FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




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ATALAYA DE MAYO DE 2024

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jueves, 1 de octubre de 2020

HUMANIZAR LAS FIESTAS

 CRISTIANISME I JUSTÍCIA

J. I. González FausLa versión nuestra del tercer mandamiento del Decálogo (“santificar las fiestas”) podría reformularse hoy como dice este título, con solo que entendamos que la santidad no es el fruto de un voluntarismo moralista sino, simplemente, la plenitud y la máxima calidad de lo humano.

Descubriríamos entonces que algo de eso era su sentido primero de ese tercer mandamiento, como luego diré. Pero descubriríamos también hasta qué punto nuestra sociedad ha embrutecido las fiestas, en vez de ayudarnos a humanizarlas. (más…)

Muere el padre de Mafalda

 Redacción de Atrio

POR ROBERT MUR | BUENOS AIRES, ARGENTINA

La Vanguardia

Otra vez sopa!”. Murió Quino, pero Mafalda será inmortal. De hecho, la niña a la que no le gustaba la sopa permanecía ayer sentada en su banco del barrio de San Telmo de Buenos Aires, custodiada, de pie, por Susanita y Manolito. Sus lágrimas invisibles fueron sustituidas por la flores que los porteños dejaban junto a ella. La colorida escultura está a unos pasos de la casa de Mafalda, en el número 371 de la calle Chile, donde dicen que la niña vivió en los años sesenta, acompañada de su padre, Joaquín Salvador Lavado, nombre que decía poco porque era mundialmente conocido como Quino.

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El hambre nos va a matar antes que el coronavirus


Instituto Tricontinental de Investigación Social

Alainet

En abril de 2020, un mes después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU advirtió que el número de personas que viven con hambre aguda en el mundo se podría duplicar a fines de 2020 debido al coronavirus “a menos que se tomen medidas rápidas”. Un informe de la Red Mundial Contra las Crisis Alimentarias —que está compuesta por el PMA, la FAO y la Unión Europea— dijo que la pandemia producirá los niveles más altos de inseguridad alimentaria desde 2017.
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Santa Sede y China: razones para un acuerdo sobre el nombramiento de obispos

 


Andrea Tornielli

Vatican News

Durante octubre se toma la decisión sobre la propuesta del Vaticano de prorrogar ad experimentum las reglas provisionales. “Vale la pena continuar”, explicó el Cardenal Parolin.
El Acuerdo Provisional sellado el 22 de septiembre de 2018 entre la Santa Sede y la República Popular China, relativo al nombramiento de obispos, entró en vigor un mes después de su firma y, por lo tanto, expirará el 22 de octubre próximo. Firmado en Pekín, preveía una duración de dos años ad experimentum, antes de una eventual confirmación definitiva u otra decisión. El cardenal Secretario de Estado,
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Así será la ‘revolución económica’ del Papa: dos españoles controlarán los más de 5.000 millones de euros que manejaba la Curia

 

Jesús Bastante

Religión Digital

Vaticano

Maradiaga: “Hasta ahora nos hemos equivocado, los controles financieros fueron insuficientes”
Juan Antonio Guerrero sj. y Maximino Caballero Ledo, amigos desde la infancia, estarán al mando de la gestión de todos los fondos vaticanos junto a Nunzio Galantino
El ‘escándalo Becciu’, paradójicamente, puede reimpulsar el proceso de transformación en la Curia y la economía romanas
Financial Times revela que los magistrados del Vaticano investigan a Becciu por otra inversión opaca de 385 millones de euros, destinados a la compra de un gran edifcio en Chelsea, en 2014, algo que no supondría un delito, pero sí una gestión poco prudente
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El Papa muestra su puño de hierro y se queda solo

 

Marco Politi – Roma

Reflexión y Liberación

Una atmósfera malsana envuelve toda la historia del escándalo Becciu, los fondos secretos de la Santa Sede, las inversiones especulativas imprudentes y descontroladas realizadas con el dinero de la Iglesia y el secuestro de fondos a personas del clan familiar.
Es un ambiente de Coliseo, de sangre y arena, de un público sediento de ver cómo los gladiadores se enfrentan a las fieras y se matan entre ellos. Los ojos se vuelven hacia el emperador que mostró los pulgares hacia abajo hacia un intocable, decapitado en el acto. Pero la emoción del anfiteatro está lejos de disminuir.
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¿La salud o el dinero?

