FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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ATALAYA

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miércoles, 9 de julio de 2014

Los trabajadores de TVE denuncian manipulación política en los informativos y exigen la dimisión de su director

postdigital


El Consejo de Informativos de TVE ha hecho público un contundente comunicado en el que denuncia la manipulación por parte del Gobierno de las noticias ofrecidas por la televisión pública y exige la dimisión del actual director de los Servicios Informativos, Julio Somoano.
Los trabajadores de TVE informan de que en el año y medio que lleva de mandato Somoano ya han ido advirtiendo en sucesivos informes de que “la caída de las audiencias tenía mucho que ver con las malas prácticas profesionales en las que se estaba incurriendo y con los errores en la valoración de las noticias”, sin que nada haya sido corregido, provocando así “la pérdida de prestigio y credibilidad de los Informativos de TVE”. ··· Ver noticia ···

Pobreza y emigración Faustino Vilabrille




Lo que pasa con los inmigrantes en España y Europa, se da en todos los países desarrollados en contra de los subdesarrollados: es el sistema del neoliberalismo capitalista de los países ricos que explotan y exprimen cada vez más a los países pobres. Vean lo que pasa entre América del Norte y América del Sur. Los opresores son siempre los mismos y las víctimas también siempre las mismas.
Prensa libre de Guatemala, 2 de julio 2014:
Niño emigrante de 15 años, que viajó a EE.UU para ayudar a su mamá, hallado muerto en desierto de Texas
Motivo de emigrar: Reunir los recursos para pagar el tratamiento de la epilepsia de su convaleciente madre y construir su casa(1) eran los sueños que motivaron el viaje rumbo a Estados Unidos de Gilberto Francisco Ramos Juárez, quien fue hallado muerto hace 15 días en el desierto de McAllen, Texas, EE. UU.

La pobreza: Consternación por muerte de niño emigrante. Su viaje comenzó el 17 de mayo de este año desde San José Las Flores, Guatemala, donde sufrió los embates de la pobreza característica del área rural del altiplano guatemalteco.
En esa aldea, clavada en lo alto de la Sierra de los Cuchumatanes, permanece postrada en una cama Cipriana Juárez Díaz, madre del menor, y quien entre lágrimas, temblores de cuerpo y dificultad para hablar recuerda cómo junto a su hijo prepararon una mochila en la que llevó una mudada, le colgó un rosario al cuello y lo despidió al emprender el viaje para reunirse en Chicago con el mayor de sus hermanos, Edwin, de 25 años.
Ramos Juárez, cuya edad real era 15 años, pero que oficialmente tenía 11, pues fue inscrito cuatro años después, era el segundo de los tres hijos de Cipriana. El más pequeño, de 11, se llama Aroldo.
“Me voy para curarte mama, y cuando regrese ya voy a tener mi casa”, fue la última frase que Juárez Díaz recuerda de su pequeño, antes de partir con un coyote identificado como Zacarías. A este le pagaron Q20 mil (1890 €) de los Q42 mil que les cobraría para llevarlo por “una ruta segura”.
El padre del menor aseguró que durante meses su hijo insistió en que quería irse de “mojado”, al grado que pidieron un préstamo de Q20 mil para el primer pago al coyote.
Angustia y dolor:
Los padecimientos apenas permiten que Juárez Díaz se levante de la cama, donde permanece casi todo el día. Pero ayer, junto a su esposo Francisco Ramos Díaz, lloraron frente a un pequeño altar que erigieron cuando debieron identificar, mediante declaración jurada, que su hijo era el pequeño hallado muerto en el desierto de Texas.
Natalia Juárez Díaz, tía del menor muerto relata que “Cuando mi hermana Cipriana Juárez se ponía mal, el niño se sentaba en la orilla de la cama a llorar. Su vida fue siempre muy difícil, por el sacrificio que le tocó, a pesar de ser niño”.
Veamos ahora lo que está pasando con los emigrantes de América del Sur a EE.UU.? Esto es lo que hay:
La administración Obama ha deportado más de dos millones de inmigrantes ilegales, superando el total de deportaciones alcanzado por cualquiera de las administraciones anteriores.
En el mes de junio de este año, el gobierno del Premio Nobel de la Paz (¿¿??) solicitó al Congreso 2.000 millones de dólares para llevar a cabo el arresto y la deportación de cerca de 60.000 niños centroamericanos que han entrado ilegalmente en Estados Unidos. Cerca de 40.000 de estos niños proceden de Guatemala, Honduras y México.

