medias”. Tal y como Don Bosco y Miguel Rua, su primer sucesor utilizaban y, no sin casualidad, el lema del pasado Campobosco nacional celebrado en Italia.

Guillermo Alday es profesor de Salesianos Pamplona y miembro del grupo de teatro. Cintia Sanz y Mikel Pérez son padres de Miguel Pérez, antiguo alumno del Centro y animador del club Anti-tele. Además Cintia forma parte del grupo de teatro. Patro Esquiroz, de ADMA y colaboradora habitual en las labores de su parroquia.

Eligen la imagen a los pies de Don Bosco de nuestra iglesia donde el próximo domingo 25 de noviembre harán su promesa. En este momento estarán acompañados por miembros de su centro local, por salesianos cooperadores de otros centros locales de la inspectoría. Presidirá la eucaristía, Juan Carlos Pérez Godoy, provincial de Salesianos Santiago el Mayor.

Los Salesianos Cooperadores
En España hay cerca de 2.000 Salesianos Cooperadores con promesa. Forma parte de la Familia Salesiana, grupo fundado por Don Bosco. El Salesiano Cooperador hace una opción vocacional de vida que plasma en una promesa.  Como Asociación Laica de Fieles se organiza en Centros Locales y su opción vital es el trabajo por y con los jóvenes, la familia, las personas más necesitadas. En España el organismo de coordinación general es la Secretaría Ejecutiva Regional ya que trabaja también con Portugal y cuyo consejero mundial es Raúl Fernández Abad, que participará también en las promesas de Pamplona.

La celebración
Durante la celebración, la coordinadora provincial, Raquel Sarabia preguntará al coordinador local, Alberto López, sobre la preparación de los futuros salesianos cooperadores. Y el presidente de la Eucaristía les hará unas preguntas a ellos. Posteriormente ofrecerán su promesa de vivir su vida como salesianos seglares dentro de la asociación.

La cita es el domingo 25 de noviembre en la Eucaristía de las 12,30 de la mañana como recuerda la canción del musical Don Bosco ¡Estáis todos invitados!

Para conocer más sobre la Asociación se puede consultar la página web regional y la web provincial.

La Inspectoría se pregunta por el perfil de los salesianos para los jóvenes hoy

- Por: Manu Serrano


El segundo Capítulo Inspectorial de Salesianos Santiago el Mayor responde a la llamada de la Congregación a preguntarse '¿Qué salesianos para los jóvenes de hoy?', tal como ha propuesto el Rector Mayor para el Capítulo General 28.


La Inspectoría Santiago el Mayor celebrará este fin de semana la primera parte de su segundo Capítulo Inspectorial (CI). En esta ocasión, la provincia salesiana se pone al servicio de la Congregación para dar respuesta a la pregunta que se planteará en el próximo Capítulo General 28: '¿Qué salesianos para los jóvenes de hoy?'.

"Más importante que el resultado final es el proceso de participación de seglares, jóvenes y comunidades salesianas", expresa Fernando García, regulador del Capítulo, en referencia al trabajo previo realizado durante estos últimos meses en las casas salesianas de la Inspectoría.

En total, alrededor de 150 aportaciones se estima que quedarán a disposición de las cuatro comisiones de trabajo que se formarán en el CI en torno a cuatro temas: Prioridad de la misión con los jóvenes; Perfil del salesiano hoy; Misión compartida entre salesianos y seglares; y Cuestiones jurídicas. Las cuatro comisiones de trabajo, que se formarán el sábado, basarán su labor en la metodología del discernimiento: escucha, interpretación y opciones.

El CI contará con 133 capitulares, entre miembros por derecho, delegados de las comunidades y delegados inspectoriales. Además, se unirán 18 invitados como peritos observadores, entre seglares, miembros de la Familia Salesiana y miembros del Movimiento Juvenil Salesiano.

Al inicio del Capítulo, el Inspector, Juan Carlos Pérez Godoy, presentará el informe de la situación de la Inspectoría desde el último Capítulo Inspectorial, que se celebró en diciembre de 2015 y en marzo de 2016. Precisamente, en marzo de 2018, entre los días 28 y 31, tendrá lugar la segunda sesión del nuevo Capítulo, en la que se aprobará un documento final para enviarlo a la Congregación. "Contaremos con un material muy rico no solo para el Capítulo General, sino también para la preparación de nuestra acción educativo-pastoral cotidiana", asegura Fernando García. También se comunicará quiénes serán los delegados de la Inspectoría en el Capítulo General 28, previsto para 2020.

