FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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jueves, 12 de marzo de 2020

Ángel Fernández Artime, reelegido Rector Mayor de los Salesianos

Ángel Fernández Artime ha sido reelegido hoy, por el Capítulo General 28 (CG28), como Rector Mayor de los Salesianos para el sexenio 2020-2026. El salesiano español asume, pues, su segundo mandato como X Sucesor de Don Bosco. SEGUIR LEYENDO

MISA CON NIÑOS DOMINGO III de CUARESMA (A) “Agua de Vida” 15 de marzo de 2020



(El evangelio de hoy y los de los dos próximos domingos eran una preparación inmediata para quienes iban a recibir el bautismo en la Vigilia Pascual: el agua (la samaritana); la luz (el ciego de nacimiento); la vida resucitada (Lázaro). Por lo tanto, se puede dar una cierta unidad a las celebraciones de los tres últimos domingos de Cuaresma. IR A LA PÁGINA

El CG28 elige al salesiano español Miguel Ángel García Morcuende como nuevo Consejero mundial para la Pastoral Juvenil

El salesiano español Miguel Ángel García Morcuende ha sido elegido hoy, en el Capítulo General 28 de los Salesianos, como nuevo Consejero mundial para la Pastoral Juvenil. García Morcuende, salesiano madrileño de 52 años, era hasta ahora director de Salesianos Santander. IR A LA PÁGINA

Ha fallecido D. Avelino Uña Gutiérrez


12/03/2020 - 502 Visitas

Fallecía el miércoles 11 de marzo. El entierro tendrá lugar en viernes 13 de marzo a las 9:15 h. en el panteón salesiano del cementerio de El Salvador de Oviedo.
 
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Con dolor y esperanza cristiana os comunicamos que ayer falleció nuestro hermano coadjutor D. Avelino Uña Gutiérrez, a los 68 años, de la comunidad de Salesianos Oviedo-Masaveu. Contrajo estos días pasados el Coronavirus y su evolución se complicó por una doble neumonía y su diabetes crónica. 

Le encomendamos al Señor por intercesión de nuestra madre Auxiliadora, y seguimos orando por la curación de todos los afectados por esta enfermedad.

Europa: de la indiferencia a la normalización del mal


Juan Teixeira

La crisis humanitaria iniciada en 2015 originó en la Unión Europea una cadena de tensiones geopolíticas y el auge de gobiernos populistas, ante la indiferencia de unos ciudadanos absortos ante tantos sucesos a su alrededor. 5 años después, ese mismo drama está siendo utilizado por Turquía como chantaje ante una Unión Europea petrificada y una ciudadanía que ha cambiado la indiferencia por la normalización del mal en su territorio, como hemos podido observar este trágico fin de semana en Grecia. ··· Ver noticia ··

Jesús y las mujeres


P. Marcos Buvinic

Al conmemorarse el Día de la Mujer abundan muchos -y algunos muy buenos- comentarios y reflexiones sobre la situación de la mujer y su proceso de liberación en una sociedad machista, que también está cambiando. Por mi parte, quiero detenerme a mirar la actitud del Señor Jesús con las mujeres, en la sociedad que le tocó vivir en Palestina hace veinte siglos, una sociedad aún más patriarcal y machista que la nuestra. ··· Ver noticia ···

Improvisada anatomía del poder

Jaime Richart, Antropólogo y jurista
Redes Cristianas
En unos países más y en otros menos pero en todo caso en España, el poder, los poderes, sea el político, el económico, el policial, el religioso, el judicial o el militar, como potencia social permanente organizadora de la sociedad pero también vigilante y opresora, ni habla con la ciudadanía, ni discute, ni siquiera la escucha? El poder, la potencia en acción, observa y actúa. Y actúa en silencio, imponiendo su fuerza constrictora unas veces material y otras moral, porque sabe que la ciudadanía no va a llevar la sangre al río, como vulgarmente se dice. El pueblo, no pasa de reproches y de quejas, ni del ruido, ni de la pancarta, ni de las demandas; en definitiva, de la palabra.
A lo sumo aúlla como una manada de perros en el desierto. El poder sabe que si la
muchedumbre pasa a mayores sus pretensiones, tiene en su mano el remedio fácil de sus policías y de su ejército si se ve muy apurado. La ciudadanía podrá encararse con el poder político, tanto por lo que hace como por lo que no hace, y también por lo que hacen o no hacen los demás poderes, pero el poder nunca responde, ni jamás toma en consideración las condiciones de vida en semiservidumbre o semiesclavitud en que vive una gran parte de la población que deciden los mercados. Pero tampoco el gobernante puede pasarse nunca de la raya. Por eso calla frente a la indignación, a la frustración y al desengaño de ciudadanos de una república inexistente.

