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miércoles, 2 de agosto de 2023

La JMJ de Lisboa pone a prueba a Francisco diez años después... La JMJ de Lisboa pone a prueba a Francisco diez años después del «¡Hagan lío!»


Religión Digital

El Papa, de 86 años, viaja dos meses después de ser operado
Francisco emprende su 42 viaje internacional para participar en la JMJ, el acto católico más multitudinario

El papa ya estuvo en Portugal en 2017, pero no visitó Lisboa y se limitó a presidir en Fátima las celebraciones por los 100 años de las apariciones de la Virgen  VER NOTICIA

DUEÑAS DE NUESTROS CUERPOS: ¿QUÉ TE PASA, GONZÁLEZ FAUS?


mujeres teologia zaragoza

 

Queridas compañeras,

después de leer con estupor el artículo que nuestro en otros momentos respetado González Faus escribió a raíz de las elecciones, no hemos podido por menos que plasmar toda esa indignación que nos ha brotado dentro en el siguiente escrito.

Lo transcribimos tal cual:

DUEÑAS DE NUESTROS CUERPOS

La lectura del artículo de González Faus publicado en Religión Digital bajo el título Carta a Yolanda Díaz: "No te he votado simplemente por tus vestidos” nos hizo pasar por una escalada de emociones: del asombro de la banalidad de los criterios usados en el discernimiento del voto, a la indignación por el trato que se daba a la líder y candidata a la Presidencia del Gobierno de nuestro país; al horror de la evidencia, expresada en dicho texto, de que sobre el cuerpo de la mujer se depositan los pecados de la explotación de la mano de obra de los países más pobres. 

Nosotras nos cuidamos, no somos vanidosas por definición. Cuidamos nuestro cuerpo y nuestra imagen sin intención de seducir a varón alguno. Parece que desde el Génesis no hemos adelantado mucho y que la lucha por una sociedad o un mundo más igualitario se disfraza con muchas caretas. En estos años de democracia, tan defendida, solo dos mujeres se han presentado como candidatas a las elecciones generales: Rosa Diez y Yolanda Diaz. No parece que el círculo masculino quiera perder su hegemonía política y deja como mucho en las vicepresidencias nuestro “techo de cristal”.

Regresemos al artículo, cuando se dice: "Quisiera decirte ahora por qué no te he votado. Simplemente por tus vestidos: por la cantidad, variedad y calidad de ropa con que aparecías cada vez en público". La pregunta que llega rápidamente a nuestra mente de mujeres es: ¿lleva usted la cuenta del número de camisas, corbatas, trajes, pantalones o chaquetas que usan sus compañeros políticos? Porque ellos también cubren sus cuerpos, pero el de ellos no está expuesto a la mirada culpabilizadora responsable del mal del mundo, de la Humanidad. Y, en el caso hipotético de no se cambiasen de ropa, eso tiene un adjetivo...

Se afirma en el artículo que "son prendas hechas en Bangladesh en unas condiciones criminales”. ¿Está seguro de que es así? Tristemente, como consumidores/as perdemos la información sobre el origen de los productos que adquirimos en todos los ámbitos de la vida de esta sociedad: deportes, calzado, alimentación... ¿Conoce usted el origen de su ropa interior? Señalar su procedencia parece arriesgado aunque no imposible. Y no se pregunta por la procedencia del vestuario del resto de candidatos. Hay un tema a solucionar sobre el consumo responsable y ético de nuestra sociedad.

La otra razón que se argumenta en el artículo es “Y otra de carácter feminista: acabar con la convicción de tantas mujeres de que su cuerpo (y el vestido que lo adorna o lo resalta) está hecho para agradar, atraer y excitar al varón". ¿De verdad sigue creyendo que los varones son el centro de nuestro mundo y que pivotamos entorno a ustedes? Decía Coco Chanel “Una mujer debería ser dos cosas: elegante y fabulosa”. Fíjese que en esta frase no aparecen ustedes. Lo sentimos. Cuando nos miramos en el espejo nos gusta vernos guapas y sentirnos libres con nuestro cuerpo desnudo o vestido. Retomamos otras citas de esta diseñadora: “La libertad siempre es elegante” y “Mantén la cabeza, los tacones y los principios altos”. Como ve, ustedes los varones siguen sin aparecer. Salen temas a debate: ¿debe existir una regulación sobre la manera de vestir de las mujeres? ¿Cuál es el objeto de la moda, atraer al macho o sentirnos bien con nuestros cuerpos?

Tristemente seguimos citando: “el mecanismo primario del varón es que cuando ve a una mujer, ve antes un cuerpo que una persona. “...Y sería bueno que vosotras ayudarais a esa tarea masculina en lugar de dificultarla: porque eso haría más fácil respetar vuestra dignidad y evitar el tópico ese de la “mujer-objeto”. ¿De verdad cree que el trabajo es nuestro? ¿Acaso debemos renunciar a las diferentes maneras de expresarnos a través de nuestro cuerpo, nuestra ropa y accesorios solo para que ustedes puedan respetarnos más? ¿No estará en sus miradas el problema? Ya ve, otro tema a pensar.

La verdad es que resulta lamentable que en los párrafos siguientes la relación mujer-varón se reduzca a un juego de seducción por parte de la hembra hacia el macho. ¡!Qué pobreza!! ¿No cree que en la seducción también juegan los varones o los machos (ya no sé qué términos emplear a estas alturas de este texto) en las campañas? Se quitan los trajes y las corbatas, lucen camisas de mangas largas pero arremangadas, muy rara vez usan polos y nunca camisetas, tal vez sean muy baratas. Se arreglan las barbas, los cabellos... y ellos son ¿de
derechas o de izquierdas? Parece que no importa pues el patrón es el mismo: ¿a quién quieren seducir? ¿A los otros machos de la manada?
Para casi finalizar, donde estén unas uñas de los pies pintadas... lo bonito que quedan esos pies en las sandalias... es uno de los placeres del verano para muchas de nosotras. No sé si usted mira los pies de las mujeres y de algunos varones en verano.

Y ahora sí, para finalizar, el subtítulo: "El decir es de izquierdas pero el vestir es de derechas... Ya me perdonarás". Esta frase nos obliga a la reflexión de si solo por lo visible, lo externo, debemos criticar a alguien. Recordemos que solo Él conoce lo que está en lo escondido, lo oculto. Y si no, recordemos la frase más pagana de “la mujer del César no sólo debe ser... sino también parecerlo”. De nuevo, qué tristeza que los valores que se defienden por las mujeres nos exijan un trabajo extra. ¿Qué tal preguntar el precio de los relojes, coches y motos de nuestros machos políticos? por usar su jerga.

Su artículo nos lleva a una reflexión y a un estudio en profundidad de lo que supone ser una mujer pública en el ámbito de la política. Gracias. 

Está claro que el patriarcado impregna esta sociedad y esta Iglesia, incluso a aquellos que en algún momento hemos considerado más "inspirados" 

Os invitamos a dejar vuestro comentario.

Y muchas gracias a Yolanda y a todas las mujeres que nos atrevemos a ser libres en una sociedad que no lo pone fácil.

 

A continuación,  el listado de todos los grupos que se adhieren a este escrito:

Revuelta de mujeres en la iglesia, Zaragoza 

Revuelta de Madrid

Mujeres en la Iglesia de Burgos por la igualdad

Revuelta de Vitoria-Gasteiz

Alcem la veu, Barcelona

Revuelta de Badajoz

Mulleres cristiás galegas Exeria

Revuelta de Córdoba

Revuelta de Granada

Revuelta de La Rioja

Dones creients de Valencia, de Alcem la veu de Valencia

Revuelta Asturias

Alcem la veu Valencia

Revuelta de Málaga

Tras las huellas de Sophia, Mexico

Gure hitza - Revuelta de Vizcaya

Mujeres y teología de Madrid

Mujeres y teología de Cabra

Revuelta de Sevilla

Revuelta de Andalucía

Mujeres y teología de La Rioja

Revuelta de Alicante

Mujeres y teología de Sevilla

Elizandrea, Pamplona

Red Miriam de espiritualidad ignaciana femenina

Revuelta de Salamanca

Mujeres y teología de Cantabria

Revuelta de Cantabria

Espiritualidad integradora cristiana

Foro cristiano de Zaragoza

CVX-E

Mujeres y Teologia Zaragoza

CARTA A YOLANDA DÍAZ: "NO TE HE VOTADO SIMPLEMENTE POR TUS VESTIDOS"


col faus

 

Hermana Yolanda:

Aunque soy un don nadie pero, en democracia, un voto es un voto venga de quien venga. Yo vengo ahora de votar, en uno de esos momentos confusos y miedosos que se producen a veces en la historia, en los que ya no se vota por este o por aquel sino que se elige entre egoísmo y solidaridad. Por eso quisiera explicar por qué no te he votado aunque estuve a punto de hacerlo.

