FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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jueves, 29 de septiembre de 2022

Jornadas formativas y buenas prácticas en materia de protección internacional

 SALESIANOS.INFO

Durante el lunes 26 y martes 27 de septiembre, La Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas (CEPSS) desarrolló las jornadas de formación sobre la gestión de plazas y acogida de personas solicitantes de protección internacional, y su acompañamiento en clave de proyecto de vida.

Las entidades miembro de La Coordinadora, se reunieron de nuevo de forma presencial en Madrid, para abordar y compartir buenas prácticas en materia de asilo y protección internacional. Una línea de actuación muy activa, desde hace más de 10 años, en las plataformas sociales salesianas, con el único objetivo de proporcionar asilo a personas que, perseguidas por motivos de raza, religión, nacionalidad, o conflictos sociopolíticos, deben abandonar su país para salvaguardar sus vidas.

El equipo de técnicas del programa de protección internacional de CEPSS, ha dinamizado el encuentro, contando con la experiencia y testimonio de varios profesionales de las entidades miembro.

 

PROTOCOLOS Y PROCESOS TRASVERSALES EN EL PROGRAMA DE PROTECCIÓN INTERNACIONAL

Durante la mañana del lunes, contamos con pequeñas píldoras que educadores/as y profesionales de la intervención social, pudieron compartir con el resto de asistentes.

Desde Fundación Don Bosco, Mª José Escalona, nos relató cómo es su tarea en el proceso y protocolo de intervención psicológica en el ajuste psicosocial. Contamos también con Ana Belmonte, abogada y asistente jurídica de la misma entidad, que pudo contarnos brevemente la importancia de la intervención y acompañamiento jurídico en los procesos vitales de cada persona, del programa de protección internacional.

David Barqueros, de FISAT fue el encargado de relatar su experiencia con el programa de inserción laboral de las personas solicitantes del programa.  Por último, Ana San Celedonio, de Fundación Pinardi, pudo contarnos su experiencia en asilo político, concretamente en el caso de personas sirias refugiadas.

CASOS PRÁCTICOS Y APLICATIVOS EN CASOS CONCRETOS DE PROTECCIÓN INTERNACIONAL

Por último, durante la tarde, se planteó un caso práctico a trabajar por grupos reducidos, en los que se pudo trabajar el itinerario a seguir junto a los recursos de los que disponemos.

El martes, trabajamos con las entidades de incorporación más reciente en el sistema de Protección Internacional.  La jornada se desarrolló en torno al uso de la herramienta de Empleo I3L, impartido por Esther Briones de Fundación Pinardi, y la gestión de ayudas del propio programa de protección.

Seguidamente, nos centramos en la herramienta Siria, abordándose de manera práctica el uso de ese aplicativo, cuando se requiere ciertas gestiones en el caso concreto de del país sirio.

Además, desde el equipo de La Coordinadora, se pudieron solventar dudas y unificar criterios clave para facilitar la justificación de memorias.

En definitiva, fue un espacio destinado a seguir creando vínculos y procesos homogéneos entre los equipos de protección internacional de las diferentes entidades miembro de las plataformas sociales salesianas.

 

Pues visualizar los contenidos clave de esta jornada formativa en nuestro canal de Youtube

El cardenal Rai denuncia las “pateras de la muerte” de los inmigrantes que huyen del Líbano

 


José Lorenzo

Religión Digital

Tras el ahogamiento de un centenar de personas que viajaban rumbo a Europa en un bote
“El Estado es responsable de esta tragedia por su incapacidad para sacar al país de su crisis económica, financiera y social”, afirmó el cardenal Rai, quien se ha convertido en un crítico implacable del Gobierno
“Las tragedias se han convertido en el pan de cada día de los libaneses. Estamos consternados por el ahogamiento de tantas personas en el mar, a bordo de embarcaciones no aptas para la travesía marítima de larga distancia”, señaló el purpurado
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Parolin: La amenaza del uso de armas atómicas en Ucrania es repugnante

 


Michele Raviart – Ciudad del Vaticano

Vatican News

Al intervenir en las Naciones Unidas en un encuentro dedicado al Día internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, el Secretario de Estado de la Santa Sede subraya la necesidad de un mundo libre de estas armas y el compromiso de todos los países del mundo para regularlas
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Faus: “El objeto del amor de Dios es el mundo, no la Iglesia”

 


Miradas cristianas

González Faus

Hablando con gentes que buscan “algo más”, en las que el vacío es casi una herida, que quieren volver, pero no saben a dónde…, he pensado a veces en remitirlos directamente al evangelio
Los humanos podemos tener pequeñas experiencias de comunión: asombrosas a veces pero relativas y finitas. Hasta dónde puede llegar ese atisbo nuestro en el Ser Infinito y Absoluto, no podemos ni imaginarlo. Solo cabe el asombro adorador, sobrecogido y confiado ante esa Buena Noticia
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El Papa: comprender las causas de esta guerra mundial y liberar los corazones del odio

 


Paolo Ondarza – Ciudad del Vaticano

Vatican News

papa47

“Estamos viviendo la tercera guerra mundial”, es “un error pensar que es entre Rusia y Ucrania” o “entre buenos y malos”. Debemos “liberar los corazones del odio”. Algunas de las reflexiones que el Papa Francisco compartió el 15 de septiembre en Kazajistán con los miembros de la llamada “Región Rusa” de la Compañía de Jesús. Ucrania, dice el Papa, es la primera víctima de una agresión inaceptable y sacrílega. La entrevista completa se publicará mañana en el sitio web de “La Civiltà Cattolica”
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Entrevista a Noam Chomsky:«La única forma de saber si es posible un acuerdo político en Ucrania es intentarlo»

 


