FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




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miércoles, 25 de mayo de 2022

Semana de África 2022: Por los Derechos de las Personas Migrantes

 


Religión Digital

África11

REDES convoca en Madrid
Para las entidades de REDES, África sigue siendo una prioridad. REDES impulsa, junto al resto de entidades de la Coordinadora para el Día de África, las actividades de la Semana de África en Madrid
Las actividades incluyen música, exposición de arte y fotografía, cine, mesa redonda y una marcha por el centro de Madrid
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A MIREN JONE AZURZA. IN MEMORIAM

col arregi

 

(San Sebastián, 18-05-1929 – San Sebastián, 15-05-2022)

No de cuerpo, pero eras grande. Te has exhibido lo menos posible en los medios, pero has sido pionera. La sencillez te ha hecho más admirable. Nunca pretendiste ni soñaste con ser precursora en nada, pero lo has sido: mujer, periodista, creyente adelantada.

Poseías un llamativo deseo de saber, y una capacidad a la altura del deseo. Mocita aún niña de 11-12 años, y obligada por las duras circunstancias familiares –debido al levantamiento franquista y la guerra civil de 1936, el padre, maestro, fue expulsado de su puesto en el colegio, acusado de “No adicto al Movimiento Nacional”, y hubo de huir al País Vasco Norte en Francia, dejando en San Sebastián madre y cuatro hijos sin padre ni pan–, tú eras ya toda una hacendosa ama de casa, pero no te resignaste a ello, ni te plegaste a las normas de la época. Empujada por tus padres –también ellos pioneros– y por tu propio impulso interior, terminaste el bachillerato e hiciste magisterio. Y en 1965, en Madrid, obtuviste el título de periodismo, convirtiéndose en la primera mujer periodista titulada de habla vasca. Y, por si no fuera bastante, mientras te ganabas el pan como periodista estudiaste la carrera de Historia, de principio a fin, en los años 1975-1980, llevada por el deseo del saber y de la acción.

Porque a la par de tu voluntad de estudiar estaba tu voluntad de compartir cuanto habías estudiado y cuanto eras. Así lo atestiguan las elecciones que fuiste haciendo a lo largo de tu larga vida. Fueron elecciones audaces y generosas, inspiradas por el fuego que llevabas encendido, por el espíritu de búsqueda y por el deseo de darte enteramente, elecciones impulsadas por la demanda de una nueva cultura, sociedad, mundo, Iglesia, cuyo reflejo en nuestra sociedad vasca era evidente ya por entonces. Tu certero instinto te guio siempre, con total naturalidad, hacia las personas e instituciones pioneras e innovadoras. Así, todavía muy joven, en busca de mayor libertad, te vinculaste al Instituto de Misioneras Seculares fundado por Rufino Aldabalde, sacerdote de Aia, un Instituto que era un nítido reflejo de la llamada que la nueva cultura dirigía a las antiguas Ordenes y Congregaciones religiosas y a la entera institución eclesial, aunque estos nuevos movimientos, lamentablemente, no han tenido luego continuidad. Dicho instituto te dio la oportunidad de estudiar también teología. Y de colaborar estrecha y fecundamente, en Salamanca, con Lucien Deiss, el mejor creador de nuevas canciones litúrgicas tras el Concilio Vaticano II.

No dejaste de hacer nuevas opciones. Vuelta a San Sebastián, empezaste a trabajar con Ricardo Alberdi, pionero investigador e impulsor de investigaciones sobre temas sociales, en su editorial Ethos, publicando folletos sobre la situación de la mujer y sobre cuestiones sociales; fue entonces cuando leíste, comprendiéndolo a fondo, Le deuxième sexe, de Simone de Beauvoir… Y entraste en la revista Zeruko Argia, llegando a ser en breve su directora (1969-1975). De allí pasaste al recién creado diario Deia. E intuyendo que desde el interior de la nueva sociedad vasca el Aliento de la Vida te pedía otra cosa, abandonaste el Instituto de Misioneras Seculares para integrarte plenamente en la obra social y cultural. Entonces te encontraste con José Mari Ayestarán, hombre bueno, viudo, y, para recibiros y daros por entero mutuamente, os casasteis y juntos de la mano pasasteis 23 años gozosos, hasta que una larga enfermedad, aliviada por tus incomparables cuidados, lo llevó de junto a ti –o te lo acercó más todavía–. ¡Bienaventurados los dos! Seguiste adelante en la vida y en el camino a tu breve paso ligero. Tus opciones también prosiguieron. Te mostraste disponible para colaborar en lo que fuere en el Obispado y… tu Don José María Setién, que tanto te quiso y tanto quisiste, te llamó para que dirigieras su oficina de prensa. También allí ocupaste la primera fila, no porque lo hubieras buscado, sino porque te buscaron y siempre te encontraron dispuesta.

No puedo dejar de hacer una mención especial y elogiosa del lugar que ocupaste, de la rica contribución que prestaste a la tarea cultural vasca de los años 60-70 del siglo pasado. También en aquellos años de inflexión social y cultural te vimos en primera fila. Te nombraron directora de la revista Zeruko Argia (“Luz del cielo”), propiedad de los Franciscanos Capuchinos, en una época justamente en la que la revista iba camino de perder de su nombre el Zeruko (“del cielo”) para convertirse hasta hoy en mero Argia (“Luz”), en unos tiempos tan fecundos como complejos en los que iban desapareciendo definitivamente “el cielo de arriba” y el “Dios de lo alto” –aunque no, ciertamente, el Misterio creador de la Luz–. Allí estabas tú, Miren Jone, en el foco no siempre sereno de la discusión y de la transformación. Y, bajo tu lúcida y eficiente dirección, reuniste a tantas y tantos que se convirtieron en firmas consagradas de las letras vascas: Patxi Altuna, Amatiño, Gurutz Antsola, Bernardo Atxaga, Joseba Arregi, Rikardo Arregi, Mikel Atxaga, Joxe Azurmendi, Ramuntxo Camblong, Nemesio Etxaniz, Xabier Gereño, Xabier Kintana, Joan Mari Lekuona, Anjel Lertxundi, Xabier Lete, Jorge Oteiza, Juan San Martin, Aita Onaindia, Eusebio Osa, Ramon Saizarbitoria, Soseba Sarrionandia, Joxe Mari Satrustegi, Martin Ugalde, Mikel Ugalde, Joxemi Zumalabe. Me impresiona la lista. Y tú al frente de todos ellos, sin haberte puesto nunca por encima de nadie.

