FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA ENERO 2025

miércoles, 11 de junio de 2025

Una mirada de fe sobre quien no creía tenerla -- Rosa Ramos


 Amerindia

El 13 de mayo pasado, a las 16.14, Yamandú Orsi, actual Presidente, anunciaba de esta manera la muerte de José Mujica: “Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo.” José “Pepe” Mujica fallecía en su chacra del Montevideo rural con casi noventa años, tras batallar con un cáncer. Ver noticia

Sanidad pública andaluza en estado crítico -- 15M Ronda

 


Redes Cristianas

“El sistema sanitario puedo decirles que funciona.”, defendió el PP, porque hay “un aumento brutal de las inversiones en salud, un aumento enorme de la plantilla sanitaria y un aumento muy significativo de las nuevas infraestructuras sanitarias”.

Pero un informe presentado en Sevilla por SATSE, CSIF, CCOO, UGT y la Marea Blanca, desmiente el relato del PP, ya que sitúa a Andalucía en el furgón de cola del sistema nacional de salud, que una vez más, la “infrafinanciación crónica”, la “falta de personal”, el “peso creciente de la privatización” y los “indicadores sanitarios en caída libre, esto es, financiación, gasto sanitario, profesionales por habitante, listas de espera y esperanza de vida”, han colocado a la comunidad andaluza en una “situación límite”.

Según el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, “nunca se ha presupuestado tanto dinero para la sanidad pública andaluza que durante sus legislaturas.
“Esta visión, oculta el hecho de que no se trata
únicamente de mejorar respecto a años anteriores, sino de avanzar hacia la convergencia con la media Estatal”.

El presupuesto sanitario en 2025 sitúa a Andalucía, con 1.747,98 € por habitante, la quinta comunidad autónoma con menor inversión, por debajo de la media nacional y a 686 € de diferencia con respecto a la comunidad mejor financiada. Estas cifras muestran que la sanidad pública andaluza está infrafinanciada.

La valoración ciudadana en Andalucía con el funcionamiento de su sanidad pública es la más baja de entre todas las comunidades autónomas y, además, esta diferencia se está acrecentando año tras año.
El 48,4% del incremento presupuestario del año 2025 va a parar a empresas privadas, fundamentalmente en conciertos sanitarios para intervenciones quirúrgicas, pruebas diagnósticas y gasto farmacéutico. Por tanto, en realidad se trata de una salida de recursos del sistema público, no un refuerzo del mismo.

Las ratios de profesionales en el Servicio Andaluz de Salud son de las más bajas de España. En profesionales de la medicina y de la enfermería somos la comunidad con las ratios más bajas (3,1 y 4, respectivamente, por cada 1.000 habitantes). En otros profesionales, con una ratio de 7,2 por cada 1000 habitantes, somos la tercera comunidad por la cola

Andalucía necesitaría 18.000 profesionales más para igualar, simplemente, la actual media estatal. De estos, 5.400 serían de medicina, 5.900 de enfermería y 6.500 de otras categorías. Sin embargo, el Servicio Andaluz de Salud despidió a la mayoría de los trabajadores contratados por la pandemia y, además, se une el éxodo de profesionales a otras comunidades autónomas.

En el informe se recoge que en 2023 el gasto sanitario público en farmacia fue de 2.400 millones de euros, convirtiendo a la comunidad en la segunda con mayor porcentaje, tres puntos por encima de la media estatal.
También el informe señala que Andalucía es la comunidad con mayor demora en la atención primaria, 10,66 días, dos puntos más que la media nacional, y con una tendencia que no ha dejado de subir desde 2022, frente al resto del territorio, donde se ha reducido.

Andalucía es la cuarta comunidad con peor tasa de
pacientes pendientes de cirugía (23%) y la que mayor porcentaje tiene de personas enfermas con más de seis meses de espera para una intervención (33,4%, 11 puntos más que la media nacional). En consultas externas, la región es la antepenúltima en términos relativos y la penúltima en mayor tiempo de espera.

“Con la tardanza en el diagnóstico, no solo se cronifican los problemas, sino que se reagudizan y aumenta la mortalidad”, Andalucía era en 2023 la comunidad con mayor mortalidad (enfermedades cardio y cerebrovasculares, cáncer o suicidio), 871,1 defunciones por cada 1.000 habitantes, un 11,6% por encima de la media española. Por ello, somos la segunda comunidad autónoma con menor esperanza de vida, con más de tres años de media de diferencia con respecto a la mejor.

Incremento de las agresiones a los profesionales de sanidad, año tras año. En 2024 se alcanzó el récord de 5 agresiones diarias en el Servicio Andaluz de Salud.
Estos datos desmontan las mentiras del PP sobre la sanidad pública Andaluza.
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En Pocas Palabras
DESMONTANDO MENTIRAS Nº 56
15-M SERRANÍA DE RONDA Junio 2025

Corte Penal Internacional, ¿a quién sirve? -- Vladimir Castillo Soto


 Rebelión

Ante los últimos ataques por parte de la administración Trump a la Corte Penal Internacional (CPI) y las sanciones contra algunos de sus jueces y funcionarios, cualquiera pudiera creer que esta institución no está al servicio del imperialismo estadounidense y su hegemonía. ¡Nada más alejado de la realidad! Ver noticia

«Ni olvido ni perdón»: Triste boicot al histórico acto de reparación de Confer a las víctimas de los reformatorios franquistas gestionados por congregaciones -- José Lorenzo

 


Religión Digital

«Hemos dado un paso valiente con este acto, y no será el último», señala Díaz Sariego
Perdón, verdad, humildad y compromiso». Esas han sido las palabras clave con las que la Confer quería haber celebrado esta tarde, en Madrid, el acto público de Reconocimiento y Petición de Perdón a las Supervivientes del Patronato de Protección a la Mujer, en un acto que desbordó emoción a raudales aunque, al final, se materializó el temor a que finalmente el evento pudiese deslizarse hacia algo inmerecido tanto para las víctimas como para los organizadores Ver noticia

El Ejército israelí ataca a la Flotilla de la Libertad en aguas internacionales. Concentración en Madrid frente al Min de Asuntos Exteriore

 


kaosenlared

Catania, Sicilia, Italia – La Coalición de la Flotilla de la Libertad (FFC) confirma que su barco civil, Madleen, que transportaba ayuda humanitaria a Gaza, ha sido atacado/interceptado por la fuerza por el ejército israelí a las 3:02 a. m. CET en aguas internacionales a 31.95236° N, 32.38880° E. Ver noticia