Andrés Gil


Chomsky
Fuentes: El diario
“La invasión [de Ucrania] en sí misma es una agresión criminal, como la invasión de EEUU sobre Irak, o la de Hitler sobre Polonia”, dice el intelectual en conversación con elDiario.es: “Pero, aparte de eso, es una estupidez increíble. Ha metido a Europa en el bolsillo de EEUU”
Lingüista, filósofo, intelectual, activista. Noam Chomsky nació en vísperas del crack del 29 (East Oak Lane, Philadelphia, Pensilvania, EEUU, 1928), en un momento en el que la crisis de Entreguerras alumbró el New Deal en EEUU, al tiempo que las democracias liberales entraban en crisis en una Europa en la que Stalin comandaba la URSS, se consolidaba el fascismo en Italia, el nazismo ganaba posiciones tras el Putsch de Múnich y la dictadura de Franco estaba a la vuelta de la esquina como preludio de la Segunda Guerra Mundial.
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Arzobispo de Poitiers: “El celibato priva a la Iglesia de excelentes sacerdotes y pastores”

 


José Lorenzo

Religión Digital

Celibato

Ordenar sacerdotes casados, “un camino posible y sin duda deseable”, según Pascal Wintzer
El pastor francés, defendiendo su opción celibataria, considera sin embargo que ordenar hoy día sacerdotes casados “es un camino posible y sin duda deseable”
“No cuestiona al clero célibe y no debe llevar a los sacerdotes de hoy a ‘casarse’, ya que cada uno está llamado a la fidelidad a las elecciones realizadas”, señala el arzobispo
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Los desafíos del próximo Cónclave

 


Marco Politi

Reflexión y LIberación

¿Cree que un Cónclave en un futuro cercano, y sus elecciones, estarán condicionadas por la realidad internacional, por el llamado nuevo orden mundial que muchos están tratando de construir después de la guerra en curso?
Es cierto que “los Papas se reúnen en Cónclave” (como dijo el cardenal Siri) pero también es cierto que los cardenales electores son personas que, además de la Iglesia, piensan en el mundo donde esta Iglesia vive y camina. Entre otras cosas, el mundo necesita una Iglesia capaz de ofrecer respuestas para la coherencia entre fe y vida.
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Los últimos sondeos dan a Lula la mayoría absoluta en las elecciones brasileñas de este domingo

 


Dario Pignotti

Público

Lula

(Página 12)
El líder del Partido de los Trabajadores puede ganar los próximos comicios, pero el ultraderechista Jair Bolsonaro amenaza con un recuento paralelo de los votos con los militares.
Si las elecciones fueran este martes, Luiz Inácio Lula da Silva sería electo presidente en primera vuelta. Así lo indica una encuesta de la consultora Ipec que le dio más del 52% de los votos válidos. Los números se conocieron este lunes cuando artistas, políticos e intelectuales comenzaban a llegar a un centro de convenciones de San Pablo donde se iba a realizar un acto en apoyo del líder del Partido de los Trabajadores (PT).
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Francisco: El uso bélico de la energía atómica es un crimen

 


Andrea De Angelis – Ciudad del Vaticano

Vatican News

papa47

En la novena Jornada Mundial por la Eliminación de las Armas Nucleares, el Papa reitera en un tweet que “hoy más que nunca” el uso “con fines bélicos” de este tipo de recursos va “no sólo contra el hombre y su dignidad, sino contra cualquier posibilidad de futuro en nuestra casa común”
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Quién es Giorgia Meloni, la mujer que ha llevado a la ultraderecha al triunfo en Italia

 


Mariangela Paone

Rebelión

Fuentes: eldiario.es
A sus 45 años, la líder de Hermanos de Italia se prepara para ser primera ministra tras tres décadas de vida política y una militancia que empezó tocando a las puertas del partido fundado por los nostálgicos de Mussolini.
¿Quién es Giorgia Meloni? ¿Quién es la mujer que se prepara para liderar el futuro Gobierno de Italia? La pregunta resuena en Italia y en el extranjero desde hace semanas, desde que, tras la caída del Gobierno de Draghi, su partido, Hermanos de Italia, se afianzaba como la ganadora de las elecciones.
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El ascenso de Meloni en Italia: la ultraderecha que no quiere al Papa

 


Jesús Bastante

Religión Digital

La futura primera ministra llega al poder a los cien años del ascenso de Mussolini
El nombre del partido de Meloni, ‘Fratelli’, evoca para los creyentes la última encíclica del Papa, ‘Fratelli Tutti’. Sin embargo, sólo el nombre -y la, aparente, confesión de fe- unen a Bergoglio y Melloni, que a buen seguro compartirán, en breve, audiencia y presencia en los grandes acontecimientos litúrgicos en el Vaticano
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BIOFILIA VERSUS NECROFILIA: LA PRÓXIMA ELECCIÓN, UN PLEBISCITO


col boff

 Traducción de Mª José Gavito Milano

*Leonardo Boff es teólogo, filósofo y escritor, ha publicado: Brasil: concluir la refundación o prolongar la dependencia, Vozes 2018.

En la misa de Pascua se canta uno de los himnos más bellos del gregoriano, en el cual se dice: “la muerte y la vida se enfrentaron en un duelo” (mors et vita duello conflixere mirando). Y se termina: “el señor de la vida, reina vivo” (dux vitae, regnat vivus).

Refiero este texto litúrgico como metáfora de lo que va a realizarse en las próximas elecciones: un plebiscito en el cual se libra efectivamente un duelo político entre dos proyectos de Brasil y dos modelos de presidente. Un proyecto tiene como representante y promotor a un presidente claramente aliado al dominio de la muerte. No lo digo yo, lo afirma una de las inteligencias jurídicas más brillantes de nuestros país, exgobernador de Río Grande del Sur, exministro de justicia, Tarso Genro:

“Para Jair Bolsonaro no hay adversarios, sólo hay enemigos a ser abatidos por las armas. ¿Cómo un político que defende la ejecución de sospechosos, el fusilamiento de “30 mil compatriotas”, el asesinato de un presidente pacífico y democrático, la tortura como método inquisitorial, el fin de la democracia política, que sostiene que el error de la dictadura no fue torturar, sino que fue “no matar”, que explicita públicamente su admiración por Hitler y se burla de la tortura sufrida por una mujer digna –que estaba siendo retirada de la presidencia–, cómo este político fue cobardemente naturalizado por el “establishment” neoliberal y por las grandes cadenas de comunicación, después de haber cometido y repetido muchos crímenes bárbaros y de haber hecho una consciente propaganda genocida contra la vacunación?”

