FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

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ATALAYA

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miércoles, 13 de diciembre de 2023

«La guerra es buena para la economía estadounidense», dice Joe Biden

 -- James Cason, David Brooks

Rebelión

Las guerras son un buen negocio
Fuentes: La Jornada
Al instar al Congreso a aprobar miles de millones en nuevos fondos para comprar bombas y otras armas y equipo bélico para Ucrania e Israel, el presidente Joe Biden y su equipo han empleado, entre otros, un argumento que hasta ahora ha sido un secreto abierto en este país: la dependencia significativa de la economía sobre las guerras.Ver noticia

InicioRevista de prensaAmérica LatinaQué susto vivir en Argentina!##Olga Consuelo Vélez Caro Qué susto vivir en Argentina!

  Atrio

Olga Consuelo Vélez Caro, 10-diciembre-2023

Esta misma tarde, tras seguir como nosotros en directo los fastos de Buenos Aires, nuestra colaboradora Olga, colombiana, escribió este artículo con que anticipamos la semana de reflexión sobre esta sorprendente nueva presidencia que anuncia una política de schock. AD.

No soy argentina, no conozco la situación de primera mano, no soy política, no sé hacer análisis políticos con la rigurosidad que se requiere, solo me refiero al discurso de posesión del presidente Javier Milei, según mi interpretación desde el sentido común.

Me parece que un presidente no puede pensar solo en lo económico sino en todo un proyecto de país. El discurso de Milei solo habló de lo económico, pero según logro entender, una economía basada en el individualismo, en la libre competencia, en el sálvese quien pueda. Y sin anestesia ya anunció que se vienen tiempos difíciles, la pobreza aumentará y ese “sacrificio” es totalmente necesario. Eso sí, se salvará la inversión privada porque los recortes no caerán sobre ellos sino sobre el Estado, este quien debe velar por el bien común y, especialmente por los más pobres. Y el público “aplaudiendo”.

¿Cuántos pobres estarían aplaudiendo? Posiblemente muchos porque las votaciones así lo mostraron. Casi siempre los que son
sacrificados aplauden su suerte, están tan convencidos de lo que les han dicho que parece se alegran de la suerte que van a correr.

Otra cosa que me llamó la atención: anunció que los que salgan a protestar perderán los auxilios sociales. ¿No es esa la maquinaria de los llamados “populismos” para tener en su redil al pueblo? Al menos podría ser coherente de no usar los medios que critica. Pero tranquilamente lo dijo con todas las letras. Y el público aplaudiendo. Pero esto no es lo más grave: total represión a quien no acepte lo que propone. ¿dónde queda la libertad de expresión y la lucha legítima por los derechos humanos?

Cuando escribo esto todavía no se ha dado la oración interreligiosa que parece se va a dar en la catedral. No sé que Dios les estará escuchando. Por lo menos el Dios de Jesús pone en el centro a los pobres, los defiende, reivindica sus derechos, son el principal y preferencial sujeto de atención. Milei los desprecia. Son aquellos que roban al Estado con los auxilios sociales. No son la “gente de bien” que, para él, son los que tienen capital y acumulan sus grandes fortunas.

Y los políticos presentes en la posesión, comenzando por Macri, apoyando a este que les dice en la cara que todo lo que pasa ahora es culpa de todos los políticos anteriores. Pero ¿ningún político se siente afectado con esa manera de humillar a todos los que no son él? Inconcebible, pero Macri alabó el discurso y dijo que estaba 100% de acuerdo.

De verdad, me duele desde mi ser creyente que un país haya elegido a un presidente que solo piensa en lo económico, pero de esa forma individualista y egoísta, donde estorban todos los que no producen algo.

Muchos dirán que justo lo económico es la solución para beneficiar a los pobres. Ojalá así fuera. Pero no creo que el Dios de Jesús vaya por esos caminos, ni que la economía vista de esa manera unilateral pueda salvaguardar el bien común, la dignidad humana, la justicia social, los derechos humanos, en fin, todo aquello que constituye lo humano.

Ese discurso libertario si que desfigura la libertad cristiana, esa que se basa en el bien común, en el amor a todos, comenzando por los más pobres. Tan cercanos a la Navidad, donde nuestro Dios se encarna entre los últimos, muestra la distancia de lo que es capaz de gestarse en esas personas, aplaudido por tantos, votado por tantos, alabado por tantos. Una vez más, aquel Niño del pesebre, solo es reconocido por los pobres y pequeños, no por estos grandes y poderosos que, lamentablemente, son bendecidos por tantos que se dicen creyentes.

Que me perdonen los argentinos por opinar sobre su país, pero me ha resultado una mañana de domingo,
dolorosa, incomprensible, infinitamente alejada de mis más profundas convicciones.

Este año no nacerán en Belén ni el niño Jesús ni la paz: han muerto bajo las bombas de última generación

  Pedro Pierre

Religión Digital

«¿Habrá paz en esta Navidad? ¿Cuántos nos reuniremos para ir a lo esencial?»
¡Navidad de paz, Ecuador de paz, Palestina en paz, un mundo de paz! ¡Cuántos deseos hacemos para la paz! ¡Nos han robado la paz! Más bien trabajamos para que no haya la paz
«El ‘niño Jesús’ ha venido para otra cosa. ¿Cuántos seremos a confirmarnos en la búsqueda permanente de una vida digna para nosotros y para todos?…» Ver noticia

El Rosario como arma arrojadiza

  Grupo Federal Cristianos Socialistas PSOE

Religión Digital

Estos días asistimos atónitos a multitud de manifestaciones en la puerta de la sede central del PSOE en la calle Ferraz
La sociedad avanza, España camina por la senda del cambio, la diversidad y el encuentro de los diferentes. Pero ellos se anclaron en el país monocromo del pensamiento único que se les desmorona.
Rezar con el objetivo de “presionar” a Dios , no es cristiano. La oración que Jesús nos enseño así lo muestra. Ver noticia 

La masacre sionista en la Franja no se detiene: Ya son casi 18.000 asesinatos,1’9 millones de desplazados y un millón de niños en riesgo

 Kaosenlared

Actualización:
El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza ha dicho que el número de muertos y muertas por ataques israelíes en el territorio palestino ha aumentado a al menos 17.997. La cifra de personas heridas llegó a 49.229 en las últimas horas.Ver noticia

Colgado de los pies -- Antonio Zugasti

 Redes Cristianas

Colgarlo por los pies
No me resisto a hacer un pequeño comentario a las palabras pronunciadas por Abascal en una entrevista concedida al diario argentino Clarín, en la cual, refiriéndose a Pedro Sánchez, afirmó que estará en política hasta que llegue «un momento dado que el pueblo querrá colgarlo de los pies».

Abascal debería tener en cuenta que aquel a quien el pueblo colgó de los pies fue Benito Mussolini, del cual Abascal es un fiel seguidor. Pero que no se preocupe, que el pueblo ha cambiado mucho –no como los fascistas, que no han cambiado nada– y no se le ocurre pensar en colgar a nadie ni de los pies, ni del cuello. Bastante tiene Abascal con estar comidito por el odio, la envidia y la mentira.

