FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ATALAYA

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jueves, 18 de abril de 2024

Dios creador

ATRIO

        Escribo estas líneas para mostrar no mis conocimientos sino más bien mi ignorancia. Las ha provocado un hecho banal. Un matrimonio amigo mío se ha echado a la mar embarcado en un crucero para dar la vuelta al mundo. Y de repente, desde la mitad del océano Pacífico, me han enviado un whatsapp. Se me podía haber ocurrido antes muchas veces pero sólo ahora se me ha venido la pregunta a la cabeza: ¿Cómo es posible que unas palabras, escritas en un aparatito, puedan recorrer miles y miles de kilómetros hasta llegar sin tardar nada a otro aparato semejante?

        Este suceso banal me ha hecho pensar nada menos que en el comienzo del mundo y su evolución.

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Annelle Sheline renuncia al Departamento de Estado: «No me pude quedar callada frente a la política estadounidense sobre Gaza» Amy Goodman, Nermeen Shaikh

 


Rebelión

Fuentes: Democracy Now!
El miércoles 27 de marzo, una funcionaria del Departamento de Estado que trabajaba en temas vinculados a derechos humanos en Medio Oriente renunció en oposición al apoyo de Estados Unidos a los ataques israelíes sobre Gaza.
Annelle Sheline, quien se desempeñaba en el área de Asuntos Exteriores de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, no planeaba hacer pública su renuncia, pero sus colegas le pidieron que “por favor hable públicamente” en contra del apoyo incondicional del Gobierno de Biden a Israel.Ver noticia

Parar la guerra y construir la paz Adolfo Pérez Esquivel


 Rebelión

Otro mundo es posible
Fuentes: Servicio de Paz y Justicia – Rebelión
El mundo vive momentos de incertidumbre y oscurantismo, se han desatado guerras en diversos frentes, en una escalada mayor que ponen en peligro la vida de los pueblos y la seguridad planetaria.
Estamos frente al conflicto armado en Medio Oriente entre Palestina e Israel y la intervención de Irán por el ataque israelí a su embajada en Siria. Ver noticia

‘Somos Iglesia’ ante ‘Dignitas infinita’: «Una oportunidad perdida de investigar la dignidad humana dentro de la propia Iglesia»

 


Religión Digital

Aunque valora que «recuerde la dignidad fundamental y absoluta de todos los seres humanos»
Lamenta la «incapacidad» para una autocrítica respecto a la «violencia contra las mujeres» del texto, que defiende la igualdad de salarios o la promoción justa en las carreras profesionales, «pero no se menciona ni una sílaba de que precisamente esto no existe en la Iglesia católica y de que ésta margina y discrimina a las mujeres excluyéndolas del ministerio ordenado y, por tanto, de los más altos cargos de dirección» Ver noticia

EL AMOR DE DIOS NOS HACE INFINITAMENTE DIGNOS Y HERMANOS (I)


col zapatero

 

La Dignidad es don inalienable y tarea imprescindible

La dignidad humana no surge de la nada por generación espontánea, ni la concede una institución, ni la ha descubierto alguna ideología moralmente superior, ni nace de una ley que sale por consenso. No es que todo eso no sirva, al contrario. Pero la dignidad humana es ante todo un don de Dios. Vino con el pack original de la Creación. Dios ama a cada ser humano con un amor infinito y «con ello le confiere una dignidad infinita». La dignidad es un don producido por el Amor. Por eso, fuera del contexto del amor, la palabra dignidad se vuelve confusa e incluso dañina. Cuando amamos al prójimo, reafirmamos su dignidad... y la nuestra.

Dignidad ontológica es descubrir que Dios nos ha dignificado primero. Su amor nos hace existir y existir dignamente. Su Amor nos ha diseñado originalmente. Esto es un don para desarrollar y un límite para no autodestruirnos. Toda otra consideración es posterior.

Después de una larga fundamentación teológica inspirada en Fratelli Tutti, el documento "Dignidad infinita" hace un listado bastante actualizado de lesiones a la dignidad humana. Pero no basta la ortodoxia moral, a la cual le falta bastante desarrollo, como admite. Siempre hará falta, ante todo, la ortopraxis fraternal para que la dignidad humana brille en plenitud. Si la dignidad ontológica no es un proyecto de vida para todos, no somos dignos moralmente.

Jesús nunca se detiene en “lo que debe ser”. Siempre va más allá. No vino a cambiar la ley, sino a darle plenitud. Y la plenitud es el amor misericordioso, que no condena a las personas, sino que las acompaña en este difícil camino de la vida donde nadie puede no solo arrojar la primera piedra, sino tampoco juzgar a sus semejantes (Mt 7,1).

El documento busca una mirada ontológica, moral, social y existencial para una comprensión poliédrica de la dignidad humana. “Bonum ex integra causa; malum ex quocumque defectu” (el bien proviene de una causa íntegra; el mal de cualquier defecto). 

Dignitas infinita: una propuesta de dignidad en tiempos convulsos

El DI 30 afirma: “La libertad es un don maravilloso de Dios. Incluso cuando nos atrae con su gracia, Dios lo hace de tal manera que nuestra libertad nunca se ve violentada”. La Iglesia, que en otra época era mucho más autoritaria cuando anunciaba el Evangelio y recriminaba pecados, intenta en este documento proponer lo que a lo largo de dos mil años ha ido procesando desde el Evangelio en torno al ser humano, en un tono más conciliador, aunque obviamente no es lo que piensan muchos. 

Por eso, Dignitas infinita se expresa a modo de “propuesta”, más que imposición o amenaza de condena eterna. Incluso, sin negarlo, solo en una oportunidad menciona la palabra pecado, tan útil para describir una libertad fallida que produce daño personal y social, pero que actualmente requiere una nueva comprensión dado el abuso que se ha hecho de ella.

La persona creada a imagen de Dios nunca podrá perder esa dignidad ontológica con la que fue creado, aunque es invitado a poner de su parte libre y co-creativamente para desarrollarla personal y socialmente. Esta es la dimensión moral de la dignidad, que depende del ser humano, “socio” de la creación de Dios y “amigo” en la tarea de la Redención (Jn 15, 15).

La palabra pecado es mencionada en sentido amplio, como el acto que se opone a esta dignidad, pero sin enunciar gradaciones morales ni precisiones casuísticas. Es otra manera de abordar la cuestión, aunque queda claro un catálogo que es orientativo, pero no exhaustivo.

Después de una consistente fundamentación de cómo la Fe ha de defender la dignidad humana, se llega al capítulo cuarto, que enumera 13 graves violaciones que no son las únicas:

pobreza, guerra, migraciones, trata de personas, abusos sexuales, violencia contra las mujeres, el aborto, la maternidad subrogada, la eutanasia y el suicidio asistido, el descarte de los discapacitados, la teoría de género, el cambio de sexo y la violencia digital.

La percepción de estas violaciones a la dignidad no implica una mera condena que ponga todo en su sitio y de lo cual no se habla más. Debería significar también la profundización en las causas de ellas. Todo lo que el hombre hace es "sub specie boni", buscando algún bien, aun cuando éste pueda conducir a un gran daño. ¿Qué es lo que tantos seres buscan detrás de estas "violaciones a la dignidad"? Una pregunta hecha desde el amor y no solo desde la curiosidad teórica. Hay intereses poderosos que influyen, pero es a partir de situaciones de búsquedas insatisfechas.

La dignidad humana, ante todo

El ser humano es imagen del Dios vivo, nada puede anteponerse a él. Los sistemas y construcciones racionales están para servirlo, no para someterlo como medio para otros fines. Si la economía, la tecnología, la educación, la religión, etc. no están al servicio de todos los seres humanos, ¿para qué están? Se convierten en ídolos y burocracias para delinquir y beneficiar a unos pocos.