 José M. Castillo, teólogo

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Fuente: Teología sin censura
Tendríamos que estar ciegos, si no nos damos cuenta de que el problema de fondo, que tenemos planteado, en España y en el mundo entero, está en saber con claridad si lo primero, que tenemos que resolver es el problema de la salud o es el problema del dinero. Es decir, lo principal y ante todo ¿es la salud o es el capital? A esto se reduce y en esto se concentra el problema que tenemos que tener muy claro y bien resuelto todos y cada uno de los ciudadanos. ¿Lo que más nos preocupa es que se asegure y se resuelva el problema sanitario, que nos ha planteado la pandemia del Co vid 19? ¿O lo que más nos preocupa es el dinero que todo esto nos va a costar y las consecuencias económicas que va a tener?

Y conste algo que, para todos y de una forma o de otra, es fundamental. Al plantear este asunto – y tal como lo he planteado – no estoy hablando sólo de sanidad y de economía. De esos dos problemas, por supuesto. Pero no sólo de esos dos problemas capitales. Además de esos problemas (y aunque parezca mentira), estoy hablando de nuestras creencias religiosas o, dicho de otra manera, hablo de nuestras convicciones éticas (aunque haya serias diferencias entre lo uno y lo otro).

Me explico. Quienes leen la Biblia y, más en concreto, el Evangelio, no tardarán en darse cuenta de que, en los Evangelios, los relatos de la vida y la actividad de Jesús repiten, una y otra vez, los llamados “milagros” de curaciones de enfermos. Al recordar estos relatos, lo primero que es necesario tener en cuenta es que lo que más le interesó y le preocupó a Jesús fue la salud de los que padecían una enfermedad. Es más, hasta podemos encontrar narraciones de difuntos a los que Jesús devolvía a esta vida. Y conste que esto le interesó y le preocupó tanto a Jesús que, por devolverle la vida a Lázaro, las autoridades del Sanedrín condenaron a muerte a Jesús (Jn 11,47-53).

Ahora bien, supuesto lo que acabo de explicar, la segunda cosa, que el Evangelio deja patente, es que Jesús afirmó, una y otra vez, que no se puede amar a Dios y al dinero. Es el segundo gran problema que encontramos en los Evangelios: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos”.

Todo esto supuesto, yo me pregunto y pregunto a quienes lean esta breve reflexión: ¿Qué es más importante y apremiante? ¿Es la salud? ¿Es el problema económico? Quede claro que quienes no tengan claras y bien resueltas estas preguntas – empezando por nuestros gobernantes – no harán sino enturbiar más y más el mundo tan turbio y repugnante en que nos ha tocado vivir.
Termino como empecé: ¿Qué es lo primero para Vd? ¿La salud? ¿el capital? Más aún, dado que las dos cosas son importantes, ¿qué es lo primero para Vd, la salud o el dinero? Aquí y en esto es donde nos definimos cada uno.

Antonio José de Almeida, teólogo y pastoralista brasileño: “El celibato no es una exigencia de la propia naturaleza del sacerdocio”

 vida nueva

curas casados

El sacerdote y teólogo brasileño aborda la cuestión del celibato en una entrevista con Vida Nueva
Ajeno a todo revuelo mediático que siempre despierta la cuestión del celibato, el sacerdote y teólogo brasileño Antonio José de Almeida aborda el asunto sin cortapisas.
PREGUNTA.- ¿Por qué este debate siempre suscita tensiones en la Iglesia?
RESPUESTA.- Con la sexualidad se toca una pulsión humana radical, más poderosa que el tener y menos controlable que el poder. El celibato encarcela la sexualidad, pero no la elimina. A pesar de sus motivaciones teológicas, pastorales e institucionales, se ve en dificultades frente a las solicitudes de la carne, perdiendo, muchas veces, ante escapadas ocasionales o incluso ante el concubinato. Si en ciertos ambientes el sexo es un tabú, en algunos eclesiásticos se está ante un plato servido en bandeja de plata para el psicoanálisis.
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La mentalidad española

Jaime Richart , Antropólogo y jurista

 Redes Cristianas

La mentalidad es un modo de pensar o configuración mental de una persona o de una colectividad.
Pues bien, cuando hablo de la mentalidad española me refiero a la preponderante, a la que mueve los hilos de la sociedad, antes, ahora y habitualmente. Ésa ha cambiado poco, salvo en los asuntos relacionados con el sexo y los sexos: divorcio, libertad sexual, igualdad de sexos, etc que afecta a otros muchos aspectos del trato interpersonal y social. Porque en los planos político, político-social, territorial, jurídico y delictivo ha cambiado muy poco en los centros neurálgicos del poder judicial y en esa parte de la sociedad representada por el espectro virtual de los dos partidos que se han alternado en el poder a lo largo de estos últimos 44 años de democracia formal pero no auténtica.