“Tendremos antes curas casados que mujeres sacerdotes”

 Las teólogas y doctoras en Teología María José Arana y Adelaide Baracco Colombo han publicado recientemente Mujeres sacerdotes ¿cúando? (Desclée De Brouwer), un libro en el que abordan la necesidad de abrir la puerta al sacerdocio femenino. Lo hacen a partir del testimonio de 21 mujeres que viven esta vocación, casadas o religiosas, y de 21 hombres -algunos teólogos, otros docentes universitarios, otros cristianos comprometidos- que apuestan por el ministerio ordenado de las mujeres. Agotada la primera edición del libro, que se presentó hace unos días en la sede de Cristianisme i Justícia de Barcelona, se empieza a publicar la segunda.

Mujeres sacerdotes, ¿cuándo?

Algún día esto caerá por su propio peso. Pero nosotras, que tenemos 72 y 80 años, no lo veremos. Las posturas actuales del magisterio están igual que con Juan Pablo II y Benedicto XVI y se repiten los mismos argumentos, argumentos sin validez teológica ni antropológica. Nuestro libro es una crítica sana a lo que consideramos injusto en nuestra Iglesia y nace del amor que le tenemos.

Las posturas actuales del magisterio están igual que con Juan Pablo II y Benedicto XVI

Adelaide Baracco ColomboTeóloga

¿Cuáles son esos argumentos que todavía se repiten?

El papa Francisco ha vuelto a hablar de dos principios conocidos: el petrino, que hace referencia a la ministerialidad-autoridad, y el mariano que se refiere a la mística del amor; estos dos principios, junto con otros, fueron formulados por el teólogo suizo Balthasar en el postconcilio en el contexto del diálogo ecuménico, pero Francisco los traslada de forma errónea a toda la cuestión mujer/hombre en el sacerdocio, es decir, hace de ellos, una “categorización sexuada”. Afirma que la cuestión es teológica. Otro argumento, tradicional, que Jesús no ordenó a mujeres. Pero es que Jesús no ordenó a nadie, ¡ni a hombres ni a mujeres! También se argumenta que las mujeres no fueron llamadas a ser apóstoles, que no participaron en la Última Cena, y también se invoca la “masculinidad de Cristo” cuando quien se encarnó como varón fue Jesús de Nazaret, porque Cristo, igual que Dios, no tiene sexo ni género. Son argumentos que tienen una interpretación teológica muy sesgada. Tras eso hay una cultura cristiana que durante siglos ha silenciado y empequeñecido a las mujeres. Esa visión antropológica de la mujer inferior al hombre y no digna de representar a Dios todavía existe en el imaginario masculino y machista de muchos santos varones de la iglesia.

 

¿Hay machismo en la Iglesia Católica?

Por supuesto. Aunque hoy el Papa dice que hay que “desmasculinizar la Iglesia”, eso no puede reducirse a poner a unas mujeres como florero en el Vaticano, ni siquiera que sea cardenal. Nosotras queremos que se afronte la cuestión de fondo, nuestra plena participación en la Iglesia, el sacerdocio es la piedra de toque, porque estamos hablando de representar a Cristo en la comunidad. La Iglesia, sobre todo la jerarquía, debe cambiar su visión antropológica de las mujeres y “escuchar los signos de los tiempos”, como dijo el Concilio Vaticano II. Durante siglos la mujer fue acusada, entre otras cosas, de ser la culpable del pecado original y esta herencia aún no se ha borrado del todo. Mientras la sociedad ha avanzado y sigue avanzando, en esta cuestión la Iglesia se ha quedado anclada en el siglo pasado.

BAF

La Iglesia, principalmente la jerarquía, debe cambiar la visión antropológica de la mujer y escuchar los signos de los tiempos

 

Adelaide Baracco ColomboTeóloga

Con el Papa actual parece que nunca se había estado tan cerca del sacerdocio femenino.

Era una gran esperanza, pero en la cuestión de la mujer no hemos avanzado (casi) nada. Es verdad que ha dotado de cargos a algunas mujeres, pero no dejan de ser cargos funcionariales, no de ministerio. Cuando tocas la cuestión del ministerio, que implica la dimensión de representación de Dios/Cristo, aquí se nos cierra la puerta. La creación de dos comisiones, en 2016 y en 2020, para debatir sobre la ordenación de las mujeres al diaconado en el cristianismo primitivo, no ha llegado a ninguna parte, porque no se quiere abrir ni esta puerta, cuando hay serios argumentos a favor de que sí hubo mujeres diaconisas.

 

¿Confía en que el Sínodo supondrá un cambio de rumbo en este sentido? Por primera vez se ha dado a las mujeres voz y voto…

Con cautela y precaución, diría que el cierre de esta primera sesión del Sínodo me parece bastante débil en cuanto a capacidad de ruptura. Además, las voces femeninas que se han oído en esta primera sesión están implícita o explícitamente contra la ordenación femenina al presbiterado. Ahora bien, lo que más nos preocupa a día de hoy es la carta que se ha hecho pública recientemente del cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, a los obispos alemanes refiriéndose a su camino sinodal. En esa carta se afirma rotundamente que no se tendrán en cuenta ni la cuestión de la ordenación de las mujeres ni la de la homosexualidad, dos de sus temas más importantes. Veremos hasta donde se llegará.

 

Esto ocurre en un contexto de falta de vocaciones, crisis en los seminarios, cada vez menos ordenaciones e iglesias que se cierran…

El teólogo José María Castillo, fallecido recientemente, en su aportación a nuestro libro incidió mucho en el derecho sagrado que tiene la comunidad cristiana de celebrar la eucaristía. Ante la falta de sacerdotes varones, con el hecho de insistir en la exclusión femenina, también se infringe el derecho de la comunidad cristiana a celebrar la eucaristía. Se antepone la exclusión de la mujer al derecho de la comunidad de celebrar el centro de la vida cristiana, y esto es muy grave. Además, el no querer escuchar la vocación femenina al ministerio presbiteral es un pecado contra el Espíritu Santo: nuestra vocación es un don, un carisma para la Iglesia, y lo vivimos con sufrimiento por no poder responder a algo que pertenece a nuestra intimidad más sagrada.

 

Por lo que explica, ¿veremos antes curas casados que mujeres en el sacerdocio?

Sí, tendremos antes curas casados que mujeres sacerdotes. El no permitir a los curas casarse es una norma antigua, del siglo IV, que la Iglesia Ortodoxa y otras Iglesias Hermanas cristianas, como la anglicana, no tienen. Suprimirla no supondría un gran cambio de fondo, mientras que la ordenación sacerdotal o diaconal de las mujeres, sí. Lo que no se acepta es que sea posible para una mujer representar lo sagrado, actuar en el nombre de Dios. Ésta es la resistencia de fondo.