En la historia del Pueblo de Dios hay personas tocadas por la Gracia que siguen salvando la dignidad de la humanidad. Embajadores de la Misericordia de Dios que reparan la maldad cotidiana. En el Juicio final seremos juzgados según este compromiso hacia la dignidad del otro: “tuve hambre y me disteis de comer…cada vez que lo hicisteis por uno de estos pequeños, lo hicisteis por mí” (Mt 25)

Benedicto XVI les decía a los economistas, pero que también podría ser a los políticos, educadores, religiosos, científicos, etc., que «la economía y las finanzas no existen sólo para sí mismas; son sólo un instrumento, un medio. Su finalidad es únicamente la persona humana y su realización plena en la dignidad. Este es el único capital que conviene salvar» (cit en DI 5)

El Papa Francisco afirma que es aceptando con gratitud este don de Dios como puede fundarse una nueva convivencia fraternal entre los seres humanos. Es un don divino: “nosotros no inventamos o suponemos la dignidad de los demás, sino porque hay efectivamente en ellos un valor que supera las cosas materiales y las circunstancias”. Por eso “nadie puede sentirse autorizado por las circunstancias a negar esta convicción o a no obrar en consecuencia» (DI 6) De esto deducimos que si un grupo social antepone cualquier otra cosa a la dignidad humana no hay una verdadera sociedad.

Antropología y dignidad. 

La dignidad del hombre tiene que ver con la concepción que tengamos de él. Por eso, si creemos que ciertos hombres son inferiores/superiores por el color de piel, por vivir en ciertos lugares, son mujeres, niños o enfermos, tienen tal cantidad de dinero o han hecho ciertas opciones ideológicas, sexuales, etc. nuestra antropología será sesgada, reductiva y la dignidad humana acorde a ella. La dignidad humana con la que venimos al mundo es igual para todos, está inscripta en nuestra naturaleza, punto de partida de nuestra libertad. Recordemos aquella frase "Dios perdona siempre, el hombre a veces, la naturaleza nunca".

Si algunos creen tener, en teoría o en los hechos, más dignidad que otros, el concepto no sirve o hay que cambiar la antropología de base. Dime cuáles y cuántos son tus excluidos y te diré hasta dónde llega tu concepción de la dignidad humana.

Para Jesús, dignidad es que todos sean reconocidos. Los pobres y los que sufren en primer lugar, porque siempre se los deja para lo último y así se termina olvidándolos como el herido de la parábola del buen samaritano. La fraternidad activa como Jesús, nos hace dignos infinitamente.

No importa cuantas limitaciones, discapacidades, enemigos o pecados tengamos, Él nos ama mucho más: “Aunque mi padre y mi madre me abandonen, tú Señor no me dejarás” (Sal 27:10). Es la convicción del creyente que le permite afrontar los desafíos de la vida sabiendo que “el Señor es mi pastor” (Sal 22), nuestro Padre revelado por Jesús (Mt 6,9).

Las antropologías reduccionistas

Solo una antropología que lo incluya todo, a todos y esté abierta a la trascendencia, puede abrir nuestra mente y corazón a todo el hombre y a todos los hombres.

El cristianismo sigue este camino de descubrimiento, pero falta mucho. Ha tenido momentos estelares en este caminar y recaídas espantosas como la vista gorda a las inquisiciones, cruzadas, la esclavitud, los colonialismos y neocolonialismos, los abusos y pederastias. Por eso si la institución eclesial habla de dignidad, ha de hacerlo con humildad, desde la vasija de barro y no desde el podio de los perfectos. Y ha de hacerlo para acompañar, no para condenar.

Una antropología fundada en la libertad egoísta, en la que “unos son más libres que otros” e inventan caprichosamente “nuevos derechos”, que es como actualmente se plantea la “felicidad”. Una libertad sin límites...para unos pocos. Esto anula la posibilidad de dignidad humana para todos, que es la única manera en que puede existir.

Yo no puedo ser moralmente “digno” ni existencialmente feliz, si no vivo mi compromiso con la dignidad de los demás: “Si la sociedad se rige primariamente por los criterios de la libertad de mercado y de la eficiencia, no hay lugar para todos, y la fraternidad será una expresión romántica más». (DI 31)

“malentendidos sobre el concepto de dignidad, que distorsionan su significado”.

Uno de estos malentendidos es confundir persona con un ser capaz de razonar. Esta es una visión de descarte en la que solo algunos tienen “dignidad personal”, mientras que otros humanos no “califican” para ser dignos y respetados.

Si bien el documento no se mete en este tema, existe una Modernidad exagerada que afirma que “solo lo racional es real” (Hegel), donde la realidad es producto de la razón y no al revés. En ella tienen su cuna las grandes ideologías y totalitarismos del siglo XIX hasta la fecha. Ya no es la razón la que capta y desarrolla la verdad, bien y belleza de la realidad sino lo que un grupo de “iluminados con poder” impone como “racional” y verdadero a los demás.

Aquello del “seréis como Dios” del Génesis, irrumpe como nunca en la actualidad debido a su potencial tecnológico y mercadotécnico. Es la sentencia de muerte de Pascal y la infantilización de Francisco de Asís, por nombrar solo dos cumbres del pensamiento que anteponen la realidad a la razón y la emocionalidad. El Papa Francisco se ha inspirado en ellos y por eso su prédica profética responde a otra lógica.

Es inherente a la condición de creaturas el límite, ellos dan contorno e identidad, orientan la libertad, son fuente de complementariedad con los otros seres. Por eso la dignidad no puede identificarse "con una libertad aislada e individualista, que pretende imponer como “derechos”, garantizados y financiados por la comunidad, ciertos deseos y preferencias que son subjetivas.... la defensa de la dignidad del ser humano se fundamenta en las exigencias constitutivas de la naturaleza humana, que no dependen ni de la arbitrariedad individual ni del reconocimiento social". (DI 25) 

El individualismo busca que uno quede solo y vulnerable al poder, que no le hace asco a nada. El paradigma tecnocrático dominante todo lo convierte en beneficios inmediatos para las grandes corporaciones, sin el menor reparo moral porque por principio, el mercado -que ellos controlan por posición dominante- es un fin en sí mismo.  La economía del neocapitalismo ha sustituido a toda ética económica, política, bélica, bioética, sexual, etc.

Ha mercantilizado el cuerpo y sus emociones, expandido el comercio pornográfico que borra la conciencia de una sana sexualidad, impulsa los nuevos mercados farmacológicos que experimentan al mejor estilo Menguele con todo tipo de novedad para obtener rentabilidad.

Grandes fundaciones gestionan ideologías que aceitan este comercio “justificado” por un renovado maltusianismo. Éste ve en el crecimiento de la población el verdadero mal para el planeta.  Pero en vez de combatirlo con el desarrollo económico de los pobres, lo cual está sociológicamente comprobado, prefiere caminos que destruyan su dignidad. Por eso impulsa la abolición de la sexualidad y la creación de una sociedad de diseño completamente artificial y manipulada emocionalmente. 

Jesús eleva la dignidad humana

Cristo eleva la dignidad del hombre al unirse en a cada ser humano por su encarnación. Él revela a Dios y al hombre. Compartió todo menos el pecado. Rescató a los descartados y convivió con ellos, invitando a todos a hacer lo mismo si queremos formar parte de su Reino (Mt 25) Con el poder transformador del Perdón, recupera a los perdidos por quienes el mundo ya no quiere saber nada.

Con su Resurrección, Jesús inaugura también la Dignidad escatológica: llamados a la vida eterna, dignos para siempre, más allá de la muerte. Esto da otra perspectiva también a la vida en este mundo. Dignidad hasta el infinito es el proceso de la Redención de Cristo. Su Misericordia repara y genera una dignidad mayor de lo que nos podamos imaginar.

 

Guillermo Jesús Kowalski

Religión Digital

ANTONIO FERNÁNDEZ: "DAR CLASE DE RELIGIÓN HOY TIENE MUCHO DE HEROICO"


col martell

 

"Dar clase de Religión hoy tiene mucho de heroico". Acompañado por Miriam, una muñeca que forma parte integral del proyecto para Infantil, Antonio Fernández, responsable editorial de la Fundación Edelvives. nos presenta una nueva etapa de 'La clase de Reli cuenta', el proyecto de Religión para Infantil de la editorial marista. 

