FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA
SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA
ESTAMOS EN LARREA,4 - 48901 BARAKALDO

BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA

jueves, 2 de noviembre de 2023

Iniesta, el “obispo rojo”

 Redacción de Atrio

Alberto Iniesta (1923-2016) fue una de las figuras emblemáticas del postocilio en España. A partir de 1979, tiempo ya de la involución de Wojtyla, fue fue marginado pastoral y psicológicamente por el card.  Baglio. Tras una famosa entrevista que recuerda desde Italia Francesco Strazzari en Settimana News, ya no fue el mismo. Hoy, cuando habría cumplido cien años, muchos ya ni aiquieran habrá oído hablar de él. Por eso es oportuno leer este artículo de quien desde fuera, a vuelo de pájaro nos cuenta aquella época del posconcilio en la Iglesia española, tan difícil de resucitar hoy. AD.

Alberto Iniesta nació el 4 de enero de 1923 en Albacete. Estudió en la Universidad de Salamanca y fue rector del seminario de su diócesis. Nombrado auxiliar de la archidiócesis de Madrid, fue destinado por el Card. Vicente Enrique y Tarancón a la zona roja de Vallecas, a las afueras de la capital.

Leer artículo completo »

La inhumanidad actual: ¿se ha perdido la humanidad del ser humano?


LEONARDO BOFF

 Nietzsche repitió muchas veces que lo inhumano (allzumenschlich) forma parte también de lo humano. Esto se deriva del hecho de que nuestra condición humana es a la vez racional e irracional, caótica y armoniosa. No como un defecto de creación, sino como dato de nuestra realidad histórica. El proceso cosmogénico muestra también la misma característica, pues caos y cosmos andan juntos.

Por lo tanto, se trata de una constante cosmológica, social e individual. Vemos que esto es verdad en la pérfida guerra de Israel y Hamas. Este último llevó a cabo horribles actos de terrorismo, matanza indiscriminada de habitantes de Israel y secuestro de dos centenares de personas. Israel ha tomado represalias con doble violencia, matando también indiscriminadamente a personas de Palestina, especialmente niños y madres, arrasando hospitales y lugares sagrados.

En ambos lados verdaderos crímenes de guerra, pero Israel roza, con sus ataques terribles e invasión terrestre de Gaza, el genocidio real.

Todos estamos consternados: ¿cómo es posible tanta inhumanidad? ¿Qué somos al fin y al cabo? ¿Por qué calla Dios ante tanta maldad? Son muchos los que han perdido la esperanza en la humanidad. ¿Seguimos mereciendo vivir en este planeta? Una sombra de tristeza y pesadumbre marca los rostros de jefes de Estado, periodistas y prácticamente de todos los que aparecen en las pantallas de televisión y entre nosotros. Las figuras ensangrentadas de palestinos, llevando en sus brazos a niños y niñas asesinadas, nos conmueven hasta las lágrimas.

Nos hemos quedado abatidos e indignados porque dentro de nosotros se hace oír el otro lado de nuestra realidad: somos principalmente seres de amor, de empatía, de solidaridad, de compasión y de renuncia a toda venganza. Contra toda la maldad (sombra), reafirmamos la dimensión de la bondad (luz). Poco antes de morir bajo los escombros de Gaza, la novelista y poeta palestina Heba Abu Nada de forma impactante dejó escrito: “somos personas justas y del lado de la Verdad”.

Sí, ella nos confirma que somos principalmente justos y del lado de la verdad, del amor y de la compasión. Sin embargo, cabe reconocer, que el lado irracional y perverso (aunque nunca se pierde totalmente el momento racional perteneciente a la naturaleza humana) predomina en aquellos que dirigen la guerra, especialmente Israel, USA y sus aliados europeos, la comunidad internacional (¿quiénes son?) que se mantiene callada e inerte ante la muerte de miles de civiles, niños inocentes en los bombardeos israelíes. Parece que hubieran decretado su muerte lenta con el cierre de todas las fronteras, de la comida, del agua, de los medicamentos y de la energía.

Este es el escenario de los poderes dominantes, de los señores de la guerra, más interesados en la disputa geopolítica y en el multimillonario negocio de las armas que en salvar vidas humanas. Al final, dicen, “son palestinos, sub-humanos”, considerados por grupos extremistas de Israel, incluido su ministro de defensa, como “animales”, que deberían ser tratados como tales y eventualmente exterminados.

Este escenario contrasta con las manifestaciones multitudinarias en todo el mundo: en el mundo árabe, Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, otros países y también en Brasil, que llenan las calles y se ponen al lado de los castigados colectivamente, de los más débiles, de los palestinos de la Franja de Gaza, mostrando que quieren humanidad y no ataques inhumanos. Incluso en una situación de guerra hay leyes (ius in bello) que, si se violan, constituyen crímenes de guerra, como matar a niños inocentes, atacar hospitales, escuelas y lugares sagrados.

Esto es lo que está ocurriendo sistemáticamente en los bombardeos. ¿Qué nos dice la mejor ciencia contemporánea, la ciencia de la vida, de la Tierra y del cosmos? Nos convence de que nuestro lado humano y luminoso pertenece al ADN (manual de instrucciones de la creación humana) de nuestra naturaleza. James Watson y Francis Crick describieron en 1953 la estructura en hélice de la molécula de ADN. Watson, en su libro “ADN, el secreto de la vida” (Companhia das Letras 2005), confirmando lo que San Pablo escribió sobre el amor en la primera epístola a los Corintios, afirma: «el amor es tan consustancial a la naturaleza humana que estoy seguro de que la capacidad de amar está inscrita en nuestro ADN, un san Pablo secular diría que el amor es la mayor dádiva de nuestros genes a la humanidad… ese impulso, creo, salvaguardará nuestro futuro» (p.434).

Los neurocientíficos y los biólogos no sostienen otra cosa (véanse las opiniones recogidas por Michael Tomasello en su libro “Por qué cooperamos” (Warum wir kooperieren, Berlín 2010): «En el altruismo, uno se sacrifica por otro. En la cooperación, muchos se unen por el bien común» (p.14). El conocido neurobiólogo Joachim Bauer, del famoso Instituto Max Plank, en su libro “El principio de humanidad: por qué cooperamos por naturaleza y entre nosotros” (Das cooperative Gen. Hamburgo 2006 y 2008), afirma: «Los genes no son autónomos y en ningún caso ‘egoístas’ (como afirma falsamente Richard Dawkins), sino que se agregan entre sí en las células de todo el organismo… todos los sistemas vivos se caracterizan por una cooperación permanente y una comunicación molecular hacia dentro y hacia fuera» (p.183-184).

Tales afirmaciones que podríamos multiplicar con las de otros grandes científicos, muestran que toda violencia y guerra son contrarias a nuestra naturaleza más esencial, hecha de cooperación, amor, solidaridad y compasión, aunque como afirmamos anteriormente, exista también el impulso de muerte y de agresión. Pero este, mediante la civilización, las religiones, la ética y la participación política de todos (democracia ecológico-social), el deporte y el arte, puede ser mantenido bajo control, como sugería Sigmund Freud respondiendo a Albert Einstein.

Lo que estamos presenciando es una total falta de control sobre esta dimensión oscura e inhumana (es también demasiado humana) que está produciendo muerte y destrucción. Quienes podrían comprometerse a contener la inhumanidad y mantener nuestra mínima humanidad se muestran vergonzosamente inertes ante la limpieza étnica perpetrada por el Estado de Israel. Mientras tanto, miles de personas mueren bajo los escombros producidos por los incesantes ataques de la aviación israelí. Curiosamente, Estados Unidos gasta 100.000 millones de dólares en producir armas de muerte y sostener la guerra en Ucrania y la guerra Israel-Hamas, apoyando incondicionalmente al Estado de Israel, dando luz verde a un contraataque desproporcionado.

Al mismo tiempo, China promete 100.000 millones de dólares para poner en marcha pacíficamente la Ruta y el cinturón de la Seda. Se trata de dos formas opuestas de hacer política, una que favorece la mejora de los países, especialmente de los más pobres a través de la paz y la otra, a través de la guerra, que EEUU ha utilizado en lrak, Afganistán, Siria, Libia y muchos otros lugares para asegurar su excepcionalidad y su poder unipolar.

