viernes, 10 de marzo de 2017
SE TÚ MI RIQUEZA
SÉ TÚ, SEÑOR, MI RIQUEZAMI REFUGIO Y FORTALEZASE TÚ, SEÑOR, MI RIQUEZAMI REFUGIO Y FORTALEZA
Oh mi Dios yo te busqué
entre todo cuanto tengo
pero me salió al encuentro
lo que soy, sin miramientos
Y no soy nada si no estás,
y no estás por donde busco
pues ya no hay bien para mí
que me pueda hacer feliz fuera de Ti
SÉ TÚ, SEÑOR, MI RIQUEZAMI REFUGIO Y FORTALEZASE TÚ, SEÑOR, MI RIQUEZAMI REFUGIO Y FORTALEZAy no estás por donde busco
pues ya no hay bien para mí
que me pueda hacer feliz fuera de Ti
Dame el abrir las manos
para no quedarme nada
dame entender que es de todos
lo que a todos nos regalan
Regálame mirada
de misericordia y ternura
para construir tu Reino
tu Reino de justicia y desmesura
SÉ TÚ, SEÑOR, MI RIQUEZAMI REFUGIO Y FORTALEZASE TÚ, SEÑOR, MI RIQUEZAMI REFUGIO Y FORTALEZAde misericordia y ternura
para construir tu Reino
tu Reino de justicia y desmesura
Abre Señor mis oídos
dame, por tu Amor, tus ojos
pon una guardia en mi boca
y lleva mis pasos a otros
Líbrame de mis temores
sopla y borra mis prejuicios
que de compartir se trata,
de servir, creer, amar... y no de juicios
SÉ TÚ, SEÑOR, MI RIQUEZAMI REFUGIO Y FORTALEZASE TÚ, SEÑOR, MI RIQUEZAMI REFUGIO Y FORTALEZAsopla y borra mis prejuicios
que de compartir se trata,
de servir, creer, amar... y no de juicios
Teresa Nécega y Salomé Arricibita
BIENVENIDA
con la clara luz de cada nuevo amanecer,
que me invita a despertar
a la belleza que me rodea
y aceptar la fragilidad y la esplendidez humana,
a renacer bajo la transparencia del agua,
a mirar el mundo como recién nacido,
reavivando mi anhelo por vivir,
con pasión, agradecimiento y buen humor,
cada momento de la jornada.
Bienvenida la tarde,
que me urge a acudir a la cita
para brindar solidaridad y ternura,
al descanso y el sosiego,
a la intimidad y al diálogo,
a contemplar el variado tornasol
y el sorprendente espectáculo
de cada crepúsculo,
a dejarme conmover
por la vulnerabilidad y la bondad
de tantos gestos, que me motiva
a seguir caminando, a ser más humano.
Bienvenida la noche,
que me mueve a contemplar las estrellas
que un día existieron y aún iluminan mi vida
y a las que, radiantes, me impulsan hoy
a recrear otro universo,
a descubrir la poesía que me habita,
a cuidar con delicadeza y entusiasmo,
a dejarme emocionar por el silencio.
A escuchar cómo palpitan
los latidos de tantos vivos recuerdos
y a dejarme abrazar por el Mar,
que me mece con sus olas revestidas
de espuma y de sueños.
VIVIR DESDE DENTRO…
Necesitamos vivir desde lo más profundo, desde nuestra interioridad habitada por la divinidad…
Porque vivimos como aletargados, anestesiada nuestra humanidad. Necesitamos despertar.
Porque vivimos como distraídos, saturados de estímulos. Necesitamos poner atención.
Porque vivimos como alterados, irritados e irascibles. Necesitamos volver al centro.
Vivir desde dentro… Desde la sincera necesidad de vivir plenamente. Cultivando vida de calidad.
Vivir desde dentro… Dándome cuenta de la verdad... Liberarme de fantasías y tergiversaciones de la realidad. Observar sin juzgar, aceptar sin resistencia pero sin resignación.
Vivir desde dentro… Estando presentes en el presente. No dejar que nos arrastre la ansiedad de lo que vendrá, ni el sufrimiento de lo que ha sido. Estar aquí, siendo y haciendo con atención.
Vivir desde dentro… En silencio. Aquietar, serenar, pacificar, reconciliar… Volver al centro de nuestro ser y reconocer la presencia divina que habita en el corazón y en quien habitamos siempre.
Vivir desde dentro… Orando. Individual y colectivamente. Cultivando la relación natural con Dios; y las relaciones cotidianas desde Dios.
Vivir desde dentro… Liberándome de mis expectativas, de búsquedas compulsivas, y de muchas interpretaciones; aprender a desapegarme y recibir, agradecer, compartir y dar gratuitamente.
Vivir desde dentro… Liberando a los demás de juicios, etiquetas y sentencias estériles. Dejar de atacar y culpar infantilmente. Asumir la parte de responsabilidad que a cada quien nos corresponda.
Vivir desde dentro… Cuando haya buen clima, y cuando haya tempestad; por la noche o en el día. Sonriendo con buen humor y respirando hondo con esperanza y amor.
Vivir desde dentro, para relacionarme sanamente conmigo mismo(a), con las demás personas con la creación y con Dios. Que la vida, en mí y en cada criatura, me fascine y conmueva.
Vivir desde dentro, no es buscar simplemente relajación, sino realismo que pacifique.
Vivir desde dentro, no es buscar simplemente el confort, sino el Reinado de Dios.
Vivir desde dentro, no es aislarse ni ensimismarse, sino abrirse a la comunicación.
Vivir desde dentro, confiando en Dios…
Vivir desde dentro, comulgando con Cristo y en Cristo...
Vivir desde dentro, invocando y evocando al Espíritu Santificador…
Vivir desde dentro para ser quien soy, estar como estoy, y hacer lo que me corresponda hacer.
Vivir desde dentro, sin miedo a morir, pero disfrutando, en cada instante, vivir.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)