Un proyecto que busca divertir, aportar, dialogar e incluir a todos. "La clase de religión tiene aportación también para alumnos que a lo mejor no van a seguir el camino de fe, pero ¿por qué no descubrir a Jesús de Nazaret como referente de vida? ¿Por qué no descubrir el valor de lo comunitario, el valor del silencio, de mirarte por dentro?", nos cuenta Antonio.

 Buenos días Antonio, buenos días Miriam. Miriam es la compañera de Antonio en esta entrevista, Antonio Fernández, que es responsable editorial de la Fundación Edelvives y vamos a hablar de 'La clase de Reli cuenta', en el que Miriam tiene un papel. ¿Por qué está aquí Miriam, Antonio?

Bueno, Miriam va a ser el personaje que va a acompañar a los alumnos de religión de educación infantil en el nuevo proyecto que Elvides lanza para esta etapa. A raíz del currículum de 2022 que publicó la CEE tras la publicación de la LOMLOE, hemos ido renovando todos los materiales de la asignatura y lanzamos ahora para el curso próximo

Con un nuevo proyecto, que se llama 'Abrazos'.

Y Miriam va a ser la guía que va a acompañar a los niños en ese encuentro con Jesús.

Se llama La clase de Reli cuenta, que el lema ya lo conocíamos, pero sí que me gustaría que nos explicaras ¿por qué cuenta La clase de religión?

Cuando se aprueba el nuevo currículum, pues surgió, como siempre, la polémica de la clase de Religión, y quisimos poner el acento en cuáles son las aportaciones de la clase de religión. Es decir, más allá de la cuestión política y de cómo queda, en el diálogo con los profesores quedaba patente que hay una serie de aportaciones que realiza la asignatura que, si no estuviera, no se darían. Aportaciones no son solo para alumnos de familias creyentes o de familias que quieren que sus hijos sean creyentes, que eso hará Dios con ellos y ellos con Dios. La clase de religión tiene aportación también para alumnos que a lo mejor no van a seguir el camino de fe, pero ¿por qué no descubrir a Jesús de Nazareth como referente de vida? ¿Por qué no descubrir el valor de lo comunitario, el valor del silencio, de mirarte por dentro? Esas eran las cosas que cuenta La clase de religión, que son aportaciones. Y en este caso, en este segundo desarrollo que realizamos este año, ponemos el acento en con quién, en con quién cuenta La clase de religión.

¿Por qué?

Pues porque estamos convencidos de que lo religioso tiene mucho que ver con vínculos. Y esos vínculos se establecen con Dios, con la gente que te rodea, con la familia, se establece con la sociedad, porque el currículum pone mucho el acento en la palabra diálogo, en la palabra encuentro.

Y resaltar esos vínculos supone ver también la parte positiva del hecho religioso, de la fe cristiana, y sobre todo tiene también que ver con esa dimensión de cuidado que tiene el hecho religioso, es decir, la vivencia de fe. Y hay pocos gestos que impliquen tanto el vínculo y la pertenencia con el otro que abrazar.

Eso es. A raíz de esta línea de La clase de religión cuenta, centrada en con quién cuenta La clase de religión, esos vínculos, pues nos sirve, bajo este paraguas, hemos englobado este nuevo proyecto para religión infantil que va a llevar el nombre de Abrazos. También resaltando esta idea del encuentro, de encuentro con Dios, encuentro con los hermanos, la idea de fraternidad, de sinodalidad. Que está tan presente en este momento en nuestra iglesia. Y el encuentro también con el entorno, con el cuidado de la casa común. Son líneas que desarrollamos bastante. Y lo plasmamos todo en materiales que estamos entregando a los profesores de religión. En la primera campaña lanzamos esta pontonera con algunas de las aportaciones de la clase de religión. Y una propuesta para trabajarla en el aula. Y en este caso lanzamos un mural y una serie de imágenes, que sirvan también como recurso para que los docentes, pues puedan hacer actividades con los alumnos. Es decir, pues para trabajar, para empezar una situación de aprendizaje, para hacer una evaluación, para ver cómo están los propios alumnos. Y esto lo estamos entregando por todos los colegios, tanto de concertados como de escuelas públicas.

Vamos a hablar de los profesores, pero antes vamos a hablar de la situación de la clase de religión. Afrontáis el proyecto para Infantil, que es un momento en el que, lo queramos o no, en nuestra sociedad, la vinculación a lo religioso cada vez es más laxa, por no decir casi inexistente en la mayoría de las familias. ¿Cómo se intenta abordar esa situación de la clase de religión? ¿Tenéis un diagnóstico? 

Cada año nos mandan el reporte de alumnos que escogen la asignatura, que va en Infantil, Primaria todavía es un número significativo, en el caso de Secundaria, Bachillerato, pues se va notando el descenso en cuanto a adopción, y también coincide con un descenso de la natalidad. Entonces eso se refleja claramente. Sí hay una preocupación, pues en cuanto a la situación de la asignatura, sobre todo de los profesores que trabajan en la escuela pública, porque las sesiones en muchas comunidades de la escuela, de autónoma, han quedado muy limitadas en el tiempo, 45 minutos, que si coincide con determinados días, pues es muy limitado. En ocasiones también, pues las dificultades con equipos directivos, que no hay apoyo a la hora de la matriculación, o también dónde te colocan la asignatura, es decir, no es lo mismo en un bachillerato que te coloquen la asignatura a última, el descenso es claro. Per más allá de estos elementos un poco negativos, creo que sí se está percibiendo una concienciación grande de los profesores de profesionalizar y estar a la vanguardia a nivel pedagógico y a nivel de innovación.

La religión ya no hace mucho tiempo que dejó de ser aquella María donde no se hacía nada y no se necesitaba casi formación, sino que con ser cura, monja o tener buena mano, podías darla, sino que hay una serie de contenidos, hay una serie de contenidos incluso tecnológicos, que ahora con la escuela que tenemos son absolutamente fundamentales...

Está muy asumida esa distinción entre lo que es catequesis y lo que es clase de religión, yo creo que ese es un paso que ya está consolidado. Y los profesores son conscientes, creo que también la sociedad debería serlo, que el ser profesor de religión y el dar clase de religión es un acto que tiene mucho de heroico. Esa complicidad nace porque yo creo que las cuestiones que se tratan en la asignatura pues tocan muchos de los elementos nucleares también de los que están viviendo pues en esa etapa de primaria, la adolescencia y trabajarlo desde ahí. Y después, relacionado con eso, para hacer significativa la clase, hay que estar muy al día de por dónde va a dar la pedagogía, qué recursos didácticos aplicamos. El otro día hablábamos con un delegado diocesano, el de Almería, Antonio Manzano, de la importancia de estar en esta vanguardia pedagógica, mediante el uso del juego como recurso para la clase. Mediante el desarrollo de proyectos de aprendizaje y servicio, la organización de equipos de profesores que trabajan juntos y empiezan a elaborar materiales en coordinación, se ponen en contacto con nosotros, con las editoriales, para trabajar en conjunto, propiciar líneas de desarrollo, para propiciar grupos dentro de las propias delegaciones de enseñanza y con los delegados de profundización, de profundización, de líneas de innovación y ahí hay un trabajo muy interesante que yo creo que está teniendo fruto tanto en los materiales que se van publicando por parte de las editoriales como también por las iniciativas que van surgiendo, de encuentros, de trabajo en común, talleres...

Se trata de vincular a los profesores no sólo con la materia, sino con el cuidado que también necesitan en muchas ocasiones. Fue eso que decías tú de que en cierta medida son héroes. Háblanos un poquito de en qué consisten los puntos clave del proyecto.

Dentro de esta apuesta, nos preocupa y creo que es un elemento también de esta innovación pedagógica que comentamos, de este Estado de la Vanguardia, que los materiales estén muy cuidados. Cuando nos encontramos con profesores, tú puedes elaborar tus propios materiales, pero que la profesionalización de las propuestas de los profesores con la labor que desarrollamos desde el ámbito editorial se complementan. Y optar por materiales editados por una editorial como Edelvives supone también una puesta en valor de la asignatura. En la etapa de Educación Infantil lanzamos este proyecto Abrazos, que han elaborado cuatro profesoras de la escuela pública, cuatro maestras de Infantil que llevan muchos años trabajando con el proyecto Abrazos. Han desarrollado un proyecto que sintoniza muy bien en estas líneas, o sintoniza muy bien con estas líneas que comentábamos, de sencillez, de apuesta por innovación, apuesta por aprendizaje de servicios, apuesta por aprendizaje desde el juego.

