FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ATALAYA ENERO 2025

miércoles, 4 de junio de 2025

El 47% de los judíos israelíes está a favor de matar a todos los palestinos de Gaza, según una encuesta

 


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El sondeo, encargado por la Universidad de Pensilvania, revela también que el 82% de los judíos que viven en Israel quiere que se expulse a los palestinos de la Franja por la fuerza.

Una reciente encuesta, encargada por la Universidad Estatal de Pensilvania y dirigida por Tamir Sorek para la empresa de sondeos israelí Geocartography Knowledge Group, ha dejado algunos datos inquietantes. El más impactante es el que habla de casi una mitad de judíos israelíes (concretamente el 47%) que está a favor de exterminar a todas las personas palestinas de Gaza. Esta sed de sangre está vinculada a un pasaje bíblico, el relatado en Josué, 6:21 sobre la conquista de Jericó: «Luego consagraron al exterminio todo lo que había en ella, pasando al filo de la espada a hombres y mujeres, niños y ancianos, vacas, ovejas y asnos». A juicio de una minoría significativa de israelíes, las Fuerzas Armadas de Israel deberían actuar de igual forma en Gaza, «matando a todos sus habitantes», según rezaba explícitamente una de las preguntas de la encuesta.

Según explicaba el diario Haaretz, la colección de preguntas fue cuidadosamente escogida para «provocar» a los 1.005 participantes. Son cuestiones que no suelen plantearse con esa franqueza en un sondeo sobre el conflicto palestino-israelí. Los resultados, quizás por eso, también son enormemente rotundos. Por ejemplo, el 82% de los israelíes está a favor de expulsar por la fuerza a los palestinos y palestinas de Gaza. Y el 56%, a favor de echar a todos los palestinos-israelíes, es decir, a los ciudadanos árabes con pasaporte israelí que viven legalmente en el país.

Los datos resultantes del sondeo muestran una clara radicalización del sionismo religioso y una paulatina aceptación por parte de la sociedad civil de sus postulados. «Los judíos israelíes laicos –dicen en Haarezt– son incapaces de articular una visión que cuestione la supremacía judía».

Esta tendencia no ha hecho más que subir desde la retirada de Israel de Gaza en 2005. Uno de los propagandistas más influyentes del concepto de supremacía judía es el rabino Yitzchak Ginsburgh, quien preside la yeshivá Od Yosef Chai, ubicada en el asentamiento israelí de Yitzhar. Hace 20 años, tras el desmantelamiento de las colonias judías de Gaza, pronunció un contundente sermón a las puertas del Parlamento. «Preparó a sus seguidores para la violencia masiva y la limpieza étnica, políticas que, dos décadas después, parecen estar desarrollándose en Gaza», escriben en Haaretz.

Disparando a los puestos de ayuda humanitaria en Gaza

Un ejemplo de esta violencia es la táctica usada por el Ejército israelí en los últimos días: disparar contra la gente hambrienta que acude a los puestos de ayuda humanitaria. Ayer, al menos 31 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas por disparos cerca de un punto de distribución de la Fundación Humanitaria para Gaza, en el sur de la Franja, aseguró el Ministerio de Sanidad gazatí. La escena se ha repetido hoy, cuando al menos tres personas murieron y otras 35 resultaron heridas en un nuevo ataque israelí cerca de un punto de reparto de comida en Rafah.

 

Fuente: La Marea

Cayuco -- Deme Orte

 


Redes Cristianas

Pequeño barco de pesca artesanal
que en Mauritania o Senegal sustenta a cientos de familias,
a unas con su trabajo de pesca
y a otras dando de comer el pescado conseguido.

… Hasta que llegaron los barcos-factoría desde Europa o Japón
y esquilmaron la pesca de la costa occidental africana
y los cayucos se fueron reconvirtiendo
en cruceros de esperanza para hombres, mujeres y menores
o féretros flotantes y ataúdes hundidos para miles de náufragos

Noticia reciente: el 28 de Mayo de 2025, cuatro mujeres, dos niñas de
cinco años y otra de 16 han muerto este día al volcar un cayuco con 160
ocupantes en el puerto de La Restinga (El Hierro), tras diez días de
navegación, cuando se disponían a desembarcar. Personal de salvamento
se tiró al agua sin dudar y el personal sanitario se desvivió sin medida por atender a los supervivientes y se mostraron destrozados por la tragedia.

En las aguas turquesas del mar flotaba un osito de peluche.
….
Día 11 de Diciembre de 2024, cuatro cayucos con 284 personas, de ellas
bastantes mujeres y al menos 20 menores, han llegado en varios viajes a la isla de El Hierro, tras al menos cuatro días de travesía desde Mauritania. Y con ellos 6 cadáveres.

Una noticia más, que pasa casi desapercibida
ante la barahúnda de los preparativos navideños
y el ruido del politiqueo.

Un día después del Día de los Derechos Humanos
y 7 días antes del Día de las Personas Migrantes.
Cuatro cayucos más en la ruta canaria
y unos centenares más de personas migrantes,
afortunadas las que han llegado vivas
y con la triste compañía de 6 cadáveres,
al menos esta vez no arrojados al mar.
Cayucos de la desesperación
y cayucos de la esperanza.
Salvamento los trajo a tierra.
Ahora dependen de nosotros y nosotras.
Pueden toparse con el muro europeo de la indiferencia y el rechazo
o podemos ser su salvación si hay humanidad y solidaridad.
Hagamos nuestro el cayuco de su travesía.
Todas somos migrantes.

(Deme Orte, 11-12-24 y 30-5-25)

La Tercera Guerra Mundial sobre el escritorio -- Jorge Majfud

 


Rebelión

Como cada atardecer en Colonia del Sacramento, estaba sentado bajo los olivos de los abuelos, descansando de una larga jornada en la recogida de tomates en la granja, con mi por entonces amada Historia Universal del Arte de José Ráfols en las rodillas. Alguien (creo que uno de mis tíos, pero no pude ver su rostro) se acercó y me dijo que no estaba sabiendo explicar el problema porque no me estaba haciendo la pregunta correcta.Ver noticia

No a un gobierno que practica el genocidio“ -- Editorial de El Siglo” – Santiago de Chile 5/2025

 


Reflexión y Liberación

El Derecho Internacional, la defensa irrestricta de los derechos humanos y condena a crímenes de lesa humanidad, la coherencia con principios básicos de la diplomacia y rechazo a acciones unilaterales y criminales, así como la acción concreta frente a estados y gobiernos que masacran y reprimen a poblaciones enteras, debe ser el comportamiento del gobierno chileno en el escenario internacional. Ver noticia

«Los niños mueren de desnutrición»: Cáritas Jerusalén denuncia el fracaso en el reparto de ayuda humanitaria en Gaza

 