Todas las naciones del continente europeo, salvo España y Suiza, han pasado en los últimos 100 años por dos grandes guerras. Las experiencias traumáticas consustanciales a toda guerra, vividas por las generaciones que las sufrieron directamente, transmitidas a las siguientes genéticamente y también psicológicamente por un sinfin de relatos pasados de padres a hijos y luego a nietos y luego a biznietos, indudablemente configuran en todas esas poblaciones una psique, una personalidad, al fin una mentalidad, muy distinta, de la de las poblaciones del mundo que no las vivieron. Tanto es así que desde un punto de vista antropológico hay una distancia tan acentuada de mentalidad entre ambas, como la que pudiera apreciarse hoy día entre un europeo y un africano del corazón del continente o un asiático.

En efecto, Suiza no participó en ninguna de las contiendas. Fue un espectador de excepción del cómo los obuses y las bombas se cruzaban muy cerca entre los dos bandos. Si bien participó de una manera nobilísima: entre 1916 y 1918, Suiza aceptó a 68.000 soldados enfermos y heridos, tanto franceses como alemanes y británicos que bajo el acuerdo de las dos partes y con la ayuda de la Cruz Roja, fueron trasladados a los pueblos de sus montañas para recuperarse y mantenerse al margen de la guerra. España no. España, no intervino ni en la primera ni en la segunda. En la primera se encontraba inmersa en una de las mayores crisis de su historia. La fractura social y política era evidente. Por entonces, España todavía estaba lamiéndose las heridas que le produjo la pérdida de las últimas posesiones de ultramar en 1898. En la segunda tampoco estaba en condiciones. Se encontraba en postguerra. De modo que España se libró de ambas guerras, pero fabricó la suya particular: una guerra civil, una guerra fratricida que las naciones de las dos contiendas nunca habían tenido o hacía mucho tiempo habían superado.

En tales condiciones la diferencia de mentalidad entre los 26 países pertenecientes a la Unión Europa y España que forma parte también de ella, es abrumadora. Aquí, tras las batallas habidas en las posesiones de ultramar y las colonias después, no se puede hablar de experiencias bélicas trasnacionales más allá de Alhucemas o las Chafarinas. La mente de los españoles no puede pensar ni sentir como piensan y sienten quienes salieron de dos infiernos y luego tuvieron que esforzarse en superarlos en sinergia entre todos los participantes. La mente de los españoles sigue sin haberse curado de resentimiento. La catarsis que sólo podría haberse producido por el enjuiciamiento de los delitos cometidos durante la guerra civil y la dictadura que el Derecho internacional considera imprescriptibles y la exhumación de miles de cadáveres que siguen en las cunetas, no se ha producido. Pues los descendientes de los ganadores, no sólo no han tenido interés en un armisticio sincero con los descendientes de los perdedores, es que desde la muerte del dictador mantienen invariable su posición y su voluntad dominadora. Entre otras razones porque son los mismos detentadores de las propiedades de las que se apoderaron durante y después de la guerra. La Ley de Amnistía de 1977 fue otra argucia para impedir el enjuiciamiento de los delitos de lesa humanidad cometidos por el dictador y sus secuaces. Así, la Constitución es un texto cuyo legislador blindó la mentalidad franquista. Los jueces de la Transición pasaron repentinamente de ser franquistas a demócratas. El Tribunal de Orden Público se convirtió en la Audiencia Nacional. Y luego los jueces con su mentalidad conservadora típica del rigor militar del dictador, han ido seleccionando las promociones subsiguientes desde el inicio de esta democracia de mínimos, una modalidad de democracia cercana a la farsa.

Así es que no habiendo una indubitada separación de poderes; habiéndose respetado el legado y la voluntad del dictador, incluida la restauración borbónica; siendo, en suma, la más activa, política, institucional y económicamente la mentalidad predemocrática, cualquier asunto o delito cometido por los representantes de los ganadores es tratado por la justicia con benevolencia, y no hay esperanza en la solución propia del siglo que vivimos de los territoriales. Conflictos que magistrados de los Altos Tribunales tratan con una absoluta falta de epiqueya: un concepto jurídico fundamental. Pues es, nada menos, la acción hermenéutica, interpretativa, que permite liberarse el juzgador de la “letra” de la Ley (de la justicia) en favor del “espíritu” (la equidad) de la misma.

A este paso, entre no haber intervenido España, como el resto de los países europeos, en las dos grandes guerras que aglutina su mentalidad por la dolorosa vía de vencedores y vencidos obligados a entenderse, por un lado; y sí por el contrario está presente todavía en la memoria la guerra civil entre connacionales, por otro; al no haber habido (pese a lo que se diga de la Ley de Amnistía citada) reconciliación alguna al término de la dictadura; y la falta de unos tribunales compuestos por magistrados de mentalidad “europea” conducidos por la epiqueya, jamás España podrá equipararse, y ni siquiera aproximarse, ni al espíritu ni a la voluntad democrática de toda, virtualmente, su población.