Y, por último, lo primero de todo: la fuente y el aliento profundo de cuanto eras, decías y hacías: DIOS. Más allá de todo nombre e imagen, más allá de toda creencia, más allá de toda religión e institución eclesiástica. También tú eras atea del “Dios” que niegan todos los ateos. Hacía mucho tiempo que habías abandonado al “Dios” legislador, premiador, castigador severo. Pero no sólo eso. En los últimos diez años, caminante sin cesar, habías abandonado también al “Señor de lo alto”, al Ente Supremo, superior a todos los entes del universo. Pero reconocías más adentro que nunca la pura vacuidad plena del SER de cuanto es, Aliento vital, EL-LA-LO QUE ES, Posibilidad de ser. En silencio y gozo te sumergías en el Misterio creador de El-La-Lo que es, ayudándote de libros de Willigis Jäeger, Xabier Melloni o Enrique Martínez Lozano. Has vivido una espiritualidad profunda, abierta, libre, de gran aliento.

La llama de la práctica diaria del silencio te templaba mañana y tarde, te enraizaba en la confianza incondicional, y en estos tiempos turbulentos te anclaba firmemente en la esperanza de un nuevo mundo, una nueva sociedad, un nuevo cristianismo, una nueva Iglesia.

¡Gracias, Miren Jone, de todo corazón!

 

BUDA Y FREUD


col patuel

 

LA ALDEA GLOBAL (AG) pide una visión universal, pero al mismo tiempo una acción concreta. Vivimos una realidad social radicalmente nueva. No hay historia y nos toca hacer historia viva. Y en esta historia viva, nadie debería vivir fuera de esta AG, no hay otra ni aquí ni allá. Por tanto, ninguna exclusión ni por sexo ni por etnias (sólo hay una sola raza: la humana) ni por religiones ni por ideologías ni por diferencia de poder adquisitivo, entre otros. La AG es la casa de todos y hay que cuidarla entre todos: El Planeta tierra. Éste se encuentra en un mar inmenso de galaxias y universos o en la inmensidad de los mundos o un multiverso infinitamente abierto. Esto más que un enigma (a resolver desde la razón) es todo un misterio (incorporarnos dinámicamente) con una visión humana profunda.

Y para eso necesitamos unos criterios de convivencia. Sólo hace unos siete mil años tenemos textos escritos; no tienen más autoridad que los textos actuales, pero sí son testigos de cómo eran los seres humanos en un momento dado, por las orientaciones que indicaban. Y, sorpresa ciertamente, estos textos son muy actuales. El ser humano se hace humano porque no nace humano, pero sí nace con la dignidad humana. Se desarrolla en un proceso de autorrealización o de ir madurando, obteniendo en cada momento su fruto. Siempre en un lugar concreto de espacio y tiempo, o si desea, en un m2, como me gusta expresar.

El título del artículo se me ocurrió al leer el libro de Jean-Charles Bouchoux (2018): Por los caminos de Buda y Freud. Transformar el dolor en sabiduría con la meditación y el psicoanálisis. Y acompañado de dos publicaciones recientes: Psicoanálisis y espiritualidad (Longhi, 2022); El cuenco vacío (Stern, 2022). Sin dejar de lado Budismo zen y psicoanálisis (Suzuki-Fromm, 1960). Pero quiero, además, remarcar o insistir en el gran movimiento internacional de la “psicología transpersonal”, iniciada por psicoanalistas, y tan mal comprendido y no aceptado por los ámbitos académicos y también psiquistas.

Pues bien, toda persona, como Freud (1856-1939) y Buda (S. VI-V a. C.), son como unos faros, que buscan aliviar el dolor. Llevan al paso de una hominización a una humanización. Dicho de otra forma, el proceso dinámico de la autorrealización para dar un paso más consciencial, que es la autotrascendencia o ser consciente de Sí Mismo.

La AG está marcada por infraestructuras, que son necesarias, y una de ellas es la economía. Pero ésta al convertirse además en superestructura pone, como en un sándwich, en medio la humanidad. No permiten ni la autotrascendencia ni poder subir el segundo peldaño de la espiral de Maslow: la autorrealización. Entonces, esa AG no tiene escala de valores humanos, sino sólo criterios científico-técnicos. Es decir, una fuerza sin alma.

Siempre hay un malestar cultural, como indican Freud y Buda. Y quien lo guía o dirige, sintiendo que es infra/súper estructura a la vez, está llevado por un narcisismo perverso. Es evidente que ante una situación humana así, necesitamos Sabios y Maestros que ayuden a liberarnos de esta esclavitud para progresar humanamente de forma integral. Por eso Freud nos dice: Trabaja y ama. Buda: Evita el dolor y se compático (compasivo). Ambos vienen a decir: Evita el sufrimiento inútil y evitar hacer el mal. Un buen punto de partida. Hace falta pasar del no-hacer al hacer. No en vano, todo Ser Humano tiene un corazón para sentir, una cabeza para pensar, unas piernas para ir a y unas manos para obrar. Ciertamente, que todo esto puede explicarse de muchas formas. Freud y Buda son unos indicadores de una forma o mapa, que pueden impregnar la cultura de esa AG. Ambos hablan de autoobservarse, conocerse, cuidarse, tomar responsabilidades, buscar el bienestar sin olvidar el bienser. Diferenciar el dolor, que es inevitable, del sufrimiento innecesario. Ambos acentúan el valor del silencio y la autocomprensión. Es decir, personas sabias que orientan hacia un espíritu humano crítico o luminoso. Y esa capacidad crítica o luminosa que existe en cada Ser Humano nos clarificará la forma de pensar y actuar: Sentir el pensamiento y pensar el sentimiento. Estamos en el terreno de datos antrópicos, no en el mundo de las creencias o mundo mágico y mítico.

