FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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miércoles, 6 de diciembre de 2023

¿Seríamos capaces de aprobarla hoy?

 José María Medina Rey

 Alandar

La Declaración Universal de Derechos Humanos sigue siendo, a sus 75 años, la referencia fundamental, el estándar mínimo de protección al que se han comprometido todos los Estados miembro de la ONU.
Poco antes de la media noche del 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de la recién creada ONU, reunida en el Palacio Chaillot, en París, aprobó con 48 votos a favor, ninguno en contra y ocho abstenciones, la Declaración Universal de Derechos Humanos.  Ver noticia

Y Gaza unió al mundo -- Ramzy Baroud

 Rebelión

Fuentes: Counterpunch
Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo
Durante décadas la lucha por la liberación de Palestina se entendía justamente como parte integrante de la lucha global por la liberación, principalmente del Sur Global.
Y como los movimientos de liberación nacional eran, por definición, la lucha de los pueblos autóctonos por afirmar sus derechos colectivos de libertad, igualdad y justicia, la lucha palestina formaba parte de este movimiento global indígena. Ver noticia 

Algunas preguntas para los obispos españoles

 Jesús Martínez Gordo, teólogo

Atrio

Traemos a la columna de ATRIO este artículo que hoy publica nuestro amigo y colaborador Jesús Martínez Gordo en la páginas de El Diario Vasco. A esta extraña convocatoria al Vaticano de todos los obispos españoles me refería en el arranque de mi artículo del viernes pasado.  Ver noticia 

Israel reabre el matadero en Gaza

  Chris Hedges

Rebelión

Fuentes: Observatorio de la crisis
Ya 1,8 millones de palestinos en Gaza han sido expulsados ​​de sus hogares. Una vez que los palestinos crucen la frontera hacia Egipto los palestinos nunca regresarán… Esta no es una guerra contra Hamás. Es una guerra contra los palestinos.
Los cielos sobre Gaza están llenos –después de una tregua de siete días– de proyectiles de muerte. Aviones de guerra. Helicópteros de ataque. Drones. Proyectiles de artillería. Proyectiles de tanques. Morteros. Bombas. Misiles. Ver noticia

LABOA: "FRANCISCO PASARÁ A LA HISTORIA COMO EL PAPA REVOLUCIONARIO"


col zapatero

 

"Para mí, los dos papas del siglo XX son san Juan XXIII y Pablo VI, pero Francisco pasará a la historia como el Papa revolucionario. Será el que dé un paso inmenso, definitivo, para hablar del género humano". Juan María Laboa, uno de los grandes maestros de la Historia de la Iglesia, 'apadrinó' este jueves la presentación de la 'Historia de los Papas' (Fragmenta) de un joven profesor, llamado a ser referencia en este ámbito, Diego Sola.

El libro, lejos de ser una historia del Papado común, supone un viaje a través de la civilización occidental, donde la figura del Obispo de Roma es fundamental como cabeza de la única institución que ha sobrevivido, y generado cultura, a lo largo de los tiempos y las civilizaciones, y que a lo largo de 21 siglos, ha pasado de ser un pescador a detentar el poder omnímodo, tanto en el orden temporal como en el espiritual. De ahí, a las sucesivas crisis (un término fundamental para entender el Papado, según el autor), y a la progresiva pérdida de poder político que, curiosamente (o tal vez no tanto) llevó a decretar la infalibilidad en lo doctrinal, hasta llegar a un mundo en que el Papa está llamado a ser profeta de una sociedad global.

Sobrevivir a las crisis, generar sociedad

"La historia del pueblo cristiano no puede quedar reducida al Papado", subrayó Laboa, quien incidió en que "un pueblo liberal generará una Iglesia de poca doctrina, y eso es muy peligroso, y al contrario". Sí admitió que "el Papa es el ser más expuesto de todos, y un Papa que está muy expuesto en política tiene menos tiempo para testimoniar a Cristo en su vida".

Por su parte, Diego Sola valoró "la capacidad del Papado para sobreponerse a las crisis" y, coincidiendo con Laboa, añadió que "son el reflejo de su tiempo, pues hay conexión con la visión de la sociedad". "La Historia del Papado es la historia de la sociedad occidental más allá del hecho creyente", recalcó el autor. Laboa, por su parte, insistió en la idea de la crisis asociada al Papado, y abundó en la importancia de Roma. "Roma es el centro, y durante siglos ha mezclado lo religioso y político, con lo peligroso e inevitable que es".

"El Papado sostiene la idea de la Romanidad, se convierte en autoridad moral en un mundo que se derrumba", recalcó Sola, señalando cómo, a lo largo de la historia, el Papa recoge esa idea, y por eso la institución es capaz de adaptarse e incorporar los cambios cuando éstos se producen. Y, también, generar muchos de eso cambios. "El Papado está en el ADN de la civilización occidental".

¿Qué puede ofrecer el Papado hoy? Para Laboa, "la Iglesia es la única instancia de esperaza para la vida eterna, que puede dar sentido al ser humano en un mundo que da la espalda a la muerte". Para Sola, "en un mundo donde el liderazgo está en crisis, tener un liderazgo fuerte puede dar certidumbre". "En el siglo XX, por muy mal que nos caigan los papas, su figura es mucho más potente que la del resto de líderes".

"La mezcla de política y religión -culminó Laboa- es una constante a lo largo de la Historia, y hoy se ve reflejada, también, en el interior de la Iglesia. Los cristianos estamos absolutamente divididos en facciones, en integrismos políticos, y también religiosos".

 

Jesús Bastante

Religión Digital

PROBLEMAS DE LENGUAJE

fe adulta

col martell

 

“Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar «Rabbí», pues vuestro maestro es uno solo y vosotros todos sois hermanos; y no os llamaréis «padre» unos a otros en la tierra, pues vuestro Padre es uno solo, el del cielo; tampoco dejaréis que os llamen «directores», porque vuestro director es uno solo, el Mesías. El más grande de vosotros será servidor vuestro”.

Un pasaje fenomenal que hubiese sido ideal para acabar el Sínodo.

¿Cómo seguir llamando al papa “sumo Pontífice”, con todos los atuendos, PODER, MONTAJE, títulos, dignidad, ropaje…?

Estamos en la Iglesia con títulos y cargos de cardenales, obispos, canónigos, párrocos. El poder no reside en la comunidad sino que unos pocos administran, deciden y organizan. Monseñor, mi señor…

A mí me han llegado cartas dirigidas al “rvdo, sr. cura párroco” (cuatro albardas para un burro). Y somos los párrocos los que organizamos, decidimos, hacemos la vida de la comunidad sin que los fieles decidan, elijan, organicen o planteen.

El texto citado me invita a contar con los cristianos desde la base. Es deseable que las personas ancianas de los pueblos y de la capital puedan decir sus opiniones y dar un paso para entender una fe adulta.

Entiendo que la inmensa parte (80%) de los fieles son eso, fieles, pero sin tener otra participación en la comunidad salvo cantar, rezar, seguir las posturas y unos pocos, leer, hacer la colecta y echar el óbolo.

Los mensajes nos vienen de los párrocos u obispos.

Sí que existen los consejos pastorales. Y en parroquias mayores, se hace la elección por representantes de los distintos ministerios. Pero ¿y los restantes cristianos?