Siendo así que una sociedad es tanto más feliz cuanto menos siente sobre sí el peso coercitivo del poder y que el poder no habla, se ríe de nosotros. Si no fuese así, hace mucho tiempo que hubiese adoptado tomado drásticas medidas fiscales contra la desigualdad que, lejos de disminuir, se acrecienta cada día más…
En otros países aún con cuentagotas el poder suele responder. Pero la incomunicación del poder español con la ciudadanía es absoluta… Si no estás conforme con lo que digo, tú, lector, dime qué dice la Banca, qué dicen los de las puertas giratorias, qué dicen los del Ibex35, qué dicen los magistrados, qué dicen los obispos y arzobispos, qué dicen los mandos del ejército salvo amenazarnos con llevar la fuerza a donde conviene a todos los anteriores: nada. Y si dicen algo es para provocar, para agravar las cosas, para recordarnos sus ultrajantes prebendas a nuestra costa, para exhortar a los viejos a que nos muramos, para hablar de sus leyes enrevesadas para mejor esconder tanta y tan ominosa desigualdad, para echarnos en cara sus méritos irrisorios con los que pretenden justificar sus privilegios; para amenazarnos, para amedrentarnos, para expulsarnos de nuestra vivienda por leyes injustas o encarcelarnos por leyes arbitrarias o interpretadas mediando prevaricación…
El poder lo protagonizan todos los que forman parte de él y al mismo tiempo ninguno. Para ejercer su dominio apabullante, aparte de esa estrategia del silencio, el poder se vale de otros tres recursos que en esa medida nadie posee: simulación, mimetismo y metamorfosis. Finge que nos tutela, a todos y no sólo a una parte de la sociedad que es lo que hace; se vale de la mímesis en lo que puede, para no mostrarse tal como es y como actúa o se “olvida” de sus compromisos; y recurre l la metamorfosis de drásticas que figuran como responsables que no son, para encubrir a los verdaderos artífices del estado general de cosas de la economía, la piedra angular de la desigualdad.

Gracias a esas tres cualidades el poder se reproduce indefinidamente desde la noche de los tiempos, sin que la reproducción se haga visible para el mundo. De ahí las inútiles intentonas de quienes intenten reformarlo a fondo y la imposibilidad metafísica de destruirlo, pues es indestructible. Todo intento de acabar con él y por cambiar el mundo sin esperar el paso del tiempo y el momento oportuno acaba empeorando al mundo… Sólo el paso del tiempo erosiona la cáscara y las formas proteicas que adopta. Podrá ser abatido, pero nunca deja un vacío. Siempre dará paso a otro poder.
Pero en esencia siempre es el mismo.

Aprender de la esperanza cristiana


Gabriel Mª Otalora

Jesús de Nazaret, en cuanto que fue hombre en todo menos en el pecado, tuvo que pasar una dura experiencia que no sé yo si somos capaces de percibirla con la radicalidad que tiene la esperanza que lleva consigo. Como si de tanto escuchar y leer los evangelios, una parte esencial la hubiésemos perdido. Si fuera así, el tiempo fuerte de Cuaresma es ideal para recuperarla. ··· Ver noticia ··

Domingo 15 de marzo, 3º Cuaresma – A (Juan 4,5-42)