Y el curso está muy centrado en el tema bíblico

Yo creo que la presencia de Miriam, este personaje, aporta mucho para los niños, es decir, más allá de que sea un elemento atractivo como mascota del proyecto, pero permite un contacto con un concepto de cuerpo, de una niña, lo cual no es tampoco accidental, que sea la protagonista, es una niña que viaja desde los tiempos de Jesús al tiempo actual, que permite esa comunicación. Ellos pueden percibirse como presentes también en el encuentro con Jesús. Lleva aquí una bandolerita que permite poner mensajes y comunicarse entre la profesora, que deja un mensaje, un relato bíblico, un fragmento de un relato y comentarlo con los propios niños. Todas estas líneas de Abrazo enganchan muy bien para trabajar la educación de la interioridad, trabajar el silencio, la gestión emocional, que es importante en esta época y no solo para los alumnos creyentes, sino también para alumnos no creyentes o de otras religiones, pero que aprendan a hacer silencio, que aprendan a gestionarse emocionalmente, a identificar qué están sintiendo, cómo lo viven, pues desde ahí está planteado este proyecto, un proyecto que tiene todo lo que los profesores necesitan para el desarrollo en una línea muy del vive, la línea gráfica atractiva, muy cuidados los colores, que transmite alegría, optimismo, que creemos que son líneas también importantes.

Los niños van a encontrarse con la buena noticia, que eso se refleje en todo. Que sea una noticia alegre, además.

Claro, es decir, que se refleje en una línea luminosa, en una propuesta que les conecte con lo simbólico, la idea del pan. Miriam viene de una familia de panaderos, cuando jugamos con el símbolo del pan y todas las referencias que permite dentro de la fe cristiana. Esta propuesa la estamos moviendo por todos los centros de España, por las delegaciones y oficinas de enseñanza y esperamos que tenga una acogida importante, y permite desarrollar un muy buen curriculum. Estamos ante el mejor currículum de religión de las últimas leyes educativas y que hay que aprovecharlo.

El cardenal Tolentino nos decía que en este momento no necesitamos solistas en la Iglesia, sino que ésta es una tarea de todos, es decir, de construir la armonía de la orquesta entre todos. Es esa idea de vinculación que está detrás del proyecto Abrazos

Hace unas semanas estábamos en esta misma casa con un encuentro con el cardenal Tolentino, que como sabéis es el responsable del dicasterio de educación del Vaticano, que ha venido a España para culminar este proceso también auspiciado por la Conferencia Episcopal sobre la clase de religión y que ha conocido todo el proyecto de la clase de religión. Es un modo de sentirse respaldados por esa Iglesia madre de Roma que también se ve vinculada con proyectos como este.

Sí, la verdad es que para nosotros fue una alegría la presencia del cardenal Tolentino con nosotros. Yo me quedé con una idea que él resaltó que también está detrás un poco del planteamiento: él nos decía que en este momento no necesitamos solistas en la Iglesia, sino que ésta es una tarea de todos, es decir, de construir la armonía de la orquesta entre todos. Es esa idea de vinculación que está detrás del proyecto Abrazos, de la propuesta de la clase La clase de Reli cuenta, yo creo que supone una aportación interesante y que une también con lo que desde la Conferencia Episcopal con el currículum nos marcaban, esta idea de que la clase de religión está en diálogo o es una propuesta de Iglesia en salida con la sociedad. Ojalá con todas estas propuestas que lanzamos consigamos establecer ese diálogo y cada vez podamos estar en la sociedad como un elemento más que hace su aportación desde el respeto y desde también escuchar y también hacer nuestras propias aportaciones.

 

Jesús Bastante

Religión digital

MIRADA HOLOTRÓPICA


col koldo

 

"Mirar" implica una acción consciente e intencionada de dirigir la vista hacia algo, mientras que "ver" se refiere más a la capacidad de percibir visualmente, sin necesariamente centrar su atención de manera activa. Y así vemos mucho y miramos poco, también metafóricamente. Las cosas urgentes, inmediatas, nos angustian, nos inquietan como también se tambalea la salud mental. Vemos el implacable deterioro ecológico, aumento de conflictos bélicos, incremento de la violencia de género y del suicidio juvenil. Los indicadores revelan una alarmante tendencia hacia la desigualdad económica. El abismo entre los más ricos y los más pobres sigue ampliándose, con consecuencias devastadoras para la cohesión social y la paz mundial. Además, la crisis climática sigue acelerándose, con impactos cada vez más evidentes y desastrosos sobre el medio ambiente y las especies. Y continuando la persistencia de la discriminación y la opresión en muchas partes del mundo. Las minorías étnicas, los grupos marginados y las mujeres siguen enfrentándose a barreras estructurales que limitan sus oportunidades y afectan negativamente a su calidad de vida. Además, los conflictos armados y las tensiones geopolíticas amenazan la seguridad y estabilidad global, poniendo en peligro la paz y el bienestar de millones de personas.

Cuando la realidad se resquebraja por todas partes y deja entrever solo ruina, acercándonos a la experiencia de mirar a fondo, podemos mirar que la esperanza no se pierde junto con toda esta dinámica, ciertamente, destructiva, pero en la misma realidad, más que viendo mirando, existen signos de una presencia vivificadora que genera esperanza. Pese a los numerosos desafíos que enfrenta a la humanidad, también destaca una serie de aspectos positivos y benefactores que ofrecen razones para la esperanza. Miremos un incremento significativo en el acceso a la educación y la salud en muchas partes del mundo. Los esfuerzos por mejorar la infraestructura y expandir los servicios básicos han llevado a millones de personas a salir de la pobreza ya mejorar sus condiciones de vida. Además, existe el creciente compromiso con la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Cada vez más, gobiernos, empresas y ciudadanos están adoptando prácticas ecoamigables y buscando soluciones innovadoras para abordar la crisis climática. Esto demuestra que, pese a los retos, la humanidad tiene la capacidad de adaptarse y cambiar hacia mejor y el aumento de la conciencia y la solidaridad global. En momentos de crisis, las comunidades se reúnen para ayudarse mutuamente y buscar soluciones colectivas a los problemas más acuciantes. Este espíritu de colaboración es fundamental para construir un futuro más justo y sostenible para todos.

Esta esperanza inherente a la naturaleza humana se manifiesta cuando se mira de forma holotrópica, que significa: tendencia a la totalidad: “Mirada holotrópica”. Tiene como fondo, no la urgencia, que se ve, sino el Horizonte que se mira, implicando el ver para poder solucionar lo posible, sea evitándolo como construyéndolo. Ni el deseo ni el querer son posibles frente a una realidad impuesta. Por eso es necesario “acortar el futuro y expandir el presente”.

El ver desespera, el mirar da esperanza. Y así como expresó un judío al terminar la visita a Auschwitz, su lección fue, sencilla y profundamente judía: Honramos a los muertos celebrando la vida y derrotamos al odio escogiendo la esperanza.

Podemos recurrir a frases dichas por intelectuales. Si en el S. XIX Nietzsche dijo: Dios ha muerto, pero no la realidad que expresa sino la figura que hemos construido. Si Fromm en el S.XX expresó: El ser humano ha muerto, podemos decir que la bondad es superior a la maldad. ¿Qué podemos decir en el S.XXI ante los aspectos que viendo, pero a la vez miramos? La mirada holotrópica nos lleva a sentir que este Horizonte de la Humanidad es amar y amar es afianzar al otro, ni poseerlo ni dominarlo: Amar es respetar. Un Horizonte no sólo factible, sino que está presente. No lo vemos porque nos cuesta mirar. Hay que recordar esa frase de Albert Einstein: La intuición es un don dado; su siervo es la mente racional, instrumental. Y las élites han honrado al siervo, pero no al don.