Yo no veo ningún hecho concreto de sinodalidad. Se repite hasta la infinitud la palabra y la filosofía, pero no veo ningún cambio, ninguna alternativa en el funcionamiento. Veo que los grandes teólogos, que presentan teología de la buena, están lejos de las parroquias… no se les conoce y mucho menos animan a las comunidades cristianas. Seguimos con los rituales de los sacramentos realizados por los técnicos desde Roma. Y a lo sumo vienen nuevos decretos, pero el pueblo seguimos con el catecismo del P. Astete, las novenas el siglo XIX y las celebraciones según el ritual.

A VER SI EL ADVIENTO NOS LLEVA A RENOVARNOS y a descubrir a Jesús en su mensaje y su práctica. Y ensayamos un poco la sinodalidad, que ya se nos va olvidando.

NADAL GLO·CAL


col acebo

 

Avánzate a Navidad, haz las compras en noviembre.

Prepárate ahora. Tienes descuentos, no esperes a Navidad.

Las torres de los cuatro evangelistas en la basílica de la Sagrada Familia están iluminadas todo el Adviento y la Navidad.

Las ciudades muy iluminadas indican que se acerca Navidad y hay que comprar para mantener el sistema de producción: Producir y consumir.

Y para acabar de rematar: SUCHARD: “La Navidad es celebrar la vida, juntarse con nuestros seres queridos, hacer balance del año y disfrutar de momentos mágicos. Sigamos celebrándola. Porque la vida es lo que pasa entre Navidad y Navidad.” Y entonces el dibujo de comer chocolate....

Esta es la proclama de Navidad, muy clara y patente. Y es a nivel GLOBAL en el mundo o cultura de cristiandad, que va derrocándose para emerger un nuevo paradigma tecnocrático a nivel mundial o en todas las culturas. Un paradigma científico-técnico sin conciencia o como decía François Rabelais (1494-1553, médico y humanista: “Una ciencia sin conciencia es la ruina de la alma”. ¿Cómo va el mundo en la medida que una persona lo conoce?

Y en cada ciudad, pueblo, familia y personal, que es el aspecto LOCAL, ¿cómo lo ve mi Ego desde mi metro cuadrado? Esto es una visión, bastante realista, pero siempre personal. La persona lectora tiene la palabra sobre este cuodlibeto navideño.

Y ahora intentemos a hacer otros pasos: Nadal quiere decir nacimiento. Nos consta el nacimiento biológico, sino no podría yo escribir ni la persona que lee hacerlo. Hay que hablar de otra Navidad - nacimiento: un momento fuerte o intenso, un momento ordinario que es extraordinario interiormente. Acaba de publicarse un libro, cuyo título es La crisis de la mediana edad, en la editorial Sirena de los Vientos, del sufrimiento al sentido de James Hollis (2023), interesante y muy aconsejable. La crisis es perturbación, carencia de claridad, pero puede tener salida. El título nos indica que es un fenómeno natural y normal en el desarrollo del proceso emocional de un ser a quien la palabra lo constituye como humano. Y la palabra lo abre a dos aspectos de la sola y única realidad: Una para sobrevivir y la otra que contempla y completa para vivir. Nadal despierta la conciencia a un nuevo nacimiento que es sentirse en plenitud. Plenitud constatada en varias personas a lo largo de las diferentes culturas. En nuestra cultura de cristiandad se centra en Jesús de Nazaret, nacido en la tradición el 25 de diciembre del año, más o menos, 6 aec, y reemplaza el solsticio de invierno junto con los juegos romanos (panem et circem). Así y todo, se va recuperando con la sociedad de consumo y tecnocrática: comida y juegos con celebraciones.

Sin embargo, en este S. XXI hay grupitos de personas que dan voz y sentido a este hombre libre del siglo I, que es Jesús de Nazaret. Y “navidad” es el propio conocimiento de la profundidad de todo Ser humano que es el misterio de esta gran inmensidad interior, que permite ver, vivir y tener una visión de la inmensidad de los mundos. Visión crítica concretada en una geopolítica que marca un nuevo horizonte inhumano de destrucción, un paradigma tecnocrático, porque la tecnología no es axiológica, no tiene valores, pero sí que engendra. Y, ¿en manos de quienes está? En estos momentos en la mente de algunas personas y en el mundo de inversiones financieras, que profundamente egoístas, no tienen la sensibilidad de tener en cuenta los descartados, los marginados o un 90% de la población humana fuera del sistema neoliberal. Hace falta una nueva escala de valores o axiología de compromiso, de solidaridad, de compatía, de hermandad siguiendo la conjunción científica de Darwin (1808-1882) y *Kropotkin (1842-1921): egoísmo y altruismo.

Toda la reflexión informativa o GLOBAL no tiene valor si no hay la visión LOCAL: Poner los pies al suelo. El convivir nuestro “ego”, muy informado y formado, con los otros “egos (=tú)”. La realidad partiendo de nuestra corporeidad que tiene que disfrutar de un placer gastronómico, típico de las fiestas navideñas, según las regiones: Comer bien y beber mejor, que nadie se quiera quitar el sabor del paladar. Continuando al disfrutar de las emociones y afectos familiares: Por navidad cada oveja a su corral. Y disfrutando cómo profundizando la transformación interior en un proceso de madurez emocional integral que puede ver y vivir un NUEVO HORIZONTE ESPERANZAL que la sabiduría humana nutre o la palabra que da a conocer esta cualidad humana profunda: La paz de Navidad llena nuestros corazones.

Y deseando UNA FELIZ NAVIDAD GLO·CAL junto con el pesebre, recordando que el primero tuvo lugar en el1223 a Greccio (Italia), o con el árbol de navidad en el 1878 colocado públicamente en Núremberg (Alemania).

 

Jaume PATUEL PUIG, pedapsicogogo.

ANTONIO ARADILLAS, PERIODISTA Y CRISTIANO INSOBORNABLE


col zapatero

 

Al recibir de mis amigos Luz y Pablo la noticia del fallecimiento de Antonio Aradillas el 4 de diciembre, junto al sentimiento de tristeza que me invadió, se me agolparon en la mente no pocos recuerdos de nuestra amistad. El primero fue del año 1977. Había publicado yo, con apenas 30 años, uno de mis primeros libros con un título que sonaba a ultratumba: La otra vida, editado por Mañana Editorial, que iniciaba su andadura tras la dictadura. A pesar de la apariencia poco atractiva del título y de la portada, los nichos de un cementerio, el libro comenzaba de manera provocativa con una cita de Karl Marx:

“La tarea de la historia consiste, pues, una vez que ha desaparecido el más allá de la verdad. Y la tarea inmediata de la filosofía, que se encuentra al servicio de la historia, consiste […] en desenmascarar la autoenajenación en sus formas más santas. De tal modo, la crítica del cielo se convierte en la crítica de la tierra, la crítica de la religión en la crítica del derecho y la crítica de la teología en la crítica de la política”. 

El libro estaba plagado de referencias a los filósofos marxistas Ernst Bloch, Max Horkheimer y Roger Garaudy y a los teólogos Jürgen Moltmann, José María González Ruiz y Edward Schillebeeckx, entre otros.   

