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martes, 29 de diciembre de 2015

Un protestante argentino destila los discursos navideños de Francisco

 Redacción de Atrio

¡Qué distintas estas palabras episcopales -y su eco- de otras palabras episcopales que nos amrgaron el día de navidad!


El valor de las grandes palabras “bergoglianas” entre Nochebuena y Navidad

La reflexión de un evangélico y conductor del ciclo televisivo “Biblia, diálogo vigente” con el rabino Abraham Skorka y el cardenal Jorge Mario Bergoglio
Por Marcelo Figueroa, Buenos Aires, en La Stampa, 26/12/2015
Una de las llaves homiléticas para aprehender los mensajes del papa Bergoglio es conocer su capacidad de convocar, profundizar y expandir sus pensamientos alrededor de grandes palabras; y aunque parezca una contradicción, utilizando pocas palabras.

Desde ellas, como olas  circundantes de objetos arrojados a un pozo de agua quieta, sus reflexiones espirituales van envolviendo y llevando a la orilla el más simple pragmatismo vivencial. Quizá la máxima de Quevedo nos ayude a entender este concepto: “Las palabras son como monedas, que una vale por muchas,  como muchas no valen por una”.
En sus dos mensajes navideños con pocas horas de diferencia [Véase Nochebuena y Mensaje de navidad], Francisco desplegó esas grandes palabras. Solo citaré siete: amor, alegría, misericordia, paz, libertad, esperanza y dignidad. De la mano de su profundidad exegética las hermanó con la necesidad de la apertura del corazón de cada uno y siempre desde el niño Jesús,  hacia la ternura, el encuentro, el diálogo, la reconciliación, el perdón, el arrepentimiento, la piedad y la vida sencilla.
Es el necesario derrotero espiritual para poder afirmar que “hoy descubrimos nuevamente quienes somos”. Asociándolas a la praxis cristiana más humana, global y actual llamó a todos desde la escena de Belén a revelarnos a la indiferencia despiadada con la referencia piadosa que se nutre del nacimiento del Hijo de Dios.
Desde ese lugar, llamó a revertir el consumismo, el narcisismo, el egoísmo, las formas actuales de guerra y terror, la trata de personas, el narcotráfico, la miseria, el rechazo a emigrantes y refugiados, los presos y los desocupados. Es imprescindible ese camino testimonial para que nuevamente “ese Niño nos enseñe lo que verdaderamente importante en nuestra vida”.
Dos claves que en la vida personal de Francisco lo nutren para seguir utilizando esas llaves homiléticas que no han cambiado desde Buenos Aires a Roma. Primero, su preciso y refrescante apoyo en las Escrituras.
En los mensajes citados, recorre desde los profetas como Isaías, pasando por los Salmos de David, el Evangelio de Lucas y hasta las cartas pastorales de San Pablo. El segundo, su personalísima constancia madrugadora de orar fervientemente y en soledad. Nos regala generosamente ese consejo cuando dijo que nuestro estilo de vida ha de estar lleno de lo que “…extraemos cada día del pozo de la oración”. Desde aquella Palabra lanzada a ese pozo de agua, se enraíza el lumen de su mensaje apostólico.

Cafre con solideo

 ATRIO

RevueltaDecía don Manuel Giménez Fernandez, catedrático de la Universidad de Sevilla, de la época en que los catedráticos hacían oposiciones a pecho descubierto, católico en tiempos revueltos donde era difícil reconocerlo y no amilanarse, de diaria comunión, que no tenía nada contra los obispos españoles salvo dos observaciones: “.. que no creen en Dios y no han hecho el bachillerato” .
 La tercera acepción de cafre en el diccionario RAE es la de zafio y  rústico. En algún otro diccionario se le iguala a ignorante. Para zafio la Academia trae a colación el significado de falta de tacto en su comportamiento. Y a la rústica se dice de una forma y manera de hacer el precioso trabajo de encuadernar a la ligera y con cubierta de papel. O sea de cualquier manera.