Un mes de León XIV: qué ha hecho, y qué hará el nuevo Papa -- Jesús Bastante

 


Religión Digital

Un pontífice que apuesta por la unidad en una Iglesia fracturada, pero que continuará las reformas implantadas por Bergoglio
El pasado 8 de mayo, Robert Prevost fue elegido Papa en sustitución de Francisco. A lo largo de estas semanas, el pontífice ha apostado por la continuidad con Bergoglio, pero también por una constante llamada a la unidad, y a colocar a la Santa Sede en el centro de las decisiones políticas Ver noticia

Los agujeros del auto del juez Hurtado para procesar al fiscal general del Estado -- Ana María Pascual

 


Público

El juez del Supremo dice haber acreditado los indicios que ha manejado desde el principio: el borrado de los mensajes por parte de García Ortiz, los ‘whatsapp’ con la otra procesada, Pilar Rodríguez, y los cargos de presidencia del Gobierno que pudieron acceder a la confesión del novio de Ayuso. Sin embargo, nada de eso prueba la filtración.Ver noticia

El Papa a los nuncios: sean la mirada de Pedro, siempre del lado de los últimos -- Alessandro Di Bussolo – Ciudad del Vaticano

 


Vatican News

León XIV se reúne con los representantes pontificios en el Vaticano con motivo del Jubileo de la Santa Sede y les recuerda la misión de «construir relaciones», dando testimonio de la caridad de Cristo «dispuesta a todo» y defendiendo «el derecho a creer en Dios». Una misión que debe llevarse a cabo en comunión con el Papa y con los obispos locales.Ver noticia

Textos evangélicos que sí evangelizan -- PagèsFerret Escriptors, “Somnis de justícia”


 Redes Cristianas

1. Sentencias del Juicio Final (tenía hambre y me disteis de comer…) Mt. cap 25.
2. Las túnicas de Juan Bau. (quién tenga dos túnicas, que dé una a quienes no tenga ninguna) Lc. cap 3, 11.
3. Bienaventuranzas Mt. cap 5 (bienaventurados los pobres…)

4. Bienaventuranzas Lc. cap 6: 20 (pero ay de vosotros, los ricos…)
5. Sermón de la Montaña Mt. cap 5 (se dijo… no mates… Pues yo os digo… quien insulte…)
6. Sermón de la Montaña Lc. 6: 20 (pero a vosotros… yo os digo: amad a vuestros enemigos)
7. Magníficat (exalta a los humildes, llena de bienes a los pobres y los ricos se vuelven sin nada) Lc 1: 46-55. [Más que nada, un gran deseo.]

8. Invitación a los pobres en un banquete. (más bien, cuando hagas un banquete, invita a pobres, cojos, ciegos…) Lc. 14: 12.
9. El Buen samaritano. Lc. 10: 25 (pero un samaritano… lo vio y se compadeció…)
10. El Hijo pródigo. Lc. 15: 11 (todavía estaba lejos, que su padre lo vio y se conmovió, corrió y se le echó al cuello…)

11. Los talentos Mt. 25: 14. (me habéis dado cinco talentos, aquí os doy cinco más, que he ganado) [no quiere decir que tengan que ser, precisamente, dinero]
12. El sembrador. Mt. 13, y Mc. y Lc. (… unos granos cayeron en el camino… pero otros granos cayeron en tierra buena…)

13. La oveja perdida. Mt. 18: 10 (y cuando la encuentra se la carga encima de los hombros…)
14. Conversación con la samaritana Ju. 4 (… Dame agua (…) ¿Cómo es que tú, que eres judío, me pides agua a mí, que soy samaritana?)
15. No he venido a abolir la Ley y los profetas… Mt. cap 5.

Pero por doscientas páginas que ocupan, los 4 evangelios, los encontramos muy pobres.
Evangelizan muy bien, pero muy poco. Veamos: esta docena, ampliable, de episodios realmente cristianos, puede caber en menos de 20 páginas… ¿Y las otras 180?
Están más dedicadas a enaltecer y destacar la personalidad y los méritos de Jesús, algo difícil que él quisiera, y no es esto lo que nos hace falta, sino invitaciones a hacer el bien, como hacen esta docena amplia.

Pero es poca cosa.
Cuando los dirigentes de la Iglesia, y quienes “la quieren reformar”, dicen que el ”Evangelio” (como si solo fuera uno) es la base y el cimiento del ideal cristiano, mienten.
La base y el cimiento del ideal cristiano son los textos proféticos (y legislativos) del AT (ninguneados por la Iglesia; y también por los “reformadores”). Los 4 evangelios tendrían que ser un “complemento” del mensaje expresado en el AT.

Pero no lo son, porque están “mal hechos”. Solo esta docenita-quincenita que hemos encontrado. Poquísimo.
Y una cosa que podría ser escandalosa: en ninguno de los cuatro textos, figura ni un solo ejemplo de persona pasando hambre y que se aconseje darle de comer. Las multiplicaciones de pan, suponiendo que sean ciertas, no está a nuestro alcance poderlas hacer, y los casos supuestos en el Juicio final son muy bien supuestos, pero no seguros.

EL 'PROGRAMA 2033' DE ARGÜELLO: "HEMOS DE HUIR DE TODA TENTACIÓN DE PODER, TAMBIÉN EN LA IGLESIA"


col martell

 

El Arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, ha propuesto un “Programa 2033” durante la ponencia de clausura del Congreso internacional sobre el Corazón de Jesús que, bajo el título Cor Iesu, Spes Mundi (del latín, Corazón de Jesús, Esperanza del Mundo), se ha celebrado del 6 al 8 de junio en Valladolid.

La propuesta del prelado vallisoletano, en forma de decálogo, está en sintonía con el magisterio pontificio y las palabras que el Papa León XIV pronunció al inicio de su pontificado: “¡Esta es la hora del amor!”. De hecho, el primer punto de este decálogo implica “acoger, orar, compartir y anunciar” la última Encíclica que publicó el recientemente fallecido Papa Francisco, ‘Dilexit Nos’ (del latín, ‘Nos amó’).

Monseñor Argüello ha propuesto también “vincular caridad, unidad y paz” y “vivir la vida como vocación” para que esta sea “reconocible, “concreta” y “visible” en un mundo que “se resiste al Evangelio”, un mundo “al que le falta corazón”. En este sentido, el prelado vallisoletano ha asegurado que “estamos llamados a entrar en una vía maestra de tener los mismos sentimientos del Corazón de Cristo, un corazón humilde, pobre y sacrificado”. “Porque sólo desde ahí”, ha afirmado, “es posible la comunión entre nosotros y dar respuesta a un corazón que ha sido seducido por el poder”. “Por eso”, ha añadido, “hemos de huir de toda tentación de poder, también en la Iglesia”. “La clave de nuestra respuesta al amor de Cristo”, ha explicado, “es el amor al prójimo”.