 


La Asamblea General de la ONU pide alto el fuego inmediato en... La Asamblea General de la ONU pide alto el fuego inmediato en Gaza por una abrumadora mayoría

 eldiario

Solo 10 países, entre los que se encuentran Israel y EEUU, han votado en contra
— Biden dice que Netanyahu debe cambiar el Gobierno y que Israel está perdiendo apoyo por su ofensiva en Gaza
La Asamblea General de la ONU pidió este martes por una brumadora mayoría de 153 votos favorables, frente a 10 en contra y 23 abstenciones, “un alto el fuego humanitario inmediato” en Gaza, un resultado mucho más abultado que el cosechado el pasado 28 de noviembre para pedir un cese de hostilidades. Ver noticia 

«Que callen las armas y que hable el amor. No más guerras, y que de una vez por todas estalle la paz»

 


Jesús Bastante

Religión Digital

Francisco ‘bendice’ la Sagrada Familia al término de la Misa Criolla por la paz en Ucrania
‘Unidos por la paz’, el magnífico templo ideado por el ‘arquitecto de Dios’ demostró la belleza de su sonoridad, pues así también la soñó Gaudí, como un gran auditorio para acoger la fe, asistió a la representación de la Misa Criolla, obra de Ariel Ramírez, con los ritmos tradicionales argentinos, aliñados con temas más profanos pero, esta tarde, tan sacros como el que más, que sirvieron para recaudar fondos para la construcción de un hospital de campaña en Ucrania Ver noticia

MANUEL G. DONCEL Y LA KÉNOSIS DEL CREADOR: DIOS HACE UNA LLAMADA CREATIVA Y LOS HUMANOS SOMOS CO-CREADORES CREADOS


col zapatero

 

Manuel García Doncel o Manuel G. Doncel  (Santander, 5 julio 1930) ha cumplido 93 años y tiene sus facultades mentales muy disminuidas. Ha sido y es un físico teórico e historiador de las ciencias conocido por sus trabajos sobre simetrías y sus trabajos sobre historia de la física, y su estrecha relación intelectual y personal con el conocido matemático español Albert Dou (1915-2009).

Manuel G. Doncel ingresó en la Compañía de Jesús en 1949. Se licenció en Filosofía en 1956 en la Facultat Sant Francesc de Borja (San Cugat del Valles, Barcelona) y en teología en la Facultad de Teología de Innsbruck (Austria) en 1962, siendo alumno, entre otros, de Karl Rahner. 

Posteriormente estudió física en la Universidad de Barcelona, donde se doctora en Física Teórica en 1967, 

En 1975 Doncel consigue la cátedra de Física Teórica en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), donde enseña teoría cuántica de campos, partículas elementales, y también epistemología e historia de la física.

El interés por esta última materia le llevó a fundar en 1983 un seminario de historia de las ciencias en la UAB, que más tarde —en 1995— se convertiría en el Centre d’Estudis d’Història de les Ciències (CEHIC)

Desde 2005 dirige la colección de Verbo Divino Teología y ciencias de la Editorial Verbo Divino, en la que ha editado ocho volúmenes con traducciones de algunas de las principales aportaciones internacionales al campo del diálogo teología y ciencias. De los de libros publicados, varios de ellos tienen como centro a Teilhard de Chardin, como el ya clásico de Schmitz-Moorman, Teologia de la Creación en un mundo en evolución. 

Son muchas sus publicaciones, tanto científicas como de tema interdisciplinar. Estas son sus últimas aportaciones al debate ciencia-religión:

· 2004 «The kenosis of the Creator and of the created co-creator»: Zygon 39 (2004), pp. 791-800.

· 2006 «The Kenosis of the Creator, his Creative Call and the Created Co-Creators»: European Journal of Science and Theology 2.4 (diciembre de 2006), pp. 5-13.

· 2007 «Teología de la evolución (I): La autotrascendencia activa, Karl Rahner 1961»: Pensamiento 63 (2007 Serie especial «Ciencia, Filosofía y Religión», n. 1), pp. 605-636.

· 2008 «Teología de la evolución (II): La llamada creadora trinitaria, Karl Schmitz-Moormann 1997»: Pensamiento 64 (2008), pp. 783-814.

· 2009 «Teología de la evolución (III): El Espíritu Santo como fuente de la novedad emergente, Denis Edwards 2004»: Pensamiento 65 (2009), pp. 623-667.

· M. D. Doncel y J. M. Romero (edit.) Actualitat de Teilhard de Chardin. Cruïlla editorial, Barcelona, 2008 (hay edición castellana)

La Kénosis del creador (diciembre de 2006) Tal vez en este denso trabajo publicado por la European Journal of Science and Theology, [December 2006, Vol.2, No.4, 5-13] con el título “La kénosis del creador, su llamado creativo y los co-creadores creados”. Manuel G. Doncel ofrece una síntesis de su pensamiento

En este artículo intenta enriquecer la conocida concepción de Philip Hefner sobre los co-creadores creados con dos ideas complementarias: el ejemplo dado por la kenosis del Creador, y una reflexión sobre su 'llamada creativa' a través de la cual, según Karl Schmitz-Moormann, lleva a cabo la creación continua de nuestro mundo evolutivo. 

De esas ideas complementarias, G. Doncel infiere consecuencias aplicables a la emergente era de la Ciencia y de la Tecnología. En una línea cercana a Teilhard, considera el trabajo humano y la ciencia producida por agentes creados como tarea de los co-creadores (en sentido de Hefner y Schmitz-Moormann) en cuatro niveles diferentes de la realidad: cósmica, interpersonal, escatológica y global.

G. Doncel considera que la Ciencia y la Tecnología humanas como un momento evolutivo en nuestra variación cultural y genética, que se vuelve teológicamente decisivo desde una perspectiva escatológica. 

Para justificar esta hipótesis, parte del programa teológico de Philip Hefner sobre el ser humano como co-creador creado, y distingue, en diferentes secciones, entre las limitaciones y responsabilidades del ser humano como agente creado, y sus posibilidades e ideales como co-creador, siendo 'imago Dei'. 

También considera G. Doncel la idea profunda de la Kenosis del Creador, que constituye la raíz misma de Su "principio de amor", y luego debe ser imitada por lo que Hefner denomina los co-creadores creados. Por lo tanto, el autor destaca previamente algunos aspectos de esta kénosis presentada por Jürgen Moltmann en relación con la creación y la escatología.

Esta visión de la kénosis divina puede aclarar el propósito de Dios para el universo y su destino eterno. Pero en lo que sigue, presentaré algunas ideas nuevas de origen teilhardiano, que fueron elaboradas por Karl Schmitz-Moormann. Estas propuestas y formulaciones nuevas surgen del estudio del modo evolutivo de la creación de Dios bajo la metafísica del devenir a través de la unión. 