Me he presentado otras veces como partidario del voto en blanco. Al PP o al PSOE no pienso votarles nunca mientras no lleguen a un pacto definitivo en dos puntos fundamentales: una ley de educación fruto de un acuerdo común y que no se cambie con cada gobierno; y resolver de una puñetera vez todo el escándalo que supone el bloqueo en la renovación de los miembros del CGPJ, y que parece que no les importa ni al uno ni al otro, o quieren utilizarlo el uno contra el otro. Vox por otro lado no me parece un partido ni un programa sino un síntoma que (como la fiebre) puede servir para que nos examinemos y analicemos pero no para que nos alimentemos.

En este contexto, siempre que te he oído, me he sentido muy identificado con lo que decías. Además el nombre de “Sumar” me parece significativo en estos momentos. Ello me hizo pensar durante estos días si debía cambiar mi vieja costumbre y votarte esta vez. Al final no lo he hecho y quisiera decirte ahora por qué. Simplemente por tus vestidos: por la cantidad, variedad y calidad de ropa con que aparecías cada vez en público. Eso no me gustó por dos razones.

 a.- La primera es una razón social. Tú sabes mejor que yo que toda esa ropa elegante está fabricada en Bangladesh y lugares parecidos, por empresas occidentales “deslocalizadas” (El Corte Inglés, Inditex, Cortefiel, Marks and Spencer y demás…), en unas condiciones laborales crueles que incluso han dado lugar a incendios y calamidades, con decenas de víctimas, y que han quedado impunes. Si toda la gente que se profesa de izquierdas se abstuviera de comprar esas ropas, sería el modo de obligar a todas esas empresas a volver a sus respectivos países y crear puestos de trabajo allí. Y creo que aquí las feministas tenéis una gran tarea.

Los nombres de izquierdas y derechas son muy arbitrarios: si conoces el evangelio, yo me divierto explicando que, en la parábola del juicio final (Mt 25), cuando están todos en frente del juez Jesús, resulta que los que están “a su derecha” son los de la parte izquierda del grupo; y los que están a su izquierda son los de la parte derecha… Pero creo que todo aquel que hoy quiere ser de eso que llamamos izquierdas, debe saber que no se trata solo de imponer conductas a los demás sino de imponérselas primero a sí mismo. Y, como aquel pobre viejo de la Biblia que decía “la voz es de Jacob pero las manos son de Esaú”, yo pensaba de ti: el decir es de izquierdas pero el vestir es de derechas... Ya me perdonarás.

b.- La otra es una razón feminista si, como espero, estaremos de acuerdo en que el feminismo no es un grupo de mujeres sino una colección de valores hoy muy necesarios (cuidado, delicadeza, respeto, no violencia, ternura…) que, por supuesto, son valores humanos (de unas y otros) pero se consideran más propios del ámbito femenino y que nosotros los machos estamos llamados hoy a recuperar.

Pues bien: en este contexto creo que hay algo muy machista introyectado todavía en la mentalidad de la mujer y que, en parte al menos, le quita libertad. Y es la convicción de que su cuerpo (y el vestido que lo adorna o lo resalta) está hecho para agradar, atraer y excitar al varón.

Esto puede tener su base natural y es el hecho de que en la relación sexual el macho tiene que “funcionar” (porque si no, se acaba el cuento). Pero en la medida en que la sexualidad pase de animal a humana, ese “funcionamiento” debería brotar de algo más que un estímulo físico. De hecho, el mecanismo primario del varón es que cuando ve a una mujer, ve antes un cuerpo que a una persona. La educación debe ayudarnos a nosotros a superar ese reflejo instintivo; la cultura de la imagen tiende hoy a incentivarlo. Y sería bueno que vosotras ayudarais a esa tarea masculina en lugar de dificultarla: porque eso haría más fácil respetar vuestra dignidad y evitar el tópico ese de la “mujer-objeto”.

Te cuento una anécdota que me resultó gráfica y expresiva: yo no sigo mucho las chorradicas esas de eurovisión y concursos parecidos; pero sé que hace poco hubo uno en el que España quedó tercera (Ucrania tenía que ser la primera y no sé si Inglaterra fue la segunda). Y cuento esto porque estando con un grupo de muchachos oí comentar literalmente: “¡Bah! Con solo que [no sé aquí quien era la concursante española] hubiese enseñado un poco más de teta y un poco más de nalga, nos llevamos el segundo premio”. Esto podrá ser una broma de mal gusto, pero creo que es reflejo de una mentalidad que existe, que está bastante extendida y que muchos medios de comunicación cultivan porque es fuente de audiencia y de ingresos.

Yo no he hablado de los vestidos en este sentido moralizante (lo que antes llamaban “provocativos”). Solo he querido criticar lo que me parece un exceso de importancia dada al vestido: porque repercute en un exceso de importancia dada al cuerpo de manera instintiva e inconsciente.

En este contexto me gustó ver que, en la confrontación a tres de TV1, no llevaras las uñas pintadas y te felicité por dentro. Parece un detalle ínfimo pero creo que es una obligación que os hemos inyectado los machos, no por razones estéticas sino para incentivar esa necesidad de llamar la atención. Cuando veo una mujer con las uñas pintadas suelo pensar: esta no se ha liberado aún de la obligación de llamarnos la atención. Y la cantidad de dinero que se tira en esa estupidez sería mucho más izquierdoso que fuera universalmente dedicada a gastos sociales.

En fin, querida Yolanda: esto era todo. No me atrevo a predecir qué pasará mañana, aunque me alegraré mucho por cada peldaño que subas. Pero prefiero evocar a la admirable Concepción Arenal de la que ya sabrás que prefirió una derrota electoral a una infidelidad a sus principios. Sus principios eran el voto de la mujer; la derrota se preveía porque, si votaban entonces las mujeres, votarían a la derecha aconsejadas por sus confesores (o, al menos, así me lo contaron a mí). Y así sucedió pero solo por aquella vez. Las cosas fueron cambiando. Y es que la historia es un auténtico venero de paciencia. Y hoy te deseo esa paciencia con un abrazo bien fraterno.


INTERROGANTES DE LA SINODALIDAD


col gerardo

 

Estamos en la Iglesia plenamente metidos en el tema de sinodalidad. Es un largo camino que requiere muchos pasos. Y surgen muchos interrogantes. Por ejemplo, en la comunidad cristiana se siguen organizando las cosas muy lejos de un estilo sinodal. Hoy se siguen nombrando a los obispos y a los curas, no con la participación del pueblo creyente, sino por decisión y nombramiento del papa y de las autoridades. En medio del debate, se están realizando nombramientos de obispos, cardenales, desde la decisión del papa. Y eso se propaga en cadena, porque los cardenales, hechos a opinión del que manda, nombrarán obispos y cardenales según su molde. Y así se estira la lista. Luego esos obispos eligen a vicarios, sacerdotes…

A pequeña escala, se nombra a los curas para las parroquias según la voluntad de los obispos y a lo sumo de los vicarios.

Quiero una iglesia que no sea pirámide, sino círculo, asamblea. ¿Dónde están los seglares, el pueblo de Dios?

Largo y lejos veo el día de la sinodalidad.

Y en terreno de la mentalidad teológica, de la formación, se impone en cada diócesis según la ideología de los guías de la diócesis. Cada obispo decide la teología que se ha de vivir en la comunidad diocesana.

Cada vez se hace más decisiva la opinión y la decisión del papa. Todos cortados con el mismo patrón: desde el colegio asesor, cardenales, obispos y presidentes de los episcopados, hasta los coadjutores, sacristanes y monaguillos. ¿Dónde queda la opinión y la decisión del pueblo de Dios?

Ha llegado a nuestras manos el borrador de instrumentum laboris. ¿Cuántos cristianos normales pueden entender y opinar sobre esos esquemas? ¿Hay otra forma de empezar sencillamente por la experiencia y la opinión de la gente sencilla?

Y no puede quedarse el sínodo simplemente como cosa de la Iglesia. Es preciso que de alguna forma entren en él los no creyentes, los alejados. Hay que convertir esa intención inicial en realidad. Me gustaría enormemente la participación efectiva de feligreses y hasta los no creyentes. El pueblo sencillo tiene mucho que decirnos y grandes sugerencias que aportar. Y si les preguntamos y contamos con su opinión “enriqueceremos” el proceso sinodal.