Basta. Lo que las mayorías de la humanidad desean desesperadamente es un mundo en paz donde todos puedan caber, con lo suficiente y lo decente para todos, en la misma Casa Común, ahora en guerra y bajo fuego.

*Leonardo Boff ha escrito Fundamentalismo, terrorismo, religión y paz, Vozes 2009; Hombre: Satán o Àngel bueno, Record, RJ 2008.

Traducción de MªJosé Gavito Milano

Los desafíos del nuevo arzobispo de Madrid

 


José Cobo, nuevo arzobispo de Madrid, es un hombre de compromiso y escucha cuya postura social y pastoral se inscriben plenamente en la línea de la Iglesia y en la del papa Francisco. Su lema episcopal habla por él: «En tu Misericordia, creer y servir» LEER NOTICIA

EL GRUPO CRISTIANO DE REFLEXIÓN-ACCIÓN DE LA BAHÍA DE CÁDIZ CONTRA EL GENOCIDIO QUE ISRAEL ESTÁ COMETIENDO CONTRA EL PUEBLO PALESTINO.

 

Queremos unir nuestra voz a la de tantos y tantos colectivos ciudadanos y de cristianos que estos días vienen denunciando el genocidio que Israel está cometiendo contra el pueblo palestino.

 Rechazamos enérgicamente los actos violentos que Hamás cometió el pasado 7 de octubre  contra ciudadanos israelíes,  que provocaron la muerte de  varios  centenares de ellos, así como el secuestro de más de 200 personas.

 Pero la respuesta que está dando Israel nos parece absolutamente desproporcionada, pues ya ha matado a más de 8000 palestinos, la mitad de ellos niños y jóvenes y, al haber cortado la luz, el agua, el combustible, las medicinas y los alimentos, está condenando a más de 2.200.000 personas al exterminio. Israel además no está actuando contra los dirigentes de Hamás sino contra la población civil, al bombardear sistemática e intensamente edificios, escuelas, hospitales, mezquitas, mercados etc.

 La ONU ha condenado los atentados de Hamás, pero hace ver que éso no surge de la nada, pues Palestina lleva más  de 56 años sufriendo humillaciones, controles, usurpación de territorios y desalojos  forzosos de viviendas, hasta ir viendo como el territorio palestino se va reduciendo, se les van poniendo controles para poder desplazarse y la vida se vuelve imposible para ellos.

 Deseamos como cristianos que la Paz se implemente en la región y para ello es necesario que se cumplan las resoluciones de la ONU en las que se pide la creación de los dos estados: el palestino y el israelí.

 Dios es Amor y creemos que la guerra nunca es solución a los problemas. Nosotros optamos por la paz y no por la guerra y nos comprometemos a seguir apoyando todas las movilizaciones que se organicen en nuestra zona para pedir el fin de la violencia.

 Con el Papa Francisco, y creemos que con gran parte de la humanidad, anhelamos fervientemente la Paz en la región, que haya un alto el fuego inmediato, el  establecimiento urgente de corredores humanitarios que garantice la entrada de ayuda suficiente para la población en productos básicos: luz, agua, alimentos, medicinas, la atención hospitalaria…Pedimos  el fin del bloqueo a Palestina  así como la constante ocupación de tierras con el fin de ir haciendo desaparecer por completo su territorio. Y que se establezcan cauces permanentes de diálogo para que se vayan poniendo las bases de una paz estable y duradera en la zona.

 
SÍ A LA PAZ

NO A LA GUERRA

 

Grupo Cristiano de Reflexión- Acción de la Bahía de Cádiz

 

Cádiz 1 de Noviembre de 2023

El Papa confía en la «sabiduría humana» para frenar la escalada bélica

 


Vatican News

En entrevista con el director del noticiario italiano Tg1, Gianmarco Chiocci, Francisco afirma que el conflicto mundial «es una posibilidad, no debemos acostumbrarnos a la guerra, el problema son las industrias armamentísticas». Ver noticia 

CABREJOS: “CUANDO HAY PERSONAS QUE TIENEN MIEDO A LA HORIZONTALIDAD, NO LO ENTIENDO”


col modino

 

“Como Iglesia en América Latina y el Caribe, el proceso tiene que seguir, tiene que alimentarse más, tiene que fortalecerse más, no puede quedarse como algo que se hizo”

“Tiene que seguir con ese tipo de metodología, de consulta, de escucha, de discernimiento, de cercanía, de enriquecimiento teológico, bíblico, litúrgico y patrístico”

La Asamblea Sinodal del Sínodo de la Sinodalidad que acaba de concluir su primera etapa puede ser vista como una novedad por algunos de los participantes, no así por Mons. Miguel Cabrejos, que en sus años como presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño impulsó esa dimensión sinodal en la Iglesia a través del Proceso de Renovación y Reestructuración del CELAM, de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, de las asambleas continentales, y de tantos otros momentos que pueden ser considerados referencias en el camino de esta Iglesia sinodal que el Papa Francisco impulsa.

La referencia de la Primera Asamblea Eclesial

El presidente de la Conferencia Episcopal Peruana insiste en que “todo es un proceso, un proceso que comenzó hace bastante tiempo”. En ese camino destaca la Primera Asamblea Eclesial, que dice que fue “no sólo una experiencia, sino un testimonio auténtico de sinodalidad, donde el 20 por ciento eran obispos, el 20 por ciento sacerdotes y diáconos, el 20 por ciento religiosos y religiosas, y 40 por ciento laicos y laicas”. Recordando las palabras del Papa que dijo que eso fue algo inédito, el arzobispo de Trujillo destaca que más allá de ser apreciado en su momento, “fue muy apreciado aquí, en el Aula Sinodal. Varias mesas de trabajo han sacado a la luz el testimonio de esa Primera Asamblea Eclesial”.

Mons. Cabrejos insiste en que es un proceso, “se sigue con ese proceso sinodal y es una experiencia ya vivida, es como revivir algo que nosotros ya hicimos, y quizás no es para nosotros algo nuevo, como lo es para otros continentes, o para muchos obispos totalmente nuevo”. Con relación a la temática, ya analizada, reflexionada, “también ha sido en gran parte una temática que ya salió en la Primera Asamblea Eclesial”. El prelado peruano resalta, que la Asamblea Sinodal “es enriquecedora, un mes intenso de una gran escucha, no sólo de un continente, sino de los cinco continentes y de las Iglesias orientales, una experiencia reiterativa, pero al mismo tiempo valiosa, enriquecedora”.

Una experiencia eclesial

De lo aportado por América Latina y el Caribe a la sinodalidad, Mons. Cabrejos destaca el proceso que se hizo, algo que han valorado públicamente el cardenal Grech y el cardenal Hollerich, que afirmaron que “esta asamblea sinodal eclesial no hubiera sido posible si no hubiera una buena base en la preparación y desarrollo en la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe”. Según el expresidente del CELAM, “el aporte grande es que ahí fue una experiencia eclesial y este Sínodo, de facto es eclesial, es el Sínodo de los Obispos, pero al mismo tiempo es una experiencia eclesial, porque hay religiosos, religiosas, sacerdotes, pocos es verdad, y laicos, pero están, y están con voz y voto”, destacando ese como el aporte de América Latina y el Caribe.

También destaca que “la metodología empleada es la metodología empleada en la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe y en las regiones”, insistiendo en la experiencia realizada en las cuatro regiones. “El método de la conversación espiritual ha sido hecho ya en América Latina, como experiencia, como testimonio”, resalta.

Siguiendo el camino del Vaticano II

Ante los posibles miedos a una Iglesia sinodal, Mons. Miguel Cabrejos dice abiertamente que “no hay que tener miedo a nada, porque ciertamente que todo lo que se ha hecho, y lo que se está haciendo ahora, porque todavía no termina, está centrado en los grandes documentos del Vaticano II, en la Lumen Gentium, en la Gaudium et Spes”. El arzobispo de Trujillo no duda en afirmar que “el tema de la sinodalidad es Vaticano II, el tema del Pueblo de Dios es Vaticano II, el tema de la Iglesia en el mundo es Vaticano II”. Por eso insiste en que “no está nada fuera del Magisterio, no está nada fuera de la Iglesia, no está fuera nada de la Biblia”, destacando que “en la Biblia no existe la palabra sinodalidad, existe en San Pablo una vez Sínodo, pero la Biblia es riquísima en testimonios de sinodalidad, en el Antiguo y Nuevo Testamento”.

