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ATALAYA

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ATALAYA DE MAYO DE 2024

LOS TRABAJOS ENVIADOS ESTÁN SIENDO LEÍDOS Y VALORADOS POR EL JURADO

LOS TRABAJOS ENVIADOS ESTÁN SIENDO LEÍDOS Y VALORADOS POR EL JURADO
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miércoles, 25 de septiembre de 2024

Científicos de diversas especialidades han descubierto que todos los seres vivos nos enfrentamos, en el curso de nuestra evolución, a las llamadas «trampas evolutivas» -- Juan Torres López

 


Científicos de diversas especialidades han descubierto que todos los seres vivos nos enfrentamos, en el curso de nuestra evolución, a las llamadas «trampas evolutivas».

Estas son fenómenos, situaciones o procesos que provocan prácticas o comportamientos que influyen negativamente en el bienestar o en la seguridad de los individuos de una especie y que pueden llegar a poner en peligro su reproducción o supervivencia.

Por supuesto, eso también ha ocurrido siempre en el caso de los seres humanos. Es más, en la actualidad nos enfrentamos a trampas especialmente peligrosas porque algunas de ellas se encuentran en un estado que se podría calificar como altamente crítico, tal y como está demostrando la investigación científica.

Las más relevantes de esas trampas actuales son bien conocidas y las resumo rápidamente a continuación: pérdida de diversidad, excesiva extracción de recursos, riesgo de contagio de eventos pandémicos, alta probabilidad de bloqueos en infraestructuras y canales de suministro, impactos sobre la salud humana y el medio ambiente de compuestos y materiales sintéticos, capacidad de exterminio de algunas tecnologías muy poderosas y cada vez más autónomas, desinformación, uso de la violencia entre grupos de población o naciones, falta de respuesta al deterioro ambiental, insuficiente interacción cara a cara por la digitalización y consiguiente pérdida de acción colectiva.

La presencia y el riesgo que conllevan estas trampas los percibimos día a día. Y me atrevería a decir que esta percepción es lo que hace que tantas personas y tan frecuentemente pierdan la confianza en los seres humanos y en la posibilidad de que la vida en este planeta se lleve a cabo con justicia y en paz.

Pero es muy importante saber que esto último ocurre porque esas personas sólo han tenido conocimiento o han sido informadas del lado negativo de la cuestión.

Los mismos científicos que han detectado la existencia de esas «trampas» han descubierto que los organismos no humanos que las sufren pueden escapar de ellas o evitarlas mediante respuestas genéticas adaptativas o alguna forma de aprendizaje. Lo mismo que puede ocurrir, en nuestro caso, con los seres humanos.

En mi último libro Para que haya futuro, he tratado de mostrar que nuestra especie puede enfrentarse y superar trampas como las que he mencionado si ponemos en marcha estrategias que desarrollen nuestras capacidades cognitivas, sociales y socioecológicas.

Como han señalado también algunos científicos, las más importantes y urgentes de esas estrategias son, entre otras, reconocer las trampas como tales, utilizar nuevas métricas para conocer su auténtica naturaleza y efectos, aumentar nuestra capacidad de previsión, eliminar y reorganizar los procesos que las producen, aprender a prepararnos ante incógnitas o eventos desconocidos, actuar en diferentes niveles de la organización social, desde lo global a lo personal, y aprender a imaginar colectivamente nuevos futuros, creando narrativas e historias comunes.

Nuestro modo actual de organizar la vida social y nuestro tipo de evolución cultural no responde a esas exigencias. El individualismo, la percepción irreal de la situación en la que estamos, la imposición de relatos de interés no general, el cortoplacismo, dejarnos llevar con el único fin de garantizar el lucro privado… son, más bien, los comportamientos que producen las trampas que ponen en peligro nuestro futuro.

Esa es, sin duda, una mala noticia. Pero quedarse en ella y perder la esperanza es un error, una muestra de lamentable ignorancia. La realidad indiscutible, la otra cara, es que los seres humanos podemos cambiar nuestro modo de ser, de relacionarnos entre nosotros y de organizar nuestra convivencia y asegurarnos el sustento. No es una convicción ideológica o una preferencia personal. Nos lo dice la ciencia y se confirma, además, por una sencilla razón: viene ocurriendo así desde hace cientos de miles de años y, aunque no lo percibamos, lo seguimos haciendo, no sólo a peor sino también a mejor, constantemente.

  1. La clave para asegurarnos un futuro de buen gobierno, justicia y paz a nosotros y a las generaciones futuras es mirar a nuestro alrededor, desechar lo que nos hace daño y poner en pie las experiencias que ya están funcionando y nos proporcionan bienestar, seguridad, paz y felicidad.

Como dijo Aristóteles, la esperanza es el sueño de quien está despierto.

Cuanto mayor es la prueba de las atrocidades israelíes, menos informan de ellas los medios


Fuentes: 
Jonathan Cook Substack

Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo

La imagen * forma parte de un video de 1,3 minutos que muestra a soldados israelíes arrojando de un tejado a tres palestinos en la ciudad de Qabatiya, en Cisjordania (no está claro si las víctimas están muertas o moribundas). El vídeo fue filmado desde tres ángulos diferentes y un periodista de la principal agencia de prensa estadounidense, Associated Press (AP), fue testigo directo, a pesar de lo cual apenas ha tenido repercusión en los medios de comunicación occidentales.

AP informó de este incidente y todos los medios occidentales acceden a sus noticias, así que todos los saben. Sin embargo, una vez más, esos mismos medios han decidido ignorar los crímenes de guerra de Israel, incluso cuando existen pruebas definitivas de los mismos (o quizá sería más exacto decir que incluso más cuando hay pruebas definitivas de que han ocurrido).

Recuerden que esos mismos medios nunca dejan de destacar -o simplemente se inventan- cualquier crimen del que se acuse a los palestinos, como esos inexistentes «bebés decapitados».

La propia AP trata esta última atrocidad en Cisjordania como algo sin importancia. Simplemente informa de que puede formar parte de un «patrón de fuerza excesiva» por parte de soldados israelíes contra palestinos.

Ese comentario, sin comillas y atribuido a un grupo de derechos humanos, es casi con toda seguridad la caracterización preferida de AP de la referencia del grupo a un patrón no de «fuerza excesiva» sino de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio.

La misma agencia se asegura de dar a Israel el pretexto por el cual está cometiendo crímenes de guerra: “Israel afirma que los ataques son necesarios para aniquilar a la militancia”.

Pero de nuevo olvida mencionar las razones por las que existe dicha militancia: que Israel lleva muchas décadas ejerciendo violentamente una ocupación militar ilegal de los territorios palestinos, en la que -una vez más ilegalmente- ha reclutado un ejército de milicias de colonos para expulsar a la población palestina nativa.

AP también olvida mencionar que, según el derecho internacional, los palestinos tienen todo el derecho a resistirse a los soldados de ocupación israelíes, incluso «a través de la militancia».

Los gobiernos occidentales pueden calificar de «terrorismo» el hecho de que los palestinos disparen contra soldados israelíes, pero no es así como lo contemplan los códigos de derecho internacional que los Estados occidentales redactaron hace décadas y que dicen defender.