Aunque, dada mi edad, procuro cuidar mi salud mental, caí en el grave error de leer estando en Córdoba, donde vive una de mis hijas casadas, la carta de la semana pasada firmada por el ordinario del lugar y cuyo tema central era exponer a sus ovejas el criterio y concepto que tiene tal prócer sobre la familia, el varón y la mujer, los hijos y su gestación y otras cuestiones relacionadas con los aquelarres químicos de laboratorio que científicos conspicuos practican arrebolando al tal ordinario para quien solo la copula carnal con eyaculacion del varón varón en el interior de la mujer mujer lleva a la concepción, olvidando por descuido la concepción de María, doncella que, según las instrucciones que tiene dicho prelado, no conoció varón.
 ¿Por ventura  habrá leído tan alto eclesiástico lo que cuenta Luis Coronas sobre los dignos antecesores de su autoridad?. “En el Libro de obvenciones del Sagrario de la Catedral de Córdoba hay anotaciones realizadas por José Vázquez Venegas sobre autos de fe celebra­dos en esa ciudad; entre las anotaciones figura: “Domingo 24 de febrero de 1647. Zelebró Auto de fe, el Tribunal del Santo Oficio de esta ciudad, salie­ron 17 sentenciados, dos hechiceras; un blasfemo; uno casado dos veces; un lego de cierta Religion que, sin ser sacerdote, habia zelebrado; un encobridor y solizitador y factor de herejes judíos; onze judios. Zelebraron este Auto en el Cómbente de San Pablo el Real del Cordova; dieron 20 reales, de estos, dos reales a los sacristanes, los 18 repartimos”. Mas o menos como ahora. La Mezquita se inmatricula como propiedad exclusiva de la Iglesia diocesana. Se cobra a los turistas. Se reparte beneficios el clero cátedral – mas de 18 reales – y tras los dos reales a los sacristanes y seguratas que impiden rezar a los moros turistas, o in-genuos, se adecenta el monumento para garantizar también de paso la continuidad de la prebenda.
 Sin sentirse heredero de tales torneos, tacha de aquelarre químico a las técnicas de fecundación in vitro. La ignorancia es atrevida. Desde hace unos años se emplea de forma habitual la “fecundación in vitro” con microinyección intracitoplasmática, también conocida como ICSI por sus siglas en inglés (Intra Cytoplasmic Sperm Injection). Consiste en la inseminación de un óvulo mediante la microinyección de un espermatozoide en su interior. Los pasos previos y posteriores a la inseminación son exactamente igual que en una fecundación in vitro clásica sin ICSI, sólo cambia la técnica de inseminación. Para realizar la ICSI se precisa sólo un espermatozoide por óvulo. Nada de química. Los espermatozoides son organismo del cuerpo humano, vivos. Los ovulos tambien. Aunque el ordinario del lugar, al ser célibe, no sea ducho en tales menesteres, puede leer, infórmarse y buscar, antes de pontificar haciendo encuadernaciones en rústica, a la ligera, sin cuidado.
    ¿Aquelarre?. Sin duda este ordinario del lugar de cuyo nombre no quiero acordarme ignora los aquelarres humanos en vivo y en directo organizados y realizados por sus sus congéneres y padres en la fe en la detección de malvados que no pensaban como ellos. Desde 1482 hasta el 15 de julio de 1834 funciono el Tribunal de la Inquisición en Córdoba. Entre los años 1499 y 1506 el inquisidor Diego Rodriguez Lucero lleva a la hoguera a casi trescientos cordobeses, incluyendo las macro ejecuciones en masa llevadas a cabo en los Autos de Fe de los días 13 de febrero de 1501, con 81 personas asesinadas, 1 de mayo de 1502 con 27 más y el día 22 de diciembre de 1504 con 107 personas quemadas en la hoguera. Estos, realizados en nombre y defensa de Cristo, si que eran aquelarres.
    El descontento, el hartazgo y la sensación de abandono en Córdoba llegó al extremo de que en la noche del 9 de noviembre de 1.506, el pueblo, asaltó la cárcel inquisitorial dejando libres a cuatrocientos presos, tomando como rehenes a un fiscal y a un notario de la Inquisición arrasando. el interior del edificio sin respetar nada a su paso.
 Margarita Orozco, harta como el hartazgo del pueblo cordobés en 1506, ha escrito a los obispos españoles una carta que termina así: Por favor, háganse simplemente esta pregunta: ¿Por qué no leemos más el Evangelio, estudiamos más y mejor a Jesús y hablamos de lo que hizo y  dijo el Señor, en lugar de tanto hablar de lo que hacen o tendrían que hacer las mujeres? Por lo que más quieran, señores obispos, ¡déjennos ya en paz! ¡¡Ya está bien, Ya está bien!!.
 ¡Ordinarios tiene la Santa Madre Iglesia!.

Pesebres vivientes Victor Codina

 

Belén2
La liturgia navideña canta: “Hoy ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor”, actualizando así el mensaje de los ángeles a los pastores de Belén (Lucas 2, 11). Pero ¿dónde ha nacido hoy el Salvador?
Ciertamente Jesús se hace presente en la celebración eucarística de la Iglesia, pero esto no agota toda la presencia del Señor. Como se nos advierte en el evangelio del juicio final (Mateo 25,31-46), Jesús se identifica con los pobres, ellos son los vicarios de Cristo, su presencia viva hoy. ··· Ver noticia ···

Este modelo produce pobreza legalmente aceptada Obispo Luis Infanti, osm

 


Existe un grupo de ciudadanos que se ha propuesto lograr que se declare ilegal la pobreza. En ese sentido, uno de sus objetivos es que, a propósito del aniversario número 70 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se entregue un pronunciamiento oficial al respecto de parte de Naciones Unidas.
De hecho, hace algunos días, los municipios de Coyhaique y Chile Chico, en la Región de Aysén, anunciaron que la pobreza fue declarada ilegal. Uno de los protagonistas para que esto ocurriera es el obispo de la zona, Luis Infanti, quien en conversación con Radio Universidad de Chile se refiere a esta posibilidad. ··· Ver noticia ···

