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martes, 3 de enero de 2017

Navidad en tiempo de Herodes

Leonardo Boff, 25-diciembre-2016

Boff fue franciscano, lo mismo que Arns









Boff habla de Brasil. Pero lo que dice podemos aplicarlo a todos los países
La Navidad de este año será diferente de otras navidades. Generalmente es la fiesta de confraternización de las familias. Para los cristianos es la celebración del divino Niño que vino para asumir nuestra humanidad y a hacerla mejor.
En el contexto actual, sin embargo, en su lugar asomó la terrible figura de Herodes el Grande (73 a.C – 4 a.C.) ligado a la matanza de inocentes. Celoso de su poder, oyó que había nacido en su reino, Judea, un niño-rey. Y ordenó degollar a todos los niños menores de dos años. Entonces se oyó una de las palabras más dolientes de toda la Biblia: “En Ramá se oyó una voz, gemidos y mucho llanto: Es Raquel que llora a sus hijos y no quiere ser consolada porque ya no existen” (Mt 2,18).
Esta historia del asesinato de inocentes continúa de otra forma. Las políticas ultracapitalistas impuestas por el gobierno actual, quitando derechos, disminuyendo salarios, cortando beneficios sociales como salud, educación, seguridad, pensiones, y congelando 20 años las posibilidades de desarrollo tienen como consecuencia una perversa y lenta matanza de inocentes de la gran mayoría pobre de nuestro país.
A los legisladores no les son desconocidas las consecuencias letales derivadas de la decisión de considerar más importante el mercado que las personas. Dentro de pocos años tendremos una clase de superricos (hoy son 1.440 según el IPEA, por lo tanto el 0,05% de la población), una clase media con miedo a perder su estatus y millones de pobres y parias que de la pobreza pasaron a la miseria. Esta significa hambre en los niños, que mueren por desnutrición y enfermedades totalmente evitables, personas mayores que no consiguen sus remedios ni acceso a la sanidad pública, condenados a morir antes de tiempo. Esta matanza tiene responsables: buena parte de los legisladores actuales de la llamada “PEC de la muerte” no pueden eximirse de la culpa de ser los actuales Herodes del pueblo brasilero.
Las élites del dinero y de los privilegios consiguieron volver. Apoyados por parlamentarios corruptos, de espaldas al pueblo y sordos al clamor de la calle, mediante una coalición de fuerzas formada por jueces justicieros, el Ministerio Publico, la Policía Militar y parte del Judicial y de los medios de comunicación corporativa y reaccionaria, no sin el respaldo de la potencia imperial interesada en nuestras riquezas, forjaron la dimisión de la presidenta Rousseff. El motor real del golpe es el capital financiero, los bancos y los rentistas (no afectados por las políticas de ajustes fiscales).
Con razón denuncia el científico político Jessé Souza: Brasil es el palco de una disputa entre dos proyectos: el sueño de un país grande y pujante para la mayoría y la realidad de una élite de rapiña que quiere drenar el trabajo de todos y saquear las riquezas del país para el bolsillo de media docena. La élite del dinero manda, por el simple hecho de poder “comprar” a todas las otras élites (FSP 16/4/2016).
La tristeza es constatar que todo este proceso de expoliación es consecuencia de la antigua política de conciliación de los dueños del dinero entre sí y con los gobiernos, que viene desde el tiempo de la Colonia y de la Independencia. Lula-Dilma no consiguieron o no supieron superar el arte sagaz de esta minoría gobernante que, con el pretexto de la gobernabilidad busca la conciliación entre sí y con los gobernantes, concediendo algunos beneficios a pueblo al precio de mantener intocada la naturaleza de su proceso de acumulación de riqueza a altísimos niveles.
El historiador Jose Honório Rodrigues, que estudió a fondo a conciliación de clase siempre de espaldas al pueblo, dice con razón: el liderazgo nacional, en sus sucesivas generaciones, fue siempre reformista, elitista y personalista… El arte de robar es noble y antiguo, practicado por esas minorías y no por el pueblo. El pueblo no roba, es robado… El pueblo es cordial, la oligarquía es cruel y sin piedad…; el gran éxito de la historia de Brasil es su pueblo y la gran decepción son sus dirigentes (Conciliação e Reforma no Brasil, 1965. pp.114:119).
Estamos viviendo una repetición de esta maléfica tradición, de la cual nunca nos liberaremos sin el fortalecimiento de un anti-poder, venido de abajo, capaz de derribar esta élite perversa e instaurar otro tipo de Estado, con otro tipo de política republicana, donde el bien común se sobrepone al bien particular y corporativo.
La Navidad de este año es una Navidad bajo el signo de Herodes. No obstante, creemos que el divino Niño es el Mesías liberador y la Estrella es generosa para mostrarnos mejores caminos.  

