FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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jueves, 14 de julio de 2022

Estados Unidos quiere evitar un acontecimiento histórico: la integración de Eurasia

 


Vijay Prashad


Fuentes: Instituto Tricontinental de Investigación Social
A lo largo de los últimos quince años, los países europeos se han encontrado con grandes oportunidades que aprovechar y con complejas decisiones que tomar.
La insostenible dependencia de Estados Unidos para el comercio y la inversión, así como la curiosa distracción del Brexit, condujeron a la progresiva integración de los países europeos con los mercados energéticos rusos y a una mayor aceptación de las oportunidades de inversión de China y de su capacidad de producción.
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Guerra en los medios en Francia tras una portada del cardenal Sarah

 


Mateo González Alonso

BAF

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Fuente: Vida Nueva
El purpurado guineano concedió una entrevista al semanario ‘Paris Match’, recientemente adquirido por el grupo Vivendi
La última portada del semanario de información general francés ‘Paris Match’ lleva en portada al cardenal guineano Robert Sarah con la leyenda: “Un hombre de influencia y de paz”. Esta curiosa propuesta ha indignado a la propia redacción, que hace poco ha pasado a formar parte del grupo Vivendi –tras una OPA sobre el grupo de Arnaud Lagardère–, dirigido por un católico tradicionalista como es el empresario Vincent Bolloré
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La deforestación de la Amazonía brasileña bate récord en el primer semestre


kaosenlared

El INPE también indicó que, en junio pasado, en la Amazonía se detectaron 2.562 focos, siendo la mayor cifra en los últimos 15 años.
Las estadísticas indican que la deforestación en la zona incrementó en un 10,6 por ciento con relación al mismo periodo de 2021.
Unos 3.987 kilómetros cuadrados de vegetación nativa ha perdido la Amazonía brasileña en el primer semestre de 2022, batiendo un nuevo récord de deforestación, informó este viernes el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).
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Las estructuras materiales de la Iglesia al servicio de los pobres


Vatican News

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“No olvidemos que nuestras estructuras materiales sólo tienen sentido cuando están destinadas al servicio, sobre todo, de las hermanas y los hermanos que habitan las más extremas periferias de la vida”. Lo escribe el Papa Francisco en su carta dirigida a monseñor Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, Presidente del CELAM, con motivo de la inauguración de su nueva sede en Colombia

El Papa: si renunciara, permanecería en Roma como obispo emérito

 


Vatican News

Papa Francisco 12Francisco habla de su estado de salud y de la posibilidad de renunciar en una entrevista con el canal de streaming ViX de televisión Televisa Univision, en la que también se tratan temas de actualidad como la pandemia, la guerra en Ucrania, el aborto y la lucha contra los abusos de menores. Si un día tuviera que renunciar, afirma, en ese caso sería “obispo emérito de Roma” y quizás iría a San Juan de Letrán. Y sobre su rodilla, asegura, que la situación está mejorando··· Ver noticia ··

El papa Francisco asegura que si los jóvenes y las mujeres gobernaran el mundo “no habría tantas guerras”



BAF

Papa Francisco7

Fuente: 20 Minutos
El papa dijo este lunes a los jóvenes que si ellos y las mujeres gobernaran el mundo, “no habría tantas guerras” y que resulta “legítimo rebelarse” contra la guerra cuando son “unos pocos poderosos” los que deciden sobre la vida de miles.
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Trabajar inmediatamente por un alto el fuego entre Rusia y Ucrania



Andrea Tornielli
UCRANIA2
Entrevista al director de “Limes” sobre el conflicto actual: si se concretara, esta tregua “podría durar mucho tiempo y ser un primer paso hacia la paz”
Una tregua, el fin de la lucha. Una “no guerra”, situación muy lejos de la paz. Pero al menos los bombardeos y la continua pérdida de vidas humanas se detendrían. Esto es lo que propone Lucio Caracciolo, director de la revista “Limes”, que representas una referencia autorizada de análisis geopolíticos.
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Guerra total (infructuosa) de los rigoristas contra el Papa

 


José Manuel Vidal

Religión Digital

Burke

Unidos por el ‘rigorismo’ y devotos del ‘catecismo neoliberal’, harían rechinar los dientes al mismo Jesús Francisco
“Todos los papas han tenido adversarios internos y externos. Pero la diferencia de Francisco con Juan Pablo o Benedicto es que no solo tiene adversarios, sino enemigos declarados y públicos, y, además, forman parte de la alta jerarquía ”
“A los enemigos de Francisco, tanto de dentro como de fuera de la Iglesia, les une una característica común: el rigorismo… No saben conjugar el verbo misericordear. Hasta abominan de él y, por lo tanto, del Evangelio de Cristo”
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Ven Espíritu Santo, y…acláranos

 

Pepe Mallo

Redes Cristianas

Para la mayoría de la Jerarquía española, la voz del pueblo no es la voz de Dios
Ignoro cómo calificarán los psicólogos al paso anímico de una ilusionada expectativa a una amarga decepción. ¿Delirio, desasosiego, ansiedad? Pues he vivido semejante experiencia tras leer y considerar las conclusiones de la Conferencia Episcopal Española sobre el Camino Sinodal. He pasado del interés al desconcierto y a la frustración. (Para tranquilidad de unos y despecho de otros, declaro que no he perdido el sueño).

Sé, por los artículos y comentarios leídos, que no he sido el único que se ha sentido chasqueado y en caer en el escepticismo, (consuelo de tontos). Y lamento la pérdida de tiempo y de esfuerzos, poco usuales en la Iglesia, de tantas personas, parroquias, comunidades y corporaciones que ha elaborado las propuestas a través del diálogo y la interlocución.

Está claro y evidente que, para la mayoría de la Jerarquía española, la voz del pueblo no es la voz de Dios. ¡Ellos detentan la voz de Dios! Los “fieles” están para obedecer a los autodenominados “otros Cristos”. Y en este proceso sinodal, la casta clerical ha silenciado la voz del papa Francisco, como acalla la voz del Pueblo de Dios. Hablan de sinodalidad porque está de moda y por aparentar que siguen las instrucciones de Francisco, pero no creen en ella, y menos en que el Espíritu inspira, guía y asesora a “todos” los miembros de la Iglesia. ¡Deplorable la lamentación: “nos duele particularmente la falta de entusiasmo de una parte muy relevante de los sacerdotes de las distintas comunidades locales”! (¿Por qué no incluyen a “obispos”?

La gran mayoría de los obispos y un sinnúmero de sacerdotes demuestran su falta de interés y acogida con relación a las proposiciones del papa Francisco. En principio, ponen en tela de juicio la posibilidad de construir una Iglesia sinodal, una Iglesia “democrática” (“del pueblo” de Dios) Admiten el “caminar juntos”, pero sin rechazar que ellos son los pastores que “dirigen” al “sumiso rebaño”.

El documento peca de retórica. Es uno más de los numerosos escritos episcopales que ensarta, sin recato, una farragosa retahíla de viejos tópicos y sugestivos clichés habituales en la corporación. La mayoría de las diócesis han abordado y propuesto graves problemas que se vienen pidiendo desde hace tiempo y desde el pueblo y las comunidades: el celibato opcional, el acceso de las mujeres a los ministerios pastorales, la bendición a las parejas homosexuales, los abusos a menores… Sin embargo, en la Síntesis, la jerarquía pasa por alto estos problemas; mejor dicho, los “cocina”. Vamos, que los vaporiza. Resalta lo pastoral y catequético de las propuestas y disimula ladinamente las de mayor calado.