Es muy triste que la mayoría de los fieles se quede simplemente con la idea de que ha habido un sínodo. Pero sin saber qué han dicho y sin su aportación. Quiero una Iglesia que no sea pirámide, sino Pueblo de Dios, comunidad. No pirámide sino círculo.

 

MANOS UNIDAS: LA TRATA DE SERES HUMANOS DESFIGURA LA DIGNIDAD


religion digital

 

(Manos Unidas).- En 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata. En la resolución, aprobada el 18 de diciembre de 2013, se señala que esta jornada es necesaria  para «concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos».

Manos Unidas se suma a este día de denuncia y sensibilización contra la trata, uno de los mayores atentados contra la dignidad de las personas que pueden darse. Así lo explicaba el papa Francisco el pasado mes de febrero:

«La explotación y el sometimiento limitan la libertad y convierten a las personas en objetos de usar y tirar. Y el sistema de trata se aprovecha de las injusticias y desigualdades que obligan a millones de personas a vivir en condiciones vulnerables».

La trata de personas, que se da en todos los países del mundo, es una de las actividades ilícitas que más debería avergonzar a los seres humanos, no en vano es calificada por muchos como «la esclavitud del siglo XXI». Porque, la trata no es más que un comercio ilegal que vende y compra seres humanos para convertirlos en mercancías de explotación.

Según Naciones Unidas «las personas que sufren pobreza, acceso limitado a la educación o a un trabajo digno, discriminación, violencia o abusos, o que proceden de comunidades marginadas suelen ser las principales víctimas de los traficantes».

Datos sobre la trata a tener en cuenta

Naciones Unidas establece que el 42% víctimas de la trata son mujeres, el 23% hombres, el 18% niñas y el 17% niños.

Las mujeres y los niños son sometidos a violencia física o extrema a manos de tratantes en una proporción tres veces superior a la de los hombres.

La explotación sexual es el destino del 38,7 % de las personas atrapadas en las redes de trata. La mayoría de ellas son mujeres y niñas. Los hombres y niños son destinados, fundamentalmente, al trabajo forzado.

"En los últimos tres años, Manos Unidas ha destinado casi dos millones de euros a 32 proyectos para combatir la trata, el tráfico de personas y el trabajo infantil. Unas iniciativas que han apoyado, de manera directa, a 54.000 personas"

La trata: un negocio lucrativo en Perú

La trata de personas mueve al año 1.300 millones de euros en Perú. De ellos 700 millones corresponden a la explotación laboral y 600 millones a la explotación sexual. La pobreza es la principal causa de la trata en Perú. «Y esto se ha agudizado con la pandemia, que ha llevado al país a una regresión de diez años», asegura Wilmer Fernández, director de Radio Cutivalú. Es una de las actividades ilegales más lucrativas para las redes criminales.

Uno de los proyectos para prevenir la trata de personas que apoya Manos Unidas se localiza al norte de Perú, en las regiones de Piura y Amazonas, que hacen frontera con Ecuador y que están conectadas por las carreteras Panamericana y Fernando Belaunde Terry. Además de un corredor económico, dichas vías constituyen un pasaje de transito humano entre la Amazonía y la costa peruana.

El corredor acoge tanto actividades formales como informales lo que deriva en problemáticas asociadas al consumo de alcohol y drogas y la proliferación de prostíbulos y cantinas donde se abusa de mujeres de escasos recursos. A esto hay que añadir la situación de las personas migrantes venezolanas, que en Perú son más de un millón y que, mayoritariamente, entran en Perú a través de la frontera con Ecuador. De esta manera, el corredor se convierte en una zona de captación, traslado y destino de mujeres víctimas de trata de personas. Desgraciadamente, en este corredor, a diferencia de otros similares, no se visibiliza el problema en su magnitud y existe cierto grado de normalización social, que confunde interesadamente la trata con la prostitución.

"Existe cierto grado de normalización social, que confunde interesadamente la trata con la prostitución"

«Hay muchas niñas de la zona rural, niñas de Puira, que se ven engañadas por las mafias, que se acercan a ellas con ofertas de empleo», explica Fernández. «Y la trata debe verse como un delito, sobre todo, de explotación sexual», afirma.

El proyecto puesto en marcha por Radio Cutivalú, institución de origen jesuita fundada en 1984, y Manos Unidas tiene como fin fortalecer las capacidades sociales en las comunidades en las que trabaja y encontrar mecanismos de prevención de la trata de personas. 

Es un proyecto «intercultural», explica el director de Radio Cutivalú. El público objetivo de la iniciativa está compuesto por mujeres lideresas, docentes indígenas y no indígenas de instituciones educativas de secundaria, estudiantes de secundaria, dirigentes de organizaciones sociales de base de las regiones Piura y Amazonas y corresponsales de radio de 3 regiones. «Vamos a trabajar con poblaciones campesinas de Piura, con poblaciones de migrantes y con poblaciones amazónicas indígenas», relata Fernández.

Por eso, como medio de comunicación Radio Cutivalú va a incorporar esta temática en su programación, dando a conocer y sensibilizando a la población sobre el problema de la trata. Y, además, se dirigirán los más jóvenes a través de actividades específicas para ellos. 

"La trata de personas mueve al año 1.300 millones de euros en Perú. De ellos 700 millones corresponden a la explotación laboral y 600 millones a la explotación sexual"

Para Wilmer Fernández esta será la manera de lograr que la gente vaya conociendo «y vaya teniendo la información y las herramientas para poder distinguir cuando estamos frente a una situación de trata». 

-La trata de personas mueve al año 1.300 millones de euros en Perú. De ellos 700 millones corresponden a la explotación laboral y 600 millones a la explotación sexual.

-La pobreza es la principal causa de la trata en Perú. «Y esto se ha agudizado con la pandemia, que ha llevado al país a una regresión de diez años», asegura Wilmer Fernández, director de Radio Cutivalú.

-Es una de las actividades ilegales más lucrativas para las redes criminales.

 

Religión Digital

SIGUIENDO POR ALEMANIA: ¿PARA QUÉ, TODAVÍA, LA IGLESIA?


col jm vigil

 

Para hablar de la situación religiosa en Alemania, nos acompaña esta vez, desde allí mismo, el doctor Stefan SILBER, profesor de teología dogmática y fundamental en la Universidad de Vechta, que fue durante años misionero laico en Bolivia, muy involucrado en la pastoral y en la docencia teológica en Cochabamba. Con él la palabra:

«Bajo esta pregunta se puede resumir múltiples crisis en Alemania: es una duda que se presenta a nivel individual o personal, comunitario y nacional: ¿Para qué sirve, en una sociedad cada vez más secularizada, la Iglesia, sea católica o protestante? ¿Para qué sirve, en mi vida personal, incluso en mi espiritualidad, ser todavía miembro de una iglesia?

El año pasado, 522.821 personas en Alemania respondieron, más o menos, que “para nada”, y terminaron oficialmente su membrecía en la Iglesia católica. Unos 380.000 miembros de las grandes iglesias evangélicas –luteranas y reformadas– dieron el mismo paso. Fue el número de bajas más alto de la historia. Católicos y protestantes ya no representan la mayoría de la población alemana, y lo que se muestra en las estadísticas es un hecho todavía más notorio a nivel de la sociedad civil: las iglesias ya no son un factor importante en la sociedad y la política alemanas.

La Iglesia Católica en Alemania –voy a limitarme ahora a mi propia comunidad– ha contribuido mucho a desarrollar una imagen negativa de sí misma en los últimos años: de mala gana, los obispos admitieron, desde 2010 más o menos, poco a poco, que no solamente miles de niños y niñas, jóvenes y adultos habían sufrido violencia sexual (y otras) de parte de sacerdotes católicos, sino que además los obispos y las administraciones diocesanas habían hecho todo lo posible para que estos hechos no salieran a la luz ni mucho menos pudieran ser castigados.

Hasta el presente, el arzobispo de Colonia, el cardenal Woelki, gasta un montón de dinero en abogados y comunicadores para desmentir y perseguir judicialmente las acusaciones de encubrimiento en su contra. La Iglesia es identificada, en los medios de comunicación, como una organización criminal, o al menos de encubrimiento.

Otro tema que contribuye al rechazo público que experimenta la Iglesia en Alemania, es la mala administración de sus grandes fortunas. Su riqueza económica tiene causas históricas, pero muchos la relacionan con el sistema del “impuesto para la Iglesia” (Kirchensteuer). En Alemania, este impuesto se descuenta directamente de los ingresos de cada trabajador y empleado que es miembro de una Iglesia; este es el motivo, por el que es posible dejar esta membrecía en una oficina del Estado.