*Leonardo Boff escribió: Navidad: el sol de la esperanza, Mar de Ideias, Rio 2007.

La izquierda de hoy

ATRIO

CasellesCargadas en gran parte de razón, surgen con gran frecuencia voces criticando a la izquierda, sobre todo por sus constantes líos. Muchas proceden de la derecha que domina la inmensa mayoría de los medios de comunicación y, por si eso fuera poco, otras muchas vienen de la propia izquierda.

Aunque la memoria me falla ya bastante, no puedo por menos de recordar como era la izquierda en los años inmediatamente anteriores y los subsiguientes a la muerte de horrendo dictador. Pues bien, la izquierda sigue como siempre con sus luchas por el poder (cosa que comparte con la derecha, como es lógico) y sus perpetuas desuniones. Aun así, me parece que ésta de ahora va mejorando (especialmente en realismo), lo que es de agradecer, al tiempo que va perdiendo sus tendencias al autoritarismo y su carácter doctrinario.
Simplificando mucho, ya lo sé, a la derecha la cohesiona el dinero y el beneficio (nos vamos a forrar) que son cosas coherentes y fácilmente asimilables. En cambio, a la izquierda la descohesiona la ideología que es cosa volátil y en buena medida subconsciente, por lo que siempre se encuentra contaminada por el poder. El poder aparece en el discurso de izquierdas como el instrumento necesario e imprescindible para defender los intereses de las clases necesitadas, en lo que parecen estar todos de acuerdo, y por eso es difícil condenar a tanto liderillo del rojerío, porque, al fin y al cabo, el poder es bueno en cuanto es necesario para conseguir el fin soñado.
En resumen, ni tanto ni tan calvo. La izquierda es la que es porque somos de la sociedad que somos (somos todos los que les votamos) y, entre otras cosas, depende de los poderes reales, entre los que destaca el poder de los medios de comunicación, que pertenecen a quien pertenecen y defienden unos determinados intereses, y, en consecuencia, magnifican o destruyen, según los casos, a unos y otros, en la medida en que sea necesaria para el dominio del capital. Todo esto sin mencionar lo de la necesaria financiación y el ominoso poder de dar o no el crédito.
Por cierto, a los críticos, salvo honrosas excepciones, se les olvida el componente económico del funcionamiento de los partidos y, lo que es más grave, el funcionamiento de la economía global y su inmenso y creciente poder en todos los terrenos, poder no abstracto ni metafísico, sino detentado por personas de carne y hueso cuyos nombres, por lo general, ignoramos.
Es que el problema no es la izquierda, sino la sociedad (tan rica) en que vivimos.

