FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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ATALAYA

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martes, 29 de octubre de 2019

Argentina: Defender la alegría



La victoria ha sido indiscutible y a la primera. Tras cuatro años de neolibealismo macrista de nuevo cuño, vuelve el movimiento con el que más se ha identificado el pueblo argentino: el peronismo en la convergencia  de Frente de Todos . Nosotros nos unimos a la alegría del momento con este artículo sencillo pero muy hondo del gran analista Washington Uranga en el periódico Pagina 12 del que es editorialista. El cambio y la resistencia a las presiones de los grandes poderes y del FMI no van a ser sencillas. Pueden leerse otros escrito del mismo Uranga, sobre todo este de hoy: Difícil pero no imposible. ¡Seguimos p’alante, che! AD.

        Antonio es un trabajador jubilado como obrero de la construcción. Vive en un barrio obrero del conurbano. Para más precisión, cerca de La Plata. Este domingo se levantó temprano, repitiendo un hábito de sus tiempos activos en los que la jornada se iniciaba con apenas despuntar el alba. Pero hoy domingo el propósito era otro: estuvo entre los primeros en la fila para emitir su voto en la escuela del barrio. Por su edad, no estaba obligado a votar. Tampoco no es ni ha sido militante político. “Pero hoy tenía que ir… no podía faltar”. Y recordó la suba de tarifas y lo poco que ganan los jubilados. Leer artículo completo »