Lo curioso es que mientras en las últimas décadas la membrecía de la Iglesia cayó considerablemente (medio millón de católicos, como ya hemos dicho, en el año 2022), los ingresos por ese impuesto siguen creciendo cada año. Este dinero es administrado (y no pocas veces despilfarrado) por las diócesis, y casi no llega a las comunidades y parroquias, que sufren, desde hace varias décadas, la necesidad de reducir gastos. ¿Para qué seguir pagando el impuesto a la Iglesia?, es la pregunta de muchos al ver los descuentos mensuales de su salario.

Todo ello realmente no presentaría un problema mayor, si la Iglesia pudiera ofrecer una respuesta a la pregunta de para qué sirve. Sin embargo, a nivel local la escasez de sacerdotes lleva a una reducción de actividades pastorales. Aunque la Iglesia alemana cuenta con un gran número de diáconos permanentes, teólogas y teólogos laicos empleados para el servicio pastoral y otro personal calificado, las administraciones diocesanas han reducido consecuentemente el servicio pastoral en las comunidades y parroquias. Todo tiene que ser centralizado en las pocas sedes parroquiales que todavía cuentan con un sacerdote, y no se fomenta el compromiso de las y los fieles que todavía quieren comprometerse a vivir su fe en una comunidad eclesial. Aumentan el clericalismo y la supremacía arrogante de gran parte del clero, con el apoyo de una parte (cada vez menor) del laicado.

En estas circunstancias, el llamado “Camino sinodal” de la Iglesia en Alemania, no ha podido pretender solucionar todos los problemas que se han presentado. Al menos ha dado un paso para mostrar algunas soluciones para la equidad de género, el abuso de poder en la Iglesia y la necesaria transformación de la moral (¡y la teología!) sexual. Puso al desnudo, al mismo tiempo y más o menos involuntariamente, una profunda división en la Iglesia. Fue la primera vez que se hicieron públicos los desacuerdos fundamentales entre algunos obispos. Una minoría muy pequeña de la Iglesia alemana -que tuvo a su disposición los medios de comunicación, pocos obispos alemanes y algunos cardenales de la curia romana-, vociferó fuertemente contra supuestas irregularidades y heterodoxias de la Iglesia en Alemania.

Sin embargo, al público secularizado en Alemania le dejaron indiferente los pocos avances del camino sinodal. En este país, desde 2017 todas las parejas que quieren pueden contraer un matrimonio civil, y si son homosexuales, pueden registrar a sus hijos –propios o adoptivos– como dos padres o dos madres. Desde 2018, las personas no binarias pueden registrarse oficialmente como “diversas”, y las discriminaciones por género son discutidas y repudiadas públicamente. Los pocos avances de la Iglesia, que ni siquiera han llegado a transformarse en estructuras o prácticas nuevas, se consideran como los esfuerzos de algunos rezagados poniéndose finalmente al día.

¿Para qué todavía la Iglesia? Desde la perspectiva del público secular –y en primer lugar de las generaciones menores de 50 años– la Iglesia no contribuye a la sociedad en nada positivo. Los obispos casi ya no se pronuncian públicamente en asuntos políticos, y cuando lo hacen –como en la actual crisis de la guerra en Ucrania– simplemente hacen eco a la postura del gobierno, o siguen repitiendo sus posiciones expiradas hace tiempo.

Es obvio que muchos en la Iglesia confían en los privilegios que su estatus legal da a las Iglesias en Alemania. Por la Constitución alemana y por contratos y leyes del pasado, ella no solamente dispone de los abundantes ingresos del impuesto para la Iglesia. Además, el Estado tiene que pagar directamente los sueldos de obispos y otros altos rangos de las diócesis (los controvertidos “Staatsleistungen”), tiene que garantizar (y pagar por) la enseñanza religiosa (confesional) en las escuelas públicas, proporcionar facultades e institutos teológicos en las universidades, y exime a las Iglesias de grandes partes del régimen tributario.

Encima de esto, paga subsidios a muchas obras sociales, caritativas y de educación de la Iglesia. Como es muy difícil –tanto legal como políticamente– introducir cambios en este complicado sistema de interrelaciones entre Estado e Iglesias, parece muy probable que, en un futuro cercano, lo más estable de las Iglesias serán sus sistemas administrativos y financieros, aunque la vivencia de la fe, las comunidades y hasta las personas individuales desaparezcan.

Pero éstas no desaparecen: se nota que cada vez más las personas y las comunidades empiezan a organizar su vivencia de fe independientemente de las instituciones eclesiales. Hay cada vez más personas que renuncian a su membrecía católica precisamente por motivos de fe, y buscan nuevos lugares y nuevas comunidades para compartirla. Por el momento, éstas son experiencias muy minoritarias, precarias y efímeras. Estas comunidades, sin embargo, tendrán la oportunidad de demostrar para qué sirve, si no la Iglesia, al menos la fe vivida en comunidad: hay comunidades de fe que se comprometen en el rescate y la acogida de migrantes y refugiados, otras trabajan por una nueva conciencia ecológica frente al cambio climático, otras abogan por la no violencia en tiempos de guerra, etc.

Estas comunidades y pequeños movimientos proféticos (o “minorías abrahámicas” como los llamara Dom Hélder Câmara) no son un factor muy representativo de la Iglesia en Alemania, pero tampoco se las puede desestimar. No aparecen en las estadísticas, y muchos de sus integrantes ya no pertenecen a ninguna de las Iglesias. Sin embargo, son ellas las que dan respuesta a la pregunta que intitula este texto: es preciso que transformemos la concepción que tenemos de “la Iglesia”».

 

José María Vigil

Religión Digital

EL SENTIDO DE LA VIDA


col otalora

 

Los seres humanos buscamos algún significado a nuestra existencia que la ciencia no puede responder: ¿De dónde vengo?, ¿por qué y para qué existo? ¿Me ha creado alguien? ¿Quién ha dispuesto las leyes físicas que rigen nuestra existencia y el Universo? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Hay otra vida después?

Podemos imaginar que el ser humano es un proyecto sin sentido. Pero igualmente puede ser visto como un proyecto divino creado por amor para vivir en plenitud. Cuando vivimos de espaldas a nuestra realidad espiritual perdemos el sentido de la existencia y enfermamos; no hay más que ver el boom de patologías mentales de los últimos años. Muchas veces, los suicidios tienen que ver con esto, con la pérdida del sentido de la vida que, no lo olvidemos, es una parte esencial de la inteligencia espiritual.

Fedor Dostoievsky escribió la experiencia de sus años condenado a trabajos forzados en Siberia (Memorias de la casa muerta). En sus páginas autobiográficas afirma que no le parecieron tan duros. Sin embargo, cambia el tono cuando se detiene en la obligatoriedad de realizar tareas sin un fin racional, totalmente inútiles para los reclusos. El gran novelista ruso llegó a pensar que si alguien quisiera aniquilar a un ser humano con un castigo horrible, bastaría con darle un trabajo completamente inútil y sin sentido. El nivel de desesperación que ello produce puede llevar fácilmente a la locura. Lo esencial de esa tortura era, precisamente, provocar el sinsentido vital.

Existen motivaciones externas al individuo, como ganar dinero o reconocimiento social. Y motivaciones internas centradas en ayudar a gente necesitada que no esperan recompensas más allá de la propia autorrealización y el crecimiento personal.

Lo importante es comprender que todos tenemos la capacidad de sentirnos motivados en lo pequeño y en lo grande. Ante cualquier circunstancia, aunque sea de sufrimiento extremo, podemos aferrarnos a una razón para vivir. Fruto de esas reflexiones y de su experiencia como superviviente de varios campos de concentración, Viktor Frankl se especializó en el sentido de la vida al considerarlo la fuerza de motivación principal del ser humano. El sentido vital entendido como la visión positiva de la existencia y de uno mismo, lo que entendemos por la autorrealización personal. Lo que Dostoievsky y Frankl experimentaron es que un prisionero, cuando perdía la fe en su futuro se entregaba, estaba abocado a morir.

La gran ayuda para sobrevivir es la conciencia de que la vida propia tiene un sentido aun en las peores condiciones (familia, planes varios, fe…). Cuando esto no se logra, surge una frustración asociada a la desesperanza y a la duda sobre la propia vida; un vacío ante la ausencia de metas vitales. En esto Frankl y Nietszche coincidían cuando este último señaló que la persona que tiene un por qué para vivir, puede soportar cualquier cómo.