Abrir horizontes - 33º Domingo Tiempo Ordinario, Ciclo B

SIENTO


col salome 2


Camino por la calle
y el ruido de la ciudad, me envuelve de repente
todo el día por delante
y siento que la vida ocurre en un instante
entre paso y paso
pienso en todo aquello que nos mueve y nos detiene
poco a poco ya amanece
y lo que siento es que la luz nunca ensordece
SIENTO EL SONIDO DE LA LUZ QUE PIDE PASO
SIENTO EL RUMOR DEL AMOR QUE VA CALANDO
SIENTO QUE NECESITO CADA VEZ MENOS PALABRAS
SIENTO QUE EL SILENCIO APAGA EL RUIDO QUE NOS ATA
EL RUIDO QUE NOS ATA
Voy mirando alrededor
y no hay miradas que se eleven desde el suelo
cada uno en su dirección
cuántas historias habrá detrás de cada gesto
y la luz nos distingue
a cada uno con la cruz de cada día
y el Amor ya nos pretende
esperando que escuchemos su alegría
SIENTO QUE NUESTRA SOLEDAD ESTÁ HABITADA
SIENTO QUE LO IMPORTANTE DE LA VIDA ESTÁ EN EL ALMA
SIENTO QUE VIVIREMOS SI ENLAZAMOS LAS MIRADAS
SIENTO QUE EL CORAZÓN YA SABE QUIÉN LE ABRAZA
SIENTO EL SONIDO DE LA LUZ QUE PIDE PASO
SIENTO EL RUMOR DEL AMOR QUE VA CALANDO
SIENTO QUE NECESITO CADA VEZ MENOS PALABRAS
SIENTO QUE EL SILENCIO APAGA EL RUIDO QUE NOS ATA
EL RUIDO QUE NOS ATA
SIENTO QUE EL CORAZÓN YA SABE QUIÉN LE ABRAZA

Salomé Arricibita


Para descargar la canción pinche el siguiente enlace: Siento.mp3 y dele al botón derecho del ratón y guardar como...