En la AG necesitamos un nuevo lenguaje para poder expresar toda esta dinámica o potencial humano con el que todo Ser Humano nace. Hay que partir de un ego, bien entendido, que conduzca el timón del barco, pero sabiendo que no lo guía. Un ego que al ser consciente de su hondura descubre o toma conciencia de una identidad más profunda. Es como mirarse en el espejo con los ojos abiertos: el ego se ve. Pero con una mirada más profunda contempla su propia hondura o el principio fontal.

Tanto el psicoanálisis como el budismo, empezados por Freud y Buda, pero continuados por otros, nos pueden llevar a esa consciencia. Es la lucha y la visión que cada Ser Humano debe hacer para amar, trabajar y evitar el dolor, acompañado del silencio: Humanizar al Ser Humano.

En esta AG hay que ir trabajando de nuevo porque todo lo que nos ha traído la ciencia técnica, no es más que un nuevo medio. Ni tecnofilia ni tecnofobia ni tecnocracia sino tecnoética, es decir, amor a la Ciencia y a la Técnica como verdaderos medios de humanización en función siempre de la "dignidad humana".

LOS EVANGÉLICOS EN BRASIL / A LO MEJOR TIENE RAZÓN


col acebo

 Religión Digital 17.05.2022 y 23.05.2022

Cuesta creer que los evangélicos que hace 50 años en Brasil sólo eran el 5% de la población, frente a un 92% de católicos, hoy hayan pasado a tener un tercio del electorado. Tienen tanta fuerza que, en los medios de comunicación, se oye más el Evangelio que la samba y las mega iglesias reportan beneficios que alcanzan cifras millonarias, “gracias a Dios”. También están cambiando la política brasileña pues desde hace años eligen a representantes locales que pueden proteger a sus iglesias de tal modo que el congreso que tiene 513 diputados, 195 pertenecen a su grupo.

La confesión religiosa tendrá mucho que decir en las próximas elecciones brasileñas a la presidencia. Bolsonaro es católico pero su mujer Michelle es evangélica y a la familia presidencial la apoyan los evangélicos. Un pastor famoso, André Valada, con 5 millones de seguidores en las redes sociales, defiende que no se puede votar a la izquierda. Otro obispo, Edir Macedo, dueño del segundo canal televisivo del país, apoyó a Lula en el 2002 y a Bolsonaro en el 2018. La izquierda obtiene el apoyo de Paulo Marcelo, que pertenece a la Asamblea de Dios, la Iglesia mayor de Brasil, pero como dice un famoso político, Juliano Spyer, no se puede combatir una armada de pastores contrarios que controlan Whatsapp y otras redes.

El pueblo considera a Bolsonaro, recto y piadoso, un hombre de Dios como predican muchos pastores que aseguran que le votan por sus principios y no por su persona, ya que se ha casado tres veces. Protege a la familia y se opone al aborto. En cambio, no es bien recibido entre las personas de color a los que considera descendientes de esclavos y a los que llamó gordos y vagos. La pobreza también tiene que decir ya que un tercio de los evangélicos ingresa por debajo del mínimo mensual o incluso menos y aunque algunos confían en el otro mundo para cambiar sus condiciones de vida, otros pretenden mejorar en la tierra

Lo más curioso es la fuerza que va a tener el voto femenino pues las encuestas demuestran que los varones prefieren a Bolsonaro mientras que las féminas se inclinan por Lula, aunque haya sido condenado por corrupción y luego se le absolvió. A las críticas por su gestión el actual presidente respondió que era el Mesías, su segundo nombre, pero que no podía hacer milagros como Jesús

Muchas personas religiosas se han cansado de la politización de la religión, pero es una realidad en muchos países del mundo entre los que incluyo a los Estados Unidos. Me recuerda a nuestra Iglesia en tiempos de Franco y prefiero a la actual que deja a los ciudadanos católicos votar en conciencia. Eso si algo habremos hecho mal en Brasil para que tantos católicos se hayan pasado a otra iglesia, es un toque de atención que merece analizar

A lo mejor tiene razón

Un amigo respondió a mi último blog sobre el espectacular avance de los evangélicos en Brasil diciéndome algunas cosas interesantes. Había trabajado en muchos proyectos en América del Sur promovidos por una ONG y me advertía que mi noticia sobre Brasil se podía extender a muchos otros países de América Latina.

Aseguraba que algunos problemas venían porque los pastores protestantes estaban involucrados con el pueblo al que pertenecían, tenían esposa e hijos y podían hablar en primera persona de los problemas de la educación, los efectos de la droga en los adolescentes, los embarazos prematuros de las jóvenes y otras vicisitudes por las que atraviesan las comunidades. No era que el sacerdote católico estuviera apartado de estos temas, pero se consideraba que los vivía más de lejos pues con frecuencia había llegado catapultado de otras tierras y al cabo de un tiempo lo mandaban a otro lugar.

Los vecinos lo miraban con deferencia, pero no lo consideraban uno de ellos. Al pairo de esta reflexión recuerdo que un canon del Derecho Canónico habla de que los sacerdotes tienen otra esencia que el resto de los fieles. Comentando en broma este tema, le dije a un amigo sacerdote que mi esencia era Chanel número 5 y le preguntaba cuál era la suya. Se rió porque no consideraba que fueran distintas pero el canon dejaba claro que la esencia de los clérigos era mejor, más valiosa. Si a esto unimos que muchas ordenaciones sacerdotales marcaban el hecho de que el ordenando se debía apartar del mundo nos coloca en una situación distante y superior del sacerdote frente al pueblo que tiene que pastorear.

 

Isabel Gómez Acebo


FRANCISCO, A LASALLISTAS: "ESTÁN EN PRIMERA LÍNEA EDUCATIVA. ¡GRACIAS POR LO QUE SON Y POR LO QUE HACEN!"

col sanson

Vatican News / Religión Digital

 

“Construir nuevos caminos para transformar vidas”. Bajo este lema se reunieron los Hermanos de las Escuelas Cristianas, más conocidos como los Lasallistas, en su 46° Capítulo General, a quienes el Santo Padre recibió en la mañana de este sábado 21 de mayo.