La Navidad en la ‘cristiana’ Europa

ATRIO

ZUGASTIpSeguramente serán cientos de miles los belenes que por toda la “cristiana” Europa nos recuerdan que cuando Jesús nació tuvo por cuna un pesebre. Sus padres, María y José, habían ido a Belén obligados por un edicto del emperador Augusto. Pero allí no había sitio para ellos en la posada y tuvieron que refugiarse en un establo de animales.
Hoy millones de personas, obligadas por las guerras del imperio económico mundial, tienen que abandonar sus hogares  y huir. Entre ellas miles y miles de niños, ancianos, enfermos, heridos y mujeres embarazadas a las que también llega el momento de dar a luz. Buscando refugio llegan a nuestras fronteras, pero en la “cristiana” Europa no hay sitio para ellos. Su refugio son campos donde se hacinan como animales.
El evangelio de Lucas nos dice que un ángel anuncia el nacimiento a unos pastores que velaban cuidando sus rebaños: “No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador”. El mensaje del  ángel invita a no temer. Pero hoy el temor reina en Europa. Temor a un futuro económico que no aparece nada claro. Temor ante esas multitudes que se agolpan en nuestras fronteras, temor a que la miseria del mundo llegue a nuestras calles y nuestras casas.
 Temor que además es fomentado por intereses muy turbios. El papa Francisco lo expresa claramente: “Al miedo se lo alimenta, se lo manipula… Porque el miedo, además de ser un buen negocio para los mercaderes de armas y de muerte, nos debilita, nos desequilibra, destruye nuestras defensas psicológicas y espirituales, nos anestesia frente al sufrimiento ajeno y al final nos hace crueles”. Es la crueldad que muestra la rica Europa frente a las multitudes que huyen desesperadamente de la guerra y la muerte.
El ángel anuncia una gran alegría, pero hoy la alegría que se persigue es la que da un consumo compulsivo, que con la Navidad se vuelve desaforado. Y para evitar lo más posible la enorme contradicción entre la Navidad cristiana y el derroche masivo que se realiza con ese motivo, se ha inventado la figura de Papa Noel, que con su trineo y sus renos es una figura mucho menos comprometedora que el niño del pesebre.
Y por fin el mensaje anuncia el nacimiento de un salvador. Un salvador que va a dar la vida en defensa del amor y la libertad de todos los seres humanos. Pero una buena parte de los europeos busca la salvación en líderes nacionalistas, en una extrema derecha que sacraliza un nacionalismo estrecho y fomenta el egoísmo y la agresividad del grupo frente a todos los demás pueblos. Abundan las masas atemorizadas, azuzadas por líderes violentos que, además, muchas veces tienen la desfachatez de proclamar que su rechazo de los refugiados y los inmigrantes está motivado por la defensa de las “esencias cristianas de Europa”. ¿Dónde están esas esencias cristianas en la rica cruel y atemorizada Europa de hoy?