De modo que hasta que esa mentalidad (dispuesta sobremanera a retener las ventajas, las posiciones y los privilegios de clase que le dio el triunfo en la guerra civil y luego la dictadura) no entre en razón por sí misma o no sea doblegada por la razón y el espíritu de la libertad entendida en su sentido contemporáneo de las naciones realmente democráticas, en España seguirá rigiendo de hecho (esperemos que no de derecho) la mentalidad ultraconservadora, franquista o fascista…

¿Y si recuperásemos la corrección fraterna?

José María Segura

Cristianismo y Justicia

Vivimos tiempos tensos. Tensiones en Bielorrusia donde la multitud ciudadana (sobre todo las mujeres) se ha lanzado a la calle a pedir unas nuevas elecciones y que son detenidas, encerradas, amenazadas…; ciudadanos afrodescendientes asesinados por los cuerpos de seguridad en Estados Unidos; vidas acampadas en Moria que solo son noticia porque su “campamento” arde dejando a miles de refugiados expuestos en las calles; cientos de supervivientes de la “ruta del Atlántico” agolpados en muelles y carpas en las Canarias…
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“Ayuso, con la comida no se juega”: San Carlos Borromeo denuncia que Madrid deja sin comedor a las familias con Ingreso Mínimo Vital

 

Jesús Bastante

Religión Digital

“Su política social sigue haciendo caja con las familias en situación de pobreza”, lamenta la ‘parroquia roja’ de Entrevías
Denuncian que “las niñas y niños de las familias en situación de pobreza pierdan esta protección social que en muchos casos asegura una comida caliente a estas familias”
“Durante la pandemia fue el TelePizza y ahora, en plena crisis social y sanitaria, les excluyen de la especial protección con la que venían contando estas familias”
“La Comunidad de Madrid vuelve a mostrar total indiferencia ante el Derecho a la Alimentación de las niñas y niños empobrecidos”
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Domingo 27 de Septiembre 26º Ordinario Vicente de Paúl (1660)

KOINONIA


 La conversión de aquellos que el sistema religioso considera pecadores debería ser una señal profética con el poder de arrastrar a todos hacia el camino del bien. Sin embargo, esto no es lo que ocurre. Cada sistema religioso organiza sus valores en escalas jerárquicas en las que cuenta más la posición que la propia conciencia. El profeta Ezequiel y el evangelio se refieren a esta terrible realidad: los que se consideran a sí mismos salvados son incapaces de cambiar su manera de pensar para abrirse a la acción de Dios. Los más ilustres representantes de la religión (sacerdotes judíos, fariseos, escribas, etc.) incurren en el pecado de la falsa conciencia religiosa, es decir en la pretensión injustificada de considerarse salvados por sus propios méritos y no por la gracia de Dios. Pablo nos presenta una aguda reflexión sobre este problema y nos llama la atención sobre aquellos elementos de discernimiento que nos permiten evaluar nuestras prácticas cotidianas a la diáfana luz del amor misericordioso y del servicio solidario.

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DOMINGO 27 Tiempo ordinario – A (Mateo 21,33-43)

 José Antonio Pagola

EL RIESGO DE DEFRAUDAR A DIOS

La parábola de los «viñadores homicidas» es tan dura que a los cristianos nos cuesta pensar que esta advertencia profética, dirigida por Jesús a los dirigentes religiosos de su tiempo, tenga algo que ver con nosotros.

El relato habla de unos labradores encargados por un señor para trabajar su viña. Llegado el tiempo de la vendimia sucede algo sorprendente e inesperado. Los labradores se niegan a entregar la cosecha. El señor no recogerá los frutos que tanto espera.

Su osadía es increíble. Uno tras otro, van matando a los criados que el señor les envía para recoger los frutos. Más aún. Cuando les envía a su propio hijo, lo echan «fuera de la viña» y lo matan para quedarse como únicos dueños de todo.

¿Qué puede hacer el señor de la viña con esos labradores? Los dirigentes religiosos, que escuchan nerviosos la parábola, sacan una conclusión terrible: los hará morir y traspasará la viña a otros labradores «que le entreguen los frutos a su tiempo». Ellos mismos se están condenando. Jesús se lo dice a la cara: «Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos».