También vale la pena señalar que Julia Frankel, una reportera de Associated Press en Jerusalén, reescribió la noticia enviada por el periodista palestino que presenció este crimen. Como ocurre con muchos otros medios de comunicación occidentales, la redacción de AP se supervisa desde Jerusalén, donde su oficina está compuesta en su mayoría por judíos israelíes.

No cabe duda de que los medios de comunicación occidentales consideran en privado que se trata de una precaución prudente, que garantiza que el texto es «respetuosa» con la perspectiva de Israel y que es menos probable que provoque la ira del gobierno israelí y de sus grupos de presión.

Ese es precisamente el problema. La parcialidad de la información occidental es evidente. Está diseñada para no molestar a Israel -en medio de un «genocidio plausible», según el Tribunal Penal Internacional-, lo que significa que es totalmente sesgada y nada fiable.

Esto hace que nuestros medios de comunicación sean totalmente cómplices de los crímenes de guerra de Israel, incluso cuando los soldados israelíes arrojan a los palestinos desde un tejado.

Actualización

Muy posteriormente la BBC informó de esta atrocidad en uno de sus canales de noticias. La presentadora, no obstante, añade una advertencia totalmente innecesaria de que las imágenes no han sido «verificadas de forma independiente», signifique eso lo que signifique. Existen al menos tres vídeos distintos, todos tomados desde ángulos diferentes, que muestran el mismo crimen de guerra. Incluso el ejército israelí ha confirmado que el incidente ocurrió.

La BBC también asume que los tres palestinos están muertos. No hay absolutamente ninguna razón para hacer esa suposición que viola las reglas más básicas de la información.

Y la presentadora, claramente nerviosa sobre cómo debería referirse a los hombres empujados desde un tejado, termina observando que las imágenes son «otro ejemplo de las tensiones y los muchos frentes en los que vemos luchar a Israel». No, es otro ejemplo de soldados israelíes cometiendo crímenes de guerra, y de los medios de comunicación intentando desviar la atención de ese hecho.

N. del T.: Pulsando en “imagen” se accede al blog de Jonathan Cook en el que puede verse el escalofriante video donde se ve cómo se resisten las víctimas antes de caer al vacío.

Fuente: https://jonathancook.substack.com/p/the-more-definitive-the-proof-of 

Los curas casados y el Sínodo: “El Señor sabe hacer que vuestro grito esté presente en la sala»


 Religión Digital

La respuesta del cardenal Grech a la carta de la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados
“El Señor sabe hacer que vuestro grito esté presente en la sala del Sínodo”. El secretario general del Sínodo, el cardenal Mario Grech, respondía así a la carta enviada el pasado 27 de agosto por la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados, en donde le hacían llegar su reflexión y aportaciones sobre el Instrumentum laboris de la segunda fase del Sínodo de la Sinodalidad y su relación con el celibato opcional Ver noticia 

Elena Rodríguez-Avial: «Hay muchas personas divorciadas que están esperando que la Iglesia sea madre»

 


Religión Digital

La periodista publica ‘La herida se ilumina» sobre el acompañamiento eclesial Elena Rodríguez-Avial: «Hay muchas personas divorciadas que están esperando que la Iglesia sea madre»
«El libro está siendo muy buen recibido, lo que significa que hay necesitad de hablar del tema, de las personas divorciadas de nuestra Iglesia, y de fuera de ella, y de cómo las acompañamos», señala en «La herida se ilumina» la periodista Elena Rodríguez-Avial, que esta mañana ha presentado en Madrid este libro editado por Mensajero, del Grupo de Comunicación Loyola Ver noticia 

Crear a nivel global una Cultura de la Vida -- Gustavo Gutiérrez, teólogo de la liberación

  Crear a nivel global una Cultura de la Vida

No olvidemos que el futuro no llega, hay que hacerlo, se forja con las manos, la mente y el corazón, ahora.

Como la Biblia lo dice a cada paso, y lo dicta el sentido común, no hay paz auténtica sin justicia, sin respeto por los derechos humanos y, claro está, por el primero de ellos: el derecho a la vida. No estamos ante un asunto que pueda ser dirimido únicamente en el campo de la política por aplicar o de los factores económicos a tener en cuenta. En la raíz hay una cuestión ética, de sentido de la persona humana, del porqué de la vida en sociedad.

La coherencia personal o la doblez embustera, la verdad o la mentira en el discurso político, la certeza de que todos los seres humanos son iguales en dignidad o la pretendida superioridad de algunos, la honestidad en el manejo de los recursos públicos o el usarlos como su caja chica y personal, no son vagos y gaseosos problemas morales. Son decisivos en el establecimiento de relaciones sociales justas y respetuosas.

No hay nada más concreto que una buena teoría, parafraseándolo podríamos afirmar en nuestros días que no hay nada más político (en tanto construcción de la polis, la ciudad, la nación) que un buen y exigente comportamiento ético. Las variadas formas de corrupción (el dinero fácil, el juego de influencias, la embriaguez del poder, el uso sistemático de la mentira) corroen la vida social y la credibilidad de quienes tienen importantes responsabilidades en ella.

Discernir en la crisis actual, percibir su hondura más allá de la coyuntura, y saber salir de ella con imaginación implica liberarse de una de las peores lacras que enferman y envenenan la relación entre personas. Nos referimos a lo poco que parece valer la vida humana entre nosotros. Los ejemplos, pese a todas las explicaciones y justificaciones que se quieran dar, están allí hiriendo nuestros ojos y nuestros corazones; son tan claros y tan frecuentes que es inútil entrar en detalles.

Eso es lo que no podemos aceptar como seres humanos y como ciudadanos. Se impone un gran esfuerzo por forjar un mundo humano basado en la justicia social y el respeto a los derechos humanos y el cuidado del medio ambiente, tema que ha tomado gran importancia en el contexto del cambio climático que a muchos preocupa. Urge igualmente crear entre nosotros aquello que se ha designado como una cultura de la vida, vale decir como una actitud global que no deje resquicio a una voluntad de muerte, abierta o disfrazada.

Para hacerlo contamos con la inmensa y variada riqueza histórica y cultural que nos viene de los diversos pueblos que viven y buscan convivir. Desde esas distantes y distintas vertientes, sin que una se imponga a la otra, será posible esa nación para todos los que la anhelamos.

La situación de la mujer en nuestra sociedad, pese a ciertos pasos positivos, se halla en una escala de valores que evidencia un profundo desdén por su condición humana, a quien se le niega la plenitud de sus derechos como personas, a ellas corresponderían las tareas inferiores en la familia, en el trabajo, en la organización social, en la Iglesia. Pero es claro que ese menosprecio es, sobre todo, una degradación del varón como ser humano. 

La comprensión de que la mujer tiene iguales derechos que el hombre no es un favor, es el reconocimiento  de una necesaria equidad.