ORAR EN TIEMPOS DIFÍCILES


col otalora
  
Hablar -o escribir- del hecho de rezar no está de moda ni entre los propios católicos, al menos en del Primer Mundo. El problema es que la oración se ha convertido en algo secundario a lo que dedicamos poco tiempo al cabo del día y de manera superficial. Nos gustaría rezar más pero nos justificamos con el ritmo de vida que reduce el tiempo para parcelas tan importantes como la familia, los amigos y el mismo Dios.
Por otra parte, algunas oraciones que conocemos nos dicen poco. La propia Misa, cuando asistimos, tampoco nos comunica demasiado al vivirla como una manifestación rutinaria, triste y poco participativa, en la que no vamos con actitud de vivir una celebración. Nos da vergüenza hablar de nuestra oración como si esto fuera cosa de otro siglo. Dios mismo se ha vuelto un poco prescindible. Para colmo, entre los mayores valedores de la oración se significan sectores conservadores de la Iglesia con fórmulas y propuestas más formales que ejemplares.
A pesar de todo, sentimos la necesidad de Dios más allá de los momentos de zozobra por un clericalismo para nada dispuesto a perder su poder y la presión del materialismo que nos envuelve, provocando una indiferencia religiosa de la que es difícil escapar. Dios sigue llamando sin descanso y sentimos su anhelo, la necesidad íntima existencial de comunicarnos con Él y abrirnos a su presencia sanadora.
¿Por qué atravesamos por tiempos difíciles? No es la pregunta que debemos hacernos, ya que no tiene respuesta. En estos casos, no debemos centrarnos en el “porqué”, que no tiene explicación (No hemos venido a entender, sino a amar, Alexis Carrel dixit), sino en la actitud para superarlos sacando lo mejor de nosotros. Dios se sirve de todo, incluso de lo negativo y doloroso que acaece, para que lleguemos a ser lo mejor de uno mismo.
Dios nos acompaña convirtiendo la noche en crecimiento personal renovado que señala al hermano como el sujeto del amor de Dios y a Dios. En todo camino, la oración se hace alimento indispensable para avanzar por la vida con los ojos de la fe, la esperanza y el amor. La oración en los tiempos difíciles impide caer en la tentación del desánimo, la desesperación, el abandono, la cobardía o el peligroso autoengaño. Nunca estamos solos.
En este contexto, la mejor definición breve de oración es abrirse a la escucha de Dios. Todo proceso de relación con el Otro supone una tarea ardua porque está sujeta a múltiples condicionantes del exterior y del interior: sentimientos, anhelos, imprevistos, condicionantes... pero también actitudes que no trabajamos lo suficiente, empezando por la humildad, la escucha activa y la confianza, necesarias porque nos predisponen para discernir la voluntad de Dios y experimentar su amor inmenso y cercano, inmanente.
Una experiencia de fe que como tal está sustentada en el saber más que en el sentir. Si solo nos refugiamos en el sentir a Dios perdemos muchos puntos referenciales de su presencia activa. Saber no implica sentir, aunque nos encantaría. Los místicos tienen honda experiencia de esto, como lo canta san Juan de la Cruz: "¡Qué bien sé yo la fuente que mana y corre, aunque es de noche!". Su voz es anhelo aunque el origen y finalidad están más allá de toda palabra. Abrirse a la dimensión exterior nos entronca con nuestro interior más genuino haciéndonos crecer como personas.
Decía anteriormente que orar es abrirse a la escucha de Dios. En realidad no es un acto concreto sino un proceso que dura toda la vida, con sus vaivenes y recaídas. Es un camino de transformación en la medida que escuchamos y actuamos en función de lo escuchado. Dios es quien toma la iniciativa pero requiere de una predisposición concreta de nuestra parte que deje espacio para su Presencia.
Eso sí, caben muy diferentes intensidades y niveles en la relación oracional, como ocurre entre las personas, en la medida que vamos dejando espacio a Dios en nuestra vida: humildad, confianza, aceptación (no resignación), apertura... Orar es dejarse amar por Dios. Lo que significa, al menos para mí, que el verdadero poder de la oración es que nos enseña a amar mejor si rezamos bien. No es suficiente la oración comunitaria a pesar de la importancia clave litúrgica pues puede ocurrir que sus registros no se ajusten las a nuestra situación personal, anímica o moral.