Se lamentan del “clericalismo bilateral, es decir, un exceso de protagonismo de los sacerdotes y un defecto en la responsabilidad de los laicos”. ¿Ahora admiten ya públicamente la lacra del clericalismo? Y desean desarraigarlo de la Iglesia. ¡Qué hipócritamente ingenuos! Habrá clericalismo mientras exista el clero, o sea, ¡ellos! ¿Seguro que desean “desparecer”? La tramitación resultaría muy sencilla. Bastaría con decretar un canon de obligado cumplimiento que rezara más o menos así: “Todos y todas y cada uno y cada una de los bautizados y bautizadas, sin exclusión de sexo, género, celibato o matrimonio, tendrá perfecto y pleno derecho, en virtud de su bautismo, de acceder a cualquiera de los ministerios eclesiales sin necesidad de orden ni privilegios”. Seguidamente, vendría la implementación y confección del procedimiento. Esta sí que sería una Iglesia sinodal… ¿Quién le pone el cascabel al gato?

Dicho lo escrito, se me plantea una enmarañada duda de fe. El documento de conclusiones titula su apartado II. EL SÍNODO, TIEMPO HABITADO POR EL ESPÍRITU. Confieso que creo en la presencia del Espíritu en la Iglesia. Sin embargo, empiezo a dudar de si “inspira” por igual a todos sus miembros, principalmente a los jerarcas, visto lo que se está viendo. Reconocemos como doctrina que el Espíritu distribuye su soplo donde quiere y como quiere sin que nosotros nos percatemos. De hecho en la Iglesia, a lo largo y ancho de su historia, han soplado vientos huracanados y tormentosos y brisas suaves y bonancibles. Sabemos que los vientos se producen por las “diferencias de la presión atmosférica”. (Puede valer esta explicación como símil para la Iglesia).

Pero, insisto, ¿tales contrastes tienen su origen en el Espíritu? Es el mismo Espíritu quien sopló e inspiró el Concilio de Trento y el Vaticano II? ¿Es el mismo Espíritu quien alentó a Juan XXIII, a Juan Pablo II y ahora a Francisco? ¿Se trata del mismo Espíritu quien respalda la mentalidad de Rouco y de Osoro, por poner ejemplo? ¿Tan extremadamente rolan los vientos del Espíritu? ¿Será que el Espíritu ha perdido la fuerza de Pentecostés? Me cuesta creerlo. Pienso más bien que el desacierto o desatino está en los receptores. Hay jerarcas que confunden las inspiraciones del Espíritu con sus propias aspiraciones; la voluntad de Dios con su propia voluntad.

Concluyo mi reflexión con una nueva duda metódica. Si el Espíritu Santo, según doctrina, asiste de manera especial al Papa, ¿qué pasa con quienes se oponen y contraponen a las directrices de Francisco, específicamente en el caso que nos concierne? Según santo Tomás, “el pecado contra el Espíritu Santo es toda actitud que pone un obstáculo a su palabra”. Y según Jesús, “el pecado contra el Espíritu jamás será perdonado” (Mt. 12, 23).

Estoy perplejo. Por eso invoco y provoco al Espíritu Santo. (A alguien hay que cargarle el mochuelo): Veni Creator Spiritus, mentes tuorum visita, y… acláranos.

Aumentan las tensiones en el Sínodo de Australia por el papel de la mujer en la Iglesia católica

 


Christopher Lamb


Fuente: thetablet
Los desacuerdos dentro del Sínodo de Australia se hacen eco de las tensiones dentro del catolicismo global
Las tensiones dentro del sinodo plenario de Australia han estallado abiertamente después de que las mociones sobre el papel de la mujer no obtuvieran una mayoría y varias delegadas organizaron una protesta silenciosa dentro del salón de actos.
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LOS OBISPOS USA SE REBELAN CONTRA LA MEDIDA DE BIDEN SOBRE EL ABORTO: "ES PROFUNDAMENTE TRÁGICA Y PERTURBADORA"


col jmvidal

 religión digital

Los obispos de Estados Unidos relanzan su ofensiva contra el aborto. Este vez, contra la medida que Biden firmó el viernes 8 de julio, con la que busca “proteger” el acceso al aborto, en respuesta a la decisión de la Corte Suprema de anular el fallo del caso Roe vs. Wade, que abrió las puertas al aborto legal en todo el país en 1973.

El encargado de responder al presidente de loe Estados Unidos fue monseñor  William E. Lori, presidente del Comité de Actividades Provida del Episcopado estadounidense, que tachó la medida presidencial de “profundamente trágica y perturbadora”.

“Es profundamente perturbador y trágico que el presidente Biden elija usar su poder como presidente de Estados Unidos para promover y facilitar el aborto en nuestro país”, señaló el arzobispo de Baltimore.

A su juicio, lo que busca Biden es “cada posible camino para negar a los niños no nacidos su derecho civil más esencial, el derecho a la vida; en vez de usar el poder de la rama ejecutiva para aumentar el apoyo y el cuidado para las madres y sus bebés, seres humanos sin voz”.

William Lori rogó al presidente Biden que “abandone este camino que lleva a la muerte y la destrucción, y que elija la vida”, y ha mostrado la disposición de la Iglesia del país de “trabajar con esta Administración y los funcionarios elegidos para proteger la vida de todo ser humano”.

Todo ello con el objetivo, agrega el arzobispo de Baltimore, de “asegurar así que las madres embarazadas y las demás madres sean plenamente apoyadas en el cuidado de sus hijos, antes y después de nacer”.


ENAMORADOS

col gerardo

 fe adulta

Acabo de participar en una eucaristía y un señor, me dice al final: “vaya, ya hemos cumplido con una obligación. Ya he oído misa”.

Me impresiona. Que celebremos la eucaristía como una obligación, como un deber.

Seguido veo al salir del templo a una madre que lleva a su hijo enfermo con ELA sentado en una silla, y le va diciendo cada piropo… que arde el hacha. Hay enamoramiento, hay amor profundo hacia él.

Eso es lo que menos percibo en los cristianos. Siento que estamos poco enamorados de Jesús, que hemos visto la vida cristiana como una obligación, como un mandamiento de la Iglesia. Qué pena. Nos falta el vigor, la fuente, la energía… Quizás sabemos algunas cosas sobre Jesús pero, tal como nos lo plantea el evangelio, nos cuesta llegar al enamoramiento de Él, a estar tan identificados con Él que ya no actuemos según el evangelio por obligación sino por cariño, por vivir dentro la presencia actuante de Jesús.

Cuando muchos cristianos leemos el Evangelio y vemos las exigencias del perdón, del amor sin límites, la alegría con que vivir, el compartir más allá de la limosna, de una forma disimulada, decimos “bueno ya vale, eso para los monjes”.

Nos ha hecho mucho daño el pensar que los votos de pobreza, servicio o responsabilidad social no eran para nosotros, sino solo para los que han hecho los votos. Nos ayudará mucho el no vivir el cristianismo como religión, sino como opción, como apuesta personal, como actitud de vida.