Eso aparece “en esa forma de estar juntos, de dialogar, es el método de Cristo, Cristo primero se encarnó y después caminó con la gente, dialogó con la gente y le preguntó a la gente”, resalta Mons. Cabrejos. Según él, “es un falso temor que tienen, no se pierde en nada la ministerialidad, si tú eres obispo, eres obispo, si tú eres párroco, eres párroco, pero se enriquece con una gran escucha. Escucha a tus fieles, escucha a tus sacerdotes, escucha a los demás, a la sociedad, y después actúas. Pero al final producto de una escucha y no solamente de una decisión personal”. De ahí que “cuando hay personas que tienen miedo a la horizontalidad, personalmente no lo entiendo”.

Haciendo lo que Jesús hizo y haría ahora

En ese sentido señala que “por el hecho de ser religioso, Franciscano, los religiosos entienden mejor el tema sinodal. Es la vida de las comunidades, de los capítulos conventuales, de los capítulos provinciales, de los capítulos continentales, universales”. Es miedo, “quizás es una falsa percepción que tienen”, resalta, pues “hay una gran riqueza en este momento de la cercanía, no solamente de la escucha, no solamente de un discernimiento, sino de una cercanía con la gente”. Según el presidente del episcopado peruano, “se está haciendo lo que hacía Jesús y lo que haría Jesús en este momento”.

Alguien que conoce la Iglesia del continente, insiste en que “como Iglesia en América Latina y el Caribe, el proceso tiene que seguir, tiene que alimentarse más, tiene que fortalecerse más, no puede quedarse como algo que se hizo, una página de un testimonio grande, tiene que seguirse esa forma del episcopado con la gente”. En sus palabras destaca la importancia del Magisterio latinoamericano y caribeño, que considera riquísimo, citando las cinco asambleas del episcopado y la Primera Asamblea Eclesial.

Seguir con la misma metodología

En esta nueva etapa del Sínodo, insiste en que “tiene que seguir con ese tipo de metodología, de consulta, de escucha, de discernimiento, de cercanía, de enriquecimiento teológico, bíblico, litúrgico y patrístico”, afirmando que “eso va a enriquecer mucho más, la Liturgia no puede estar fuera de esta cercanía, de esta sinodalidad, de la interculturalidad, también hay que inculturalizar la Liturgia en los pueblos originarios, en los afrodescendientes”.

Por eso insiste en que “tiene que seguir con la cercanía, tiene que seguir con la metodología, que fue óptima, porque después de una organización continental descendió a una nacional y de las organizaciones nacionales descendió a las organizaciones diocesanas, y de las diocesanas a las parroquiales”. Una metodología, que, en palabras del expresidente del CELAM, “tiene que volver a hacerse, porque es la mejor manera. O al revés, las parroquias, las diócesis, las conferencias, y ojalá la continental, y ojalá, siguiendo Ecclesia in América, sea América Latina y el Caribe, Estados Unidos y Canadá. Si eso se lograra sería un paso gigante ya no en Latinoamérica y el Caribe, sino en el continente americano”.

 

Luis Miguel Modino, enviado especial al Vaticano

Religión Digital, 31.10.2023

NOTICIAS SOBRE EL SÍNODO


col acebo

 

Acabo de escuchar a un corresponsal del National Catholic Reporter, Christopher White. Dando algunas noticias sobre el funcionamiento del sínodo que se está llevando a cabo en la Iglesia Católica. No tenemos que pensar que todo ha ido sobre ruedas porque el proceso le está causando urticaria a algunos obispos más acostumbrados a predicar y decretar que a escuchar. Según White hubo durante el mes algunas reclamaciones de delegados del sínodo que se quejaban del peso que se estaba dando a la escucha.

Un delegado contó un incidente que había sucedido en su mesa cuando un sacerdote estaba mirando a un obispo mientras tomaba notas para reportar lo que se había discutido en el grupo, a la Asamblea General. El obispo irritado al ver que el sacerdote miraba lo que estaba escribiendo le acusó de que si seguía mirando su escrito le echaría de la mesa. El prelado no era consciente en ese momento de que no tenía la autoridad para llevarlo a cabo.

El cardenal Grech, por otro lado, dijo que los laicos no acostumbrados a estos eventos lo habían cogido con alegría y que estaban dispuestos a cantar y bailar con esta música participativa.

Entre los temas discutidos se encontraba el sensus fidelium, el papel de las mujeres en la Iglesia de hoy, el que hicieron las mujeres que acompañaron a Jesús llegando a la conclusión de que tenían que ser sujetos y no objetos en la Iglesia. También se discutió el ecumenismo y formas de colonialismo cultural.

Paolo Ruffini comentó que el reportaje final, discutido primero entre pequeños círculos, sería redactado por una comisión nombrada al respecto y sometido a votación antes de mostrársela al Papa a finales de mes.

La asistencia de miembros de otras iglesias ha sido una lección de ecumenismo que ha ido madurando a lo largo de los años y cuyas aportaciones durante el sínodo han sido muy fructíferas. Todas las iglesias aprenden unas de otras en el mismo proceso de renovación y crecimiento que pretenden. Nuestra fe en Jesucristo es mucho mayor que las pequeñas cuestiones que continúan dividiéndonos ya que la humanidad nos necesita como testigos unidos.

Se le hicieron preguntas al profesor Clifford. La primera fue sobre el pueblo de Dios, un tema que había surgido en el concilio Vaticano II a lo que contestó que es una eclesiología bíblica que comparten muchas iglesias cristianas. La segunda supuso si el abuso de los sacerdotes había influido en el sínodo. Su respuesta incidió en la necesidad de la formación de los candidatos al sacerdocio y comentó que para el arzobispo Stanislav Gadecki se debía añadir el tiempo de formación, incluyendo otras ciencias para que los candidatos pudieran discutir de una forma nueva estableciendo mejores relaciones con el pueblo.

También se habló del escaso número de sacerdotes en muchas partes del del mundo y hubo sugerencias de ordenar hombres casados, pero hay que reconocer que no fue un tema de importancia, salvo el del celibato. Su eminencia Joseph Pop de la Iglesia ortodoxa rumana ofreció la tradición de su pueblo que a lo largo de cientos de años sus sacerdotes estuvieron casados y que ofrecía esta posibilidad.

Un periodista preguntó si los miembros del próximo sínodo serían los mismos que los de este año a lo que Ruffini contestó que en principio lo serían.

El Papa mandó un mensaje a los participantes. Decía que cuando los ministros desfiguran la faz de la Iglesia con actitudes machistas, una clara alusión a la intervención de la hermana Liliana Franco. Que la Iglesia no podía ser un supermercado de sacramentos, ni un supermercado donde se compraba la salvación convirtiéndose los sacerdotes en funcionarios de una corporación multinacional. El clericalismo nos lleva a esto no hay más que ver las sastrerías romanas de ropa clerical y a los jóvenes sacerdotes probándose sotanas, albas y ropas recubiertas con encajes. El clericalismo es una enfermedad, una epidemia que mancha y daña la faz de la esposa de Cristo.

 

Isabel Gómez Acebo

Religión Digital, 27.10.2023

LOS SANTOS DE MI DEVOCIÓN


col zapatero

 

Si se viene usando desde muy antiguo esta expresión, resulta lógico pensar que puede ser debido a que se utiliza de manera natural e instintiva y, por tanto, que sale de lo más profundo de la persona. Tanto es así que el hecho de utilizarlo no presupone profesar ningún tipo de creencia; tampoco lo contrario. Se ha convertido sencillamente en una de tantas expresiones populares que solemos utilizar en general la gente en nuestras conversaciones cotidianas.

En mi caso lo hago con plena conciencia de lo que significa y supone en mi vida. Vaya por delante que no me gusta polemizar nunca sobre esta cuestión, la santidad. Pero menos aún en el día, 1 de noviembre, festividad de todas ellas y ellos, sin ningún tipo de distinción ni diferencia.