Y estas están coronadas por la visión profunda de la creación continua de Dios como una creatio appellata, una llamada creativa, invitando a las criaturas a acercarse ontológicamente a Él en medidas crecientes en su unión trinitaria. 

La Creación o Encarnación es una manifestación de esta kénosis

Siguiendo el hilo del denso estudio de Manuel G. Doncel, podemos decir que la Creación o Encarnación (sinónimos para Teilhard) es una manifestación de esta kénosis.

Pero ¿en qué sentido hablamos de kénosis, vaciamiento de Dios?

La idea cristiana de la kénosis se basa en un versículo de un himno del Nuevo Testamento (Filipenses 2,7), y se ha aplicado tradicionalmente al Logos encarnado. 

Pero, bajo la influencia judía del zimzum místico, la kénosis se aplica ahora también en la teología cristiana al Creador. Esto lleva a un cambio de énfasis en el concepto de Dios: del "poder absoluto" al "amor absoluto". Según Hans Urs von Balthasar, tal kénosis (característica de todo amor verdadero) debe presuponerse en la relación amorosa eterna de las Personas divinas. 

Lo que consideramos en la Creación o Encarnación es una manifestación de esta kénosis interna en la relación externa de Dios con las criaturas, lo que añade su naturaleza vulnerable a la kénosis. 

Podemos imaginar la kénosis del Creador como una "auto-restricción" en Su ser divino, libremente cumplida en el respeto amoroso por las criaturas que han de ser creadas, con el fin de ofrecerles un juego metafísico, de existir y de actuar como seres creados autónomos.

Concebimos específicamente que el Dios trino, "antes" de su decisión de crear el universo, aceptó libremente que "ya no era" la única "condición suficiente" de cada efecto particular. Al decidir sobre un universo de criaturas físicas y personales libres, la kénosis del Creador encarnaba una variedad de elementos que debían indicarse.

El concepto teológico de kénosis nos remite a una idea esencial: el propósito de Dios es construir personas libres para una vida eterna de amor La esencia del Dios trinitario es el amor, que se intercambia entre las Personas divinas en una eterna pericoresis. La nueva aplicación de la kénosis divina pretende introducir todo un mundo de personas creadas dentro del ser personal de Dios, lo que equivale a una especie de pericoresis extendida. Tales criaturas deben construirse con tacto respetuoso, para que se conviertan en personas, y también deben experimentar la restauración de los desórdenes. Esta kénosis de naturaleza vulnerable llegará a su fin, junto con todo mal físico y moral, cuando estas criaturas personales sean consagradas en el amor indefectible y vivan en comunicación interpersonal con Dios. 3. La llamada creadora y la metafísica de la unión El "fiat lux" bíblico ya ha presentado la creación como una llamada, una palabra creadora. Pero, como muestra Karl Schmitz-Moormann, el estudio de la cosmobioevolución descubre una creación continua. 

Esto es suficiente para explicar el continuo surgimiento de una nueva riqueza del ser. Debido al parentesco de la materia y el espíritu, esto puede incluso aplicarse a la "hominización" o surgimiento de seres humanos y espirituales [11, p. 79]. Los teólogos recientes enfatizan este punto de vista de la causalidad como autotrascendencia, y ven su dinamismo divino como la obra vivificante del Espíritu Santo. 

Así, el Creador respeta totalmente la autonomía de la cosmobioevolución como elemento de Su kénosis libre. Por otra parte, la metafísica de la unión enunciada por Pierre Teilhard (plus esse = plus a pluribus uniri) exige que este devenir más rico se haga mediante la unión de elementos en totalidades cada vez más complejas con unión cada vez más rica. 

El agente creado bajo la kénosis de Dios y la llamada creadora Si Dios trabaja kenotéticamente en la creación, nosotros, los 'tecno sapiens', debemos hacerlo aún más. Nos sentimos agentes creados (contingentes, defectuosos y causantes del mal y la vulnerabilidad). 

Tal como hemos sido creados, estamos sometidos a la llamada creadora general, que sólo Dios, como causa primera, puede dirigir al proceso de cosmo-bio-evolución, "después" de establecer sus leyes. Por lo tanto, estamos condicionados en todos los aspectos: en el ecosistema en el que surgimos, en el genoma y la cultura que heredamos y en el grupo humano muy reciente al que pertenecemos. Pensemos, pues, en nuestras limitaciones como técnicos humanos, también desde nuestras tres perspectivas (la física, la personal y la escatológica). 

Implicaciones de una teología kenótica de la ciencia y de la técnica

Esta reflexión de Manuel G. Doncel desemboca en el "principio del amor" universal y los "derechos" de las culturas del mundo.

El "principio del amor" debe comenzar por amar al prójimo "a quien vemos". Pero en nuestro mundo de Internet y televisión, todas las naciones del planeta son nuestras vecinas, y también las generaciones futuras en la tierra. 

El punto central de nuestra misión personal es desarrollar las dimensiones humanas y sociales a través de la dirección de nuestras culturas. Genéticamente, somos una sola especie, pero culturalmente somos una pluralidad de culturas contradictorias. 

Debemos defender a cada uno de ellos y su biodiversidad estableciendo los "derechos de la cultura", no solo los de la persona individual. La universalidad del principio del amor debería abarcar cualquier cultura "humana" y todos sus valores positivos, a pesar de las amenazas que pueda crear una unificación de culturas. Una densa aportación del profesor Manuel G. Doncel a la fundamentación teológica del diálogo ciencia, tecnología y religión.

 

Leandro Sequeiros

Religión Digital

Leandro Sequeiros. Presidente de ASINJA (Asociación Interdisciplinar José de Acosta) y colaborador de la Cátedra Hana y Francisco J. Ayala de Ciencia, Tecnología y Religión

BURBUJAS Y RUIDOS DEL PROCESO ELECTORAL


col martell

 

Cállate ya y escucha.
Escucha en paz humillada
—en humos de libertad—
la voz contraria de tantos.
Escucha su voz opaca,
la voz ambigua del pueblo.
Escucha también sus voces,
borbor de pozo confuso
que cifra toda su vida: vivir.
Vivir es ir poniendo
el corazón y un pie detrás de otro
sobre el camino que se va abriendo.

Pedro Casaldáliga, CMF.

El nuevo escenario argentino, sorprendente o no, requiere agudizar la mirada e intentar entender cómo llegamos hasta aquí si queremos contribuir a que sanen las heridas que hoy agobian a nuestra sociedad.

La principal lectura de este proceso electoral nos remite a la distancia entre dirigencia y población. Todo ocurre como si hubiera fracasado la impresionante campaña que llevaron adelante los referentes de organizaciones sociales y los referentes sindicales, empresariales, universitarios, religiosos, etc. para evitar el triunfo de quien finalmente resultó ganador. Podemos pensar que las élites, encerradas en sí mismas, mirando la realidad desde sus intereses o desde arriba, se equivocaron al asumir la representatividad de un sector de la sociedad y la superioridad sobre otros en el intento por incidir en el derecho de elegir presidente.