El Obispo de Roma expresó su alegría por el hecho de encontrarse con ellos y agradeció al Superior General por sus palabras, incluso por el “Lolo Kiko”, un saludo filipino que significa “abuelo Francisco”.

Refiriéndose al lema que congregó a los Lasallistas en sus trabajos capitulares, afirmó que “es lindo entender al Capítulo así, caminando, como una obra de construcción de nuevos caminos, que llevan a los hermanos, especialmente a los más pobres”. Pero sabemos -advirtió Francisco- que el “Camino”, el camino verdaderamente nuevo, es Jesucristo: siguiéndolo, caminando con Él, nuestra vida se transforma, y nosotros a su vez nos convertimos en levadura, en sal, en luz.

La educación, un regalo

Para los Lasallistas, según el carisma de San Juan Bautista de la Salle, estos “nuevos caminos” son, ante todo, caminos de educación, de realizar en las escuelas, en los colegios, en las universidades que llevan adelante en alrededor de 100 países en los que están presentes, afirmó el Papa. Francisco agradeció, con ellos, al Señor “porque la labor educativa es un gran regalo ante todo para quienes la realizan: es un trabajo que pide mucho, pero que da mucho”.

El Pontífice consideró que “la relación constante con los educadores, con los padres y, sobre todo, con los niños y jóvenes es una fuente de humanidad siempre viva, incluso con todas las dificultades y problemas que conlleva”.

"Vuestras escuelas son cristianas, no por una etiqueta exterior"

En esta relación, en este camino que hacen con los educadores, apuntó Francisco, “ustedes ofrecen los valores de su rica tradición pedagógica: educan en la responsabilidad, en la creatividad, en la convivencia, en la justicia y la paz; educan en la vida interior, a ser abiertos a lo trascendente, al sentido del asombro y de la contemplación frente al misterio de la vida y de la Creación”.

Todo esto -afirmó el Sucesor de Pedro- ustedes lo viven y lo interpretan en Cristo, y lo traducen en plenitud de humanidad. En este sentido, el Papa recordó una frase de San Juan Pablo II en la encíclica Redemptor hominis: “El hombre es el camino de la Iglesia”.

Ustedes -les dijo el Papa- ponen en práctica este lema en vuestra misión educativa. Es vuestra manera de realizar lo que escribe San Pablo: "formando a Cristo en ti" (cf. Gal 4,19). Es vuestro apostolado, educar así, vuestra contribución específica a la evangelización: hacer crecer a los seres humanos según Cristo.

Los dos grandes desafíos de nuestro tiempo: la fraternidad y el cuidado de la casa común

El Romano Pontífice aseguró que somos conscientes de que el mundo está viviendo una emergencia educativa.

El Papa compartió una constatación importante: "Se rompió el pacto educativo, está roto, y ahora el Estado, los educadores y las familias están separados. Debemos buscar un nuevo pacto que sea comunicación, trabajar juntos".

Esta emergencia educativa -puntualizó- se volvió más aguda por la pandemia.

Gracias a Dios -manifestó Francisco- la comunidad cristiana no solo lo sabe, pero está comprometida en este trabajo, desde hace tiempo está buscando “construir nuevos caminos” para transformar el estilo de vida. Y ustedes, hermanos -agregó, forman parte de este trabajo, es más, están en primera línea, educando a pasar de un mundo cerrado a un mundo abierto; de una cultura del ‘usa y tira’ a una cultura del cuidado; de una cultura del descarte a una cultura de la integración; de la búsqueda de los intereses personales a la búsqueda del bien común.

Como educadores, saben bien que esta transformación debe partir de las conciencias, o será solo de fachada. Y saben también que no pueden hacer este trabajo solos, sino cooperando en “alianza educativa” con las familias, con las comunidades y las instituciones eclesiales, con las realidades formativas presentes en el territorio.

“Para ser buenos trabajadores, no hay que descuidarse”

“No pueden dar a los jóvenes lo que no tienen dentro de ustedes”, aseveró el Santo Padre, quien reconoció: “No tengo nada que enseñarles en esto, sino solo, como hermano, quiero recordárselos: testimonio. Y, sobre todo, rezo por ustedes, para que sean hermanos no solo de nombre sino de hecho. Y que sus escuelas sean cristianas no de nombre sino de hecho”.

“¡Gracias por lo que son y por lo que hacen!”, finalizó Francisco en su alocución, bendiciendo a los Lasallistas, a sus comunidades y pidiéndoles que, por favor, no se olviden de rezar por él.

Un día de emociones

Más temprano, en su cuenta de Twitter, los Lasallistas publicaron una foto en la que se los ve con la Basílica de San Pedro a sus espaldas y un texto en el que admitían que la mañana de este sábado es muy especial. “Como representantes del lasallismo mundial, los Capitulares van camino a Ciudad del Vaticano para escuchar al papa Francisco”, se leía en la publicación.

 


ADORACIÓN, ALEGRÍA Y BENDICIÓN

col depalma

 FE ADULTA

El evangelio de Lucas intenta decir algo acerca de la presencia de Jesús después de su muerte. La narración de hoy nos cuenta que Jesús, una vez resucitado, relee su vida a partir de los textos sagrados. Su misión, que incluye su vida, muerte y resurrección tiene sentido en cuanto que puede comprenderse dentro del designio de Dios para con toda la historia de la humanidad.

Los discípulos son testigos de esto. Son testigos, pero no solo de manera externa sino también interna, es decir no solo ven lo que pasa como meros espectadores, sino que sus vidas se delimitan y organizan en relación con el Mesías resucitado. Ellos son sus testigos. Su identidad queda marcada así por la cercanía de la persona en la que se cumplen los designios de Dios.

Ser testigos, entendido como aquello que determina la identidad de los discípulos tras la resurrección de Jesús, no implica únicamente mirar para sí mismo y conocer algo novedoso. Ser testigo implica salir y dar testimonio. Eso parece evidente. Sin embargo, la orden de Jesús es la contraria a salir. Ellos son ciertamente testigos, pero deben “Permanecer en la ciudad”. Si en los diferentes relatos de envíos, durante la vida pública de Jesús, la respuesta es “inmediata”, es decir “salen corriendo a anunciar lo que han visto”, tras la resurrección la respuesta requiere quedarse, permanecer, esperar. Esperar una fuerza, una energía que los “revestirá”.