RAZONES POR LAS QUE FALSIFICARON A JESÚS


col heras
  
Según el parecer mayoritario, aunque los hay que incluso niegan su existencia, Jesús fue un personaje real, un predicador de tierras de Galilea que fue ajusticiado por los romanos. Asegurar lo que hizo y lo que dijo y deducir el motivo de su condena ya es harina de otro costal, donde naufragan muchos tratados con pretensiones de historia.
Los únicos documentos a los que acudir y que dicen algo enjundioso de él y no meras referencias, como pueden ser las de Josefo, Tácito, Suetonio o Plinio el Joven, son los contenidos en el Nuevo Testamento, especialmente los Evangelios. Pero tales documentos más enturbian que aclaran la personalidad real de Jesús, llamado a veces nazareno y otras nazoreo.
Hemos insistido en días pasados en que los rasgos distintivos, su biografía y su personalidad han sido en exceso distorsionados de tal modo que es sumamente difícil saber quién fue. La labor de desmontar aspectos increíbles, hechos narrados que son mágicos o fantásticos, contradicciones flagrantes dentro incluso del mismo Evangelio, sólo ha podido llevarse a cabo cuando los investigadores se han sentido a salvo del omnímodo poder represor de las “fuerzas vivas” eclesiales, especialmente las católicas y las protestantes.
Y a pesar del esfuerzo vulgarizador de los investigadores, en modo alguno han calado sus conclusiones entre los fieles creyentes. Son muchos siglos de adoctrinamiento y mucha la idiocia o simplemente la inercia, la apatía o la indiferencia del pueblo fiel. A quienes han dado de lado las creencias, les importa poco si Jesús fue esto o lo otro; a quienes creen en él, nada que se diga podrá perturbar su fidelidad.
Una lectura superficial de los Evangelios hace creíble la figura de Jesús, aunque se puedan omitir hechos fantasiosos como puedan ser resurrecciones o expulsiones de demonios encarnados en cerdos. Es más, muchos afirman que la memoria de un hombre excepcional no se borra así como así, aun pasados muchos años. Y sin embargo los expertos insisten en que el personaje fue adulterado, a veces de modo grosero.
Ya hemos aducido en días pasados algunos motivos. El más evidente es la distancia. Y afirmábamos que cincuenta años ─en el caso del Evangelio de Juan, más─ son muchos cuando de tradición oral se trata, con el añadido de sucesos enormemente traumáticos relacionados con el personaje y con el grupo social al que pertenecía.
Pensemos en otros aspectos que influyeron necesariamente en el relato acumulativo de hechos portentosos y en el ocultamiento de otros peyorativos. Uno de ellos es la misma lengua hablada por Jesús y sus discípulos frente a la utilizada por los evangelistas. Los que escribieron sobre Jesús lo hicieron en una lengua ajena a Jesús, en griego. No lo conocieron directamente y los que sí lo conocieron y trataron guardaban recuerdos en arameo. ¿Cómo y quiénes dieron traslado de lo que la memoria guardaba de una lengua a otra? Fue necesaria una traducción, con el riesgo que ello entrañaba.
Recordemos, además, que en Jerusalén ocurrieron hechos aciagos que provocaron una desbandada general, una diáspora sufrida tanto por judíos como por prosélitos cristianos. Palestina, para muchos, quedaría muy lejos. Es casi seguro que ninguno de los Evangelistas recorrió los lugares que describe ni contactó con las gentes del lugar que, con seguridad, guardarían recuerdos del Maestro predicador.
Añádase el tiempo transcurrido entre los hechos acaecidos y los relatos al respecto. No insistiremos en lo que ya dijimos en días pasados. Lo sucedido en los primeros treinta años del siglo I e.c. fue narrado en el último tercio.
También hemos hecho referencia a un dato significativo respecto a los destinatarios de los Evangelios. Fueron escritos por y para comunidades urbanas, muy alejadas de los problemas que acuciaban a las rurales. El personaje Jesús proviene de un entorno rural, algo que queda reflejado en muchas de sus alegorías o parábolas.
Pero si algo pudo influir en el sesgo redactor fueron los dos hechos traumáticos citados: la crucifixión del jefe en el año 30 y la destrucción de Jerusalén en el año 70. Los judíos, todos, se convirtieron en enemigos del Imperio y como tales tratados: derrotados, muertos, ajusticiamientos, huida y dispersión...
Los evangelistas trataron de revertir tales hechos al hablar de Jesús. Todo su propósito fue exculpar a los romanos de la condena y muerte de Jesús, para hacer de él un personaje inocuo y hasta bien considerado por los romanos. Recordemos el juicio ante Poncio Pilato, en el que incluso aparece la mujer para implorar clemencia.
Y todo el relato chirría de tal manera que uno llega a pensar si los evangelistas tomarían por tontos a los futuros adoctrinandos. Cómo contrasta el relato de la Pasión de los Evangelios con el de los Hechos de los Apóstoles cuando Pablo de Tarso es acusado ante las autoridades romanas, cómo se garantiza su defensa, cómo es enviado a Roma…
Jesús pasa por ser un personaje ajeno a la política, un predicador más que propugna el bien y la bondad, inofensivo para las autoridades y en nada proclive a amenazar los intereses de Roma… ¡y sin embargo fue crucificado! ¿Alguien entiende tal paradoja?
Lo que decimos, tanto ayer como hoy importaba poco la historicidad del relato, la comprobación de los hechos y las contradicciones evidentes. Cuando alguien es capaz de dar su aserción a fecundaciones celestiales y a cantos de ángeles en medio de la noche, esta u otra menudencias importan poco.
Y sin embargo de tales menudencias se deduce que el Jesús de la fe no fue el personaje real que vivió en tal tiempo y en tal lugar.

Padre Eleazar López: Tenemos un Papa que está con nosotros los indígenas


Sinodo AmazoniaEleazar López Hernández, experto en teología india, saludó en su idioma zapoteca y empezó su intervención en la Sala Stampa del Vaticano, lamentando tener que hablar en español, la lengua de los dominadores, “bueno ha sido el contexto de donde, venimos, 500 años de una relación asimétrica”. Seguidamente aseguró que “el sínodo es la expresión de un deseo de la Iglesia, como institución de un nuevo tipo de relación con los pueblos indígenas, no una relación colonial, sino, una relación entre hermanos”.
Algunos misioneros entendieron que ese no era su lugar y se acercaron a los pueblos y ahora después de un tiempo en el que hemos vivido con un esquema colonial, “muchos misioneros en estos últimos 50 años han bajado del barco y se han subido a las pequeñas canoas de nuestros pueblos y han caminado por esos pueblos”, manifestó Eleazar López. ··· Ver noticia ··