Vivir humanamente no significa algo vago, es algo muy real y concreto que configura el destino de cada persona, distinto y único en cada caso; no uno genérico para cualquier ser humano. El equilibrio psíquico no reside en la ausencia de tensiones, sino en la tensión entre lo que somos y lo que queremos ser, nos dice Frankl. Esto es fundamental. Si no asumimos este conflicto con responsabilidad, caemos en el vacío existencial. El sufrimiento se hace tolerable cuando adquiere un sentido concreto por la fe o por la solidaridad (cuidar a un enfermo, ser un buen médico, ayudar a un vecino, etc.).  Y el sentido no lo inventamos, sino que lo descubrimos cada uno interiormente.

No busquemos vivir sin tensiones, sino más bien esforzarnos por alcanzar las metas, nuestros sueños. En este sentido, el dolor es un potenciador de la vida y deja de ser sufrimiento cuando encontramos un sentido. Incluso transformarlo en amor, como señalaba Hans Küng. De ahí la importancia de leer biografías por la perspectiva que atesoran.

Ludwig Wittgenstein, uno de los pensadores existencialistas del siglo XX, señalaba que si la ciencia resolviera todos los problemas científicos, los grandes problemas de la humanidad seguirán siendo problemas sin resolver; y ahí siguen, como el hecho de la muerte y la finalidad y el sentido de la vida, para qué existimos. Pero la ciencia es compatible con una visión espiritual y religiosa del mundo, y el diálogo entre ellas es complementario.

En medio de la aparente penumbra, es posible dar un vuelco a la percepción de existencia y a su comprensión desde la capacidad que todos tenemos de 'despertar' al sentido de la existencia. Una enfermedad grave puede producir trasformaciones de gran calado, incluso la aceptación de la muerte o visión más cabal de la importancia del amor al prójimo y un menor interés por los logros materiales; una creciente fe en la dimensión espiritual de la vida. Y naturalmente que puede producir una mejor disposición para buscar el sentido de la vida después de la muerte.

En realidad, no importa lo que esperamos de la vida, decía Frankl, sino lo que la vida espera de nosotros y de nuestra contribución a mejorar lo que nos rodea. Y de paso, mejorar nosotros en todos los sentidos.

 


LA VOCACIÓN NUNCA ES PARA MÍ, LA VOCACIÓN ES PARA EL PUEBLO DE DIOS


col modino

 

Retomar las vocaciones en la Iglesia, retomar las vocaciones en el pueblo de Dios fue el desafío que el cardenal Leonardo Steiner, arzobispo de Manaos, presentó a los participantes en el Encuentro de Pastoral Vocacional que tiene lugar en el Seminario San José de Manaos, del 7 al 9 de julio. Un encuentro que se lleva a cabo dentro del III Año Vocacional que está realizando la Iglesia de Brasil.

Concebir a la Iglesia como pueblo de Dios

Todos pertenecemos al pueblo de Dios y es necesario concebir la Iglesia como pueblo de Dios", dijo el cardenal Steiner, afirmando que "somos hijos del Verbo encarnado, somos hijos de Jesús crucificado y resucitado". Es por eso que "todos estamos llamados a vivir el discipulado" señaló, recordando que el Documento de Aparecida nos llama a todos a ser discípulos misioneros, algo que viene del Bautismo, que es la primera llamada, por el hecho de pertenecer al pueblo de Dios.

El modo de ser discípulos misioneros tiene una gran diversidad dentro de la Iglesia. Según el cardenal, "para que el pueblo de Dios camine, para que el pueblo de Dios se dinamice, para que el pueblo de Dios sea pueblo de Dios, el Espíritu Santo está suscitando acciones dentro de la Iglesia y está suscitando diferentes ministerios, diferentes servicios pastorales". Por ello, pidió a quienes trabajan en la pastoral vocacional que ayuden "a nuestras comunidades a reflexionar, a pensar, a rezar sobre las vocaciones a las que cada uno está llamado, pero por el bien del pueblo de Dios".

Vocaciones para que el pueblo de Dios sea servido

Insistió en no ver la vocación como algo en beneficio propio, afirmando que "la vocación nunca es para mí, la vocación es para el pueblo de Dios". Se trata de todas las vocaciones, que son "para la visibilidad del Reino de Dios", llamando a abordar la cuestión vocacional "para que el pueblo de Dios sea servido, para que el pueblo de Dios sea más dinámico, para que nuestra Iglesia sea cada vez más Iglesia en salida, para que nuestra Iglesia sea cada vez más Iglesia samaritana, para que nuestra Iglesia sea cada vez más misericordiosa, para que nuestra Iglesia sea cada vez más consoladora".

El trabajo vocacional tiene que mirar no sólo a la llamada, sino a la misión dentro del pueblo de Dios, según el arzobispo de Manaos. Contó su experiencia de vida infantil, en una "comunidad que tenía conciencia de ser comunidad", una comunidad que hace más de 60 años, no teniendo presbítero, la comunidad se reunía para la oración y la lectura de la Palabra de Dios, "siempre con la conciencia de que pertenecían a la Iglesia y de que tenían un papel importante dentro de la Iglesia", hasta el punto de enviar a alguien a formarse para ser maestro y catequista, y de rezar siempre al final de las celebraciones por las vocaciones.

Cuando el primer sacerdote llegó a aquella región, no se apoderó de la comunidad, se dio cuenta de que era una Iglesia organizada y entró dentro de la dinámica, hizo ver al cardenal. Por eso, al hablar de vocación, "estamos hablando de la vocación del Bautismo, esta responsabilidad de sentirse Iglesia, laicos y laicas que se sienten Iglesia, celebran como Iglesia", destacando la importancia de los muchos ministerios presentes en la Iglesia hoy, "que ayudan a nuestras comunidades a sentirse comunidad, a sentirse pueblo de Dios", llamando a mostrar como Pastoral Vocacional en primer lugar que "somos pueblo de Dios y que como pueblo de Dios, ser laicos y laicas dentro de la Iglesia es una vocación".

Importancia de la vocación laical

El punto más esencial del servicio de acompañamiento vocacional es mostrar "este aspecto de responsabilidad de la comunidad, de los bautizados, de las bautizadas, este ser Iglesia". En este sentido, pensando en la sinodalidad, el cardenal Steiner, que será miembro de la Asamblea sinodal del Sínodo, subrayó "la importancia de la vocación laical". Una toma de conciencia de ser pueblo de Dios que haría a cada bautizado mucho más activo dentro de la sociedad, mucho más presente en la cuestión de la justicia, de la política, pero como Iglesia.

Toda vocación se basa en ser Iglesia, "primero somos bautizados, luego asumimos las vocaciones a las que Dios nos llama", subrayó el purpurado. El Sínodo nos ayuda a darnos cuenta de que "nuestra Iglesia sólo es Iglesia en la medida en que todos participamos activamente, asumiendo nuestra responsabilidad como bautizados y bautizadas", algo que se concreta en las asambleas a diferentes niveles que tienen lugar en la Iglesia de la Amazonia, y que son "signo de nuestra sinodalidad", viendo el ser obispo, sacerdote, vida consagrada como "estar al servicio del pueblo de Dios", como "manifestación de la Iglesia al servicio del Reino de Dios", reconociendo la importancia de cada vocación, pero siempre dentro del pueblo de Dios, donde cada uno asume una función.

"Ninguna vocación es más, ninguna vocación es menos, sino todas al servicio", subrayó el arzobispo, que ve las vocaciones como "comprender mejor la llamada que Dios hace", insistiendo en que la vocación "no es sólo una opción personal", una llamada que es un compromiso. Llamó a entender la vocación como una llamada, a vivir "el encanto que va dando la fidelidad, que va dando la madurez, que va abriendo horizontes, y entonces la vocación se asume con gratitud".  Por último, pidió entender la vocación como responsabilidad y que todas las comunidades recen por las vocaciones.

 

Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

Religión Digital

¿QUÉ IGLESIA SE VA A ENCONTRAR EL PAPA FRANCISCO EN SU VIAJE A PORTUGAL?


col borges

 

A pocos días del inicio de la Jornada Mundial de la Juventud, dejo aquí, también en base a preguntas de periodistas, incluso extranjeros, algunas notas dispersas sobre la Iglesia en Portugal.