No sé si es curioso, casual o vete tú a saber, pero el caso es que la mayoría de las santas y santos de mi devoción no coinciden con los reconocidos de manera oficial por la Iglesia. Claro que, a decir verdad, tampoco es algo que me inquiete, ni mucho menos. Lo digo sencillamente como dato anecdótico o a tener en cuenta.

He preguntado a personas expertas en estos asuntos y todas me han respondido lo mismo: les falta el milagro o hecho portentoso atribuible a intervención divina por intercesión de ellos. Después de dar muchas vueltas y pensarlo mucho, me ha venido a la mente un pasaje del Evangelio que me ha aportado una gran luz en este asunto: "Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando" (Ju 15, 14).

Entonces, me he dicho a mí mismo: quiere decir, pues, que estas personas, a las cuales yo considero santas, lo son de verdad, puesto que son amigas y amigos de Dios, ya que cumplen su voluntad, manifiesta a través del mensaje y testimonio de Jesús.

Sí, pero les falta el milagro, garantía segura de que eso es así y no admite la menor duda, me ha respondido una amiga, que de estas cosas entiende un rato, todo hay que decirlo.

Me ha faltado tiempo para contestarla: ¿quieres más milagro que, mientras vivieron, algunas también mientras viven ahora, a través de ellas llegase en su día y/o esté llegando ahora, consuelo a los afligidos, alegría a los tristes, dignidad a los degradados, pan a los hambrientos, hogar, calor y cariño a los sintecho, etc., etc.?

Me ha dado la impresión de que, al oír mis palabras, se ha quedado un tanto descolocada. Entonces me ha preguntado: ¿son muchos? Inmensidad y multitud, le he respondido yo. Tantas y tantos, que no me atrevo a dar nombres, porque me llevaría muchísimo tiempo y correría el riesgo de dejarme algunos, tal vez muchas y muchos. Claro que, para no crearla más dudas e inquietud innecesaria, no le he dicho que muchos de ellos pertenecen a otras religiones, son agnósticos o ni siquiera creen.

Y como ya dije hace un momento que mi intención no era polemizar sobre esta cuestión, aprovecho la oportunidad para felicitar a todas y todos sin distinción ni diferencia; es decir, a los de mi devoción, a los que no lo son tanto o, sencillamente, no lo son. Pero, eso sí: los de mi devoción continuarán siéndolo como hasta ahora, por mucho que el tal milagro no llegue o no quieran o no sepan reconocerlo los estamentos eclesiales encargados de ello.

¡FELICIDADES!

TODAS LAS LÁGRIMAS


col koldo

 

Unos y otros acusan alarmante deterioro del corazón. Hoy pega duro Israel, cruel y desproporcionadamente. Ayer pegó duro Hamas, cruel y desproporcionadamente... Ahora es esta guerra atroz, pero ayer fueron otras sobre el mismo desierto sagrado. Parejo dolor, sangre y escombro. La espiral de mutuos y fatales agravios en Tierra Santa se prolonga en exceso.

La irrupción con cuchillos y fusiles en los "kibutz" y en la masiva fiesta de los jóvenes fue salvaje. Nuestro presente no merecía escenas de tamaña crueldad, sin embargo la sofistificación alada de los "cazas", disparando de forma tantas veces indiscriminada sobre la población civil, causando cientos, miles de muertos no es menos salvaje. El cuarenta por ciento de las víctimas aún eran niños que no sabían de banderas, que no habían tenido siquiera ocasión de empezar a comprender este convulso mundo.

¿Cómo enjuagarnos con todos los sollozos, cómo honrar todo padecimiento? El de la madre israelí con su hija secuestrada en un agujero bajo la arena y que teme por su vida, el de la madre gazatí que ha perdido a su vástago sepultado tras un bombardeo... ¿Cómo desnudarnos de desfigurante ideología? La ideología sólo suma más polvo al ya abundante polvo, humareda que invisibiliza la otra parte de la tragedia. ¿Cómo observar sólo de forma neutral, sintiendo como propio el dolor de todas las pieles, fundamentalmente el de todas las almas? ¿Cómo identificarnos con todas las angustias, cómo encontrar en ellas sencillamente algo del fracaso global, más allá de los bandos?

Todas las lágrimas son igualmente ácidas; se precipitan en realidad sobre una misma mejilla, sobre el pómulo ya humedecido de una misma y sola humanidad. Hay un olvido del dolor de la otra parte que será preciso superar. Mis amigos de izquierdas me envían unos vídeos, los pro-israelís otros contrapuestos. Busco amigos sensibles a todos los dolores, independientemente de sus simpatías políticas. No quiero "whasaps" ni de un bando, ni de otro; anhelo mensajes sensibles al entero dolor humano. Al fin y cabo, la  terrible ignorancia de que el mismo mal que se siembra es el que se recoge, ya estaba instalada a ambos lados de la alta alambrada.

Cuando se acumulan tantas montañas de destrucción, cuando se apilan día tras día tantos sacos de sábanas con cuerpos inánimes, cuando el terror de unos y otros se desata ya sin medida, será preciso evitar el escoramiento ideológico. ¿Qué podemos hacer ante el aparente progreso de la brutalidad, ya en el desierto donde se reúnen Oriente y Occidente, ya más al norte en estepas pronto de nuevo heladas... ? Vaciar todos nuestros restos de arsenal, implementar detalle, amabilidad y bondad. 

Agitemos campanas de las que tocan por todos sin discriminación, más allá del nombre con el que se invoca al mismo Dios. Tras el "off" en la pantalla de los diarios horrores, tras el asomo estos días a las tinieblas televisadas que aún gestan los humanos, en el lugar donde estemos, encendamos la luz, prendamos la lámpara de nuestra pequeña y recogida mesilla, la luz de nuestro tocado corazón.

Ante un presente sorprendido por crueles guerras que creímos superadas para siempre, ganar a nuestro alrededor espacios para la inocencia y la pureza; alentar relaciones fundamentadas en la cordialidad y el mutuo respeto; sostener la importancia del diálogo y el acuerdo para superar las diferencias; reafirmarnos en lo pequeño en el convencimiento de que es llamado a tornar grande, a arrinconar el conflicto, a recuperar la tierra entera.

La esperanza no se nos puede escapar de las manos en medio del baile, un 7 de Octubre, un sábado a la noche bajo el dictado de quienes penetran la oscuridad cargados de acero, al albur de quienes hacen tronar día tras día los cielos. En nuestro entorno reducido nos jugamos más de lo que creíamos. Palestina perderá su connotación ahora tan sombría. Las tinieblas mermarán ante todas nuestras luces unidas.

Abracemos las dos ciudadanías allí sufrientes. Recemos unidos, pidamos con fervor, para que mañana no haya alambradas, ni trincheras, sobre todo para que ésta sea la última y fatal guerra sobre las arenas bíblicas, por supuesto allende ellas. Clamemos para que nadie pegue duro a nadie, para, más pronto que tarde, perdonarnos los mutuos y ancestrales agravios, para por fin inaugurar un nuevo mundo en firme paz y en permanente hermandad.

COMO CRISTO SIGNO DE CONTRADICCIÓN


col velde

 

“Este es el secreto de la santidad. Si en el seno de la Iglesia vemos muchos pecadores, pero cuando estos pecadores acogemos esa palabra de perdón, de esperanza, de fe, nosotros comenzamos a convertirnos: y poco importa el pasado cuando la palabra de Dios ha comenzado a hacer nuevo a un hombre. Y de esto hay mucho en nuestra arquidiócesis, ¡Bendito sea Dios! Yo también puedo decir, como San Pablo, a muchos, no a todos, a muchos radioyentes: le doy gracias a Dios porque están recibiendo mi palabra como es de verdad, palabra de Dios. Porque muchos la reciben como palabra de hombre, como palabra de enemigo, como palabra de subversivo, como palabra de hombre que solamente quiere el mal. Ese es el triste destino del que predica la palabra de Dios: ser como Cristo signo de contradicción. Pero, bendito sea Dios, que eso mismo está diciendo que el vehículo, aunque sea tosco e inútil, es vehículo nada más. Lo que interesa es lo que va en el vehículo: la palabra de Dios, que es acogida en los corazones y convierte operante la santidad y la vida. Y por eso hay mucha santidad en nuestras comunidades. (…) Y desde la eucaristía de nuestro domingo, la palabra que se predica se convierte en una Iglesia de pecadores, también en una Iglesia de santidad. Así sea.” 