Paradojas del Procés


blog de Javier Vizcaíno EN DEIA

MÁS QUE PALABRAS


Algo me pierdo. 350.000 personas en la movilización número ene contra la sentencia del Procés son un pinchazo. Sin embargo, 80.000 en una manifestación constitucionalista con autobuses son un éxito del copón. Y casi es peor cuando tratan de explicarte que la cuestión está en las expectativas. Te sueltan sin mudar el gesto que en el primer caso se esperaban más y en el segundo, menos. ¿Se dan cuenta de lo que están reconociendo con tal argumento?
No se molesten en contestar. Era una pregunta retórica. Total, en esta gresca lo que se impone es la quíntuple vara. Fíjense, por ejemplo, qué cabreo más justificado con la vileza de Grande Marlaska —¡Nada menos que ministro de Interior, aunque sea en funciones!— sosteniendo que la violencia en Catalunya es cualitativamente peor que la que hubo en Euskadi. Se pregunta uno por qué los que más indignación han gastado en las soflamas contra el lenguaraz juez en excedencia son muchos de los que hace nada aplaudían idéntico paralelismo salido de labios de Puigdemont. Y, claro, viceversa: bastantes de los que entonces se ofendieron por el burdo símil salen ahora en defensa de Marlaska con la martingala de que hablaba “en términos conceptuales”.
Ocurre que no hay paradoja insuperable. Después de quintales de esfuerzos dialécticos para achacar los actos violentos a infiltrados por el unionismo o de poner a caldo de perejil a los medios que muestran las imágenes de caos, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, sentencia: “Son estos incidentes los que hacen que estemos en la prensa internacional de manera continuada estos días, es decir, que hacen visible el conflicto”. Jo-dó.

Nacionalismo español: cetamol y agua con azúcar

ATRIO


 Tras contemplar, tele por medio, las vísperas barcelonesas de la semana anterior el realismo mágico de la abogacía me presenta el subyugado y subyugante nacionalismo español enterrado como los restos de don Francisco con una losa de toneladas de piedra berroqueña, de invisibilidad querida en quienes atiendo. ¿Nacionalismo de izquierda?, ¿nacionalismo de derechas?. No. Puros caprichos de don Francisco….De Goya y Lucientes.

Noam Chomsky y la semana negra de octubre: “No me sorprende para nada lo que ocurre en Chile”

 Redes Cristianas
El Mostrador
Si bien el estallido social en Chile sorprendió al mundo político en un primer momento, no parece haber sorprendido al intelectual estadounidense –uno de los más elocuentes críticos del neoliberalismo–, quien asegura que era solo cuestión de tiempo.
-¿Le sorprende lo que está pasando en Chile?
-No me sorprende para nada lo que ocurre en Chile. Estas son las consecuencias que eran perfectamente previsibles tras el asalto neoliberal a la población en los últimos 40 años, verificadas constantemente en todo el mundo. En los Estados Unidos, por ejemplo, el 0.1 por ciento de la población ahora posee más del 20 por ciento de la riqueza, la mitad de la población tiene un patrimonio neto negativo, los salarios reales son casi los mismos que hace 40 años, por primera vez en un siglo la mortalidad está aumentando, principalmente entre los blancos en edad laboral y un largo etcétera.
-El sistema económico chileno se presentó como una fórmula exitosa en América Latina. ¿Qué tan ilusorio era?
-La dictadura de Pinochet proporcionó condiciones experimentales perfectas para la aplicación de los principios neoliberales guiados por las principales figuras de la doctrina. Fue un fracaso total. Para 1982, la economía colapsó. El Estado tuvo que intervenir radicalmente. Los economistas internacionales bromearon diciendo que era “el camino de Chicago hacia el socialismo”. Sin embargo, los efectos perniciosos permanecieron y continuaron.
-Pero en el caso chileno, a pesar de seguir las recetas de Friedmann, no se privatizó Codelco.
-Los expertos de Chicago fueron lo suficientemente inteligentes como para apartarse del dogma en el caso de Codelco, una productora de cobre estatal altamente eficiente y una fuente importante, si no la principal, de ingresos para el Estado.
-Ese es el único caso en Chile. ¿Cómo describe ese dogma?
-Margaret Thatcher expresó bien el dogma neoliberal: no hay sociedad, solo individuos, solos para enfrentar las devastadoras fuerzas del mercado. La solidaridad es un crimen. Es por eso que desde la década de 1920, las principales figuras del neoliberalismo, Von Mises, Hayek y otros, han acogido con satisfacción la violencia estatal a gran escala para destruir los sindicatos y otras interferencias similares a la “buena economía”. Pinochet es un ejemplo clarísimo de esto.