En la «viña de Dios» no hay sitio para quienes no aportan frutos. En el proyecto del reino de Dios que Jesús anuncia y promueve no pueden seguir ocupando un lugar «labradores» indignos que no reconozcan el señorío de su Hijo, porque se sienten propietarios, señores y amos del pueblo de Dios. Han de ser sustituidos por «un pueblo que produzca frutos».

A veces pensamos que esta parábola tan amenazadora vale para el pueblo del Antiguo Testamento, pero no para nosotros, que somos el pueblo de la Nueva Alianza y tenemos ya la garantía de que Cristo estará siempre con nosotros.

Es un error. La parábola está hablando también de nosotros. Dios no tiene por qué bendecir un cristianismo estéril del que no recibe los frutos que espera. No tiene por qué identificarse con nuestras incoherencias, desviaciones y poca fidelidad. También ahora Dios quiere que los trabajadores indignos de su viña sean sustituidos por un pueblo que produzca frutos dignos del reino de Dios.


OPRIMIR AL OTRO EN NOMBRE DE DIOS, ES IDOLATRÍA

FE ADULTA

col fraymarcos

Mt 21,33-43

De las tres parábolas con que responde Jesús a los jefes religiosos, (los dos hijos a la viña, los viñadores homicidas y el banquete de boda), la de hoy es la más provocadora. Al rechazo de los jefes responde Jesús con suma crudeza. Esta parábola se narra ya en el evangelio de Mc, del que copian Mt y Lc. Cuando se escriben estos evangelios ya se había producido la muerte de Jesús, la destrucción de Jerusalén y la separación de los cristianos de la religión judía. Era muy fácil anunciar como profecía, lo que había sucedido ya.

Aunque el relato puede verse como parábola, el mismo Mt nos la presenta como una alegoría, donde a cada elemento del relato, corresponde un elemento metafórico espiritual. El propietario es Dios. La viña es el pueblo elegido. Los labradores son los jefes religiosos. Los enviados una y otra vez, son los profetas.  El hijo es el mismo Jesús. Los frutos que Dios espera son derecho y justicia. El nuevo pueblo, a quien se ha entregado la viña que tiene que producir abundantes frutos, es la comunidad cristiana.  

El relato del evangelio es copia casi literal del texto de Isaías. Pero si nos fijamos bien, descubriremos matices que cambian sustancialmente el mensaje. En Is el protagonista es el pueblo (viña), que no ha respondido a las expectativas de Dios; en vez de dar uvas, dio agrazones. En Mt los protagonistas son los jefes religiosos (viñadores), que quieren apropiarse de los frutos e incluso de la misma viña. No quieren reconocer los derechos del propietario. Pero al final se retoma la perspectiva de Isaías, pero  se dice que la viña será entregada a otro pueblo, cosa que ni a Isaías ni a Jesús se le podría ocurrir.

Como en los domingos anteriores, se nos habla de la viña. Una de las imágenes más utilizadas en el AT para referirse al pueblo elegido. Seguramente Jesús recordó muchas veces el canto de Isaías a la viña. Sin embargo, no es probable que la relatara tal como la encontramos en los evangelios. No solo porque en él se da por supuesto la muerte de Jesús y el total rechazo del pueblo de Israel, sino también porque a ningún judío le podía pasar por la cabeza que Dios les rechazara para elegir a otro pueblo. Por lo tanto, está reflejando una reflexión de la comunidad cristiana muy posterior a Jesús.

“Se os quitará la viña y se dará a otro pueblo que produzca sus frutos”. Una manera muy bíblica de justificar que los cristianos se consideraran ahora el pueblo elegido. Esto era inaceptable y un gran escándalo para los judíos que consideraban la Ley y el templo como la obra definitiva de Dios, y ellos sus destinatarios exclusivos. El relato no sólo justifica la separación, sino que también advierte a las autoridades de la comunidad que pueden caer en la misma trampa y ser rechazada por no reconocer los derechos de Dios.

Recordemos que entre la Torá (Ley) y el mensaje del Jesús, existe un peldaño intermedio que a veces olvidamos y que, seguramente, hizo posible que la predicación de Jesús prendiera, al menos en unos pocos. Recordad las veces que se dice en el evangelio: “para que se cumplieran las escrituras”. Ese escalón intermedio fueron los profetas, que dieron chispazos increíbles en la dirección correcta, aunque no fueron escuchados. Muchas de las enseñanzas de Jesús, y precisamente las más polémicas, ya las encontramos en ellos.