Otro aspecto particularmente grave y contradictorio es el fracaso de sectores que se definen como progresistas. Apropiándose de valores universales, como los derechos humanos y la democracia, pretendieron la colonización ideológica de la sociedad y desacreditaron a quienes elegían otras opciones. En esta línea, Alejo Schapire se refiere a la “traición progresista”[1], donde la censura e intolerancia parece haber cambiado de campo. En nombre de los derechos humanos, se recurre a la cultura de la cancelación, esa moderna forma de exclusión en la que el dominio de un discurso busca fagocitar a los otros e imponerse como verdad.

Facilitado por redes sociales y medios de difusión masiva, buscaron imponer como verdad científica o moral lo que en realidad era la opinión de grupos con poder. Hicieron mucho ruido con sistemáticas descalificaciones (con términos tales como “autoritarios”, “fascistas”, “nazis”, “discursos de odio”, “negacionistas”) para desprestigiar a quienes piensan distinto o defienden valores diferentes. La mayoría buscó aplanar la vida misma, encasillar las ideas y alternativas en posturas maniqueístas (derecha/izquierda), con la intención de imponer una salida única a los problemas. La presencia de dicha cultura de la cancelación terminó por clausurar el debate y la creatividad, donde pocos pudieron visualizar por encima de las diferencias, el respeto a las leyes e instituciones de la democracia.

Resulta difícil entender esta actitud en académicos que aparecieron como reproductores más que productores de conocimientos. Siendo profesionales de la escucha o intelectuales, cercanos a la vida cotidiana de los más sencillos, se mostraron más totalitarios que la gente común. El panorama parece concordar con Byung-Chul Han, quien plantea que vivimos en un sistema “saturado de mismidad”. Es decir, desde paradigmas dominantes, se desvaloriza y se rechaza lo distinto, para rehacer la historia o dirigir procesos a su imagen y semejanza.

Es difícil tratar de entender el resultado de las elecciones estando tan cerca en el tiempo y con tanta diversidad de miradas. Sin embargo, cabe reconocer que, si la dirigencia se equivocó, no parece saludable y equitativo desprestigiar, culpar o seguir amenazando a quienes ganaron. Más sensato sería tratar de ver más allá de las apariencias y escuchar las voces que sugiere el poeta y pastor Pedro Casaldáliga.

El director de una de las pocas encuestadoras que acertaron el resultado del balotaje[2] sostuvo que la mayoría de los votantes de La Libertad Avanza señalaba como principal motivo de su elección el hartazgo y la angustia por lo que vivían, incluso sin conocer las propuestas del candidato. En la editorial titulada “Cuando el voto corrige a la calle[3], aparece una interpretación similar, donde se explica el fracaso de sectores fuertemente ideologizados y lejanos al sentido común frente a una sociedad que encuentra otros causes para expresarse.

A la luz de los errores de las encuestas y de los resultados finales, parece haber ocurrido lo que en sociología se describe como transcripciones ocultas[4]. Es decir, los mecanismos que utilizan los grupos subalternos para enfrentar a sectores de poder; por ejemplo, recurrir a acciones no explicitadas, a veces perjudiciales para ellos mismos, pero contrarias a las que les mandan. Quizás esto explica por qué gran parte de los votantes provienen de sectores empobrecidos, por qué muchos no decían a quién votarían, o por qué millones optaron por un “loco”, un “outsider”, sin referentes conocidos; un extraño personaje con descabelladas propuestas que solo anticipaban más desgracia. El desenlace de las elecciones parece ser una expresión de extrema dignidad de quienes eligieron perder lo poco que tenían, a cambio de no perder la única esperanza de otra realidad posible.

Sería importante poner en el centro del análisis que el resultado electoral demuestra haber sido el camino que encontraron las mayorías para reprobar a toda la dirigencia conocida y a una forma de gobernar que no les resuelve los problemas. El voto pone de manifiesto a una sociedad cansada de promesas incumplidas en las prácticas. Por un lado, porque el peronismo abandonó su doctrina —los derechos de los trabajadores y la movilidad social— para abrazar un sistema económico y político que solo aumentó la desigualdad, la pobreza y el asistencialismo. Por el otro lado, la oposición diversa pero aglutinada prometió un cambio que nunca concretó y que siempre desmintió con peleas y divisiones para conseguir privilegios. Finalmente, la minoría que acompaña los reclamos en las calles, está incomprensiblemente dividida y no permite anticipar mejores resultados.  

La principal consigna con la que se identificaron millones de argentinos fue “terminar con la casta”. Esta logró canalizar el “borbor” o el deseo generalizado de acabar con los privilegios de los dirigentes que se adueñaron de las instituciones del Estado y que lo usan en beneficio propio mientras dicen velar por los derechos para todos. En ese sentido, sería bueno que el candidato electo tuviera presente que, aunque haya otras razones, la mayoría no lo eligió por su persona o por sus propuestas, sino para acabar con esas injusticias y contradicciones.

Podremos disentir en muchas cosas, pero seguro coincidiremos en que transitamos tiempos complejos, donde la mayoría de nosotros padece injusticias y sufrimientos evitables. Quienes creemos que la política es el instrumento válido para transformar la sociedad, deberíamos empezar por analizar nuestras contradicciones y transformar nuestras prácticas políticas. Como dijo el poeta, callar escuchando “la voz opaca, la voz ambigua del pueblo”, vivir “poniendo el corazón y un pie detrás de otro sobre el camino que se va abriendo”.

 

Alicia y Tomás Torres. Noviembre 2023. aliciatorres_t@hotmail.com

 

[1] Schapire, A. (2019). La traición progresista. Edhasa.

[2] Guzmán, L. (21 de noviembre de 2023). Las consultoras cordobesas que acertaron sobre el contundente triunfo de Javier Milei en el balotaje. La Voz. https://www.lavoz.com.ar/politica/la-consultora-cordobesa-que-acerto-con-su-encuesta-el-contundente-triunfo-de-javier-milei-en-el-balotaje/  

[3] Belcore, G. (20 de noviembre de 2023). Cuando el voto corrige a la calle. La Prensahttps://www.laprensa.com.ar/Cuando-el-voto-corrige-a-la-calle-537685.note.aspx

[4] Scott, J. (2003). Los dominados y el arte de la resistencia (Trad. Jorge Aguilar Mora). Ediciones Era. (Trabajo original publicado en 1990).

FRANCISCO DENUNCIA "UNA VUELTA ATRÁS" EN LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS EN EL MUNDO


col acebo

 

En la defensa de los derechos humanos, "a veces se vuelve hacia atrás". Rotunda reivindicación del papa Francisco, tras el rezo del ángelus, y cuando se conmemora el 75º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de "todos aquellos que, sin proclamas en el día a día concreto, luchan y hablan en primera persona para defender los derechos de los que no cuentan".