-El neoliberalismo supone que el derecho a la propiedad es superior al derecho a la vida, ¿pero de donde viene la ira que estalló en Chile?
-Como le he comentado, el neoliberalismo fue fundado por Von Mises y otros en Viena, en la década de 1920. Es una versión particularmente salvaje del capitalismo. Ganó poder con Reagan y Thatcher, con efectos devastadores en gran parte del mundo. Esa es la razón básica de la ira, el resentimiento y el desprecio por las instituciones políticas que están barriendo gran parte del mundo, creando oportunidades para los demagogos de ultraderecha como Trump, Bolsonaro, Orban, Salvini y otros que buscan desviar la ira justificada hacia chivos expiatorios, como inmigrantes, negros, musulmanes, etcétera. Una táctica milenaria, con graves consecuencias.

América Latina, el incendio se extiende

Jesús González Pazos
Redes Cristianas
LatinoamericaEn las últimas semanas diferentes países de América Latina han estado en lo que se suele llamar el foco de la noticia. Haití, Honduras, Ecuador, Brasil, Argentina, Chile… la lista empieza a ser interminable y alcanza a la práctica totalidad de los rincones del continente. Y el denominador común en estos procesos es el hartazgo de la ciudadanía por el acelerado proceso de empobrecimiento que se está viviendo.

Más allá del sensacionalismo y la manipulación de muchos de los titulares que han ilustrado algunos de estos momentos, se podría afirmar que hay una constante a todos ellos. La derecha está incendiando América Latina. En su sentido literal o como metáfora del hundimiento social y económico al que se están viendo abocados la mayor parte de estos países es ésta una afirmación que muestra con meridiana claridad lo que hoy ocurre en ese continente.

Se dejó atrás la década perdida de los años 90 del siglo pasado en la que las políticas neoliberales arrastraron a este territorio, pese a su riqueza en recursos, a ser el de mayor brecha de desigualdad, con niveles de pobreza que en muchos países alcanzaban a más del 50% de la población. Después se han vivido las casi dos últimas décadas donde bajo la égida aún del capitalismo como sistema dominante, se adoptaron por el contrario políticas posneoliberales que, cuando menos supusieron una mejora considerable de las condiciones de vida para muchos millones de personas. La pobreza y la extrema pobreza bajo varios dígitos, el estado recuperó presencia y dirección en las políticas económicas hasta recuperar en muchos casos sectores estratégicos antes privatizados, la soberanía y dignidad de muchos pueblos se convirtieron en una realidad y nuevos movimientos sociales (feminista, indígena, barrial…) se fortalecieron ocupando espacios de relevancia en los diferentes procesos de cambio. Aunque cierto es que los modelos extractivistas siguieron siendo dominantes también en esta etapa y los avances en muchos casos han sido más lentos de los que esos nuevos actores hubieran deseado.

Durante esa última época las opciones conservadoras, derechistas, quedaron descolocadas en los nuevos escenarios políticos. Intentaron por todos los medios a su alcance no perder su poder; y al decir todos los medios es necesario subrayar que hicieron uso de todos: sabotajes económicos, división social, manipulación, golpes de estado.