Revestir es una palabra extraña que puede significar imbuirse o dejarse llevar por esa fuerza, o cubrir el cuerpo con un ropaje (como lo hace, por ejemplo, el sacerdote en la eucaristía que se reviste con los ornamentos litúrgicos). Las dos acepciones encajan aquí, ya que la fuerza es interior pero también corporal y exterior. La fuerza reviste las emociones y reviste el cuerpo. Así el testimonio será creíble y tangible: estas dos dimensiones son fundamentales en el anuncio de cualquier mensaje.

Sin embargo, de momento, el recibir esta fuerza es solo una promesa; no una realidad. Antes, han de recibir una bendición, en Betania. Betania es el lugar del encuentro, del descanso, del fortalecimiento, de la acogida y de la fiesta que Jesús y sus discípulos bien conocen. Ese lugar sigue siendo un lugar de bendición, y es allí el lugar propio para que Jesús los bendiga (casi como a los niños que quiere que se acerquen a él).

Pero esta bendición anuncia la despedida. Ahora sí. Si la muerte de Jesús anunciaba una primera separación, llena de pena, decepción y desorientación, la ascensión confirma una segunda separación, pero esta vez, a diferencia de la primera, produce alegría y adoración. Nuevamente llama la atención que, de momento, no se convierten en testigos activos y evangelizadores dinámicos en salida. Se convierten, a primera vista, en todo lo contrario. Son simplemente y ciertamente adoradores: se postran ante Jesús, van a Jerusalén (la ciudad del gran templo) y “estaban en el templo bendiciendo a Dios”. De momento su testimonio es exclusivamente y esencialmente alegría y bendición. Y así será hasta que reciban la fuerza de lo alto prometida.

En nuestra sociedad cargada de activismo, este texto se presenta como de una radical humanidad que nos pide tener tiempo y darse tiempo. Tiempo para aceptar la decepción, para aceptar separaciones, para dar lugar al dinamismo propio de la muerte-resurrección y para no adelantar procesos sino dejar que los afectos se decanten.

Este dinamismo muerte-resurrección, como momento esencial de todo ser vivo, nos recuerda la distancia, pero también la cercanía; una cercanía trascendente (como una “fuerza que viene de lo alto”) y que, como una bendición, nos fortalece y nos reviste. Es decir, la nueva forma de vincularnos, a partir de las experiencias de muerte y de resurrección, no contrapone la cercanía y la distancia, sino que las integra.

Esta forma de entender la vida y el tiempo nos recuerda también la importancia de dar espacio a la adoración, a la alegría y la bendición. El hecho de considerar el tiempo del que disponemos, que transcurre desde el nacimiento a la muerte, nos recuerda que se trata de un tiempo que es limitado y que por tanto nos urge la acción. Pero, para que esta acción sea fecunda, requiere de momentos de espera y de quietud. Momentos para releer nuestra historia comunitaria y personal dentro de los designios de Dios. Y para vislumbrar y dar lugar a lo que viene por delante.

Ascensión del Señor – C (Lucas 24,46-53)

José Antonio Pagola

Jesús era realista. Sabía que no podía transformar de un día para otro aquella sociedad donde veía sufrir a tanta gente. No tiene poder político ni religioso para provocar un cambio revolucionario. Solo su palabra, sus gestos y su fe grande en el Dios de los que sufren.

Por eso le gusta tanto hacer gestos de bondad. «Abraza» a los niños de la calle para que no se sientan huérfanos. «Toca» a los leprosos para que no se vean excluidos de las aldeas. «Acoge» amistosamente a su mesa a pecadores e indeseables para que no se sientan despreciados.

No son gestos convencionales. Le nacen desde su voluntad de hacer un mundo más amable y solidario en el que las personas se ayuden y se cuiden mutuamente. No importa que sean gestos pequeños. Dios tiene en cuenta hasta el «vaso de agua» que damos a quien tiene sed.

A Jesús le gusta sobre todo «bendecir». Bendice a los pequeños y bendice sobre todo a los enfermos y desgraciados. Su gesto está cargado de fe y de amor. Desea envolver a los que más sufren con la compasión, la protección y la bendición de Dios.

No es extraño que, al narrar su despedida, Lucas describa a Jesús levantando sus manos y «bendiciendo» a sus discípulos. Es su último gesto. Jesús entra en el misterio insondable de Dios y sus seguidores quedan envueltos en su bendición.

Hace ya mucho tiempo que lo hemos olvidado, pero la Iglesia ha de ser en medio del mundo una fuente de bendición. En un mundo donde es tan frecuente «maldecir», condenar, hacer daño y denigrar, es más necesaria que nunca la presencia de seguidores de Jesús que sepan «bendecir», buscar el bien, hacer el bien, atraer hacia el bien.

Una Iglesia fiel a Jesús está llamada a sorprender a la sociedad con gestos públicos de bondad, rompiendo esquemas y distanciándose de estrategias, estilos de actuación y lenguajes agresivos que nada tienen que ver con Jesús, el Profeta que bendecía a las gentes con gestos y palabras de bondad.

Jésus était un réaliste. Il savait qu'il ne pouvait pas transformer du jour au lendemain cette société où il voyait tant de gens souffrir.

Il n'avait aucun pouvoir politique ou religieux pour provoquer un changement révolutionnaire. Seulement sa parole, ses gestes et sa grande foi au Dieu de ceux qui souffrent.

C'est pourquoi il aime tant faire des gestes de bonté. Il «embrasse» les enfants des rues pour qu'ils ne se sentent pas orphelins. Il «touche»" les lépreux pour qu'ils ne se retrouvent pas exclus des villages. Il «accueille» les pécheurs et les indésirables à sa table afin qu'ils ne se sentent pas méprisés.

Ce ne sont pas des gestes conventionnels. Ils sont nés de sa volonté de rendre le monde plus aimable et plus solidaire; un monde dans lequel les gens s'entraident et prennent soin les uns des autres. Peu importe s'il s'agit de petits gestes. Dieu prend en compte même le «verre d'eau» que nous donnons à ceux qui ont soif.