 Gustavo Gutiérrez, OP /  Lima, 11 de diciembre de 2019

500 muertos y miles de heridos en ataques aéreos de Israel en Líbano

 


Kaosenlared

El Ministerio de Salud de Líbano anunció la noche del lunes que, como resultado de los ataques aéreos del régimen sionista, 492 libaneses han muerto y otros 1645 han resultado heridos. Entre los asesinados se cuentan 35 niños y 58 mujeres. Ver noticia 

Hernán Díaz del Castillo: «La religión que se predica en los púlpitos está muy distante del Evangelio» -- José Manuel Vidal

 


Religión Digital

Autor de ‘Fe en Jesucristo a pesar de la corrupción de la Iglesia’
«La religión que les han enseñado en los colegios, la que no les han enseñado, la que se predica en los púlpitos de las iglesias de los domingos está muy distante del Evangelio»
«Hay que socializar el Evangelio» Ver noticia

El Papa reitera su petición de detener las armas

 


En su mensaje a los participantes en el Encuentro Internacional de Oración por la Paz organizado por la Comunidad de Sant'Egidio en París, del 22 al 24 de septiembre, en la estela del evento convocado por Juan Pablo II el 27 de octubre de 1986, Francisco invita a hacer crecer la fraternidad en el mundo. También recuerda que las religiones no deben alimentar conflictos, nacionalismos, etnicismos y populismos, si acaso deben fomentar visiones.

Tiziana Campisi - Ciudad del Vaticano

"¡Detengan la guerra! ¡Detengan las guerras!": este es el grito de los múltiples pueblos afectados por la guerra y elevado por los participantes en el Encuentro Internacional de Oración por la Paz organizado por la Comunidad de Sant'Egidio en París del 22 al 24 de septiembre, que Francisco ha querido hacer suyo y que dirige “a los responsables políticos”. "Ya estamos destruyendo el mundo! Detengámonos mientras estemos a tiempo", escribió el Papa en el mensaje enviado a los representantes de las Iglesias y comunidades cristianas y de las grandes religiones mundiales y a las autoridades presentes en el evento, que retoma el encuentro querido hace 38 años por Juan Pablo II en Asís.

¡Que las religiones no alimenten guerras y conflictos!

La esperanza del Pontífice es que las jornadas de París, concebidas en el Espíritu de Asís, ayuden a los creyentes a "hacer crecer hoy la fraternidad entre los pueblos". "Demasiadas veces en el pasado, las religiones han sido utilizadas para alimentar conflictos y guerras. 

"Un peligro que sigue acechando hoy", subrayó Francisco, reiterando, como afirmaron él y el Gran Imán Ahmad Al-Tayyeb en el Documento sobre la fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia común, que »las religiones nunca incitan a la guerra y no suscitan sentimientos de odio, hostilidad, extremismo ni invitan a la violencia o al derramamiento de sangre". Y que, si acaso, "estos desastres son el resultado de la desviación de las enseñanzas religiosas, de la utilización política de las religiones y también de las interpretaciones de grupos de hombres de religión que han abusado -en algunas fases de la historia- de la influencia del sentimiento religioso en el corazón de los hombres".

Las religiones no deben "convertirse en un instrumento para alimentar nacionalismos, etnicismos, populismos", "ay de aquellos que intentan arrastrar a Dios a tomar parte en las guerras", añade el Santo Padre.

Ser artesanos de paz

Las religiones deben "fomentar visiones de paz", como se demostró en los últimos días en la capital francesa, donde hombres y mujeres de diferentes culturas y confesiones "experimentaron la fuerza y la belleza de la fraternidad universal", reza el texto del mensaje de Francisco. El Obispo de Roma les insta a ser "artesanos de la paz", porque, "si tantos siguen haciendo la guerra, todos podemos trabajar por la paz".

Que el Espíritu de Asís se difunda entre los pueblos

El Papa agradeció "a la Comunidad de Sant'Egidio que, con pasión y audaz creatividad, sigue manteniendo vivo el Espíritu de Asís". Asimismo, observó que desde aquel lejano 1986, "cuando se celebró el primer encuentro de oración por la Paz, diversos acontecimientos han marcado la historia del mundo-desde la caída del Muro de Berlín hasta el comienzo del tercer milenio, desde el crecimiento de los fundamentalismos y los conflictos hasta el cambio climático, el advenimiento de las tecnologías emergentes y convergentes y las pandemias-". 

Hoy "nos encontramos en medio de un "cambio de época" cuyas perspectivas aún desconocemos". 

Un contexto al que siguen siendo apropiadas las palabras del Papa Wojtyla, que en la ciudad de San Francisco, puso de relieve "el vínculo intrínseco entre una actitud auténticamente religiosa y el gran bien de la paz", invocando "un nuevo lenguaje de paz, para nuevos gestos de paz", para romper "las cadenas fatales de las divisiones heredadas de la historia o generadas por las ideologías modernas". 

El Espíritu de Asís es una bendición para el mundo de hoy, "desgarrado por demasiadas guerras, por demasiada violencia", dice Bergoglio, "este 'espíritu' debe soplar aún más fuerte en las velas del diálogo y de la amistad entre los pueblos".

Tejer lazos fraternos

Con su pensamiento dirigido a todos los que esta tarde se encuentran en París "reunidos ante la Catedral que, tras el dramático incendio, está a punto de reabrir sus puertas para la oración", Francisco subraya también que existe "la necesidad de rezar por la paz". ¿El motivo? Se ha concretado "el riesgo de que los numerosos conflictos, en lugar de cesar, se ensanchen peligrosamente". 

El Pontífice reitera a los creyentes la invitación expresada en la encíclica Fratelli tutti a ofrecer su "preciosa contribución a la construcción de la fraternidad y a la defensa de la justicia en la sociedad". "Es necesario encontrarse, tejer lazos fraternos y dejarse guiar por la inspiración divina que habita en cada fe, para imaginar juntos la paz entre todos los pueblos". "En un mundo que corre el riesgo de ser destrozado por conflictos y guerras", considera preciosa la labor de los creyentes "para mostrar visiones de paz y promover la fraternidad y la paz entre los pueblos en cualquier parte del mundo".

La paz requiere sabiduría y audacia

La "gran tarea de la paz" requiere "sabiduría, audacia, generosidad y determinación", concluye Francisco. El Papa remarca que el sueño de Dios para el mundo es "la fraternidad entre todos los pueblos", por lo que a los creyentes se les confía la responsabilidad de exhortar y empujar a la humanidad en esta dirección.


EL PAPA FRANCISCO Y NUESTROS SEMINARIOS


col martell

 

La formación de los futuros presbíteros ha sido una preocupación constante de los últimos pontífices. Pero el centro de atención no ha sido siempre el mismo: unas veces han tratado de fundamentar los contenidos de la vida interior y santidad propias del sacerdote, otras, aclarar su identidad discutida o, simplemente, actualizar su rol eclesial de acuerdo con aquello que la Iglesia ha recibido de Cristo por medio del Sacramento del Orden.

En lo que pueda tener de cambiante la figura sacerdotal a través de los tiempos y el devenir de la historia, el Concilio Vaticano II -junto con los diversos documentos posteriores sobre el tema- nos ha ofrecido la más reciente síntesis de la tradición sobre el ministerio ordenado. Toda esta riqueza teológica y espiritual ha redescubierto una evidencia: en la medida en que el presbítero y el obispo toman conciencia de su propia e insustituible espiritualidad y misión, todas las vocaciones en la Iglesia crecen en la harmonía del Espíritu y responden mejor al propósito divino. Cristo, por medio de su Sacerdocio participado, además de suscitarlas y sostenerlas con dones específicos, es también quien asegura cada vocación en la unidad del cuerpo eclesial. 