Genéricamente diría que su estado general es un poco estancado, le falta dinamismo. Entre los puntos más positivos, me parece justo subrayar, de lo que nadie dudará, el papel social que la Iglesia juega para los más vulnerables, concretamente a través de las IPSS (instituciones privadas de solidaridad social), insustituibles, pero también a través de otras instituciones como el Banco de Alimentos, las Conferencias Vicencianas de San Vicente de Paúl… La Iglesia también juega un papel importante y decisivo en la salvaguarda de valores esenciales, como la familia, la dignidad humana, la solidaridad…

Aspectos negativos. Escaso dinamismo pastoral, un clero envejecido… Destaco que la Universidad Católica de Portugal, con su Facultad de Teología, debe desempeñar un papel más activo y dinámico en la evangelización y en cuanto a las cuestiones éticas, es decir, la bioética...

Reconocida por los medios

Quiero subrayar que la Iglesia católica sigue siendo una realidad pública reconocida incluso por los medios de comunicación.

En este contexto, es importante presentar datos estadísticos. Según el Censo de 2021, los católicos constituyen la gran mayoría de la población: el 80,2% se declara católico (en 2011, eran el 88%); El 14% dice no seguir ningún credo religioso. Otro estudio, de 2022, sobre “Los jóvenes, la fe y el futuro” revela que el 56% de los jóvenes entre 14 y 30 años se declara católico y el 34% dice rezar regularmente y participar en celebraciones. Mariano Delgado, director del Instituto para el Estudio de las Religiones y el Diálogo Interreligioso de la Universidad de Friburgo/Suiza, señala que “casi ningún otro país europeo tiene estadísticas tan favorables para la Iglesia católica”. Cabe señalar, por ejemplo, que, según una encuesta reciente, más de un tercio de la población italiana, el 37%, se declaran “no creyentes”.

Por supuesto, la práctica religiosa tiende a caer debido a la secularización y también a la forma de celebrar. También en este nivel, necesitamos una reforma profunda. Las celebraciones tienen que ser más animadas, ya que corren el riesgo de convertirse en un ritual seco. Las homilías son generalmente un desastre. En este contexto, creo que obispos y sacerdotes deberían aceptar el desafío de ir al otro lado, es decir, disfrazados, asistiendo a los fieles para sentir lo que se llevan de estas celebraciones, tomando conciencia de un cierto vacío.

Entre los mayores desafíos está, ciertamente, una creciente secularización, en el sentido de que la religión ya no es tan decisiva como lo era para la autocomprensión y realización de las personas en los diferentes ámbitos de la vida. Así, cada vez hay menos matrimonios por la Iglesia y aumenta el número de divorcios… El Estado ha legalizado el aborto, acaba de legalizar la eutanasia activa…

Pero estoy convencido de que la Iglesia todavía encuentra un lugar en el mundo moderno, un lugar central, ya que es la portadora del mensaje decisivo del Evangelio, la mejor noticia que la Humanidad ha escuchado a lo largo de su Historia. Como dice la palabra Evangelio, que viene del griego: buena noticia y de felicitación. Jesús dio a la humanidad el Evangelio, esta buena y congratulatoria noticia: Dios es bueno, es Padre y Madre, ama a todos sus hijos e hijas y su mayor interés es el gozo, la felicidad, la plena realización de todos. Por tanto, la Iglesia lleva consigo no sólo el mandamiento de Dios de la justicia y la paz, sino también el mensaje del sentido último de la existencia: no caminamos hacia la nada, sino hacia la plenitud de la vida en Dios.

La sacudida de los abusos sexuales 

Por tanto, la transformación de la Iglesia sólo puede tener lugar verdaderamente si todos, empezando por los obispos, los sacerdotes, los cardenales, se preguntan: ¿realmente creo en este mensaje?, ¿es bueno para mí?, ¿para mí? De hecho, solo si lo considero existencialmente bueno y feliz para mí, podré entregarlo con confianza también a los demás.

Naturalmente, la confianza en la Iglesia se vio sacudida por los abusos sexuales. Como dice un estudio recién publicado, el 68% de los portugueses piensa que la imagen de la Iglesia se agravó en el último año precisamente por tener que lidiar con los resultados de la investigación por abuso sexual. Al mismo tiempo, el estudio muestra que el 72% pensó que era bueno o incluso muy bueno que la Conferencia Episcopal Portuguesa creara la Comisión Independiente para un estudio independiente de los abusos de la Iglesia desde 1950, pero el 42% piensa que la misma Conferencia Episcopal respondió mal o muy mal a los resultados obtenidos por la Comisión, mientras que el 33% piensa que su actuación no fue “ni buena ni mala”.

JMJ: "Un impacto más positivo que negativo"

En otra encuesta sobre la confianza en las instituciones, en relación a la Iglesia Católica el 42% dice que tiende a confiar y el 53% tiende a desconfiar.

Es importante señalar que forma parte del programa de la visita del Papa Francisco para presidir la Jornada Mundial de la Juventud, un encuentro con un grupo de personas abusadas.

Significativamente, esta misma encuesta muestra que el 79% cree que la Jornada Mundial de la Juventud, con la presencia del Papa Francisco, tendrá un impacto más positivo que negativo. Personalmente, también pienso que, con la presencia de más de un millón de jóvenes venidos de todos los continentes y de casi todos los países, de diferentes colores, lenguas, culturas y credos, podría constituir una especie de microensayo de cómo un mundo en el diálogo, en la justicia y en la paz es posible.

 

Anselmo Borges (Padre y profesor de Filosofía)

Religión Digital

REVELACIÓN

fe adulta

col depalma

 

“¡Qué bien estamos aquí!” Esas son las palabras de Pedro, según el relato de Mateo 17,1-9, cuando estaba rodado por Jesús, Juan y Santiago en lo alto de una montaña. Y sigue diciendo Pedro: “haré aquí tres tiendas” al percibir que Moisés y Elías -los grandes protagonistas de la historia de salvación de Israel- entran en diálogo con Jesús. Se trata de un momento especial de revelación que parece como un adelanto de la resurrección de Jesús. 

El lugar es significativo. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, la montaña es un lugar privilegiado de revelación. El Monte Sinaí, por ejemplo, llamado también Monte Oreb o Monte del Señor, es uno de los lugares más sagrados e importantes de Israel, por ejemplo para la revelación de Dios a Moisés (Éx 3,1), o para la huida de Elías donde pasa cuarenta noches bajo la protección de Dios (1 Re 19). En el NT, es también un lugar de huida o de soledad (Jn 6,15) y un espacio propicio para la oración (Lc 6,12-19), a la vez que se mantiene como el sitio ideal para la revelación y manifestación de la presencia de Dios (Mc 9,2-13; Lc 9,28-36; Mt 17,1-9). En una montaña alta, los discípulos tienen una visión (v. 9), perciben una voz (v. 5 ) y también a Moisés y de Elías conversando con Jesús (v. 3).

Es una visión que acontece en un lugar concreto -la montaña- y aparentemente en un momento concreto pero que no pueden contarla a nadie hasta que Jesús resucite. Es como una percepción anticipada de esta vida del Resucitado en plenitud.

¿Qué nos puede decir este relato a los creyentes de hoy? ¿Podemos tener alguna experiencia de este “estar bien” tan propio de una Vida en plenitud? ¿Podemos percibir la presencia de nuestros antepasados en la fe? ¿Tenemos experiencia de la cercanía y contacto de un Jesús resucitado y lleno de luz? La montaña puede estar a nuestro alcance. Nuestros antepasados siempre están ahí. El presente puede ser, por lo menos en algunos instantes, el tiempo de presencia y cercanía. En algunos momentos hemos podemos decir: “Qué bien estamos aquí”. Tal vez son algunas señales que anticipan la plenitud de lo que está por venir.


DADLES VOSOTROS DE COMER 18 Tiempo ordinario – A (Mateo 14,13-21)

col pagola

 El evangelista Mateo no se preocupa de los detalles del relato. Solo le interesa enmarcar la escena presentando a Jesús en medio de la «gente» en actitud de «compasión». Lo hace también en otras ocasiones. Esta compasión está en el origen de toda su actuación.

Jesús no vive de espaldas a la gente, encerrado en sus ocupaciones religiosas e indiferente al dolor de aquel pueblo. «Ve el gentío, le da lástima y cura a los enfermos». Su experiencia de Dios le hace vivir aliviando el sufrimiento y saciando el hambre de aquellas pobres gentes. Así ha de vivir la Iglesia que quiera hacer presente a Jesús en el mundo de hoy.

El tiempo pasa y Jesús sigue ocupado en curar. Los discípulos le interrumpen con una propuesta: «Es muy tarde; lo mejor es “despedir” a aquella gente y que cada uno se “compre” algo de comer». No han aprendido nada de Jesús. Se desentienden de los hambrientos y los abandonan a su suerte: que se «compren comida». ¿Qué harán quienes no puedan comprar?