En su invitación a “extender” el amor del Corazón de Jesús “en misión evangelizadora y en misión de reparación para construir sobre las ruinas que deja el pecado”, el Arzobispo de Valladolid y presidente de la CEE ha animado en el cuarto punto de su decálogo a “sacar brillo a la Eucaristía del domingo, a encontrarnos en la Eucaristía del domingo, como expresión de un pueblo que reconoce su pila bautismal y su altar, que genera una comunidad visible, la Eucaristía del domingo que nos congrega y nos envía a salir a los caminos en comunión misionera, llevando el amor del Corazón de Cristo”. Un amor “que cura, repara y va haciendo germinar su reinado”, ha afirmado.

El quinto punto ha hecho referencia al Sínodo. Y el sexto, al “cuidado de la devoción popular”, que, como ha recordado el prelado vallisoletano, fue “valiosa” para Pablo VI y “central” en el magisterio del Papa Francisco, así como para la extensión de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús por medio del beato Bernardo Francisco de Hoyos.

Monseñor Argüello ha defendido en el séptimo punto de su decálogo una “alianza social para la esperanza” en distintos ámbitos: la demografía, la promoción de la natalidad y el cuidado de la vida, de los enfermos y de los migrantes. También ha llamado, en el punto octavo, a “insuflar alma” a las empresa e instituciones ligadas a la Iglesia Católica, que “precisan”, ha puntualizado, “de hombres y mujeres que confiesen de obra y de palabra que creen en la victoria de Cristo sobre la muerte”.

El Arzobispo de Valladolid y presidente de la CEE se ha referido también, en el punto noveno, al “desafío” que conlleva lo que denomina el “reinado social de Cristo”, en alusión a la Doctrina Social de la Iglesia. A su juicio, el coloquio entre la Iglesia y el mundo “es un asunto que no tenemos resuelto”. Tras advertir que la Doctrina Social de la Iglesia “no es solo una propuesta de valores”, se ha centrado en dos cuestiones. Por un lado, la antropológica. Partiendo de una concepción de que “somos humano-divinos” y del hecho de que “el Ser Humano solo puede decir que es el centro, si reconoce que el corazón del mundo y el corazón de nuestro corazón es el Corazón de Cristo”, ha asegurado que “estamos llamados a desplegar toda la potencialidad de lo humano”.

Por otro lado, en relación a la cuestión del bien común, ha afirmado que “estamos llamados a reconstruir alianzas, vínculos, a ser pueblo entre los pueblos, un pueblo que convoca a los pueblos” en un momento en el que “el individualismo”, ha alertado, “ha dejado al individuo solo ante el Estado” y en el que “la democracia parlamentaria vive momentos de singular crisis”. Esta es “la tarea, seguramente, fundamental de la Iglesia”, ha asegurado monseñor Argüello: “Regenerar e incorporar a la vida pública una reflexión para que la convivencia en nuestras sociedades no solamente sea posible, sino que haga posible la dignidad y el bien común”.

Finalmente, en el décimo y último punto de su “Programa 2033”, el Arzobispo de Valladolid y presidente de la CEE ha llamado a “renovar nuestra consagración personal, familiar, diocesana al Corazón de Jesús”. “Creando una conciencia eclesial”, ha rematado, “que pueda ser presentada al Santo Padre para pedirle la renovación de la consagración del mundo al Corazón de Cristo en el año 2033”, coincidiendo con el 2.000 aniversario de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

Monseñor Luis Argüello ha finalizado su ponencia en el Congreso Cor Iesu, Spes Mundi con un doble llamamiento: “¡Acojamos el amor del Corazón de Jesús! ¡Devolvamos amor por amor para enamorar al mundo!”.

 

Archivalladolid

Religión Digital

LEÓN DE PERÚ': LA VIDA DE PREVOST, A TRAVÉS DE LA MIRADA DE LOS SUYOS


col martell

 

Misionero, pastor, profesor, formador, obispo y amigo son algunas de las facetas del nuevo Pontífice que revelará el documental León de Perú. La producción es fruto de un viaje a Perú que sigue las huellas de Robert Francis Prevost, hoy Papa León XIV, reconstruyendo los años que él pasó en el país latinoamericano.

Realizado por los periodistas Salvatore Cernuzio, Felipe Herrera-Espaliat y Jaime Vizcaíno Haro, el trabajo recorre Chulucanas, Trujillo, Lima, Callao y Chiclayo, tocando pequeñas y grandes ciudades, pueblos, distritos, suburbios, parroquias, colegios y casas religiosas.

En estos lugares el entonces padre y luego monseñor Prevost celebró, predicó, enseñó, formó religiosos, se encontró con jóvenes, festejó cumpleaños, y practicó una caridad viva en medio de tragedias como las inundaciones de El Niño y la pandemia del coronavirus.

Testimonios del pueblo

Se trata de una labor pastoral y social de la que ofrecen una visión las numerosas historias de personas que colaboraron con el futuro Pontífice y que recibieron de él escucha, apoyo y ayuda. La obra audiovisual contiene testimonios de obispos, de los actuales párrocos del Callao y Chulucanas, de cohermanos agustinos, y de párrocos, como el joven padre Cristophe Ntaganzwa, en el periférico distrito de Pachacútec, golpeado violentamente por Covid-19. En este territorio, el entonces administrador apostólico ayudó a las personas sin trabajo y hambrientas enviándoles alimentos y medicinas. Una intervención oportuna como la que, siendo obispo de Chiclayo, monseñor Prevost brindó a la población a la que las inundaciones se lo habían llevado todo, lanzándose con valentía a las calles inundadas, como cuenta Rocío, una de las supervivientes.

También impacta el testimonio de Janinna Sesa, ex directora de Caritas de Chiclayo, sobre la campaña para garantizar el oxígeno a las personas en situación de emergencia, o el de Berta, cocinera de uno de los comedores creados en Trujillo por «el padre Roberto» para alimentar a las familias de los suburbios. Luego, historias más íntimas: por ejemplo, la de Sylvia, rescatada por religiosas del mundo de la prostitución, cuyo valor inspiró a Prevost a crear una comisión contra la trata, o la de Héctor y su hija Mildred, de la que el actual Pontífice es padrino de bautismo.