Una necesaria purificación 

El Papa Francisco, en una misma trayectoria magisterial también ha puesto su mirada, de forma sorprendente y nada convencional, sobre el presente de nuestros Seminarios. Y lo ha hecho a través de un lúcido discernimiento desplegado en tres tiempos: necesaria purificación, conveniente unificación y mejor promoción del sacerdocio ministerial de acuerdo con las condiciones y necesidades actuales del pueblo de Dios. En este sentido, la visita apostólica a los Seminarios de nuestras Diócesis, así como el encuentro de todos los obispos de España en Roma fueron dos momentos significativos para dar un paso adelante. 

La necesaria purificación, como primera intuición papal, hay que entenderla en clave de desapropiación. Los edificios o casas de formación, los itinerarios más o menos exitosos, los personalismos proteccionistas o las sospechas sobre estilos o formas no deberían ser grandes obstáculos hasta impedir una comunión formativa integral quizás nunca vista hasta el momento.

"Aunar esfuerzos, compartir medios materiales y espirituales o fomentar una comunión más allá de los límites diocesanos no es nunca un empobrecimiento"

Es cierto que no siempre se han seleccionado los mejores formadores, no siempre ha primado la calidad de los candidatos sobre su número y, seguramente, la escasez vocacional ha precipitado un nerviosismo capaz de justificarlo todo. Aunar esfuerzos, compartir medios materiales y espirituales o fomentar una comunión más allá de los límites diocesanos no es nunca un empobrecimiento. Comprobar cómo algunas Diócesis sin seminaristas o Seminarios buenos pero reducidos en número se resisten a mirar hacia un futuro más enriquecedor y preparado para responder a una gran complejidad misionera resulta, como poco, decepcionante.

La situación de muchos de nuestros Seminarios y, por tanto, de sus mismas Iglesias locales está pidiendo una urgente capacidad de adaptación. Sin olvidar que el objetivo primordial es despertar la pastoral vocacional en cada Diócesis, allí donde sea necesario, habría que procurar un Seminario capaz de acoger con competencia académica y espiritual, humana y pastoral el proceso formativo de un número más amplio de seminaristas.  

Una desapropiación como esta no tendría que presentar especiales dudas ni sembrar sospechas sobre el alejamiento de la propia diócesis o el desconocimiento pastoral de la misma, la pérdida de tutela sobre los seminaristas o la desconfianza sobre el juicio idóneo de los candidatos procedente de equipos más amplios. Más bien, es el momento de dejarse guiar por el Espíritu Santo que, en lugar de construir defensas, armoniza lo nuevo con lo viejo y unifica todo lo diverso.  

Una conveniente unificación 

La segunda intuición de Francisco entra en lo más operativo. Sin sus observaciones sobre el estado de nuestros Seminarios seguiríamos con nuestros silencios, lentitudes, ambigüedades, seguridades y costumbres adquiridas sin pensar en el vecino o más allá de nuestros problemas. Unir no significa perder y pasar de un Seminario sostenido precariamente a otro que sea punto de encuentro en comunión de vida y objetivos no implica dispersar. La unificación no pretende institucionalizar un fracaso vocacional sino simplemente no alargar una agonía de forma irresponsable.

"Tenemos por delante la gran oportunidad de reconocer la realidad tal cual es y, conforme a ella, desmantelar estructuras propias de otros tiempos"

Nadie propone abandonar las redes con las que atraer futuros pescadores de hombres y, mucho menos, resignarse y reducir la misión sacerdotal clericalizando a los laicos. Tenemos por delante la gran oportunidad de reconocer la realidad tal cual es y, conforme a ella, desmantelar estructuras propias de otros tiempos. Hay que adentrarse en una novedad en la que, nos guste o no, el sacerdocio ministerial de siempre ya no podrá hacer exactamente lo mismo que las generaciones precedentes ni del mismo modo. 

Pero una unificación tampoco puede ser un pacto de resentidos en el que todos han puesto algo de lo suyo y miden la satisfacción según reflejen sus postulados en el resultado final. Vino nuevo en odres nuevos (Mt 9,17). La historia de la propia Diócesis, la trayectoria de cada Seminario, la forja de un presbiterio unido y la viva conciencia de una Iglesia particular pueden subsistir a través de una formación hacia el sacerdocio que incluya varios presbiterios, es más, con una buena provisión se pueden conseguir metas más altas y ambiciosas.  

De la mano del Papa y con nuestros respectivos obispos hay que hacer un buen trabajo. Pensar en el futuro es pensar en nuevas vocaciones tal y como las quiere y concede el Corazón de Jesús. Pero unificar Seminarios será también un baño de realismo para no dejar que impere el espejismo de volver a disponer de cientos de candidatos por lo menos en nuestras latitudes. Lo que hace treinta años, en plena crisis vocacional, eran los ingresos para un solo Seminario, hoy, el mismo número de candidatos se reparte entre diez Diócesis. Por tanto, un futuro renacimiento vocacional no debería cegarnos y retardar sine die lo que ahora podría fortalecer una formación sacerdotal inicial y permanente, atractiva y sólida tanto en los formadores como en los formandos.

"Son jóvenes que desean asimilar la profundidad de la espiritualidad sacerdotal entrando en la escuela de la verdadera fraternidad cristiana y entender lo que espera la Iglesia de su futuro servicio pastoral como teólogos y buenos pastores"

En la dirección espiritual comprobamos cotidianamente la disposición generosa y hasta heroica de nuestros seminaristas para responder a Cristo sin condiciones. Todos están sedientos de un tiempo único de recogimiento y serenidad, rico de posibilidades y de acompañamiento. Son jóvenes que desean asimilar la profundidad de la espiritualidad sacerdotal entrando en la escuela de la verdadera fraternidad cristiana y entender lo que espera la Iglesia de su futuro servicio pastoral como teólogos y buenos pastores. 

Una mejor promoción  

El sacerdocio de Cristo perpetuado en la Iglesia brilla con la luz propia del Resucitado. Gracias al sacerdocio ministerial somos miembros vivos de su Cuerpo en la ofrenda permanente de un pueblo santo y sacerdotal. El Papa Francisco está convencido de que con unos Seminarios unificados se consigue una mejor promoción de las vocaciones sacerdotales. Es la providencia de disponer de capacidades y recursos como signo visible de que el Buen Pastor no abandona a su rebaño por pequeño que sea. Sería una lástima que a la falta de vocaciones añadiéramos resistencias o discordias en detrimento de una vocación tan singular y decisiva para la vida y existencia de la Iglesia.

Es hora de erigir Seminarios capaces de acoger realidades mucho más amplias. Formar nuevos presbíteros pasará por unos Seminarios que sean verdaderas familias que no conozcan otras fronteras ni otros límites que los de la Iglesia objeto amado del corazón de los que han dicho “sí” a ser enviados como pastores del pueblo santo y fiel de Dios.

 

Pere Montagut, director espiritual del Seminario Conciliar

AMOR PAN: “HA LLEGADO EL MOMENTO DEL DIACONADO, PERO NO PARA TAPAR AGUJEROS”


col martell

 

Fue su segundo 'sí, quiero', en 20 años, y en el mismo lugar -la iglesia de San Francisco, en Betanzos (A Coruña)- en el que dio el primero, y acompañado -y apoyado- por su esposa, María José. La decisión de ser ordenado diácono, como la de contraer matrimonio, fluyó también "con naturalidad", como reconoce en esta entrevista con Religión Digital José Ramón Amor Pan, director del Área Académica de la Fundación Pablo VI, aunque también reconoce que el arzobispo de Santiago, Francisco Prieto, quien le impuso las manos, "no solamente ha acogido mi vocación, sino que la ha estimulado y acompañado con mucha cercanía e ilusión".