José A. Pagola

ALGO NO VA BIEN
EN LA IGLESIA

La escena ha sido recreada por el evangelista Juan, pero nos permite conocer cómo era Jesús. Un profeta que sabe dialogar a solas y amistosamente con una mujer samaritana, perteneciente a un pueblo impuro, odiado por los judíos. Un hombre que sabe escuchar la sed del corazón humano y restaurar la vida de las personas.
Junto al pozo de Sicar, ambos hablan de la vida. La mujer convive con un hombre que no es su marido. Jesús lo sabe, pero no se indigna ni le recrimina. Le habla de Dios y le explica que es un «regalo»: «Si conocieras el don de Dios, todo cambiaría, incluso tu sed insaciable de vida». En el corazón de la mujer se despierta una pregunta: «¿Será este el Mesías?».
Algo no va bien en nuestra Iglesia si las personas más solas y maltratadas no se sienten escuchadas y acogidas por los que decimos seguir a Jesús. ¿Cómo vamos a introducir en el mundo su evangelio sin «sentarnos» a escuchar el sufrimiento, la desesperanza o la soledad de las personas?
Algo no va bien en nuestra Iglesia si la gente nos ve casi siempre como representantes de la ley y la moral, y no como profetas de la misericordia de Dios. ¿Cómo van a «adivinar» en nosotros a aquel Jesús que atraía a las personas hacia la voluntad del Padre revelándoles su amor compasivo?
Algo no va bien en nuestra Iglesia cuando la gente, perdida en una oscura crisis de fe, pregunta por Dios y nosotros le hablamos del control de natalidad, el divorcio o los preservativos. ¿De qué hablaría hoy con la gente aquel que dialogaba con la samaritana tratando de mostrarle el mejor camino para saciar su sed de felicidad?

Algo va mal en nuestra Iglesia si la gente no se siente querida por quienes somos sus miembros. Lo decía san Agustín: «Si quieres conocer a una persona, no preguntes por lo que piensa, pregunta por lo que ama». Oímos hablar mucho de lo que piensa la Iglesia, pero los que sufren se preguntan qué ama la Iglesia, a quiénes ama y cómo los ama. ¿Qué les podemos responder desde nuestras comunidades cristianas?

Coronavirus: una oportunidad para secularizar la Cuaresma


Xavier Casanovas

Hace tiempo que trato de hacer apología de la necesidad de secularizar la Cuaresma. Por razones evidentes, nuestras sociedades occidentales han ido tomando cada una de las celebraciones religiosas y adaptándolas al calendario secular: la Navidad se ha convertido en la adoración al dios del consumo; la Pascua en una rendición al pecado de la gula; las Fiestas Mayores, consagradas históricamente a la devoción piadosa de los patrones de los pueblos, en la entrega a una fiesta sin fin. Y en algunos casos, podemos llegar a afirmar que no se ha perdido el sentido del todo ··· Ver noticia ··

