FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
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ATALAYA

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sábado, 22 de diciembre de 2012

Otra Navidad es posible Arnaldo Zenteno S.J. Del Equipo de Servicios CNP. Comunidades Eclesiales de Base de Nicaragua

Indignados por la total manipulación que estos días se hace de la Navidad, queremos manifestar que nos han robado la verdadera Navidad. La locura de anuncios y adornos navideños que invaden las calles poco o nada tienen que ver con lo que significa el nacimiento de Jesús.
Estamos hartos del bombardeo constante a que nos somete la publicidad incitando a consumir y a comprar lo que no necesitamos y a gastar lo que no tenemos, utilizando la Navidad simplemente como un medio para aumentar ventas y beneficios.
Nos damos cuenta como este neoliberalismo salvaje en el que estamos inmersos produce valores contrarios a la Navidad y al mensaje de Jesús, y hacemos un llamado firme a recuperar los verdaderos valores que la Navidad implica y a denunciar la hipocresía de este sistema que utiliza a Dios para promover el beneficio empresarial mientras se olvida de los pobres, que son los preferidos del Padre. Hoy, para el pobre José, la pobre María y el pobre Jesús no habría lugar en los centros comerciales, ni en los supermercados, ni en los hoteles de lujo.
Queremos denunciar que este sistema neoliberal en el que vivimos excluye a las mayorías y beneficia a los más ricos y a las grandes empresas nacionales y transnacionales. Nada más lejos del mensaje de amor, solidaridad y fraternidad que nos trae el nacimiento del niño Dios.
Hoy ha nacido para ustedes en la ciudad de David un Salvador que es Cristo Señor. En esto lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. (Lc 2, 11-12)
Nos imaginamos “otra Navidad posible”, más cercana a ese Niño Jesús nacido humildemente en un pesebre… y que sigue naciendo hoy en los más pobres y excluidos. No queremos ese Santa Claus comercial, interesado solamente en promover ese consumismo exacerbado. Queremos abrir corazones y puertas a la llegada salvadora del Niño Dios. La solidaridad y la ternura se abrirán paso frente al individualismo, al egoísmo y al consumismo.
Nos imaginamos una Navidad donde aprovechamos para hacer un viaje al interior de nuestro espíritu, allí donde habita el Dios de la Vida y le pedimos nos ayude a reconocerlo hoy entre los más pobres y excluidos y a luchar junto con ellos por una vida digna, como Él quiere para todas sus hijas e hijos.
Nos imaginamos una Navidad sencilla, solidaria, alegre… sin lujos, donde haremos presentes en nuestros corazones a todas las personas que sufren y que son las preferidas de Dios Padre y Madre: niños/as de la calle, trabajadoras explotadas en las maquilas, desempleados/as, enfermos/as sin acceso a la salud, campesinos del interior y pobladores de tantos barrios que pasaran un día mas con hambre, nuestros hermanos trabajadores migrantes que pasarán la Navidad lejos de sus familias, las mujeres golpeadas y abusadas en tantos hogares, las Mujeres que también en Navidad para sobrevivir y llevar el pan a sus Niñas -Niños están en la prostitución
Soñamos, deseamos que nuestros corazones no puedan permanecer impasibles ante tanto dolor e injusticia y nos moverán a ponernos en marcha para buscar la manera de que toda esta situación, que es escandalosa a los ojos de Dios, cese de una vez por todas.
Y a nivel nuestras Comunidades queremos una Navidad Misionera. No queremos celebrar la Navidad encerrados en nosotros mismos, ni reducirla nada más a nuestras familias. Desde ellas y desde nuestras Comunidades queremos ir más allá y llevar la Buena Noticia de Jesús y celebrarla al menos con otros vecinos, en otros sectores de nuestros Barrios y también con los que están de alguna manera excluidos.
Nos imaginamos y queremos otro Mundo Posible, otra América Posible, otra Patria posible… justa fraterna y solidaria como es el Nacimiento de Jesús.