Aquí queda claro un proyecto de muerte que, en el caso de que Bolsonaro sea reelegido, lo llevará a cabo. Es el dominio de la necrofilia, de la promoción de la muerte y sus derivados, como el odio y la mentira.

En el otro lado del duelo hay otro representante, Luis Inácio Lula da Silva. No quiero ser maniqueísta que sólo considera el bien de un lado y el mal del otro. El bien y el mal se mezclan. Pero hay que reconocer que en Lula el bien alcanza más expresión. Presenta un proyecto cuya centralidad reside en la vida, empezando por los que menos vida tienen: los treinta millones de hambrientos, los 110 millones con insuficiencia alimentaria, los millones de desempleados o subempleados, los trabajadores y los pensionistas que han visto disminuir sus derechos, con el salario mínimo congelado.

Para resumir, lo primero que hay que hacer es garantizar los mínimos: comida, salud, trabajo, educación, casa, tierra para producir alimentos para el pueblo, seguridad y oportunidad para aquellos que históricamente son los descendientes de la senzala (el 54% de la población), que puedan acceder a la enseñanza superior, universitaria o técnica. Gobernar es cuidar de todos, pero siempre a partir de los humillados y ofendidos. La inspiración viene de Gandhi que decía: hacer política es tener un gesto amoroso para con el pueblo y cuidar de las cosas comunes. O en las palabras del Papa Francisco en su Fratelli tutti: la política tiene que ser hecha con ternura “que es el amor hecho próximo y concreto, un movimiento que procede del corazón y llega a los ojos, a los oídos y a las manos” (n.196). Es el reino de la biofilia, del amor a la vida.

Estos dos proyectos, como en un duelo, se están enfrentando en esta elección. Toca a los ciudadanos hacer su discernimiento: em definitiva, ¿qué país queremos? ¿Qué presidente es más portador de vida, de medios de vida, de esperanza y de gusto de vivir? No somos piedras que solamente existen. No queremos solo existir, queremos vivir y convivir en paz unos con otros.

Lo que experimentamos en el gobierno del presidente actual ha sido el decrecimiento de nuestra humanidad, el abandono de miles de personas entregadas a la virulencia de la Covid-19, que murieron cuando podrían haberse salvado si no hubiese sido por el tenaz negacionismo oficial.

Lo que más nos duele y avergüenza es la falta de compostura de la más alta autoridad de la nación, que debería vivir las virtudes que le gustaría ver realizadas en el pueblo como la solidaridad, el cuidado de unos a otros y de nuestras riquezas naturales y la promoción de nuestra ciencia y cultura, agredidas por él de forma vejatoria. Al contrario, predominó la difusión del odio, de las fake news, la grosería, el lenguaje soez y todo tipo de discriminación hacia los afrodescendientes, los indígenas, los quilombolas, las mujeres, los pobres y los LGBT+ entre otros.

Solo podremos superar este flagelo político-social y necrófilo si, en este duelo, optamos por el proyecto de la biofilia. Aquí me valgo otra vez del exgobernador Tarso Genro: “Una semana antes del plebiscito hay que conseguir un gran acuerdo político de gobernanza y gobernabilidad, derrotando a Jair Bolsonaro en la primera vuelta, unidos en torno al nombre más fuerte para vencer y conducir la nación al destino democrático y social que nuestro pueblo merece”.

Ese nombre está emergiendo como el preferido de los electores: Lula da Silva. Es un superviviente de la gran tribulación nacional, mostró que fue capaz de humanizar la política, sacando a Brasil del mapa del hambre, creando políticas sociales y populares que dieron oportunidades a los excluidos, a muchos otros y principalmente devolvieron a los empobrecidos su dignidad.

El destino de nuestra nación está en nuestras manos. Depende de que tomemos la opción que saque a Brasil del foso en el cual lo han metido, nos permita disminuir la nefasta desigualdad social y, por fin, nos conceda la alegre celebración de la vida. La próxima elección-duelo del 2 de octubre será el gran test: qué Brasil y qué presidente, de hecho, queremos.

Ojalá triunfe el proyecto de la biofilia, del amor a la vida, especialmente la vida sufrida de las grandes mayorías.

FRATELLI DEL MONDO

FE ADULTA

col koldo

 

Un día los mares recobrarán toda su belleza y esplendor, olvidarán que también fueron tumbas, naufragio de hermanos y anhelos. Concluiremos que de todas las aguas es preciso rescatar a quienes en ellas peligran, llevarlos a buen puerto, proporcionarles manta de lana y sopa caliente. Un día nos daremos cuenta de que la Unión Europea sigue siendo buena nueva, buena nave en medio de un mundo tan dividido, por más que toda unión es susceptible de mejora. En Bruselas pueden morar "burócratas y mercantilistas”, pero también buenos y buenas navegantes, imprescindibles europeístas de sana y noble voluntad.

El temor y el propio ombligo no inauguran porvenir. Un día sabremos que la historia no se escribe con miedo, sino con fe, esfuerzo colectivo y generosidad, sobre todo en las horas más difíciles. Hungría, Polonia y ahora Italia no estaban precisamente a la vanguardia del futuro, sino más bien a la zaga, pues habían decidido cargar con nuestros atávicos lastres colectivos, consentido llevar nuestros recelos, individualismos y falsos orgullos a la cúspide del poder.

El euroescepticismo, la xenofobia y el nacionalpopulismo pueden enardecer importantes masas en una breve noche de euforia electoral, pero la felicidad nunca dejará de ser una causa de dimensión y alcance planetario. Creemos en una alegría de largo recorrido que se pueda compartir más allá del círculo en el que ondea nuestra propia bandera. Un día sabremos que puede haber compasión, mas no signos ostentosos de amistad para quien invade, mata y tortura; para quien bombardea de forma inmisericorde hospitales, escuelas y ciudades colmadas de hermanos ucranianos.