LA ESTRELLA

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Amiga, amigo: ¡Feliz Navidad! O, si prefieres, feliz solsticio de invierno: la noche empieza a acortarse en nuestro hemisferio Norte, aunque sucede justo lo contrario en el hemisferio Sur. El Sol que muere, nace y muere y renace. Cuando unos lo vemos ascender en el cielo, otros lo ven descender, pero a todos los vivientes nos regala su energía, aliento vital, de día y de noche, de solsticio en solsticio y de equinoccio en equinoccio. Loado seas, hermano padre Sol con nuestra hermana madre Tierra.
Es imagen de la Vida que no nace ni muere, que ES “en el principio”, mucho antes que el Sol y todas las estrellas, “antes” de todo antes y después, en lo más profundo del presente. Lo llamamos “Dios” y no sabemos decir qué es, sino que ES, y solo lo podemos decir con imágenes torpes. Es Espíritu o Aliento, Impulso, Eros o Amor infinito, Presente o Presencia absoluta. No es nadie ni nada que tenga forma, pero es Todo en todas las formas. Es Yo/Tú, Él/Ella, Nosotros/Nosotras. Es Palabra, Relación, Comunión universal. Es creatividad infinita. Es infinita bondad creadora, que se manifiesta en todo lo que es bueno o para bien, en todos los seres, en todos los vivientes, en todos los humanos. Es el Sol que renace cada día en el fondo de tus sombras, como en el solsticio de invierno.
Míralo, agradécelo, déjate alumbrar. Y, en tu pobreza, encárnalo, sé lo que eres: compadece, acompaña, consuela, subvierte. Así lo encarnó Jesús de Nazaret, hijo de María y de José, o hijo del Espíritu de la Vida, como todo viviente. Fue un profeta bueno y subversivo de una aldea oscura en un rincón de Palestina hace 2000 años. Llegó a ser lo que era. Creyó en la bondad, activó la esperanza, anunció la liberación a todos los oprimidos, curó enfermos de alma y de cuerpo, hizo frente a la autoridad religiosa y al poder imperial. Fue libre y bueno. Fue feliz, porque tuvo entrañas. No fue perfecto (¿qué es eso?), sino humano, hecho de arcilla frágil e inacabada, como tú y como yo. En la bondad de su humanidad inacabada, encarnó a Dios, el Misterio de la Vida, en forma a la vez parcial y plena, pues en la parte se halla el Todo. Algunos hombres y mujeres, al verlo, como los magos de Oriente perdidos en el camino, se dijeron: “Hemos encontrado la estrella que nos guía”. Y lo siguieron.
Nos lo cuentan los evangelios, sean canónicos o apócrifos. Pero todo eso no es historia, dirán muchos, sino leyendas de fe. Tienen razón en buena parte. El Jesús de los evangelios es una figura profundamente recreada por la fe de sus discípulas y discípulos. No sabemos, por supuesto, en qué día nació. Solo en el siglo IV se estableció en la mayoría de las iglesias la celebración de su natividad el 25 de diciembre, al final de las fiestas del solsticio.
Y es lógico, pues ese día celebraban los romanos el nacimiento del sol y de Apolo, los mitraicos el nacimiento de Mitra, los germanos el de Frey (y luego los aztecas el de Huitzilopochtli, los incas el de Inti…). Los nombres son distintos, pero la luz es la misma. La luz que brota del fondo de todo, que nos infunde el calor de la vida, y que nosotros hemos de encender. No hay nada más verdadero.
No importa el día en que nació Jesús, sino la figura luminosa que los evangelios presentan, la del hombre libre y hermano. Diré más: ni siquiera importaría que nada de lo que nos cuentan dichos evangelios, de manera por cierto tan distinta y a veces contradictoria, sea propiamente histórico. Lo que importa, al final, es que se abran los ojos para verlo todo de manera nueva, para ser lo que fue Jesús, lo que somos de verdad.
Lo más real de Jesús no son los dichos y hechos que pudieran probarse como históricos, sino la hondura de la Vida que le hizo y nos hace más libres y humanos. Solo puede decirse en parábolas, poemas y evangelios. El anuncio de un ángel a María y a José y a los pastores de Belén, el nacimiento virginal, el viaje de los magos guiados por la estrella que aparece y desaparece… nunca sucedieron como hechos históricos, como no sucedieron la multiplicación de los panes o la resurrección física con la tumba vacía y tantas cosas más. Pero ¿hay algo más real que “eso indecible” que nos quieren narrar?
¿Qué es eso? Es lo que narra el mito, sugiere el poema, sueña el niño, anuncia el profeta, emprende el rebelde. La bondad creadora: he ahí la estrella.

Un deseo del Papa Francisco para 2017: dar oportunidades a los jóvenes

- Por: Redacción



Así lo expresó en el Te Deum de acción de gracias por el pasado año, en las Vísperas de la Solemnidad de María Madre de Dios.






El Papa Francisco volvió a alzar la voz por los jóvenes. Lo hizo en esta ocasión durante el tradicional Te Deum, en la misa de Vísperas de Santa María Madre de Dios: "Hablar de un año que termina es sentirnos invitados a pensar cómo estamos encarando el lugar que los jóvenes tienen en nuestra sociedad".

El Santo Padre invitó a mirar el pesebre para descubrir cómo nos interpelan los rostros de José y María: "Rostros jóvenes cargados de esperanzas e inquietudes, cargados de preguntas. Rostros jóvenes que miran hacia delante con la no fácil tarea de ayudar al Niño-Dios a crecer. No se puede hablar de futuro sin contemplar estos rostros jóvenes y asumir la responsabilidad que tenemos para con nuestros jóvenes; más que responsabilidad, la palabra justa es deuda, sí, la deuda que tenemos con ellos".