Jésus aime par-dessus tout «bénir»". Il bénit les petits et il bénit surtout les malades et les malheureux. Son geste est plein de foi et d'amour. Il veut entourer ceux qui souffrent le plus de la compassion, de la protection et de la bénédiction de Dieu.

Il n'est pas étonnant que, dans le récit de ses adieux, Luc décrive Jésus levant les mains et «bénissant» ses disciples. C'est son dernier geste. Jésus entre dans le mystère insondable de Dieu et ses disciples sont comme enveloppés dans sa bénédiction.

Nous l'avons oublié depuis longtemps, mais l'Église doit être une source de bénédiction au milieu du monde. Dans un monde où il est si courant de «maudire», de condamner, de nuire et de dénigrer, la présence de disciples de Jésus qui savent «bénir», chercher le bien, faire le bien, attirer vers le bien, est plus nécessaire que jamais.

Une Église fidèle à Jésus est appelée à surprendre la société par des gestes publics de bonté, en brisant des carcans et en prenant ses distances par rapport à des stratégies, des styles d'action, des langages agressifs qui n'ont rien à voir avec Jésus, le Prophète qui bénissait les gens par des gestes et des paroles de bonté.

JESÚS SE IDENTIFICÓ CON DIOS DURANTE SU VIDA Y PARA SIEMPRE ASCENSIÓN (C) Lc 24,46-53


col fraymarcos

 FE ADULTA


Tratemos de entender la oración de Pablo. “Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de revelación para conocerlo; ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cual es la esperanza a la que os llama.” No pide inteligencia, sino espíritu de revelación. No pide una visión racional sino que ilumine los “ojos” del corazón. El verdadero conocimiento no viene de fuera, sino de la experiencia interior. Ni teología, ni normas, ni ritos sirven de nada si no nos llevan a la vivencia más profunda.

Hemos llegado al final del tiempo pascual. La Ascensión es una fiesta que intenta recopilar todos lo que hemos celebrado desde la muerte de Jesús el Viernes Santo. La mejor prueba de esto es que Lucas, que es el único que relata la ascensión, nos da dos versiones: una al final del evangelio y otra al comienzo del los Hechos. Para comprender el lenguaje que la liturgia utilizan para referirse a esta celebración, es necesario tener en cuenta la manera mítica de entender el mundo en aquella época y posteriores, muy distinta de la nuestra.

El mundo dividido en tres estadios: el superior, habitado por la divinidad. El del medio era la realidad terrena en la que vivimos los humanos. El tercer estadio es el inframundo donde mora el maligno. La encarnación era concebida como una bajada del Verbo, desde la altura a la tierra. Su misión era la salvación de todos. Por eso tuvo que bajar a los infiernos (inferos) para que la salvación fuera total. Una vez que Jesús cumplió su misión salvadora, lo lógico era que volviera a su lugar de origen. Todo desde una perspectiva mítica.

No tiene sentido seguir hablando de bajada y subida. Si no intentamos cambiar la mente, estaremos transmitiendo conceptos que hoy no podemos comprender. Una cosa fue la predicación de Jesús y otra la tarea de la comunidad, después de la experiencia pascual. El telón de fondo es el mismo, el Reino de Dios, vivido y predicado, pero a los primeros cristianos les llevó tiempo encontrar la manera de trasmitir lo que habían experimentado. Tenemos que continuar esa obra, transmitir el mensaje, acomodándolo a nuestra cultura.

Resurrección, ascensión, sentarse a la derecha de Dios, envío del Espíritu, apuntan a una misma realidad. Con cada uno de esos aspectos se intenta expresar la vivencia de pascua: El final del hombre Jesús no fue la muerte sino la Vida en Dios. El misterio pascual es tan rico que no podemos abarcarlo con una sola imagen, por eso tenemos que desdoblarlo para ir analizándolo por partes y poder digerirlo. Con todo lo que venimos diciendo durante el tiempo pascual, debe estar ya muy claro que después de la muerte no pasó nada en Jesús.

Una vez muerto pasa a otro plano donde no existe tiempo ni espacio. Sin tiempo y sin espacio no puede haber sucesos. Todo “sucedió” como un chispazo que dura toda la eternidad. El don total de sí mismo es la identificación total con Dios y por tanto su total y definitiva gloria. No va más. En los discípulos sí sucedió algo. La experiencia de resurrección sí fue constatable. Sin esa experiencia, que no sucedió en un momento determinado sino que fue un proceso que duró muchos años, no hubiera sido posible la religión cristiana.

Una cosa es la verdad que se quiere trasmitir y otra los conceptos con los que intentamos expresarla. No estamos celebrando un hecho que sucedió hace 2000 años. Celebramos un acontecimiento que se está dando en este momento. Los tres días para la resurrección, los cuarenta días para la ascensión, los cincuenta días para la venida del Espíritu, son tiempos teológicos. Lucas, en su evangelio, pone todas las apariciones y la ascensión en el mismo día. En los Hechos habla de cuarenta días de permanencia de Jesús con sus discípulos.

Solo Lucas, al final de su evangelio y al comienzo de los “Hechos”, narra la ascensión como un fenómeno externo. Si los dos relatos constituyeron al principio un solo libro, se duplicó el relato para dejar uno como final y otro como comienzo. Para él, el evangelio es el relato de todo lo que hizo y enseñó Jesús; los Hechos es el relato de todo lo que hicieron los primeros seguidores. Esa constatación de la presencia de Dios, primero en Jesús y luego en los discípulos, es la clave de todo el misterio pascual y la clave para entender la fiesta que estamos celebrando. Para visualizar esa presencia nos narra la venida del Espíritu.

El cielo en la Escritura no significa un lugar físico, sino una manera de designar la divinidad sin nombrarla. Así, unos evangelistas hablan del “Reino de los cielos” y otros del “Reino de Dios”. Solo con esto tendríamos una buena pista para no caer en la tentación de entender este relato literalmente. Es lamentable que sigamos hablando de un lugar donde se encuentra la corte celestial y en ella Jesús sentado a la derecha de Dios. Podemos seguir diciendo “Padre nuestro que estás en los cielos”. Podemos seguir diciendo que se sentó a la derecha de Dios, pero sin entenderlo literalmente.