El título de su homilía es “La Iglesia santa, pero necesitada de purificación”. Después de haber ampliado bastante sobre “Los pecados de la Iglesia” a partir de Mt 23, Monseñor Romero concluye su homilía con la cita que es nuestra fuente de reflexión de hoy, bajo el subtítulo “¿dónde está la fuente de esta santidad?. Parte de la segunda lectura de la liturgia de hoy: 1 Tes 2,13. “Por nuestra parte, no cesamos de dar gracias a Dios porque al recibir la palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en vosotros los creyentes.”

Según Mons. Romero el secreto de la Santidad de las y los creyentes parte de la apertura para escuchar la Palabra de Dios en la palabra pronunciada por el predicador y luego, como paso siguiente el proceso de conversión constante. Para el arzobispo esto es un proceso permanente en la vida de cada creyente, de cada comunidad eclesial, de la Iglesia a todos sus niveles.

La experiencia nos ha enseñado que no siempre es tan sencillo escuchar “la Palabra de Dios” en la palabra pronunciada por la persona que preside la celebración, que pronuncia la homilía o que hace la reflexión. Ya en el Antiguo Testamento se denuncia a los profetas serviles a los reyes, tanto de Israel como en los pueblos vecinos. Jer 23,16: “No escuchen sus palabras de estos profetas, porque los engañan, contándoles las visiones de su propia imaginación y no lo que sale de la boca de Yavé.” A lo largo de la historia ha habido sacerdotes y profetas al servicio del poder colonial, del poder político militar. Quizás la figura más triste más conocida en la historia mundial actual es el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa justificando, bendiciendo la guerra contra Urania, aliado incondicional del presidente de Rusia. No faltan obispos justificando a Trump en los EEUU. En otras religiones vemos los mismos fenómenos, como por ejemplo la justificación religiosa (islámica) de la exclusión y humillación total de mujeres en Afganistán.

Por supuesto la misión de predicar en la eucaristía dominical no es nada sencilla y es una tremenda responsabilidad. No faltan predicadores que presentan un mensaje ahistórico, ya sea volviendo a contar el mismo Evangelio (¡anexando a veces detalles propios!), proclamando doctrinas teóricas, regañando desde su propio concepto moral,… Otros dedican tiempo a la oración y la reflexión (en una mano la Biblia y en la otra el periódico, o sea los acontecimientos) y parten de la vida real – con sus heridas y sus esperanzas – de la comunidad local y su entorno, y se abren a la luz y el fuego del Espíritu.

Para la comunidad reunida no es tan fácil discernir la Palabra de Dios en las palabras del predicador/a. Monseñor Romero ofrece un criterio muy importante. Si las personas que escuchan la homilía se sienten invitadas y convocadas a la conversión, si hacen pasos concretos para una vida que refleja más la vida de Jesús y los valores del Reino de Dios, seguramente la palabra del predicador ha sido “vehículo” de la Palabra de Dios. El arzobispo se refiere a “la palabra de Dios, que es acogida en los corazones y convierte operante la santidad y la vida”. El mismo, así como San Pablo, ha tenido la experiencia que su palabra humana ha traído la luz y el fuego del Espíritu de Jesús. Si es verdaderamente Palabra de Dios, el mensaje del predicar promueve ese proceso constante de toma de conciencia acerca de fallas y omisiones (pecado), de conversión y de testimonio de vida nueva, vida santa.

Al mismo tiempo Monseñor Romero comparte su experiencia que hay gente que escucha con malicia su palabra humana de predicador. “Porque muchos la reciben como palabra de hombre, como palabra de enemigo, como palabra de subversivo, como palabra de hombre que solamente quiere el mal.” Quienes han creado sus dioses del poder y de la riqueza no aguantan la palabra profética auténtica y la manipulan. Defendiendo sus propios intereses acusan al predicador cristiano de comunismo, terrorismo, subversión, peligro para la paz, basura que hay que arrancar. El arzobispo lo ha vivido en carne propia y por eso fue asesinado. En nuestros tiempos encontrarán otros conceptos para acusar a los que predican el Evangelio de Jesús para expulsarlos, encarcelarlos, amenazarlos,… Dice Mons. Romero: “Ese es el triste destino del que predica la palabra de Dios: ser como Cristo signo de contradicción.” En el mundo como funciona hoy y como está estructurado, la predicación del Evangelio siempre estará en conflicto con los poderes económicos, políticos y militares. En cada país se da ese fenómeno de manera particular, pero el predicador de la Palabra de Dios siempre será “signo de contradicción”. ¡Ay de los predicadores que cierran los ojos ante el sufrimiento de quienes tienen hambre, ante los migrantes para quienes no hay acogida, ante quienes son excluidos, …. mientras alaban a los que están en el poder! Predicación y vida cristiana que no son “signos de contracción” frente a los poderes, debe cuestionarse seriamente. Nuestro camino no será diferente del camino de Jesús de Nazaret. No tengamos miedo.

Reflexión para domingo 5 de noviembre de 2023. Para la reflexión de este día hemos tomado una cita de la homilía durante la eucaristía del 31 domingo ordinario, ciclo A, del 5 de noviembre de 1978. Homilías, Monseñor Oscar A Romero, Tomo III, Ciclo A, UCA editores, San Salvador, p 377.

 

Luis Van de Velde

Religión Digital

ME PREGUNTO SI PARA MI FE REPRESENTA MÁS LA VENERACIÓN DEL SANTÍSIMO QUE LA DEFENSA DE LOS POBRES


col agrelo

 

La noticia decía así: «Decenas de personas que pretendían llegar a Canarias han desaparecido este miércoles después de que el cayuco en el que se transportaban naufragara cerca de la costa de Senegal… Según… testimonios, entre los desaparecidos se encuentran aproximadamente treinta chicas jóvenes…».

La liturgia de la palabra de este Domingo se abre con una declaración solemne, inapelable: “Así dice el Señor: «No oprimirás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto»”. Y, en el evangelio, oirás, saliendo de los mismos labios, las palabras del mandamiento: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser… Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

La memoria me recuerda que son muchos los miles de hombres, mujeres y niños que se ven obligados a arriesgarse con la muerte si quieren tener una posibilidad de vida digna; y que son demasiados los miles de hombres, mujeres y niños que con la muerte se quedan sin que nosotros nos sintamos responsables, ni del camino al que se han echado, ni del abismo que los ha devorado.

Hay preguntas que no puedo eludir:

Me pregunto si los emigrantes pobres son mi prójimo.

Me pregunto si en los emigrantes pobres reconozco a Cristo Jesús o no pasan de ser una amenaza para mi seguridad, un inconveniente para mi tranquilidad, un incordio a la puerta de mi casa.

Me pregunto cuáles serían mis sentimientos, cuál mi reacción, cuáles mis exigencias si, en vez de treinta mujeres pobres ahogadas en la desembocadura del Senegal, la noticia fuese que en treinta iglesias  de mi Galicia natal el Santísimo hubiese sido, no digo ya pisoteado, sino simplemente arrojado del sagrario al suelo.

Me pregunto si para mi fe representa más la veneración del Santísimo que la defensa de los pobres.

Me pregunto qué significa mi comunión con Cristo en la eucaristía si no comulgo con Cristo en los emigrantes pobres.

Me pregunto hasta dónde llega mi compromiso con Cristo y con los pobres.

Me pregunto si he escuchado el mandamiento del amor.

Me pregunto si he aprendido algo de Cristo Jesús.

Me pregunto si soy cristiano.

Me pregunto si tengo salvación.

 

Santiago Agrelo, arzobispo emérito de Tánger

QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO

fe adulta

col mesa

 

No soy ningún experto sobre los conflictos que se desarrollan en Oriente Medio ni, en concreto, el que se inició entre Palestina e Israel desde la ocupación del territorio palestino por Israel en 1948.