La cultura actual "idolatra la juventud queriéndola hacer eterna", al tiempo que deja al margen a los jóvenes, "obligándolos a emigrar o a mendigar por empleos que no existen o no les permiten proyectarse en un mañana", lamentó Francisco. Por ello, invitó a evitar la actitud del posadero de Belén, que les dice a José y María que no había lugar para alojarse: "Se nos pide asumir el compromiso que cada uno tiene, por poco que parezca, de ayudar a nuestros jóvenes a recuperar, aquí en su tierra, en su patria, horizontes concretos de un futuro a construir".

El Obispo de Roma concluyó: "Mirar el pesebre nos desafía a ayudar a nuestros jóvenes para que no se dejen desilusionar frente a nuestras inmadureces y estimularlos a que sean capaces de soñar y de luchar por sus sueños. Capaces de crecer y volverse padres de nuestro pueblo".

HOMILÍA COMPLETA TE DEUM (31/12/2016)

Hachazo a las pensiones y desvalijamiento de la Seguridad Social


Juan Carlos Escudier

De no ser porque somos conscientes de que el Gobierno nos ama y que tanto Rajoy como Montoro o Guindos se dejarían arrancar un brazo, un pie o cualquier otro apéndice sobresaliente de su anatomía antes que perjudicarnos, podría sospecharse que la actual crisis financiera de la Seguridad Social no es casual sino que atiende a un diseño inteligente y planificado. Las circunstancias son perfectamente conocidas: nuestros mandamases se han pulido en cinco años un fondo de casi 70.000 millones de euros, han propiciado un déficit estructural de 17.000 millones al año y consumarán desde este 2017 un atraco premeditado a los jubilados, que gracias a la última reforma, financiarán por ley parte del agujero con pérdidas constantes de poder adquisitivo. ··· Ver noticia ···

Un año que se va, feliz año que viene, 2017

José Mª García Mauriño


Llegar a ser.
La felicidad que nos deseamos consiste en llegar a ser. No muerte lenta, sino procesos de vida, de una existencia con mucha felicidad. Que los procesos históricos en los que estamos viviendo nos ayuden a llegar a ser lo que somos. Tratar de revertir el curso de la historia. En la actualidad se dan procesos contrarios al ser. En esta era tecnológica, se insiste más en la ”tecno” que en la “lógica”, por ejemplo, se da la cerveza sin alcohol, la leche descremada, el café sin cafeína, las fotos sin papel, etc. El Ser Humano (SH) no es sino que va siendo. Las personas no estamos hechas de una vez por todas sino que nos vamos haciendo, Ha pasado un año más, un espacio de tiempo, un trozo de historia, que nos plantea el problema del Ser, si queremos seguir siendo lo que somos.
Que la Madre Tierra, siga siendo lo que la naturaleza le ha marcado lo que tiene que ser, y que los SH le dejemos desarrollar su existencia y vivamos en la armonía propia de una totalidad, Tierra conjuntamente con los SH, llena de vida.



Que los SH vayamos llegando a ser personas maduras, que vayamos llegando a una cierta plenitud del ser.
Que el Parlamente llegue a ser lo que es, ese espacio de diálogo y expresión de la soberanía popular.
Que la Democracia llegue a ser lo que tiene que ser en un Estado aconfesional y laico.
Que Europa deje de ser un campo de concentración para los refugiados y llegue a ser un espacio donde se respeten los DH y las libertades.