"Queridos hermanos, hace 75 años, el 10 de diciembre de 1948, se firmaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Gracias a ella se dieron muchos pasos adelante, pero aún faltan tantos y a veces lamentablemente se vuelve hacia atrás", comenzó indicando el Papa ante los miles de fieles que le escuchaban en la plaza de San Pedro, dos días después de que Estados Unidos vetase en las Naciones Unidas una resolución para el alto el fuego en Gaza, un conflicto que en dos meses ha causado ya la muerte de 17.000 personas.

"El compromiso por los derechos humanos nunca terminó y a este propósito estoy cerca de todos aquellos que luchan para defender los derechos de quienes no cuentan", añadió el Papa, quien mostró también su alegría por "la liberación de un número significativo de prisioneros armenios y azerbaiyanos", que consideró "una señal positiva para las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán para la paz en el Cáucaso", invitado además a sus líderes "a concluir el tratado de paz".

Rezar por los buenos resultados de la COP28

"Dentro de unos días, concluirán los trabajos de la COP28 sobre el clima en Dubái. Recen para que se lleven a buenos resultados por el cuidado de nuestra por la Casa Común y de las poblaciones", señaló también el Papa, quien tampoco en esta ocasión se olvidó de rezar y pedir oraciones por quienes sufren las consecuencias de las guerras.

"¿Seremos capaces, con la ayuda de Dios, de dar pasos concretos hacia la paz? No es fácil, lo sabemos. Ciertos conflictos tienen raíces históricas y profundas, pero tenemos también el testimonio de hombres y mujeres que han trabajado, con sabiduría y con paciencia, por la convivencia pacífica. Que se siga su ejemplo, que se ponga todo el empeño para afrontar y remover todas las causas de los conflictos", demandó el Pontífice.

"Y a propósito de los derechos humanos -incidió-, que se proteja a los civiles, los hospitales, los lugares de culto, que se liberen a los rehenes y se garanticen las ayudas humanitarias. Y no olvidemos a la atormentada Ucrania, a Palestina, a Israel...", concluyó el Papa, a quien se ha visto ya muy recuperado tras la "inflamación pulmonar" que le obligó a guardar reposo en las últimas semanas y anular a última hora su deseado viaje a Dubai para participar en la COP28.

ADVIENTO, TIEMPO DE CUIDADOS


col zapatero

 

«Yo nunca habría tenido éxito en la vida si no me hubiera dedicado a las cosas más pequeñas con la misma atención y cuidado que le dediqué a las más grandes» (Charles Dickens)

En este mundo que vivimos tenemos la sensación de que cada persona va a lo suyo, que solo se preocupa de sí misma, que lo que le pase a los demás o a su entorno no es de su incumbencia: «bastante tengo yo con preocuparme de mí mismo, como para interesarme por el vecino, de lo que le pase a los pobres o a la naturaleza».

Aunque este sea un hecho real y significativo, no todos los hombres y mujeres (ni mucho menos) somos individualistas y egoístas, sino que sentimos que el interés, la responsabilidad y el cuidado por el otro, es algo consustancial a nuestro propio ser, que no podemos llegar a ser personas maduras si no cuidamos de los demás (en especial, de los más desfavorecidos), del entorno en que nos movemos, de los animales, las plantas, los mares y las montañas que forman y conforman nuestra casa, la naturaleza, la Tierra de la que formamos parte.

Este sentimiento lo experimentamos en nuestro interior, como un gen espiritual que nos configura y da consistencia. Proviene del buen Dios Creador, de la Fuente vital, de la Ruah que nos cuida, sostiene y fortalece cada día de nuestra vida.

Padre y Madre nuestra del cuidado

Padre, Madre buena, que estás entre nosotros. Sentimos tu presencia cuando nos cuidas por medio de nuestros hermanos y hermanas.

Padre y Madre misericordiosa, nos invitas a ser cuidadosos con los que más sufren. Así damos testimonio de tu infinito amor por todas tus criaturas.

Deseamos que te hagas presente en nuestro mundo, por medio de personas que se comprometan a vivir el mensaje de fraternidad, dignidad y justicia hacia todo ser humano, y hacia toda tu creación. Queremos dar nosotros el primer paso para ser así.

Cumplir tu voluntad de felicidad para todos los seres es nuestra misión en la vida. Desvivirnos por los demás. Dar gratis lo que gratis recibimos. Cuidar como tú nos cuidas: acariciando al triste, levantando al caído, curando al apaleado, luchando por los más débiles, sembrando la paz de la verdad. Viviendo con cuidado, sencillamente.

Estamos hambrientos de pan y de ternura. De justicia y de belleza. De conocimiento y de silencio. De contemplación y de lucha. De felicidad y de compromiso. De compartir y de belleza. De serenidad y de esperanza. De lágrimas y de regocijo.

No seremos plenamente felices hasta que no lo sea el resto de la humanidad, hasta que no se alcance la dignidad de todos los seres humanos, hasta que no tratemos con delicadeza a nuestra madre, la Tierra. Seremos perdonados cuando nuestra vida sea un testimonio de fraternidad hacia todo lo creado.

No permitas que nos acomodemos, que nos enfriemos, que nos recostemos en la hamaca del olvido. Que no apaguemos nunca la llama que arde en nuestro interior, la chispa que brotó de tu fuego, la ardiente necesidad de compartir tu amoroso cuidado para con todos los demás seres vivos.

Así sea, que se cumpla en nuestras vidas. Te lo pedimos a ti, buen Dios y Madre nuestra, que nos cuidas con tanto cariño.

«Felices quienes viven cuidando; quienes se dejan cuidar confiadamente entre las manos amorosas de nuestro buen Dios».

 

DÍA MUNDIAL DE LOS DERECHOS HUMANOS


col koldo

 

Paso la tarde en asistiendo a los actos de inauguración de la presidencia de Milei (en realidad, gracias al enlace YouTube que nos proporcionó Oscar se siente uno trasladado Buenos Aires a través de la tele). Siente uno escalofríos ante estos actos de un presidente podador del Estado y con unas masas fanatizadas que claman “Viva Argentina manque pierda y nos jodamos todos”. Ya veremos… Pero me acuerdo de que hoy son 75 años de la firma de la Declaración de Derechos Humanos y publico el comentario del actual Alto Comisionado de la ONU para los DDHH. Recuerdo cuando en España publicarlas era delito. AD.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos cumple 75 años: nuestros valores comunes y el camino hacia las soluciones

El 10 de diciembre de 1948, la incipiente organización de las Naciones Unidas dio un paso trascendental. Al adoptar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, hizo la promesa de reconstruir el mundo —después de los horrores de la guerra mundial, el Holocausto, la depresión económica y la bomba atómica— sobre los sólidos cimientos de nuestros derechos inherentes.

A pesar de que la comunidad de Estados era menos numerosa, los redactores de la Declaración procedían de cada una de las regiones, de tal manera que aportaron la sabiduría y la experiencia de distintas culturas para definir nuestras libertades. Los derechos a vivir libres de discriminación y de tortura, los derechos a la educación y a una alimentación adecuada, y muchos otros.