Religión Digital

El Ejército israelí volvió a disparar en los puntos de distribución de Rafá
Anton Asfar, director de la institución: «No necesitamos solo un alto el fuego, necesitamos la apertura de los corredores. Todos están bloqueados ahora, por lo que no llega la ayuda en cantidades significativas» Ver noticia 

Francisco y León XIV en el actual escenario geopolítico -- Juan José Tamayo, teólogo

  


Amerindia

Cuando es elegido un papa y se pregunta por su orientación política suele responderse que hay que separar la esfera política de la religiosa y que el pontífice es solo un líder religioso, que no se implica en los asuntos políticos. Se olvida, sin embargo, que la Iglesia católica es un Estado, que el pontífice es el jefe de ese Estado y juega un papel político muy importante en la esfera internacional. Ver noticia

¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a Mí desde la tierra

 


La frase que da título a este texto proviene del libro del Génesis, capítulo 4, versículo 10. Es la pregunta que Dios dirige a Caín tras el asesinato de su hermano Abel: un fratricidio primigenio que inaugura el drama de la violencia humana en la narrativa bíblica. La sangre derramada no desaparece en silencio, sino que se convierte en clamor, en grito que asciende desde la tierra misma, demandando justicia.

Esta pregunta –“¿Qué has hecho?”– podría hoy dirigirse a muchos gobiernos, ejércitos y líderes del mundo. El versículo, escrito originalmente en hebreo antiguo, bien podría figurar también en árabe, ruso, ucraniano, amárico, pashto o tigrinya. En todos los idiomas de los pueblos que hoy sufren los horrores de la guerra, la sangre sigue hablando. Porque en la mayoría de los conflictos actuales, son hermanos quienes se enfrentan, quienes se matan, quienes se deshumanizan.

El conflicto en Ucrania, desencadenado por la invasión rusa de febrero de 2022, ha sumido al continente europeo en su peor confrontación armada desde la Segunda Guerra Mundial. Millones de personas han sido desplazadas, decenas de miles han muerto, y la devastación ha alcanzado tanto las ciudades como las almas. En esta guerra, como en tantas otras, las principales víctimas son los civiles: niños, ancianos, mujeres, personas que no empuñaron armas pero que sufren el peso de decisiones tomadas muy lejos de sus hogares.

En Oriente Medio, la violencia cíclica entre Israel y Palestina ha alcanzado una nueva cúspide trágica tras el ataque perpetrado por HAMAS el 7 de octubre de 2023. Más de 1.200 personas murieron ese día en Israel, muchas de ellas civiles, en un acto de barbarie que ha sido condenado internacionalmente. La respuesta israelí, sin embargo, ha provocado una catástrofe humanitaria en Gaza, con decenas de miles de muertos, en su mayoría también civiles, según reportes de la ONU, Médicos Sin Fronteras y otros organismos independientes. La magnitud de la devastación plantea preguntas urgentes sobre la proporcionalidad, la legalidad internacional y la ética de una guerra que parece dirigirse hacia una anexión de facto y el desplazamiento forzoso de una población entera.

En el trasfondo de este conflicto se esconde una amarga paradoja: el pueblo judío, que durante siglos ha sostenido la esperanza mesiánica del retorno de las “tribus perdidas de Israel”, no ha sido capaz de reconocer en el pueblo palestino a un hermano posible. Aún si la conexión genealógica no fuera cierta —tema debatido y en gran medida irrelevante—, sí lo es la pertenencia a una misma tierra, a una historia compartida y a un destino común. Más allá de la religión, la lengua o la etnicidad, lo que debería unir es la humanidad compartida. El sufrimiento no distingue linajes ni credos.

La tradición judía enseña que ser el “pueblo elegido” implica una elección moral: no para dominar, sino para servir; no para imponerse, sino para ser ejemplo de justicia, de compasión,

de memoria activa frente al sufrimiento. Esa elección, si quiere tener sentido hoy, no puede estar ligada únicamente al poder militar ni al éxito económico o tecnológico. Ha de medirse por la capacidad de evitar el sufrimiento del otro, de abrir caminos de convivencia, de asumir la memoria del Holocausto como una responsabilidad ética universal, no como justificación de nuevas formas de opresión.

No se pretende aquí ofrecer una solución cerrada al conflicto —si ha de ser un Estado binacional y multicultural o dos Estados que coexistan en paz—, pero sí afirmar que tanto israelíes como palestinos tienen el mismo derecho a vivir con dignidad, seguridad y justicia. La tierra no puede seguir siendo cementerio y trinchera: debe poder ser también hogar.

Lo mismo puede decirse de Ucrania, como de Sudán, Yemen, Etiopía, Afganistán o Myanmar. En cada uno de estos escenarios de guerra, los recursos invertidos en armas podrían haberse destinado a hospitales, escuelas, carreteras, cultura, reconciliación. El precio de no haberlo hecho se mide en tumbas, en niños sin padres, en generaciones que crecerán sin conocer la paz.

Este texto no busca justificar ninguna forma de antisemitismo, anti-judaísmo, ruso-fobia o islamofobia. Se debe condenar con la misma claridad los atentados cometidos por HAMAS —particularmente los del 7 de octubre de 2023— como las represalias desproporcionadas del Estado de Israel que arrasan con barrios enteros y que castigan colectivamente a una población ya empobrecida y asediada desde hace décadas.

El mundo no puede acostumbrarse a ver la guerra como una fatalidad inevitable. La paz no es utopía si se convierte en voluntad. Pero para ello hay que comenzar por reconocer al otro como hermano. Sólo desde el respeto mutuo, la justicia equitativa y la memoria viva puede construirse una convivencia duradera.

Mientras la sangre inocente siga clamando desde la tierra, no habrá silencio que la acalle. La humanidad, entera, está llamada a responder a la pregunta que resuena desde Caín hasta hoy:

¿Qué has hecho?

Faustino Castaño (Grupos de Redes Cristianas de Asturias)

EL DESPERTAR DE LA FE


col martell

 Si viajabas por Europa o lo largo del siglo XX te sorprendías de que las personas no reconocían sus creencias. No estaba de moda ser cristiano, judío o musulmán de forma que era mejor diluirse en la masa que se profesaba atea o agnóstica. Las posturas se hicieron más intransigentes a partir del ataque a las Torres Gemelas de New York y nació un nuevo ateísmo que culpaba del terrorismo y las intransigencias a las religiones.

Hoy percibo una nueva marea que trae diferentes aguas. Hablar de religión, un tema que era tabú hace poco, es normal. Incluso los no creyentes siguen con interés la muerte del Papa Francisco o la elección de León XIV. En muchos países europeos acuden a los templos generaciones jóvenes, sobre todo la que se ha dado en llamar la generación Z, que son los nacidos en los últimos años del siglo XX y principios del XXI. Son personas digitales que viven inmersas en Internet, estudian y leen online. En general tienen un estilo innovador y pragmático. Son éstos los que consideran que el secularismo no es una buena alternativa para incrementar la moral mundial y su acceso a los templos se ha quadriplicado en los últimos tiempos.