SE NECESITA UN NUEVO PARADIGMA DE PRODUCIR, DISTRIBUIR, CONSUMIR Y VIVIR


col boff
Varias amenazas se ciernen sobre el sistema-vida y el sistema-Tierra: el holocausto nuclear; la catástrofe ecológica del calentamiento global y de la escasez de agua potable; la catástrofe económica/social sistémica con la radicalización del neoliberalismo que produce una acumulación extrema a expensas de una pobreza asombrosa; la catástrofe moral con la falta general de sensibilidad hacia las grandes mayorías sufrientes; la catástrofe política con el resurgimiento mundial de la derecha y la corrosión de las democracias. Tal como están, la Tierra y la humanidad no pueden continuar así, a riesgo de sufrir un armagedón ecológico-social.
Centrándonos en el escenario reciente de Brasil: las fuertes lluvias de febrero de 2020 con inundaciones desastrosas que afectaron a varias ciudades del país y paralelamente incendios terribles en Australia, seguidos inmediatamente por inundaciones inesperadas. Tales eventos extremos son signos inequívocos de que la Tierra ha perdido ya su equilibrio y está buscando uno nuevo. Y este nuevo podría significar la devastación de porciones importantes de la biosfera y de una parte significativa de la especie humana. Esto va a suceder, simplemente no sabemos cuándo y cómo. El hecho es que ya estamos en la sexta extinción masiva. Hemos inaugurado, según algunos científicos, una nueva era geológica, la del antropoceno, en la cual la actividad humana es responsable de la destrucción de las bases que sostienen la vida.
Los diferentes centros científicos que monitorean sistemáticamente el estado de la Tierra atestiguan que, de año en año, los elementos principales que perpetúan la vida (agua, suelos, aire puro, fertilidad, climas y otros) se deterioran día a día.
¿Cuándo va a parar esto?
El 29 de julio de 2019 se alcanzó el Día de la Sobrecarga de la Tierra (the Earth Overshoot Day). Esto significa que en esta fecha se han consumido todos los recursos naturales disponibles. Ahora la Tierra ha entrado en rojo y en descubierto. ¿Cómo llegar a diciembre? Si insistimos en mantener el consumo actual, tenemos que aplicar la violencia contra la Tierra obligándola a darnos lo que ya no tiene o no puede reemplazar. Su reacción a esta violencia se expresa por los diversos fenómenos ecológicos y sociales ya mencionados, especialmente por el aumento de dióxido de carbono y metano (23 veces más dañino que el CO2) y por el crecimiento de la violencia social ya que la Tierra y la humanidad constituyen una única entidad relacional.
O cambiamos nuestra relación con la Tierra viva y con la naturaleza o, según Sigmund Bauman, “engrosaremos el cortejo de aquellos que se dirigen hacia su propia tumba”. Esta vez no disponemos de un Arca de Noé salvadora.
No tenemos otra alternativa sino cambiar. Quien crea en el mesianismo salvador de la ciencia es un iluso: la ciencia puede mucho pero no todo: ¿detiene ella los vientos, contiene las lluvias, limita el aumento de los océanos?
"No basta disminuir la dosis y continuar con el mismo veneno o solo limar los dientes del lobo. Él seguirá siendo feroz"
Necesitamos asumir urgentemente un tipo diferente de relación con la naturaleza y la Tierra, contrario al dominante. Vale la pena decir que se necesita un nuevo paradigma de producir, distribuir, consumir y vivir en la misma Casa Común. El cambio exige construir algunos pilares que sean equivalentes a los cimientos que soportan el nuevo paradigma. De lo contrario, repetiremos siempre lo mismo y de peor manera. Es como si quisiéramos curar las heridas de la Tierra cubriéndola con venditas.
Primero: una visión espiritual diferente del mundo y su correspondiente ética.
Esto, a mi modo de ver, no tiene necesariamente que ver con la religiosidad, sino con una nueva experiencia de la realidad, una determinada sensibilidad y un espíritu diferente. La alternativa es esta:
O nos relacionamos con la naturaleza y la Tierra como un baúl lleno de recursos para nuestra explotación y uso, queriendo someterlas a nuestros propósitos; este es el paradigma actual,
O nos relacionamos sintiéndonos parte de la naturaleza y de la Tierra, adaptándonos a sus ritmos, no encima sino al mismo nivel que todas las criaturas, con la conciencia de cuidarlas y protegerlas para que continúen existiendo y dando a la comunidad de vida, de la cual somos miembros, todo lo que necesitan para vivir y para seguir co-evolucionando. Este es el paradigma alternativo que implica respeto y veneración, ya que formamos un todo orgánico dentro del cual cada ser tiene un valor en sí mismo, independientemente del uso que le demos, pero relacionado siempre con todos los demás.
"Necesitamos una nueva experiencia de la realidad, una determinada sensibilidad y un espíritu diferente"
Esta nueva sensibilidad y espiritualidad diferente, constituyen el nuevo paradigma. Puede dar lugar a otro tipo de civilización, integrada en el conjunto y otra forma de habitar la Casa Común. Sin esta sensibilidad/espiritualidad y su traducción en una ética ecológica, no podremos superar el caos “caótico” actual. Reiteramos firmemente: todo dependerá del tipo de relación que establezcamos con la Tierra y con la naturaleza: ya sea de uso y explotación o de pertenencia y convivencia, respetuosa y cuidadora.
Segundo: rescatar el corazón, el afecto, la empatía y la compasión.