Cada uno de estos testigos comparte cómo vivió el momento del Habemus Papam el 8 de mayo y envía su mensaje personal al Papa. León de Perú se emitirá próximamente en los canales oficiales de los medios de comunicación del Vaticano.

 

FONDO Y FORMA


col koldo

 

“Celebramos un relato simbólico, no un acontecimiento histórico”.

Me ha gustado esta frase tan corta y sencilla de Fray Marcos aplicada a la Ascensión de Jesús, pero que para mí es toda una explicación de la Ascensión y que se podría aplicar a muchas otras fiestas de la Iglesia. ¿No se entiende mejor así la Resurrección, la Asunción de María, Pentecostés…?

Si nos limitamos a entender esos pasajes al pie de la letra y como si fueran historia los acontecimientos, no sintonizamos con la concepción que tenía la primera comunidad.

Ellos partían de un mundo dividido en tres partes: cielo arriba, tierra, aquí y abajo Los infiernos… Concebían el mar como el lugar del mal y cualquier mota o signo en el rostro, como lepra….

En sus narraciones, tenían como trasfondo un RECUERDO del Antiguo Testamento como por ejemplo en la llegada de los Magos y en la estrella que les guía. En el monte de las bienaventuranzas se están acordando de Moisés y su mensaje en el Sinaí. Los doce apóstoles recuerdan y actualizan a las doce tribus de Israel.

La salvación que Jesús nos trae se identifica como el gran sacrificio de la Nueva Alianza. Y sin necesidad de morir en la cruz, su vida ya es un estilo y una Vida que se nos da. Y nos salva para la Vida Eterna.

Es muy importante distinguir entre el Mensaje que se nos transmite y el lenguaje literario como está expresado. No entendemos la ascensión como acción de subir, porque ellos pensaban que el cielo estaba arriba. Pero el Mensaje es de aclamación al triunfo de Jesús de Nazaret que está ya en la plenitud del Padre. Con nuestro lenguaje hasta decimos “a la derecha del Padre”.

Por eso es preciso distinguir siempre entre las palabras y el género literario y el Mensaje. Miramos, por ejemplo de la genealogía de Jesús, en el significado del bautismo de Jesús.

¡Cómo cuesta a las personas sencillas penetrar en el contenido y no quedarse en el ropaje! Una gran tarea de la Iglesia hoy.

 

REDONDO VALORA POSITIVAMENTE EL ACTO DE PERDÓN A LAS SUPERVIVIENTES DEL PATRONATO DE PROTECCIÓN A MUJER


col kowalski

 

La ministra de Igualdad, Ana Redondoha valorado como "un primer paso para la reconciliación real" el acto celebrado este lunes por la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) para pedir perdón a las supervivientes de la institución franquista Patronato de Protección a la Mujer y, al mismo tiempo, ha pedido entender la necesidad de estas mujeres de "expresar" su "dolor y rabia".

Así se ha pronunciado Rendondo este martes, en declaraciones a Europa Press, preguntada por el acto celebrado este lunes en la Fundación Pablo IV, en el que las supervivientes se levantaron al final del acto con carteles en los que se leía "no", para manifestar que no quieren perdón sino "verdad, justicia y reparación". En el acto estaba presente la propia ministra de Igualdad y la eurodiputada de Podemos y exministra, Irene Montero.

"Yo lo que pondría en valor es el acto en sí. Creo que después de décadas, por fin se alza la voz en el Patronato. Ha habido muchas mujeres que han sido prácticamente perseguidas, que han sido abusadas, que han sido sujetos de una situación realmente durísima. Y ese dolor y esa rabia, lógicamente, se tiene que expresar, se tiene que manifestar", ha explicado Rendondo.

Al mismo tiempo, considera que "también es valorable que por parte de la Iglesia se pida perdón".

Por ello, cree que lo que se hizo este lunes fue "un primer paso, necesario" para "una reconciliación real". "Hay que acercar posturas entendiendo que ese dolor y esa rabia es muy profunda y que estas mujeres, lógicamente, necesitan también encauzar esa rabia y ese dolor", ha insistido.

 

RD / EP

10-06-2025 Religión Digital

CUESTIONES SOBRE NICEA, MIL SETECIENTOS AÑOS DESPUÉS


col kowalski

 Amigo, amiga, tienes en tus manos un libro lúcido y atrevido, a la altura de su título provocador: Le Credo de Nicée est-il toujours croyable? (¿Es creíble todavía el Credo de Nicea?). Paul Fleuret, “biblista descalzo” y “cristiano laico en éxodo” según sus palabras, nos ofrece un análisis documentado, conciso y límpido de la enmarañada evolución por la que el profeta Jesús de Nazaret se convirtió en divinidad celeste eterna encarnada en forma de hombre.

En el año 325, hace 1700 años, el emperador romano Constantino convocó un concilio en su palacio estival de Nicea, hoy Turquía. Los obispos allí reunidos solo representaban a las Iglesias cristianas derivadas de la tradición petrino-paulina, y de entre ellas casi exclusivamente a las de la parte oriental del imperio, presididas por los obispos de Alejandría y Constantinopla, de lengua y cultura griegas. La Iglesia judeo-cristiana había desaparecido prácticamente, y otras, como las Iglesias gnósticas, habían sido condenadas y marginadas por los obispos de la corriente mayoritaria. En Nicea, el emperador, recién “convertido” a la fe cristiana por razones más políticas que religiosas, impuso el dogma que habría de ser vinculante para todas las Iglesias, con el fin de garantizar mejor la unidad del imperio: “Jesús es el Hijo único y eterno de Dios encarnado, consustancial del Padre”. Quienes –como el sacerdote alejandrino Arrio– rechazaron el dogma fueron desterrados.

Muchos podrían preguntarse qué interesan esas cuestiones al mundo en que vivimos: cuando la especie que llamamos Sapiens es arrastrada por una asfixiante carrera global suicida; cuando la humanidad, por impotencia o inconsciencia, parece dispuesta a sacrificar la vida buena y feliz a la codicia inhumana de unos pocos; cuando grandes imperios dictatoriales vuelven a imponerse; cuando avanzamos sin rumbo ni freno hacia una tierra desconocida e inquietante donde el Homo Sapiens será sometido a la máquina; cuando los tecno-magnates que devastan la Tierra, en su loca huida adelante, ya proyectan colonizar la Luna y Marte; cuando los horrores sin fin de Gaza, de Haití o de Sudán reflejan cada día, urbi et orbi, el abismo que nos puede devorar a todos, incluidos los más poderosos…, ¿tiene sentido ocuparse todavía del dogma de Nicea?