Claro que venían de unos números insignificantes, pero creo es un fenómeno que merece la pena vigilar ya que es la primera generación, en largo tiempo, que está haciendo que el país, al menos Inglaterra, se esté convirtiendo en más religioso. Los tiktokers de turno se interesan por biblias y cantos cristianos, algo impensable para los millennials, los nacidos entre 1981-1996, que crecieron en medio de libros que hablaban de la muerte de la fe y de Dios.

Y hablando de libros religiosos el Financial Times cita tres obras que corroboran mis palabras y suministran diferentes ángulos de aproximación a la fe. Lamorna Ash ha escrito Don’t Forget We’re Here For Ever en el que hace un análisis del camino de la cristiandad británica y empieza analizando la ola de conversiones actuales.  Se encuentra con toda serie de creyentes y describe su fe, que como contracultural recuerda a los primeros cristianos. Lo más curioso es que considera nuestro fuerte individualismo una cualidad que permite al individuo vivir en los márgenes y afirmar que no piensa igual, que es diferente.

Parte de una previa concepción del cristianismo: misógino, homofóbico, colonial y proyectando un caldo de cultivo donde se multiplican los pedófilos, unas ideas que, al fin y al cabo, sostienen muchos jóvenes hoy día. Después de visitar a personas de múltiples creencias cambia su proyección, se convierte y describe una experiencia interior de oración, lo que demuestra que la brisa del Espíritu sopla donde quiere y sigue presente en el mundo.

Creo que España ha seguido otro camino pero al final encuentro rasgos semejantes. De los otros dos libros que menciona el periódico hablaré más tarde para no alargar este blog.

 

Isabel Gómez Acebo

Religión Digital - 01.06.2025

CARDENAL ROSSI: "FRANCISCO Y LEÓN XIV EJECUTAN LA MISMA SINFONÍA CON REGISTROS DIFERENTES"


col martell

 

ASCENSIÓN

“Despedirse es decirse todo y que se diga todo en un abrazo que contiene la promesa de seguir presente a pesar de la ausencia 

A los Apóstoles se les echó en cara que se habían quedado plantados, mirando el cielo.

“Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Ni queden mirando eternamente al cielo, ni anden cabizbajos como los de Emaús…

Hoy es necesario mirar la tierra.
Ha llegado nuestra “hora”.

¡Ahora les toca a ustedes!

Nos toca a nosotros. Cristo ha desaparecido. Toca a los “suyos” asegurarle su presencia visible.

Nace la Iglesia itinerante. Comienza la misión de la Iglesia: anunciar que el Reino no está al otro lado de las nubes… está aquí. Y que no es mañana… es hoy.

Nace nuestro compromiso. El compromiso con la tierra. El compromiso con los demás.
Ahora Dios continúa manifestándose, hablando, haciéndose visible a través de nuestro rostro…

Después de la Ascensión el Señor no tiene otras manos más que las nuestras (Sta. Teresa)

Al despedirnos nos quedamos mirando… Dolidos de que se vaya:

 Fray Luis de León le reprochaba al Señor:

Y dejas Pastor Santo tu grey en este valle hondo, oscuro en soledad y llanto?

Qué mirarán los ojos que vieron de tu rostro la hermosura 

Que no les sea enojo?

Y a este mar turbado, quién le pondrá ahora freno?

¿Qué norte guiará la nave al puerto?

Ay nube envidiosa… ¡Que rica tú te alejas… y qué pobre y que ciegos, ay nos dejas!

Quédateme un poco más, márchateme un poco menos. Véteme yendo de modo que me parezcas viniendo. Y no que digas adiós, ni grites hasta la vuelta. Vete marchando de espaldas, para creer que regresas… (Eloy Blanco) 

¿Cómo retomar la estela y el legado del Papa Francisco? Le preguntaba un periodista al cardenal Robert Prevost días antes de ser elegido y él contestó: “tras la muerte de Francisco vivo estos momentos de duelo en silencio y gratitud, necesitaré tiempo para comprender lo que me ha dejado a mí, a la Iglesia y al mundo. No podemos detenernos, ni volver atrás, el mundo de hoy no es el mismo que el de hace diez o veinte años”.

Y ya León XIV presentaba sus credenciales en la plaza de San Pedro: “Sigamos adelante construyendo puentes, con el diálogo, con el encuentro, en un solo pueblo” ¿Qué procesos abiertos por Francisco pueden proseguirse y profundizarse?  Continuidad y creatividad 

Francisco y León XIV ejecutan la misma sinfonía con registros diferentes.  El carisma de Jorge Bergoglio se despliega en Robert Prevost y el destino de León prosigue la estela de Francisco.

Francisco inició este proceso señalando al sistema que expulsa y descarta y a los mecanismos estructurales que orillan y desechan. Proseguir el proceso significa soldar la compasión con la justicia.

Francisco inició un proceso inequívoco de acogida, promoción, inclusión y defensa de las personas inmigrantes, que huyen de la guerra, la pobreza y la injusticia y se opuso frontalmente a las políticas restrictivas, hostiles e inhumana con las personas migrantes desde «la inalienable dignidad de cada persona humana más allá de su origen, color o religión». 

Lo esencial para Francisco era el anuncio de la misericordia de Dios, que lo expresaba en gerundio “misericoridando”, y para León XIV, lo expresa en su “Dios nos ama incondicionalmente a todos y en todo lugar”. Francisco señaló los lugares de la misericordia con las personas  y grupos excluidos, y abrió la Iglesia a todos, todo, todos; incluso a quienes resultan hostiles, extraños o indiferentes.  León XIV se propone igualmente, según sus propias palabras, “el cuidado amoroso de los últimos y descartados”.

La búsqueda de la Paz y la militancia por la ayuda humanitaria de Francisco es un proceso irreversible que pide completarse; Francisco decía en el contexto de la guerra de Ucrania y de Oriente Próximo que “la Santa Sede está dispuesta a todo por la Paz” (Ximo García Roca).

Volviendo al Evangelio, Al despedirnos apostamos a lo esencial: ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO LOS HE AMADO

Y ahora en la Ascensión un mandato y una promesa: Vayan y yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo…

Vayan: Una palabra que nos misiona, nos envía a anunciar el amor y la misericordia infinita del Señor, a vendar samaritanamente las heridas de cuantos encontramos en el camino. Una palabra que nos invita a salir a la plaza del mundo con una misión de Evangelio. 

Que me invita a salir de los espacios conocidos, de los lugares seguros, de los rincones tranquilos, para lanzarme a construir y reconstruir tu reino. Y eso por un lado nos gusta, y nos asusta, y nos atrae, y nos inquieta…

Papa Francisco: Vayan, salgan, hagan lío, los prefiero heridos por salir que enfermos por cuidarse o cerrarse”. 