 Esta dimensión del pathos ha sido descuidada en nombre de la objetividad de la tecnociencia. Pero en ella anidan el amor, la sensibilidad hacia los demás, la ética de los valores y la dimensión espiritual. Si no hay lugar para el afecto y el corazón, no hay razón para respetar la naturaleza y escuchar los mensajes que, en este caso, son enviados por las inundaciones y el calentamiento global. La tecnociencia ha producido una especie de lobotomía en los seres humanos que ya no sienten sus gritos. Se imaginan que la Tierra es una simple despensa de recursos infinitos al servicio de un proyecto de enriquecimiento infinito. Un planeta finito no soporta un proyecto infinito. Debemos pasar de una sociedad industrialista y consumista que agota la naturaleza a una sociedad que conserva y cuida toda la vida y vive un consumo responsable y compartido. Debemos articular el corazón y la razón para estar a la altura de la complejidad de nuestras sociedades.
Esta perspectiva del corazón y el afecto se experimenta diariamente en Brumandinho-MG, donde criminalmente 272 personas fueron víctimas de la ruptura de la presa y de la falta de sensibilidad de los administradores de la compañía minera Vale SA. En la acción del obispo local don Vicente Ferreira, compositor, cantante y poeta y sus expertas colaboradoras Marina Oliveira, Marcela Rodrigues y Maria Júlia Gomes Andrade, entre otros, se trasluce todo el cuidado afectuoso y la empatía cordial con los familiares de las víctimas. Los 272 globos, uno por cada persona tragada por el barro, tenían la siguiente inscripción: “Me duele demasiado la forma en que te fuiste”. Fueron lanzados al cielo infinito, donde estarán en Dios.
Tercero: tomar en serio el principio de cuidado y de precaución.
O cuidamos lo que queda de la naturaleza, regeneramos lo que tenemos devastado e impedimos nuevas depredaciones, como el MST que se propuso en este 2020 plantar un millón de árboles en las áreas asoladas por el agronegocio, o nuestro tipo de sociedad tendrá los días contados.
La precaución exige que no se tomen medidas ni se realicen experimentos cuyas consecuencias no puedan controlarse. Además, la filosofía antigua y moderna ya ha visto que el cuidado pertenece a la esencia humana, y más, que es la condición previa necesaria para que surja cualquier ser. También es la guía anticipada de toda acción. Si la vida, también la nuestra, no se cuida, enferma y muere. La prevención y el cuidado son decisivos en el campo de la nanotecnología y de la inteligencia artificial autónoma. Esta, con sus algoritmos de millones de datos, puede tomar decisiones, sin que lo sepamos, y penetrar en arsenales nucleares, activar las ojivas y lanzarlas, poniendo fin a nuestra civilización.
Cuarto: el respeto a todos los seres.
Cada ser tiene valor intrínseco y tiene su lugar en el conjunto de los seres. Incluso el más pequeño de ellos revela algo del misterio del mundo y del Creador. El respeto impone límites a la voracidad de nuestro sistema depredador y consumista. Quien mejor formuló una ética de respeto fue el médico y pensador Albert Schweitzer (+1965). Él enseñaba: la ética es la responsabilidad y el respeto ilimitado por todo lo que existe y vive. Este respeto por el otro nos obliga a la tolerancia, que es urgente en el mundo y entre nosotros, particularmente bajo el gobierno brasileño de extrema derecha que alimenta el desprecio por los negros, los indígenas, los quilombolas, las personas LGBT y las mujeres.
"La inteligencia artificial, con sus algoritmos de millones de datos, puede tomar decisiones, sin que lo sepamos, y penetrar en arsenales nucleares, activar las ojivas y lanzarlas, poniendo fin a nuestra civilización"
Quinto: actitud de solidaridad y de cooperación.
Esta es la ley básica del universo y de los procesos orgánicos. Todas las energías y todos los seres cooperan entre sí para mantener el equilibrio dinámico, garantizar la diversidad y que todos pueden co-evolucionar. El propósito de la evolución no es otorgar la victoria a los más adaptables, sino permitir que cada ser, incluso el más frágil, pueda expresar virtualidades que emergen de aquella Energía de Fondo o Fuente que hace ser todo lo que es, que sostiene todo en cada momento, de donde salió todo y a la que todo vuelve. Hoy, debido a la degradación general de las relaciones humanas y naturales, debemos, como proyecto de vida, ser conscientemente solidarios y cooperativos. De lo contrario, no salvaremos la vida ni garantizaremos un futuro prometedor para la humanidad. El sistema económico y el mercado no se basan en la cooperación sino en la competición, la más desenfrenada. Por eso crean tantas desigualdades hasta el punto de que el 1% de la humanidad tiene el equivalente al 99% restante.
Sexto: es fundamental la responsabilidad colectiva.
Ser responsable es darse cuenta de las consecuencias de nuestros actos. Hoy hemos construido el principio de la autodestrucción. El dictamen categórico es entonces: actúa de manera tan responsable que las consecuencias de tus acciones no sean destructivas para la vida y su futuro y no activen la autodestrucción.
Séptimo: acometer todos los esfuerzos posibles para lograr una biocivilización centrada en la vida y en la Tierra.
Todo lo demás se destina a este propósito. El tiempo de las naciones ha pasado. Ahora, en el contexto de un nuevo paradigma, es hora de construir y salvaguardar el destino común de la Tierra y la humanidad. Su realización solo se logrará si construimos sobre los pilares mencionados. Entonces podemos vivir y convivir, convivir e irradiar, irradiar y disfrutar la alegre celebración de la vida.