Cuando veo la vida y el quehacer de muchos misioneros y misioneras me quedo afectado. Lo entregan todo porque aman y se sienten amados por Jesús. Y ese mismo amor lo descubro y lo siento en multitud de personas que aman y realizan maravillas porque les mueve el amor de Jesús que les mantiene.

Tenemos necesidad urgente de conocer a Jesús. Pero un conocimiento que nos lleve a un encuentro personal con Él, a un contacto, a una vivencia. De ahí brotará nuestra fe. Y entonces hablaremos y actuaremos lo que nos brota de la abundancia del corazón.

De un pozo seco, no podemos sacar agua. De un corazón frio, no puede brotar el Amor.

PEPITAS DE ORO


col faus

 religión digital

Cuatro veces en mi vida me he visto ingresado en hospitales o enfermerías; una de ellas larga. Las otras puedo calificarlas de cortas.

Con frecuencia me ha sorprendido la bondad con que me han tratado enfermeras y cuidadoras: sin conocerme, sin esperar nada de mí; simplemente por ver que lo estaba pasando mal, buscando solo mi alivio y mi mejora y sin esperar nada a cambio: como si lo que me hacían fuera la cosa más natural del mundo. Lo más que pude devolver fue un rato de escucha de una enfermera quejándose por lo bajo del sueldo y porque necesitaba casi dos horas para trasladarse desde su casa al hospital, lo que la obligaba a madrugar más.

No pretendo que fueran gentes canonizables. Me gusta repetir que “la pasta humana es siempre la misma”. Puedo añadir que no todo el mundo me trató siempre de igual manera: la misma bondad tiene sus manchas (por temperamentos, por estados de ánimo o historias personales). Además, y por vínculos familiares o de amistad, he conocido también algunos de esos trapos sucios entre personal sanitario: envidias y celos, intentos de una enfermera por ligarse a un médico; y hasta la demanda al director de una clínica privada para que expulsase a una enfermera, porque le había quitado el marido a la pobre mujer que presentaba esa demanda apelando, para ser oída, a la amistad que, por lo visto, tenía con ese director. Y poniendo a este en una situación difícil porque (me decía él): “yo tengo que juzgar de la profesionalidad, no de la vida privada de esa enfermera. Y es una buena profesional”. En fin: cosas “tan normales como la vida misma”.

Pero precisamente por eso: porque no se trata de personas santas sino de mi misma pasta, he ido comprendiendo cómo puede cambiarnos y sacar lo mejor de nosotros, la presencia del dolor ajeno. He abogado otras veces por la necesidad de poner encima de la mesa todo el dolor del mundo, el inmenso sufrimiento de tantos inocentes. No para que “nos quiten las ganas de comer” sino para que nos impulsen a comer sobria y solidariamente. Y protestaré siempre porque en tiempos de pandemia se nos hayan dado cotidianamente cifras de víctimas (que a mí, por supuesto, me interesaba conocer también) pero nunca, en ningún informativo progresista o conservador, se nos informe de las víctimas cotidianas de esa otra pandemia del hambre, mucho más larga que la de la covid. Como si cuando el peligro ya no me amenaza a mí dejase de ser noticia. O como si tampoco sea noticia lo repetido, por grave que pueda ser: porque ahora las víctimas de la covid y la incidencia acumulada siguen creciendo, pero ya ni nos enteramos.

He usado otras veces la referencia a “la quimera del oro” de Chaplin, precisamente para destacar que en este caso no se trata de una quimera: todos llevamos dentro ese tesoro que la brutalidad de esta vida y nuestra propia espontaneidad viciada nos impiden encontrar. Por eso quiero dar este sencillo aviso: decir simplemente que, cuando sacamos lo mejor de nosotros mismos, contribuimos a sacar lo mejor de los demás (aunque también corremos el riesgo de que se nos quiera crucificar).

El cuidado y la productividad son las dos manos y las dos piernas con que debemos movernos en la tierra. Y se necesitan: la productividad sin cuidado se convierte en explotación. Pero el cuidado sin productividad puede quedarse en mera resignación. Dos malas maneras de andar cojo y manco por la tierra.

Y vaya esto una vez más como palabra de gratitud a tanto personal sanitario.

 

PAROLIN, EN 'LA PERIFERIA DE LAS PERIFERIAS': "LA VISITA AL CAMPO DE BENTIU FUE UN PUÑETAZO EN EL ESTÓMAGO"


vatican news

 

(Vatican News).- La visita al campo de Bentiu "fue un puñetazo en el estómago". Hay que ponerse una mano sobre la conciencia porque "no se puede aceptar que en el mundo actual se viva en condiciones como éstas". El cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, regresa a la capital sudsudanesa, Juba, tras pasar un día en el campo de desplazados de Bentiu, a las afueras de la ciudad del mismo nombre, en el Estado de Unity, al norte del país. Un momento intenso, vivido por etapas entre los que ya no tienen nada, si es que alguna vez lo poseyeron. Son las personas desplazadas por la guerra civil del 2013, que estalló sólo dos años después de que el joven Sudán del Sur obtuviera la independencia que duró hasta el 2020.

Es en el Estado de Unity donde nació el vicepresidente, Riek Machar, uno de los protagonistas del conflicto contra el presidente Salva Kiir, y es uno de los lugares que ha visto los combates más intensos, que han producido un número impresionante de desplazados. A ellos, con el paso del tiempo, especialmente desde el 2019, se han sumado los que han huido de sus casas por las inundaciones que, en el 2021, fueron de las peores que vivió este Estado en los últimos años. Una cantidad récord de lluvia inundó todo el territorio, impidiendo a sus habitantes poder vivir, poder cultivar, y provocando la pérdida de cientos de miles de cabezas de ganado.

Destrucción total

Todo aquello de lo que depende la supervivencia de la comunidad ha sido destruido, el hambre ha alcanzado niveles aterradores, y el panorama que se abre a los ojos de quienes llegan al campamento, así como a los del Secretario de Estado Parolin, es el de una tierra devastada, sumergida durante largos tramos, con alrededor de 150.000 desplazados, arrastrados a vivir en condiciones sanitarias inimaginables, sin agua potable, con desagües abiertos y con el espectro constante de las epidemias, desde la hepatitis a la malaria pasando por el cólera, que periódicamente, incluso en las últimas semanas, sacuden este lugar y luego se extienden a los demás Estados sudaneses.

El Papa cerca de este pueblo de Dios

"Estamos en la periferia de las periferias", dice el cardenal Parolin, y denunció las condiciones de vida de quienes "no tienen ni siquiera lo mínimo para sobrevivir. Sin la ayuda internacional de la ONU no habría esperanza".

"Estas personas querían llevar una vida digna, criando a sus hijos, pero dos catástrofes, una humana, la guerra, y otra natural, las lluvias, han hecho que sus vidas sean vulnerables", explicó monseñor Stephen Nyodho Ador Majwok, obispo de la diócesis de Malakal, de la que forma parte Bentiu con su campo de refugiados, "y la situación está empeorando".