Que el capitalismo deje de ser un sistema de muerte y llegue a ser lo que no es, un sistema de vida, para que toda la humanidad llegue a ser.
Que todos los seres en general lleguen a ser lo que tienen que ser en este Planeta y no les pongamos cortapisas a su existencia. Que este año que entra, el 2017, pongamos los medios para que no sea un año vacío en la existencia de nadie, de ningún ser, empezando por la Madre Tierra.
Feliz año 2017. Un fuerte abrazo, JM

Reino de España: Cuando es más fácil rescatar autopistas que personas


Josep María Álvarez

Desde el 1 de enero los casi 9,5 millones de pensionistas que hay en nuestro país verán incrementadas sus rentas de jubilación un 0,25%, el mínimo fijado por la ley de pensiones aprobada unilateralmente en 2013 por el Gobierno del Partido Popular desde su entonces mayoría absoluta. Tras este escalofriante incremento, la pensión máxima de jubilación llegará a 2.567 euros (solo la cobran 232.643 pensionistas) al mes y la mínima a 636 euros mensuales. Los pensionistas tampoco tendrán la paga para compensar la desviación del IPC porque la ley del Partido Popular no prevé la compensación por la desviación de precios. ··· Ver noticia ···

El Supremo avala el privilegio de la Iglesia católica con el IRPF



Rechaza implantar una casilla para que los contribuyentes que lo desearan pudieran destinar el 0,7% de la declaración del IRPF a la Iglesia evangélica
MADRID.- El Tribunal Supremo (TS) ha avalado el privilegio de la Iglesia católica en la declaración del IRPF al rechazar implantar una casilla para que los contribuyentes que lo desearan pudieran destinar el 0,7% a la Iglesia evangélica o protestante, como ocurre con la católica, al entender que no vulnera derechos fundamentales de esa confesión. ··· Ver noticia 

Los sectores ultraconservadores de la Iglesia pelean por apuntalar su poder en el Vaticano


Jesús Bastante


Un escándalo en el grupo fundado en el siglo XI la Orden de Malta centra la pugna de los más reaccionarios por frenar las reformas del Papa
El cardenal Burke, uno de sus opositores, ha destituido al gran canciller de la orden y Francisco ha ordenado una investigación para esclarecer el cese
Miembros del sector ultraconservador pertenecen a sociedades secretas como El Yunque en España, alrededor de la cual giran asociaciones como Hazte Oír
Es una de las órdenes religiosas más antiguas del mundo, cuyo origen se remonta a la época de las Cruzadas. La Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén de Rodas y de Malta se fundó en 1048 por caballeros laicos de familias nobles. Mil años después, tienen presencia en 120 países, y su gran maestre, nombrado por el Papa, tiene rango de cardenal.··· Ver noticia ···

La religión como amenaza: lo “divino” a costa de lo “humano”

José M. Castillo, teólogo


Fuente: Teología sin censura
Castillo2El miedo a los atentados terroristas de origen religioso (o reivindicados en nombre de la religión) va en aumento. Porque raro es el día que no tenemos noticias de nuevas y atroces matanzas de seres inocentes, ejecutados de forma criminal en nombre de la religión.
Obviamente, cuando se piensa en estas brutalidades, lo primero que a cualquiera le viene a la cabeza es el peligro que entraña el “hecho religioso”. Y la explicación de semejante peligro radica, según el criterio más generalizado, en que la “condición humana” nos empuja al odio, a la venganza, al egoísmo, la ambición y a todas las perversiones morales que convierten al “hombre en lobo para el hombre”.


Esto es verdad. Pero, con reconocer que la condición humana es así, no resolvemos nada. Ni aclaramos lo que realmente nos está pasando. Por otra parte, no quiero meterme aquí a analizar lo que ocurre en otras religiones, por ejemplo, en el islam. Entre otras razones, porque no lo conozco a fondo. Y es peligroso ponerse a dictaminar lo que el vecino debe hacer en su casa, para tenerla limpia, cuando tú tienes la tuya que da pena verla. Por eso, vamos a centrarnos en nuestra propia confesión religiosa, el cristianismo. ¿No será verdad que también la “religión cristiana” ha sido, y sigue siendo, una amenaza, un asunto peligroso, incluso (a veces) muy peligroso?