Otros muchos, católicos observantes y cristianos en general, protestarán entre desconcertados e irritados: cuando el mundo naufraga, cuando los hombres y las mujeres necesitan más que nunca un suelo firme para seguir caminando, ¿no es este libro una provocación excesiva? Es más, ¿no constituye una alta traición? ¿No viene a socavar los fundamentos mismos no solo de la Iglesia Católica Romana, del Credo más antiguo de todas las Iglesias? Si dejamos de creer en el dogma de Nicea, ¿qué podremos ofrecer al mundo?, ¿dónde encontraremos palabras de vida eterna?, ¿en quién descansaremos?

Pero hay que advertir: las enormes amenazas que se ciernen sobre el mundo actual y estas preguntas e inquietudes formuladas por muchos católicos de la mejor voluntad tienen un punto en común: el miedo. El miedo era también el denominador común del mundo imperial y de la Iglesia de Nicea. No el miedo razonable, mecanismo fundamental de la vida que nos alerta ante un peligro real: el miedo a un salto en el vacío, a un depredador, a los grandes poderes que someten, a quienes se mueven por convicciones irracionales, a personas e instituciones que usan la imagen de un dios omnipotente y arbitrario para controlar y dominar… Sin esos miedos no podríamos sobrevivir ni un solo día. Hay también, sin embargo, muchos miedos irracionales que imaginan peligros y enemigos inexistentes: el miedo a perder prestigio, poder o riqueza, o la unidad del imperio o de la Iglesia, o el control de la verdad y de las conciencias, o la imagen de un dios omnipotente y providente, o la garantía del cielo eterno… O el miedo al otro, a lo diferente, a lo nuevo. Esos miedos irracionales nos encogen y nos encierran en nosotros mismos, nos incapacitan para confiar, imaginar y crear. Nos vuelven enemigos de nosotros mismos y de los demás, enemigos de la tolerancia y de la libertad fraterna, de la confianza creativa, de la vida inspirada.

El miedo a la división del imperio y a la pérdida de poder llevó al emperador a imponer los términos exactos del Símbolo o Credo común de todas las Iglesias. El miedo llevó a los obispos a identificar la fe creadora en Jesús con la adhesión mental a una idea filosófica, y a condenar a quienes lo rechazaban. El miedo inspiró excomuniones, destierros, quemas de herejes, cruzadas, inquisiciones y guerras de religión. El miedo irracional es el origen de los males del mundo y de la Iglesia de hoy. Es imprescindible, pues, la lucidez para detectar esos miedos y la osadía para delatarlos.

Este libro es un ejercicio singular de lucidez y de osadía. No era fácil reunir en tan pocas páginas toda la información esencial sobre una historia extremadamente compleja, en la frontera entre la historia, la exégesis bíblica, la filosofía y la teología, y ofrecer a la vez los criterios fundamentales para una relectura actual “creíble” de los dogmas cristológicos. El autor lo logra brillantemente en estas páginas concisas y profundas, claras y hondas. Mi más sincera enhorabuena a Paul Fleuret.

Como para él, también para nosotros el Símbolo o Credo que seguimos recitando y los dogmas cristológicos que siguen presentándose como líneas rojas de la “fe verdadera” se han vuelto increíbles e impredicables en su literalidad. Están ligados a una cosmovisión geocéntrica, jerárquica y patriarcal, y a una filosofía que distingue dos mundos (el físico y el metafísico). Ya no podemos concebir a Dios como entidad supramundana y extrínseca, substancia en sí, personal y antropomórfica, que interviene, se revela y se encarna en el mundo de manera puntual o definitiva cuando quiere. Necesitamos nuevas metáforas para decir el misterio indecible de cuanto es: Realidad fontal, Aliento cósmico, Creatividad universal, Eros que todo lo atrae, Amor que en todo se da y se crea sin cesar…

Tampoco, en consecuencia, podemos concebir a Jesús como Hijo único y eterno de Dios, de la misma substancia del Padre, sola encarnación plena de Dios en el cosmos. Tampoco podemos afirmar que sea el hombre perfecto –una contradicción en los términos–, ni siquiera el más perfecto –¿quién puede medirlo y de qué sirve comparar?–. Pero somos sus discípulos y es nuestro modelo de ser humano inspirado, bueno y feliz, libre, fraterno y sanador. Es para nosotros la figura de lo que somos y queremos ser. Todos los hombres y mujeres somos Cristos en camino, como el mismo Jesús, pero él es para nosotros, sus seguidores, el icono y la metáfora encarnada del Aliento vital, de la Creatividad universal, de lo humano o de lo divino, del mundo liberado hacia el que queremos caminar.

Queremos vivir y decir nuestra fe en coherencia con la visión de la realidad y de la vida que consideramos más razonable, justa y plenificante, feliz: una visión holística, ecológica, feminista, fraterno-sororal, a un tiempo mística y política. Queremos caminar, descalzos y en éxodo, con Jesús y con todos los hombres y mujeres inspiradas del pasado y del presente, más allá de Iglesias, dogmas y fronteras confesionales. Nos inspira en particular la figura de Jesús, más allá de su mera historia documentada y más allá de todo Credo cerrado. Nos inspiran su libertad profética, su compasión sanadora, su esperanza activa y liberadora, su fraternidad-sororidad universal y sus sabias enseñanzas, entendiéndolas y expresándolas de manera iluminadora y creativa para el mundo de hoy. “No tengáis miedo, nos dice. No os hace cristos humanos o divinos, El aliento vital, como el agua de la fuente, el sentido de las palabras o el espíritu de la letra nunca se repiten ni se dejan atrapar. No os hace Cristos lo que creéis, sino lo que confiáis y creáis. Levantaos y caminad. Inventad, cread. Osad”.

 

José Arregi, Aizarna, 10 de abril de 2025

(Publicado como prólogo del libro : Paul FleuretLe Credo de Nicée est-il toujours croyable ?, Karthala, 2025)

LOS DATOS ESTADÍSTICOS RELIGIOSOS Y EL ESPÍRITU


col kowalski

 ¿Una sociedad sin espiritualidad? Mala cosa. Venimos de una sociedad de cristiandad, hace cincuenta años era normal, podríamos decir que casi de ley, vivir en la religiosidad que pasaba de padres a hijos, no sé si con convicción y experiencia personal. Se vivía en ambientes religiosos y parecía que todos crecíamos y nos fortalecíamos en las normas y prácticas cristianas. Sería como el marco que contiene el hecho de la presentación de Jesús en el templo. Sin embargo, hoy mismo leo en los medios que las cosas han cambiado bastante y que ya no es tan de “ley”, tan normalizado la vivencia y la presencia de lo religioso en la sociedad y en la cultura actual.