Además del encarcelamiento y deportación de estos niños, la administración Obama ha planteado acelerar la detención y deportación de trabajadores indocumentados, principalmente los procedentes de Centro América.
La Sociedad Americana de Libertades civiles, han planteado que en estos centros de detención, no se les da el tratamiento adecuado a los niños, pues estos reciben una pobre alimentación y viven en pésimas condiciones sanitarias.

Los inmigrantes detenidos por las patrullas fronterizas reciben un tratamiento humillante, con frecuencia los colocan en celdas donde tienen que dormir en el suelo y soportar un frío extremo. La alimentación que reciben es poca y mala, por lo regular no se les suministran productos para el aseo. Los detenidos que padecen alguna enfermedad crónica se les niega todo tipo de tratamiento médico. En los centros de detención algunos detenidos han recibido palizas y sufrido asaltos sexuales.
En el mensaje, difundido por la agencia EFE, un alto funcionario dijo que solo en mayo, la cantidad de niños no acompañados por su madre o su padre que cruzaron la frontera sur alcanzó una cifra superior a los 9 mil.
Tras indicar que en 2014 habrá una cantidad récord de esos casos puesto que en lo que va de año se acercan ya a los 47 mil, precisó que la mayoría “provienen de Honduras, El Salvador y Guatemala, donde la violencia generada por las drogas y las pandillas aterroriza a la sociedad”.
Que nos nos hablen de paz sin erradicar antes tanta injusticia: los países ricos y sus multinacionales no tienen derecho a vivir a costa de los países pobres, ni estos tienen la obligación de ser víctimas de aquellos y de aquellas.
Un cordial saludo a tod@s.-Faustino
(1) No pensemos en una casa como las de aquí, sino como mucho unas paredes de bloque, suelo de tierra, techo de lámina, un trozo para cocina y el resto para todo los demás, ni mucho menos con cuarto de baño ni servicio.
NOTA.-Está en marcha una petición para pedir el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia para los Salesianos por su trabajo con la juventud y los más empobrecidos. Procuremos firmarla

El fantasma populista Benjamín Forcano, teólogo




ECLESALIA, 07/07/14.- Hablar de un fantasma populista es aludir a una realidad inexistente, pero en la que uno cree y le causa miedo como si existiera. Muy fuerte debe ser el miedo de este fantasma cuando notables escritores se vienen ocupando de él.
Lo interesante del fantasma populista es que está sirviendo de test para ver quiénes, con puntería desacertada, se han alineado para dispararle. Son de gente que lucen de “progresistas”, que maldicen incluso de desafueros, retóricas y engaños perpetrados dentro de nuestro sistema democrático, pero sin consentir que otros ciudadanos, desde abajo y sin abdicar del sistema, se atrevan a señalar lacras y omisiones del mismo sistema y se unan en nuevos partidos para hacer cumplir simplemente lo que ordena nuestra Constitución.