Con motivo de su publicación, Antonio me hizo una entrevista con gran despliegue informativo y gran maestría periodística en el diario Pueblo en la que me preguntó por el infierno. “El infierno no existe”, le respondí, y ese fue el titular que puso en la entrevista colocando entre paréntesis el adjetivo “físico”. 

Después mantuvimos una relación de vecindad durante veintitrés años en la Ciudad de los Periodistas. Le veía pasar casi a diario delante de mi casa y algunas veces bajaba a saludarlo y charlar animadamente con él del pasado y del presente. Algunos domingos asistía a la misa que celebraba en la parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza y luego desayunábamos juntos en la cafetería Los Picos. Era una delicia escuchar sus homilías. Su lenguaje nada tenía del frecuente tonillo clerical que caracteriza a no pocos clérigos cuando predican. Su tono era secular, ágil, directo

Quizá sin saberlo estaba practicando el sabio consejo del teólogo y pastor evangélico Karl Barth, que recomendaba a los predicadores dirigirse a los cristianos y cristianas en el culto religioso con la Biblia en una mano y el periódico en la otra. Eso hacía Antonio de manera espontánea. Antonio comentaba los textos bíblicos estableciendo un diálogo entre la realidad y la Palabra: un realidad sobre la que estaba muy bien informado como periodista y una Palabra que actualizaba y e iluminaba la situación. Cuando le escuchaba me acordaba de la afirmación del Padre de la Iglesia Gregorio Nacianceno: “La Biblia crece con sus lectores”. Eso es lo que hacía Aradillas.

Una de las cosas que más me llamaba gratamente la atención en sus predicaciones era su sensibilidad hacia la violencia contra las mujeres, de la que informaba a la gente que asistía a sus celebraciones y que denunciaba con toda severidad. En la misma dirección iban sus críticas contra la discriminación de las mujeres en la Iglesia católica y las reivindicaciones de su incorporación a las funciones directivas y a los ministerios eclesiales.

De Aradillas admiraba su libertad de pensamiento, de conciencia, de expresión, su independencia de criterio y su sentido crítico en los análisis tanto políticos y sociales, como, sobre todo, en sus informaciones religiosas. Su libertad, independencia y sentido crítico eran insobornables. Y en este terreno no le pesaba la edad. Todo lo contrario: a más edad, más libertad y actitud crítica.

Una de las muestras de su coherencia, entre otras, fue que vivió de su trabajo como periodista y escritor, sin recibir prebendas eclesiásticas por sus tareas pastorales. Eso le llevó a no sentirse dependiente de la jerarquía, a quien criticaba por su alejamiento del Evangelio.

Antonio Aradillas fue un sacerdote conciliar antes del Concilio Vaticano II y uno de los mayores defensores de la reforma conciliar de la Iglesia católica. El Concilio fue su guía tanto en su actividad pastoral como en el ejercicio de su profesión periodística en en la información religiosa. Tal actitud es hoy especialmente meritoria cuando avanzan el integrismo político y religioso en alianza y están cada vez más extendidas las actitudes patriarcales y xenófobas en movimientos católicos vinculados con la extrema derecha política. Fueron precisamente estos colectivos quienes más le criticaron con insultos irrespetuosos. A este propósito recuerdo el consejo de Antonio Machado, que cita Luis García Montero en su columna de El País del 4 de diciembre titulada “Perfidia: “Comportarse con lealtad a uno mismo es el modo de debilitar las críticas de los adversarios”. 

Durante las navidades de 2022-2023 Aradillas me llamó para hacerme una entrevista, cuarenta y seis después de la primera. La hicimos en su casa. Había preparado las preguntas con gran precisión y de manera primorosa. Fueron dos horas de deliciosa conversación. Ese es el último de los recuerdos que tengo de Antonio Aradillas, y no puede ser más grato y agradecido por mi parte. Se publicó en Religión Digital (RD) el 16 de enero de 2023 y me gustaría compartirla de nuevo con las lectoras y lectores de RD como recuerdo agradecido.

 

Juan José Tamayo

06.12.2023 Religión Digital

DE ESPERAS, ESPERANZAS Y... ¿VIVENCIAS?


 fe adulta

En este tiempo de Adviento, es común ver, escuchar, leer… que este, es un tiempo de espera, tiempo de y para la esperanza. Esperamos confiados, esperamos ilusionados, esperamos desanimados, esperamos cansados de esperar… porque parece que nos pasamos la vida esperando…

· Esperamos que termine el día para quitarnos por fin los zapatos y sentarnos con los pies en alto. Esperamos que llegue el fin de semana... de trimestre, … de curso.

· Esperamos que nos pregunten aquello que mejor nos sabemos... Y luego, esperamos impacientes la nota, la media, la plaza…

· Esperamos que toque el timbre para fichar, salir y desconectar del trabajo y esperamos encontrar esa misión que nos haga olvidar que estamos trabajando...

· Esperamos la lluvia que sabemos necesaria, esperando que no nos llueva al sacar el coche, tender la ropa o salir de fiesta...

· Espera el friolero el verano, el caluroso el otoño, el nostálgico el invierno y el romántico la primavera...

· Esperamos que termine la semana para emprender el viaje que te lleva al encuentro del amigo y esperas, con ilusión, acoger algún día, al amigo en casa.

· Esperamos el estreno de esa película, de la siguiente temporada, del próximo libro, canción o disco...

· Esperamos ver pronto a quiénes echamos de menos y esperamos no cruzarnos a quiénes echamos de más…

· Esperamos el resultado de esa prueba que puede condicionar nuestra vida o la de quien tanto queremos…

· Esperamos que cierre la herida, y hasta se nos olvide que aquello nos hizo tanto daño... porque ¿y si es verdad eso de que el “tiempo todo lo cura”?

· Esperan llegar a la otra orilla, cruzar la frontera y saltar esa valla quienes no pueden esperar ni sufrir más.

· Esperamos que Nazcas en Navidad y que Resucites en Pascua…

Y mientras esperamos, aunque no nos demos cuenta…

· Aprendemos del camino recorrido, de los tropezones dados, las señales encontradas, el asiento improvisado, el alimento compartido…

· Descubrimos el olor a lluvia sobre la tierra, los colores de las hojas, el horizonte frente al mar, el azahar anunciando la fiesta…

· Disfrutamos preparando el encuentro, crecemos al compartirlo y agradecemos al recordarlo…

· Ponemos en juego nuestros mejores recursos para hacer bien el trabajo, buscar lo que queremos y querer más lo que hacemos…

· Abrimos nuestras conciencias, brazos y corazón, para acoger a quienes se merecen llegar, saltar y cruzar, esas fronteras, que nunca tenían que haberse levantado…

· Vivimos ya Por Ti, Contigo y En Ti.

 

Tete Hernández

ECLESALIA

teresa.hernandez3008@gmail.com

 

“ESPERA Y CONFÍA”

Que no me inquiete Señor, por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones,
por el futuro lleno de incertidumbre.

Que quiera, lo que Tú quieres.

Ayúdame a ofrecerte, en medio de inquietudes y dificultades,
todo lo que tengo y soy. Aunque poco y pequeño,
lo pongo en tus manos.

Poco importa lo que crea que soy y puedo,
si tú me consideras plenamente realizada, a tu gusto.