Los datos y los hechos

Según el informe último del FUNCAS los datos son llamativos - RD nos daba cuenta de ello-, dan para la reflexión. Nos dicen: El número de españoles mayores de edad que se identifica como católico ha bajado en las últimas cinco décadas. Así, si a mediados de los años setenta el 90% de los españoles decía serlo, esta cifra ha bajado en la actualidad al 55%, según se desprende de la última edición de las Notas de Coyuntura Social, de Funcas, que pone en evidencia la secularización de la sociedad española.

 Aunque la disminución en la proporción de católicos es sustantiva en todos los grupos de edad, es especialmente profunda entre los más jóvenes, según los datos de la Encuesta Social Europea analizados por Funcas. En 2002, el 60% de la población de 18 a 29 años se identificaba como católica, mientras que en 2024 solo lo hacía el 32%. En cambio, entre quienes tienen 70 años o más, la identificación como católicos pasó del 89% al 77% en el mismo periodo.

El espacio del catolicismo apenas ha sido ocupado por otras religiones, como podría esperarse, en parte, por la incorporación de población de origen extranjero a la sociedad española, sino que en su mayoría se corresponde con quienes se declaran indiferentes, agnósticos o ateos, es decir, con quienes no tienen una adscripción religiosa. Así, el porcentaje de quienes no se identifican con ninguna religión ha pasado del 22% en 2002 al 42% en 2024, lo que representa un cambio sustancial en el panorama religioso del país.

La pérdida de influencia de la religión en la vida cotidiana se comprueba en dos indicadores que reflejan el menguante papel de la socialización de las generaciones venideras en el catolicismo y sugieren que el proceso de secularización todavía tiene recorrido: el desplome de los matrimonios católicos y la caída paulatina de la matrícula en la asignatura de religión católica. No así en las cofradías y semana santa de interés turístico.

Lectura de los datos e interpelación

Ante los datos de la realidad se pueden hacer muchas lecturas, a mí se me ocurre preguntar en qué estamos creciendo y robusteciéndonos hoy en la sociedad española. Si los datos confirman que hay menos religiosidad explícita y practicada, que hay muchas personas que no se identifican como religiosos, y que lo hacen como agnósticos, indiferentes, ateos. Creo que es fundamental analizar en qué medida estos datos tienen que ver con la interioridad y la espiritualidad de los seres humanos. Sería un desastre que el decrecimiento no fuera solo en prácticas de las religiones, sino que eso fuera un signo de no crecer ni fortalecerse en el interior, en la alteridad, en la trascendencia, en la compasión y el cuidado mutuo. Parece ser que la ola de secularización no es solo cuestión de generaciones, sino que nos afecta a todos. No es lo mismo que descienda la práctica religiosa de una religión en la sociedad a que la sociedad desatienda la dimensión espiritual del ser humano, su interior y el sentimiento de alteridad y trascendencia. No se duda de que estamos ante una crisis de naturaleza, política, de economía, tecnológica, armamentística. Me pregunto si no necesitamos volver al espíritu y a lo que trasciende al individuo y que todo canal que nos ayude a desarrollarlo y fortalecerlo debería hoy ser reconocido y valorado, incluido el religioso.

Ya nos lo auguraba Nietzsche, con el loco que había matado a Dios. Aunque la religión cristiana y la iglesia, de la que formo parte y amo, debe renovarse con agilidad y purificarse para poder servir ante los signos de los tiempos. Traigo a colación el aserto de los que afirman siendo creyentes, que tampoco creen en el Dios que no aceptan muchos ateos.

Esta mañana me decía a mí mismo reflexionando ante los datos, cómo sería una sociedad en la que el 32% de los jóvenes hubieran crecido de verdad y estuvieran fortalecidos en la fe, en la experiencia del Evangelio por haberse encontrado personalmente con Cristo. Imagino que sería de un impacto y de una fuerza de luz y de verdad admirables, de humanismo radical.

Así también con los adultos, incluidos los sacerdotes, si viviéramos nuestra fe más allá del marco de la cristiandad, de lo que parece reglado y de ley, de costumbre y de herencia. Me da la tentación de pensar que hoy no tenemos tanto que luchar por ser más sino por ser auténticos en medio de esta sociedad secularizada. Que la gracia de Dios nos acompañe en esta sociedad tan burguesa. Por ahora puedo deciros que, en mi nueva parroquia en una población de quinientos habitantes, según los datos de la encuesta, debe haber un joven de cada tres, de 18 a 29 años, que se identifique como católico, yo todavía los estoy buscando.

Alguno he conocido en alguna procesión y en algún acto litúrgico festivo, pero lo de crecer y robustecerse con identidad creo que está un poco lejos todavía. Yo por si acaso he comenzado con los pequeños abriéndonos juntos al evangelio y no dejo de sentir la llamada a ser yo más auténtico en mi fe y mi vivencia del evangelio.

Y recibo en canciones la inquietud y la búsqueda de lo humano, tan necesitados de que "recen por mí..."

Reza por mí (Siloé)

 

José Moreno Losada

Religión digital

EL REINO NO SE ANUNCIA SÓLO DESDE LOS AMBONES, SINO TAMBIÉN DESDE LOS ESCENARIOS, LOS DESPACHOS, LOS ANDAMIOS, LOS QUIRÓFANOS, LAS REDES SOCIALES Y LOS BANCOS DEL PARQUE


col anso

 En esta hora en que los campanarios ya no marcan el pulso de la ciudad, en que las plazas se llenan de voces pero no siempre de sentido, el Espíritu Santo vuelve a descender, no en la bóveda de las catedrales, sino en las esquinas, en los cafés, en los grupos de WhatsApp y en los encuentros  de barrio. Es Pentecostés otra vez, pero esta vez… en la calle.

Pentecostés no es el cierre de la Pascua: es su explosión. Es cuando el Espíritu irrumpe, no como brisa suave, sino como viento impetuoso que derriba los muros de nuestras rutinas eclesiales. Es cuando las lenguas de fuego no destruyen, sino que encienden, traducen, abren. Y es entonces, justo entonces, cuando comprendemos que no podemos seguir viviendo la fe por separado: religiosos por un lado, laicos por otro, comunidades dispersas como hojas sueltas de un mismo libro. Pentecostés nos empuja a encontrarnos, a escucharnos, a caminar juntos en la misma dirección. Porque el Espíritu no desciende sobre estructuras, sino sobre personas que se dejan conmover, incendiar, transformar.