Reconoce el nuevo diácono que muchas diócesis, ante la falta de sacerdotes, han apostado por esta fórmula "para tener más manos para sacar adelante la vida celebrativa de las parroquias", pero reivindica "el sentido genuino" del diaconado permanente, en línea con la apuesta que hizo el Concilio Vaticano II, que no lo hizo "por razones coyunturales, se recuperó por derecho propio, como algo bueno, no para tapar agujeros".

El pasado 10 de agosto, dio un segundo ‘sí, quiero’, tras el de su matrimonio con María José. ¿Qué decisión le costó más tomar?

Me casé hace casi 20 años con María José, en la misma iglesia en la que ahora me ordené diácono. Aunque ambas fueron decisiones que fluyeron con naturalidad, no cabe duda de que la sensación de vértigo hace 20 años fue mucho más acusada.

¿Por qué este paso ahora? ¿Faltaba maduración, tiempo, ganas, estímulos…

Ahora hay un arzobispo que no solamente ha acogido mi vocación, sino que la ha estimulado y acompañado con mucha cercanía e ilusión.

¿Cómo ha vivido este proceso su esposa?

Ambos lo hemos vivido con mucha naturalidad. Sin estridencias. Acompañando. Sólo me hizo una advertencia, un ruego, porque me conoce bien y me quiere: que mida mis fuerzas.

El arzobispo, en la ceremonia, le dijo que este era un proyecto de dos...

La verdad es que desde el minuto uno de la ceremonia don Francisco estuvo muy cercano a María José, no sólo a mí, insistiendo con cariño en que, aunque era yo quien recibía la ordenación, éste era un proyecto conyugal, un hito más en nuestra unión.

La ceremonia, como me destacaba después uno de los sacerdotes concelebrantes, fue muy fraterna, muy familiar, como creo que deberían ser siempre las cosas en la Iglesia.

Desde esta perspectiva, ¿se entiende que las mujeres no puedan ser ordenadas diaconisas?

Hacer bandera de algunos temas nunca fue saludable. No creo que el tema hoy sea éste, más bien el de la sinodalidad, el caminar juntos, el intentar conseguir en la Iglesia esa fraternidad que, por desgracia, hoy no abunda.

El número de sacerdotes mengua en España y las vocaciones no están en su mejor momento. ¿Ha llegado el tiempo del diaconado?

Cuando el Concilio Vaticano II recuperó el diaconado en la vida de la Iglesia no lo hizo por razones coyunturales, había sacerdotes de sobra en todas las partes (salvo en tierras de misión, claro), se recuperó por derecho propio, como algo bueno, no para tapar agujeros.

Es verdad que, tal y como se han desarrollado los acontecimientos, en muchas diócesis se ha hecho por necesidad, para tener más manos para sacar adelante la vida celebrativa de las parroquias. Pero este no es el sentido genuino, no es la motivación correcta. El diaconado tiene su propio papel en la vida de la Iglesia. Ha llegado el momento del diaconado, pero por las razones correctas, no para tapar agujeros. Así lo entiende mi obispo, y así lo entendemos mi mujer y yo.

¿Cómo está la situación en España? ¿Se promueve lo suficiente en las diócesis este servicio?

Pues como todo en la Iglesia… En Galicia tenemos una expresión muy significativa: “imos indo”, "vamos yendo"… Ahora que necesitamos laicos bien preparados y diáconos, no los tenemos, porque no hemos cultivado bien el terreno. Hay que abrir procesos, se están abriendo en la mayoría de las diócesis. Claro que todavía quedan algunos obispos que consideran que el diaconado permanente abre las puertas a una protestantización de la Iglesia católica, pero es algo muy minoritario. Poco a poco, las prisas siempre fueron malas.

¿Cómo recuerda su primer acto tras su ordenación?

Me sorprendió lo nervioso que estaba… Fue una celebración en ausencia de presbítero porque el cura estaba enfermo, el 15 de agosto. Me sorprendió también mucho el cariño de la gente, que se acercó a la sacristía a felicitarme por la ordenación y a decirme que no me preocupara, que lo había hecho todo muy bien, la gente es muy buena.

Lo mismo me pasó en mi primera Exposición del Santísimo, el lunes 9 de septiembre, con los opositores que viven en la Fundación Pablo VI, en Madrid. Pero en ambos casos, lo disfruté a tope y en mi interior noté una fuerza que nunca había experimentado. No puedo más que dar gracias a Dios.

¿Se entiende lo suficiente en España, entre los fieles, la figura del diácono? ¿Se le ve como algo más que como un mero ‘suplente’ del cura?

La gente no es tonta y cuando se les explican bien las cosas, lo entienden perfectamente. Lo que tienen que ver, además, en los diáconos es que vivimos nuestro ministerio con alegría.

 

José Lorenzo

Religión Digital

LAS COFRADÍAS QUEREMOS SER CONSIDERADAS 'CIUDADANOS DE PRIMERA' EN LA IGLESIA


col koldo

 

Ser "ciudadanos de primera" en la Iglesia, tomar conciencia de la potencia que tienen las hermandades y cofradías, estar abiertos al cambio, dar a conocer la identidad a un mundo cada vez menos creyente pero con más necesidad de buscar.... El XXXV Encuentro de Cofradías y Hermandades de Medina del Campo cierra sus puertas con más de 600 participantes, que han llenado la villa vallisoletana de cultura, tradición, fe y ganas de seguir trabajando.

Con una organización volcada, y una ciudad que llegó a emitir un bando pidiendo a los vecinos ser "amables" con los participantes (y a fe que se ha cumplido, con una sonrisa en la cara, la 'orden' del Consistorio), y con el broche de una eucaristía en la Colegiata presidida por el presidente de la CEE, Luis Argüello, cofrades de toda España han vivido un momento de hermandad difícilmente igualable en los tiempos que corren. La próxima etapa, ya está marcada. El año que viene, Gandía toma el testigo de Medina del Campo.

Antes de concluir, los participantes del encuentro quisieron hacer públicas las conclusiones de las cinco meses de trabajo del encuentro: que tocan algunos de los aspectos fundamentales del presente, y del futuro de las cofradías y hermandades en España: Necesidad del cambio cofrade en la situación actual de crisis;  Diálogo intergeneracional entre jóvenes y mayores; Contenido de los Encuentros; Comunicación y difusión; y El papel de las Cofradías como comunidad y en la Iglesia.

Por su interés, ofrecemos, íntegras, las conclusiones de los mismos:

MESA 1.- Necesidad del cambio cofrade en la situación actual de crisis

1.- Vivimos una crisis, ¿o transformación?, en las cofradías, la Iglesia y la sociedad: de valores, cultural, de participación, pero también contamos con un buen punto de partida como nos han recordado algunos participantes que vienen del extranjero. Vivir esta crisis con fe, esperanza, alegría y con creatividad, porque hay posibilidades para el cambio. Somos un valor activo para la Iglesia. Seguimos siendo fuertes.