El ideal de la "fraternità" era algo más universal e inclusivo. Una aspiración tan alta no claudica ante las fronteras, no se limita a los súbditos de una nación. La "forza" y la "grandezza" de Italia residían precisamente en su capacidad para darse, no para blindarse, para arrojar salvavidas al Mediterráneo por encima de atávicos prejuicios, por arriba de desconfiados proteccionismos. 

Por mucho que el mitin oportunista anuncie y proclame el apocalipsis, cualquier narrativa seria tropezará con el Nuevo Testamento. “Soy Giorgia. Soy una mujer, soy madre, soy italiana, soy cristiana", pero al acorazarnos damos la espalda al Nazareno. Honramos, como no podía ser de otra forma, a "la madre italiana y cristiana", por más que será preciso recordar que la civilización de Jesús el Cristo era aquélla precisamente más proclive a la acogida fraterna, a la sopa caliente y a la manta de lana para el necesitado. La familia no urge quien la defienda, sino más bien quien la viva con discreción, quien la colme hoy de renovado sentido, de paz, armonía y gozo. Recortar fondos de recuperación destinados a la lucha contra el cambio climático tampoco semeja una solución precisamente evangélica. 

No vuelve el “Duce”, la historia nunca repite renglones, pero ninguna nostalgia debería acaparar cuotas de poder. Más allá de quien quiso gobernar el país como su negocio (Silvio Berlusconi) o quien se empeñó en descalificar a todos y todo sin ofrecer después nada nuevo (Beppe Grillo) o de quien se quiso atrincherar en el Norte rico y cortar todas las amarras (Matteo Salvini), la entera Italia deberá encontrarse en su centro, en su siempre fresca identidad, en su corazón alegre y descubierto. 

Un día abriremos de nuevo brazos y límites de todo signo. Después de reparar tanto en nuestros intereses y en los exclusivos de nuestra nación, recordaremos que las fronteras tenían fecha de derrumbe a una altura bien visible de su viejo granito; que no podíamos ser "fratelli d'Italia" sin serlo del mundo entero.

LOS OBISPOS NI SON -NI ESTÁN- PARA BLOQUEAR

RELIGIÓN DIGITAL

col aradillas

El término “bloquear” procede del francés “bloc”, y este, a su vez, del neerlandés, con el significado de “obstruir el paso con un tronco”. En castellano hacen aún más bloque al “bloc” acompañándolo de expresiones tales como “paralizar la capacidad de actuación, o mental”, “impedir o frenar”, o “interrumpir el paso o el movimiento”.

Y con este preludio me dispongo a redactar estas sugerencias, prevalentemente surgidas  del ancho y fructífero noticiario que dentro de la Iglesia, y más en sus periferias -también en las civiles-, hacen aparecer cotidianamente los medios de comunicación  eclesiásticamente “oficiales”, o no.

Bloqueo a la sinodalidad

Y la opinión más generalizada que se percibe, es la de que, en los espacios religiosos en los que la sinodalidad está siendo estimulada merced al sumo interés patroneado por el papa Francisco, resultan ser precisamente los obispos quienes aparecen con mayor y más denodada frecuencia, ejerciendo de bloqueadores de no pocas -la mayoría- de las aportaciones-conclusiones a las que laicos y laicas llegaron, con su reflexión, estudios y la gracia de Dios.

La del diálogo-relación entre laicos y obispos -y viceversa- no fue ni es “Ciencia Sagrada”. Todavía está lejos de serlo y de ser como tal practicada. Hablan idiomas distintos. Unos, solo en latín medievalizado, curial y “de oídas”. Y otros lo hacen ya en “román paladino”, en su lengua vernácula, con la verdad por delante y sin ceremonias y ritos y sin necesidad de tener que oler sus palabras a incienso, rubricadas sempiternamente con el litúrgico, definitivo y semi dogmático AMÉN.

La dificultad llega a catalogarse de insondable e inmarcesible, cuando no son las palabras, sino los hechos, los medios e instrumentos de expresión, válidos y veraces, para hacer surgir el diálogo y buscar y encontrar caminos de entendimiento por el amor y la comprensión entre unos y otros. La vida de un clérigo, y aún más si este es obispo, con sus relevantes episodios y parafernalia, por “cristianas” que sean y así se presenten, no tiene absolutamente nada que ver con la de los laicos. Son distintas. Son “otras vidas”, la “otra vida” según los “Novísimos o Postrimerías” del catecismo. Vidas incomprensibles para unos y otros, por muchos y santos esfuerzos que ambos hagan, aunque hayan leído y lean los textos de la misma edición de los evangelios.

Un laico, por cristiano que sea, y un obispo, con sus mismos signos y deseos, viven -o le hacen vivir- en esferas tan distintas y distantes que ni en el planteamiento de sus problemas es fácil encontrarse, haciendo uso del mismo léxico. El precisamente teológico -y aún el catequístico- no resulta ser hoy vehículo para transportar ideas, y sentimientos, con la fidelidad y con la tranquilidad de conciencia de haber podido ser comprendido por el interlocutor, al igual que si lo hicieran los avecindados en otros planetas.

No  obstante, tal y como obispos y laicos se confiesan en los medios de comunicación social -pero sin claros propósitos de enmienda-, el hecho es que los obispos  sistemáticamente, y salvo las “honradas” excepciones de siempre, siguen ejerciendo de bloqueadores  de las iniciativas de laicos y laicas, dando la facilona e infeliz impresión de que esta es precisamente su misión y su oficio, y que tal pudo y debió ser la intención  del papa Francisco al convocar el santo sínodo y al programarlo de esta manera.

La verdad auténticamente eclesial es la de que el obispo, por obispo, no está para entorpecer

Pero resulta que la verdad auténticamente eclesial es la de que el obispo, por obispo, no está para entorpecer. Así lo salmodian los textos sagrados y la Iglesia desde sus orígenes primigenios, comenzando por los etimológicos. El obispo no es ni está para poner dificultades a todo y a casi todos, y a todas. No consagraron a los obispos para tal función y oficio, si bien es verdad que en la selección -que no elección- de la terna en la que su nombre ocupaba el correspondiente casillero, las posibilidades de los bloqueadores-saboteadores superaron con asiduidad a las de los “adelantados, avanzados o progres”.

