Redes Cristianas
Hoy 27 de enero se cumplen tres años del segundo mandato calificado de ilegal del cuestionado Presidente Juan Orlando Hernández sumando siete años de estar a la cabeza del poder ejecutivo.
Son siete años y Honduras sigue sumergida en la más extrema pobreza, con una destartalada institucionalidad producto de la corrupción y con mayores señalamientos de haberse convertido en un narco Estado.
Radio Progreso (RP) dialogó con Elvin Hernández (EH), Sociólogo del Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación de la Compañía de Jesús, Eric-sj, sobre los años de gobierno de Juan Orlando Hernández y los escenarios que podríamos esperar en el actual contexto para este 2021.
Elvin Hernández opina que Honduras está sumergida en una de sus peores crisis porque en los últimos años el tejido social en el país se ha deteriorado a niveles extremos, y los principales responsables son Juan Orlando Hernández y el Partido Nacional.
RP. Se cumplen tres años del segundo mandato del presidente Hernández ¿Cómo evaluar estos tres años de gobierno?
EH. Han sido tres años de mayor deterioro institucional, tres años de vergüenza mundial, tres años donde, a nivel nacional y a nivel internacional, todo mundo coincide que estamos ante un narco presidente, que estamos ante un grupo de criminales que conducen la institucionalidad.
Basta con agarrar su computadora o teléfono celular y buscar en Google “presidente narco”, y aparecerán decenas de entradas con el nombre de Juan Orlando Hernández. Eso lo pongo como evidencia de que estamos ante una verdad absoluta; un presidente que convirtió a Honduras en el corredor logístico del transporte de droga, donde acomodaron la institucionalidad para proteger a los capos de la droga, y utilizaron esa institucionalidad para protegerse a sí mismo de los otros carteles.
RP. Juan Orlando Hernández en la instalación de la IV legislatura, una vez más aseguró que no buscaría la reelección y además destacó su lucha contra el narcotráfico ¿Qué lectura dar a ese discurso?
EH. A partir de ese discurso reafirmamos que estamos ante un presidente que está fuera de la realidad. Es una persona que miente hasta cuando dice la verdad, y eso se demuestra en este tipo de comparecencias. Él habla de un país imaginario que sólo existe en su discurso, habla de un combate a la corrupción, de un combate de la delincuencia, habla de programas de inversión que nunca se han visto en la historia de Honduras.
Entonces estamos ante una persona que obviamente está fuera de sí, es un mentiroso compulsivo; una persona que no mide lo que dice, aunque lo que diga pueda servir de risa a los demás.
Mientras él dice eso, el dato real es que en estos años la migración, la pobreza, el desempleo, la corrupción y la impunidad aumentaron; se aceleró el deterioro de todo el tejido social, económico y político del país. El principal responsable se llama Juan Orlando Hernández.
RP. ¿Qué significa para Honduras el nuevo gobierno en Estados Unidos?
EH. No hay que esperar grandes cambios, pero si se puede avanzar que el nuevo gobierno sea distinto al de Trump. Cada vez es más difícil para Estados Unidos mantener el aval para un presidente que está quemado como narcotraficante, y además hay un olor fuerte de que está apostando por continuar en el poder.
Hay un elemento importante que tiene que ver con el combate a la corrupción en el Triángulo Norte, a través de mecanismos de inversión en estos países, para luchar y evitar esas masivas caravanas. En ese sentido, todo mundo coincide que el principal expulsor de población es el propio régimen de Juan Orlando Hernández y la crisis humanitaria que vive el país.
RP. Este es un año político atípico. ¿Cuál es el escenario para el país durante el 2021?
EH. Este 2021 tiene varios rasgos; el primero es la crisis humanitaria en que vivimos, una crisis que es producto de los miles de damnificados por el paso de los huracanes y por la nueva ola de infectados por Covid-19.
Un segundo rasgo de este 2021, y como la principal amenaza del país, es el continuismo de Juan Orlando Hernández. El continuismo es un asunto de vida o muerte porque el gobernante tiene muy pocos escenarios: es extraditado, abren un proceso judicial en el país para evitar su extradición temporalmente, continúa protegido por las fuerzas armadas o incluso puede llegar el escenario de la muerte ya sea porque se convierte en un peligro para sus aliados o porque termina suicidándose.
En ese mismo rasgo, Juan Orlando Hernández puede ser que participe en las elecciones quitando un candidato como “Papi a la orden”, otra posibilidad es convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para mantenerse en el poder 2 años más.
También un camino que puede ser un autogolpe; es decir, que pueden generar una combinación de crisis en el poder y combinarlo con la crisis humanitaria para intentar mantenerse. Y por último, como una acción que no tenga más alternativa, es gobernar con Mauricio Oliva.
Un tercer rasgo del factor de 2021, es el proceso electoral que se da a lo largo de la crisis humanitaria; todo apunta que esta crisis será capitalizada con el proceso electoral, una crisis que será el terreno fértil para el clientelismo político y las necesidades de la gente para comprar votos.
En esta crisis humanitaria se está dando el fraude electoral, porque toda la plata que se perdió para la pandemia ahora se está usando para controlar y sobornar gente; y esa plata la controla el Partido Nacional.