2.- Debemos tener cuidado con los enfrentamientos internos en las cofradías. No somos políticos, tenemos que dar ejemplo. Asumir la responsabilidad de lo que está pasando y no echar la culpa al empedrado, a los de fuera.

3.- Riesgo de crear cofradías vacías, que hacen bien la ‘puesta en escena’ pero que se quedan ahí, sin conexión con el Misterio ni con el mundo. Debemos aprender a dar respuestas nuevas a lo que nos piden la Iglesia y el mundo de hoy. Dejar de hacer las cosas por inercia. Ser ‘cofrades’, no sólo ‘procesionistas’.

4.- Cuidar la formación. Necesitamos cofrades, pero cofrades formados. No dejar de lado la importancia del culto, de la formación teológica y religiosa, de dar razón de a lo que pertenecemos. Planes de acogida a los nuevos hermanos y seguimiento, para que no ‘abandonen’. Las cofradías tienen una relevancia fundamental como ‘primer anuncio’.

5.- Dar paso a la juventud, y dejar que hablen, y que nos transformen. A la vez, cuidar a nuestros mayores, su experiencia. No cometamos el error de menospreciar el papel de jóvenes y mayores en el presente y el futuro. Participación en los encuentros de jóvenes, y que los jóvenes participen en los encuentros de ‘mayores’.

6.- . Potenciar la comunicación: lo que no se dice, no se sabe. Oportunidad del Año Jubilar en la Iglesia católica, con un lugar destacado para las hermandades y cofradías, para poner en valor nuestra importancia en el caminar de la Iglesia católica. Buscar modos de ‘atraer’ hacia el mundo cofrade.

 7.- Mayor implicación del laicado. ¿Consiliarios laicos para el futuro? Aprovechar el ‘potencial’ y los ‘talentos’ de cada uno de sus miembros.

 8.- Queremos ser considerados ‘ciudadanos de primera’ en la Iglesia institución. Caminar junto a la Iglesia en salida, sinodalidad... Nueva relación con la propia Iglesia, desde dentro. Un reto de futuro: ¿por qué la CEE no tiene un obispo específico para las hermandades y cofradías, que somos el mayor movimiento de la Iglesia?

 9.- Ejercer la caridad, y concienciar del trabajo que se hace, porque a través de las acciones sociales, y de los fenómenos culturales podemos ‘enganchar’ a gente para participar, conocer y también enamorarse del culto. Atender a las nuevas pobrezas, fundamentalmente a la soledad. Reivindicar el trabajo que se hace, que también supone una puerta de entrada para que conozcan lo que se hace, desde la fe. No se trata tanto de que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda, sino que seamos conscientes de la obligación de sacar a la luz nuestros talentos.

10.- Hacia el futuro: tenemos presente, y tenemos futuro, pese a las crisis. Tenemos mucho que aportar, desde nuestra fe, desde nuestra devoción. Plantear acciones conjuntas a nivel nacional, levantar proyectos en común. Que en próximos encuentros sigamos reflexionando, y haciendo propuestas, en permanente cambio.

MESA 2.- Diálogo intergeneracional entre jóvenes y mayores

Reconocer que la sociedad actual no es la sociedad eminentemente católica de hace unos años. Buscar a la juventud con especial énfasis en las redes sociales. Aprovechar la celebración de los Encuentros Nacionales de Jóvenes de Hermandades y Cofradías. Organizar actividades, no solo estrictamente cofrades, que atraigan a los jóvenes y que sean ellos quienes las organicen. Ofrecer a la juventud espacios para que desarrollen su vida cristiana. Los cofrades deben ser el espejo ejemplar en el que se reflejen los jóvenes recién llegados a la hermandad. Implicación de la cofradía en la vida parroquial, en especial en la catequesis de juventud. Párrocos y consiliarios deben apoyar las actividades de Semana Santa y facilitar la acogida de jóvenes. Integración de los jóvenes en todas las actividades de la vida cofrade, incluidos los órganos de gobierno. No tener miedo a la evolución.

MESA 3.- Contenido de los Encuentros

1. Los Encuentros son un lugar de formación por las experiencias de los participantes

2. Es necesario trabajar las redes sociales

3. En cuanto al formato de los Encuentros se considera oportuno realizar comunicaciones, mesas de debate, mesas redondas dinámicas y participativas

4. La parte oficial sería de viernes a domingo, sin perjuicio de actividades culturales previas

5. No debe haber un programa específico para acompañantes dando facilidades para visitas culturales

6. Oficializar la gratuidad de la inscripción de menores de 16 años y, en su caso, para los desempleados o en riesgo de exclusión

7. La organización debe facilitar, a través del voluntariado, las medidas de apoyo a los posibles participantes (inscripciones on line, movilidad reducida, etc)

8. Es necesario que la organización vaya informando de los avances del programa

9. Necesidad de crear una bolsa de caridad por medio de las cuotas de inscripción indicando el destino a los participantes

10. Es necesaria una mayor información de los Encuentros, incluir temas actuales de la Iglesia y una mayor participación en las jornadas

MESA 4.- Comunicación y difusión

La comunicación es esencial para difundir la labor de lo que hacen cofradías y juntas de Semana Santa a lo largo del año. Comunicación engloba información y difusión, además del diálogo interno de cada hermandad entre sus cofrades y sus órganos directivos, desde todos los puntos de vista que engloba el término Comunicación: verbal, escrita, auditiva, visual y sensorial.

En la mesa ‘Comunicación y difusión’ consideramos que para una adecuada y más efectiva labor comunicadora de cara al futuro es necesario tener en cuenta las siguientes conclusiones:

1. Medios materiales: Impulsar las redes y los medios modernos de digitalización para el contacto interno permanente, pero sin desdeñar los medios impresos (boletines, etc.) puesto que los estratos de más edad los necesitan.

2. Es fundamental la transparencia en la comunicación interna, que haya una comunicación bidireccional entre cofradías y juntas de cofradías. Mal van a comunicar estas lo que se hace si antes no les llega eso.

3. Es necesario dar un mayor peso a la palabra como elemento esencial de la comunicación: la claridad en el lenguaje y el uso apropiado del mismo son fundamentales.

4. La comunicación de las hermandades y juntas de cofradías hacia el exterior, hacia la sociedad en la que están incardinadas, precisa de mayor profesionalización, lo que no implica la contratación de personal sino la formación y preparación de aquellas personas a las que se les encomienda esa tarea. Más aún cuando estamos en la época en la que desde el punto de vista técnico es más fácil comunicar.

5. Es necesario potenciar la creatividad y la imaginación para comunicar más y mejor, impulsando acciones que van más allá de la información tradicional. Ahí están los documentales, visitas guiadas, recorridos virtuales,  para ofrecer al público otras iniciativas que durante el año remitan conocer la Semana Santa del lugar, aprovechando los medios tecnológicos al alcance de todos. Es necesario innovar desde el respeto y para ello es fundamental que cofradías y juntas locales de Semana Santa faciliten la opción de promover esa creatividad para la difusión, siempre desde la óptica de ese respeto tanto a la acción religiosa como a la tradición.

6. La financiación de la comunicación necesita de una mayor colaboración público-privada. En ese sentido, se consideran necesarios estudios para conocer el peso que la Semana Santa tiene en la villa o ciudad para verdaderamente hacer valer ante instituciones y empresas el retorno que para ellas tienen.