Hasta el s. V no se celebró la Ascensión. Durante todo ese tiempo se consideraba que la resurrección llevaba consigo la glorificación. Ya hemos dicho que en los primeros indicios escritos que han llegado hasta nosotros de la cristología pascual, está expresada como “exaltación y glorificación”. Antes de hablar de resurrección se habló de glorificación. Esto explica la manera de hablar de ella en Lucas. Lo importante del mensaje pascual es que el mismo Jesús que vivió con los discípulos, es el que llegó a lo más alto en Dios, no como ser separado de Él. Llegó a la meta. Alcanzó la identificación total con Dios.

La Ascensión no es más que un aspecto del misterio pascual. Se trata de descubrir que la posesión de la Vida por parte de Jesús es total. Participa de la misma Vida de Dios y por lo tanto, está en lo más alto del “cielo”. Las palabras son apuntes para que nosotros podamos entendernos. Hoy tenemos otro ejemplo de cómo, intentando explicar una realidad espiritual, la complicamos más. Resucitar no es volver a la vida biológica sino volver al Padre. “Salí del Padre y he venido al mundo; ahora dejo el mundo para volver al Padre”.

Nuestra meta, como la de Jesús, es ascender hasta lo más alto, el Padre. Pero teniendo en cuenta que nuestro punto de partida es también, como en el caso de Jesús, el mismo Dios. No se trata de movimiento alguno, sino de toma de conciencia. Esa ascensión no puedo hacerla a costa de los demás, sino sirviendo a todos. Pasando por encima de los demás, no asciendo sino que desciendo. Como Jesús, la única manera de alcanzar la meta es descendiendo hasta lo más hondo de mi ser. El que más bajó es el que más alto ha subido.

El entender la subida como física es una trampa muy atrayente. Los dirigentes judíos prefirieron un Jesús muerto. Nosotros preferimos un Jesús en el cielo. En ambos casos sería una estratagema para quitarlo del medio. Descubrirlo dentro de mí y en los demás, como nos decía el domingo pasado, sería demasiado exigente. Mucho más cómodo es seguir mirando al cielo… y no sentirnos implicados en lo que está pasando a nuestro alrededor. Es hora de preocuparnos de lo que puedo vivir yo, aquí y ahora, como lo vivió Jesús.

 

ASCENSIÓN Y ENTRONIZACIÓN DE JESÚS Fiesta de la Ascensión. Ciclo C. Un peligro que conviene evitar

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FE ADULTA

De las tres lecturas de esta fiesta, dos son fáciles de entender: los dos relatos de la Ascensión escritos por Lucas al final del evangelio y al comienzo del libro de los Hechos; en cambio, la carta a los Efesios puede resultar un galimatías casi ininteligible. Corremos el peligro de pasarla por alto, aunque es la que da el sentido de la fiesta. Ascensión y entronización son las dos caras de la misma moneda.

Una sola cadena de televisión con dos visiones muy distintas

Los dos textos de Lucas (Hechos de los Apóstoles y evangelio) se prestan a una interpretación muy simplista, como si el monte de los Olivos fuese una especie de Cabo Cañaveral desde el que Jesús sube al cielo como un cohete. Cualquier cadena de televisión que hubiera filmado el acontecimiento habría ofrecido la misma noticia, aunque hubiera variado el encuadre de las cámaras.

En este caso solo hay presente una cadena de televisión: la de Lucas. Los otros evangelistas no cuentan la noticia. Pero Lucas ha elaborado dos programas sobre la Ascensión, y cuenta lo ocurrido de manera muy distinta, con notables diferencias. Eso demuestra que para él lo importante no es el hecho histórico sino el mensaje que desea transmitir. Tanto el evangelio como Hechos podemos dividirlos en dos partes: las palabras de despedida de Jesús y la ascensión. Para no alargarme, omito la introducción al libro de los Hechos.

Palabras de despedida de Jesús

En el evangelio, Jesús dice a los discípulos que su pasión, muerte y resurrección estaban anunciadas en las Escrituras. Lo ocurrido no debe escandalizarlos ni hacerles perder la fe. Todo lo contrario: deben predicar la penitencia y el perdón a todos los pueblos. Para llevar a cabo esa misión necesitan la fuerza del Espíritu Santo, que deben esperar en Jerusalén.

En el libro de los Hechos se repite lo esencial: esperar al Espíritu Santo; pero se añaden dos temas: la preocupación política de los discípulos y la idea de ser testigos de Jesús en todo el mundo (cosa que en el evangelio sólo se insinuaba).

La ascensión: dos relatos de Lucas muy distintos

· En el Evangelio, Jesús bendice antes de subir al cielo (en Hch, no).

· En Hechos una nube oculta a Jesús (en el evangelio no se menciona la nube).

· En el evangelio, los discípulos se postran (en Hch se quedan mirando al cielo).

· En el evangelio vuelven a Jerusalén; en Hch se les aparecen dos personajes vestidos de blanco.

¿Cuál es el mensaje?

Dadas estas diferencias, ¿cuál es el mensaje que pretende transmitir Lucas?

La explicación hay que buscarla en la línea de la cultura clásica greco-romana, en la que se mueve Lucas y la comunidad para la que él escribe. También en ella hay casos de personajes que, después de su muerte, son glorificados de forma parecida a la de Jesús. Los ejemplos que suelen citarse son los de Hércules, Augusto, Drusila, Claudio, Alejandro Magno y Apolonio de Tiana. Estos ejemplos confirman que los relatos tan escuetos de Lucas no debemos interpretarlos al pie de la letra, como han hecho tantos pintores, sino como una forma de expresar la glorificación de Jesús. El final largo del evangelio de Marcos subraya este aspecto al añadir que, después de la ascensión, Jesús “se sentó a la derecha de Dios”. Y esto es lo que afirma también la Carta a los efesios.