No es un “vayan ellos”, dicho a un grupo de desconocidos. Su palabra  es “andá vos”…  está dicha para mí, hoy, aquí y ahora. Andá a los de cerca, y vive con ellos el evangelio. Andá a los lejanos, y acercalos al Señor. Andá a los heridos, y sana sus heridas. Andá  a los solitarios y recuérdales que no están solos. A los que lloran, y enjugá sus lágrimas. A los que fracasan, y recuérdales que la dignidad no se pierde. Andá a los que no encuentran en su vida   sentido y háblales de Dios. 

Nuestra opción exige de nosotros estar en la primera línea, donde se libran las batallas, y no en retaguardias cálidas y seguras

“Ellos fueron y proclamaron el evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba la palabra con los signos que los acompañaban” –Mc.16, 20-.

Según el evangelista Marcos (16, 15-20), las señales de la compañía de Jesús son: arrojar demonios, hablar lenguas nuevas, agarrar serpientes con las propias manos, el veneno mortal no los dañará e imponer las manos a los enfermos para que queden sanos. Pero como son señales tan gráficas podemos correr el riesgo de pasarlas por alto.

ARROJAR DEMONIOS: división, soberbia, mentira, mezquindad…

HABLAR NUEVAS LENGUAS: 

Que lleguen al corazón de las personas

Que convoquen

Que muestren caminos nuevos

Abran puertas

Despierten nuevos deseos de vivir, de luchar, de ser buenos.

El siempre nuevo lenguaje de la caridad con obras…

AGARRAR SERPIENTES EN SUS MANOS

Afrontar conflictos y situaciones duras

IMPONER LAS MANOS A LOS ENFERMOS PARA QUE SANEN

Enfermedades de soledades y tristezas que urgen compañía

EXTENDER LAS MANOS a quienes padecen miedos, hambre, injusticia

ESTRECHAR LA MANO DEL QUE SUFRE PARA INFUNDIR VALOR

Tolentino Mendonca: La humanidad que hay en nosotros necesita ser abrazada siempre, pero con mucha más razón cuando está herida, cuando siente como si estuviera leprosa, disminuida, sofocada por la exclusión y el estigma, hecha añicos y sin saber cómo rehacerse, aislada como una isla de dolor…Con nuestra simple y fraterna presencia, podemos decir: “estoy aquí”, “no estás solo”. 

Que la Ascensión del Señor nos abra a una fe viva, a una amistad profunda y a un compromiso que cambie todo miedo en confianza y todo sin sentido en esperanza.

 

Ángel Sixto Rossi / Alessandro Pronzato

Religión Digital

EL PAPA LAMENTA CÓMO, DURANTE AÑOS, HEMOS PRESENTADO UNA “RELIGIÓN MORALISTA, PESADA, POCO ATRACTIVA"


col koldo

 "La fe es ante todo respuesta a una mirada de amor, y el mayor error que podemos cometer como cristianos es, según las palabras de san Agustín, «pretender que la gracia de Cristo consiste en su ejemplo y no en el don de su persona»". El Papa León XIV advirtió, durante un mensaje enviado a los participantes del Seminario Evangelizar con las familias de hoy y de mañanaDesafíos eclesiológicos y pastorales», organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, cómo "cuántas veces, en un pasado quizá no muy lejano, hemos olvidado esta verdad y hemos presentado la vida cristiana principalmente como un conjunto de preceptos que hay que respetar, sustituyendo la maravillosa experiencia del encuentro con Jesús, Dios que se entrega a nosotros, por una religión moralista, pesada, poco atractiva y, en cierto modo, irrealizable en la concreción de la vida cotidiana".

En su mensaje, Prevost admite que "el nuestro es un tiempo caracterizado por una creciente búsqueda de espiritualidad, que se manifiesta sobre todo en los jóvenes, deseosos de relaciones auténticas y de maestros de vida". Precisamente por eso, añadió, "es importante que la comunidad cristiana sepa mirar lejos, haciéndose guardiana, ante los desafíos del mundo, del anhelo de fe que alberga el corazón de cada uno".

Un esfuerzo "particularmente urgente" en estos días, donde es preciso "prestar especial atención a aquellas familias que, por diversas razones, están espiritualmente más alejadas: a las que no se sienten involucradas, a las que se declaran indiferentes, o a las que se sienten excluidas de los caminos comunes, pero que, sin embargo, desearían formar parte de alguna manera de una comunidad en la que crecer y con la que caminar".

"¡Cuántas personas, hoy, ignoran la invitación al encuentro con Dios!", lamentó el Papa, quien denunció cómo, "lamentablemente, ante esta necesidad, una «privatización» cada vez más extendida de la fe impide a menudo a estos hermanos y hermanas conocer la riqueza y los dones de la Iglesia, lugar de gracia, de fraternidad y de amor". Esto lleva, abundó, a que "muchos terminan confiando en falsos apoyos que, al no soportar el peso de sus necesidades más profundas, los hacen resbalar de nuevo hacia abajo, alejándolos de Dios y convirtiéndolos en náufragos en un mar de tentaciones mundanas".

"Entre ellos hay padres y madres, niños, jóvenes y adolescentes, a veces alienados por modelos de vida ilusorios, donde no hay espacio para la fe, a cuya difusión contribuye en gran medida el uso distorsionado de medios en sí mismos potencialmente buenos —como las redes sociales— pero perjudiciales cuando se convierten en vehículos de mensajes engañosos", observó el Papa, quien incidió en el "deseo de ir a «pescar» a esta humanidad, para salvarla de las aguas del mal y de la muerte a través del encuentro con Cristo". Una realidad que, en opinión de Prevost, debe darse en las comunidades que "apoyen" a estas realidades a encontrar en la fe "respuesta a una mirada de amor".

Así, el Papa animó "en primer lugar a los obispos, sucesores de los apóstoles y pastores del rebaño de Cristo, a echar la red al mar haciéndose 'pescadores de familias'", una misión que ofreció "también a los laicos", que "están llamados a implicarse en esta misión, convirtiéndose, junto a los ministros ordenados, en «pescadores» de parejas, jóvenes, niños, mujeres y hombres de todas las edades y condiciones, para que todos puedan encontrar a Aquel que solo puede salvar".

"Cada uno de nosotros, en efecto, en el Bautismo, es constituido sacerdote, rey y profeta para los hermanos, y es hecho «piedra viva» para la construcción del edificio de Dios «en la comunión fraterna, en la armonía del Espíritu, en la convivencia de las diversidades»", trazó el Papa, pidiendo a todos los fieles que "os unáis a los esfuerzos con los que toda la Iglesia busca a estas familias que, por sí solas, ya no se acercan; para comprender cómo caminar con ellas y cómo ayudarlas a encontrar la fe, convirtiéndose a su vez en «pescadoras» de otras familias".