El sistema “oficial” de “prudencia, sensatez, moderación y cautela” en la selección de “episcopalbles”, no es a su vez de “providencial”. Ni en consonancia con el Evangelio. Lo es más con el de “promotores o guardadores de sus intereses personales o de grupo, pero jamás de la Iglesia postsinodal.

La palabra “obispo”,  en griego como y en castellano, y más con el subtítulo y aplicación de “sucesor de los Apóstoles”, demanda con urgencia innegable “rebautizarse, confirmarse y  consagrarse”, de nuevo, con otra preparación, liturgia y Código de Derecho Canónico, sin Nuncio y con la participación de otros “hermanos en el episcopado”, de sus sacerdotes y del pueblo de la diócesis a pastorear.

PENSAMIENTO CRÍTICO FRENTE A LA CULTURA DE LA BANALIDAD

FE ADULTA

col leandro sequeiros

 

Razón y Fe, 2022, t. 286, nº 1459, pp. 209-220, ISSN 0034-0235 209

1. Usar y tirar: la sociedad de la banalidad

Los sociólogos insisten en que hemos construido y estamos construyendo una sociedad cada vez más banal, más vacía, más consumista de evasiones. Tal vez siempre lo haya sido, pero antes se intentaba disimular, se consideraba un hecho negativo, mientras que ahora no hay ningún empacho en aceptar la banalidad.

Es una banalidad que abarca muchos aspectos y que se ha infiltrado en el sistema circulatorio de la vida social, aunque probablemente no tenga ese carácter peyorativo que, a priori, pueda parecer, pues el ser banal no deja de ser una opción más de las muchas que ofrece la existencia humana.

Es un hecho que, en las nuevas generaciones de ciudadanos occidentales, en general, aumentan las actividades banales; no hay más que fijarse en la forma en que reciben la información, siempre en exceso, pero de forma muy ligera, procesan cantidad de información en soportes de fácil asimilación: en audio o en pantalla, con mensajes cortos, que apenas requieren esfuerzo intelectual, o a través de las redes sociales, que suelen ser el mayor canto que se ha inventado a la banalidad. Las generaciones emergentes huyen de la prensa y, en particular, de los artículos largos de opinión; les basta, en el mejor de los casos, con leer titulares, aunque, naturalmente y gracias a Dios, hay honrosas excepciones.

Esta banalidad se plasma en el ‘usar y tirar’ que tanto se está instalando en la nueva sociedad: se utiliza ropa de usar y tirar, comida de usar y tirar –léase comida instantánea en abundancia, con cantidad de sobras que acaban en el contenedor de basura–, muebles de usar y tirar… hasta parejas de usar y tirar; la vieja costumbre de parejas bastante estables está dando paso a numerosas y sucesivas parejas de duración efímera y escaso compromiso.

Si se contempla críticamente el conjunto de valores de nuestra sociedad, llama la atención que las redes sociales construyen la vida como una sucesión de banalidades, sin gran apego por casi nada y con una gran dosis de provisionalidad, pensamiento Ikea y por extensión, a los afectados por esta corriente ideológica, generación Ikea. Y daba a entender con este símil mueblístico la preferencia de estas generaciones por lo inmediato, sin planteamientos de futuro ni de permanencia, a lo cual, sin duda, colabora la provisionalidad de buena parte de los trabajos y los sueldos de la actual clase trabajadora, que no permiten proyectos estables de futuro, aunque tampoco me parece suficiente motivo para abrazar esa banalidad generalizada en la que está inmersa la sociedad.

Insisto en que, cuando se habla aquí de banalidad, no se hace de forma peyorativa –uno ya tiene edad suficiente como para no dar consejos a nadie sobre la manera de conducir su vida– sino como una constatación, mezclada con sorpresa, de que los hábitos, sobre todo intelectuales, están cambiando y que el antiguo valor del esfuerzo y la sólida formación está dando paso a la liviandad, a la ligereza… a la banalidad.

2. Zygmunt Bauman y la ceguera moral de la cultura

Cuando se habla de “banalidad”, un referente obligado es el sociólogo Zygmunt Bauman. El 9 de enero de 2017 falleció en su casa de Inglaterra el sociólogo de origen polaco a los 91 años. Desde su punto de vista, lo que denomina la “modernidad líquida” –como categoría sociológica– es una figura del cambio y de la transitoriedad, de la desregulación y liberalización de los mercados.

La metáfora de la liquidez –propuesta por Bauman– intenta también dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad individualista y privatizada, marcada por el carácter transitorio y volátil de sus relaciones y por unos principios éticos inciertos. El amor se hace flotante, sin responsabilidad hacia el otro, y se reduce al vínculo sin rostro que ofrece la realidad virtual. Surfeamos en las olas de una sociedad líquida que puede licuar incluso a las religiones.

Tal como han apuntado los comentaristas, la modernidad líquida es un tiempo sin certezas, donde los hombres que lucharon durante la Ilustración por poder obtener libertades civiles y deshacerse de la tradición descubren la falta de certezas. Esta humanidad moderna se encuentra ahora con la obligación de ser libre asumiendo los miedos y angustias existenciales que tal libertad comporta. Por eso, ahogarse en un océano de banalidad es la solución inmediata para sobrevivir.

Este es el sombrío panorama que nos describe Bauman. Este es ahora muy conocido por acuñar el término, y desarrollar el concepto, de la llamada modernidad líquida. Tal difusión ha tenido este término que, junto con el también sociólogo Alain Touraine, Bauman fue ganador del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2010.

El último de sus libros traducidos al castellano, Ceguera Moral (1), insiste más aún sobre las consecuencias extremas a la que puede llevar la modernidad líquida: a la pérdida del rumbo moral, a la ausencia de unos principios éticos de validez universal y perenne que den cierta solidez al edificio de las sociedades occidentales.