“El 90% de la población tiene menos de 40 años, hay muchos niños y no hay escuela para ellos, ¿cuál será el futuro? Es algo que impacta". Para el obispo, que permaneció junto al cardenal Parolin durante toda la visita al campamento, la llegada del purpurado fue "un momento maravilloso e histórico para la diócesis de Malakal", continuó, "ha venido a defender a nuestro pueblo". Una jornada inolvidable para la población del Estado de Unity y de Bentiu que, concluyó el prelado, "fortalecerá la fe en la Iglesia de este pueblo, tocado por las atrocidades, la guerra y los desastres naturales".

Parolin en Juba: "No más luchas fratricidas, la paz no se obtiene con violencia y corrupción"

"Desarmar el mal" con el perdón, "desactivar la violencia" con el amor, "resistir a la opresión" con la mansedumbre. Porque "el mal del mundo no se gana con las armas del mundo" y "la paz no se consigue con la guerra". El Cardenal Pietro Parolin celebra la Misa en Juba y, levantando los ojos al cielo desde donde cae una lluvia torrencial, pronuncia: "Nunca más violencia, nunca más conflictos fratricidas, nunca más guerra". A continuación, invoca una bendición de Dios para Sudán del Sur, una tierra "rica en recursos y posibilidades" pero al mismo tiempo "ensombrecida por la violencia".

Salva Kiir presente

En la primera fila de la celebración se encuentra el presidente Salva Kiir, sentado en la tribuna de honor instalada bajo una carpa. A su lado, el viceprimer presidente Riek Machar. El Secretario de Estado, en el penúltimo día de su viaje al país africano, se dirige a cada una de las aproximadamente 15.000 personas reunidas para la Misa: un pueblo "agobiado por el yugo de la opresión, la pobreza y el trabajo", dice, haciéndose eco de las palabras del profeta Isaías, "pero que desea alegrarse de la libertad".

Ambiente solemne

La Misa tiene lugar en el parque del mausoleo de John Garang, el monumento dedicado al difunto líder del Movimiento/Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés y primer vicepresidente de Sudán tras los Acuerdos de Paz. Es el mismo lugar donde debió haber celebrado el Papa. El escenario está decorado festivamente con algunos de los colores de la bandera de Sudán del Sur: blanco, rojo, verde y amarillo.

Parolin entra en procesión, precedido por un grupo de mujeres y hombres jóvenes que, descalzos, con camisetas blancas y faldas y pantalones tribales, ejecutan una danza al son de pianolas y tambores. Todos los Obispos de Sudán del Sur están presentes, concelebrando con el Cardenal. Y en las primeras filas están sentados los líderes anglicanos, pentecostales, evangélicos y otros cristianos miembros del Consejo de Iglesias que, antes de la Misa, se reunieron en privado con el Purpurado. Desde la asamblea, en la que se distribuyen folletos con una fotografía de "Su Eminencia el Cardenal Pietro Parolin", se escucha algún que otro grito de las mujeres. En general, el ambiente es recogido, más solemne que el júbilo que supuso la celebración de ayer por la mañana en el campo de desplazados de Bentiu.

La bendición del Papa

Y al igual que en Bentiu, el Cardenal comenzó su homilía trayendo "el saludo y la bendición del Santo Padre, el Papa Francisco, que ha querido estar hoy aquí para una peregrinación ecuménica por la paz y la reconciliación en este joven país, tan lleno de oportunidades y tan gravemente afligido".

No responder al mal con el mal

El Cardenal realiza su reflexión desde el presente del pueblo sudsudanés, sus dificultades y desafíos, pero mira hacia adelante, señalando el camino que, dice, es el del Evangelio y no el de "nuestras formas habituales de actuar y reaccionar ante el mal". El mensaje es "diferente", subraya el Cardenal, es "negarse a responder al mal con el mal".

"Renuncia a la venganza... Ama y perdona siempre", afirma el Cardenal a un pueblo como Sudán del Sur asolado por años de guerra civil. "La carne nos empuja a responder al mal de determinadas maneras", pero Jesús nos invita a abrirnos "al valor del amor". Un amor que "no se encierra en la mentalidad del 'ojo por ojo, diente por diente', no responde al mal con la venganza, no resuelve los conflictos con la violencia". Pero esto, subraya el Cardenal, "no significa convertirse en víctimas pasivas, ni ser débiles, dóciles y resignados ante la violencia. Por el contrario, significa desarmar el mal, desactivar la violencia y resistir la opresión".

El único camino: vivir como hermanos

"El mal del mundo no puede ser vencido con las armas del mundo", comentó Parolin, interrumpido por los aplausos. "Si quieres la paz, no puedes conseguirla con la guerra. Si quieres justicia, no puedes conseguirla con métodos injustos y corruptos. Si quieres la reconciliación, no puedes usar la venganza. Si quieres servir a tus hermanos y hermanas, no puedes tratarlos como esclavos. Si queremos construir un futuro de paz, sólo hay un camino que tomar: amarnos unos a otros para vivir como hermanos". Porque "cuando dejamos demasiado espacio para el resentimiento y la amargura del corazón, cuando envenenamos nuestra memoria con el odio, cuando cultivamos la ira y la intolerancia, nos destruimos a nosotros mismos".

Acciones concretas para el proceso de paz

"Ahora -afirma Parolin- es el momento en que Dios, que siempre escucha el grito de su pueblo oprimido, nos pide que seamos artífices de un futuro nuevo. Ahora es el momento de la responsabilidad y la acción concreta, el momento de derribar los muros del odio, de romper el yugo de toda injusticia, de lavar con el perdón y la reconciliación las túnicas empapadas de sangre y violencia". De ahí la oración para que "el Señor toque los corazones de todos, y en particular de quienes ocupan puestos de autoridad y de gran responsabilidad, para que se ponga fin al sufrimiento causado por la violencia y la inestabilidad y para que el proceso de paz y reconciliación avance rápidamente con acciones concretas y eficaces".

El encuentro con el parlamento nacional

El mismo deseo fue reiterado en la reunión de esta mañana con los diputados de la Asamblea Legislativa Nacional de Transición Revitalizada, el parlamento nacional creado para facilitar la aplicación de los Acuerdos de Paz de 2018. La invitación a la visita llegó ayer por la tarde. "Acepté inmediatamente porque soy consciente de vuestra importancia para la democracia", dijo el cardenal mientras se reunía en el Salón Azul con una representación de los cerca de 500 parlamentarios, de los cuales -señaló el portavoz- más del 20% son mujeres.

"Vosotros representáis al pueblo y sus intereses", señaló Parolin, y para el pueblo es necesario hacer realidad las exigencias de "justicia, libertad y prosperidad" impresas en el escudo del Parlamento. Al igual que en su conversación con Salva Kiir, con los parlamentarios el Cardenal repitió las palabras del Papa en el retiro del Vaticano con los líderes sudsudaneses en 2019: "Sabemos que habrá dificultades, pero por favor, sigan adelante". No te quedes bloqueado en las dificultades. Debes seguir adelante por el bien y la seguridad del pueblo".

Diálogo con los líderes ecuménicos

A los representantes del Consejo de Iglesias, el Cardenal Parolin les dejó tres instrucciones en nombre del Papa, que iba a realizar una "peregrinación ecuménica" a Sudán del Sur con el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia. La primera: "anunciar a Cristo, que es la respuesta a las expectativas, los deseos y los sueños de todos los hombres". Entonces la "unidad", a pesar de las "diferencias". Por último, "satisfacer las demandas de justicia, paz, libertad y prosperidad del pueblo".