Profetas ante la crisis (VI): De teólogos perseguidos a teólogos rehabilitados Jaume Flaquer

Jaume Flaquer. Yves Congar (1904-1995), Karl Rahner (1904-1984) y Bernhard Häring (1912-1998) son tres ejemplos de “profetas” teólogos que fueron perseguidos antes del Vaticano II pero que se vieron rehabilitados en este Concilio. Más aún, fueron sus referentes fundamentales en los temas de eclesiología, teología y de moral, e incluso, algunos de los documentos del Concilio dejan ver la influencia de su pluma. La “crisis” de la que hablamos aquí es, por un lado, la de una Iglesia que vivió uno de los cambios de paradigma más importantes de su historia, y por otra, la crisis personal que estos teólogos (y otros) vivieron al ser desautorizados por la Iglesia misma con la que vivían una adhesión fuera de toda duda. Desgraciadamente otros teólogos actuales se encuentran hoy en día en la misma situación por la difícil relación entre el Magisterio de la Iglesia y la investigación teológica.
Por un lado, la teología debe reconocer el papel normativo del Magisterio, y por otra, el Magisterio debe vivir en constante escucha de la teología porque a menudo ésta encarna el carisma profético y aquél posee el carisma de gobierno y de unidad. Al igual que Pedro en el lago de Galilea supo escuchar a Juan cuando éste, después de pescar cientos de peces, dijo sobre el extraño personaje que estaba en la costa: “¡Es el Señor!” (Jn 21), igual el Magisterio debe saber escuchar a los teólogos que descubren a Jesús en una nueva orilla.
Jesús Martínez Gordo, doctor en teología y profesor en la facultad de Vitoria, ha guiado nuestra reflexión sobre estos tres autores, subrayando que en el título de la sesión había un excesivo optimismo respecto a la rehabilitación de los tres teólogos. Rahner y más especialmente Häring, vivieron el post-concilio con decepción por la limitada aplicación de sus intuiciones más avanzadas. Häring explica al final de su vida que durante la II Guerra Mundial había tenido que defenderse cuatro veces ante un tribunal militar de las SS, y que luego, cuando tuvo que defenderse ante la Congregación para la Doctrina de la fe de acusaciones falsas, habría preferido encontrarse ante un tribunal de Hitler que ante esta Congregación. B. Häring vivió “vigilado” por su rechazo a la Encíclica Humanae Vitae de Pablo VI sobre los anticonceptivos.
K. Rahner, por su parte, vive también al final en una cierta desolación ante el Magisterio. Está disconforme con esta misma Encíclica moral, defiende el acceso de las mujeres al sacerdocio, concibe la teología no simplemente como el altavoz del Magisterio, está en desacuerdo con la creación de los partidos Demócratas Cristianos y alerta contra el olvido de la centralidad de la colegialidad episcopal en el Concilio. La confrontación de Rahner con otro gran teólogo, von Balthasar, será también una fuente de sufrimiento para él.
A pesar de ello, estos teólogos disfrutarán siempre de un gran prestigio por su papel en el Concilio. Congar es nombrado consultor del Concilio, Rahner teólogo oficial, y Häring es consultado por el que después será Juan Pablo I. A estos autores (a Congar en especial), les debemos el retorno de la Iglesia a la época patrística de los primeros siglos y la desabsolutización de la teología tomista como discurso único teológico desde el Concilio de Trento hasta el Vaticano II.
Esta rehabilitación llega tras haber sido sometidos a investigaciones por parte de Roma durante la década de los 50. Congar es apartado de la enseñanza en 1954 y escribe dos años más tarde desde su exilio en Cambridge: “Me encuentro solo, terriblemente solo”.
La soledad que vive el teólogo cuando la Iglesia a la que ha dado la vida abre un proceso de investigación sobre su pensamiento es una experiencia de crisis personal que a menudo nos pasa por alto. Algunas veces, Dios quiere que su rehabilitación sea durante su vida.

Salesianos P. Aramburu. Los antiguos alumnos, celebramos la Navidad

Quimada espectáculoEl espíritu navideño hace que los antiguos alumnos salesianos, nos reunamos  para revivir la Navidad.
Si el buen tiempo influyó, no lo sé, pero nos juntamos un número muy elevado de personas que hicieron pequeños  los locales para la fiesta.
Después de los saludos de bienvenida,  cantamos con todo el entusiasmo y sentimientos, los clásicos villancicos ante el regalo del Niño Dios. Viene la segunda parte; compartir unos pinchos, dulces y bebidas de estas fiestas con buen ánimo y armonía. Dentro del acto está la “Queimada espectáculo”. Cada año nos superamos. La “procesión” de la Santa Campaña, más que impresionar,  aumentó los ánimos de las ánimas convirtiendo el desfile en una juerga “irresponsable”; verse libres del miedo del cuerpo fue suficiente   para acabar con la queimada no dejando ni muestra.
Al final se entregaron los calendarios,  y nos deseamos  todos  a todos, una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo 2013. F. Pintor
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El Sr. Inspector, Félix Urra, nos felicita la Navidad y el año nuevo

¡Qué bonito!