Lo primero que deseo exponer con claridad, según mi humilde punto de vista, es que la incursión de milicianos de Hamás en Israel el pasado 7 de octubre, fue una acción terrorista, pues provocó la muerte de unas 1400 personas, en su mayoría civiles, llevándose además como rehenes a otras doscientas, para un posterior intercambio por presos palestinos u otras peticiones. Según el derecho internacional y las leyes de guerra nunca se puede atentar contra civiles, ni contra escuelas, hospitales, iglesias o centros de refugiados y de ayuda humanitaria.

Por lo tanto, para mí, no hay ninguna disculpa para los asesinatos y atropellos contra los derechos humanos que han ocasionado los militantes de Hamás en su incursión, siguiendo órdenes superiores. Creo que siguen la misma estrategia que empleó la organización terrorista ETA para “socializar el sufrimiento”. Pero el odio, la muerte y el terror nunca han ayudado a solucionar ningún conflicto, al contrario, lo único que provocan es más padecimiento, enemistad y desprecio hacia el otro.   

Por otra parte, es evidente que fue un acto muy bien planificado, con ayuda, asesoramiento exterior y preparación durante mucho tiempo, dejando a las fuerzas armadas y a los servicios secretos de Israel (quizá los más reputados del mundo) confundidos y abochornados, pues fueron incapaces de prever la capacidad de Hamás para incursionar en su país y atentar contra la población. No se había visto nada igual en los últimos 16 años, desde que Hamás tomó el control de la franja de Gaza.

Pero lo que también sabía Hamás era las consecuencias que provocaría su acción terrorista, como siempre lo ha hecho su enemigo. Israel respondería con toda su fuerza militar para matar, sin importar a quién, y destruir todas las infraestructuras y viviendas, hasta dejar en ruinas a Gaza, como así está siendo. Por lo tanto, Hamás tiene también una enorme cuota de responsabilidad en las consecuencias de la respuesta inmisericorde de Israel contra la población palestina.

Todo esto no exculpa en absoluto a Israel, por su política de humillación, acoso, represión y reclusión de los palestinos en la franja de Gaza y Cisjordania. Desde 1948 el estado de Israel ha ido expulsando y despojando a la población palestina de las tierras que poblaban antes de su llegada. Esto provocó que millones de palestinos tuvieran que salir como refugiados a otros países árabes del entorno.

Las distintas guerras entre países árabes e Israel, ha provocado que este se haya convertido en un estado militarizado, que se sirve del miedo al enemigo para atemorizar y controlar a su población, y que así acepte sin oposición las políticas coercitivas y militares que aprueban sus dirigentes, muchos de ellos tan fundamentalistas como los que dicen que son en el bando rival.

A lo largo de más de 70 años, debido al apoyo de Estados Unidos a Israel en todos los frentes, principalmente en el económico y militar, junto a otros países de Europa principalmente, se ha ido convirtiendo en un conflicto entre David y Goliat.

Cada manifestación, cada lucha pacífica, cada intifada se responde con una increíble represión, encarcelamientos sin juicio, limitando los más elementales derechos y destruyendo las casas de las personas implicadas.

Los controles para pasar los trabajadores palestinos que están empleados en Israel, se convierten en eternos y humillantes. Actualmente son unos 127.000 palestinos trabajando en Israel, dos tercios de los cuales en el sector de la construcción que está en pleno auge en el país. Con la respuesta de Israel al ataque de Hamás, ha revocado todos los permisos de trabajo, ha prohibido la entrada de ayuda humanitaria, ha cortado el acceso a la electricidad, el agua y el combustible, hasta que no sean liberados los rehenes capturados por Hamás.

Los millones de habitantes de la franja de Gaza están encerrados en un gran gueto, en el que todas estas prohibiciones se convertirán en un callejón sin salida, provocando aún más enfermedades y muertes, además de las provocadas por los bombardeos de las fuerzas armadas israelíes por tierra, aire y mar. 

Además de todo esto, lo que ha provocado la indignación internacional en distintos países, ha sido un bombardeo a un céntrico hospital en Gaza en el que se encontraban varios miles de gazatíes, entre ellos muchos menores. Tanto la Autoridad Nacional Palestina como Hamás, acusan a Israel del bombardeo, pero el Ejército israelí ha responsabilizado a la milicia palestina de la Yihad Islámica. Las cifras de muertos siguen sin estar claras, pero en un primer momento las autoridades palestinas informaron de 500 muertos.

“No hay camino para la paz, la paz es el camino” decía Mahatma Gandhi. No obstante, todas las conversaciones para establecer la paz entre israelíes y palestinos han terminado en agua de borrajas, pues el estado de Israel ha incumplido posteriormente los acuerdos que había firmado. Al igual que ha hecho oídos sordos a todas las resoluciones de la ONU en su contra desde hace decenas de años.

Lo más acuciante ahora es que se eliminen las restricciones impuestas al acceso al agua, la electricidad, el combustible y la entrada de ayuda humanitaria. Y abrir corredores humanitarios para que las organizaciones que están esperando en las fronteras puedan entrar y entregar su ayuda.

Habría que explorar nuevos caminos no violentos para la resolución del conflicto, sin que intervengan las armas y la represión. Hay muchas organizaciones y personas, tanto palestinas como árabes, que recorren ya sendas de diálogo y entendimiento, en lugar de la animadversión y el enfrentamiento. Son minoritarias, con dificultades en uno y otro país para conseguir estos fines. Pero son semillas de una esperanza posible, porque se están llevando a la práctica.   

Hoy he leído en la prensa que cientos de judíos han realizado una protesta dentro y fuera del Capitolio de Estados Unidos reclamado a la Administración Biden y al Congreso abogar por el alto el fuego en Gaza y dejar de financiar el “genocidio” israelí en Palestina. Estos judíos estadounidenses se han movilizado en contra de la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza. Este es un ejemplo de acciones no violentas que impactan en la opinión pública y ayudan a mostrar la verdad que no se dice en los medios de (in)comunicación.

Cuando se acabe esta nueva invasión israelí, habrá que reflexionar e implicar a la Unión Europea, Estados Unidos y a los países árabes, para encontrar salidas eficaces y duraderas al conflicto. Se requiere para ello una gran mediación internacional. Hasta lograr, con un gran consenso, la constitución de los dos estados, israelí y palestino.

Ninguna tarea será nada fácil. Menos en un conflicto tan doloroso y enquistado como este. Pero no podemos perder la esperanza. Una esperanza construida con paciencia y constancia. Con hechos cotidianos, pacíficos, creativos, muy humanos, que nos impliquen en la realidad. Como dice la canción:

Y hablo de países y de esperanzas.

Hablo por la vida, hablo por la nada.

Hablo de cambiar esta, nuestra casa.

¿Quién dijo que todo está perdido?

Yo vengo a ofrecer mi corazón.

 

LAS BIENAVENTURANZAS

col notario

 

fe adulta

Acaba de terminar esta etapa del Sínodo en Roma. Como Iglesia, Pueblo de Dios, la llamada es a dar un giro de ciento ochenta grados y volver a la frescura del evangelio si queremos, no ya tener una credibilidad en la sociedad de hoy, sino seguir siendo un pequeño esbozo del sueño utópico de Jesús de Nazaret.

Una vez más celebramos la vida de tantos hombres y mujeres que creyeron que estaban llamadxs a seguir la intuición de su corazón y para lo que Dios les había regalado un talento, o cinco o diez, ¡qué más da! Y creyeron las palabras de Jesús.

Algunos son muy conocidos y valorados, otros, la mayoría, son anónimos pero no por ello menos valiosos. Esas personas y la vida de aquellas que tocan con su dedicación, con su entrega, con sus gestos son las personas bienaventuradas, felices de las que nos habla el evangelio. Felices por ser fieles, no por una vida sin complicaciones.

Hace unos meses que por motivos de trabajo estoy en contacto con realidades muy duras a las que religiosas de todo el mundo se acercan de puntillas intentando paliar algo del sufrimiento de las “víctimas de la trata”, de la emigración, de ser refugiado por motivos políticos, económicos, cambio climático…

Entrando en algunas de esas vidas te das cuenta que una gran parte de la humanidad es víctima del ansia de bienes económicos, del poder de unos pocos, y que les importa muy poco lo que muchas personas tiene que padecer como consecuencia de su egoísmo. Aún más, estos pobres son despreciados, señalados, perseguidos porque su pobreza se ve como una amenaza para el “status quo”.