Es un trabajo duro", pero hay que hacerlo y hacerlo juntos, dijo Parolin, que confesó su emoción personal en la visita de ayer al campo de desplazados de Bentiu: "Me sentí verdaderamente conmovido por la experiencia en el campo. Personas que viven en condiciones elementales. Muchos niños... Nos dan esperanza para el futuro. Debemos reunirnos y unir las fuerzas religiosas y políticas para hacer justicia a estas personas".

CRISTINA INOGÉS: "DEBEMOS ASUMIR QUE EN OCTUBRE DE 2023 NO HABRÁ UNA IGLESIA SINODAL

 

religion digital

 

Es una de las voces más prolíficas y fecundas en teología hoy en España. Se dio a conocer al gran público con su intervención ante el Papa Francisco en la inauguración del Sínodo sobre la Sinodalidad. Desde entonces, la zaragozana Cristina Inogés, mujer y laica, se ha convertido en una especie de termómetro sobre la marcha de este acontecimiento eclesial sin precedentes, que acaba de cerrar su fase diocesana dejando sobre la mesa importantes cuestiones a debate.

“Nadie se esperaba que esa amplia base del Pueblo de Dios que es el laicado” planteara con tanta fuerza cuestiones como el celibato opcional o el diaconado femenino, dice la teóloga, que participa este fin de semana en el Centro Vedruna de Valladolid en unas jornadas de formación sobre “La mujer en la Iglesia y en la sociedad”, junto a Belén Breznes, Carmen Quintero, Miriam Cuenca, Cristina Pascual, o la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena.

En unas jornadas Vedruna que hacen suyo el lema de la revuelta de mujeres en la Iglesia, “Hasta que la igualdad se haga costumbre”, Cristina Inogés ofrece una visión optimista, esperanzada. El Papa va a por todas, cree. “Se está redescubriendo otra forma de ser Iglesia, se está visibilizando ya”. Pero que nadie espere resultados de la noche a la mañana. “En octubre de 2023”, cuando el Papa clausure la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, “no vamos a tener una Iglesia sinodal. Esto va para largo”. La Iglesia, advierte, tiene sus propios ritmos.

-¿Significa esto que hay que tener más paciencia? En cuestiones como el papel de la mujer, donde se percibe que la Iglesia va con mucho retraso, ¿es posible seguir pidiendo paciencia?

-Lo primero, una puntualización en el lenguaje que creo que es importante: no se trata tanto del “papel” de nadie en la Iglesia, tampoco del papel de las mujeres. El papel es algo que te asigna alguien que cree tener poder sobre ti para decirte qué puedes hacer y qué no, dónde puedes estar y dónde no. Debemos acostumbrarnos a hablar, no del papel, sino del lugar de las mujeres en la Iglesia. El lugar nos lo da el bautismo. A partir del bautismo, cada uno tiene su lugar en la Iglesia, y desde ahí le corresponde discernir su propia vocación.

¿Que la Iglesia va con retraso con respecto a la mujer? Es evidente. Con un retraso de siglos. Y en algunas cuestiones va a haber que seguir esperando, pero en otras, no. Esta semana ha sido muy sorprendente que el propio Francisco nombrara a dos mujeres para el dicasterio de los obispos. Eso no había pasado nunca. Ahí no entraban los laicos, y las mujeres, mucho menos.

"¿Que la Iglesia va con retraso con respecto a la mujer? Es evidente. Con un retraso de siglos"

¿En qué vamos a tener que esperar todavía? Por ejemplo, en el diaconado permanente. ¡Y ya ni te cuento el sacerdocio! Eso no le veremos ni nosotros ni nuestros hijos, pero hay que tomárselo… como la realidad que es la Iglesia, que en las cuestiones relacionadas con la mujer es muy lenta.

-El cambio de nombre de la Secretaría general del Sínodo, ahora ya Sínodo a secas (no “de los obispos”), tu propia presencia en la inauguración del Sínodo… Todo eso son signos importantes. ¿Ves cambios estructurales de calado detrás, o falta todavía tiempo para que los cambios que están impulsando el Papa se asienten y consoliden?

-Nadie esperaba que Predicate Evangelium fuera a salir en pleno Sínodo. Ha sido una sorpresa. Con su entrada en vigor, el 5 de junio, se han suprimido las congregaciones, que solo podían presidir los obispos, y se han transformado en dicasterios, que cualquier laico preparado puede presidir. Sin ese cambio no se hubiera podido producir la entrada de estas dos mujeres en el Dicasterio de los Obispos.

Por tanto, sí se están produciendo cambios importantes en las estructuras. Pero a veces no se trata tanto de cambiar las estructuras, como de que estructuras sinodales que ya tenemos funcionen realmente de forma sinodal. Y esas estructuras las tenemos al nivel más básico e inmediato, en la parroquia y en la diócesis. Por ejemplo, con los consejos de Pastoral o los consejos de Economía. Para que funcionen sinodalmente debe haber laicos que no vayan solo a escuchar las propuestas del párroco o del obispo; deben poder hacer propuestas, para que, entre todos, se alcancen consensos y se decida qué soluciones son mejores para la parroquia o la diócesis.

-La fase diocesana del Sínodo se ha cerrado dejando importantes debates abiertos. Lo hemos visto en España, pero también en Francia…

-¡Y en Bélgica! La síntesis final va por el mismo camino y dice cosas interesantísimas.

-El caso de Francia, como publicó Religión Digital, es llamativo: los obispos decidieron enviar dos síntesis a Roma, una, con las aportaciones originales, en la que se pedía, entre otras cosas, un protagonismo mayor de la mujer, y otro documento en el que esas propuestas aparecían más suavizadas y contextualizadas. Tomando esto como muestra de que hay claramente dos visiones diferentes, ¿va a ser posible conciliarlas en este proceso sinodal?

-La fase continental nos va a servir para situarnos en una realidad esencial: el cristianismo se manifiesta en culturas muy diferentes. Debemos asumir que la diversidad está presente en la Iglesia. La Iglesia entendió, desde el siglo II aproximadamente, que la unidad venía dada por la uniformidad, y que la uniformidad se conseguía romanizando el mundo. Pues no, mire, esto no es así. Y ahora habrá que redescubrir una manera de conjugar culturas, algo que ya vimos en el Sínodo de la Amazonia. En el sínodo actual están saliendo cuestiones muy candentes, y lo curioso no es que emerjan en ámbitos más abiertos, del mundo occidental, sino que están apareciendo en otros ámbitos, donde nadie se esperaba que fueran a salir.

-¿Por ejemplo?

-Por ejemplo, el sacerdocio de la mujer; el celibato opcional, que conlleva la recuperación de los sacerdotes que se han casado; el darle vía de naturalidad a la presencia de comunidades LGTBI en la Iglesia… Nadie se esperaba es que esa amplia base del Pueblo de Dios que es el laicado fuera por esos temas. Entonces, sí, es verdad que todo esto ha pillado a los obispos con el pie cambiado.