Un niño en brazos José Arregi, teólogo


José Arregui1Este año pusimos un Nacimiento especial, sobre un lecho de hojas granates y amarillas, de arce y de ginkgo. Es especial como el motivo por el que una comunidad de cristianos y cristianas amigas de Pamplona nos lo regaló hace unos meses. Y es especial por la hechura: una única pieza de escayola policromada, llena de movimiento y dulzura, donde José levanta en sus brazos a Jesús, estrechándolo tiernamente contra su mejilla; María posa las manos y reclina suavemente la cabeza sobre el hombro de José, el hombre bueno. Unas ovejas recuestan su cabeza sobre otras y se hacen carantoñas, mientras otra, más grande y muy negra, acerca atentamente su cabeza hacia el centro del Misterio. Un aire de bondad lo envuelve todo.

La Navidad es esa ternura que ilumina la historia humana, el cosmos sin medida del que somos parte. Es la confesión de que la bondad engendra y sostiene la vida. Es la fe en que todo está eternamente movido por un latido profundo, creador, más grande y poderoso que el universo, más tierno y pequeño que el corazón de un recién nacido. Es la promesa de que el bien prevalecerá. Y es el compromiso por hacer que así sea. Cada villancico navideño, cada figura de nuestros nacimientos te lo anuncia, como el ángel a María y a José: “No temas. Eres lleno, llena de gracia. La gracia es más fuerte que todos los daños, que todas tus contradicciones”.

¿Exagera la Navidad? De nosotros depende.
Es el sueño más antiguo de la humanidad, y nada lo plasma mejor que la imagen de una madre con su hijo/a en brazos, una imagen presente en todas las culturas desde hace muchos milenios. La hallamos, por ejemplo, en la cultura neolítica Vincha a lo largo del Danubio de hace 5.000 años. En la misma época, conocemos sellos sumerios de la Diosa Madre Innana o Isthar con el niño en el regazo, e imágenes babilonias de Semiramis, madre virgen, con su hijo Tamuz en brazos. En el museo Vaticano se ve la escultura romana de la Diosa Madre Isis con su hijo Horus, del año 600 antes de Jesús.

No es extraño que los cristianos, desde muy pronto, representaran a María con el Niño. Uno de los primeros ejemplos lo tenemos en las Catacumbas de Pristila de Roma, del s. II: María está sentada con Jesús mamando en su pecho, mientras un tercer personaje señala una estrella. Es el icono de la Vida, del cielo en la tierra, de Dios en la carne. La ternura sostiene, nutre, cuida la vida. La bondad hace que Dios nazca y crezca en la tierra. No una bondad pasiva y sumisa, pues no es bondad; tampoco una bondad perfecta, pues no existe. La bondad concreta y siempre inacabada, activa y subversiva.
La Navidad es la fe en el poder de esa bondad. Es una invitación gozosa y amable a asentir a la vida, a dejarse llevar por este aliento vital poderoso y bueno que todo lo mueve, que palpita eternamente en todo cuanto es, desde las partículas de las partículas atómicas hasta las galaxias sin número ni medida. ¿De dónde nace ese aliento vital? No nace de la nada. ¿Acaso es fruto de un puro azar frío y ciego? ¿Existe acaso el “puro azar”, el azar absoluto? Claro que el azar interviene en el origen y en el desarrollo de la vida, de cada uno de nosotros, pobres y preciosos vivientes. Pero decir “azar” es una forma de decir que ignoramos el por qué. Por lo demás, tampoco el llamado azar se produce de la nada, sino que acontece en un universo infinitamente complejo, abierto, relacionado. También el azar, como todo cuanto es, tiene lugar “en Dios”, es decir, en el latido vital encarnado en todos los seres del mundo. El azar tiene lugar en un universo animado por el amor de la vida.
Nadie conoce todas las causas que explican su propio nacimiento, el nacimiento de la vida o del universo. Y la Navidad no explica por qué la realidad es como es, con todas sus muertes y dramas. Pero la Navidad proclama que, a pesar de todo, siempre podemos decir: “Todo está bien”. Es decir: “Todo puede llegar a estar bien”. La Navidad nos dice: “Ama la vida y acógelo todo como es, para que llegue a estar bien”. Cuando alguien abraza a su hijo, a su hija, o lo sostiene en sus brazos, sabe que la ternura, el cariño, el cuidado existen. Anhela que existan, y se siente llamado a hacer que así sea, para que la vida nacida de sus entrañas viva y crezca y sea feliz. En sus manos está, como el hijo o la hija que alza en brazos. “Hágase”.
Creo en la Navidad y quiero hacerla. Creo en la bondad. Creo en Jesús que, aun sin ser perfecto, pasó la vida haciendo el bien. Hágase también en mí. Será poca cosa lo que podemos hacer, pero hagámoslo, y crecerá sin fin.
(Publicado en DEIA y los Diarios del Grupo Noticias el 27 de Diciembre de 2015)