No voy a echar mano – una vez más – del tan manoseado asunto de las Cruzadas, la Inquisición, la condena de Galileo y, menos aún, de casos recientes, ocurridos en España hace sólo unas décadas. Vamos a ir más al fondo del asunto.
El cristianismo es una religión que pone el centro de sus creencias, no solo en “lo divino”, sino igualmente en “lo humano”. Porque el Dios de nuestra fe se nos dio a conocer en Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre. Y esto – precisamente esto – es el gran problema, que tuvo que afrontar la Iglesia desde los primeros años de su existencia. Pero – es claro – cuando se afronta este problema entre gentes, que tienen creencias “religiosas”, inevitablemente, la religión “como tal” pesa tanto, que, en la persona religiosa, “lo divino” termina siendo más determinante que “lo humano”. Y esto, ni más ni menos, es lo que le ha ocurrido, y le sigue ocurriendo, a la Iglesia.

Efectivamente, en su Teología, en su Liturgia, en su Derecho, en las convicciones más profundas de los gobernantes eclesiásticos, en la mentalidad de la mayoría de los fieles, verdaderamente fieles a la Iglesia, no sólo es que “lo divino” pesa más que “lo humano”. El problema principal está en que “lo humano” se tiene que someter a “lo divino”. Por eso, los primeros cuatro concilios ecuménicos, que celebró y aprobó la Iglesia, Nicea (325), Constantinopla (381), Éfeso (430) y Calcedonia (451), se centraron en una preocupación fundamental: afirmar como dogma de fe la “divinidad” de Jesucristo. Es verdad que el concilio de Calcedonia defendió “la naturaleza humana” de Jesús: “perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad” (DH 301). Pero precisando, a continuación, que, en Jesucristo, las dos “naturalezas”, la divina y la humana, “confluyen en una sola persona”, que es la divina (DH 302). En última instancia, por tanto, en Jesús, “lo divino” quedó superpuesto a “lo humano”.
Es evidente que los textos de aquellos primeros concilios, distantes de nosotros en casi 1.500 años (o más), para ser entendidos correctamente, necesitan ser “interpretados” como necesita ser “interpretado” cualquier texto de la Biblia. Porque el lenguaje, y el contenido del lenguaje – el de entonces y el de ahora – ya no son lo mismo. Pero lo más importante, en todo este asunto, es que, en la historia de los siglos posteriores, la cultura ha ido evolucionando de manera que, en la mentalidad de la gran mayoría de la población de los países más desarrollados, “lo humano” ha cobrado más fuerza y tiene más presencia que “lo divino”. Mientras que, por el contrario, la Iglesia ha gestionado todo esto de manera que ha defendido y ponderado con más pasión y celo “lo divino” que “lo humano”. Y por supuesto, más “lo sagrado” que “lo profano”.
Ahora bien, si aplicamos esta manera de pensar a la Liturgia, a la Espiritualidad, al Derecho, a la Moral, a la “forma de vivir” y a las “costumbres”, ya tenemos clara y patente la explicación de por qué esta Iglesia nuestra sigue atascada en la mentalidad, no digo ya de la Edad Media, sino incluso en la manera de plantear y resolver tantos y tantos problemas que afectan muy seriamente a lo que hacen y dicen no pocos curas, bastantes obispos, algunos cardenales…. Y hasta la crispación que produce, en ambientes de sacristía, el comportamiento y las enseñanzas del papa Francisco. Por la sencilla razón de que, para esta Iglesia, es más importante evitar el pecado que aliviar el sufrimiento.
Termino asegurando que el día que nos preocupe más el problema del sufrimiento humano que la creencia en el pecado (¿contra lo divino?), ese día daremos el paso decisivo para que la Iglesia se haga más amable, más creíble y, por supuesto, más acogedora. Leyendo los evangelios, lo más claro que se encuentra en ellos es que a Jesús le interesó más el sufrimiento de la gente que la vida poco ejemplar que veía aquella gente en los amigos de Jesús, los pecadores (Mc 2, 14-17; Mt 9, 9-13; Lc 5, 27-32; 15, 1-2). ¿Por qué será que Jesús andaba con malas compañías y tenía constantes conflictos con los hombres de la religión?