Con respecto a Francia, es una Iglesia muy sinodal, pero está a la vez en un momento de revisión de algunas diócesis, donde el retroceso era manifiesto, y esto les ha cogido un poco con el pie en el aire…

-¿Cómo ves tú esa Iglesia sinodal?

-Tenemos que caminar hacia integrar. En una Iglesia sinodal, el consenso no se alcanza eligiendo la opción A, que tiene 20 votos, frente a la B, que tiene 14. Se trata de integrar también la opción minoritaria, que seguramente tiene cosas muy importantes que decirnos al resto. El juego va a estar en cómo sepamos integrar esa forma de lograr consensos en la iglesia.

En lo que respecta a los laicos, el reto es que vivamos realmente y en profundidad la corresponsabilidad a la que nos llama el bautismo; eso nos tiene que hacer ser conscientes de todo lo que hemos ido aportando en el Sínodo. Va a tocar estar encima para comprobar que realmente se cumplan, aunque teniendo en cuenta siempre que el movimiento de la Iglesia es lento como el de una tortuga, y que por eso no tendremos una Iglesia sinodal en 2023. Lo cual no significa que no se vayan dando pasos. Desde luego, Francisco no puede estar abriendo más caminos.

-Voces que antes estaban en los márgenes ahora confluyen con el resto. Con tensiones, sí, pero se normaliza el diálogo. ¿Esta va a ser la nueva normalidad en la Iglesia?

-Sí, se normaliza el diálogo, con un pero. ¿Se normaliza porque es algo que tenemos muy fresco con el Sínodo? ¿Vamos a ser capaces de que esto que hemos normalizado durante este tiempo de la fase sinodal se admita con normalidad a partir de ahora, o es algo que solo nos ha servido para hacer una reflexión, para después volver a lo de siempre?

No bastan las buenas intenciones, pero creo que hay posibilidades. Los laicos, en particular, hemos descubierto dos cosas primordiales. La primera, que en octubre de 2023 la Iglesia no será sinodal, sino que la gente entiende que esto va a llevar tiempo, lo que supone que la opción de la frustración se está desvaneciendo. Y a la vez hay conciencia de que el Sínodo va a suponer un antes y un después. Las cosas no van a ser iguales. Los laicos hemos descubierto que tenemos voz y pensamiento. Y eso ya es muy importante, porque nunca habíamos podido hablar en la Iglesia. El Papa nos quiere escuchar, nos ha dado la posibilidad de hablar, y hemos descubierto que tenemos buenas ideas que aportar.

Los laicos, en particular, hemos descubierto dos cosas primordiales: "Que en octubre de 2023 la Iglesia no será sinodal, lo que supone que la opción de la frustración se está desvaneciendo. Y que tenemos voz y pensamiento. Y eso ya es muy importante, porque nunca habíamos podido hablar en la Iglesia"

-¿Cómo ves el papel de la Vida Religiosa y, en concreto, de congregaciones como Vedruna que están haciendo mucha incidencia en el asunto de la mujer?

-En general, la Vida Religiosa está haciendo un gran aporte. Lo vi claramente en la Asamblea General de CONFER, a finales de mayo, donde participé junto a [la jesuitina] María Luisa Berzosa. La Vida Religiosa se está moviendo muy en clave sinodal. He tenido también la oportunidad de participar en algunos capítulos y asambleas generales, y he visto que hay congregaciones que están haciendo sus propias estructuras mucho más sinodales, incluyendo esa integración con la Iglesia diocesana, lo que siempre había sido un fleco pendiente. Estamos empezando a salir de una especie de estructura de submarino, donde cada cual estábamos en nuestro compartimento estanco, para realmente subirnos al Sínodo de la Iglesia, que es una barca, para remar todos en la misma dirección. En eso, la Vida Religiosa está prestando una contribución decisiva.


TE DICEN: ‘MUJER, TÚ NO PUEDES REPRESENTAR A JESÚS’, Y ESO TEOLÓGICAMENTE ES UNA SALVAJADA


vedruna

 

“Las mujeres en la Iglesia tenemos que empezar a pensar. Tenemos que atrevernos a pensar”, dice con rotundidad la jesuitina y teóloga Belén Brezmes, que ha participado en el Centro Vedruna de Valladolid en una mesa redonda durante unas Jornadas de Formación dedicas a “La mujer en la Iglesia y en la sociedad”.

A fuerza de costumbre, las personas terminan a veces comulgando con ruedas de molino. Es claramente el caso de la subordinación de la mujer en la Iglesia, cree Belén Brezmes: “Se ha vivido en una dimensión de tanta desigualdad que a nosotras mismas se nos ha metido en el ADN, y al final nos la hemos creído”. Toca ahora pico y pala para deconstruir, para liberarse de toda esa ideología patriarcal que forma una gruesa capa que dificulta la transmisión del mensaje de Jesús de Narazet.

Para la jesuitina, vocal de la Asociación de Mujeres Españolas, este movimiento emancipador de las mujeres católicas “es imparable”. Lo cual no significa que no haya poderosas resistencias desde “ese clericalismo tan fuerte que tenemos, desde ese patriarcado que tiende siempre a autojustificarse”. Reacciones a veces agresivas, tras las que, ante todo, ella percibe mucho miedo y nerviosismo. “Si hay ese miedo –advierte–, es porque están defendiendo cosas que no son del Espíritu”.

Belén Breznes fue una de las tres participantes en una mesa redonda durante las jornadas de formación Vedruna, este fin de semana, en el Centro Vedruna de Valladolid, que se celebran del 8 al 10 de julio con el lema: “Mujer, ‘¿qué buscas?’. La mujer en la Iglesia y en la sociedad”, con ponentes como la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, o la teóloga Cristina Inogés, invitada por el Papa a intervenir en la inauguración del Sínodo sobre la sinodalidad.

Junto a Brezmes, intervinieron la religiosa Vedruna Carmen Quintero, y la secretaria de la comunidad Islámica de Ávila y delegada de la Comisión Islámica de España en Castilla y León, Mariam Cuenca. La dirigente musulmana, última en intervenir, resaltó la amplia coincidencia en los discursos. “Me habéis dejado con la boca abierta”, dijo. “Estoy muy, muy de acuerdo con lo que habéis dicho”.

La abulense trazó una nítida diferencia entre, por un lado, el Corán y las enseñanzas islámicas, y por otro, una praxis en la que la discriminación está muy extendida, e incluso la asumen muchas mujeres. No pocas mujeres musulmanas, contó, se han escandalizado al escucharle citar fragmentos de los textos sagrados islámicos alineados con lo que llamamos hoy igualdad de género.

La dimensión política de la fe

Si Mariam Cuenca es conocida por ser la artífice de la primera mezquita en Ávila, la Vedruna Carmen Quintero es toda una institución en Valladolid, donde coloquialmente muchas la conocen como “la alcaldesa”. En los años del postconcilio, conoció en la Congregación la experiencia, entonces incipiente, de las comunidades de inserción en barrios. Y, junto a un grupo de hermanas, se decidió a poner en marcha una de esas comunidades en el barrio pucelano de La Rondilla, construido a toda prisa en los años 60, durante la expansión industrial de la actual capital de Castilla y León, para alojar a las masas de trabajadores migrantes que llegaban procedentes de pueblos y otras regiones de España. Todo era precario; a los dos años empezaron a aparecer grietas en los edificios. “Y no existían servicios comunitarios, parques, colegios, centros sanitarios…”.