“La piedra desechada por los arquitectos es ahora la piedra angular”, da por supuesto la apreciación cristiana de la figura de Jesús. Jesús no pudo contemplar el rechazo del pueblo judío como la causa de su propia muerte. Jesús nunca pretendió crear una nueva religión, ni inventarse un nuevo Dios. Jesús fue un judío por los cuatro costados y nunca dejó de serlo. Si su predicación dio lugar al nacimiento del cristianismo, fue muy a su pesar. El traspaso de la viña a otros, sobrepasa con mucho el pensamiento bíblico. En el AT el pueblo de Israel es castigado pero permanece como pueblo elegido.

Tendremos verdadera dificultad en aplicarnos la parábola si partimos de la idea de que aquellos jefes religiosos eran malvados y procedían con mala voluntad. Nada más lejos de la realidad. Su preocupación por el culto, por la Ley, por defender la institución, por el respeto a su Dios, era sincera. Lo que les perdió fue la falta de autocrítica y confundir los derechos de Dios con sus propios intereses. De esta manera llegaron a identificar la voluntad de Dios con la suya propia y creerse dueños y señores del pueblo.

No se pone en duda que la viña de frutos. Se trata de criticar a los que se aprovechan de los frutos que corresponden al dueño. A Jesús le mataron por criticar su propia religión. Atacó radicalmente los dos pilares sobre los que se sustentaba. No criticó el templo y la Ley en sí sino la interpretación que hacían de ambos. También nuestros dirigentes son administradores y no dueños de la viña. La tentación de aprovechar la viña en beneficio propio es hoy la misma que en tiempo de Jesús. No tenemos que escandalizarnos de que en ocasiones, nuestros jerarcas no respondan a lo que el evangelio exige.

La historia nos demuestra que es muy fácil caer en la trampa de identificar los intereses propios o de grupo, con la voluntad de Dios. Esta tentación es mayor cuanto más religiosa sea la comunidad. Esa posibilidad no ha disminuido un ápice en nuestro tiempo. El primer paso para llegar a esta nefasta actitud es separar el interés de Dios, del interés del ser humano concreto y personal. El segundo paso es oponerlos. Dados estos pasos, ya tenemos justificado que se pueda machacar impunemente al hombre en nombre de Dios.

¿Qué espera Dios de mí?. Dios no puede esperar nada de mí porque nada puedo darle. Él es el que se nos da totalmente. Lo que Dios espera de nosotros no es para Él, sino para nosotros. Lo que Dios quiere es que todas y cada una de sus criaturas alcance el máximo de ser. Como seres humanos, tenemos que alcanzar nuestra plenitud, precisamente por nuestra humanidad. Desde que nacemos tenemos que estar en constante evolución. Jesús alcanzó esa plenitud y nos marcó el camino para que todos podamos llegar a ella.

¿De qué frutos nos habla el evangelio? Los fariseos eran los cumplidores estrictos de la Ley. El relato de Isaías nos dice: “esperó de ellos derecho y ahí tenéis asesinatos; esperó justicia y ahí tenéis lamentos”. En cualquier texto de la Torá, hubiera dicho: “esperó sacrificios, esperó un culto digno, esperó oración, esperó ayuno, esperó el cumplimiento de la Ley”.  Pedir derecho y justicia es la prueba de que el bien del hombre es lo más importante. Jesús da un paso más. No habla ya de “derecho y justicia”, que ya es mucho, sino de amor desinteresado, que es la norma suprema.

La denuncia nos afecta a todos, porque todos tenemos algún grado de autoridad y todos la utilizamos buscando nuestro propio beneficio, en lugar de buscar el bien de los demás. No sólo el superior autoritario que abusa de sus súbditos, como esclavos a su servicio, sino también la abuela que dice al niño: “si no haces esto, o dejas de hacer aquello, Jesús no te quiere”. Siempre que utilizamos nuestra superioridad para domesticar a los demás, estamos apropiándonos de los frutos que no son nuestros.

 

Meditación

Si en nuestro interior descubrimos alguna queja contra Dios,
no hemos entendido nada de lo que Dios es para nosotros
y nuestra relación con Dios será inadecuada.
El primer paso seguro hacia Dios
es descubrir que Él ya ha dado todos los pasos hacia mí.
Responder a ese don total, es nuestra meta.

DE CANCIÓN DE AMOR A CANCIÓN DE MUERTE

FE ADULTA

col sicre

 

Domingo 27. Ciclo A

Acto I: Explanada del templo de Jerusalén. Hacia 735 a.C.

El murmullo se apaga lentamente. Cuando se hace silencio, Isaías se dirige a la gente congregada: «Voy a cantar una canción de amor. Del amor de mi amigo a su viña». El público sonríe incrédulo. No imagina al profeta cantando una canción de amor. Lo más frecuente en él son denuncias y elegías.