El amor verdadero es siempre un movimiento hacia Dios. Nada que ver con rezar como si Dios nos debiera algo. La oración, en fin, si está llena de amor, es lo contrario del temor ¿En qué hemos convertido la Eucaristía, que no puede ser otra cosa que una alabanza entusiasta y hermanada basada en la admiración agradecida a aquél que ha realizado maravillas increíbles? Falta dejarnos sorprender por un Dios que nos sigue amando incondicionalmente hasta en nuestras peores flaquezas.
¿Te resulta difícil rezar? Conozco a muy poca gente que le resulte fácil: las distracciones, el ambiente arreligioso, las preocupaciones, la falta de tiempo, nuestra propia manera de ser, el desaliento por no sentirnos escuchados, la sequedad interior o todas a la vez. Y encima tenemos que lidiar con la duda, la pereza y las tentaciones. Pero lo cierto es que Dios confía en nosotros más que nosotros mismos.
Como en cualquier otra relación, la oración fluida no aparece como por arte de magia. Las relaciones de amistad necesitan tiempo para desarrollarse y esfuerzo para mantenerse a medida que dejamos sitio para su gracia y aceptamos sus tiempos con humildad a la escucha. ¿Qué pensaríamos de una conversación entre dos personas, en la que una de ellas sólo pidiera y pidiera sin actitud de escuchar, no dejando al otro expresarse?
La perseverancia es fundamental en la oración. Orad para ser fuertes y no caer en la tentación, les dijo Jesús a sus amigos en la terrible noche de Getsemaní. La frecuencia señalada insistentemente en el evangelio, no lo es tanto en forma de obligación como por su necesidad: necesitamos de la oración como un alimento básico, que busca lo que Dios quiera, no lo que yo quiero. Teresa de Calcuta tiene una reflexión que me parece inmejorable: "El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio". Los efectos ocurrirán de una manera imprevisible, única, gratuita y salvadora, de un Dios Padre que cumple sus promesas aunque no coincidan con nuestros deseos.
El cardenal Manning llegó a decir que todas las experiencias humanas, en el fondo, no son otra cosa que vivencias teológicas. Pero esa experiencia de Dios Amor nos invita al compromiso de ser gracia para otros. Lo que recibimos gratis, debemos compartirlo igualmente gratis; cuánto más el don gratuito de la fe y la experiencia de un Dios Padre-Madre. La oración con Dios debe ser un Tú-yo que debe confluir en un Tú-nosotros: Venga a nosotros tu Reino, danos el pan nuestro de cada día... Si reconoces a Dios en tu corazón, entonces, lo reconoces también en tus semejantes y todo lo que te rodea. El resultado es que la experiencia del amor verdadero genera más amor.
Los frutos de la oración no suelen verse a corto plazo, como ocurre con casi todo lo que merece la pena en esta vida: la gestación de la vida, los ríos y las montañas, los cultivos, los árboles, la madurez humana... todo lo importante requiere de tiempo, igual que ocurre con los mejores frutos de la oración sincera, paciente, sentida, frecuente. O lo que es lo mismo, el fruto principal de la oración es ser mejor persona de manera sostenida, a pesar de las dificultades de la vida, con todo lo que esto supone en el día a día. Y su evidencia es la alegría. Estad alegres, nos reitera san Pablo; las personas realmente alegres manifiestan la presencia de Dios, son un signo de madurez y armonía interior. Me refiero aquí a esa alegría íntima y completa, emparentada con el verdadero sentido del humor.
La oración, en fin, no está hecha para cambiar a Dios sino para cambiarnos a nosotros. Recomiendo la lectura del pasaje lucano (Lc 10, 38-42) donde se narra la aparente inacción de María y la actividad frenética de Marta. La dicotomía entre la contemplación y la acción no existe. La primera ilumina a la segunda, por eso podemos ser contemplativos -místicos- “entre los pucheros” (Santa Teresa), en la acción.
Jesús actuó sin pausa pero reservaba tiempos largos de oración a solas con el Padre. Somos las manos de Dios y la oración, en definitiva, es la que nos llevará a dar frutos en la acción. O lo que es lo mismo, sin el Espíritu no podemos nada.