EVA, LA PRIMERA MUJER A REIVINDICAR


col paz

Quizás en esto de buscar la igualdad para las mujeres en la Iglesia, nos podríamos remontar al Gn 3 y reivindicar a Eva. Pero no reivindicarla para sacarle el título de pecadora, de tentadora, que ha cargado a lo largo de la historia, sino para reconocerla como quien, dentro del plan del Creador, nos conquistó la libertad.
Siempre había leído ese texto en clave de “pecado original”, de “caída”. Y veo con tristeza que aún se sigue leyendo de la misma manera. Tuve la suerte y el privilegio de participar hace más de 10 años en un curso de Exégesis y Hermenéutica Feminista de la Biblia, dictado por Mercedes Navarro Puerto, en la ciudad de Córdoba, Argentina. Allí descubrí un relato totalmente novedoso y fascinante.
Voy a tratar de contar con mis palabras lo que me quedó de aquella experiencia con respecto a Eva. Soy consciente de mis limitaciones, y espero ser todo lo fiel posible a la exégesis de Navarro Puerto.
Siempre me enseñaron que Eva es la que lo arruinó todo. Culpa de su pecado fuimos expulsados del paraíso y perdimos esa situación original de vida sin conflicto y sin sufrimiento. Sin embargo, también podríamos decir que gracias a la transgresión de Eva el ser humano adquiere el conocimiento diferenciado, que es justamente lo que nos hace capaces de elegir entre el bien y el mal, o sea, libres.
En el diálogo con la serpiente surge el deseo de Eva de realizar su semejanza a Dios: “Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal” (Gen 3,5) remitiendo a Gen 1, 26. Y también el hecho de que Eva ve la dimensión buena/bella (Tôb) del árbol, para unirlo analépticamente al capítulo 1 del Génesis. De esta forma el narrador da una pista para que el lector una la dimensión tôb de la creación con el deseo humano de conocer, de adquirir sabiduría.
Desde Génesis 1, el lector va viendo que Dios busca la autonomía de lo que va creando, siendo la libertad, necesaria para lograr dicha autonomía. Como diríamos en mi país, Dios con su prohibición “le dejó a Eva la pelota picando en el área chica”. Esta prohibición tiene una función positiva frente a la libertad, pero necesita de la desobediencia de Eva para que aparezca la capacidad de la libre opción de los humanos. Sabemos que la libertad implica una tensión permanente entre la elección entre el bien y el mal, y que para reconocer la autoridad divina necesitamos ser libres.
Esto es una simplificación y mi propia interpretación de lo que aprendí en el curso acerca de la “caída”. Sé que es una temeridad de mi parte, no siendo ni biblista, abordar este tema. Lo hago reconociendo la capacidad humana de hacer teología, entendiendo por esto, la capacidad de tener nuestra propia “palabra sobre Dios”. Ver en el despliegue del relato una intencionalidad de Dios de darle al ser humano la capacidad de elegir llevando a su Creación a un nivel superior es mucho más interesante. La teología clásica del “pecado original” empobrece la imagen de Dios y culpabiliza a la mujer, con todas las consecuencias que ya conocemos. Salir de los relatos sexistas del origen es indispensable para este tiempo de búsqueda de igualdad entre el varón y la mujer. Dentro y fuera de la Iglesia. Y ya es tiempo agradecerle a Eva por habernos abierto los ojos.