Pero ¿qué lugar puede ocupar la experiencia religiosa en este contexto? Si las religiones suelen ofrecer fortaleza y seguridad, ¿qué se puede esperar en la época de la modernidad líquida? ¿Abre Bauman alguna posibilidad? ¿Hay brotes de un posible retorno de lo religioso (como apuntaba José María Mardones hace muchos años) (2) en un mundo deseoso de certezas?

3. Los rasgos pesimistas de la sociedad occidental según Zygmunt Bauman

El fallecimiento de Bauman ha reactivado el interés por sus ideas. En un ensayo de Mónica Redondo (3), “5 ideas de Zygmunt Bauman que retratan a la sociedad moderna”, se apuntan cinco claves para entender lo que está pasando en nuestro mundo. La Modernidad Líquida de Bauman rompe con las estructuras fijadas en el pasado.

La filosofía de vida, los valores y lo que se considera ético y moral ha cambiado radicalmente en los últimos años, a causa de los cambios políticos y sociales ocurridos a partir de la segunda mitad del siglo xx.

En el libro Modernidad líquida, Bauman es capaz de explicar los fenómenos sociales de la era moderna y qué es lo que nos diferencia de las generaciones anteriores. A partir del año 2000, año de su publicación, el filósofo polaco escribe una serie de obras que resumen sus conceptos sobre la realidad que nos rodea: Amor líquido (2003), Vida líquida (2005) y Tiempos líquidos: vivir una época de incertidumbre (2007).

Estos parecen ser los puntos más significativos de Bauman:

1. La realidad líquida consiste en una ruptura con las instituciones y las estructuras fijadas. En el pasado, la vida estaba diseñada específicamente para cada persona, quien tenía que seguir los patrones establecidos para tomar decisiones en su vida. En la modernidad, el filósofo polaco afirma que las personas ya han conseguido desprenderse de los patrones y las estructuras, y que cada uno crea su propio molde para determinar sus decisiones y forma de vida. La sociedad actual se basa en el individualismo y en una forma de vida cambiante y efímera.

2. En la vida líquida según Bauman, la sociedad se basa en el individualismo y se ha convertido en algo temporal e inestable que carece de aspectos sólidos. Todo lo que tenemos es cambiante y con fecha de caducidad, en comparación con las estructuras fijas del pasado.

Muchas de las cosas que explicó Bauman hace 17 años en su obra Modernidad líquida y las que la siguieron se han convertido en una realidad en nuestros días. El sociólogo logró explicar el funcionamiento de la sociedad actual y determinar la relación de las nuevas generaciones con conceptos como el amor, el trabajo o la educación.

3. El amor líquido en la red social Tinder. Muy poco tienen que ver las relaciones de nuestros abuelos con la nuestra. Miedo al compromiso, rollos de una noche, desengaños amorosos… Para muchos jóvenes (y no tan jóvenes) este puede ser el pan de cada día. Para Zygmunt Bauman, estas relaciones son las que dan nombre a su concepto de amor líquido.

Según su patrón, el miedo al compromiso y a las cosas a las que hay que renunciar, como la libertad, son la razón principal por la cual existe este miedo a comprometerse y a darlo todo por una pareja. La vida líquida es una sucesión de nuevos comienzos con breves e indoloros finales. Las relaciones amorosas acaban convirtiéndose en breves episodios, en los que priva la búsqueda del beneficio personal. Cuando una pareja deja de ser rentable, se deja de lado y se busca una nueva. Ni más ni menos que la filosofía de Tinder. Es cierto que historias de amor para siempre han ocurrido gracias a la aplicación de búsqueda de parejas, aunque la mayoría de los usuarios desliza rostros en su pantalla hasta encontrar el indicado para pasar la noche.

4. Ciudadanos del mundo. Si hay algo que no queremos, son ataduras, ni en el amor ni en nuestra forma de vida. En la era moderna, es bastante común entre los jóvenes hacer un viaje de varios meses por América Latina o el Sudeste Asiático, con el objetivo de romper con las barreras y ser testigos de realidades distintas a las de su país de origen.

La realidad líquida de Bauman describe precisamente este escenario, que invita al movimiento, al flujo y a la búsqueda de nuevas experiencias, pero sin echar raíces en ningún lugar. Son ciudadanos del mundo, pero de ningún lugar al mismo tiempo.

5. No más trabajos para toda la vida. Esta filosofía basada en la búsqueda de nuevas experiencias y ser ciudadano de mundo también se ve reflejada en el ámbito laboral dentro de la sociedad líquida. Nuestros abuelos y padres entraron a trabajar en una empresa cuando acabaron la universidad, y se jubilaron en el mismo lugar 40 años después. Las personas no quieren ataduras ni en el amor ni en el trabajo, según Bauman.

En la actualidad, no existe el llamado trabajo de nuestra vida. Los empleos son cambiantes y el mercado actual necesita renovaciones dentro de las empresas cada poco tiempo. Por otro lado, Bauman identifica en sus obras la necesidad de cambio en los trabajadores, a los que se les reclama cada día más volatilidad y capacidad de trabajo en diferentes áreas.

4. Hannah Arendt, sobre la banalidad del mal

Pero hay otro aspecto de la “banalidad” ética de nuestra sociedad que, aunque está insinuada por Bauman, había sido recogida por la filósofa judía Hannah Arendt. Un 14 de octubre de 1906 nacía Hannah Arendt, una de las figuras más relevantes de la filosofía política alemana del siglo xx que teorizó sobre la “banalidad del mal” y que falleció en Nueva York en 1975. Arendt “se convertiría en una de las teóricas políticas alemanas (con atisbos de filósofa) más importantes del siglo xx. Víctima del antisemitismo nazi de 1933, Arendt pasó parte de su vida como apátrida entre 1937 y 1951, cuando el Gobierno de Alemania le quitó la nacionalidad (que más tarde le entregaría Estados Unidos)” (4).

Arendt fue un personaje que, a pesar de que se estudie como filósofa política, ella misma rechazaba ser relacionada con la reflexión filosófica. Le gustaba describirse como “teórica política”, pero obras como La condición humana y su constante crítica a otros pensadores han terminado por situarla en el prisma filosófico.