Mientras escribo estas líneas suena… “Noche de Dios,  noche de paz…”  y “huele” a pesebre. Pedro, baserritarra de Ugarte-Bizkaia, nos deja unos fardos de paja de su cuadra, para nuestro Belén.

Todo muy parecido a aquella primera Nochebuena  “… Y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre.” (Lc 2, 7)

¡Es Navidad¡ Eguberri da !

Entra en www.salesianosbilbao.com y verás el ambientazo navideño en nuestros colegios,  parroquias y comunidades.

El Niño, bien acompañado por sus buenos Padres, el buey y la mula… nos vuelven “locos” durante estos días.

Así hace Dios las cosas.

¡Feliz Navidad ! Eguberri on!

Ojalá nuestro saludo llegue a los Niños/as, Educadores y Padres de la escuela Sandy Hook de Newtown, estado de Connecticut, noreste de Estados Unidos.

En silencio, emocionados, dejamos nuestra felicitación, una velita encendida y la oración… a la puerta de la Escuela.

¡Va por VOSOTROS que celebráis la Navidad allí, arriba, en el mismo corazón de Dios!


Zein polita!  

Lerro hauek idazten ari naizen bitartean “Haurtxo txikia sehaskan dago”… eta “Gau isila”,…  entzuten dira, eta korta-usaina dago. Pedrok, Bizkaiko Ugarteko baserritar batek, egunotan, lasto-fardo batzuk utzi dizkigu gure Belenerako.

Dena da lehenengo Gabon-gauaren antzekoa: “…eta lehensemea izan zuen; oihaletan bildu eta abere-aska batean  ezarri zuen,…” (Lk 2, 7)

Eguberri da!

Sartu www.salesianosbilbao.com web-orrian eta ikusiko duzu, ikusi, gure ikastetxeetako, parrokietako eta komunitateetako giroa.

Haurra, Guraso zintzoek lagundurik, idia eta mandoa… Denek liluratzen gaituzte egunotan; horrela egiten ditu Jainkoak gauzak.

Eguberri on!

Nahiko genuke gure agurra Estatu Batuetako Connecticut-eko Newtown-go Sandy Hook eskolako Haurrei, Hezitzaileei eta Gurasoei iristea.

Isilean, bihotza hunkituta, gure zorion-mezua eta kandelatxo piztua uzten ditugu Eskolako atean.

Zuengatik doa hau, Eguberria hor goian, Jainkoaren bihotz-bihotzean, ospatzen duzuenengatik!

Puede descargar la felicitación de nuestro Inspector tanto en castellano como en euskera.