Jesús les replica con una orden tajante, que los cristianos satisfechos de los países ricos no queremos ni escuchar: «Dadles vosotros de comer». Frente al «comprar», Jesús propone el «dar de comer». No lo puede decir de manera más clara. Él vive gritando al Padre: «Danos hoy nuestro pan de cada día». Dios quiere que todos sus hijos e hijas tengan pan, también quienes no lo pueden comprar.

Los discípulos siguen escépticos. Entre la gente solo se encuentran cinco panes y dos peces. Para Jesús es suficiente: si compartimos lo poco que tenemos, se puede saciar el hambre de todos; incluso pueden «sobrar» doce cestos de pan. Esta es su alternativa: una sociedad más humana, capaz de compartir su pan con los hambrientos, tendrá recursos suficientes para todos.

En un mundo donde mueren de hambre millones de personas, los cristianos solo podemos vivir avergonzados. Europa no tiene alma cristiana y «despide» como delincuentes a quienes vienen buscando pan. Y, mientras tanto, ¿quiénes son en la Iglesia los que caminan en la dirección marcada por Jesús? Por desgracia, la mayoría vivimos sordos a su llamada, distraídos por nuestros intereses, discusiones, doctrinas y celebraciones. ¿Por qué nos llamamos seguidores de Jesús?


 



LO QUE ME SALVA NO ES COMER EL PAN SINO DARME A LOS DEMÁS DOMINGO 18 (A) Mt 14,13-21

col fraymarcos

fe adulta 



Seis veces se narra en los evangelios este episodio. Jesús da de comer a una multitud en despoblado. Es seguro que algo muy parecido pasó en realidad y probablemente más de una vez. Pero lo que pasó no tiene ninguna importancia, porque se trata de un relato simbólico. Lo importante es lo que nos quieren decir al contarnos esta historia. Las circunstancias de tiempo y lugar son datos teológicos, que nos tienen que acercar, no a un conocimiento discursivo y racional sino a una profunda vivencia religiosa. 

Con los conocimientos exegéticos que hoy tenemos, no podemos seguir entendiendo este relato como multiplicación milagrosa de unos panes y peces. Es más, entendido como un milagro material y puntual, nos quedamos sin el verdadero mensaje del evangelio. Podíamos decir que es una parábola en acción. También hacen falta “oídos” y “ojos” bien abiertos para entenderla. El punto de inflexión del relato está en las palabras de Jesús: dadles vosotros de comer. Jesús sabía que eso era imposible. Parece ser que no entraba en los planes del grupo preocuparse de las necesidades materiales de los demás.

No podemos seguir hablando de un prodigio que Jesús lleva a cabo gracias a un poder divino. Si Dios pudo hacer un milagro para saciar el hambre de los que llevaban un día sin comer, con mucha más razón tendría que hacerlo para librar hoy de la muerte a millones de personas que están muriendo de hambre en el mundo. Tampoco podemos utilizar este relato como un argumento para demostrar la divinidad de Jesús. El sentido de la vida de Jesús salta hecho añicos cuando suponemos que era un ser humano, pero con el comodín de la divinidad guardado en la chistera y que podía utilizar a capricho.

No se dice que los panes y los peces se multiplicaran. Realmente fue un verdadero “milagro” que un grupo tan numeroso de personas compartiera todo lo que tienen hasta conseguir que nadie quedara con hambre. En aquel tiempo no se podía repostar por el camino, todo el que salía de casa iba provisto de alimento para todo ese tiempo. Los apóstoles tenían cinco panes y dos peces; seguramente, después de haber comido ese día. Estamos ante un ejemplo de respuesta a la generosidad que Jesús predicaba y practicaba.

Con frecuencia, en la Biblia se hace referencia a los tiempos mesiánicos como banquete. El mismo Jesús se dejaba invitar por las personas importantes. Él mismo organizaba comidas con los marginados; esa era una de las maneras de manifestarles su aprecio y cercanía. La más importante ceremonia de nuestro culto cristiano está estructurada como una comida. Que todo un día de seguimiento haya terminado con una comida no nos debe extrañar. Lo verdaderamente importante es que, en esa comida, todo el que tenía algo que aportar colaboró y el que no tenía nada se sintió acogido fraternalmente.

Si tenemos “ojos” y “oídos” abiertos, en el mismo relato podemos hallar las claves para una correcta interpretación. Los discípulos se dan cuenta del problema y actúan con toda lógica. Como tantas veces decimos o pensamos nosotros, se dijeron: es su problema, ellos tienen que solucionárselo. Jesús rompe con esta lógica y les propone una solución mucho menos sensata: “dadles vosotros de comer”. Él sabía que no tenían pan para tantas personas. Aquí empieza la necesidad de entenderlo de otra manera. No se trata de solucionar el problema desde fuera sino de provocar la generosidad y el compartir.

Recordar algunos datos nos ayudará a comprender el relato más ajustadamente. Junto al lago, los alimentos básicos de la gente eran el pan y los peces. Los libros de la Ley eran cinco; y dos el resto de la Escritura: Profetas y Escritos. El número siete (5+2) es símbolo de plenitud. También el número de los que comieron (cien grupos de cincuenta) es simbólico. Los doce cestos aluden a las doce tribus. Es el pan compartido el que debe alimentar al nuevo pueblo de Dios. La mirada al cielo, el recostarse en la hierba… Ya tenemos los elementos que nos permiten interpretar el relato más allá de la letra.

El verdadero sentido del texto está en otra parte. La dinámica normal de la vida nos dice que el “pan”, indispensable para la vida, tenemos que conseguirlo con dinero; porque alguien lo acapara y no lo deja llegar a su destino más que cumpliendo unas condiciones que el que lo retiene impone: el “precio”. Lo que hace Jesús es librar el pan de ese acaparamiento injusto. La mirada al cielo y la bendición son el reconocimiento de que Dios es el único dueño y que a Él hay que agradecer el don. Liberado del acaparamiento, el pan, que significa la vida, llega a todos sin tener que pagar un precio por él.

Jesús, nos dice el relato, primero siente compasión de la gente, y después invita a compartir. Jesús no pidió a Dios que solucionara el problema, sino que se lo pidió a sus discípulos. Aunque en su esquema mental no encontraron solución, lo cierto es que, todo lo que tenían lo pusieron a disposición de todos. Esta actitud desencadena el prodigio: La generosidad se contagia y produce el “milagro”. Cuando se dejan de acaparar, los bienes llegan a todos. Cuando lo que se acapara son los bienes imprescindibles para la vida, lo que se está provocando es la muerte. Los hombres no deben actuar de manera egoísta.

Curiosamente hoy son la primera y la segunda lectura las que nos empujan hacia una interpretación espiritual del evangelio. Los interrogantes planteados en las dos primeras lecturas podrían ser un buen punto de partida para la reflexión de este domingo. La primera nos advierte que la comida material, por sí misma, ni alimenta ni da hartura espiritual. Solo cuando se escucha a Dios, cuando se imita a Dios, se alimenta la verdadera Vida. En la segunda lectura nos indica Pablo dónde está lo verdaderamente importante para cualquier ser humano: el amor que Dios nos tiene y se manifestó en Jesús.

Después de un día con Jesús, el pueblo fue capaz de compartir lo poco que tenían: unos pedazos de pan duro y peces resecos. Ese es el verdadero mensaje. Nosotros, después de años junto a Jesús, ¿qué somos capaces de compartir? No debemos hacer distinción entre el pan material y el alimento espiritual. Solo cuando compartimos el pan material, estamos alimentándonos del pan espiritual. En el relato no hay manera de separar el nivel espiritual y el material. La compasión y el compartir son la clave de toda identificación con Jesús. Es inútil insistir porque es el tema de todo el evangelio.

No olvidemos que la eucaristía comenzó como una comida en que todos los alimentos se compartían. Cada vez que se comparte el pan, se comparte la Vida y se hace presente a Dios que es Vida-Amor. No hay otra manera de identificarnos con Dios y de acercar a Dios a los demás. La eucaristía es memoria de esta actitud de Jesús que se partió y repartió. Al partirse y repartirse, hizo presente a Dios, que es don total. El pan que verdaderamente alimenta no es el pan que se come, sino el pan que se da. El primer objetivo de compartir no es saciar la necesidad de otro, sino manifestar la Unidad entre todos. 

JESÚS ALIMENTA A SU COMUNIDAD DOMINGO 18. CICLO A Un alimento gratuito frente a otros caros que no sacian (Isaías 55,1-3)

 col sicre artfe adulta


«¿Tiene hambre o sed? Entre y compre sin pagar». «No vaya a la tienda de enfrente; sus productos son caros y no alimentan?». «Entre y coma gratis platos sustanciosos». Ni el supermercado más agresivo haría una propaganda como esta: lo llevaría a la ruina.