Y además, cabe preguntarse desde dónde hacemos “La mirada holotrópica”. Los sitios pueden y son diferentes. Estos sitios nos interpelan según sean las coordenadas de espacio y tiempo. Y entonces con un espíritu lleno de energía deberemos hacer el esfuerzo de pensar que debemos superar el ver y mirar que es más fácil ¿llegar al fin de la Humanidad, que derrotar al neoliberalismo? Más que apocalípticos, creo que debemos ser esperanzadores. Y por eso conviene no consumir las informaciones, que son distorsionadas o falsas, o ideologizadas para comprender, analizar lo que quieren decirnos o hacer creer en contra de la realidad y la verdad.

La mirada holotrópica nos empuja a ejercer la capacitación crítica, realista y constructiva. Cada “ego desde su metro cuadrado” hará lo que puede enérgicamente con ese pensamiento de Reinhold Niebuhr:

CORAJE para CAMBIAR

SERENIDAD para ACEPTAR

SABIDURÍA para DISTINGUIR.

 

Jaume PATUEL PUIG

Pedapsicogogo

SEPULCROS BLANQUEADOS


col zapatero

 

Futbolista de raza negra que atesora un portentoso talento. Apenas diecisiete años. Todo por prometer y desarrollar, pero aún no es nadie. Faltan el trabajo, el compromiso, un poquito de suerte y no perder por el camino la ilusión de jugar; lo único que hace al ser humano capaz de la excepcionalidad. Al otro lado expectación, la mirada del mundo y comentaristas que parecen interpretar la mismísima palabra del Gran Hermano. El chico es perseguido por las cámaras durante el calentamiento previo a un partido importante. Ella se asombra de los destellos que sus pies son capaces de arrancar al balón multicolor. Él comenta en tono jocoso lo que pretende ser un subrayado del talento del joven futbolista, entre la algarabía coral de gente tan poco sospechosa como Jorge Valdano: “Ojo, que si no le va bien, siempre puede terminar haciendo sus malabares delante de un semáforo en rojo”

…Oh no… Germán Burgos cavó su tumba. Un arquero peculiar, histriónico cuando defendía su portería; de perfil roquero, maneras extrovertidas, vida apasionada, espíritu litigante e indiscutible personalidad. Se equivocó. Lo vuelvo a repetir: se equivocó. Tal vez se dio cuenta a los pocos segundos, o quizás al albur del primer comentario de las redes. Pero la maquinaria de lo políticamente correcto ya estaba en marcha. Con los colmillos afilados, el gruñido sordo y los inquisidores prendiendo la hoguera. Sociedad hipócrita, oiga; comentaristas deportivos y no deportivos, editorialistas “creadores de opinión”, guardianes de la moral y las buenas costumbres (otras), instituciones que toman partido para no caerse de la línea del poder, no sea que les pillen con el paso cambiado; redes implacables sentenciando desde el anonimato y los neomeapilas del nuevo orden “si no estás conmigo estás contra mí”. Le faltó tiempo a Burgos para pedir perdón a través del propio medio de comunicación y después desde las redes sociales. Catorce horas tardaron en despedirlo. Un suspiro en juicio sumarísimo y sin derecho a réplica. Y es que esta sociedad farisea también está incapacitada para el perdón, inválida para la misericordia. Condena sin rubor y ejecuta sin temblor.

Mensaje del padre de Lamine Yamal, el futbolista “ofendido”, en su cuenta de Instagram: “Buenos días al mundo, solo pido respeto para los hijos de los demás. Gracias”. Estimado papá de Lamine, no te confundas. El desprecio de Germán Burgos no iba contra tu chaval, tampoco contra su piel. Por el contrario, tu chico está tan protegido… Porque viven de él. Hablan de él, flipan de él, hacen pasta por él… Fíjate. Sí en el irreflexivo chascarrillo le hubieran enviado a hacer sus malabares al Cirque du Soleil, nadie hubiera dicho nada. Porque el Circo del Sol es el arte, la magia, la excelencia, la belleza. Pero lo juntaron con el que no tiene nombre, el nadie, el ninguno, el paria del semáforo. Para quien cruza sus bolos y sus bolas con paquetitos de pañuelos y el mugriento limpiaparabrisas. Para quien sólo busca salvar el día antes de dejarse morir. Lamine es el príncipe que han querido vestir de mendigo y resulta que el aprendiz de millonario es ahora el ofendido, el sufriente impostado. Ciertamente sus malabares no son demasiado diferentes de los del payaso del semáforo. Pero Yamal viste y esconde el opio del pueblo, las peleas tribales, los obscenos trapicheos financieros, la indecente estructura del poder, hasta la razón de ser de quienes ayer reían en un plató de un estudio de televisión y de quienes mueven sus hilos ocultos en el lado oscuro de las plataformas mediáticas. A esta sociedad le viene muy bien limpiar su copa y su plato con el paño del velo negro del futbolista luminoso, mientras mantiene y disimula la podredumbre de sus adentros. Es la misma sociedad que se para en el semáforo cada mañana y deja tres metros de margen con el coche de delante, por si se acercan los desechos de su fauna y poder maniobrar antes de que puedan tocarle su SUV impecable. Es la misma sociedad que asiste a la muerte de siete mil inmigrantes tratando de arribar a sus costas cada año y mira hacia el otro lado sin un solo susurro antirracista para no encontrarse con las pieles desflecadas (negras, por cierto) de tanto niño y tanta mujer huyendo de la miseria cuando no de la misma guerra. La sociedad cuyo parlamento (al que sigue votando sin el menor asomo de crítica) ha de sentirse obligado a admitir a trámite, sin iniciativa propia y sin atisbo de vergüenza, la limpia propuesta de grupos civiles defensores de los Derechos Humanos para regularizar la situación de medio millón de almas inmigrantes en nuestro país. La propia sociedad que en el desollamiento público de Germán Burgos sigue refiriéndose a él como el mono, apelativo sobre el que nunca le he oído quejarse ciertamente, pero sin cuestionarse irreflexivamente sobre los más que dudosos matices despectivos, peyorativos, racistas incluso. Misma sociedad que sostiene a una clase dirigente que, mientras cruza a diario sus cuchillos de muerte en su pelea por el poder y la exclusión del contrario, ignora (literalmente) a una comisión de enfermos de ELA que acude al Congreso de los Diputados simplemente pidiendo ayuda; o que ha resuelto en el último año apenas el 12% de las peticiones de asilo de refugiados, la inmensa mayoría latinoamericanos, sin nada para el África negra, nada para Siria, nada para Afganistán. Idéntica sociedad que a estas alturas se encuentra proponiendo y ratificando una directiva europea sobre cómo librarnos de los inmigrantes que “amenazan” nuestras fronteras.

Ninguna voz antirracista se levanta contra estas “pequeñeces”, pero ni una duda sobre el degüello en plaza pública para alguien que cometió un error con un mal chiste en una mala noche. Termino diciendo lo mismo con lo que comencé, antes de que vengan también a por mí. Burgos se equivocó, porque hay que tener mucho cuidado de herir sensibilidades cuando alguien tiene un micrófono a una voz y una mano. Seguramente aún arrastramos demasiados tics, demasiadas frases (mal)hechas, demasiadas ideas sin ventilar y algunos reflejos culturales sin controlar. Pero cuando algo se nos escapa y el error se dispara, resulta mucho más reparador, me parece, sosegarnos, dialogar, reconocer, alumbrar los interiores, comprender, pedir perdón y perdonar; antes que asesinar sin piedad. Más bien deberíamos tratar de erradicar este rancio puritanismo de distinto collar, el mismo que filtra el mosquito y se traga el camello; estos sepulcros encalados, blanqueados por fuera y putrefactos por dentro. La misma mojigatería que, sobre otros referentes, alimentó la sociedad victoriana inglesa, el macartismo y la caza de brujas en la postguerra mundial norteamericana, o la sociedad franquista tras nuestra guerra civil. Hoy trata de imponerse la dictadura de la corrección política. No es nada nuevo. Ya lo decía el príncipe Fabrizio Salina-Burt Lancaster en aquel añejo e inolvidable Gatopardo de Lampedusa-Visconti: “A veces hay que cambiar algunas cosas para que todo siga igual”.