Pero esta llamada sinodal no flota en el aire: pisa tierra. Y esa tierra tiene nombres concretos, rostros marcados por el sol y el desarraigo, historias cruzadas por la esperanza y el sufrimiento. En cada migrante por ejemplo  que llega a nuestras costas, a nuestras ciudades, a nuestras parroquias, se repite el clamor de Pentecostés: “¿Cómo es que los oímos hablar en nuestra lengua?” ¿Quién les hablará si no nosotros? ¿Quién los escuchará si no la Iglesia? La vida religiosa, con su vocación de frontera, y el apostolado seglar, con su inserción en lo cotidiano, están llamados a ser un solo cuerpo que acoge, defiende y dignifica. No como gesto puntual, sino como misión compartida, nacida del mismo fuego y del mismo aliento.

Sí, un Pentecostés profético y laico, Un Pentecostés donde el fuego no cae sobre apóstoles distinguidos por las formalidades , sino sobre hombres y mujeres comunes que llevan la Palabra como semilla en los bolsillos del alma.

España, tierra de místicos y mártires, de Teresa y de Juan, de mármol y romero, necesita apóstoles con mochilas y zapatos gastados, no tronos ni púlpitos. El Espíritu no pide permiso para entrar en los platós, en los sindicatos, en los claustros universitarios, en las redacciones, en los hospitales, en los despachos de abogados. Y allí está el apostolado seglar, a veces ignorado, otras veces despreciado, pero siempre necesario, encarnado, valiente.

Este nuevo Pentecostés no divide lo sagrado de lo secular: lo fusiona, lo redime, lo enciende. Ya no se trata de que el laico “colabore” con la Iglesia, como si fuera un ayudante de segunda. El laico ES Iglesia, y su altar es la calle, su homilía la conversación, su liturgia la entrega diaria en medio del mundo.

No hay clericalismo en el que camina junto al mundo con los pies en el barro y la mirada en el Reino. No hay clericalismo cuando se escucha más de lo que se impone, cuando se acompaña en lugar de sentenciar, cuando se construye comunidad sin necesidad de ciertos títulos eclesiásticos con muchos sellos. El clericalismo muere allí donde el laico florece como testigo y no como delegado.

Porque lo que necesita España no es más poder religioso, sino más presencia significativa. No más privilegios, sino más encarnación. No más defensas ideológicas, sino más ternura profética. Un laico que hable en catalán, gallego o euskera, pero también en el idioma del sufrimiento, de la justicia, del compromiso, del arte, del silencio contemplativo que abraza sin imponer.

Es tiempo de un nuevo protagonismo, no para ocupar puestos de poder, sino para habitar los márgenes. No para parecer santos, sino para arder desde dentro. Pentecostés no fue un reparto de cargos, sino una explosión de sentido.

Ven, Espíritu Santo, y enciende en España el fuego del testimonio laico. Que nuestras universidades respiren Evangelio. Que nuestros barrios huelan a solidaridad. Que nuestras empresas se contagien de justicia. Que nuestros teatros, libros y canciones digan algo que sane, que abra, que salve.

Porque el Reino no se anuncia sólo desde los ambones, sino también desde los escenarios, los despachos, los andamios, los quirófanos, las redes sociales y los bancos del parque.

Y ese anuncio es tarea del laico.

 

José Luis Pinilla, sj

Religión Digital

PENTECOSTÉS NO ES SOLO UNA VIGILIA


col arregi

 

pentecostes no solo vigilia

Inicialmente en el pueblo Judío, Pentecostés fue una fiesta para dar gracias por la cosecha, es decir por la Vida. Podemos dar gracias por el Espíritu que nos habita siempre, hacerlo consciente y presente en nuestras vidas. El Espíritu animó y orientó siempre la vida de Jesús de Nazaret: su entrega a los otros y otras, su anuncio de una sociedad diferente fraterna y sorora, sus llamados al amor.

Cuando Jesús sintió que la hora de su muerte llegaba invitó a sus amigos y amigas a recibir el Espíritu que él les enviaba con una nueva fuerza. Ese Espíritu que ya los habitaba, debía hacerse fuerte en ellos y orientarles la vida en ausencia física de su Maestro y sus palabras. Los discípulos agobiados por el dolor, sintieron unos días después en medio de su duelo, que esa presencia de Luz, de Calor y de Vida les ardía en sus pechos y los llamaba a una nueva misión: llevar el mensaje evangélico a todos los rincones de la tierra.

La celebración de Pentecostés no puede ser simplemente un ritual, una noche de antorchas, velas, cantos. Este ritual adquiere todo su sentido en la medida en que responde a nuestra vida diaria, a nuestras relaciones y proyectos. Por ello el tiempo de Pentecostés, estas semanas post-pascuales, son una invitación a abrir espacio en nuestras vivencias y actitudes a la Energía de la Divinidad. Un Espíritu que nos llama a la unidad, que nos invita al amor, que nos motiva a la entrega. Es necesario hacer pentecostés en nuestros días, en cada hora, ante cada elección.

Ese Espíritu es también la Sabiduría que debe siempre acompañar cada elección en nuestros días. Pero la sabiduría sólo puede llegar en corazones que alberguen la humildad, la búsqueda, el deseo permanente de alcanzar nuevas metas y buscar nuevas sendas. El Espíritu no deja oír su voz en medio de consumos, ruidos, satisfacciones permanentes… La Sabiduría de Dios, su Energía de luz, nos habla en el silencio, en la pregunta que cada situación nos hace, en medio de la compasión y las entrañas de misericordia.

Dar gracias al Espíritu por su presencia en nuestras vidas es asumir la vida desde sus parámetros: Buscar el fondo de nosotros mismos, buscar la unidad inherente que constituye a los humanos, construir proyectos de hermandad universal, de acogida y encuentro. Hacer del ágape nuestro norte más último. Pentecostés sólo puede ser una fiesta en la Asamblea de creyentes si esa Asamblea busca actualizar en sus rutas las palabras y los hechos del Maestro Jesús de Galilea. Y esto, en medio de un mundo que tiende a la expoliación de los recursos naturales, a la explotación del hombre por el hombre, a la guerra que destruye masivamente y desdice cada día de Dios. Un mundo que se mueve entre la muerte… La Asamblea de creyentes puede celebrar Pentecostés si la Vida de todo ser sobre la tierra, es el centro de sus prácticas diarias.