7. En la relación con los medios de comunicación social es necesaria la insistencia ante las redacciones de periódicos, televisión, radio y digitales tanto para concienciar al medio de la trascendencia social como de los contenidos que, no se olvide, tienen base y desarrollo religioso. A fin de cuentas, no hay que olvidar que se conmemora la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo.

8. Es mejor asesorarse (si no es posible la contratación) de profesionales entendidos en redes sociales, digitalización, etc., para no sólo difundir, sino acercarse a los jóvenes que hoy, en 2024, se mueven como pez en el agua en el espacio digital.

9. En esta línea, y dado que las redes sociales llegaron para quedarse, puesto que están estratificadas por tramos de edad se necesita un claro conocimiento de lo que se hace y dónde se hace para que llegar al máximo número de personas no se efectúa a costa de menoscabar la esencia religiosa de la Semana Santa. Acercarse a los jóvenes es muy necesario, dándoles espacio y protagonismo; son el futuro y úsenles mejor se mueven en el espacio digital.

10. La inteligencia artificial, que tanto se está desarrollando, llegará también a la Semana Santa, pero en este momento es casi imposible atisbar cómo acabará influyendo. Es de imaginar que como en todos los ámbitos sociales. Pero solo si estamos atentos a ese desarrollo se podrá conseguir que se apliquen las múltiples ventajas que ofrecerá.

MESA 5.- El papel de las Cofradías como comunidad y en la Iglesia

1. Profundizar en el diálogo y entendimiento en el seno de la Cofradía y entre la misma y la Iglesia como institución.

2. La Cofradía es Fraternidad, Hermandad... y lo es dentro de la Iglesia. Hay que profundizar en la tarea de acompañamiento del cofrade en las necesidades y ello se traduce en corresponsabilidad y en estar atentos a las situaciones que nos rodean.

3. El compromiso del cofrade y su Cofradía es dar testimonio público de Fe y no dejarse llevar por el modelo imperante de dejar la Fe en el ámbito privado. Y ese compromiso se expresa también en el campo del arte y la cultura como guardianes de obras históricas y actuales que son para los creyentes un vínculo para llegar a Dios.

4. Tenemos que caminar juntos cofrades y parroquias. Sin unidad y trabajo en común no hay futuro. Eso supone trabajar y vivir más en la vida de las parroquias y en la comprensión mutua.

5. Somos un instrumento de evangelización que da testimonio en la calle. Somos una llamada a la conversión y testimonio de esperanza.

6. Tenemos que ser beligerantes en no caer solo en el testimonio en la calle. No puede ser la cofradía solo una procesión. Si se pierde la esencia y la raíz indefectiblemente moriremos.

7. La cofradía y sentirla todo el año. Hay que saber combinar los elementos sociales y religiosos en un equilibrio de provecho.

8. Las cofradías son comunidades de vida con principios católicos y tenemos que esforzarnos en cultivar el sentido de pertenencia, tanto a los niños como a los adultos.

9. Ser cofrade es una forma de vida. Somos comunidades de Fe y comunidades de vida. Hemos de cuidar la figura del cofrade con el diálogo, la comprensión y la práctica de la ayuda al hermano.

10. Debemos pedir a nuestros rectores espirituales que sean conscientes de la importancia que hoy tienen las cofradías.

11. De acuerdo con las necesidades actuales, la cofradía debe ejercer la caridad en el más amplio sentido de la palabra. Y hacerlo en las formas actuales de las diferentes necesidades de las personas.

 

Jesús Bastante, enviado especial a Medina del Campo

Religión Digital

NECESITAMOS UN AÑO JUBILAR


col kowalski

 

Estoy viviendo una serie de realidades difíciles. Personas que están sufriendo pérdidas muy fuertes:

- Una familia deja al hijo en el Proyecto Hombre, para que se recupere y le esperan en casa mujer y tres hijos.

- Un matrimonio había comprado un piso al Irvi. Como no lo pueden pagar, lo devuelven y pierden 2500 euros. Se van a vivir con otra familia.

- Dejan a dos hijos en Guatemala, esperando poder recuperarlos y traerlos, pero la cosa no está nada fácil.

- Una persona enferma en la clínica, lleva cinco meses y parece que no se arregla.

- Miles de parados perdieron su trabajo y esperan poder recuperarlo.

- Un señor con fuertes molestias en la columna sueña con la jubilación, pero no se la conceden. Le faltan tres años para poder cobrarla.

- Un hombre en la prisión espera que le concedan el tercer grado.

- Un matrimonio necesita con urgencia una residencia. No hay plazas de momento.

Y podíamos seguir. Tenemos la terrible realidad de miles de personas sufriendo la guerra, el hambre, la muerte, el refugio, las carencias de todo tipo.

Yo siento que estas personas están como los pobres de Israel en tiempo de Moisés, según nos narra la Biblia.

Moisés y los legisladores crearon el año jubilar. La ley de Moisés, estableció que, después de 49 años en que se podían perder las tierras, la casa, la mujer, los hijos y hasta la propia libertad, después de esos 49 años de servidumbre y de abandono en manos de la voracidad de explotadores y acreedores, tenía que venir un año jubilar (de alegría). El quincuagésimo en este año tenían que reintegrarse al propietario o si éste no estaba, a su familia, las propiedades inmuebles que hubiesen sido enajenadas. De este modo ni la más extrema pobreza podía alterar definitivamente la equitativa distribución inicial de la tierra entre todas las familias. Así mismo recobraban la libertad.

Y esto les produjo una enorme alegría: un júbilo, jubileo.

Sueño que ahora creemos un año jubilar: que trabajemos todos para que esas personas recuperen la alegría, puedan solucionar su realidad. Y eso sí, sin esperar 49 años. ¿Lo podríamos intentar entre todos lo antes posible? Cómo cada uno sufre o conoce algún caso… ¿Nos animamos a que todas las personas trabajemos para resolver esas realidades y poder así celebrar un año jubilar?

En la Iglesia vamos a comenzar un año jubilar. Por supuesto que este jubileo papal tiene aspecto de perdón de Dios, de reconciliación. Pero no nos olvidemos del aspecto social. Para hacer un mundo en júbilo.

OBITUARIO: JOSÉ MARÍA GARCÍA MAURIÑO, ACTIVISTA SOCIAL COHERENTE

ATRIO

col kowalski

 

José Mª García Mauriño (nacido en Granada en 1929; fallecido en Horcajo de Santiago, en Cuenca, 17 de septiembre de 2024), falleció ayer a la edad de noventa y cinco años, en el centro de mayores CONVIVIR.

A lo largo de estos años publicó 13 artículos en ATRIO, el último en 2019 al cumplir los 90 años de edad.

Destacamos tres rasgos del amigo que se fue y nos lega el testimonio de su actividad social coherente:

1) Era un hombre creyente cristiano con una fe profunda y una confianza plena en la persona y el mensaje de Jesús de Nazaret, aprendida de sus padres y de la Compañía de Jesús (a la que perteneció durante 30 años).

2) Tenía una fina sensibilidad y una cercanía humana para con todos sus amigos, y especialmente empatía para los que sufren, para los pobres, para los vulnerables a cuyo favor trabajó coherentemente.

3) Era un intelectual, que estaba comprometido con la causa de la justicia y de los derechos humanos, que desarrollaba una intensa actividad, manifestada en sus múltiples publicaciones de libros, artículos, charlas, conferencias, etc.