Sigamos observando y adivinaremos el perfil de estos voceros antipopulistas. En su proyección mediática, no dudan en abogar por un cambio radical, pero sin alterar el viejo dicho ilustrado: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. ¿Son miedos de un fantasma o de un futuro que los desborda?
Los ciudadanos entendemos que es deber prioritario de todo Gobierno satisfacer las necesidades y derechos fundamentales de los ciudadanos. Sin embargo, los grandes Partidos, admitida una primera fase positiva de consenso, de buen hacer y progreso, no han movido luego ficha ni puesto remedio a nada o casi nada de cuanto salía de las entrañas y voz del pueblo y aceptaban sumisos las directrices economicistas de la dictatorial Troika y otras instancias Internacionales.
Paradójicamente, asegurar la eliminación concreta de abusos y transgresiones; y ejercer una política democrática que haga posible la justicia y el derecho, resulta ser populista: ”Lo concreto es populista. Si dices, verbigratia, que convendría auditar la deuda, eres populista. Si dices que los paraísos fiscales deberían prohibirse, eres un populista. Si recuerdas que a las grandes fortunas se las provee de herramientas para burlar a hacienda, eres populista” (Juan José Millás, Un robo, en El País, 20 de junio).
Los antipopulistas etiquetan, no argumentan. Y, por supuesto, su denuncia queda siempre en lo abstracto, sin exigir responsabilidades a quienes han delinquido y pervertido nuestro quehacer democrático.
La mirada , el corazón y las manos hay que aplicarlas al presente.
1. Estamos en tiempos nuevos. Nuevos por una mayor información y conocimiento, que atraviesan hoy la vida como nunca antes ocurrió. Desde la infancia, las antenas socioculturales impregnan nuestro contorno y rellenan nuestras almenas sensitivomentales. ¿Hay controles que impidan percibir las ondas de cualquier acontecimiento, noticia o debate? El individuo, antes aislado y protegido, queda ahora abierto e indefenso, solicitado por la polivalente red informativa. La intercomunicación se hace omnipresente y tenaz y te obliga a saber y posicionarte.
2. La democracia es cosa del pueblo, de una mayor participación y representación. La novedad está en que el gobernar deja de ser propio de una élite, y pasa a ser cosa de todos, con mayor participación y representación. Ambas cosas, porque una democracia participativa sin representación no funciona; y una democracia representativa sin participación tampoco. Los zaheridos populistas es esto lo que están ensayando y tratan de lograr. ¿Cómo? Es tarea –suya y de todos- convertida en desafío, pero que no hicieron ni supieron hacer los clásicos de la democracia.
3. Bajo la prioridad de una ética universal, sustentada en el principio de la igualdad. Es lo más original y revolucionario. Original, porque está en el origen de la misma vida humana y revolucionario porque una nueva conciencia ha logrado globalizar la dignidad humana: todo ser humano es sujeto de unos mismos derechos. Y, desde esa dignidad constitutiva, cae toda suerte de patriarcalismo, imperialismo y clasismo que pretendan marcar niveles de rango y discriminación ética.
La transformación de la sociedad, que se llama democrática, no se logrará si la convivencia no se cimenta sobre este principio fundamental, asumiendo las consecuencias que de él derivan.
Es la igualdad la que acaba con el orden viejo de Naciones del Primer Mundo y del Tercer Mundo; la que acaba con procedimientos y prácticas discriminatorias del pasado; la que acaba con toda política de privilegio, pudiendo entonces decir con verdad: “Todos los españoles son iguales ante la ley”.
Me temo que los tiros contra el fantasma populista nacen de este miedo contra la igualdad. Solo que, en este caso, la igualdad no es un ente imaginario, sino un propio de todo ser humano, absolutamente real.
teólogo, bforcanoc@gmail.com

MADRID.
(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Domingo 13 de Julio, 15º del tiempo ordinario: Sembrar José Antonio Pagola



Al terminar el relato de la parábola del sembrador, Jesús hace esta llamada: “El que tenga oídos para oír, que oiga”. Se nos pide que prestemos mucha atención a la parábola. Pero, ¿en qué hemos de reflexionar? ¿En el sembrador? ¿En la semilla? ¿En los diferentes terrenos?
Tradicionalmente, los cristianos nos hemos fijado casi exclusivamente en los terrenos en que cae la semilla, para revisar cuál es nuestra actitud al escuchar el Evangelio. Sin embargo es importante prestar atención al sembrador y a su modo de sembrar.