 

TRINIDAD. BAUTIZÁNDOLOS EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO

fe adulta

col labrador

 A mediados de los años noventa, leí un texto sorprendente de la teóloga brasileña Ivone Gebara. El comentario del evangelio de hoy es fiel a esta intuición profética.

Hablar de la Trinidad como Padre, Hijo y Espíritu Santo es algo conceptual,  abstracto, es un discurso en el que nos quedamos dándole vueltas pero no nos hace avanzar. Estos significados forman parte del dinamismo de la vida, cambian, se transforman y se adaptan a las nuevas situaciones a las que nos enfrentamos. Las relaciones: “tres personas distintas y un solo Dios”, que aprendimos de nuestros antepasados y tradiciones, podemos afirmarlas de otra manera de acuerdo con nuevas percepciones e intuiciones. Se trata de superar una visión jerárquica y teocéntrica del mundo para avanzar en profundidad.

Hablar de la Trinidad en esos términos nos remite a “códigos cifrados”, es decir, formulaciones que requieren ser abiertas y traducidas de nuevo. Son símbolos que se refieren a las experiencias de la vida que han sido olvidados o absolutizados, dentro de una teoría eminentemente masculina y que no conecta con nuestras experiencias de vida; por eso debemos hacer un esfuerzo de comprensión e interpretación diferente.

Una teóloga norteamericana[1], decía con ironía, que hemos reducido la Trinidad “a un anciano, un hombre joven y un pájaro”. Se trata de recuperar una experiencia de Dios más honda para que aflore su extraordinaria riqueza. Es preciso captar cuál es la experiencia fundamental que subyace de la afirmación cristiana de que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta perspectiva crítica no significa el menosprecio de nuestro pasado cristiano que, a pesar de las limitaciones y condicionantes humanas, ha intentado establecer relaciones de justicia, amor y misericordia entre pueblos y personas.

Es sabido que el número tres indica pluralidad; es símbolo de inagotable riqueza y universalidad. La vida es múltiple, diversa, creativa y en constante evolución. De ahí la simbología de la multiplicidad/unidad.

Pero, ¿a qué experiencia humana corresponde el discurso sobre la Trinidad?[2]

Cuando ahondamos en nuestra experiencia religiosa utilizamos un lenguaje y unas expresiones aprendidas de las que nos da mucho miedo prescindir pero que tienen poco que ver con las cosas de cada día. El reto está en expresar de forma sencilla y comprensible las experiencias que son realmente significativas para nuestra vida. En ellas es donde se expresa nuestra fe, nuestros amores y anhelos más profundos, nuestro compromiso, nuestra solidaridad. Suponen también reconocer el sufrimiento, la discriminación, la competitividad, la lucha por la supervivencia, el dolor de la diferencia, la ambición y los obstáculos que vamos poniendo en las relaciones humanas levantando barreras de todo tipo. Esa es nuestra experiencia.

A partir de ella imaginamos a Dios como diferente, superior a esa limitación que nos constituye. Buscamos un Dios Uno que unifique toda esa diversidad que nos desborda. La Trinidad es expresión de la dolorosa historia humana pero es una Trinidad unificada, como si fuese el deseo de armonía y comunión con todo lo que existe, como si fuera la expresión del mundo transformado en el cual toda lágrima será enjugada y finalmente Dios, o sea el Uno, el Amor, será todo en todos.

Por eso es preciso dar la vuelta a nuestra experiencia cotidiana para verificar en ella el fundamento de nuestra imagen de Dios. La Trinidad que amamos y veneramos nace de nuestra propia experiencia humana, de nuestras entrañas, aunque sea infinitamente mayor que ella. No es algo que está fuera de nosotros. Existimos en ese gran misterio divino explicitado en múltiples facetas lo que conocemos es sólo lo que experimentamos e intentamos interpretar buscando su sentido, su significado. En otras palabras, somos diversas manifestaciones de una única consciencia Divina. Presentimos una profundidad infinita, sin fondo. A ese fondo inagotable de nuestro ser se refiere la palabra Dios Trinidad.

Dios significa la fuente de nuestro ser, la profundidad última de nuestra existencia, el alma, la conciencia. En el fondo íntimo de cada persona se experimenta una apertura de su “yo” a un “tú” personal y al “nosotros” que surge de ese encuentro. Así llevamos impreso en el fondo de nosotros la imagen de la Trinidad. Lo que percibimos en nosotros/as no es sino un pálido reflejo de Dios, somos sus hijos e hijas y llevamos una señal que es  trinitaria. “Nosotros/as no generamos la Luz, solo somos los rayos de ese gran Brillo” (K. Gibran).

Nos sabemos habitados y sustentados por una Presencia, por la permanente acción creadora de Dios en nuestro mismo ser. Es un presente que todo lo llena, todo lo abarca. Lo contemplamos desde la perspectiva del amor, del encuentro que nos nutre, que nos impulsa a experimentarle como familia, comunidad, don de sí, fuente de vida y de gozo, es Trinidad: Padre-Madre, Hijo y Espíritu Santo.

Todo ello me aleja de la tentación de crearme un Dios a mi medida, a mi antojo, que no me complique demasiado la vida, que no me cuestione mis propios argumentos, mis creencias… Dios Trinidad es vida, movimiento plural. No es un concepto abstracto, alejado de mi realidad, de nuestros anhelos más profundos, no es algo estático, inmutable. No es un ser separado sino el Misterio inefable que todo lo llena y en todo se manifiesta.

El reconocimiento de mi propia experiencia, de mi historia personal y colectiva, de mis fallos, de mis limitaciones me posibilita llegar a la experiencia de Dios en mí, en cada uno/a. Hemos sido creados a su imagen y semejanza, se nos invita a sumergirnos en el centro de la Trinidad y aprender a amar como Dios ama, como Jesús amó y dejarnos llevar por su Espíritu. Darnos cuenta de lo que Dios Trinidad es y lo que soy se identifica. Es el fundamento y la fuente de la mayor humanidad. ¿Lo vivimos?

Los últimos versículos del evangelio de Mateo son de los pocos textos que emplean la fórmula trinitaria. En ella se muestra la praxis cristiana de la primitiva Iglesia: “Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.

En definitiva, contemplar y seguir construyendo, aquí y ahora, Trinidad en el universo, en la tierra, entre pueblos y culturas, en las relaciones humanas, en cada persona…

¡Shalom!

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Mª Luisa Paret

 

[1] Sandra Schneiders

[2] I. Gebara, Teología a ritmo de mujer, San Pablo 1995