ALGO EXTRAORDINARIO


col plaza cris
El domingo pasado tuvimos ocasión de ir a misa a la residencia de mayores. No es algo habitual así que antes de comenzar la Eucaristía ya teníamos mucha expectación.
Lo que nos encontramos no fue nada extraordinario: una Eucaristía celebrada en el salón comunitario convertido en capilla de una residencia a la que acuden los residentes y algunos familiares que los acompañan. Ese día se celebraba, además, la vida, la Pascua de Pilar, la última residente que había dejado este mundo días atrás. En esta sencilla comunidad, en familia, un jubilado sacerdote que ha pasado gran parte de su vida como misionero en distintos países de Hispanoamérica habló con pasión, con brío, con alegría y con entusiasmo de la Vida y de la vida. En sus palabras había actualidad política, social, económica, había esperanza, se dirigió a la comunidad allí formada, tuvo presente la vida de Pilar y a quienes allí se habían acercado a participar en esa celebración, entonó cantos, se movió entre los asistentes, hizo preguntas y obtuvo respuestas, habló para quienes allí estábamos de una manera comprensible, cercana y revolucionaria como hubiera hablado Jesús…
Sus palabras, su manera de celebrar y animar la celebración, su actitud tan de Iglesia cercana y atenta a los signos de los tiempos (en las palabras, en los gestos) me movió por dentro, me conmovió. Fue inevitable para mí pensar en cómo la persona que me llevó a misa por primera vez y acompañó mis primeros pasos como creyente, mi madre, estaba a mi lado, ajena a todo a causa de su enfermedad mientras yo recibía todo un aluvión de esperanza y de Eucaristía celebrada y sentida gracias a ella.
Terminó la celebración, quedó mucha emoción en el ambiente, mucha conmoción en mi interior… Muchas ganas de más. En una celebración ordinaria hubo algo extraordinario. El domingo vivimos una acción de gracias familiar con todas las letras. Gracias a Dios.