5. La banalidad del mal,Hannah Arendt y por qué se permiten atrocidades

Seguramente, la obra más conocida de Hannah Arendt es Eichman en Jerusalén. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Adolf Eichman, el que fuera responsable de la logística para la organización y distribución de los campos de concentración, huyó a Argentina para evitar un Tribunal de Guerra. Finalmente, en 1961, Eichman fue secuestrado y juzgado en Jerusalén, saltándose todo el derecho internacional. Entonces, The New Yorker pidió a Hannah Arendt que realizara una crónica del juicio.

Fue a partir de este suceso que Arendt redactó el que, seguramente, sea su ensayo más conocido: Eichman en Jerusalén. En él, la alemana no solo describió el proceso del juicio minuciosamente, sino que se planteó una pregunta esencial: ¿por qué Eichman no parecía malvado si lo que había permitido y en lo que había contribuido era a todas luces un horror? Hannah Arendt ve a Eichman como una persona absolutamente normal: consciente de lo que ha hecho, nunca lo niega pero tampoco ve nada

 intrínsecamente malo en los actos que ha realizado.

“Cumplía órdenes de Estado”, defendía el alemán quien, además, alegaba la condición de “buen ciudadano” que cumplía aquello que se encomendaba. Y, sobre esto, Arendt definió “la banalidad del mal” (depende de la traducción, se puede encontrar de otra forma). En primer lugar, la banalidad, en tanto que es poco trascendente, no lo sitúa sobre el hecho que “es horrible”, sino sobre el por qué Eichman lo permite o contribuye a ello. Para Hannah Arendt, el que el acusado no sustente sus actos en fuertes convicciones ideológicas o morales resulta, incluso, más aterrador que el mismo hecho en sí. ¿Por qué una persona normal, que ni es malvada ni tiene mayores pretensiones que las de cumplir órdenes, se involucra en tamaña maldad?.

Por una incapacidad de juicio. Hannah Arendt distingue entre conocimiento y pensamiento; el primero es la acumulación de saberes y técnicas, la conceptualización de lo aprendido mientras que el segundo lo define como una suerte de constante diálogo interno en el que, en la íntima soledad, uno juzga sus propias acciones.

Eichman carecía de “pensamiento”, o al menos no lo ejercitaba mientras orquestaba el traslado de miles de judíos para ser ejecutados. Esto lo situaba como un “nuevo agente del mal” que, sin parecerse en nada a los más convencidos ideológicamente, se entremezclaban en una masa desideologizada y sin reconocimiento que contribuye (activa o pasivamente) al “horror”.

Hannah Arendt distingue –dentro de la incapacidad del juicio– entre tres grupos: los nihilistas, que con la creencia de que no hay valores absolutos se sitúan en las esferas de poder; los dogmáticos, que se aferran a una postura heredada; y los ciudadanos normales, similar al hombre-masa que estableció Ortega y Gasset, el grupo mayoritario que asume las costumbres de su sociedad como “buenas” de una manera acrítica. Todos los grupos carecen del pensamiento definido por Hannah Arendt. La alemana defendió que el nazismo se alimentó, y fue alentado, por estos tres grupos, lo que permitía que el grueso del país pudiera realizar los horrores contra la Humanidad. Aun así, Arendt explica que esta  ausencia de diálogo interno no es un mal de por sí y menos aún conlleva ningún acto, a priori, malo. Es en situaciones extremas, como el auge y establecimiento del nazismo en Alemania, en las que esta banalidad del mal reluce como complicidad e incluso simpatía con los “horrores”.

6. Las condiciones humanas: Hannah Arendt y la banalidad del mal

Discípula de Martin Heidegger y Karl Jaspers, el pensamiento de Arendt se puede acercar al pensamiento del existencialismo moderno. En su obra más representativa (entre otras), La condición humana, la pensadora alemana realiza un estudio sobre el estado de la humanidad en los tiempos que le son dados.

Arendt define la “condición humana” como aquello que le determina, negando la “naturaleza humana” como primer referente. Destaca “tres actividades fundamentales” sobre las que se yergue esta condición: labor, trabajo y acción; todas ellas englobadas en el concepto vita activa. Cada una de estas corresponde a una condición: biológica, mundana y pluralidad.

7. Es oportuno, importante e incluso necesario recuperar la capacidad de reflexión sobre el sentido de la vida

Las figuras intelectuales sobre la banalidad, tanto Bauman como Arendt, y la oportunidad del libro del profesor Manuel Fraijó, Semblanzas de grandes pensadores (5), nos invitan a leer y fomentar el pensamiento crítico para repensar nuestra vida en el contexto de la cultura líquida y de la banalidad. Una sociedad que tiene el peligro de “encefalograma plano”, que solo piensa en pasarlo bien, evadirse, consumir y usar y tirar, necesita algún tipo de revulsivo como el mismo Fraijó insinúa. Los recientes debates en Europa sobre la necesidad de volver a introducir la formación filosófica en los currículos educativos de secundaria nos abren a la esperanza. En el largo, fatigoso y a veces estéril camino de la reflexión no estamos solos. Muchos hombres y también mujeres (pero estas apenas aparecen en los libros de texto de filosofía) nos han precedido. No vamos solos, sino que avanzamos sobre lo que otros han elaborado antes.

El 15 de febrero de 1676 escribía Isaac Newton en una carta al físico Robert Hooke: “si he podido ver más lejos es porque me encaramé a hombros de gigantes”. Parece ser que esa expresión no es original de Newton, pues los expertos la atribuyen en el teólogo y filósofo John de Salisbury (1115-1180). Sea o no Newton el autor, merece nuestra atención. La historia social de las ciencias muestra que el desarrollo del pensamiento racional no suele ser obra de una sola persona. Ya Thomas S. Kuhn destaca la importancia de las comunidades científicas como constructoras de los paradigmas que fortalecen, transforman y derrocan las teorías científicas. De igual modo, las ciencias sociales crecen y se edifican desde determinadas concepciones del mundo y de la realidad. Históricamente, han sido los llamados “pensadores”, las mentes más privilegiadas, las que encaramándose a los hombros de los pensadores anteriores han hecho avanzar la interpretación de los procesos sociales.