Que me pierda confiada, ciegamente en Ti
porque sé que estás conmigo, aunque no siempre te vea.

Que sienta que estoy en tus manos,
tanto más fuertemente cogida,
cuanto más decaída y triste me encuentre.

Ayúdame a vivir feliz. Ayúdame a vivir en paz.

Que no deje que nada me altere ni quite la paz,
ni el cansancio ni mis fallos y fracasos.

Pon en mí, y conserva siempre sobre mi rostro,
una dulce sonrisa,

reflejo de la que constantemente me diriges.

Y que en el fondo de mi alma coloque,
antes que nada,

como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que me llene de tu Paz.

Que nunca olvide que
cuanto me deprima e inquieta, es falso.

Me lo aseguras en el nombre de las leyes de la vida
y de tus promesas.

Por eso, cuando me sienta decaída y triste,
ayúdame a ESPERAR Y CONFIAR

(Adaptación “Adora y confía” de Teilhard de Chardin)

COMUNICADO DE LA REVUELTA ESTATAL DE MUJERES EN LA IGLESIA Y RED MIRIAM DE ESPIRITUALIDAD IGNACIANA ANTE EL CASO GARRIDO, CONDENADO POR ABUSOS DE PODER, CONCIENCIA Y SEXUALES A DOS MUJERES ADULTAS


col kowalski

 

Hace unos días hemos conocido la condena canónica impuesta al franciscano Javier Garrido por abusos de poder, conciencia y sexuales a dos mujeres adultas, dos mujeres consagradas. Por medio de un comunicado, la Provincia franciscana de Arantzazu el 21 de noviembre de 2023 manifestaba que: El hermano Francisco Javier Garrido Goitia ha sido condenado por dos casos de “falso misticismo y solicitación en confesión”.

En La Revuelta de mujeres en la Iglesia venimos reivindicando visibilizar y dar voz a las mujeres adultas víctimas de abusos de poder, de conciencia, espirituales y sexuales en la Iglesia. La cultura patriarcal y machista que prevalece en la institución las ha relegado a un lugar más sombrío y oculto aun, sometiéndolas a la tan dolorosa revictimización.

La revictimización ha venido de la mano de la negación, el ocultamiento y la culpabilización de las víctimas adultas. El reciente caso Rupnik con aquel: No hay menores involucrados, No hay calificación de víctimas, hay sospecha de hechos que traspasaron los límites de lo que se hace entre adultos que leímos al General de los jesuitas, Arturo Sosa, hasta la incardinación posterior del perpetrador en una diócesis eslovena es el penúltimo escándalo al que hemos asistido antes de que se hiciera público el caso de Javier Garrido en España.

Detrás de ese “no son menores” hay una carga de profundidad de inversión de la culpa, pues se está dando por hecho el consentimiento de la víctima. Como mínimo son relaciones consentidas: ellas sabían dónde se estaban metiendo es un affaire, cuando no se les considera directamente culpables de seducir al clérigo abusador.

No son menores, son adultas vulneradas, no por padecer una condición de vulnerabilidad previa, sino porque un agresor ha decidido utilizar a Dios en una relación pastoral de acompañamiento espiritual para abusar de ellas. Se trata de una relación marcada por una honda asimetría de poder en la que el acompañante tiene el deber de ser custodio de la dignidad de la persona acompañada. En lugar de eso, utiliza su situación de poder para invadir la conciencia de la víctima y ocupar el lugar de Dios saltándose todos los límites de una relación de cuidado pastoral.

En esa relación de poder el consentimiento está viciado pues no hay verdadera libertad, la víctima no puede otorgar un consentimiento libre. Lo deja claro el papa Francisco en “Vosestis lux mundi”que define“adulto vulnerable” como cualquier persona en un estado de enfermedad, de deficiencia física o psicológica, o de privación de la libertad personal que, de hecho, limite incluso ocasionalmente su capacidad de entender o de querer o, en cualquier caso, de resistir a la ofensa. 

No podemos siquiera imaginar el grave impacto de los abusos en las vidas de las víctimas: en su salud física, psíquica y espiritual, y en sus relaciones. El comunicado de la Provincia de Arantzazu dice también: Reconocemos que, como Provincia, en este proceso no hemos sabido siempre ponernos del lado de las víctimas. Solo ellas, y algunas personas que las acompañaron, saben el sufrimiento, y la resiliencia, que hay detrás de esas palabras, el largo proceso que tuvieron que soportar desde que tomaron la difícil decisión de denunciar a Garrido sin ni siquiera “ser parte” en el procedimiento canónico.

Queremos manifestar nuestro profundo respeto y agradecimiento a estas mujeres supervivientes—ciudadanas de pleno derecho—,porque, después de esta sentencia canónica, no hay marcha atrás en el camino del reconocimiento a las víctimas adultas de abusos sexuales, de poder y espirituales en el seno de la Iglesia.

Las mujeres adultas victimizadas son acicate para seguir luchando contra los factores sistémicos que operan en nuestra Iglesia—entre ellos: el clericalismo y el papel de subordinación de las mujeres—que han permitido y favorecido que un abusador narcisista como Garrido se sintiera “ungido por Dios” en lugar de reconocerse un hermano más, y utilizara ese “poder sagrado” para satisfacer sus impulsos sexuales y necesidades afectivas, manipulando a las personas que acompañaba y usándolas como objetos; mientras, tantos otros, en lugares de responsabilidad, miraban para otro lado, y aún hoy mantienen un atronador silencio cómplice.

 

Revuelta estatal de mujeres en la Iglesia

Red Miriam de espiritualidad ignaciana

JAVIER GARRIDO: ¿EN NOMBRE DE DIOS?


col anso

 

Hace unos días se hizo pública la sentencia firme del tribunal eclesiástico llamado de la Rota que condena duramente al franciscano navarro Javier Garrido, maestro y acompañante espiritual de gran autoridad, autor de números libros sobre espiritualidad y cristianismo y una de las figuras más reconocidas de la Orden Franciscana, por “abusos de poder y abusos sexuales” (“agresiones” debiera haber dicho el tribunal) contra dos religiosas.

Pienso primero en las dos religiosas sexualmente agredidas en el marco del acompañamiento espiritual. Su calvario ha sido largo y atroz. Fueron sometidas, humilladas en su libertad, su dignidad, su cuerpo. Durante años. Y ello por parte de su maestro, su padre, su director espiritual, aquel en quien ellas habían depositado su más plena confianza, aquel que poseía y ejercía sobre ellas absoluta autoridad. Hace ya muchos años lo hicieron saber a todos los que debían saberlo. Y lo supieron, pero nadie las tomó en real consideración. Fueron presionadas dentro y fuera para que guardaran silencio y protegieran a su agresor. Nadie las creyó. No eran al fin y al cabo sino “débiles monjas”. Fueron desdeñadas con argumentos “espirituales” que encubrían arraigados prejuicios e intereses inhumanos. Hoy las felicito por la lucidez humana, la fuerza interior, la determinación espiritual que las llevó a presentar la denuncia y a aguantar estos durísimos años de proceso judicial entorpecido al máximo. Eso es libertad, hermanas. Jesús os bendice.