 

OTRO PASO PARA UN PAPA ECUMÉNICO


col koldo

 

El papa Francisco ha vuelto a aceptar el título de “Patriarca de Occidente” que han mantenido los papas durante siglos y que eliminó el Papa Benedicto XVI de los títulos oficiales papales desde el inicio de su pontificado. No es un simple título honorífico sino que es la titulación del Obispo de Roma que todos reconocieron durante el primer milenio y que refleja la concepción de Iglesia en la Antigüedad y en el Bajo Medievo antes de que se produjera la división de los cristianos en ortodoxos y católicos a partir del siglo XI.

En la iglesia antigua había 5 grandes patriarcados (Roma, Constantinopla, Alejandría (Egipto), Antioquía (Siria) y Jerusalén). Cada uno tenía autoridad y autonomía propia dentro de la Iglesia católica. Cada patriarcado  tenía su liturgia, sus cánones, su teología, sus ministerios y jerarquía propia. Ningún patriarca intervenía en los asuntos internos de las otras y todas se reunían representadas por sus obispos en los concilios ecuménicos. El papa, título que desde el siglo VIII reclamaba como exclusivo el Obispo de Roma, buscaba el reconocimiento de su primacía en los otros patriarcados. Pero esta se refería a los asuntos que concernían a la Iglesia universal, a las disputas entre Iglesias, a cuestiones doctrinales que rebasaban los límites de un patriarcado o a cuestiones disciplinares que influían en toda la Iglesia como determinar la fecha de resurrección y la navidad para todas las iglesias. En el segundo milenio todo cambió, se vio a la Iglesia entera como gobernada por el obispo de Roma que se convirtió en un patriarca y obispo universal.


Pablo VI era consciente de que el ministerio principal del papa es velar por la unidad y comunión de la Iglesia y que era el mayor obstáculo para la unidad. Juan Pablo II pidió que se  le ayudara a encontrar “una forma del ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva”. El Papa Francisco ha resaltado su disponibilidad ecuménica. “Me corresponde, como Obispo de Roma, estar abierto a las sugerencias que se orienten a un ejercicio de mi ministerio que lo vuelva más fiel al sentido que Jesucristo quiso darle y a las necesidades actuales de la evangelización”. El papa acepta ser considerado como “primus inter pares” entre los patriarcas cristianos, como ocurrió en el primer milenio del cristianismo, sin más prerrogativas.

La unión de las Iglesias y la reforma del Primado están vinculadas para el futuro. Se puede mantener el primado y asumir al mismo tiempo la teología que ve a Pedro no solo como referente del obispo de Roma sino de todos los obispos. En el primer milenio había distintas teologías sobre Pedro y sus sucesores, la exclusiva leoniana que defendía Roma y la plural de la teología cripriánica de la mayoría de los obispos; la línea del Concilio de Nicea y la que reafirma el código de Justiniano. La Pentarquía de patriarcados serviría como inspiración y referencia para un papado más colegial y para una teología de la sinodalidad que ahora inspiran al papa Francisco. El futuro de la Iglesia está condicionado por el papado como problema ecuménico y el resurgir de la pentarquía y desde ella renovar el primado del obispo de Roma puede ser uno de las formas de afrontarlo.

 

Juan Antonio Estrada

Religión Digital

EL PAPA FRANCISCO, UN LIANTE DE CUIDADO



  col kowalski

 

¿Quién no se acuerda de la famosa frase del Papa Francisco en la Jornada mundial de la Juventud en el 2013?  “¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío. Que acá dentro va a haber lío... va a haber, que acá en Río va a haber lío... va a haber, pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos, las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir, si no salen se convierten en una ONG ¡y la Iglesia no puede ser una ONG!”. Era la primera vez que el Papa Francisco se encontraba con la juventud del mundo de manera tan directa. Cuentan unos 4 millones de jóvenes congregados en la misa de clausura.

Este joven anciano todavía monta líos. Una atenta observación de su agenda pública nos muestra su vocación de liante. Hace unos días se encontraba ni más ni menos que con unos doscientos niños para invitarles a la oración. El motivo era desde la parroquia de San Giovanni María Vianney, en las afueras de la ciudad eterna, lanzar el proyecto de la “Escuela de oración" que impulsa con motivo del Año de Oración que sirve de preparación para el Jubileo de 2025.  El Papa Francisco no tuvo ningún problema para revestirse de catequista de comunión y responder a las espontáneas e incisivas preguntas de los niños.

Francisco les habló de la oración y al parecer un niño le dijo que su familia reza antes de comer. Francisco le respondió: “¿Pero sabes que hay muchos niños que no tienen qué comer? ¿Doy gracias al Señor que me da alimento? ¿Le agradezco que me haya dado una familia?" Y la pregunta más retadora de una niña en silla de ruedas: ¿Cómo puedo agradecer al Señor en la enfermedad? “Incluso en tiempos oscuros - dice el Papa Francisco- debemos gracias al Señor, porque nos da la paciencia para tolerar las dificultades. Digamos juntos: gracias Señor por darnos la fuerza para tolerar el dolor”. ¡Qué manera de complicarse la vida! Pero qué bonito acercarse a los niños de esa manera tan preciosa y orar con ellos.

La agenda del Papa Francisco está plagada de gestos evangélicamente liantes. Por eso la pregunta es muy sencilla: ¿qué significa generar lío? Probablemente para cada uno de nosotros, como para el Papa, es más cómodo estar, esa mañana o esa tarde, tranquilo en su habitación, después del trajín diario, pero no; ahí se fue a esa parroquia… eso es crear lío. En una palabra, salir de nuestra “zona de confort”, cada uno con sus posibilidades, para hacer presente el evangelio o para acercar la misericordia del Señor a los que lo necesitan. Así de sencillo y así de complicado, ya que luchamos contras nuestras resistencias, nuestras comodidades, nuestras repugnancias y todo un sinfín de prejuicios que bloquean demasiadas veces nuestra realización plena como cristianos. Una vida cristiana “estreñida” “avinagrada” - como dice el Papa- nos conduce a la amargura. Si nuestra vivencia del evangelio no nos hace felices, en cualquiera de la situaciones de nuestra vida, algo falla; y necesitamos hacérnoslo ver…El Papa Francisco nos precede y nos inyecta con sus gestos y palabras mucha moral. Es un liante nato, como recuerda en el último libro entrevista, por eso no hubiera aceptado el Papado en el primer asalto, es decir el Cónclave que eligió a Benedicto. No era el momento todavía del lío primaveral que está montando.

Esperemos que en España, que ya empieza a haber un grupo de obispos franciscanos -entiéndase bien- que la líen un poco, sino esto parecerá pronto un erial…

 

José Luis Ferrando Lada

Religión Digital

EN TORNO AL DIACONADO


col anso

 

Es un hecho que todos los papas, obispos y sacerdotes son diáconos. Puede dar la impresión de que el diaconado es un mero peldaño para el presbiterado, o que su función laical es menor dentro de la Iglesia. Pero lo cierto es que cualquier pastor es primeramente un servidor, que es lo que significa ¨diácono¨. La diaconía no debiera ser entendida como un peldaño para progresar en el ministerio.

En realidad, todas las responsabilidades de liderazgo en la iglesia deberían verse como posiciones de servicio, de diaconado. Que por algo este ministerio se remonta a la esencia del mensaje evangélico y a los primeros pasos de la Iglesia. En el ámbito católico, el Concilio Vaticano II restauró el ministerio diaconal con carácter permanente y distinto del presbiteral y episcopal. Esta restauración, unida a la posibilidad de admisión de candidatos casados supuso una profunda novedad que después de tanto tiempo todavía sigue buscando un lugar propio.

No podemos olvidar la fiebre de vestir alzacuellos para acercarse al presbiterado (los que hayan decidido serlo). Se olvidan de que el servicio no se manifiesta en semejante distintivo, sino en su compromiso diaconal con una actitud de servicio (ministerio) manifestada ante su obispo.