"No os dejéis desanimar"

"No os dejéis desanimar por las situaciones difíciles que encontraréis", glosó Prevost, insistiendo en la necesidad de "promover el encuentro con la ternura de Dios, que valora y ama la historia de cada uno". "No se trata de dar respuestas apresuradas a preguntas exigentes, sino más bien de acercarse a las personas, escucharlas, tratar de comprender con ellas cómo afrontar las dificultades, dispuestos también a abrirse, cuando sea necesario, a nuevos criterios de valoración y a diferentes formas de actuar, porque cada generación es diferente de la anterior y presenta sus propios retos, sueños e interrogantes", finalizó.

 

Jesús Bastante

Religión Digital

SINODALIZAR, DESPARROQUIALIZAR Y DESCLERICALIZAR


col kowalski

 

El Sínodo sobre la sinodalidad dio su primer paso, siendo un momento que los obispos, sacerdotes y bautizados se encontraran con el principio de unidad y comunión pastoral católica: el Papa. Es válido e importante recordar que después de la propuesta sinodal presente en el Concilio Vaticano II y puesta en práctica por el Papa Pablo VI con el sínodo de los obispos, ésta adquiere ahora un formato más maduro. El sínodo de los obispos es ahora el sínodo de la Iglesia, con los ministros ordenados y los bautizados. La propuesta teológica y conocida del pueblo de Dios cobra robustez en el centro de la Iglesia católica.

Las Cebs nacidas en el continente latinoamericano como expresión de las comunidades de su base, hicieron de su espacio de fe, palabra, eucaristía y caridad el lugar privilegiado de reflexión, oración y decisión para su acción pastoral y sociopolítica. Recibir el privilegio de este testimonio de los años 80 y 90 es el mismo privilegio de testimoniar el testimonio sinodal del Papa Francisco en la historia. La obra baltasariana antes y después del Concilio Vaticano II señala cómo las comunidades europeas de base pensaban la experiencia cristiana a la luz de la palabra, la Eucaristía y el testimonio en el mundo (BALTHASAR, 2004, p. 155). Por ejemplo, con el método belga de ver, juzgar y actuar, la Iglesia renovada propuesta por Congar, una Iglesia más humana de Schillebeeckx.

El Concilio Vaticano II dio frutos, semillas, afrontó un invierno duro y largo, pero recuperó la primavera con la Iglesia “en salida”. Esta propuesta eclesiástica con varios elementos teológicos y pastorales reaviva las brasas y nuevos horizontes a construir ahora y en el futuro. Por lo tanto, después de discutir diversos temas planteados en varias partes del mundo, de criticar el tradicionalismo existente y de las consultas realizadas, el momento llama a reflexionar sobre el camino a seguir: la sinodalidad.

El modo de proceder sinodalidad gana forma y alcance para ser abarcado. Al abandonar el centro del Vaticano para recibir los horizontes de las bases, encontrará sin embargo varios obstáculos, como el cierre de la participación, de las parroquias curiales y del clero. Teología, pastoral misionera y el derecho han dialogado en esta etapa sinodal, señalando el primer mate a los obstáculos. Y los procesos para que la Iglesia lleve a cabo su modo de proceder a través de la sinodalidad son sinodalizar, desparroquializar y desclericalizar.

'Sinodalizar'

Caminar juntos, como proponen la etimología y la eclesiología sinodal, s y desunido no puede dar frutos por mucho que ore. Las expectativas válidas para los avances necesarios en ministerios y estructuras sólo pueden avanzar con el modus operandi de la sinodalidad, porque juntos podemos crear y hacer estos cambios. Iniciar un camino con las propuestas planteadas y avanzar las cuestiones sobre una base eclesial hará conjugar la sinodalización (SECRETARIA DO SÍNODO DOS BISPOS, 2024, 103).

Esta propuesta única para la vida comunitaria del cristianismo se revela en el pontificado del Papa Francisco (BRIGHENTI, 2024, p. 21), generando muchas ganas de avanzar y miedo entre los “feligreses eclesiásticos”. Estos “feligreses eclesiásticos” reflejan una conducta normativa, tratando de bloquear los soplos del Espíritu y las agendas que provocan avances. Se trata de impedir la conjugación de la sinodalización, ya que los clérigos serán tentados por los tres pilares encantados del sagrado decorado, el representante aislado y el hacedor sacramental.

Sinodalizar es el proceso eclesiástico de reapertura de los caminos del Concilio Vaticano II, y muy actual para contrarrestar el paradigma mundano de las sociedades extremistas y polarizadas. Combinarlo significa llevar a cabo la misión dentro y fuera de la Iglesia, permitiendo apoyar y ampliar las cuestiones urgentes. Y hay varias demandas necesarias de este proceso, como el papel de las mujeres, los pobres y la Casa Común. Hacerlos partícipes de las cuestiones y decisiones que los involucran sólo se logrará con la sinodalidad como forma de proceder. La conversión pastoral propuesta en las Conferencias Episcopales de Santo Domingo y continuada en Aparecida, se torna clave para que el pontificado del Papa Francisco permita la sinodalidad como relación eclesial.

Por lo tanto, sinodalizar requerirá desinfantilizar al clero y a los bautizados, haciéndoles conscientes de que son pueblo de Dios. La formación humana, espiritual, teológica y pastoral les permitirá sentarse juntos, pensar, discutir y alcanzar consensos evangelizadores (EG 171). La Iglesia tendrá el rostro encarnado del Padre misericordioso y cercano, como el de Jesús de Nazaret.

'Desparroquializar'

La parroquia era el nombre que se daba al conjunto administrativo de comunidades y capillas. Sin embargo, las comunidades reunidas alrededor de la mesa y la palabra hacen viva la memoria del Señor. Ejercen el sacerdocio común presente en la teología del Concilio Vaticano II, sobre la eclesiología del Pueblo de Dios. Así, la comunidad es un sujeto comunitario, formado por sujetos individuales. Estos sujetos individuales bautizados se reúnen en la comunidad, siendo la Iglesia del Señor. La comunión de estas comunidades se realiza en la Palabra, la Eucaristía, la Caridad y la Fraternidad ministerial.

La fraternidad ministerial y la comunión eclesiástica se dan con la fidelidad de los ministros ordenados y bautizados en la Eucaristía, con la fuerza de la Palabra y la Caridad. El obispo sigue el mismo camino con su presbiterio y bautizados, valorando esta amplitud con la comunión petrina. De este modo, la convivencia entre ministros y bautizados permite volver a la fuente más profunda de la fe cristiana: la comunidad de seguidores de Jesús. La comunidad se convierte en un lugar alejado de los obstáculos religiosos que manipulan la fe, ya que la única norma pasa a ser el Evangelio.