Es lo primero que dice el relato: “Salió el sembrador a sembrar”. Lo hace con una confianza sorprendente. Siembra de manera abundante. La semilla cae y cae por todas partes, incluso donde parece difícil que la semilla pueda germinar. Así lo hacían los campesinos de Galilea, que sembraban incluso al borde de los caminos y en terrenos pedregosos.
A la gente no le es difícil identificar al sembrador. Así siembra Jesús su mensaje. Lo ven salir todas las mañanas a anunciar la Buena Noticia de Dios. Siembra su Palabra entre la gente sencilla que lo acoge, y también entre los escribas y fariseos que lo rechazan. Nunca se desalienta. Su siembra no será estéril.


Desbordados por una fuerte crisis religiosa, podemos pensar que el Evangelio ha perdido su fuerza original y que el mensaje de Jesús ya no tiene garra para atraer la atención del hombre o la mujer de hoy. Ciertamente, no es el momento de “cosechar” éxitos llamativos, sino de aprender a sembrar sin desalentarnos, con más humildad y verdad.
No es el Evangelio el que ha perdido fuerza humanizadora, somos nosotros los que lo estamos anunciando con una fe débil y vacilante. No es Jesús el que ha perdido poder de atracción. Somos nosotros los que lo desvirtuamos con nuestras incoherencias y contradicciones.


El Papa Francisco dice que, cuando un cristiano no vive una adhesión fuerte a Jesús, “pronto pierde el entusiasmo y deja de estar seguro de lo que transmite, le falta fuerza y pasión. Y una persona que no está convencida, entusiasmada, segura, enamorada, no convence a nadie”.
Evangelizar no es propagar una doctrina, sino hacer presente en medio de la sociedad y en el corazón de las personas la fuerza humanizadora y salvadora de Jesús. Y esto no se puede hacer de cualquier manera. Lo más decisivo no es el número de predicadores, catequistas y enseñantes de religión, sino la calidad evangélica que podamos irradiar los cristianos. ¿Qué contagiamos? ¿Indiferencia o fe convencida? ¿Mediocridad o pasión por una vida más humana?

El pacto de las catacumbas vivido por el Papa Francisco Leonardo Boff, teólogo y escritor



El día 16 de noviembre de 1965, cuando estaba terminando el Concilio Vaticano II (1962-1965), algunos obispos, animados por Dom Helder Câmara, celebraron una misa en las Catacumbas de Santa Domitila e hicieron el Pacto de las Catacumbas de la Iglesia sierva y pobre. Proponían para sí mismos ideales de pobreza y sencillez, dejando sus palacios y viviendo en simples casas o apartamentos. Ahora con el Papa Francisco este pacto gana plena actualidad. Vale la pena recordar los compromisos asumidos por los obispos.
«Nosotros, obispos, reunidos en el Concilio Vaticano II, conscientes de las deficiencias de nuestra vida de pobreza según el evangelio; motivados los unos por los otros, en una iniciativa en que cada uno de nosotros quisiera evitar la excepcionalidad y la presunción; unidos a todos nuestros hermanos de episcopado; contando sobre todo con la gracia y la fuerza de Nuestro Señor Jesucristo, con la oración de los fieles y de los sacerdotes de nuestras respectivas diócesis; poniéndonos con el pensamiento y la oración ante la Trinidad, ante la Iglesia de Cristo y ante los sacerdotes y los fieles de nuestras diócesis, con humildad y con conciencia de nuestra flaqueza, pero también con toda la determinación y toda la fuerza que Dios nos quiere dar como gracia suya, nos comprometemos a lo siguiente:

1) Procuraremos vivir según el modo ordinario de nuestra población, en lo que concierne a casa, alimentación, medios de locomoción y a todo lo que de ahí se sigue.
2) Renunciamos para siempre a la apariencia y a la realidad de la riqueza, especialmente en el vestir (tejidos ricos, colores llamativos, insignias de material precioso). Esos signos deben ser ciertamente evangélicos: ni oro ni plata.
3) No poseeremos inmuebles ni muebles, ni cuenta bancaria, etc. a nuestro nombre; y si fuera necesario tenerlos, pondremos todo a nombre de la diócesis, o de las obras sociales caritativas.
4) Siempre que sea posible confiaremos la gestión financiera y material de nuestra diócesis a una comisión de laicos competentes y conscientes de su papel apostólico, en la perspectiva de ser menos administradores que pastores y apóstoles.
5) Rechazamos ser llamados, oralmente o por escrito, con nombres y títulos que signifiquen grandeza y poder (Eminencia, Excelencia, Monseñor…). Preferimos ser llamados con el nombre evangélico de Padre.
6) En nuestro comportamiento y en nuestras relaciones sociales evitaremos todo aquello que pueda parecer concesión de privilegios, prioridades o cualquier preferencia a los ricos y a los poderosos (ej: banquetes ofrecidos o aceptados, clases en los servicios religiosos).
7) Del mismo modo, evitaremos incentivar o lisonjear la vanidad de quien sea, con vistas a recompensar o a solicitar dádivas, o por cualquier otra razón. Invitaremos a nuestros fieles a considerar sus dádivas como una participación normal en el culto, en el apostolado y en la acción social.
8) Daremos todo lo que sea necesario de nuestro tiempo, reflexión, corazón, medios, etc. al servicio apostólico y pastoral de las personas y grupos trabajadores y económicamente débiles y subdesarrollados, sin que eso perjudique a otras personas y grupos de la diócesis. Apoyaremos a los laicos, religiosos, diáconos o sacerdotes que el Señor llama a evangelizar a los pobres y los trabajadores compartiendo la vida y el trabajo.
9) Conscientes de las exigencias de la justicia y de la caridad, y de sus relaciones mutuas, procuraremos transformar las obras de “beneficencia” en obras sociales basadas en la caridad y en la justicia, que tengan en cuenta a todos y a todas, como un humilde servicio a los organismos públicos competentes.
10) Haremos todo lo posible para que los responsables de nuestro gobierno y de nuestros servicios públicos decidan y pongan en práctica las leyes, las estructuras y las instituciones sociales necesarias a la justicia, a la igualdad y al desarrollo armónico y total de todo el hombre en todos los hombres, y, así, al advenimiento de otro orden social, nuevo, digno de los hijos del hombre y de los hijos de Dios.
11) Porque la colegialidad de los obispos encuentra su más plena realización evangélica en el servicio en común a las mayorías en estado de miseria física cultural y moral ―dos tercios de la humanidad― nos comprometemos a:
-participar, conforme a nuestros medios, en las inversiones urgentes de los episcopados de las naciones pobres;
-pedir juntos a nivel de los organismos internacionales, dando siempre testimonio del evangelio como lo hizo el Papa Pablo VI en las Naciones Unidas, la adopción de estructuras económicas y culturales que no fabriquen más naciones pobres en un mundo cada vez más rico, sino que permitan a las mayorías pobres salir de su miseria.
12) Nos comprometemos a compartir nuestra vida, en caridad pastoral, con nuestros hermanos en Cristo, sacerdotes, religiosos y laicos, para que nuestro ministerio constituya un verdadero servicio; así:
-nos esforzaremos para “revisar nuestra vida” con ellos;
-buscaremos colaboradores que sean más animadores según el Espíritu que jefes según el mundo;
-procuraremos hacernos lo más humanamente presentes y ser acogedores;
-nos mostraremos abiertos a todos, sea cual sea su religión.
13) Cuando volvamos a nuestras diócesis, daremos a conocer a nuestros diocesanos nuestra resolución, rogándoles nos ayuden con su comprensión, su colaboración y sus oraciones.
Que Dios nos ayude a ser fieles».
¿No son estos los ideales presentados por el Papa Francisco?
Traducción de MJ Gavito Milano