Fue un Profesor de filosofía y ética en centros de Bachillerato y durante ese tiempo escribió innumerables fascículos de Historia de la Filosofía y comentarios de textos para sus alumnos de COU y otros de Ética para los alumnos de la Facultad de Derecho, Económicas y Empresariales de la Universidad de San Pablo CEU. La opción por los empobrecidos, por las víctimas de la desigualdad, por los pobres, ha sido el eje de su vida. 

Pequeña Biografía. Tomada de la publicada por Luis Ángel Aguilar en su blog: https://latercautopia.com/murio-garcia-maurino-uno-de-los-pilares-principales-de-cps/

“Mauriño”, como era conocido, ingresó en el noviciado de los jesuitas en El Puerto de Santa María en noviembre de 1948, con 19 años. Formado en Andalucía, es destinado por sus superiores a las distintas Escuelas Profesionales de la SAFA llegando finalmente a Huelva en el año 1965. Desde entonces y hasta 1971 impulsará -como consiliario de la Vanguardia Obrera– su compromiso sindical y político.

Como consecuencia de sus actividades en la V.O. y como cura obrero (será peón de una fábrica de Abengoa durante tres años) tendrá roces con las autoridades eclesiásticas y será también perseguido por la policía. En 1971 abandona Huelva y la Vanguardia.

En 1973 contribuirá a la fundación de Cristianos por el Socialismo, movimiento del que sigue siendo secretario general, aunque abandona la Compañía en 1980». Su salida de los Jesuitas le supuso también padecer la lacra del desempleo de aquellos años. Ello le obliga a trasladarse a Madrid, donde encuentra un puesto de trabajo como Profesor de filosofía y ética.

La Opción de Mauriño por los empobrecidos

“En los años 53-54, en plena formación jesuítica –decía el mismo en la breve biografía que le pidieron a sus 50 años-, me planteé qué es lo que quería hacer con mi vida. Y poco a poco fui perfilando lo que yo llamo mi “proyecto de vida”. Y lo empecé a diseñar a partir de lo que yo entiendo qué es la opción por los pobres» que la explico así:

1º) La Opción por los pobres (OP) es una opción ética, que busca ante todo la justicia. El mundo actual es un mundo injusto. Es una opción basada en el amor a los oprimidos que están injustamente oprimidos. Es una opción de clase. No se trata de un amor asistencial, proteccionista y paternalista, sino de un amor liberador, que es al mismo tiempo participativo, es decir, que reconoce a los pobres como sujetos capaces de decidir por sí mismos su propio destino. Participan en la vida como sujetos libres, no como dependientes. Se trata de la promoción de las personas y pueblos oprimidos como sujetos, no como objetos de compasión y de asistencia por parte de los poderosos.

2º) La OP es una opción crítica, no acepta este sistema capitalista que produce pobres y pobreza y miseria en la inmensa mayoría de la humanidad. Un sistema que constantemente genera sumisión, dependencia y esclavitud, a personas y pueblos enteros. Es, por tanto, una opción política anticapitalista y antiimperialista que se compromete a su liberación en el contexto histórico concreto del mundo y de España, en este siglo XXI.

3º) La OP hace una interpretación de la historia, de la realidad. Una interpretación que es subversiva. Es decir, hace una lectura de la historia, no a partir de la escala de valores tradicionales y vigente en la sociedad, como son los valores del dinero, del poder o del prestigio, sino desde abajo, desde los pobres y oprimidos, desde los valores de la libertad, la vida, la dignidad de todos los seres humanos. Significa un proceso de maduración personal y rebeldía contra la cultura dominante del sometimiento.

4º) Es una opción cristiana. ¿Qué añade lo cristiano a esta OP de tipo ético? Pues sencillamente que el fundamento de esta opción, además de la justicia, es la fe, es decir, la adhesión libre a la persona y al mensaje de Jesús de Nazaret. Y el mensaje de Jesús es subversivo, «Amaos… como yo os he amado». La nueva cultura no tiene como quicio sólo un mandamiento, una invitación, sino una persona. La opción definitiva de Jesús por los marginados y su compromiso por ellos como sujetos, supone un amor universal, y para ser verdaderamente universal no puede ser neutral. O es preferencial y discriminatorio o es ilusorio. Son los económicamente pobres, los samaritanos, leprosos, ciegos, los paralíticos, adúlteras, prostitutas, niños y niñas, etc. Son la mayoría de la humanidad. Jesús invierte la escala de valores. Su preferencia son los perdidos, los últimos, los que nadie quiere, los «don nadie». Se sitúa en una interpretación de la historia subversiva, no integradora en el sistema. Se puede decir que es un rebelde, un disidente. Es rebelarse contra una sumisión impuesta por el sistema político y religioso. Jesús es un educador popular, empeñado en concienciar a su pueblo y liberarlo de la servidumbre impuesta por la religión de los poderosos. Subvierte al pueblo, enseñando desde Galilea. Jesús es un inconformista y critica las culturas fundadas en el dominio del hombre por el hombre, no podía ser fiel al amor sin cuestionar la ideología y el sistema socio-religioso que justificaban la segregación. Conclusión: la OP cristiana es la opción por la inmensa mayoría de la humanidad sufriente. Es fundamentalmente una opción profana, laica, no religiosa. Siguiendo a Jesús tengo la convicción de que vale la pena jugarse la vida por esta causa. Hago mía esta sentencia de Jon Sobrino: «No hay opción por los pobres sin decisión a defenderlos. Y por lo tanto, sin una decisión a introducirse en el conflicto histórico. Esto no suele ser muy tenido en cuenta. Ni siquiera teóricamente. Pero, digámoslo una vez más: no hay opción por los pobres sin arriesgar».

Su bibliografía.

De sus más de 35 libros (que yo le conozca), y sin contar los innumerables artículos, de cuyo resumen se pueden ver algunos al final, destacaría tres momentos:

+ Uno, sus libros como profesor (“Historia de la Filosofía”, en 18 tomos, Comentarios a textos de filósofos como Sartre, Ortega y Gasset, Tomas de Aquino o Aristóteles, en 10 tomos, cuatro libros sobre Ética y Bioética, o su Pequeño diccionario de Filosofía)

+ Dos, sus libros más ideológicos, como “La Pobreza en España y sus causas”, el de “Educación para la ciudadanía”, “Otra Sociedad es posible” o el de “Estado laico, Iglesia Laica”, y

+Tres, sus más íntimos y autobiográficos en el además de las entrevistas que se mencionan al final, destacan “Una Fe subversiva: memorias de un creyente crítico” (En Nueva Utopía) y Mi testamento espiritual” (Ediciones Fe Adulta) porque como él mismo decía: “Me considero un creyente crítico, y se puede decir que soy un heterodoxo, que vivo de mi pensión y no tengo ninguna propiedad. Hice una opción por los pobres y la llevo a cabo, como puedo».

Ya en 2019, a sus noventa años, publica lo que él llamó su “Testamento espiritual”, ya comentado. Un librito de 34 páginas cuyas primeras páginas, así como el de alguno de sus últimos escritos, reproducimos al final. Edad, bondad y rebeldía, son esas tres palabras con las que resumía José María dicho “Testamento espiritual”

Descanse en Paz, por fin.

 

Leandro Sequeiros

Atrio