Llega América Latina así a esta última fase en la que esas corrientes han recuperado parte de su antigua presencia en diferentes países. En unos casos mediante procesos electorales, como Argentina, Colombia, Brasil (amañado al imposibilitar a Lula da Silva presentarse)…, en otros a través de golpes de estado como Honduras o Paraguay. Y nuevamente se entra en una etapa de aplicación de las viejas recetas neoliberales. Una vez más la constante es el recorte de derechos para las grandes mayorías, su empobrecimiento y el desmantelamiento lo más rápido posible de aquellos mecanismos y programas que caracterizaron los años de gobiernos progresistas. Es precisamente la recuperación de esas antiguas medidas (dictadas nuevamente por el FMI) las que están en la base de ese incendio del continente. Las tasas de pobreza se han multiplicado en unos pocos años, incluso en meses, y la carga sobre la población se dobla continuamente mientras las tasas de beneficio y la consiguiente riqueza queda cada día en menos manos. El continente más desigual del planeta vuelve a ocupar ese primer puesto, pero con una brecha que se acrecienta hora a hora.

Y esas grandes mayorías no aguantan más la ya vivida situación y los estallidos sociales se multiplican. Haití, la eterna olvidada, acumula más cinco semanas con protestas diarias pidiendo la dimisión del presidente; Honduras se incendia periódicamente constatando que su la oligarquía siempre manejó el país como una finca bananera.

En el sur, Ecuador ha vuelta a vivir los levantamientos indígenas y populares de hace décadas hasta obligar al presidente Lenin Moreno a retirar el paquetazo de nuevas medidas neoliberales; Argentina, que iba a ser salvada del populismo kichnerista, está al borde del hundimiento económico y la población rememora los momentos más duros del “corralito” en los primeros tiempos del nuevo siglo. Brasil se ha entregado a una camarilla ultraderechista, machista y racista que viendo la selva amazónica solo como una posible fuente de riqueza está dispuesta a incendiarla hasta acabar con ella.

Y el caso más reciente, a día de hoy, es Chile. La prepotencia de la derecha hacía que el actual presidente, Sebastián Piñera, acabara de declarar que este país es un oasis de estabilidad. No había terminado de digerir la misma cuando la aplicación de nuevas medidas neoliberales ha supuesto el levantamiento popular más duro de los años de aparente democracia tras la dictadura pinochetista. Son precisamente los tiempos del régimen dictatorial los que hicieron de Chile el laboratorio ideal para la aplicación de medidas neoliberales ya que el gobierno y ejército se encargaron de eliminar cualquier oposición sindical, social o política.

La transición a la democracia, siguiendo el ejemplo español, no alteró en medida alguna este sistema y ello ha traído un creciente empobrecimiento de la mayoría de la población. Chile aparecía en el mundo como una democracia consolidada que se alternaba entre la derecha conservadora y la socialdemocracia sin cuestionar en ningún caso el sistema neoliberal dominante.

Los medios de comunicación brindaron esta imagen del país. Por eso ha sorprendido tanto la magnitud de la protesta social que ha estallado. Sin embargo, conocer la verdadera realidad nos habla de un país entregado a las empresas trasnacionales, sobre todo, para la extracción de sus principales recursos naturales (cobre, litio, agua…), mientras los bienes sociales (salud, pensiones, educación, vivienda o transporte) se han privatizado hasta hacerse casi inalcanzables para cada vez un mayor porcentaje de la población. Esto es lo que verdaderamente explica el estallido social en Chile hoy, pero esta es también la constante en gran parte del incendio que recorre América Latina: las políticas neoliberales empobrecen a los pueblos y, además, son un fracaso económico, y político.

2019/10/22

@jgonzalez pazos
Miembro de Mugarik Gabe /// https://www.alainet.org/es/articulo/202813

La consagración de la primavera del Papa

Francisco
José Manuel Vidal

Papa Francisco7La búsqueda de una Iglesia más evangélica es una búsqueda compartida por la cúpula y las bases
Conversión cultural, social y ecológica, para salvar la Amazonía y, por lo tanto, el mundo
La Iglesia es una de las organizaciones globales mundiales, cuyas decisiones pueden favorecer o entorpecer el proceso de liberación de la mujer en la sociedad civil, asi como el proceso de conversión ecológica
El documento del Sínodo consagra la alianza total y profunda entre la Iglesia y los desheredados, los descartados de la Amazonia, los indígenas ··· Ver noticia ··