La influencia de la Declaración en las décadas posteriores ha sido notable, pues ha desempeñado una función única en los avances en la igualdad de la mujer, en los progresos en educación y sanidad, en el desmantelamiento del apartheid en Sudáfrica y, sin duda, en las victorias de la independencia sobre el dominio colonial. La Declaración también inspiró un espléndido florecimiento de la sociedad civil, que en sí misma fue enormemente decisiva tanto en el desarrollo como en el avance del programa de los derechos humanos. Este documento fundamental también es el punto de partida de nuestro amplio abanico de tratados internacionales, leyes, instrumentos y mecanismos en materia de derechos humanos.

A pesar de estos grandes avances, aún estamos lejos de lograr el mundo con el que soñaban los artífices de la Declaración y nos enfrentamos a una decidida contestación a los derechos. No obstante, sería un error desechar la Declaración como una reliquia propia de una época más benigna y optimista. Sus redactores emergieron de una etapa azotada por los círculos viciosos de la destrucción, el terror y la pobreza y, en vistas de una división ideológica cada vez mayor, no se acobardaron al definir una ruta hacia un mundo más pacífico y justo, en reconocimiento de nuestra humanidad compartida y de nuestra igual valía.

Hoy en día, esta ruta es más pertinente que nunca. Como tan horriblemente ilustra el insoportable sufrimiento que en las últimas semanas ha tenido lugar en Gaza e Israel, los conflictos causan estragos a sus niveles más altos desde 1945, con escasa consideración por la protección de la población civil. Nos enfrentamos a desigualdades exorbitantes, a una polarización corrosiva dentro de los Estados y entre ellos, a restricciones constantes del espacio civil y a una aceleración incontrolable de las tecnologías digitales. Todas estas tendencias desestabilizadoras y destructivas alimentan la triple crisis mundial cuyo carácter es verdaderamente existencial.

Atravesando por estos tiempos de inestabilidad e incertidumbre, el poder duradero de la Declaración reside en su promesa de los derechos como soluciones. Sus principios, ajenos a ideologías y profundamente arraigados en los valores comunes de nuestra “familia humana”, pueden trascender las divisiones geopolíticas y sociales, nutriéndose de nuestros reflejos más profundos: la solidaridad, la empatía y la conexión. Dado su alcance exhaustivo, la Declaración fomenta las soluciones complementarias, algo fundamental teniendo en cuenta los múltiples desafíos a los que nos enfrentamos.

Su llamada a una cooperación libre y significativa es la clave para una participación amplia, necesaria para que las soluciones sean tanto eficaces como legítimas.

Reivindicar los derechos de cada persona, a nivel mundial, es la única manera de abordar las causas fundamentales del conflicto.

Los enfoques basados en los derechos humanos son los únicos que permiten alcanzar un desarrollo inclusivo, participativo y sostenible; definir leyes justas y, por tanto, confiar en que resuelvan las controversias; lograr la equidad en nuestras sociedades; garantizar la rendición de cuentas y fomentar la reconciliación. Los derechos humanos también son la herramienta de prevención definitiva, una sencilla verdad de la que fui consciente en repetidas ocasiones en mis decenios de trabajo en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en situaciones en las que falló la prevención.

En un mundo que cambia a un ritmo frenético, no respetar los derechos no instaurará la inmovilidad. Por el contrario, aumentará la injusticia, el dolor y la violencia, y traerá consigo la pérdida de nuestra capacidad de colaborar en la resolución de los problemas. Por tanto, el 75º aniversario de la Declaración es un momento que pide una actualización coordinada: en primer lugar, estableciendo un compromiso mundial renovado con los valores consagrados en la Declaración; en segundo lugar, aprovechando este impulso para generar un progreso transformador en materia de derechos, partiendo de enfoques innovadores y de la voluntad de cuestionarnos acerca de la forma misma en que imaginamos el panorama de los derechos en el futuro.

Con una cuarta parte de la humanidad viviendo actualmente en lugares afectados por conflictos, nos arriesgamos a un futuro que perpetúe estos ciclos convulsos de sufrimiento y destrucción, junto con la perspectiva de una disminución del respeto de las leyes de la guerra, que son las verdaderas guardianas de nuestra humanidad, nuestras líneas rojas colectivas.

Tantas pérdidas y tanto dolor que se puede prevenir. La represión, la injusticia, la discriminación, la desigualdad extrema y la falta de rendición de cuentas crean las condiciones negativas de las que surge la violencia. Está claro que el camino hacia una paz duradera pasa por los derechos humanos. Reivindicar los derechos de cada persona, a nivel mundial, es la única manera de abordar las causas fundamentales del conflicto. Y esto se aplica a todos los derechos.

Uno de los ámbitos prioritarios de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos es el aumento significativo de nuestro trabajo en los derechos económicos, sociales y culturales, que durante demasiado tiempo se han marginado artificial e inútilmente en el discurso y las medidas relativas a los derechos humanos.

La realidad es que, hoy en día, la mayoría de las economías son ámbitos en los que no se aplican los derechos humanos, con resultados desastrosos para las personas y el planeta. Nuestro concepto de economía de los derechos humanos, en cambio, defiende que las políticas económicas, comerciales, industriales, sociales y medioambientales se rijan por las normas de derechos humanos, con el éxito que se mida en función del grado en que todos disfrutamos de nuestros derechos.

 

Volker Türk

Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Atrio

CLAVES PARA UNA CRISTOLOGÍA TRANSTEÍSTA


col kowalski

 

No es fácil ofrecer hoy una presentación de Jesús de Nazaret breve, sustanciosa y sencilla, y además interesante y novedosa. Annamaria Corallo lo ha logrado en este libro, y la felicito con el mismo placer con que he leído estas páginas. Páginas que instruyen a la mente y hablan al corazón. En cada una de ellas se funden el rigor intelectual y la sensibilidad entrañable, el análisis crítico de textos antiguos y el aliento del Espíritu universal, siempre presente, libre y nuevo.

La autora despliega sin ostentación un amplio conocimiento de las investigaciones más recientes sobre Jesús, pero no es su primer propósito informarnos sobre lo que él enseñó e hizo por los caminos y aldeas rurales y en las humildes casas de Galilea hace 2000 años. Quiere acercarnos a las fuentes vitales que inspiraron al profeta galileo y que nos pueden aún inspirar en un mundo, el nuestro, tan distinto del suyo. De la letra de ayer brota un Evangelio nuevo, una buena noticia para nuestros días, más necesaria que nunca. Y nace este libro lleno de frescura, un buen esbozo abierto de cristología coherente e inspiradora para este siglo XXI que avanza tan rápido, un siglo en el que la aceleración de lo que llamamos progreso asfixia la vida.