DE POZOS EN EL DESIERTO A MANANTIALES DE AGUA VIVA


col labrador

Juan 4, 1-41
El encuentro con Jesús invita a la samaritana y, nos invita a nosotros, a descubrir el manantial de agua viva que fluye en nuestras entrañas en lugar de seguir siendo buscadores de “pozos en el desierto”
El evangelio de este domingo nos presenta una catequesis larga y preciosa del evangelio de Juan, en la que todos los detalles son significativos. Nos acercamos a la experiencia que nos narra, dejando que “resuene” en nosotros y reavive nuestras propias experiencias.  
  1. Experiencia de una mujer, experiencia de vida rutinaria, de insatisfacción y búsqueda
Nos encontramos en primer lugar con la experiencia de esta mujer, la samaritana. Su vida está ocupada, enredada en tareas rutinarias, muchas de ellas pesadas y repetitivas, como sacar el agua necesaria para la vida de la familia “todos los días”, bajo el sol, trabajosamente... Experiencia que ella vive como algo “cerrado”, determinado, no elegido… Cuando lo que desea es poder dejarlo, salir de ello… Por eso, tras las primeras palabras de Jesús lo que expresa es un deseo de librarse de esta tarea: “No tener que volver aquí…”
¿No es esta de alguna forma nuestra experiencia? ¿Cuántos de nosotros no hemos experimentado y sentido alguna vez en nuestra vida que son esas tareas rutinarias, esos trabajos que no podemos dejar, los que nos impiden vivir plenamente, incluso nuestra fe? Lo que menos puede esperar ella y nosotros, es que en medio de esa rutina, nuestra vida pueda dar un giro y ser otra, por encima de las tareas y circunstancias.
Además, podemos descubrir en el texto que, su situación es para ella una experiencia de insatisfacción y búsqueda. Insatisfacción de esa agua que ella cada día acude a sacar y que no sacia su sed más que unas horas. Insatisfacción más honda, que reconoce guiada por las palabras de Jesús: “no tengo marido”. No tengo un proyecto de vida compartido con un hombre, con otra u otras personas, en el matrimonio y en otros ámbitos de relación y convivencia, aunque reconoce, por las palabras de Jesús, que “ha tenido cinco baales”, cinco “señores” o realidades que han acaparado su vida y no le han llevado a la salvación ni a la felicidad…
Sin casi darse cuenta, a ella como a nosotros, Jesús le empieza a hablar de “otra agua” y a mostrarle el camino hacia esa fuente que está en su corazón y ella empieza a dar el paso. Pero, como muchas veces nos pasa a nosotros, rápido retrocede y le devuelve una pregunta menos personal, desvía el dialogo intimo al dilema de su pueblo… se parapeta y defiende en el grupo, tras las etiquetas, “vosotros los judíos”, “nosotros los samaritanos”… No sea que lo descubierto la desestabilice demasiado…
¡Qué bien representa la samaritana a las mujeres y los hombres de hoy! También en nosotros aflora esta insatisfacción profunda, en nuestra oración, en esos momentos de compartir hondo… Cuando nos preguntamos, y yo ¿para quién trabajo?  ¿Quiénes son o han sido mis baales? ¿Quién es el dueño de mi corazón?
Buscamos, sí, como ella, pero con horizontes muy estrechos y definidos. Porque nos da miedo y pensamos ¿no será mejor este presente que controlo que ese “agua viva” y ese “espíritu” desconocido de los que me hablas?
  1. La experiencia de encuentro con Jesús, un encuentro en la entraña de la propia vida, que abre al deseo y a la promesa.
Jesús espera a la samaritana, como nos espera a nosotros, allí donde está la trama de nuestra vida. Inicia siempre el encuentro pidiéndonos de aquello que ya hemos recibido, de lo que tenemos… Junto a Sicar o al lado de nuestros propios pozos… No hace falta recorrer un camino distinto, no se le pide a ella, ni a nosotros, ir a ningún “templo” ni lugar sagrado, la propia vida con las circunstancias en las que la vivimos es el lugar en que Jesús se hace presente. A veces le escuchamos y otras ni siquiera le vemos.
Allí nos pide, como a la samaritana, que entremos dentro de nosotros mismos, que bajemos a nuestro propio centro, a nuestra realidad honda, que estemos atentos a nuestra propia verdad y a la realidad de los demás… No se realiza el encuentro con Jesús en la superficie de nuestra vida, en lo banal o impersonal, en las apariencias o falsas imágenes que tantas veces alimentamos. Es estando a solas con nosotros mismos, bajando a nuestro centro… allí donde la propia vida adquiere consistencia, donde abrimos la puerta a las preguntas últimas, con ellas se “cuela” Jesús.
Jesús le dice a la samaritana y a nosotros: “Si me conocieras…”  Si supieras desear lo que de verdad importa, si abrieras tu mirada y tu corazón a mí…  Centra en su persona las expectativas de la mujer y de su pueblo, también las nuestras: “Si fueras capaz de salir de tus enredos y descubrir en el fondo de tu vida que yo te espero ahí… en lo cotidiano, en lo doloroso y pesado… si no intentases escaparte…”.
“Tú me pedirías…” No que te ayude a llenar tu pequeño cántaro, no librarte de tus pesadas tareas… me pedirías algo mucho mayor, que está en otra clave: “El agua viva”, la que trasciende esta vida y llega a la eterna…  Jesús va despertando nuestra sed mayor, va dirigiendo nuestra mirada y nuestro deseo… Algo así como si nos dijera, “No mires el cubo ni el pozo, mírame a mí”.
El encuentro con Jesús invita a la samaritana y, nos invita a nosotros, a descubrir el manantial de agua viva que fluye en nuestras entrañas en lugar de seguir siendo buscadores de “pozos en el desierto”
Nos invita a dejar nuestros cántaros, como lo hace ella, porque ya sacar agua del pozo no es lo que nos preocupa, ya no estamos pendientes del pozo, sino del manantial. Ese manantial que nos da el “agua viva” que el Espíritu hace brotar en nuestras entrañas, que transforma nuestra realidad y hace crecer nuestra fe, nos hace libres y felices.
Junto al pozo de nuestra vida hoy se nos regala el poder elegir entre seguir cargando con nuestros cántaros y repartiendo el agua sacada del pozo con esfuerzo, o entrar en la apasionante misión de repartir el agua del manantial que brota en nuestras entrañas.
“Me ha dicho todo lo que he hecho” El saber que solo Dios nos conoce y nos ama así, totalmente, sin condicionar su amor a nuestra pobre realidad, nos da fuerza para anunciarle a los demás, para invitarlos a vivir la misma aventura, a recorrer el camino hacia el manantial que, en cada uno, alimenta el Espíritu.

Mª Guadalupe Labrador Encinas, fmmdp.