La mujer deshumanizada en la Iglesia

José M. Castillo, teólogo
Teología sin censura
Castillo2Por las noticias, que nos van llegando sobre el Sínodo de la Amazonía, aunque se sabe que se han tomado decisiones positivas sobre el diaconado permanente de la mujer, también es cierto que las mujeres no han podido ni votar al tomar las decisiones que les afectan. Por eso digo sinceramente y con todo respeto, pero también con profundo dolor, afirmo que las noticias que nos llegan del Sínodo son malas noticias. ¿Por qué?
Porque, por más buena y positiva que sea la esperanza de una futura “sinodalidad” constitutiva de la futura Iglesia, así como le esperanza en la ordenación presbiteral de hombres casados, mientras la Iglesia no reconozca y ponga en práctica la igualdad, en dignidad y derechos, de mujeres y hombres, esta Iglesia nuestra dejará y abandonará a más de la mitad de la población mundial marginada, humillada y despreciada, carente de los mismos derechos y de la misma dignidad que se les reconocen a los hombres.
Pero no es esto lo más negativo y doloroso en este asunto. Lo peor y lo más grave de todo es que la Iglesia, al proceder de esta manera, en realidad lo que hace es deshumanizarse a sí misma, al no reconocer ni aceptar la plenitud de la condición humana, en la misma plenitud y con la misma dignidad y derechos en las mujeres que en los hombres. Una institución que hace esto, por eso mismo se queda fuera de los contenidos más elementales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y si esta Iglesia que tenemos, con todas sus ortodoxias y fidelidades dogmáticas, no acepta los Derechos Fundamentales de los seres humanos, de todos por igual, ¿con qué autoridad y credibilidad va a predicar por el mundo un Evangelio que enseña a gritos que “los últimos tienen que ser los primeros” (Mt 20, 16; 19, 30 par) y que, en su comunidad de seguidores, el que “quiera ser grande y situarse sobre los demás, tendrá que hacerse esclavo (“doûlos”) de todos (Mt 20, 26-27 par).
No olvidemos que no es lo mimo la “diferencia” que la “desigualdad”. La diferencia es un “hecho”, mientras que la igualdad es un “derecho”. La mujer y el hombre son diferentes. Eso es un hecho. Pero la mujer y el hombre no son desiguales. Esto es un derecho. Ahora bien, lo más terrible y violento, que ha hecho la Iglesia, ha sido permitir que las mujeres se vean abandonadas “al libre juego de la ley del más fuerte”, marginando el tema determinante del Evangelio, que no puede quedar reducido a una “creencia religiosa”, sino que, además de eso, tal creencia se acepta y se toma en serio cuando se traduce en un “derecho fundamental”, es decir, cando la creencia que nos presenta Jesús de Nazaret, relativa a la igualdad de todos, se traduce en “la ley del más débil” (Luigi Ferrajoli). Mientras esta ley no se traduzca en un derecho y un deber, que jurídicamente obliga a todos los seres humanos por igual, seguiremos siendo infieles al Evangelio y a la humanidad.
Es verdad que, en el judaísmo y en las cartas de Pablo y posteriores a Pablo (Ef, Col, Pastorales), se describen situaciones de inferioridad de las mujeres en la sociedad y en el imperio. Pero no olvidemos que el documento y el hecho determinante para la Iglesia es el Evangelio, del que he dicho cómo hay que plantear y resolver este asunto. Además, las costumbres y las normas del Derecho Romano no pueden ser, en ningún caso, los criterios que decidan los derechos y deberes de los cristianos de todos los tiempos.

Y termino. La presencia de la mujer en la sociedad y en la convivencia de los humanos es y será más decisiva cada día. Si la Iglesia no toma en serio la solución al problema de la desigualdad entre mujeres y hombres, el futuro que espera a las generaciones futuras será cada día más problemático y oscuro. Pero no para las mujeres, sino para la Iglesia.