El mandamiento nuevo del amor ocurre como un nuevo sistema de convivencia, nacido de la base de personas reunidas a la mesa del Maestro y dispuestas a lavar sus pies (BLANK, 2007, p. 123). La vida comunitaria se convierte en el antídoto contra la riqueza que destruye y el deseo de poder sobre las personas, porque a diferencia de la vida parroquial con una jerarquía del sacerdote y sus subjefes, es que se encuentran hermanos y hermanas con servicios diferentes. Compartir riquezas y servicios asegura que la comunidad no sea destruida (SOARES, 1999).

La parroquia centrada en la sede como extensión de la rama administrativa de la curia ya no responde a la misión y evangelización de la Iglesia. Su continua preocupación por el obispo jefe, capacitando a sus empleados en los seminarios para repetir largas oraciones que devoran las casas de las viudas (Mt 23,14). Así, la preocupación pasa a ser por las tarifas sacramentales y la obsesión por controlar la administración sacramental. El modelo de iglesias devocionales, pastorales de mantenimiento y sacerdotes show-man, no responden a las exigencias y necesidades reales de la comunidad y del pueblo (EG 49).

La comunidad con sacerdotes que viven con el dolor, las alegrías y las exigencias de su pueblo encuentra en otros miembros de la comunidad personas dispuestas a servir en el Reino. Su proximidad hará que la iniciación a la vida cristiana prepare a personas conscientes en el bautismo, para su misión en el mundo con la unción del Espíritu. La celebración eucarística será el encuentro pleno de cristianos adultos, evangelizados, corresponsables y comprometidos con la práctica transformadora de las relaciones. Esta práctica concreta del Evangelio se convierte en agenda concreta de una pastoral decididamente misionera.

La formación de una red de pequeñas comunidades de fe, de fraternidad y de compartir implica la formación y la sensibilización de un laicado maduro. La comunidad eclesial debe ser siempre consciente de su responsabilidad por la misión de la Iglesia, explicando que su base está en el encuentro de los bautizados (NENTWIG, 2018, p. 656). Por lo tanto, incluso con lo que se habla en el Documento de Aparecida y en la Evangelli Gaudium sobre la parroquia como lugar de renovación y evangelización, tal vez, ¿no estamos en el momento del proceso con el Espíritu Santo de ser comunidades y no redes administrativas? La parroquia parece haber quedado obsoleta, para que el Espíritu pueda reavivar la fuerza de la comunidad que sigue a Jesucristo.

Desclericalizar

La clericalización continúa como imagen de una Iglesia enferma, pues refleja lo contrario del Evangelio de Jesús y la esencia de la Iglesia. Así, sacerdotes, religiosos y laicos sufren el riesgo de esta enfermedad, apegados a un status aristocrático y sin el reconocimiento absolutista que desean (EG 76-86). El Evangelio de Jesús como centro de la vida cristiana católica permite vocaciones más maduras, lo que obliga a cuestionar los seminarios.

El acompañamiento de los formadores con sus obispos comprometidos en el seguimiento de Jesús permitirá ministros ordenados maduros, dóciles al Espíritu y abiertos a los signos de los tiempos. La preocupación será abajarse al constante lavatorio de los pies, buscando ser, sufrir y caminar junto con todas las personas en sus periferias reales y existenciales (EG 109). La única preocupación pastoral será vivir el proyecto de Cristo, reuniendo a la comunidad con sus diversos dones y carismas pastorales.

La oración unida a las exigencias escuchadas por los ministros ordenados y la comunidad hará que la comunidad eclesial dé testimonio de su credibilidad en el mundo y en la sociedad. Pasaremos de ser clérigos etiquetados a servidores respetados de salvaguardar la comunidad siguiendo el Evangelio. Los chismes y disputas estériles de “los feligreses eclesiásticos” darán paso a preocupaciones serias y evidentes que amenazan la vida humana. De este modo, la fidelidad evangélica transforma constantemente el camino comunitario.

Por tanto, la eclesiología centrada en el Evangelio posibilita el discipulado y la credibilidad misionera, teniendo como única preocupación la cercanía y el contacto con las personas. Es urgente la humanización de los ministros ordenados para buscar nuevos caminos de semper reformanda y de comunión, para que el mundo crea. La profecía se encarnará y, por tanto, estará convencida de iluminar las tinieblas que deshumanizan el corazón de la sociedad y destruyen nuestra Casa Común.

Consideraciones

La sinodalización se considera un proceso necesario para ponerse “en camino misionero”, escuchando y sirviendo mejor. La experiencia parroquial y clerical demuestra los obstáculos a la misión de la Iglesia, animándonos a pensar y desarrollar mejor la Iglesia en comunidades pequeñas y de tamaño humano. Es necesario renovar las estructuras rígidas por el poder clerical, haciendo la Iglesia estar preparada y abierta al diálogo con el mundo. Sin embargo, es necesaria una conversión pastoral. Esta transformación de estructuras obsoletas implicará procesos continuos, por eso, la teología y la pastoral deben desarrollar una base sinodal, desparoquializada y desclericalizada.

Referencias bibliográficas

BALTHASAR, H. U. von. Our task. San Francisco: Ignatius, 2004.

BLANK, R. Ovelha ou protagonista? São Paulo: Paulus, 2007.

BRIGHENTI, A. Sinodalidade: o jeito de ser da Igreja comunhão e participação. Petrópolis: Vozes, 2024.

FRANCISCO. Exortação Apostólica Evangelii Gaudium: sobre o anúncio do Evangelho no mundo atual. São Paulo: Paulus, 2013. (EG)

NENTWIG. R. Questões em torno do poder sagrado na Igreja: indicativos pastorais na perspectiva do protagonismo laical. Atualidade Teológica.v. 22, n. 60, p. 644-669, 2018.

SECRETARIA DO SÍNODO DOS BISPOS. Por uma Igreja Sinodal: Comunhão, Participação e Missão. Disponível em:https://www.cnbb.org.br/wp-content/uploads/test-for-pdf/Traducao-em-portugues-do-documento-do-Sinodo.pdf. Acesso em 20 dez de 2024.

Soares, S. A. G. Casa e caminho: a Boa Notícia se faz corpo em nossos corpos. Estudos Bíblicos. São Paulo: Vozes, v. 17, nº 611, 1999.

e convierte también en un verbo pastoral. Sinodalizar propone combinar la convivencia y la acción de la Iglesia, ya que un pueblo quieto

 

André Luiz Bordignon

Religión Digital

BONHOEFFER, TEÓLOGO Y PASTOR COMPROMETIDO, EN EL CINE


col kowalski

 Dietrich Bonhoeffer fue un teólogo alemán y pastor luterano que nos ha fascinado a muchos cristianos y no cristianos durante décadas por la fuerza de sus escritos y por su compromiso social y político que lo llevó a ser ahorcado por los nazis. Su firme resistencia al régimen dictatorial, asesino y genocida de Hitler lo llevó a participar activamente en una red de resistencia que conspiraba para acabar con el peligroso dictador; lo que le condujo a la cárcel y la muerte. Recientemente, Bonhoeffer fue el protagonista de un filme que está en la cartelera de las salas de cine comerciales, a pesar de ser un tema que no es habitual en estas: “Bonhoeffer, el espía”. Anteriormente ya se había hecho otro film sobre su figura: “Bonhoeffer: Agente de Gracia” (2000) y varios documentales como “Un santo que conspiró: Recordando a Dietrich Bonhoeffer” (1989) o “Bonhoeffer” (2003).