Este breve pasaje del libro de Isaías, contraponiendo un alimento espléndido y gratuito a otro caro e insustancial, nos ayuda a pensar en nuestras dos fuentes de alimentación: la física y la espiritual, la comida ordinaria (que cuesta y solo sacia unas horas) y la eucaristía (gratuita y que alimenta hasta la vida eterna). ¿Valoramos adecuadamente la segunda? ¿La hemos echado de menos durante estos meses?

Jesús alimenta gratuitamente a su comunidad (Mateo 14,13-21)

Cuando los discípulos de Juan Bautista le comunican a Jesús la muerte de su maestro, Jesús se retira en barca a un sitio apartado. No va en busca de Herodes a denunciarlo. Huye, para poder seguir cumpliendo su misión. Lo sigue mucha gente de todos los pueblecillos, siente lástima y cura a los enfermos. Al caer la tarde, multiplica los panes para alimentar a una gran multitud formada por cinco mil varones acompañados de mujeres y niños. ¿Cómo hay que interpretar este episodio?

Problemas de la interpretación puramente histórica

Podríamos entender el relato como el recuerdo de un hecho histórico que demostraría el poder y la bondad de Jesús: no solo cura a los enfermos sino que se preocupa también por las necesidades materiales de la gente. Esta interpretación histórica encuentra grandes dificultades cuando intentamos imaginar la escena.

Se trata de una multitud enorme, quizá diez o quince mil personas, si incluimos mujeres y niños, como indica expresamente Mateo. Para reunir esa multitud tendrían que haberse quedados vacíos varios pueblos de aquella zona.

La propuesta de los discípulos de ir a los pueblos cercanos a comprar comida resulta difícil de cumplir: harían falta varios Hipercor y Alcampo para alimentar a tanta gente.

Aun admitiendo que Jesús multiplicase los panes, su reparto entre esa multitud, llevado a cabo por solo doce camareros (a unas mil personas por cabeza) plantea grandes problemas.

¿Cómo se multiplican los panes? ¿En manos de Jesús, o en manos de Jesús y de cada apóstol? ¿Tienen que ir dando viajes de ida y vuelta para coger nuevos trozos cada vez que se acaban?

¿Por qué no dice nada Mateo del reparto de los peces? ¿Es que éstos no se multiplican?

Después de repartir la comida a una multitud tan grande, ya casi de noche, ¿a quién se le ocurre ir a recoger las sobras en mitad del campo?

¿Cómo es posible que nadie se extrañe de lo sucedido?

Estas preguntas, que parecen ridículas, y que a algunos pueden molestar, son importantes para valorar rectamente lo que cuenta Mateo. ¿Se basa su relato en un hecho histórico, y quiere recordarlo para dejar claro el poder y la misericordia de Jesús? ¿Se trata de algo inventado por el evangelista para transmitir una enseñanza?

Problema de la interpretación racionalista y moralizante

En el siglo XIX, por influjo especialmente de la Vida de Jesús de Renan, se difundió la tendencia a interpretar los milagros de forma racionalista, de modo que no supusieran una dificultad para la fe. En concreto, lo que ocurrió en la multiplicación de los panes fue lo siguiente: Jesús animó a sus discípulos y a la gente a compartir lo que tenían, y así todos terminaron saciados. El relato pretende fomentar la generosidad y la participación de los bienes. Esta opinión, que sigue apareciendo incluso en libros pretendidamente científicos, inventa algo que el evangelio no cuenta, incluso en contradicción expresa con él, e ignora el mundo en el que fueron redactados los evangelios.

La interpretación simbólica y eucarística

A la comunidad de Mateo este episodio no le resultaría extraño. Con su conocimiento del Antiguo Testamento vería en el relato la referencia clarísima a dos pasajes bíblicos.

En primer lugar, la imagen de una gran multitud de hombres, mujeres y niños, en el desierto, sin posibilidad de alimentarse, evoca la del antiguo Israel, en su marcha desde Egipto a Canaán, cuando es alimentado por Dios con el maná y las codornices gracias a la intercesión de Moisés.

Hay también otro relato sobre Eliseo que les vendría espontáneo a la memoria. Este profeta, uno de los más famosos de los primeros tiempos, estaba rodeado de un grupo abundante de discípulos de origen humilde y pobre. Un día ocurrió lo siguiente:

«Uno de Baal Salisá vino a traer al profeta el pan de las primicias, veinte panes de cebada y grano reciente en la alforja. Eliseo dijo:
- Dáselos a la gente, que coman.
El criado replicó:
- ¿Qué hago yo con esto para cien personas?
Eliseo insistió:
- Dáselos a la gente, que coman. Porque así dice el Señor: Comerán y sobrará.
Entonces el criado se los sirvió, comieron y sobró, como había dicho el Señor"
(2 Reyes 4,42-44).

Cualquier lector de Mateo podía extraer fácilmente una conclusión: Jesús se preocupa por las personas que le siguen, las alimenta en medio de las dificultades, igual que hicieron Moisés y Eliseo en tiempos antiguos. Al mismo tiempo, quedan claras ciertas diferencias. En comparación con Moisés, Jesús no tiene que pedirle a Dios que resuelva el problema, él mismo tiene capacidad de hacerlo. En comparación con Eliseo, su poder lo sobrepasa también de forma extraordinaria: no alimenta a cien personas con veinte panes, sino a varios miles con solo cinco, y sobran doce cestos. La misericordia y el poder de Jesús quedan subrayados de forma absoluta.

Sin embargo, aquellos lectores antiguos se preguntarían qué sentido tenía ese relato para ellos. Porque su generación no podía beneficiarse del poder y la misericordia de Jesús para saciar su hambre en momentos de necesidad. Y sabían que otros muchos contemporáneos de Jesús habían pasado hambre sin ser testigos de ningún milagro parecido. En el fondo, la pregunta es: ¿sigue saciando Jesús nuestra hambre, nos sigue ayudando en los momentos de necesidad?

Aquí entra en juego un aspecto esencial del relato: su relación con la celebración eucarística en las primeras comunidades cristianas. Es cierto que estos detalles no pueden exagerarse. Por ejemplo, el levantar la vista al cielo y pronunciar la bendición antes de la comida era un gesto normal en cualquier familia piadosa. También era normal recoger las sobras. Sin embargo, Mateo ofrece un detalle importante: omite los peces en el momento de la multiplicación. Algunos autores se niegan a darle valor a este detalle. Pero es interesantísimo. Cuando se come pan y pescado, lo importante es el pescado, no el pan. Carece de sentido omitir la mención del alimento principal. Si se omite, es por una intención premeditada: acentuar la importancia del pan, con su clara referencia a la eucaristía. Porque en ella acontece lo mismo que en la multiplicación de los panes. Jesús la instituye antes de morir con el sentido expreso de alimento: «Tomad y comed... tomad y bebed». Los cristianos saben que con ese alimento no se sacia el hambre física; pero también saben que ese alimento es esencial para sobrevivir espiritualmente. De la eucaristía, donde recuerdan la muerte y resurrección de Jesús, sacan fuerzas para amar a Dios y al prójimo, para superar las dificultades, para resistir en medio de las persecuciones e incluso entregarse a la muerte.

Un cristiano de hoy debería sacar el mismo mensaje de este pasaje: Jesús se compadece de nosotros y manifiesta su poder alimentándonos con su cuerpo y su sangre. También podríamos sacar otras enseñanzas: la obligación de preocuparnos por los demás, de poner a su disposición lo poco o mucho que tengamos. Así, los benedictinos alemanes han querido recordar la preocupación de Jesús por los necesitados instituyendo en el sitio donde se recuerda la multiplicación de los panes un centro de atención a niños disminuidos físicos. Pero lo esencial del relato es lo que decíamos anteriormente.

Amor a Cristo y amor de Cristo (Romanos 8,35.37-39)

El evangelio habla de la compasión de Jesús, de su preocupación por nuestras necesidades físicas y materiales. Pablo, que experimentó ese amor, se pregunta si hay algo que pueda impedirle amar a Cristo, negarlo o traicionarlo. Enumera siete posibilidades, incluida la del martirio, y está convencido de que siempre saldrá victorioso gracias a «Aquel que nos ha amado». Porque el amor de Dios, manifestado en Cristo, es tan grande que ninguna realidad o criatura, por sublime y poderosa que parezca, podrá apartarnos de él.