Pienso igualmente en la tercera víctima que hace solo unos meses también ha presentado su denuncia. Aún le queda calvario. Ánimo, hermana, hasta el fin. Déjate confortar y llevar por el Espíritu que te habita. Y pienso en tantas otras, no solo religiosas, que han sufrido las mismas agresiones y que, por diversas y poderosas razones, han optado por callar al menos hasta hoy. Seguid vuestro camino sin traicionaros ni violentaros.

Pienso en Javier Garrido. También para él debe de ser muy duro. Me vuelven a resonar las palabras de Jesús, de profunda humanidad, que encontramos en todas las grandes tradiciones sapienciales, filosóficas y religiosas: “Tratad a los demás como queréis que ellos os traten” (Evangelio de Lucas 6,27). Como querríais o como necesitaríais ser tratados si os hallarais en su lugar. Quiero ponerme en el lugar de Javier, no para justificarlo, por supuesto, pero tampoco para condenarlo, sino para desear su liberación y sanación profunda, para, condenando su conducta, salvarlo a él. Y el reconocimiento del daño y de los factores que le han llevado a infligirlo es un paso indispensable, el primero. Me alivia que la verdad de los hechos haya sido pública y judicialmente reconocida, aunque haya sido tarde y en un tribunal eclesiástico. Era condición necesaria para la sanación de las víctimas en su tormento. Era también una condición necesaria para la liberación de Javier Garrido, atrapado en la red de su propia psicología, de la institución religiosa y del sistema teológico construido. Nadie hace daño consciente y voluntariamente, sino por falta de consciencia profunda y de verdadera voluntad, por falta de libertad. Necesitamos ser liberados de nosotros mismos. Y la verdad judicial, siendo irrenunciable, no es suficiente. Es necesaria esa otra verdad humana integral que nos permite reconocer el daño causado y los montajes ideológicos con los que nos justificamos. La luz nos hace libres.

Me atrevo a afirmar que el factor decisivo que explica, aunque en nada justifica, la conducta de Garrido es su idea de dios, su constructo teológico. Un dios de cuya muerte eterna tomó acta el lúcido “loco” de la Gaya Ciencia de Nietzsche. Un dios omnisciente, omnipotente y arbitrario. Un dios padre, no madre. Un dios “alguien”, sujeto distinto del cosmos y del ser humano. Un dios que elige a un pueblo (Israel) o una persona para que sea exclusivamente suya (siendo célibe, por ejemplo). Un dios que se revela u oculta a quien quiere. Un dios que puede imponer la peor desgracia a un pobre ser humano como castigo o como prueba pedagógica. Un dios que puede incluso arrastrar a alguien a “cometer un pecado mortal” para que confiese su culpa y reconozca su necesidad de misericordia y perdón divino. Un dios que exige absoluta sumisión. Un dios que puede instituir a alguien, un hombre sobre todo, como representante suyo incontestable, de modo que, pongo por caso, una dirigida espiritual pueda llegar a la convicción, por atormentada que fuera, de que toda decisión o propuesta de su director es una orden divina, aunque fuera una relación sexual con él como ejercicio iniciático para llegar a experimentar el amor divino. En nombre de dios.

No en nombre de Dios, Presencia universal, Aliento creador, Respiro liberador.

 

José Arregi

Aizarna, 28 de noviembre de 2023

ACTUALIZARNOS EN ADVIENTO


col arregi

 

El adviento es un tiempo de espera, una época similar a la naturaleza que abriga en su seno un nuevo nacimiento de las fuerzas que, una vez pasado el invierno, vuelven a resurgir en su seno. Tiempo este para adentrarse en uno mismo y encontrar la fortaleza de nuestra luz interior, la chispa espiritual que cada ser humano alberga dentro de sí, hasta llegar al nacimiento de Jesús que busca el encuentro con la luz que atesora cada ser humano.

La naturaleza en sus estaciones tiene forma de espiral, igual que el Adviento. Esperamos el nuevo nacimiento en forma de espiral interior de camino hacia ese nacimiento. La leyenda de los cuatro ángeles que bajan a la tierra nos cuenta a través de imágenes la manera de preparar nuestro interior para recibir debidamente la Navidad. De ahí las cuatro velas (Azul, Rojo, Blanco y Lila) con un pequeño cirio en el centro que representa la llegada de la luz de la Navidad a nosotros para compartirla y repartirse con los demás; que por algo es Buena Noticia.

Esta manera ver el Adviento, semana a semana hasta llegar la Luz del Niño Dios, propone la conversión activa interior ¡y comunitaria! hacia la luz para una Navidad renovada en nuestras actitudes con los demás.

Contaba el jesuita Víctor Codina del Cónclave de marzo de 2013, en el que Jorge Bergoglio se convirtió en el Papa Francisco, que este tuvo una intervención muy significativa: al comentar el texto del Apocalipsis 3,20 con el Señor que está a la puerta y llama, Bergoglio comentó del texto que se refiere a la llamada de Jesús desde fuera para entrar. Pero añadió que él pensaba en las veces que Jesús golpea desde dentro para que le dejemos salir y recuperar la frescura del Evangelio…

¿Qué significan estas semanas para nuestra vida cristiana? Encuentro, Escucha, Discernimiento, Conversión. Tiempo de preparación para una Iglesia en salida iluminados por la sinodalidad y la actitud adecuada para recorrer el camino sin perder de vista lo que significa el nacimiento de Cristo como la referencia fundamental.

Lo cierto es que el Adviento nos parece un tiempo litúrgico débil. La realidad es que estamos en un “tiempo fuerte” que interpela nuestro caminar como lo que somos: lámpara llena de talentos para alumbrar toda la casa. Tiempo a la escucha atenta de la Palabra de Dios, siguiendo el camino de esperanza del profeta Isaías. Una escucha que pide espacios de silencio en medio de la propaganda materialista que nos abruma. Tiempo de pedir perdón para allanar los caminos del Señor que se acerca... y de practicar la verdadera caridad con actitud compasiva y generosa, más allá del dinero: comprensión, escucha, apoyo, cercanía… amor.

En la vida cotidiana es donde nos jugamos nuestra autenticidad cristiana. Aquí nos interpela este tiempo de Adviento, desde la esperanza de sabernos partícipes de la Buena Noticia, y que Francisco quiere unirla al proceso sinodal de caminar juntos, a la escucha, para ser verdaderos testigos suyos entre nosotros y para los demás.

Iglesia sinónimo de Pueblo de Dios, sin que la institución siga siendo más importante que el Mensaje, tantas veces.

“COMIENZA” y SIGUE, SIGUE, SIGUE Domigo 2º de Adviento (B)

col labrador

 


“Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios…” Mc 1,1-8

“Comienza…”

antes de aquel día.

Antes de ser voceado

por Juan,

lo dijo Isaías.

Antes de escribir,

de gritar, antes.

 

“Comienza…”

Mucho antes

de predicar

de perdonar

de bautizar,

 

“Comienza…”

cada día y

sigue, sigue, sigue…

en un instante infinito.

 

“Comienza…”

 y nos llega

el agua fresca del Espíritu

que alivia y fortalece

por los siglos de los siglos.