8. La revista Razón y Fe nos invita a retomar el hábito de pensar frente a la cultura de la banalidad

La revista Razón y Fe, desde su fundación en 1901, nos invita a reaprender y a pensar. A valorar a los que consideramos “pensadores”. A fomentar una generación de hombres y mujeres con Capacidad crítica ante la realidad y no vivir en la banalidad de lo efímero. En una sociedad multicultural urge la construcción de espacios y plataformas de reflexión interdisciplinar que de la

atonía la cultura de masas dominante que solo busca consumir sin que ello transforme los hábitos de vida. Desde esta perspectiva, la búsqueda del sentido de la vida en una sociedad multicultural es una tarea apasionante. Y para este tipo de lectores la reflexión compartida con los que pueden denominarse “grandes pensadores” abre horizontes de posibilidad de ser creyentes en el siglo xxi.

Desde este marco cultural recomendamos el ensayo del profesor Manuel Fraijó, catedrático emérito de Filosofía de la religión en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). El autor no solo ha desarrollado una intensa labor magisterial en la universidad, sino que sigue siendo un fecundo conferenciante en el ámbito de la Historia de la filosofía, de la Filosofía de la religión, de la Historia de las Religiones y de la Teología. En estas conferencias, tanto en España como en América Latina, confronta con sus oyentes no solo los resultados de sus estudios sino también la reelaboración continua de sus propias vivencias humanas y espirituales enriquecidas por las aportaciones de los que pueden denominarse “grandes pensadores”.

No es fácil delimitar qué es lo que puede entenderse por “grandes pensadores”. En el libro que comentamos se refiere solamente a aquellos hombres (prácticamente todos) que desde la Reflexión racional (filosófica) han elaborado las diversas concepciones del mundo, el lugar del ser humano en el mundo y el sentido de los valores y la vida humana en el contexto de un mundo globalizado.

Por eso, el volumen que aquí comentamos de Manuel Fraijó no se incluye entre los manuales de historia de la filosofía como disciplina del desarrollo del pensamiento humano desde la fría postura del observador. Es más que eso. Se encarama a los hombros de los grandes pensadores para ver más lejos las direcciones del porvenir (que diría Pierre Teilhard de Chardin).

Este volumen contiene la elaboración personal de profesor Manuel Fraijó del proceso de búsqueda racional del sentido de la vida de 22 grandes maestros del pensamiento, desde Confucio hasta Karl Rahner pasando por figuras tan diferentes entre sí como Martín Lutero, Voltaire, Feuerbach, Nietzsche o Kant. En todos ellos ve el autor elementos positivos que pueden ayudar al lector abierto de mente a su propia reelaboración cognitiva y axiológica. No queramos ver en este volumen una selección de los que podrían ser los “mejores” pensadores de todos los tiempos.

En un mundo como el nuestro en el que parece triunfar la cultura de la evasión y de la banalidad, el reconocimiento de que han existido y existen personas que tienen como preocupación Existencial básica la reflexión, puede ser un revulsivo para la construcción de una sociedad de hombres y mujeres libres y dueños de sus propios destinos.

9. Conclusión

Posiblemente, en un mundo en el que las comunidades científicas perciben la urgencia, posibilidad y necesidad de fomentar el pensamiento crítico, racional, no banal, interdisciplinar, con la integración de científicos naturales, ingenieros, filósofos y humanistas, teólogos, economistas y cultivadores de las ciencias del espíritu (que postulaba Dilthey) no es  una distracción sino una exigencia de la tarea de buscar y construir juntos sistemas interpretativos de la realidad que den sentido global y respuesta a la gran pregunta que ya se hacía en su tiempo Immanuel  Kant: ¿qué es el hombre?

Este texto del prólogo a este volumen del profesor Fraijó es un manifiesto a favor de la convergencia de pensamientos hacia respuestas a las grandes preguntas: “En lo que coinciden todos los pensadores de este libro es en su rechazo de la obviedad y en su entrega a la reflexión. Desde sus inicios, la filosofía [y aquí podríamos integrar todos los esfuerzos racionales del pensamiento humano] partió de que nada es obvio, de que en todo lo que nos circunda habitan la extrañeza y la perplejidad.

Bien lo sabía Schopenhauer cuando escribió: “La vida es algo penoso; he decidido pasarla reflexionando sobre ella”. Algo parecido nos legó Husserl, uno de los filósofos del siglo xx que más han valorado la reflexión filosófica: “Tuve necesariamente que filosofar; de lo contrario no habría podido vivir en este mundo”. Solo cabe esperar que no sea cierta la sentencia de Fichte: “Si uno filosofa, no vive; y si vive, no filosofa”. Siempre será posible, pienso, unir vida y filosofía, pensamiento y experiencia”.

La perspectiva poliédrica de los pensadores que nos presenta Manuel Fraijó, junto a otros muchos hombres y mujeres que elaboraron, elaboran y elaborarán respuestas multidisciplinares a las grandes preguntas de la humanidad siempre es necesaria.

 

Leandro Sequeiros, SJ

Presidente de ASINJA (Asociación Interdisciplinar José de Acosta)

 

(1) Z. Bauman, Ceguera moral. La pérdida de sensibilidad en la modernidad líquida, Barcelona 2015

(2) J. Mª. Mardones, Síntomas de un retorno. La religión en el pensamiento actual, Sal Terrae, Santander 1999.

(3) M. Redondo, “5 ideas de Zygmunt Bauman que retratan a la sociedad moderna. Con motivo de la muerte del autor de Modernidad líquida, explicamos cómo la filosofía de Bauman describe la forma de vida de la sociedad actual”, https://hipertextual.com/2017/01/5- ideas-bauman

(4) L. H. Rodríguez (14-10-2019), https://

www.newtral.es/hannah-arendt-sobrela-humanidad-del-mal/20191014/

(5) M. Fraijó, Semblanzas de grandes pensadores, Madrid 2020, 353-370.