La canción habla del trabajo entusiasta que dedica su amigo a una hermosa viña: entrecava el terreno, lo descanta, plata buenas cepas, construye una atalaya y, esperando una magnífica cosecha, cava un lagar. Al cabo del tiempo, la viña, en vez de dar uvas hermosas y dulces, da ácidos agrazones.

Isaías aparta la cítara y mira fijamente al público: «Ahora os toca a vosotros hacer de jueces entre mi amigo y su viña. ¿Podía hacer por ella más de lo que hizo?».

La gente guarda silencio e Isaías continúa: «Voy a deciros lo que hará mi amigo: derribará su valla para que sirva de pasto a ovejas y cabras, para que la pisoteen mulos y toros; la arrasará para que crezcan en ella zarzas y cardos, y prohibirá a las nubes que lluevan sobre ella».

El profeta se interrumpe y pregunta de nuevo: «¿Quién es mi amigo y cuál es su viña?». Pero no da tiempo a que nadie intervenga: «La viña del Señor sois vosotros, los hombres de Israel y de Judá. Dios ha hecho mucho por vosotros, y esperó a cambio que practicarais el derecho y la justicia, que os portarais bien con el prójimo. Pero sólo habéis producido asesinatos y provocado lamentos».

Acto II: Explanada del templo de Jerusalén. Hacia año 29 de nuestra era.

Jesús acaba de contar a los sacerdotes y senadores la parábola de los dos hermanos, advirtiéndoles que las prostitutas y los publicanos les llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Inmediatamente, sin darles tiempo a reaccionar ni responder, les dice:

-Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar…

-Esa ya la sabemos, comenta uno en voz alta. Esa no es tuya, es de Isaías.

Jesús no se inmuta. Y la parábola toma de repente un rumbo imprevisible. A diferencia de la viña de Isaías, esta sí da fruto. El problema no radica en la viña, sino en los viñadores, que se niegan a entregar los frutos a su legítimo propietario.

El drama se desarrolla en tres etapas. En las dos primeras, el dueño envía unos criados, y los viñadores los apalean, matan o apedrean. En la tercera, envía a su propio hijo. Cuando lo matan, Jesús, igual que Isaías, se encara con los oyentes, pidiéndoles su opinión: «¿Qué hará con aquellos labrado­res?»

A diferencia de lo que ocurre en Isaías, los oyentes intervienen, emitiendo una sentencia tremendamente dura: los viñadores merecen la muerte y la viña será entregada a otros más honrados.

Tres grandes enseñanzas

  1. La canción de la viña de Isaías insiste en una idea que a muchos cristianos todavía les resulta extraña: el amor de Dios se paga con amor al prójimo. Dios ha hecho mucho por los israelitas, pero lo que pide de ellos no es actos de culto sino la práctica de la justicia y el derecho. Jesús dirá que el segundo mandamiento (amar al prójimo) es tan importante como el primero (amar a Dios). Y la 1ª carta de Juan afirma: «Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amar… a nuestros hermanos».

 

  1. Para Jesús, a diferencia de Isaías, el pueblo no es una viña mala e improductiva. Al contra­rio, da frutos a su tiempo. El mal radica en las autoridades religiosas, que consideran la viña propiedad privada y no recono­cen a su auténtico propietario. Por eso Mateo termina con un comentario incomprensiblemente suprimido por la liturgia: «Al oír sus parábolas, los sumos sacerdotes y los fariseos se dieron cuenta de que iban por ellos» (v.45). Sería completamente equivocado utilizar la homilía de este domingo para atacar al público presente, que bastante hace con soportarnos. Quienes debemos sentirnos especialmente interpelados somos los que tenemos una responsabilidad dentro de la comunidad cristiana.

 

  1. En su versión final (véase el apartado siguiente), la parábola subraya la importancia y triunfo de Jesús. Después de todos los profetas (los criados), él es “el hijo”, lo más valioso que Dios puede mandar. Y aunque las autoridades religiosas lo infravaloren y desprecien, él termina convertido en la piedra angular del nuevo edificio de la Iglesia.

 

La complicada historia de la parábola

Ya que esta parábola sólo se encuentra en el evangelio de Mateo, se discute si la contó realmente Jesús o es creación del evangelista. Cabe una tercera postura: la parábola la contó Jesús, pero fue adaptada más tarde por Mateo.

En esta última hipótesis, la parábola primitiva hablaría sólo del envío de los criados, los profetas, a los que los viñadores apalean, matan o apedrean. Y terminaría con las palabras: «Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.»