 

Mari Paz López Santos 

2023.12.10-2º Domingo Adviento, FEADULTA

Inmaculada (B) EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO Lc 1,26-38

col labrador

 


El evangelista Lucas sostiene su narración de la infancia de Jesús en la figura de María.  Más allá de las interpretaciones que en los siglos posteriores se han ido haciendo de ella Lucas describe a la madre de Jesús como discípula y profeta. A lo largo de su relato sobre los orígenes del Mesías el autor del Evangelio va a invitar a sus lectores/as a reflexionar sobre la fe y el modo de actuar de María de Nazaret para que puedan incorporarla como referente en sus vidas.

Compañera en el camino de liberación

La escena de la anunciación, que aparece después del anuncio del nacimiento de Juan el Bautista, presenta a María, con tintes panegíricos, como alguien que escucha y pone en práctica la palabra de Dios. El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una joven pobre de Nazaret, un pueblo campesino insignificante de Galilea. La joven estaba desposada con un hombre de nombre José, pero, de acuerdo con los usos matrimoniales judíos, todavía no se ha. mudado a la casa de él para vivir juntos. El mensajero celestial anuncia la voluntad de Dios de que María tenga un niño que será grande, el Mesías, el Hijo santo de Dios. Segura de que el Espíritu le dará la fuerza y la protegerá, ella da su libre consentimiento, asumiendo su parte en la gran obra salvadora de Dios confiando, con la certeza profunda de que nada es imposible para Dios.

Para construir la escena de la anunciación Lucas va a combinar dos formas literarias frecuentes en la Escritura: El anuncio de un nacimiento (Jue 13, 2-23; Gn 16; Gn 18, 1-16) y la vocación de un profeta (Ex 3, 1-14; Jue 6, 11-24; Jr 1, 4-10). Ambos tipos de relato tienen una estructura similar en la que se destaca el proceso vivido por quien recibe el mensaje que pasa de la incredulidad a la confianza a lo largo del diálogo que entabla con el mensajero divino.

El evangelista en su relato une el anuncio del nacimiento de Jesús con la llamada de María como mujer a quien Dios encarga una misión. El anuncio de su maternidad es a la vez una llamada profética para actuar en la tarea de liberación que Dios promueve. Su libre aceptación la embarca en una aventura con un horizonte incierto que ella asume confiada porque se sabe sostenida en el Dios que desde siempre había acompañado a su pueblo.

Dios le promete su presencia

El enviado divino asegura a María el éxito de la su misión: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te volverá en su sombra; por eso, el que va a nacer será santo y se llamará Hijo de Dios” (Lc 1, 35). Sus palabras no buscan predecir el milagro de una gestación irregular sino asegurar a la joven galilea la presencia cálida y constante de Dios ante el gran desafío de su vida.

Del mismo modo que, después de la resurrección, Jesús asegura a sus discípulos/as que vendrá sobre ellos/as la fuerza del Espíritu Santo (Hech 1,8) y ellos y ellas experimentarán esa fuerza para anunciar la Buena Noticia hasta los confines de la tierra, María se siente fortalecida para acoger el nuevo camino al que Dios la invita.

Por otro lado, la expresión “envolver en su sombra”, que se recoge en las palabras del mensajero, se hace eco de aquella nube que cubría la tienda del encuentro que Moisés había levantado en el desierto (Ex 40, 33ss). Una nube que visibilizaba para el pueblo la presencia de Yavé. Un presencia que protegía, refrescaba y guiaba. María, quizás, al escuchar la expresión evocó su tradición creyente, la esperanza compartida con su pueblo y sintió que el Dios que acompañó al pueblo en el éxodo también la acompañaría a ella haciéndose misericordia y fidelidad en todo momento.

Encuentro con el Dios vivo

Lo que le anuncia el mensajero no es que Dios la dejará embarazada, sino que Dios actuará en ella con su poder creador, señalando la relevancia de la misión a la que está siendo invitada. Por eso, ante la duda de María, el mensajero no le explica como va a suceder su embarazo, sino que la invita a confiar porque Dios hará posibles los caminos como los ha hecho para su prima Isabel (Lc 1, 36-37).

Como recuerda Elizabeth Johnson: “No tenemos acceso a la experiencia religiosa de María, pero sí podemos decir sencillamente que por el poder del Espíritu ella se encontró con el misterio del Dios vivo, el Dios gracioso de su vida, la sabiduría salvadora de su pueblo. En ese encuentro quedó echada la suerte para la llegada del Mesías” (Verdadera hermana nuestra, 295).

María en el misterio íntimo de este encuentro responde con valentía, escuchando y cumpliendo la Palabra de Dios que sobre ella pronuncia el mensajero. Ella no responde de forma sumisa sino libre. Ella sabe que aceptando la propuesta divina se hace servidora no sirviente. Ella responde desde la fe que la libera del miedo y la impulsa a poder lo mejor de sí misma en la misión incierta que asume.

María de Nazaret se convierte así para nosotras/os en un referente poderoso de libertad y creatividad, de fe y compromiso, de fidelidad y valentía, de promesa y esperanza. Con ella acogemos a ese Dios que libera, empodera y salva y que también nos invita al seguimiento y a la profecía generación tras generación.

 

RENOVACIÓN INTERIOR José Antonio Pagola

 


José Antonio Pagola

Para ser humana, a nuestra vida le falta una dimensión esencial: la interioridad. Se nos obliga a vivir con rapidez, sin detenernos en nada ni en nadie, y la felicidad no tiene tiempo para penetrar hasta nuestro corazón. Pasamos rápidamente por todo y nos quedamos casi siempre en la superficie. Se nos está olvidando escuchar la vida con un poco de hondura y profundidad.

El silencio nos podría curar, pero ya no somos capaces de encontrarlo en medio de nuestras mil ocupaciones. Cada vez hay menos espacio para el espíritu en nuestra vida diaria. Por otra parte, ¿quién se va a ocupar de cosas tan poco estimadas hoy como la vida interior, la meditación o la búsqueda de Dios?

Privados de alimento interior, sobrevivimos cerrando los ojos, olvidando nuestra alma, revistiéndonos de capas y más capas de proyectos, ocupaciones e ilusiones. Hemos aprendido ya a vivir «como cosas en medio de cosas» (Jean Onimus). Pero lo triste es observar que, con demasiada frecuencia, tampoco la religión es capaz de dar calor y vida interior a las personas. En un mundo que ha apostado por «lo exterior», Dios resulta un «objeto» demasiado lejano y, a decir verdad, de poco interés para la vida diaria.

Por ello no es extraño ver que muchos hombres y mujeres «pasan de Dios», lo ignoran, no saben de qué se trata, han conseguido vivir sin tener necesidad de él. Quizá existe, pero lo cierto es que no les «sirve» para su vida.

Los evangelistas presentan a Jesús como el que viene a «bautizar con Espíritu Santo», es decir, como alguien que puede limpiar nuestra existencia y sanarla con la fuerza del Espíritu. Y quizá la primera tarea de la Iglesia actual sea precisamente la de ofrecer ese «bautismo de Espíritu Santo» a los hombres y mujeres de nuestros días.

Necesitamos ese Espíritu que nos enseñe a pasar de lo puramente exterior a lo que hay de más íntimo en el ser humano, en el mundo y en la vida. Un Espíritu que nos enseñe a acoger a ese Dios que habita en el interior de nuestras vidas y en el centro de nuestra existencia.