La comunidad se dio un año de margen para simplemente ver y oír, antes de decidir en qué comprometerse. No lo cumplió. Tantas eran las necesidades que a las pocas semanas las religiosas estaban ya involucradas en todo tipo de proyectos, que con el tiempo se articularían en torno a la asociación vecinal La Rondilla y a la Asociación de Mujeres del mismo nombre, dos instituciones que han sido clave para el desarrollo del barrio.

Desde sus orígenes, en los estertores del franquismo, “nuestra asociación ha sido siempre muy reivindicativa. Siempre ha habido que enfrentarse para conseguir el bienestar de los que no cuentan”. Con unos alcaldes hubo más diálogo y con otros, menos, pero el activismo comunitario nunca ha faltado. Era una exigencia ética. “Nosotras, realmente, no teníamos nada que perder”, dice Carmen Quintero. “Otros compañeros y compañeras tenían sus familias, sus hijos, sus trabajos... Y lo arriesgaban por defender lo que era de todos y por conseguir el bienestar para el vecindario”.

Hoy la religiosa mira hacia atrás y da gracias “por haber podido vivir mi consagración desde esta dimensión”, que ella, sin ambages, denomina “política”. “Ya no podría concebir la vida religiosa de otra manera”, dice.

Un movimiento imparable

El caso de Belén Brezmes es, en cierto modo, el inverso. Su lucha es interna, y tiene más que ver con desideologizar toda una serie de estructuras que, con mentalidad patriarcal, se han ido asentando en la Iglesia desde hace siglos.

La jesuitina habló de su propia experiencia vital, de cómo empezó a esa inquietud sin poder ponerle nombre, hasta que una charla de María José Arana, religiosa del Sagrado Corazón, y la participación en los encuentros de Mujeres y Teología le abrieron “nuevas perspectivas” en las que ha podido seguir profundizando “en red, conectada con otras personas que están en la misma perspectiva, con una perspectiva incluso ecuménica e interreligiosa. Eso a mí me ha ayudado mucho”, dijo.

Hace falta, cree, la unión de mujeres “para hacer frente a los efectos debilitantes del sexismo, un sexismo y un pecado de sexismo que están muy presente en nuestra Iglesia”.

Hoy, es cierto, “vamos a una Iglesia diferente”. “El Papa Francisco nos quiere insertar, pero no esto no es un tema de inserción. Si nos insertan, se quedan tranquilos. Pero no, tenemos que buscar algo totalmente diferente, Tenemos que replantearnos los carismas, el servicio, todo aquello que salió en aquel documento del Sínodo de la Amazonia”, aunque quedara después algo aguado en la exhortación pontificia. El mensaje final, en definitiva, es que “la mujer se queda para unas cosas y los hombres para otras, porque la mujer representa más a María y los hombres representan más a Jesús. ¡Otra vez el fisicalismo este, que es una lacra que tenemos que eliminar”.

Primero, porque “esa imagen que identifica a Dios y a Jesús con los masculino no es verdad. Tanto el varón como la mujer somos imagen de Jesús, y esto es muy importante”. “Cuando a ti te dicen: ‘Tú no puedes representar a Cristo’. ¿Cómo que no? Teológicamente, eso es una salvajada”. “Entonces, como soy mujer, ¿significa esto que no he sido salvada por Jesús?”.

Pero hay también un poderoso argumento de credibilidad.

“¿Cómo podemos continuar, honestamente, compartiendo el Evangelio con la próxima generación o con personas que forman parte te la sociedad en general, si las estructuras institucionales y las actitudes oficiales de la Iglesia aparecen impregnadas de sexismo, y por tanto dañinas para el bienestar tanto de mujeres como de varones? Esto es algo muy gordo: ¿Qué Dios transmitimos en la evangelización para que no pierda su capacidad de interpretar y de dar luz de manera convincente a todo el abanico de experiencias actuales? Tenemos que recuperar a este Jesús inclusivo, a este Jesús de comunidad de iguales. Quizá estamos en un momento en que el Concilio Vaticano II deba ser desarrollado, y hay muchas resistencias, pero esto es imparable”. El sexismo dejará de ser aceptable, de modo análogo a como, desde hace unas décadas, la Iglesia no habla ya de “odiar a los pérfidos judíos”.

 

NO NOS DEJAN PENSAR

 

col aradillas

religión digital 

Una de las quejas más imperdonables, eclesiales y eclesiásticas que, ya recopiladas, se han hecho presentes en las sesiones pre -sinodales, han procedido de los monasterios-conventos de clausura de monjas, de vocación “esposas del Señor” y “siervas -esclavas” de obispos, curas y frailes.

Y la queja tan repetidamente expresada, lamentada y llorada es la de que “por ser monjas, nuestras Madres Superioras y la jerarquía en general no nos dejan pensar”.

No es fácil hallar una lamentación tan liberadora, grave, efectiva y real como esta, formulada con sencillez, humildad, y casi unanimidad en coros, salas de la Comunidad, recreaciones, estancias para la elaboración de los productos artesanales para poder subsistir a los que también dedican sus horas, en los centros que todavía perduran y que configuran la vida monástica por esas ciudades y pueblos de Dios.

Y el hecho es que, a las monjas no se les deja pensar invocando normas y “Santas Reglas” de sus fundadores o fundadoras interpretadas por los capellanes o directores espirituales de turno, por hojas parroquiales o publicaciones de la Orden, Congregación o de las Confederaciones, y en las solemnidades, por Obispos diocesanos y Superiores Generales. El mandamiento a cumplir “con alma, vida y corazón, hasta la muerte y en virtud de santa obediencia,” previa aprobación de la asignatura del “Amén” siempre y en todo” constituye para muchos y muchas, la esencia de la vida religiosa, para que esta lo sea de verdad y hasta sus últimas consecuencias…

“No nos dejan pensar” ha aparecido en los titulares de las informaciones relacionadas con el Sínodo y apenas si su eco fue y es destacado, como si se tratara de algo perfectamente normal en los conventos y más si estos lo son del género femenino. Muy pocos informadores religiosos, tomaron nota de ello, sin ocurrírseles plantear la solemne barbaridad de tal aseveración, no habiéndoseles rasgados ni un solo milímetro sus vestiduras, ornamentos sagrados y signos litúrgicos.

Pero el problema de “no nos dejen pensar” no se limita en la Iglesia a adentrarse en los conventos de monjas de clausura. Es y está más generalizado. El “Amén” es “santo y seña” de vida no solo religiosa, sino cristiana. El culto, y el santo ejercicio del Amén, miden la calidad y la condición de la piedad y del amor a la Iglesia y a Dios. No hay religión sin Amén. Sin Amén no es posible ser santo y menos aspirar al “honor de los altares”.

Quién piense, o se queje, de la imposibilidad de hacerlo dentro de la Iglesia, habrá de buscarse otro acomodo “religioso” y ¡”sea lo que Dios quiera!”. La censura eclesiástica, porque sí, impera todavía y, en algunas áreas, tanto o más que en las inquisitoriales, añoradas por algunos en diversidad de formas, con promesas de premios, o amenazas de castigos, La Inquisición y los “inquisidores” fueron declarados “santos”, por lo que “perduraría por los siglos de los siglos”, como algo perfectamente normal, aunque esto no pase de ser antinatural por todos sus costados.