“Bonhoeffer, el espía” es la versión española reducida del título en inglés: “Bonhoeffer, pastor, spy, assassin”. Desde mi punto de vista, al título española le falta la palabra “pastor”, pero al inglés le sobra la de “asesino”, pues en absoluto es el caso de Bonhoeffer. Aunque, a pesar de su profundo compromiso con el pacifismo y la enseñanza cristiana del amor y el perdón, se vio obligado a tomar decisiones drásticas que desafiarían sus principios más fundamentales a medida que Adolf Hitler consolidaba su poder y perpetraba sus atrocidades, Bonhoeffer fue siempre una persona de una profunda religiosidad y espiritualidad  como manifiestan sus escritos.

Sobre todo los escritos que hizo en la prisión, especialmente Resistencia y sumisión. Cartas desde el cautiverio (1977), publicado décadas después y pronto en español, que leímos con fruición teólogos y estudiantes de teología en los años 70-80 del siglo pasado, pero también en años posteriores hasta hoy. En el libro desarrolla una visión crítica de las instituciones eclesiásticas cristianas, indicando lo que éstas han de ser en el mundo actual. Extracto algunos textos de las primeras páginas de la edición española de Sígueme escritos en 1942:

“La gran mascarada del mal ha trastornado todos los conceptos éticos… Es la abismática maldad del mal

¿Quién se mantiene firme? Sólo aquel para quien la norma suprema no es su razón, sus principio, su convivencia, su libertad o su virtud, sino que es capaz de sacrificarlo  todo cuando se siente llamado en la fe y en la sola unión con Dios a la acción obediente y responsable…

Para el bien la necedad (la estupidez) constituye un enemigo más peligroso que la maldad. Existe la posibilidad de protestar contra el mal, de ponerlo de manifiesto y, en caso necesario, de evitarlo por la fuerza… El necio (el estúpido), a diferencia del malo, se siente enteramente satisfecho de si mismo y puede hacerse peligroso cuando pasa al ataque…

La auténtica compasión no nace del miedo sino del amor liberador y redentor de Cristo hacia todos los que sufren. La esperanza inactiva y la contemplación apática no son actitudes cristianas”.

En esta obra aparece la crítica del “Dios tapa-agujeros”, que nos dio a conocer a Bonhoeffer por los año 70: “No debemos utilizar a Dios como tapa-agujeros de nuestro conocimiento imperfecto. Porque entonces, si los límites del conocimiento van retrocediendo cada vez más-lo cual es objetivamente inevitable- Dios es desplazado continuamente junto a ellos… Hemos de hallar a Dios en las cosas que conocemos… Dios quiere ser reconocido en la vida y no sólo en la muerte, en la salud y la fuerza y no solo en el sufrimiento”.

Bonhoeffer escribe también en otro de su mejores libros, El precio de la gracia (1937, en español 1968):

“La gracia barata es la gracia sin seguimiento de Cristo, la gracia sin cruz, la gracia sin Jesucristo vivo y encarnado. La gracia cara es el tesoro oculto en el campo por el que el hombre vende todo lo que tiene; es la perla preciosa por la que el mercader entrega todos sus bienes; es el reino de Cristo por el que el hombre se arranca el ojo que le escandaliza; es la llamada de Jesucristo que hace que el discípulo abandone sus redes y le siga.  La gracia cara es el Evangelio que siempre hemos de buscar, son los dones que hemos de pedir, es la puerta a la que se llama. Es cara porque llama al seguimiento, es gracia porque llama al seguimiento de Jesucristo; es cara porque le cuesta al hombre la vida”.

Dietrich Bonhoeffer (1906-1945)

Dietrich Bonhoeffernació en Breslau (antes Alemania y hoy Polonia) en 1906, en el seno de una familia de la burguesía prusiana que integraba la élite cultural berlinesa en la capital en la que viviría desde 1912. Su padre era profesor de psiquiatría y director de la clínica psiquiátrica de la Universidad de Berlín; y su madre era pianista. Fue alumno del gran teólogo liberal Von Harnack en la prestigiosa universidad de Tubinga y luego en la de Berlín, en la que se doctoró muy joven con una tesis que sería muy alabada por el gran teólogo Karl Barth. Poco después va a Barcelona como vicario de la Iglesia Luterana de Barcelona y en 1930 vuelve a Alemania para presentar su tesis de habilitación para la docencia universitaria; pero hace aun una estancia de una año en New York, tomando cursos de especialización en el Union Theological Seminary, siendo ordenado pastor en 1931.

Profesor en la Universidad de Berlín, enseñó teología, fue consiliario de estudiantes y publicó varios libros. Opuesto firmemente al nazismo y a la claudicación de la Iglesia Luterana Alemana  (Evangelische Reichskirche) frente a Hitler, participó con Karl BarthMartin Niemöller y otros en la fundación de la Iglesia Confesante (Bekennende Kirche). Hitler decidió arramblar con las iglesias, destruir las imágenes, no dejar una sola huella de Dios en ellas, cambiando la Biblia por judía, en un libro que exaltase la pureza aria: Mi lucha (Mein Kampf). La Iglesia Confesante era alternativa a la oficial; se oponía a las políticas antisemitas de Hitler y la claudicación de la Iglesia ante el régimen. Aunque la Iglesia Confesante no era grande, representaba un foco considerable de oposición cristiana al régimen nazi en Alemania. En abril de 1933, en una conferencia ante los pastores berlineses, Bonhoeffer insistió en que la resistencia política se hacía imprescindible. Entre finales de ese año y 1935 sirvió como pastor de dos iglesias germanófonas protestantes en Londres.  Volvió a Alemania para encabezar un seminario ilegal para pastores de la Iglesia Confesante, en Finkenwalde (hoy Polonia). La Gestapo clausuró el seminario en 1937 y le prohibió predicar, enseñar y finalmente hablar en público. Ya en 19936 había sido desposeído de su cátedra universitaria.