Satisfacción de las necesidades fundamentales Leonardo Boff, teólogo

El ser humano es, por naturaleza, un ser de muchas carencias. Necesita un gran empeño para atenderlas y así poder vivir, no miserablemente, sino una vida de calidad. Tras cada necesidad se esconde un temor y un deseo: el deseo de poder satisfacerla de la forma más satisfactoria posible y el temor de no conseguirlo y entonces sufrir. Quien tiene, teme perder: quien no tiene, desea tener. Así es la dialéctica de la existencia.
Maestros de las más diferentes tradiciones de la humanidad y de las ciencias de lo humano convergen más o menos en las siguientes necesidades fundamentales:
Tenemos necesidades biológicas: en una palabra, necesitamos comer, beber, vestirnos y tener seguridad. Gran parte del tiempo lo empeñamos en atender tales necesidades. Las grandes mayorías de la humanidad las satisfacen de forma precaria, o por falta de trabajo o porque la solidaridad y la compasión son bienes escasos. La primera petición del Padrenuestro es el pan de cada día, porque el hambre no puede esperar.
Pero no pedimos a Dios que haga milagros cada día y así nos evite producir el pan. Pedimos que los climas y la fertilidad de los suelos sean favorables y que haya cooperación en la producción y en la distribución de los alimentos. Sólo entonces exorcizamos el miedo y atendemos a nuestro deseo básico.
Además, tenemos necesidad de seguridad: podemos enfermar y sucumbir a peligros que nos quitan la vida. Pueden provenir de la naturaleza, de las tempestades, de los rayos, de las sequías prolongadas, de los deslizamientos de tierra, de todo tipo de accidentes. Pueden provenir, principalmente, del propio ser humano que no sólo tiene dentro de sí el instinto de vida sino también el instinto de muerte; puede perder el autocontrol y eliminar al otro. Todo esto nos produce miedo. Y tenemos la esperanza de sortearlo. El hecho de haber vivido en las cavernas y después en casas muestra nuestra búsqueda de seguridad.
La realidad es que nunca controlamos todos los factores. Siempre podemos ser víctimas inocentes o culpadas. Y entonces clamamos a Dios, no para que nos saque del borde del abismo, sino para que nos dé coraje para evitarlo y sobrevivir.
Tenemos, en tercer lugar, necesidad de pertenencia: somos seres societarios. Pertenecemos a una familia, a una etnia, a un determinado lugar, a un país, al planeta Tierra. Lo que hace penoso el sufrimiento es la soledad, el no poder contar con un hombro amigo y una mano acogedora. Como somos frutos del cuidado de nuestras madres que nos llevaron en sus brazos, queremos morir dando la mano a alguien próximo o a quien nos ama.
En el fondo del abismo existencial clamamos por la madre o por Dios. Y sabemos que Él nos atiende porque es sensible a la voz de sus hijos e hijas y siente el latir de nuestro corazón atemorizado. Ser reducido a la soledad es ser condenado al infierno existencial y a la ausencia de cualquier comunión. Por eso es importante satisfacer el sentimiento de pertenencia, de lo contrario nos sentimos cual perros abandonados vagando por el mundo.
En cuarto lugar, tenemos necesidad de autoestima. No basta existir. Necesitamos que nuestra existencia sea acogida, que alguien con sus palabras y actos nos diga: «sé bienvenido a nuestro medio, tú cuentas para nosotros». El rechazo nos hace tener, aun vivos, la experiencia de muerte. Necesitamos, pues, ser reconocidos como personas, con nuestras diferencias y particularidades. De lo contrario, somos como una planta sin nutrientes que se va mustiando hasta morir. Qué importante es cuando alguien nos llama por nuestro nombre y nos abraza. Nos devuelve nuestra humanidad negada y podemos seguir adelante con esperanza y sin miedo.
Finalmente, tenemos necesidad de autorrealización. Este es el gran anhelo y desafío del ser humano: poder realizarse a sí mismo y volverse humano. ¿Qué es lo humano del ser humano? No lo sabemos exactamente porque hasta lo inhumano pertenece a lo humano. Somos un misterio para nosotros mismos. No es que no sepamos nada de lo humano. Al contrario, cuanto más sabemos, más se amplían las dimensiones de aquello que no sabemos. Tenemos saudades de las estrellas de donde venimos.
Pero sabemos lo suficiente para descubrirnos como seres de apertura, al otro, al mundo y al Todo. Somos seres de deseo ilimitado. Por más que busquemos un objeto que sacie nuestro deseo, no lo encontramos entre los seres de nuestro alrededor. Deseamos al Ser esencial y nos topamos solo con entes accidentales. ¿Cómo, entonces, vamos a conseguir autorrealizarnos si nos percibimos como un proyecto infinito?
En este afán gana sentido hablar de Dios como el Ser esencial y el oscuro objeto de nuestro deseo infinito. Sólo Él llena las características del Infinito, adecuadas a nuestro proyecto infinito. Autorrealizarse, por lo tanto, implica envolverse con Dios. Envolverse con Dios es despertar la espiritualidad en nosotros, aquella capacidad de sentir una Energía poderosa y amorosa que atraviesa toda la realidad. Es poder ver en la ola, el mar y en la gota de agua, la inmensidad del Amazonas. Espiritualidad es sentir el hambre y la sed de un último refugio, un sentirse seguro en los brazos de alguien en quien se confía, donde, por fin, todas nuestras necesidades serán satisfechas, donde mueren todos los temores y podremos descansar.
Mientras no elaboremos en nosotros ese Centro, nos sentiremos siempre en la prehistoria de nosotros mismos; seres enteros pero inacabados y en último término, frustrados.
Cuando entramos en comunión con el Ser esencial por la entrega silenciosa e incondicional, por la oración y por la meditación, abrimos un manantial de energías incomparable e insustituible. El efecto es la pura alegría, la levedad de la vida, la bienaventuranza posible a los caminantes.