No basta que el evangelio sea predicado. Nuestros oídos están demasiado acostumbrados y no escuchan ya el mensaje de las palabras. Solo nos puede convencer la experiencia real, viva, concreta, de una alegría interior nueva y diferente.

Hombres y mujeres convertidos en paquetes de nervios excitados, seres movidos por una agitación exterior y vacía, cansados ya de casi todo y sin apenas alegría interior alguna, ¿podemos hacer algo mejor que detener un poco nuestra vida, invocar humildemente a un Dios en el que todavía creemos y abrirnos confiadamente al Espíritu que puede transformar nuestra existencia? ¿Podrán ser nuestras comunidades cristianas un espacio donde vivamos acogiendo el Espíritu de Dios encarnado en Jesús?

 


Domigo 2º de Adviento (B) JUAN FUE UNA FIGURA DECISIVA Y AUTÓNOMA ADVIENTO 2º(B) Mc 1,1-8

col fraymarcos

 

fe adulta

El evangelio del domingo pasado nos hablaba de estar despierto. Hoy hablan los que han despertado, los centinelas, los profetas. No se trata de un adivinador del porvenir. Tampoco se trata de un ser humano elegido por Dios, que le va indicando lo que tiene que decir. Profeta es el que está despierto. La principal característica del profeta es precisamente su inserción en el pueblo y su preocupación por la suerte de los más humildes. Su principal objetivo ha sido denunciar la injusticia.

Verdadero profeta sería el que ha llegado a una experiencia de su verdadero ser y, fiel a ella, ayuda a los demás a descubrir el camino de lo humano. Falso sería el que conduce al hombre a su deshumanización. El problema está en que lo “humano” solo se puede valorar desde lo humano. Por eso no hay manera de distinguir lo falso de lo verdadero, mientras no se tenga una mínima experiencia de humanidad.

No debemos extrañarnos de encontrar tantos y tan expresivos textos para este tiempo litúrgico. Lo que el segundo Isaías anuncia es un evangelio (buena noticia). El destierro había acabado con toda una teología triunfalista que invitaba a dormirse en los laureles de sentirse elegidos, sin aceptar ninguna responsabilidad para con Dios ni para con los demás. Las denuncias de todos los profetas advertían de que no se puede confiar en Dios mientras se practica toda clase de atropellos e injusticias.

La primera palabra del evangelio de Marcos es “arje”, que en griego designan el comienzo de un texto, pero también algo mucho más profundo. El evangelio de Juan comienza también con esta palabra y lo traducimos: “en el principio” = origen. “Arje” significa origen y fundamento, aquello que ha sido la causa de que otra cosa surja. La Vulgata lo tradujo por “Initium” que también significa “origen”. El texto se debía traducir: “Éste es el origen de la alegre noticia de Jesús el Ungido, el Hijo de Dios.      

Tampoco “euanggelion” debemos traducirlo por evangelio, que es un concepto muy elaborado, sino por buena noticia. Quiere decir que comienza el evangelio que es todo él una buena noticia. Lo mismo pasa con “Jesous” y “Christos” que en griego están separados y significan Jesús el ungido. Con el tiempo los cristianos unieron el nombre con el adjetivo y confesaron al Jesucristo que ha llegado hasta nosotros.

Mc es el primer evangelio que se escribió, pero no sabe nada de la infancia de Jesús. Debemos recordarlo a la hora de interpretar los textos de Lc y Mt, que vamos a leer en Navidad. Se fueron elaborando en primeros años de cristianismo y no tienen nada que ver con la historia. Son relatos míticos y leyendas anteriores al cristianismo que se han utilizado para dar mensajes teológicos, no para informarnos de lo que pasó.

Marcos pasa directamente a hablarnos de Juan Bautista como último representante del profetismo. El Bautista es el personaje clave en el tiempo de Adviento, porque se trata del último de los profetas del AT. Debemos recordar que hacía casi trescientos años que no había aparecido un profeta. Todos los evangelistas lo consideran el heraldo de Jesús, lo anuncia, lo propone al pueblo y es protagonista de su nacimiento en el Espíritu (bautismo), donde empieza Jesús a manifestar lo que realmente era.

No podemos asegurar que este relato responda a una situación histórica. Es muy poco lo que sabemos sobre la relación de Jesús con Juan. Es cierto que el primer dato histórico sobre Jesús, que se encuentra también en fuentes extrabíblicas, es su bautismo. No es descabellado suponer que Jesús, un buscador incansable, le llamara la atención un personaje como Juan que ya era famoso cuando él inició su vida pública. A Juan no le gustaba el cariz que había tomado su religión, como a Jesús.

Los primeros cristianos dieron al Bautista un papel relevante en la aparición del cristianismo, mayor del que hoy le reconocemos. La prueba está en que, en un momento determinado, vieron la necesidad de marcar distancias entre Jesús y Juan para dejar claro quién era el más importante. Seguramente esa relevancia se deba más a la necesidad de justificar una figura tan desconcertante como la de Jesús, conectándole con el profetismo del AT, que a una real influencia de Juan en Jesús.

Preparadle el camino al Señor. Este grito es el mejor resume del espíritu de Adviento. Pero fijaros que fuerza el sentido del texto, que habla de prepararle un camino a Yahvé, mientras Mc habla de preparar un camino a Jesús. El texto está insinuando que si Dios no llega a nosotros es porque nosotros se lo impedimos, que orientamos nuestra vida en otras direcciones. Él viene, pero nosotros nos vamos.

Yo bautizo con agua, pero él bautizará con Espíritu Santo. Es la clave del relato y marca la diferencia abismal entre Jesús y Juan. Las primeras comunidades tenían muy clara la originalidad de Jesús frente al pasado. Toda la relación con Dios, hasta la fecha, era considerada como externa al hombre y en relación desigual. Dios era el soberano y el ser humano el súbdito. Jesús manifiesta una relación con Dios distinta. Él está empapado del Espíritu y nos sumerge (bautiza) a todos en ese mismo Espíritu.

Los textos de este domingo nos hablan de utopía. Isaías dice: Aquí está vuestro Dios. Pedro: Nosotros esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habite la justicia. El salmo: La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan. Mc: Él bautizará con Espíritu Santo. En un mundo tan pesimista, encontrarnos con esta oferta, es impactante. Pero tampoco tenemos que caer en el triunfalismo. Derrotismo y triunfalismo son estrategias extremas que utiliza el yo para fortalecerse.

Hoy la necesidad de estar alerta es más apremiante que nunca, porque jamás se han ofrecido al ser humano tantos caminos falsos de salvación. Tenemos toda una gama de productos disponibles en el mercado, desde las drogas hasta los gurús a medida. Por eso necesitamos más que nunca de la figura del profeta. Seres humanos que por su experien­cia personal puedan arrojar alguna luz en esa maraña de senderos que se entrecruzan, pero son sendas perdidas que llevan a ninguna parte.

Nos volcarnos sobre lo sensible, buscando el placer inmediato o descubrir las posibilidades de plenitud que todos tenemos. El no tomar una decisión es ya tomar partido por lo que nos pide el cuerpo. No despertar es seguir dormidos. Decidirse por lo más difícil solo es posible después de una toma de conciencia, que tiene que ir más allá de los sentidos y de la razón. Es una iluminación que me empuja por un camino que ni siquiera sé a donde me va a llevar, pero convencido que me hará más humano.