Cuando Jesús declara: “Dichosos los que eligen ser pobres” porque esos tienen a Dios por rey está hablando de quien en medio de tanto sufrimiento, de tanto dolor como estamos observando estos días elige poner su grano de arena, no analizar la situación y quedarse como antes.

¿Cuál es el sueño, el propósito de tu vida? ¿Qué te mueve, qué buscas? Las bienaventuranzas son para quienes se acercan a escucharle e intentan poner en práctica su mensaje. El reinado de Dios pone fin a la miseria porque busca que todos tengan lo necesario, que nadie retenga para sí y que todos compartamos de lo propio. Ésta es la buena noticia para los pobres.

No puede haber felicidad en medio del sufrimiento, de la violencia, del privar a las personas de los derechos más básicos. En estos momentos en los que vemos nuestra propia seguridad amenazada por un sinsentido de enfrentamientos necesitamos profundizar en la conciencia de lo que somos. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Hacia dónde nos inspira el Espíritu de Jesús? ¿Nos da miedo la radicalidad del evangelio?

De esa primera bienaventuranza se desprenden todas las demás:

Tener hambre y sed de justicia, prestar ayuda, trabajar por la paz,… La persecución no es un fracaso sino una consecuencia de la opción por ser pobre; la ambición de riqueza y de poder no la tolera.

Hasta llegar a la última: “Dichosos cuando os insulten, os persigan y os calumnien de cualquier modo por causa mía. Estad alegres y contentos que grande es la recompensa que Dios os da; porque lo mismo persiguieron a los profetas que os han precedido”. Con su estilo de vida los discípulos toman el puesto de los profetas, denuncian la injusticia y hacen posible una nueva relación humana.

Celebramos la vida de quienes decidieron que era su momento y también su responsabilidad el dar una respuesta a su alcance. Se nos invita a unirnos a ese Gran Espíritu que permea el Universo con una nueva conciencia de que somos Uno, mucho más interdependientes de lo que nos podemos imaginar.

Este momento es crucial, hay mucho en juego; vivamos despiertos de cara a la luz.

 

Carmen Notario, SFCC

espiritualidadintegradoracristiana.es

TODOS VOSOTROS SOIS HERMAN@S Mt 23,1-12 5 de noviembre de 2023

col ramos art

 

fe adulta

¡Menudo discurso de Jesús nos regala hoy Mateo! El mismo texto ya es un comentario de lo más esclarecedor sobre su mensaje; claramente muestra una fuerte tensión entre su movimiento y sus seguidores con una de las dos corrientes religiosas judías: la farisea. En este capítulo 23, en concreto, el maestro de Nazaret denuncia la hipocresía más genuina que vivían los fariseos ante un público que no sólo estaba formado por sus discípulos, sino también por gente del pueblo. Es este uno de esos textos que revuelven por la claridad, valentía, transparencia y autoridad de sus palabras.

Jesús no se anda con rodeos, comienza señalando a quiénes van dirigidas sus palabras. Ubica a los destinatarios de su mensaje reconociéndoles, eso sí, que están en el lugar autorizado por su institución religiosa, la Cátedra de Moisés, donde se explican las escrituras; incluso, se molesta en hacer una valoración de sus palabras por ser perfectos conocedores de la ley. Con cierta ironía lanza una invitación a obedecerles. Ahora bien, lo que Jesús está poniendo de manifiesto es la poca autoridad que pueden tener los dirigentes cuando su discurso es manipulador y falso. Como veremos, en la última parte del texto de hoy, Jesús quiere contrastar dos estilos de liderazgo y proponer el suyo como un nuevo estilo que nada tiene que ver con los mandatarios de Isael. Estamos ante un nuevo desafío a su religión.

Esta valentía de Jesús tiene una gran trascendencia, no solo en los liderazgos de la primera comunidad cristiana sino también en la nuestra y cómo se ha ido forjando a lo largo de la historia. Jesús denuncia un liderazgo autócrata, hipócrita, deformado y sin autoridad en el que se anteponen las ansias de poder a la misión de enseñar la ley esencial del judaísmo. No quiere que sus seguidores repitan los modelos de injusticia y degeneración en los que los fariseos estaban instalados, unos modelos que buscaban tener al pueblo sometido y silenciado.

Con mucha aspereza Jesús va desgranando con detalle las características de este modelo de liderazgo que ha de hacernos pensar también en los nuestros, no solo en la institución eclesiástica, sino también en la clase política o en los líderes de nuestros grupos humanos, laborales, vecinales...etc a los que pertenecemos. Jesús denuncia actitudes que suelen definir los liderazgos menos influyentes y más tóxicos, actitudes como la incoherencia, es decir, no hacer lo que se dice, no creer en lo que se obliga a cumplir; imponer cargas morales sólo para los demás y no para uno mismo; buscar el protagonismo y afán de notoriedad, así como recibir reverencias cayendo, a veces, en necesidades idólatras.

En la segunda parte de este texto, Jesús pretende que sus discípulos comprendan un nuevo liderazgo coherente e inspirador, un nuevo liderazgo que se sitúe más en la circularidad que en la jerarquía, donde el único maestro y centro es Cristo; un círculo donde todos sus miembros son equidistantes y están al servicio del bien común, un verdadero discipulado de iguales.  Me resulta muy sugerente esta imagen del círculo y tod@s alrededor en igualdad de dignidad, aunque con ministerios y roles diferentes. Realmente es una constelación eclesial que va más allá de la sinodalidad porque refleja a una Iglesia transformada de raíz que no sólo afecta a lo hace o dice, sino a su misma estructura esencial y evangélica.

Pero no nos emocionemos, ya que es muy fácil analizar con todo lujo de detalles a nuestros líderes, pero ¿No creéis que en la segunda parte de este texto Jesús trasciende los liderazgos religiosos y dirige su mirada a nuestra vida personal, social y religiosa? Yo creo que sí, que Jesús ya nos mira a tod@s y denuncia actitudes incompatibles con la novedad del Evangelio; condena lo que nosotros llamamos fariseísmo: mostrar una imagen ante los demás que no es la verdadera buscando únicamente que nos quieran, reducir la fe a una presencia dominical en una iglesia, o a una visita a un santuario o lugar de peregrinación, realizar prácticas religiosas que calman nuestra conciencia e inseguridades, sentirnos mejores que los demás por creer que hemos sido elegidos para “salvar” a la humanidad.

Intuyo que Jesús también apunta a que todos somos líderes de nuestras vidas y tenemos en nuestras manos el poder de decidir vivir en coherencia, el poder de decidir no manipular, el poder de decidir situarnos en igualdad de dignidad aunque se ejerzan roles diferentes, el poder de decidir vivir como aprendices porque la vida auténtica, la que trasciende lo biológico, no termina nunca; el poder de decidir encontrar nuestro sitio desde la conciencia de estar vivos para realizar un servicio a la humanidad.

FELIZ DOMINGO

CONTRIBUIR A LA CONVERSIÓN DE LA IGLESIA José Antonio Pagola

 


No son pocos los que se han alejado de la fe, escandalizados o decepcionados por la actuación de una Iglesia que, según ellos, no es fiel al evangelio ni actúa en coherencia con lo que predica. También Jesús criticó con fuerza a los dirigentes religiosos: «No hacen lo que dicen». Solo que Jesús no se quedó ahí. Siguió buscando y llamando a todos a una vida más digna y responsable ante Dios.

A lo largo de los años, también yo he podido conocer, incluso de cerca, actuaciones de la Iglesia poco coherentes con el evangelio. A veces me han escandalizado, otras me han hecho daño, casi siempre me han llenado de pena. Hoy, sin embargo, comprendo mejor que nunca que la mediocridad de la Iglesia no justifica la mediocridad de mi fe.

La Iglesia tendrá que cambiar mucho, pero lo importante es que cada uno reavivemos nuestra fe, que aprendamos a creer de manera diferente, que no vivamos eludiendo a Dios, que sigamos con honestidad las llamadas de la propia conciencia, que cambie nuestra manera de mirar la vida, que descubramos lo esencial del evangelio y lo vivamos con gozo.