SALVO NOÉ: «LA VIDA NO ES LAMENTO, ES EXPRESIÓN DE TU POTENCIALIDAD»


col jicortes

El autor italiano Salvo Noé ha escrito uno de los éxitos editoriales de la temporada, publicado en España por San Pablo. Tanto es así que su ‘Prohibido quejarse’ lleva un prólogo escrito por el mismísimo Papa Francisco. Este mes ha estado en Madrid y nos acercamos a conocer su pensamiento.
PREGUNTA: Noé nos salvó del diluvio. ¿De qué aspira a salvarse o salvarnos Salvo Noé?
RESPUESTA: Quisiera dar unos consejos para salvar la especie. Activar mecanismos para vivir mejor nuestra vida. En mi nombre y apellidos quizá había un destino ya marcado (risas). Yo soy Salvo Noé y me ocupo básicamente de almas. De almas perdidas y de almas en transformación porque soy psicólogo y la psicología viene de psiqué que en griego es el alma. La parte espiritual de la persona. Ayudo a hacer pensar de manera productiva y asesoro a entidades civiles, a familias y a personas en general. De esa manera la experiencia de vida de los demás y la mía se intensifica.
P: Salvo Noé escribió el libro, prologado por Francisco. ‘Prohibido quejarse’ es según usted la ley número uno para la protección de la salud y el bienestar. Es una reclamación un poco radical, ¿no?
R: Es fundamental porque es el único modo de preservar la vida, nuestra vida. Es invertir en nuestras posibilidades, en nuestras cualidades mejores. Es bienestar. Es estar bien. Mi libro nace de una exigencia, la de transmitir un mensaje claro. El mensaje es pasar de la queja a una solución. De la queja a una posibilidad. De esta manera podemos lograr amarnos más y disfrutar de la belleza que nos vive dentro. La línea del libro la he pensado como terapeuta. No sólo está dirigido a ámbitos laborales sino también a la familia, a la escuela y a todas esas instituciones que son importantes en nuestra vida.
P: No sé si calificas su libro como un libro de autoayuda pero, por lo que acaba de decir, tiene una dimensión personal y una dimensión colectiva.
R: Nosotros venimos de un sistema que se llama familia. Nacemos ya en un sistema que es la familia. Solos no podemos hacer nada porque solos no nacemos entonces la dimensión social, la dimensión del grupo es fundamental en nuestro crecimiento. La persona, la pareja, la familia, la sociedad, el ambiente de trabajo, todo lo que puede abarcar nuestra vida. Por esto he querido abrir al máximo la temática.
P: Usted sostiene que la queja es inútil pero, entonces, ¿por qué está tan arraigada en las personas?
R: Porque no nos han educado para desarrollar nuestras competencias, para desarrollar la sonrisa y la alegría, las potencialidades y el talento. Hemos recibido una educación prioritariamente negativa y triste.
P: Si no podemos quejarnos, ¿qué nos queda?
R: La vida. La vida no es lamento, es expresión de tus mejores cualidades, de tu potencialidad. La queja bloquea tu potencialidad y no puedes sacar lo mejor de ti. La actitud es rebajada durante la queja, el tórax se encierra y el corazón se encoge. Eso es muerte, no es vida. La vida es apertura. La vida es encuentro, es posibilidad, es ganas de estar. He querido incluir en el libro el amor a la vida. Hay que amarla y evitar estropeársela para que no se vuelva pesada y difícil. Aunque la dificultad permite desarrollar el músculo, el músculo emocional, lo entrena.
P: Entonces, de la vida como valle de lágrimas, ¿nos olvidamos?
R: Las lágrimas también son importantes. Hay momentos en los cuales también son necesarias y vienen bien, como el momento del luto, el momento de la tristeza. Hay momentos para reír y para llorar, para enfadarse… pero hablamos de momentos, no de una situación que dure siempre. Los momentos difíciles se enfrentan y luego la cosa cambia. Hay momentos para morir y momentos para resucitar.
P: Freud, y disculpe si le cito mal, decía que “la salud mental es ser capaz de amar y de trabajar”. ¿De qué andamos peor en esta sociedad?
R: Tenemos dificultad en ambas cuestiones. En el trabajo porque muchas veces la meritocracia no se aplica. Y vamos mal en el amor porque el amor es libertad y en cambio muchas veces interpretamos el amor como posesión.
P: Ha vendido usted miles de libros en Italia y en España y en casi veinte países. El prólogo del Papa Francisco seguro que tiene algo que ver. No sé si le está pasando alguna comisión…
R: Sí, comisiones del corazón. Gracias al libro nos hemos convertido en amigos y estamos buscando entender cómo ayudar más al prójimo. Le entregué mi libro al Papa porque pienso como él. Cuando escuchaba las homilías sobre las quejas pensaba “pensamos igual”. Yo quería encontrarle, encontrar al santo padre porque vamos en la misma línea, tenemos las mismas ideas. He notado una sinergia, una empatía, muy fuerte. Por eso pensé que podíamos hacer algo. Recomiendo escuchar las palabras del Papa y aplicarlas. No importa que seáis religiosos o no. Dejad de lado el aspecto de la figura religiosa. Sus palabras son útiles para la vida.
P: Otro de sus libros es 36 estrategias del bienestar. ¿Cuál es la principal? ¿Tal vez precisamente dejar atrás la queja?
R: Abandonar la queja claro que subsiste. Son todos métodos para desarrollar la belleza interior, el amor, la autoestima, la motivación. El título retoma un libro muy antiguo, por eso son 36 estrategias.
P: Salvo, ha sido un verdadero placer pero, bueno, para que no se me queje usted, ya le voy dejando.
R: Para evitar que yo pueda ser feliz, quédate.