En 1939 se unió a un grupo clandestino de la resistencia, que incluía militares de alto rango que, encabezados por el almirante Wilhelm Canaris, querían derrocar el régimen nacionalsocialista. Lo arrestaron en abril de 1943, después de que condujera hacia él el dinero del Proyecto 7, usado para ayudar a escapar a judíos a Suiza. Acusado de conspiración, fue encerrado en la cárcel de Tegel (Berlín), durante un año y medio. Tras el infructuoso atentado de julio de 1944, Bonhoeffer fue acusado de complicidad por sus conexiones con los conspiradores, algunos de los cuales eran familiares suyos, como su tío, el comandante de la ciudad de Berlín, Paul von Hase, ejecutado el 8 de agosto de 1944.  Meses después fue trasladado al campo de concentración de Buchenwald y de aquí al Campo de concentración de Flossenbürg, donde seria ajusticiado en la horca en Abril de 1945, ya en los últimos días de la II Guerra Mundial. Aunque no aparece así en el film, parece que debió desnudarse para subir al cadalso. Sus últimas palabras fueron “Este es el fin; pero para mí es el principio de la vida”. El doctor del campo —testigo de la ejecución— anotó “Se arrodilló a orar antes de subir los escalones del cadalso, valiente y sereno. En los cincuenta años que he trabajado como doctor nunca vi morir un hombre tan entregado a la voluntad de Dios”. Su cadáver fue incinerado. Una frase muy citada de uno de sus libros más leídos (El precio de la gracia), prefiguraba su muerte: “Cuando Cristo llama a un hombre, le ofrece a venir y morir”.

En 1945 se descubrió escondido bajo las tejas de un tejado un manuscrito que había redactado Bonhoeffer a petición de unos amigos de la resistencia; René Marlé recoge algunos párrafos en su libro Dietrich Bonhoeffer. Testigo de Jesucristo entre sus hermanos (1968):

“Quizás en otras épocas lo propio del cristianismo fue dar testimonio de la igualdad de los hombre; hoy será precisamente el cristianismo quien deberá intervenir apasionadamente a favor del respeto a los otros y la caridad humana… El peligro de dejarnos arrastrar al desprecio del hombre es muy grande... Pero la única actitud fecunda con respecto a los hombre –con respecto a los débiles- es el amor”.

Con toda razón, Dietrich Bonhoefferes considerado mártir por su fe. Tiene una imagen en la  galería de “Mártires del siglo XX” de la abadía de Westminster, junto a Martin Luther King y Óscar Romero. Tiene un templo luterano bajo su advocación en Hamburgo. Está también en el calendario de mártires de la Iglesia Episcopal de EEUU. E incluso la Iglesia católica consideró hacerlo oficialmente santo y ponerlo en su santoral. Pablo VI se refirió a Bonhoeffer como un hondamente cristiano y cuya definición “Jesús, hombre para los demás” es válida para nuestro tiempo; y el papa Francisco también citó a Bonhoeffer en sus escritos.

"Bonhoeffer, el espía"

Gran parte de esto aparece reflejado en el film “Bonhoeffer, el espía”, donde su figura es defendida por su director Todd Komarnicki (evangélico estadounidense que había dirigido “Resistencia” y había hecho el guion de títulos como “Sully” de Clint Eastwood) con admiración e incluso con pasión por su valentía, por su coherencia, y por su compromiso cristiano.

La mayoría de las críticas defienden el valor cinematográfico de la película, aun no siendo genial ni especialmente creativa, con palabras como esta: “Notable y valiosa película cargada de pensamientos filosóficos, reflexiones morales, y discursos históricos, que muestra con una hábil amabilidad poética la comprometida actitud de una pequeña legión de valientes”; otro comentarista tituló “Si las palabras no bastan pasemos a la acción”. Otro titula “Desenmascarando estúpidos”, por unas conocidas palabras de Bonhoeffer sobre “la teoría de la estupidez humana; pues decía que su país, lleno de poetas, intelectuales y pensadores, había caído en manos de estúpidos. La estupidez no es la falta de inteligencia, sino una condición moral y social; para Bonhoeffer es como un virus sobre todo en contextos de poder y dominación.

A mí me ha parecido que está realizada con una calidad clásica, buen ritmo, buena fotografía, buena ambientación y medios más que suficientes, algo imprescindible para una película histórica. Constantes flashback llevan a su vida pasada (su infancia feliz, su adolescencia, sus estudios y trabajo pastoral…), antes de sus años finales. Es expresivo el hecho de que la película está distribuida por Angel, la distribuidora de “The Chosen” (“Los discípulos”, sobre Jesús de Nazaret y los apóstoles). Creo que merece la pena verla; sobre todo para los amantes de la figura de Bonhoeffer.

Pero me ha parecido que, aunque es de producción irlandesa-belga, resulta demasiado norteamericana y aún inglesa; una historia estilo Hollywood, cuando el verdadero Bonhoeffer no era un espía héroe de acción, sino un teólogo de fe y un pastor.

Por ello le dedica un espacio excesivo a EEUU y a Inglaterra; incluso llega a tener una secuencia disparatada donde aparece tocando el piano con Louis Armstrong...

En cambio aparece menos la realidad europea, aunque la mayor parte se desarrolle en Alemania. Entre los vacíos importantes a este respecto está que no aparece Karl Barth (teólogo suizo que rechazó la teología liberal, típica del protestantismo del siglo XIX, con su teología dialéctica), la figura fundamental de la Iglesia Confesante de Bonhoeffer. Incluso, la fundación de la Iglesia Confesante parece ser no en Berlín por parte de luteranos alemanes, sino en Londres por parte de anglicanos británicos…

Afortunadamente,  sí aparece otro de sus fundadores, el pastor luterano Martin Niemöller, autor de unas famosas palabras mucho tiempo atribuidas a Bertold Brech (con pequeñas variantes de que "vinieron por los comunistas… por los obreros… los estudiantes… los curas..."), y que pasó años en campos de concentración por este discurso que escuchamos en la película: “Primero vinieron a por los socialistas, y guardé silencio porque no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas, y no hablé porque no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque no era judío. Luego vinieron por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que hablara en mi nombre”.

La críticas negativas han llegado de algunos protestantes. Como la titulada “La falsificación de la historia de Bonhoeffer”, que dice que la película “traspasa todos los límites de falsificación de la historia”; al presentarlo como un atrevido conspirador que se infiltra en la “inteligencia” nazi y lleva a fugitivos judíos por la frontera a Suiza, pues su oposición al nazismo fue moral y espiritual; o que no aparezca en el film como ahorcado en el campo de concentración de Flossenbürg, sino en una granja bávara “después de dar un sermón y celebrar la Santa Cena, ¡nvitando a la Mesa del Señor hasta a un oficial de las SS!” y ajusticiado de manera más digna que lo que fue en realidad; o recitando en el cadalso la Bienaventuranza sobre “los puros de corazón” que “verán a Dios” , cuando él no se sentía “puro de corazón” sino culpable de un intento de asesinato y necesitado del perdón de Dios.

Con todo, he disfrutado viéndola y creo que merece la pena ver la película.

 

Victorino Pérez Prieto

Religión Digital