Como cualquier bautizado, el diácono es sacerdote en cuanto a su participación en el sacerdocio común de bautizados. El laico podría hacer casi lo mismo que un diacono: El obispo puede a su parecer, otorgar un nombramiento a un laico comprometido y formado para ser responsable de una Vicaría -si no hay diáconos-, y en dicho nombramiento puede autorizarle para presidir la celebración de la Palabra, de acuerdo a las normas litúrgicas, enseñar la catequesis familiar y sacramental; atender a los enfermos y ofrecerles, prepararles y darle la sagrada comunión, presidir el rito de los funerales y sepulturas, hacer la exposición del Santísimo Sacramento para su adoración, pero sin dar la bendición al pueblo (Código de Derecho Canónico, c. 943). Muchos laicos y laicas lo hacen con frecuencia en lugares en los que escasean los presbíteros.

Por tanto, el Derecho Canónico ni siquiera es un impedimento para acercar las competencias diaconales a las laicales de quienes no tienen el carisma oficial ante la necesidad de evangelizar por testigos de probada rectitud y ejemplo. Hay que evitar el clericalismo y el funcionalismo cuando se trata de entender al diaconado. A los ojos de muchos, existe la dificultad de captar la diferencia entre lo que hace un diácono y las mismas funciones ejercidas por un laico formado y comprometido.

En el caso de las mujeres, ¿qué impedimento teológico existe para que una mujer no pueda ser diaconisa, como lo puede ser un varón casado? En su acepción básica, serían servidoras con una encomienda especial al imponerles las manos el obispo. Esto no desvirtuaría lo esencial: el compromiso de servir a la comunidad de manera solemne, comprometida y reglada.

Mientras no se acometa el problema de fondo, que no es otro que el compromiso de servicio al margen de los sexos, es imposible que esta figura brille en todo su esplendor. En el caso de los varones, porque su estatus oscila entre un “cura de segunda” y un super monaguillo (dependiendo del presbítero que les toque en suerte). Y en el caso de la mujeres, porque es un talento espiritual desaprovechado por el mero hecho de ser mujeres. Creo que sería más lógico que el acceso a este servicio comprometido no tuviese el matiz clericalista; bastaría la preparación adecuada y el compromiso de servicio de gente probada en su ejemplo de fe. Vocaciones para ello no faltan, cuando la encomienda es pastoral y sacramental por encima de litúrgica y clerical. De hecho, el diácono no debería estar a las órdenes de un cura, pues están al servicio de la comunidad, a la que sirve, a través del obispo.

No quiero desautorizar al diaconado, lo que pretendo es la reflexión sobre el fondo normativo que prima por encima del carisma teológico cristiano del propio servicio, base necesaria para una eficaz evangelización.

El ministerio presbiteral ha acabado por absorber en él el cumplimiento de la mayor parte de las tareas indispensables para la construcción de la comunidad y la realización de la Misión. La consecuencia ha sido que la imagen de la Iglesia era prácticamente confundida con la del sacerdote, donde los diáconos son percibidos como un ministerio de suplencia presbiteral. Y el servicio comprometido por amor al Evangelio es mucho más que eso. Por lo cual otro diaconado es necesario. Y posible.

MAESTROS DEL DESIERTO (I Y II)


col arregi

 

Necesitamos un nuevo paradigma desde el que situarnos si queremos ser fieles al Evangelio de Jesús. Dicho paradigma debe conciliar amablemente el camino de la virtud con el camino de la experiencia interior. Ambos son indisolubles y cada uno debe de conducir inevitablemente al otro.

Este nuevo paradigma, en verdad, no es del todo nuevo sino que viene a ser una relectura, desde nuestro tiempo, de las intuiciones que en los primeros siglos se vivían como real. Este paradigma tiene que ver, por tanto, con la espiritualidad que caracterizaron a los padres y las madres del desierto, esto es, una espiritualidad desde abajo.

Son curiosas, y dignas de releerse las advertencias que los monjes hacen al respecto de esta espiritualidad; como aquella del abad Antonio: «Si ves que un joven se esfuerza en llegar al cielo por su propia voluntad, agárrale fuertemente por los pies y tira para abajo, porque eso no le sirve de nada.» 

De manera reiterada se hablaba entonces de la necesidad de habitar el espacio interior, de reconocer las emociones y las pasiones que nos mueven, de convivir con ellas, pues es ahí donde se juega la vida del sujeto y donde tiene lugar el encuentro con Dios. Evagrio Póntico, otro de aquellos maestros del desierto, lo expresaba justamente así: «¿Quieres conocer a Dios? Aprende antes a conocerte a ti mismo.»

Para los padres del monacato primitivo, el camino espiritual comienza con una opción por la autenticidad y la honestidad para con uno mismo. Ambas actitudes hacen una llamada a la humildad. Ya San Benito describió esta “espiritualidad desde abajo” en un capítulo que dedicó a la humilitas. Y es que es justamente el poder descender hasta nuestro vínculo con la tierra, hasta la tierra que nos configura (humus-humilitas) como entramos en contacto con el cielo, con Dios (misterio de la Encarnación, sin ir más lejos). En definitiva, tanto para los primeros monjes como para nosotros, aunque expresado de otro modo, de lo que se trata, como dice Javier Melloni, es de dejarse tomar por los efectos de la resurrección y que nos vayan abriendo a realidades inéditas que ya están aquí pero que no sabemos ver.

El aspecto más indisoluble en este auto-habitarse radica en la capacidad de auto-observación (atención e intención) de la propia interioridad al tiempo que se está en Dios y orientado hacia Él. Esto permite no caer en la tentativa de convertirnos en burbujas que vivan cerradas exclusivamente para sí. Quizá entonces aquellos monjes tuvieran más conciencia de la singularidad de este enlace que en nuestros días, pues ahora la vuelta a un espacio más intimista responde, en muchos casos, a un reclamo de bienestar que nos cierra sobre nosotros mismos. 

Sólo desde esta experiencia de regreso a la casa del Padre, a ese Templo interior donde Dios se nos revela, puede obrar la transformación necesaria en nosotros que nos evite caer en un activismo que responda más a nuestra propia autocomplacencia y al deseo de exhibirnos y que, evidentemente, nada tiene que ver con ser lo que estamos llamados a ser.

Permanecer con uno mismo

Ahondando un poco más en la vivencia que los primeros solitarios tenían sobre el Camino Espiritual, topamos con un segundo aspecto de vital importancia para ellos y que hoy se torna en una conquista plausible, esto es, la capacidad de permanecer consigo mismo o, lo que es lo mismo, el valor de la soledad elegida.

Se dice del tiempo en que vivimos que la comunicación está totalmente globalizada. Es cierto que la mayoría de las personas de nuestro “Primer Mundo” tienen móvil que las mantienen en comunicación con cualquier individuo esté donde esté. Si bien es verdad que este alcance y amplitud tiene muchas cosas positivas, también es cierto que, paradójicamente, está dificultando las relaciones más cercanas, aquellas que se dan en el tú a tú. Hemos perdido parte de la capacidad de interacción entre aquellos que tenemos más cerca. Las relaciones se han hecho más virtuales que nunca llevándonos a vivir más hacia fuera que hacia dentro.

El silencio

Los Padres del Desierto se cuidaron mucho del estar sólo hacia fuera por lo que buscaban largos periodos en los que cada uno pudiera permanecer consigo mismo. De no ser así, ¿cómo entenderíamos la capacidad que tenían para auto-habitarse y reconocer sus instintos, emociones y, en definitiva, saber lo que les sucedía? 

Transitar hoy un camino espiritual pasa necesariamente por una vuelta hacia uno mismo, por aprender a estar uno consigo en una soledad buscada, que no impuesta. La soledad posibilita un tiempo en el que uno puede reconocerse en lo que es como persona, un periodo de no huida, de no distracción, para lograr permanecer consigo mismo y poder alcanzar el fondo de la propia alma (Tauler) que está habitado por la Presencia de Dios. 