Publicado por Juan Ignacio Cortés
Alandar

OTRAS RUINAS AGUARDAN


col koldo

Era la misma y ancha era de altura. ¿Qué tendrá esa era privilegiada de la que despegan tan fáciles nuestros sueños? Sonó la música y al igual que hace treinta años, volvimos a brincar en ese espectacular prado de fondo aéreo. Era el mismo espíritu de alegría y comunión. Fue grato volver a ese círculo de nuestros años mozos. Habían pasado varias décadas, pero no habían caducado nuestras ganas de construir un nuevo mundo, de llenar ruinas y campos de nuevo color, ilusión y vida.
He vuelto a Lakabe después de muchos otoños. Ha sido con motivo de las excelentes jornadas sobre despoblación rural, "Del abandono a la vida", que ha organizado la Red Ibérica de Ecoaldeas junto con el Gobierno de Navarra. Guardo muy buenos recuerdos de todo el tiempo allí pasado. Quizás los mejores tiempos de juventud. Fue un tiempo de construir y no solo de tumbar; de azada, paleta y llana; de crear y alumbrar, no sólo de echar abajo... Mi hermano fue de los pioneros y tuve la suerte de acompañarles por temporadas.
Ya ha desaparecido aquel perenne barro entre las recias casas de piedra. Un olor a pan recién cocido inundaba en la visita sus calles ya empedradas y vestidas de otoño. Nuevas construcciones de vanguardia, nuevas familias pioneras. Mucha huerta goza ya del abrigo de los plásticos. Todos los tejados están arreglados. Grandes planchas de cristal guiñan y solicitan al sol su energía y calor. Las aspas de los molinos más robustas roban también más fuerza al viento huraño y hermano. Los niños de entonces sostienen en sus brazos otros niños. En realidad sostienen ya el peso de todo un legado. Esos niños sostendrán otros niños... 
Un futuro más sencillo, austero y perdurable ya nos ha alcanzado. Los niños de ayer son los padres de hoy. Mantienen el fuego y han tomado en muchos aspectos las riendas de la comunidad. Había relevo, hay, habrá relevo. Estamos hablando de la fuerza insobornable de la utopía, del eterno anhelo del humano de levantar un mundo mejor, de más compartir y colaborar. “No era un rollito de verano...”, tal como se mencionó en el arranque en Pamplona de las mencionadas jornadas. No era una locura de momento, la chaladura de unos objetores de conciencia que se habían cansado de estómagos vacíos y huelgas de hambre, de sentarse al atardecer delante de los Gobiernos militares. No se marcharon con los primeros fríos, tal como pensaban los responsables de Montes de la Diputación. No era una chifladura de cuatro inquietos “hippies” de los exaltados ochenta. Era, es una conspiración planetaria, un amor profundo por la tierra, una aspiración sincera de empezar a transformar el mundo de forma silenciosa. 
Otras ruinas aguardan, otras ruinas llamadas a inundarse de otras flautas y “txistus”, de otro olor a pan cocido, llamadas a cubrirse de nueva arcilla y calentarse con vieja leña. Otros jóvenes aguardan un futuro desafiante, creativo, sostenible, que no pase por fichar ocho horas en un trabajo mecanizado. La tierra comienza a inundarse de cada vez más “Lakabes", de cada vez más anhelo comunitario y de vuelta a la Madre Tierra. Iremos a por nuevas ruinas, las que ahora son, las que vendrán, cuando una civilización caduca basada en el individualismo, el consumismo y materialismo se vaya desmoronando, pues sencillamente no es sostenible. Iremos a por nuevas ruinas, colgaremos paneles solares, las rodearemos de huertas y haremos sonar música en sus nuevas plazas recién empedradas.  
Lakabe ha elegido su propia forma de hacer ecoaldea. En realidad hay tantas formas de hacer comunidad como comunidades mismas y ya van más de 10.000 en los cinco continentes, considerando sólo las que están coordinadas en el marco del GEN (Global Ecovilage Network). En esa variedad de hacer comunidad está la riqueza de este movimiento imparable y variopinto de alcance mundial. Cada comunidad su forma de labrar, brincar y agradecer; su caserío particular, sus flores de verano y su hojarasca de otoño...; cada una enfoca desde un ángulo sus molinos al viento, sus paneles al sol. En una comunidad suena el “txistu” saltarín, en otra el dulce violín, en otra el sencillo y poderoso “gong”… Lo importante es ponernos en marcha tras otro sonido, tras las pistas de una más consciente y responsable civilización.
No consumiremos pan blanco, ni aparcaremos nuestra bicicleta a la vera de una gran fábrica. Sólo nos resta pensar cómo construiremos el nuevo mundo. Es cierto que nos equivocamos en muchas cosas, pero no erramos cuando sentíamos que teníamos que tirar para el monte, cogernos de la mano e intentar hacer realidad, siquiera en pequeño círculo, el sueño de otra música y otro baile, de otra “era” de  más verdadera y fraterna comunión.