 

Inmaculada (B) EN MARÍA DESCUBRIMOS LA PERLA INMACULADA (B) Lc 1,26-38

col fraymarcos


fe adulta

Comprendo muy bien lo difícil que es superar prejuicios que durante siglos han moldeado nuestra religiosidad. Me anima a intentarlo el recordar que desde pequeño he visto en el escudo de nuestra orden una sola palabra: veritas. No es que los dominicos nos sintamos en posesión de la verdad, pero nos han enseñado a tenerla como el horizonte hacia el que tiene que caminar el ser humano para poder ser libre, como nos dice el mismo evangelio.

Hoy vamos a intentar distinguir de qué María estamos hablando cuando celebramos la fiesta de la Inmaculada. Podíamos hablar de María tal como fue en la vida real y entonces tendríamos que callarnos porque no sabemos absolutamente nada. Los evangelios apenas dicen nada. De una cosa estamos seguros, Jesús tuvo que tener una madre. Lo más grande que podemos decir de esa madre es que fue una mujer absolutamente normal. En esa normalidad debemos descubrir la grandeza de su figura.

Toda fiesta de María es siempre un motivo de alegría, incluso de euforia diría yo. Ésta de la Inmaculada es para mí la más hermosa y la más profunda. Pero el motivo de esa alegría está más allá de la figura histórica o mítica de María. Si descubrimos en cada uno de nosotros lo que estamos celebrando en María, nos daremos cuenta de la verdadera proyección de esta fiesta. Hoy debemos mirarnos en María como en un espejo y vernos reflejados en ella como lo que realmente somos sin la suciedad que nos envuelve.

En el mismo título de la fiesta (inmaculada) enseña la oreja el maniqueísmo que, desde S. Agustín, ha infeccionado los más recónditos entresijos de nuestro cristianismo. Fijaos bien en lo que sigue. En el evangelio de Lucas, el ángel llama a María “kejaritomene” = gratia plena = llena de gracia. Pues bien, los cristianos hemos terminado hablando de la “sin pecado”. Ejemplo de cómo la ideología camuflada puede tergiversar el evangelio.  

Es maniqueísmo el dar por supuesto que lo normal para todo ser humano es un estado de pecado, y que para ser un verdadero ser humano, alguien tiene que liberarnos de esa lacra. Es insostenible el mantener hoy que todo ser humano nace deshumanizado. Ridiculizamos la idea de Dios cuando aceptamos que el mal está en el inicio de toda andadura humana. Dios es el fundamento de todo ser, también de todo ser humano. La plenitud nunca puede consistir en quitar algo, aunque se trate de un pecado. La plenitud está en el origen de todo ser, no se debe al esfuerzo personal a través de una vida.

Pablo dice: Él nos eligió en Cristo para que fuésemos santos e inmaculados ante él por el amor. Esta sería la traducción exacta, y no ‘irreprochables’ como dicen la mayoría de las traducciones. La Vulgata dice: “inmaculati”. Nada parecido se dice de María en todo el NT, y sin embargo la llamamos Inmaculada. Sería la clave para una interpretación de la fiesta. No debemos conformemos con mirar a María para quedarnos extasiados ante su belleza. Lo que hemos descubierto en ella debemos descubrirlo también en nosotros.

Es ridículo seguir discutiendo si fue concebida sin pecado desde el primer instante o fue pura e inmaculada un instante después. Lo que debe importarnos es que en María y en todo ser humano hay un núcleo intocable que nadie ni nada puede manchar. Lo que hay de divino en nosotros será siempre inmaculado. Ni nacemos en pecado ni tienen que sacarnos de esa situación artificialmente. Tomar conciencia de esta realidad sería el comienzo de una nueva manera de entendernos a nosotros mismos y a los demás.

Dios no puede hacer excepciones ni puede tener privilegios con nadie. María no es una excepción sino la norma. En María descubrimos la verdadera vocación de todo ser humano. Pero debemos tener muy claro que ser como María no es la meta de cada uno de nosotros, sino que partimos de la misma realidad de la que ella partió. Lo que estamos celebrando en esta fiesta de María nos indica el punto de partida de nuestra trayectoria, aunque también el punto de llegada. Somos un tesoro, somos una perla preciosa.

Sobre la figura de María hemos montado durante casi dos mil años, un tinglado tal, que no sé cuanto tiempo necesitaremos para volver a la sencillez y pureza originales. María no necesita ni adornos ni capisayos. Es grande en su simplicidad, no porque la hayan adornado. Ni Dios ni los hombres tienen nada que añadir a lo que María era desde el principio. Basta mirar a su verdadero ser para descubrir lo que hay de Dios en ella, eso que siempre será limpísimo, purísimo, inmaculado. Si lo hemos descubierto en ella, será más fácil tomar conciencia de que también está en cada uno de nosotros.

Me habéis oído muchas veces decir que Dios no puede darnos nada, porque ya nos lo ha dado todo. Todo lo que tenemos de Dios, lo tenemos desde siempre. Nuestra plenitud en Dios, es de nacimiento, es nuestra denominación de origen, no una elaboración añadida a través de nuestra existencia. Lo que hay en nosotros de divino, no es consecuencia de un esfuerzo personal, sino la causa de todo lo que puedo llegar a ser. Aquí está la buena noticia que quiso trasmitirnos Jesús, tan desconcertante que seguimos sin creerla.

Si en Jesús hemos descubierto lo divino, ¿Qué necesidad tenemos de María? Aquí está una de las claves de la fiesta. Hay una enorme diferencia entre la manera de llegar a descubrir en Jesús la presencia de lo divino y la manera de encontrar en María esa misma presencia. El concepto de Dios al que llegamos a través de Jesús, no lleva a una idea exclusivamente masculina de Dios. Ese Dios masculino queda privado de toda la riqueza conceptual que puede encerrarse en una idea femenina de Dios. María nos ha descubierto esa riqueza.

Ésta es la aportación genial que ha hecho el pueblo creyente atribuyendo a la figura de María todo lo que la teología oficial le impedía aplicar directamente a Dios. En María se puede desplegar lo femenino de Dios que es tan importante o más que lo masculino. Todo el machismo que destila nuestra religión, quedaría superado si nos atreviésemos a pensar un Dios absolutamente femenino. Hay en lo femenino riquísimos contenidos que pueden ayudarnos a tomar conciencia de lo que es Dios como madre para cada uno de nosotros.

Tuvieron que pasar varios siglos para que los cristianos empezasen a interesarse por la figura de María. Esto no invalida todo lo que se ha dicho sobre María, pero nos obliga a darle una valoración muy distinta. La capacidad de símbolos de nuestra especie que es lo que nos convierte en humanos, lo que ha hecho posible convertir a María en un personaje simbólico, utópico, mítico. No podemos seguir interpretando como hechos históricos lo que son símbolos. No, María fue una mujer normal que llevó una vida normal. Nadie se fijó en ella. Cumplió siempre con sus obligaciones de madre y esposa. Eso que a nosotros nos parece una ordinariez, es lo más grande y digno a imitar de María.