Quiero destacar en particular el subtítulo, que encuentro muy relevante, y no exento de atrevimiento: Gesù di Nazaret in chiave transteista. La expresión es novedosa, y es posible que en más de uno provoque extrañeza, reticencia, o incluso una abierta protesta. Me parece, sin embargo, que define una clave fundamental para la profunda renovación de la cristología que nuestra época requiere.

Contextualicemos el término transteísta. Fueron Paul Tillich (teólogo y pastor luterano) y Heinrich Zimmer (indólogo) quienes, en los años 50 del siglo XX, acuñaron el concepto (transtheistic), el primero para referirse a la filosofía religiosa griega (presocrática y estoica en particular), el segundo para designar la filosofía-teología hindú. En sus escritos teológicos y en sus sermones como pastor, Tillich invitaba a la irrenunciable tarea espiritual de transcender el concepto tradicional “teísta” de Dios, a saber: un Ente supremo diverso de los entes que forman el mundo, o una Persona divina separada de las personas humanas. “Tal vez –decía a sus oyentes en uno de sus sermones– tendréis que olvidar todo lo que de tradicional hayáis aprendido acerca de Dios”. Lo mismo predicaba el Maestro Eckhart a finales del s. XIII y comienzos del XIV. Lo mismo afirmaba Dietrich Bonhoeffer cuando en sus escritos de prisión, poco antes de ser ahorcado por los nazis en abril de 1945, confesaba al “Cristo de los no-religiosos” y apelaba a un “cristianismo no-religioso” y llamaba a vivir “ante Dios sin Dios”. En las últimas décadas del siglo XX y en las primeras del s. XXI, el obispo episcopaliano John Shelby Spong es quien más y mejor ha desarrollado una teología sistemática no-teísta.

Siguiendo esa estela, Annamaria Corallo presenta a Jesús en clave transteísta, y éste me parece uno de sus aciertos más decisivos, y el más atrevido. Ciertamente, no se puede hablar de Jesús sin hablar de Dios –con este nombre o sin él–, pues su presencia le envolvía y habitaba, sostenía su confianza vital, su esperanza mesiánica, su misión profética arriesgada. Pero, hoy y aquí, tampoco se puede hablar bien sobre Jesús, es decir, de manera comprensible e inspiradora, sin hablar bien sobre Dios, a saber, de manera razonable, coherente con la cultura común después de Kant, Darwin y Nietzsche, después de Einstein y del telescopio James Web. El Dios Ente supremo, extrínseco al mundo, justo y clemente, creador y legislador universal soberano, que rige el mundo, que interviene en él cuando quiere, se revela u oculta, habla o calla, atiende o desatiende las plegarias, perdona o castiga, salva o condena… no tiene cabida en la cosmovisión científica y en el pensamiento moderno de los hombres y mujeres de hoy. El “Dios teísta” ya no es creíble para la inmensa mayoría, desde los niños hasta los ancianos. Es una mayoría creciente que, según todos los datos, no dejará de seguir extendiéndose más allá de las fronteras del llamado “Occidente”.

Para una inmensa mayoría en aumento de nuestra sociedad del conocimiento y del cambio demasiado acelerado tampoco es creíble un Jesús entendido clave teísta, una imagen que aún perdura en los textos litúrgicos, en la doctrina oficial, y en el fondo del imaginario tanto de “creyentes” como “no creyentes”: Jesús como Logos o hijo preexistente de Dios, encarnado en un Sapiens judío y varón, única revelación y encarnación plena de dios en la Tierra y en el universo, único salvador universal, hombre perfecto… En un gesto de lucidez cultural, de coraje teológico y de responsabilidad eclesial, Annamaria Corallo esboza una cristología en paradigma transteísta, que es inseparablemente liberadora, feminista y ecológica. Así habla bien sobre Jesús y sobre Dios. Y hablando así, lo digo con profunda convicción y gratitud, ofrece un soplo de aliento transformador para una humanidad global que tiene ante sí los retos más urgentes y las amenazas más graves de toda su historia, tales como la emergencia climática, la crisis ecológica, la inteligencia artificial y la guerra universal de la economía financiera y de las armas.

A este nuevo paradigma cultural y por consiguiente teológico, muchos lo llaman, sin embargo, posteísta en lugar de transteísta. No creo que merezca la pena enzarzarse en esta discusión, pero me inclino por el término escogido por la autora. El prefijo trans- me resulta más sugerente y abierto que post-. Éste parece establecer una especie de línea divisoria clara: antes del teísmo, después del teísmo. Entiendo que quien dice trans-, por el contrario, no define doctrinas ni erige fronteras, más bien las abre: más allá. La vida es incesante movimiento y dinamismo transformador. Ciertamente, el espíritu –que late en la partícula y el átomo, en el agua y la piedra, en la planta y el animal, en el universo entero– nunca ha existido ni se manifestó en Jesús sin forma, pero no se encerró en ninguna de las formas en que en él se manifestó y operó (en su imagen de Dios, en sus creencia religiosas, en sus prácticas rituales, en su pertenencia sinagogal…). Jesús fue teísta, sin duda, pero su aliento profundo le empujaba y nos empuja más allá de su imagen de Dios, de sus creencias, del templo y de toda institución. El espíritu es libre, y atraviesa y transciende las formas en las que se manifiesta y obra. Somos libres de utilizar unas formas u otras –teístas o no-teístas o ateas–, pero en cuanto simples lugares provisionales de encuentro y de relación, de paso a la Vida hecha de energía, relación y ternura. “Misericordia quiero, y no sacrificios”. La compasión subversiva, pacífica y sanadora es lo que cuenta en el fondo, más allá de todas las formas.

La inspiración profunda de Jesús, el Jesús viviente, libre e inspirador, más allá de la historicidad fáctica y del constructo dogmático, en comunión con todas las personas históricas y con todas las figuras literarias, es lo decisivo en una cristología profunda y fecunda. Así es en este libro. Cada página expresa la convicción –que comparto enteramente– de que la figura viviente de Jesús que emerge de los relatos evangélicos libremente leídos –se corresponda o no dicha figura con la estricta historicidad o con los dogmas tradicionales– es de plena actualidad. En sus Bienaventuranzas subversivas, en su empatía incondicional con los últimos, en su projimidad sanadora, en su comensalía abierta y feliz, en su libertad arriesgada frente a la “ley divina”, frente al poder religioso, político y económico, en su anuncio de Jubileo universal, en su mirada contemplativa de la naturaleza como sacramento de la Realidad fontal que llamaba y llamamos “Dios”, en su crítica del patriarcalismo, en su práctica de la fraternidad-sororidad universal sin jerarquías, en su grupo de vida itinerante de hombres y de mujeres por igual… podemos seguir hallando inspiración y estímulo para responder a los enormes retos de supervivencia global que afrontamos hoy los seres humanos, hijos e hijas de la Tierra, hermanos y hermanas de todos los vivientes.

 

José Arregi

(Publicado como prólogo a la obra de Annamaria Corallo, l’uomo che narró Dio. Gesù di Nazaret in chiave trnasteista, Gabrielli, 2023, pp. 11-14)