Cuando mataron a Jesús, los primeros cristianos pensaron que este era el mayor crimen, y Mateo habría añadido las palabras referentes al envío y la muerte del hijo. En la misma línea de subrayar la importancia de Jesús se habrían añadido las palabras del Salmo 118,22: «La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente». Es un cambio fuerte de metáfora. Los viñadores se convierten en arquitectos, y el hijo en una piedra. Los constructo­res la desechan, porque no la consideran válida como piedra angular, la que soporta el peso de todo el arco. Sin embargo, Dios la coloca en un puesto de privilegio. Con este añadido, la parábola pierde en clari­dad, pero advierte a las autoridades religiosas que su crimen no ha servido de nada, y alegra a los cristianos con la certeza del triunfo de Jesús.

La paz de Dios y la forma de conseguirla (Filipenses 4,6-9)

La lectura de Pablo comienza con las palabras: «Nada os preocupe», y repite más adelante dos promesas muy parecidas: «La paz de Dios custodiará vuestros corazones» y «el Dios de la paz estará con vosotros». La paz, siempre necesaria, lo es quizá más en este tiempo. Pablo indica a los cristianos de Filipos tres recursos para conseguirla: 1) la oración, la súplica y la acción de gracias; 2) tener en cuenta todo lo que es virtud o mérito; 3) poner por obra lo que recibieron, oyeron y vieron en él.

Si reflexionamos sobre estos recursos y los ponemos en práctica, conseguiremos la paz de Dios.

 


RECOGER LOS FRUTOS

FE ADULTA

comentario editorial

Un corazón sincero podría lograr que incluso una piedra floreciese (Proverbio)

4 de octubre. DOMINGO XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO

Mt 21, 33-43

Cuando llegó la vendimia, mandó a sus criados para recoger de los viñadores el fruto que le correspondía

Comentando la parábola de los trabajadores de la viña, afirmaba John Wesley que el objetivo fundamental de la parábola era mostrar que muchos judíos serían rechazados y muchos paganos admitidos.

Esta dura parábola se originó como la expresión del agudo conflicto al que había llegado Jesús con los gobernaban su pueblo, tomando después una especial significación a raíz de la destrucción de Jerusalén.

Sus líderes no habían cultivado suficientemente bien la viña de su dueño, habiéndosela robado a quien tenía derecho a ella.

La oferta hecha por Jesús, de una sociedad más fraternal, solidaria e igualitaria, tropezó con los intereses del gobierno.

Esta parábola posee un profundo sarcasmo, que resume la historia de los adalides de Israel. En el Antiguo Testamento habían comenzado como humildes inquilinos y frente a Jesús concluyen como homicidas.

Del mismo modo que la Iglesia antigua, como la de nuestros días saben que su razón de ser fiel a la misión de Jesús, que no se especifica tanto por la ortodoxia de la doctrina como por la praxis de liberación de los más necesitados.

“Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto” (Jeremías 17, 7-8)

La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos (Proverbios 18, 21)

Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto Levítico, 26, 3-4

En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos (Juan 15, 8)

Les dijo Jesús esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y le echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no lo da, la cortas” (Lucas 15, 6-9).

higuera1

La parábola de la higuera estéril es una de las ocho parábolas que terminan bruscamente sin que los evangelios brinden una interpretación directa de su aplicación. En esas parábolas, Jesús dejaba al oyente sacar sus propias conclusiones.

El uso de la higuera, que simboliza al pueblo de Israel, implica que la pertenencia al pueblo de Dios, y el árbol simboliza al pecador que no da frutos de conversión.

Y es verdad que ninguna disciplina al presente, parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados (Hebreos 12, 11)

Y en El libro de los Proverbios se dice que Un corazón sincero podría lograr que incluso una piedra floreciese.

El Evangelio de Mateo relata que Cuando llegó la vendimia, mandó a sus criados para recoger de los viñadores el fruto que le correspondía, pues como eran muy crueles, a uno le golpearon, a otro le apedrearon y al tercero le mataron, luego se lavaron las manos como Pilatos, y se fueron a contarle al dueño de la viña lo ocurrido.

Poema de Pedro Antonio de Alarcón

EL FRUTO DE BENDICIÓN

¡Cuántas veces fugaz la Primavera
vistió de flores mil el campo abierto,
hora tornado en árido desierto,
ni sombra ya de lo que en Mayo fuera!

En tanto aquella flor, la flor primera,
logro de afanes en cerrado huerto,
ve trocada el colono en fruto cierto,
de árboles mil semilla duradera.

¡Así la juventud! ¡Así la vida!
La que en vanos placeres se consume,
olvidada a la tarde desfallece:

en tanto que la fiel y recogida
que a un solo amor consagra su perfume,
más allá de la tumba reverdece