HACER VISIBLE LO QUE LAS DEMOCRACIAS Y LOS MEDIOS QUIEREN MANTENER INVISIBLE


col faus

"¿Qué pasaría si el mismo volumen que ha ocupado la pederastia clerical lo ocupara el tráfico de niñas para ser prostituidas?"
Se encargaron de que no supiéramos nada de lo que estaba pasando en Honduras, tras un golpe de estado pseudojurídico abonado por los poderosos de la tierra. Hasta que la increíble caravana de los desesperados ha hecho visible la tragedia.
Padre Melo: "La situación en Honduras es una auténtica olla a presión que continúa".
4 de cada 10 inmigrantes que van a México desaparecen: ¿Cuántos de la caravana llegarán a EE.UU.?
Donald Trump: "Si los de la caravana de migrantes lanzan piedras, se les disparará"
De san Romero de América se dijo varias veces que era “la voz de los sin voz”. Esa frase ha sido matizada otras veces arguyendo que lo ideal no era simplemente hablar por los que no pueden hacerlo, sino devolverles la voz a los que la han perdido.
Dejando ahora los matices y atendiendo a lo positivo, la tarea de ser voz de los sin-voz debe completarse hoy con la de hacer visible (y bien visible) aquello que nuestras democracias y muchos medios de comunicación se encargan de mantener invisible o apartado.
Hace ya muchos años abogué por “poner sobre la mesa de la familia humana todo el dolor del mundo” (Acceso a Jesús 1ª, p. 150). Entonces los hoteles de cinco estrellas, los cruceros del Corte Inglés y hasta los viajes a la luna, perderían importancia, calor y sabor, pero, a lo mejor, ganábamos un poco más de solidaridad y un poco más de fraternidad.
¿Qué pasaría si cada radio o cada televisión comenzaran sus informativos con noticias como estas: “ayer ocurrió una desgracia espantosa: murieron 30.000 personas de hambre, muchos de ellos niños”? ¿Qué pasaría si el mismo volumen que ha ocupado la pederastia clerical lo ocupara el tráfico de niñas para ser prostituidas?
“Ojos que no ven, corazón que no siente”, acuñó la sabiduría popular. Y los medios se han encargado de que no viéramos el dolor de Grecia, víctima de la aplicación abstracta de otro refrán (el que la hace la paga): tan abstracta que, envueltos en el nombre genérico de Grecia, la han pagado los que menos habían hecho.
Como se encargaron de que no supiéramos nada de lo que estaba pasando en Honduras, tras un golpe de estado pseudojurídico abonado por los poderosos de la tierra. Hasta que la increíble caravana de los desesperados ha dado a la tragedia cierto color de suspense y de folklore y ha hecho así que nos enteremos algo de ella.
El resultado de esa manera de invisibilizar las cosas es el dictamen de la mayoría de los sociólogos actuales: el mayor pecado de nuestra hora histórica es la indiferencia. Ni siquiera la maldad (de la que todos tenemos nuestra dosis), sino simplemente la indiferencia.
El antiguo “pan y circo”, modernizado hoy en “fútbol y apuestas”, nos hace invisible aquello que más necesitaríamos ver. En tiempo de Hitler había unos campos de concentración que no eran visibles para la mayoría de la sociedad alemana. Hoy, en frase del filósofo Agamben: “el campo (de concentración) es el mundo”. Y nosotros tan tranquilos.
Y al lado de las víctimas de la historia pongamos el ejército de desvalidos. Tocarán las trompetas de Jericó por el avance de nuestra ciencia que está alargando la vida humana. Pero los espacios de programas tan obscenos y repugnantes como “Corazón” nunca los ocuparán esos rostros de tanta gente de cierta edad que viven solos, sin nada que hacer en sus vidas, carentes de metas, de horizonte y de futuro y que, por eso, son vidas sin sentido. ¡Qué gran “Corazón” sería el que tratara de darles una buena experiencia, sea de tipo afectivo (como ha pasado a veces implemente en el contacto y amistad con un cuidador o cuidadora), o de tipo espiritual o cultural que, al menos, pusiera en su cotidianidad una pequeña meta que devolviera sentido a sus vidas!
Hacer visible lo invisible es una de las grandes necesidades y de los grandes deberes de hoy. Ya hace años, una religiosa norteamericana me dijo: en EEUU uno de los mayores objetivos de la izquierda ha de ser “dar informaciones alternativas”.
Hoy veo mejor que entonces cuánta razón tenía. Y digo todo eso porque hay caminos para ello. Entremos simplemente en la Plataforma “visibles.org”, creada para dar voz y visibilidad a causas justas invisibles, y para dar cauce a reivindicaciones ciudadanas. Entremos para ver las perspectivas que se abren y para abrir otras nuevas.
No hacerlo podría equivaler a entonar otra vez la inquietante estrofa de Bob Dylan: “How many times must a man turn his head, and pretend that he just doesn’t see?” (¿Cuántas veces debe un hombre girar la cabeza y pretender que simplemente no ve?)
“La respuesta, amigo mío, va volando por el viento”.

El peligro de las iglesias evangélicas en la política latinoamericana

Redes Cristianas

Miguel Torres
 
Los grupos evangélicos son un nuevo actor en la vida política latinoamericana y se han propagado sagazmente en cada país logrando una inédita influencia, ganando terreno al monopolio que había ostentado el catolicismo desde hace siglos. Su poder crece día a día como contracara al avance de los movimientos feministas, de las minorías sexuales e identidad de género, con un discurso conservador, autoritario y totalizador.

La crisis de representatividad de los partidos ha ayudado al incremento de las instituciones religiosas neopentecostales y a que estas puedan entrar fácilmente en el tejido social y actuar desde ahí como “salvadores” de la fe, la vida y la política.
En una investigación del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), titulada “Iglesias evangélicas y el poder conservador en Latinoamérica”, se establece que el evangelismo explota políticamente su gran despliegue mediático, gracias a sus propias emisoras, canales de televisión y redes sociales, que deja en desventaja a los demás candidatos del sistema político, ayudadas de una “gran capacidad económica ligada al aporte-convicción de sus feligreses” y son fervientes “defensores del neoliberalismo y la sociedad de consumo”.