Permanecer en la celda era para el monje la oportunidad para de mantenerse en él y era, por ello mismo, la condición necesaria para el progreso espiritual, pero también para la maduración personal. Pero el hecho de estar allí no implicaba nada, ya que según se nos ha trasmitido del abad Ammonio: «podría darse que uno estuviera sentado en su celda durante cien años sin haber aprendido cómo debe uno sentarse en la celda.» Resulta del todo curioso que en reiteradas ocasiones repitan los Padres que las motivaciones para permanecer en la celda deben ser dos: el conocimiento de uno mismo y el estar dirigidos a Dios, siendo esta última decisiva para evitar que la persona caiga en la tentación que supone el egocentrismo.

Aquellos monjes eran maestros en el arte de la soledad pues vivieron procesos difíciles que les reportaron una lucidez y sabiduría que sigue siendo actual para nosotros. Hay muchas personas que rehúyen la soledad, no saben estar solas y, permanentemente, necesitan del contacto de los otros. Muchos de ellos incluso viven sólo para los ojos de los demás. Quien se mueve desde aquí sin haber logrado previamente reconocer sus motivaciones y el lugar desde donde actúa puede correr el riesgo de perderse en la vida de otras personas sin haber sido capaz de vivir la suya propia.

Los grandes místicos de la historia siempre encontraron una calidez especial en la soledad, un lugar ignoto no sólo de descanso, sino de encuentro con Aquel al que su alma tanto ansiaba. Permanecer en dicha soledad les ofrecía la posibilidad de habitarse y ser habitados por el Dios al que buscaban. Desde esta experiencia, tan decisiva para los que vivimos pendientes del mundo y hasta olvidados de nosotros mismos, escribía Juan de la Cruz: «En soledad vivía, / y en soledad ha puesto ya su nido; / y en soledad la guía / a solas con su querido / también en soledad de amor herido.»

 

José Chamorro

Religión digital

¿CONOCEMOS AL PASTOR O DECLAMAMOS SUS MANDAMIENTOS? Jn 10, 11-18


col labrador

 fe adulta


¿Me siento una persona buscada, amada y cuidada por este “Buen Pastor”?

“Jesús resucitado vive entre nosotros” Este es el mensaje que venimos repitiendo cada domingo de Pascua. Hasta ahora se nos ha dicho mediante los textos del sepulcro vacio o los de las apariciones, testimonios ambos de esa experiencia que cambió la vida de sus seguidores/as y los reunió en Iglesia. Hoy da un paso más, no nos habla solo de ese primer encuentro, sorprendente, con el Resucitado, en el huerto, en Tiberíades, en el cenáculo… Hoy nos anuncia que esta presencia de Jesús vivo a nuestro lado es continua, definitiva, como la del pastor con sus ovejas.

La imagen del pastor que socialmente puede quedarnos un poco lejana, también puede suscitar, en muchos de nosotros, más que una reflexión, un sentimiento entrañable, sentirnos amados, cuidados, protegidos…  Sabemos que desde los comienzos de la Iglesia es la imagen más querida y representada de Jesús. Ya en las catacumbas, ese pastor que carga sobre sus hombros una oveja es el consuelo y la fuerza para aquellos primeros hermanos y hermanas que se sienten perseguidos y amenazados. Muchos de ellos recordaban la imagen del “pastor” para referirse a Dios leída tantas veces en el A. T., como el único que guía y protege a su pueblo.

Os invito a acercaros a acoger este texto desde dos claves:

1ª  Intentar descubrir desde el corazón a este Buen Pastor

Recordemos cómo describen los evangelios en distintos momentos la imagen del pastor referida a Jesús: el que conoce a las ovejas, camina con ellas, las llama por su nombre, las guía hacia buenos pastos, las defiende en sus peligros…. En el texto de hoy la comunidad de Juan la contrapone a la del “asalariado”. Ser pastor no es un oficio es una forma de ser, de vivir y de relacionarse con las ovejas. Es la forma de ser y vivir que han visto en Jesús, que ha impresionado a sus seguidores. Le recuerdan pendiente del pobre, del ciego, de la mujer condenada, de los niños, de tantos enfermos… Nunca preocupado de sí mismo. Una forma de ser y vivir que se resume en ese estar dispuesto a jugarse la vida, a arriesgar su vida por los demás, a los que llama “sus ovejas”, que le importan hasta tal punto que entrega su vida por ellas.  Cuando se escribe este texto la comunidad tiene muy presente la imagen de Jesús crucificado. Desde ahí cobran nueva fuerza ahora sus palabras y su imagen de buen pastor. 

Pero este buen pastor, ansía ser el pastor de todos, de tantas personas que están “como ovejas sin pastor” solas, necesitadas… y se plantea “tengo que buscarlas”. Es el pastor que sale a los caminos, como el de Emaús, a buscar a las ovejas perdidas, a las desilusionadas, a las que aun no creen.  Ese es el Dios del que Jesús nos habla: un Dios comprometido en buscarnos, a todos, a cada uno y cada una allí donde estamos. Un Dios al que “le importamos”. El Buen pastor nos habla de un Dios, como el padre del hijo pródigo que  sale al camino cuando nos ve lejos… que abandona el redil para buscarnos cuando nos hemos ido…  Este es el corazón de Dios que Jesús resucitado nos revela al caminar cada día con nosotros, este es el plan de Dios para todos, su Reino… que todas las personas seamos su rebaño, que solo El sea nuestro pastor. ¿Nos lo creemos? ¿Nos sentimos buscados, amados y cuidados por este buen pastor?

Porque esta es la gran noticia de la Pascua: Jesús vive entre nosotros para siempre como “buen pastor”. Solo esta experiencia puede cambiar nuestra vida y hacerla una vida nueva, pascual, de resucitados.

2º Buscar por encima de todo conocerle personalmente, entrar en su intimidad.

El evangelio nos habla de una relación personal de Jesús con sus ovejas: “conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas”. Conocer, amar, dar la vida están aquí en un mismo plano, o quizá mejor cada una de estas palabras explica, sostiene y revela todo el sentido de la otra. Este conocer en el sentido que usa la Biblia, que no es tener datos de algo, nos está hablando de ese conocimiento-relación íntimo y profundo, de elección, de intimidad, de confianza. El que puede darse en un matrimonio, entre amigos de verdad. Así conocer es acoger, aceptar, amar plenamente, amar al otro, a la otra, como es, no como esperamos o queremos que sea. Pero no se queda ahí, este conocimiento del buen pastor, esta relación con cada una de sus ovejas es similar al amor y la relación de Jesús con su Abbá, de la que en otro momento llega a decir “el Padre y yo somos uno”.

Palabras y realidades que nos sobrepasan sin duda, pero en las que hoy se nos invita a entrar. Porque lo importante es descubrir en lo más profundo de nosotros mismos, que Jesús es “mi buen pastor”, como dice el salmo 22 que rezaremos este domingo: Es “mi” pastor, el que me conduce cuando voy a oscuras, el que me prepara una fiesta y repara mis fuerzas cuando siento que no puedo más. El que hace que no tenga miedo, porque me lleva en sus hombros…

Termino hoy con un pequeño relato que puede ayudarnos:

“AI final de una cena en un castillo inglés, un famoso actor de teatro entretenía a los huéspedes declamando textos de Shakespeare. Luego se ofreció a declamar lo que Ie pidieran. Un sacerdote muy tímido preguntó al actor si conocía el salmo 22. EI actor respondió:

Sí, lo conozco y estoy dispuesto a recitarlo sólo con una condición: que después también lo recite usted.

EI sacerdote se sintió un poco incómodo pero accedió a la propuesta. EI actor hizo una bellísima interpretación, con una dicción perfecta, de “EI Señor es mi pastor, nada me falta…” Los huéspedes aplaudieron vivamente.

Llegó el turno del sacerdote, que se levantó y recitó las mismas palabras del salmo 22. Esta vez, cuando terminó, no hubo aplausos, sólo un profundo silencio y lágrimas en algún rostro.

EI actor se mantuvo en silencio unos instantes, luego se levantó y dijo:

Señoras y Señores, espero que se hayan dado cuenta de lo que ha ocurrido aquí esta noche. Yo conozco el Salmo, pero este hombre conoce, ama, al Pastor.

Que el Señor nos conceda conocer al Pastor y disfrutar agradecidos de caminar cada día a su lado.