La Iglesia tendrá que superar sus inercias y miedos para encarnar el evangelio en la sociedad moderna, pero cada uno hemos de descubrir que hoy se puede seguir a Cristo con más verdad que nunca, sin falsos apoyos sociales y sin rutinas religiosas. Cada uno hemos de aprender a vivir de manera más evangélica el trabajo y la fiesta, la actividad y el silencio, sin dejarnos modelar por la sociedad, y sin perder nuestra identidad cristiana en la frivolidad moderna.

La Iglesia tendrá que revisar a fondo su fidelidad a Cristo, pero cada uno hemos de verificar la calidad de nuestra adhesión a él. Cada uno hemos de cuidar nuestra fe en el Dios revelado en Jesús. El pecado y las miserias de la institución eclesial no me dispensan ni me desresponsabilizan de nada. La decisión de abrirme a Dios o de rechazarlo es solo mía.

La Iglesia tendrá que despertar su confianza y liberarse de cobardías y recelos que le impiden contagiar esperanza en el mundo actual, pero cada uno somos responsables de nuestra alegría interior. Cada uno hemos de alimentar nuestra esperanza acudiendo a la verdadera fuente.

SANTÍSIMO PADRE, EMINENCIA REVERENDÍSIMA. MUY REVERENDO PADRE SUPERIOR DOMINGO 31 (A) Mt 23, 1-12

col fraymarcos

 

fe adulta

Sigue el mismo discurso. Después de las controversias, Mateo sigue hablando para su comunidad y poniendo en boca de Jesús lo que quiere decir él a aquellos cristianos. Su intención es hacer ver la diferencia entre el antiguo Israel y la nueva comunidad. En el relato de hoy, Jesús no habla a los fariseos, sino a la gente y a sus discípulos. Mateo pide a su comunidad que no caiga en los mismos errores que critica. Su preocupación está justificada, porque el cristianismo cayó muy pronto en un fariseísmo peor que el judío.

El ambiente reflejado en este texto no es el del tiempo de Jesús, sino el de la comunidad de Mateo sesenta años después. Los furibundos ataques contra los fariseos que aparecen en los evangelios, seguramente no corresponden a Jesús, sino a una situación que comienza a partir de la muerte de Jesús y se agudiza a partir de la destrucción del Templo en el año 70. Desaparecido el sacerdocio y el culto, los fariseos se hicieron con el absoluto control del judaísmo e impusieron a todos su manera de pensar. Solo entonces decidieron expulsar del judaísmo a los cristianos y declararles formalmente herejes. 

Lo que reflejan los evangelios es la reacción de los cristianos contra esos fariseos, que se mantuvo a través de los siglos. En el texto de hoy encontramos dos pistas para descubrir que esas palabras no las dijo Jesús: a) Nunca pudo decir que el único Señor era él mismo. b) La denominación de “hermanos”, que el evangelista pone en boca de Jesús, fue un distintivo de la primera comunidad cristiana. El saber que no lo dijo Jesús no resta un ápice la importancia de la advertencia a aquellas primeras comunidades.

Vamos a revisar alguna de las frases que acabamos de leer. Hoy no se necesita ninguna exégesis especializada. Se entiende todo perfectamente. Otra cosa es que nos interese de verdad seguir las directrices del evangelio. De muchos, que se encuentran hoy sentados en cátedras, se podía decir lo mismo que el evangelio dice a los fariseos. ¡Qué poco han cambiado las cosas en veinte siglos! El texto sigue teniendo una rabiosa actualidad.

Ellos no hacen lo que dicen. No es exacto que los fariseos fueran por definición “fariseos”. Eran cumplidores, pero su rigorismo en la interpretación de la Ley les obligó a disimular que eran incapaces de cumplirla para poder seguir exigiendo a los demás lo que ellos no hacían. Pero el engaño mayor consistía en exigirles en nombre de Dios unas prácticas que no les podían traer salvación, porque solo eran preceptos humanos.

Cargan a la gente con fardos pesados e insoportables. Eran 613 los preceptos que tenía que cumplir todo israelita para ser fiel a la Ley; según algunos, todos tenían la misma importancia porque eran la voluntad de Dios. En ese fárrago de prescripciones la vida humana quedaba aprisionada y las personas sumidas en una frustración alienante. Recordemos lo que Jesús había dicho: “Mi yugo es llevadero y mi carga ligera”.

Todo lo que hacen es para que los vea la gente. Cuando se pone la perfección en el cumplimiento de normas externas, solo caben dos salidas: En la medida que la alcances, la soberbia. Soy más que los demás y puedo mirarlos por encima del hombro. En la medida que no la alcanzas, la simulación. Lo que los demás piensen de mí es más importante que lo que soy realmente. De ahí el afán por exagerar todos los signos externos de religiosidad. Muchos cristianos de hoy estamos en esa misma dinámica.

Vosotros, en cambio... Aquí tenemos la clave del texto. La nueva comunidad no debe comportarse como los fariseos, sino desde la autenticidad. Esto es lo que quiere dejar claro Mateo. El mensaje central del evangelio consiste en abandonar todo intento de superioridad y entrar en una dinámica de servicio incondicional a los demás. Cuando Juan habla del pecado del mundo, se refiere siempre al oprimir a otro o al dejarse oprimir.

“No os dejéis llamar maestros, no llaméis a nadie padre, no os dejéis llamar jefes”. ¡Qué poco dura lo auténtico! Seguramente ya se empezaba a estructurar la comunidad y ya había, en aquella época, quien quería ser más que los demás. Los seres humanos somos capaces de remover el cielo y la tierra, con tal de justificar el estar por encima de los demás y de alguna manera utilizarlos en beneficio propio.

El primero entre vosotros será vuestro servidor. Jesús exige lo que él vivió. El mismo Jesús comenta en otro lugar: “lo mismo que el Hijo de hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos”. Recordad que cuando Juan dice “dar su vida”, no emplea “zoe” ni “bios”, sino “psiques”. No está hablando de la vida biológica, que entregó en la cruz, sino de la vida psicológica (propiamente humana) que pone al servicio de los demás durante toda su andadura.

Ciertamente, a primera vista el principal reproche se hace a los superiores. A ello nos empuja también la primera lectura. Sin duda ninguna, la jerarquía debía hacer un serio examen de conciencia partiendo de estas palabras del evangelio y de otras que van en la misma dirección, pero los títulos se los damos nosotros. Una vez más debemos recordar que Jesús no lanza sus diatribas contra la autoridad, sino contra la autoridad que se ejerce como poder. El que quiera ser primero que sea el último y el servidor de todos.

La Iglesia empezó muy pronto a organizarse copiando en su estructura el organigrama del imperio. Poco a poco, le fue dando más importancia al poder que a la autoridad, y terminó sacralizando la autoridad y olvidándose del servicio, en contra del evangelio. Una vez que entró por la dinámica del poder no ha visto la manera de salir de ella porque pensó que actuaba en nombre de Dios. Desde la Edad Media, se han alzado en todas las épocas voces en contra de la estructura de poder (jerarquía) de la Iglesia. Nadie ha sido capaz de emprender con éxito esa renovación. Juan Pablo I lo anunció, pero no vivió para realizarla.

No toda la culpa la tienen los superiores. Un examen cuidadoso de la psicología humana, nos llevara a descubrir que somos los inferiores los que tendemos a buscar el refugio de otras personas en las que depositamos la responsabilidad para encontrar seguridad, a cambio de que nos liberen de la necesidad de decidir, aunque eso suponga un cierto grado de sumisión. La carga de que me libero parece mayor de la que supone la sumisión. Esta es la trampa, porque actuando de esta manera renuncio a la responsabilidad de ser yo.

Obedecer órdenes no garantiza el cumplimiento de la voluntad de Dios. Ser fiel a Dios es ser fiel a ti mismo. Lo que Dios quiere de ti, te lo está diciendo desde dentro de ti mismo. Todo el que quiera doblegar tu voluntad en nombre de Dios, te está engañando. Es verdad que nunca podremos alcanzar la plenitud en soledad, pero los demás tienen que ayudarme a descubrir la meta de esa plenitud, mostrándome el camino para alcanzarla.