Por ello que la participación de las iglesias evangélicas en la política latinoamericana crece y alimenta las facciones políticas de la ultraderecha para impulsar su agenda conservadora, a través de candidatos propios o entregando el apoyo a quienes promuevan sus principios, definiendo algunas veces el resultado de elecciones y presionando en la toma de decisiones.
En América Latina han crecido de manera peligrosa y este peligro no es abstracto. En Colombia los evangélicos contribuyeron a la victoria del No a los acuerdos de paz en el plebiscito sobre la paz en el 2016. La mención a los derechos LGBT en las negociaciones de paz puso en alerta y movilización a las iglesias y los pastores. En Costa Rica tras un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor del matrimonio igualitario, Fabricio Alvarado, periodista y cantante de música cristiana pasó en primer lugar a la segunda vuelta como candidato del partido evangélico Restauración Nacional. Y si bien fue derrotado, pudo aglutinar el 40% de los votos, principalmente de sectores conservadores, contra la ‘ideología de género’.
Clifford Geertz, antropólogo estadounidense, postula que la religión “es un sistema de símbolos que genera ánimos y motivaciones poderosas, persuasivas y persistentes en los seres humanos”. Así, su potencial para formular concepciones no científicas que superan el contexto puramente religioso, dándole sentido a las realidades sociales, neutralizan la lógica de cómo se debería tomar decisiones políticas: la razón científica, el sentido común y la consideración incluyente.
De esto se aprovechan los evangélicos y sus líderes, que tienen a su libre disposición una gran cantidad de creyentes-electores, con quienes fundan un vínculo muy rígido basado en un sistema de símbolos, principios y valores, creando una relación de poder asimétrica y autoritaria.

El éxito que el mundo evangélico está teniendo en la vida política se debe a que es un grupo muy heterogéneo en términos de tipos de iglesias, adscripciones teológicas y posicionamientos políticos, estableciendo una relación directa entre la comunión con Dios y el bienestar material, teniendo como terreno fértil la mayor individualización e identificación por la vía del consumo de los sectores populares, ayudado por el neoliberalismo que, por su parte, propaga los mismos principios.
En América Latina han crecido de manera peligrosa y este peligro no es abstracto. En Colombia los evangélicos contribuyeron a la victoria del No a los acuerdos de paz en el plebiscito sobre la paz en el 2016. La mención a los derechos LGBT en las negociaciones de paz puso en alerta y movilización a las iglesias y los pastores. En Costa Rica tras un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor del matrimonio igualitario, Fabricio Alvarado, periodista y cantante de música cristiana pasó en primer lugar a la segunda vuelta como candidato del partido evangélico Restauración Nacional. Y si bien fue derrotado, pudo aglutinar el 40% de los votos, principalmente de sectores conservadores, contra la ‘ideología de género’.
En República Dominicana, Perú y México los evangélicos han organizado marchas en contra del movimiento LGBT. En Guatemala, la religión evangélica prácticamente ha alcanzado al catolicismo, cuyo gobierno es presidido por Jimmy Morales, un humorista y teólogo evangélico, que en sus discursos exhibe aires de predicador.
En Brasil el poder evangélico reside en el Congreso y ha tomado la forma de un frente evangélico que reúne a los parlamentarios que profesan esa religión, quienes todos los miércoles por la mañana se reúnen en una sala plenaria para rezar juntos, entonando cantos y plegarias. Son los mismos que influyeron decisivamente en la caída de Dilma Rousseff mediante un golpe parlamentario y han posicionado a Jair Bolsonaro como un candidato presidencial fuerte, utilizando sus medios para crear una campaña de terror y mentiras contra Fernando Haddad.
En Chile están creciendo de a poco y la débil “bancada evangélica” no ha logrado influir en la toma de decisiones y en las políticas públicas. Sin embargo, hay que mirarlos con recelo y desconfianza, porque al igual que en otros países intentarán penetrar las esferas políticas con el fin de imponer su agenda ultraconservadora, utilizando a sus pastores con un discurso de populismo religioso, más radical y de mayor alcance.


En política es necesaria la diferencia ideológica, sin embargo, cualquier religión con aspiraciones y ambiciones políticas se opone a los ideales y fundamentos de la democracia. Y en este sentido, los evangélicos suponen un riesgo para el desarrollo de una sociedad moderna y pluralista, porque forman parte de una avanzada contra los nuevos tiempos y procesos que se viven en la región, en que se debate sobre el feminismo, el matrimonio igualitario, el aborto, la identidad de género y derechos de minorías LGTBI, coartando libertades e imponiendo su visión conservadora.