A no pocos miembros de la jerarquía, con sínodo o sin sínodo, les aterraría tener que concluir religiosamente que en la Iglesia también las monjas se sientan enfebrecidas -“entusiasmadas”- con la posibilidad carismática, no solo de que se les permita pensar, sino que, por miembros conscientes de la colectividad, de la Iglesia y de su Orden o Congregación Religiosa, se les inste a insistir “en la rápida ejecución de pensar, como acto sublime personal y de adoración a Dios, siempre al servicio del prójimo.”

Comunidades de monjas arrodilladas y agradecidas al papa Francisco por la reactivación sinodal de la Iglesia, están en disposición de consagrar largas vigilias en demanda, y por el bien de todos, que se les permita pensar.

Están decididas ya, y por fin, a que a sus cabezas no las coronen las cofias y los “rostrillos” (de rostro) que, en su diversidad de versiones y aún con la mejor de las intenciones, les dibujaron sus fundadores o fundadoras, sino los pensamientos, tal y como con generosidad, discreción y discernimiento y proponen enjoyan los santos Evangelios…

 

QUIERO ELEGIR LO MEJOR


col arregi

Nuestra vida, siempre inseparablemente personal y colectiva, es una historia compleja –también inseparablemente personal y colectiva– de innumerables elecciones. Cada elección o decisión personal es única, irreductible e imprevisible, y es a la vez el resultado condicionado por la cadena infinita de todos los seres y relaciones que forman el cosmos.

Esto que vale para todo –cada bocado que como, cada paso que doy, cada mano que estrecho–, vale en particular para lo más valioso, tanto a nivel local como a nivel global, a saber: una comunidad de vida en justicia y en paz compartida, fuente y fruto a la vez de todas las elecciones personales y colectivas. El universo es un cuerpo animado por una energía, un dinamismo, una creatividad, un “espíritu que aletea o vibra” en el corazón de Todo y de cada parte. Nada respira sin Todo. La paz más plena de cada una/o es inseparable de la Paz plena de todos los vivientes, de todos los seres.

Todas mis elecciones, desde que fui un embrión único formado por la fusión de dos células diferentes, están condicionadas, podría decir incluso determinadas, por la conjunción de todas las partículas innumerables del universo sin medida o del multiverso desconocido. Pero soy sujeto de mis elecciones, soy responsable de caminar hacia mi auténtica libertad, que consiste no en elegir sin estar de alguna determinado, sino en poder determinarme mejor en mis incontables determinaciones, y en ir eligiendo lo mejor para mí que es inseparable de lo mejor para todos. Y así hasta que este organismo del que soy sujeto se disuelva y sea en el organismo global, mi yo en la Comunión cósmica, mi conciencia en la Conciencia universal.

Quiero vivir movido por esta cosmovisión y esta conciencia inseparablemente particular y universal, individual y política, espiritual y estructural. Por ello y para ello, en este tiempo incierto y decisivo, como parte mínima y única de todos los sistemas solares y galaxias en formación, de este planeta que nos alberga y nos nutre, de la Tierra que nos engendra y que somos, que somos y que herimos, como miembro de este mi pueblo, prójimo y hermano de todos los pueblos con sus mejores anhelos comunes y sus guerras fratricidas, con sus desmesurados sufrimientos injustos y su aspiración compartida a una paz justa y común, desde mi radical limitación y desde mi responsabilidad intransferible, en diálogo abierto y en búsqueda compartida, quiero ayudarme y ayudar a elegir lo mejor. Es decir:

1. Quiero elegir cada día y de manera concreta la paz en la justicia, y la justicia en la paz.

2. Quiero elegir desde mi propio lugar y poniéndome a la vez en el lugar de la otra, del otro, preguntándome siempre: “¿Cómo necesitaría ser tratada/o si me hallara en su lugar?”.

3. Quiero elegir una memoria integral y solidaria del pasado, sin olvidar ninguna herida, ninguna injusticia, ninguna llamada ni condición de la paz común justa.

4. Quiero elegir el alivio del dolor más que la posesión de la razón ideológica y que la implantación de un determinado proyecto político.

5. Quiero elegir la confianza en la buena voluntad y en la capacidad de bondad del adversario o de la adversaria política, o incluso de la persona que me ha infligido un profundo sufrimiento injusto.

6. Quiero elegir, a pesar de todo, la fe en lo más profundo de mí misma/o, en mi capacidad para sanar las heridas que he recibido y he infligido.

7. Quiero elegir el perdón de mí misma/o y de los/las demás. El perdón: no la absolución de una supuesta “culpa” ni la exención de “castigo” supuestamente reparador, sino la confianza en el bien y la bondad como lo más profundo y real de mí mismo. La mirada al futuro y sus posibilidades más que al pasado con sus lesiones. El resentimiento, el castigo y la venganza nos encierran e hieren más. El perdón de sí y del prójimo, el perdón que ofrecemos y recibimos es lo que nos cura y devuelve la paz creadora, fruto y fuente de la justicia.

8. Quiero elegir el pasito adelante posible, más que la meta, siempre inalcanzable.

9. Quiero elegir encender una llamita de luz en vez de lamentarme de la oscuridad que me/nos envuelve.

10. Quiero elegir una palabra, una mirada, un esto o una acción sencilla que contribuya a que sean posibles y se vuelvan realidad opciones mías y ajenas en favor de la paz y de la justica.

 

José Arregi

Aizarna, 7 de julio de 2022

MIRADA, ESCUCHA Y SERVICIO


col santos com

fe adulta 

“Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no le será quitada” (Lc 10, 38-42)

Bello texto del evangelio de Lucas. Archiconocido. Estudiado. Explicado. Estereotipado. Domesticado. Manipulado. Pero, repito, lleno de belleza y grandes posibilidades de ser meditado, contemplado, proclamado…

He leído una y otra vez ese principio: “Marta, Marta…” y un sonido de voz dulce, cariñoso y acogedor me resuena en la voz de Jesús. Le plantea a Marta su estado de ánimo, que le supera porque más que ocuparse le está “pre-ocupando”.

Todo tiene su tiempo y Marta aceleró las expectativas de servicio cuando vio a Jesús en su casa. Sumando el enfado al ver a su hermana María desaparecida de la escena del servicio que, “sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra”.

Quiero alejarme aquí del eterno dilema: la acción y la contemplación como contrarios que chocan.

Quiero ver con los ojos que Jesús mira a Marta descubriendo qué es lo que la mantiene inquieta y preocupada. No es minusvalorar sino poner orden y disfrutar de lo que cada momento trae la vida; y a la casa de las dos hermanas había llegado Jesús.

Abre tu casa y anímate a hacer un viaje interior y encontrarte con la Marta y la María que viven dentro de cada uno de nosotros y no tienen que porque generar conflicto.

Quien se expone a la mirada y la palabra de Dios a través de la oración contemplativa escuchará desde lo hondo de su ser: “Ahora ve a servir a tus hermanos”.