No Ascensión, sino entronización (2ª lectura)

La carta a los efesios no habla de la ascensión. Pasa directamente de la resurrección de Jesús al momento en que se sienta a la derecha de Dios y todo queda sometido bajo sus pies. Por desgracia, la parte final, que es la más relacionada con la fiesta, y la más clara, está precedida de una oración tan recargada que resulta confusa. La idea de fondo es clara: Dios nos ha concedido tantos favores y tan grandes (vocación, herencia prometida en el cielo, resurrección) que resulta difícil entenderlos y valorarlos. Igual que nos sentimos abrumados por la inmensidad del universo, no logramos comprender lo mucho que Dios ha hecho y hace con nosotros. Por eso pide “espíritu de sabiduría”, “conocimiento profundo”, que Dios “ilumine los ojos de vuestro corazón”. Y para aclarar la grandeza del poder que actúa en nosotros, habla del poder con que resucitó a Cristo y lo sentó a su derecha, sometiendo todo bajo sus pies.

Resumen

Ante la ascensión no debemos tener sentimientos de tristeza, abandono o soledad, al estilo de la Oda de fray Luis de León (“Y dejas, pastor santo, tu grey en este valle hondo, oscuro, con soledad y llanto…”). Como dice el evangelio, la marcha de Jesús debe provocar una gran alegría y el deseo de bendecir a Dios. Porque lo que celebramos es su triunfo, como demuestran los textos de la cultura greco-romana en los que se inspira Lucas y subraya la carta a los Efesios. Viene a la mente la imagen del acto de fin de carrera, cuando el estudiante recibe su diploma y la familia y amigos lo acompañan llenos de alegría.

Al mismo tiempo, las palabras de despedida de Jesús nos recuerdan dos temas capitales: el don del Espíritu Santo, que celebraremos de modo especial el próximo domingo, y la misión “hasta el fin del mundo”. Aunque estas palabras se refieren ante todo a la misión de los apóstoles y misioneros, todos nosotros debemos ser testigos de Jesús en cualquier parte del mundo. Para eso necesitamos la fuerza del Espíritu, y eso es lo que tenemos que pedir.

Apéndice: textos de la cultura grecolatina relacionados con la ascensión.

A propósito de Hércules escribe Apolodoro en su Biblioteca Mitológica: “Hércules... se fue al monte Eta, que pertenece a los traquinios, y allí, luego de hacer una pira, subió y ordenó que la encendiesen (...) Mientras se consumía la pira cuenta que una nube se puso debajo, y tronando lo llevó al cielo. Desde entonces alcanzó la inmortalidad...” (II, 159-160).

Suetonio cuenta sobre Augusto: “No faltó tampoco en esta ocasión un ex-pretor que declaró bajo juramento que había visto que la sombra de Augusto, después de la incineración, subía a los cielos” (Vida de los Doce Césares, Augusto, 100).

Drusila, hermana de Calígula, pero tomada por éste como esposa, murió hacia el año 40. Entonces Calígula consagró a su memoria una estatua de oro en el Foro; mandó que la adorasen con el nombre de Pantea y le tributasen los mismos honores que a Venus. El senador Livio Geminio, que afirmó haber presenciado la subida de Drusila al cielo, recibió en premio un millón de sestercios.

De Alejandro Magno escribe el Pseudo Calístenes: “Mientras decía estas y otras muchas cosas Alejandro, se extendió por el aire la tiniebla y apareció una gran estrella descendente del cielo hasta el mar, acompañada por un águila, y la estatua de Babilonia, que llaman de Zeus, se movió. La estrella ascendió de nuevo al cielo y la acompañó el águila. Y al ocultarse la estrella en el cielo, en ese momento se durmió Alejandro en un sueño eterno" (Libro III, 33).

Con respecto a Apolonio de Tiana, cuenta Filóstrato que, según una tradición, fue encadenado en un templo por los guardianes. “Pero él, a medianoche se desató y, tras llamar a quienes lo habían atado, para que no quedara sin testigos su acción, echó a correr hacia las puertas del templo y éstas se abrieron y, al entrar él, las puertas volvieron a su sitio, como si las hubiesen cerrado, y que se oyó un griterío de muchachas que cantaban, y su canto era: Marcha de la tierra, marcha al cielo, marcha” (Vida de Apolonio de Tiana VIII, 30).

Sobre la nube véase también Dionisio de Halicarnaso, Historia antigua de Roma I,77,2: “Y después de decirle esto, [el dios] se envolvió en una nube y, elevándose de la tierra, fue transportado hacia arriba por el aire”.

PLENITUD Y DESPLIEGUE HISTÓRICO Fiesta de la Ascensión 29 de mayo Lc 24, 46-53

col lozano art

 

FE ADULTA

La “doble dimensión” que nos constituye -identidad y personalidad- puede verse desde otra perspectiva: somos plenitud que se va desplegando en forma de historia. La plenitud es atemporal; el desarrollo histórico aparece como lineal y secuencial. Una lectura ajustada de lo real tiene en cuenta esa doble dimensión, consciente de que cada uno de esos planos obedece a “leyes” diferentes.

En cuanto “seres históricos”, nos experimentamos impermanentes, frágiles y vulnerables, a la vez que vivimos considerándonos “actores” de nuestro destino, afrontando la vida como “tarea”.

El riesgo consiste en quedar reducidos a este plano, olvidando nuestra dimensión profunda. Cuando esto sucede, caemos en la ignorancia radical por la que, aun creyéndonos “conscientes”, nos perdemos en la confusión y en el sufrimiento mental.

Ese laberinto solo tiene una salida posible: la comprensión que nos permite abrirnos a nuestra verdadera identidad. A partir de ahí, se modifica nuestro modo de vernos, de leer la historia y de movernos en ella. Porque vivimos el despliegue sin perder la conexión con quienes realmente somos, es decir, anclados en la plenitud atemporal. En ella nos reconocemos siempre a salvo y desde ella se modifica nuestra visión de la historia y nuestro comportamiento en ella.

Seguiremos haciendo todo lo que tengamos que hacer en el discurrir diario, pero lo haremos -o mejor, se hará en nosotros- desde “otro lugar”. La historia aparecerá ante nosotros como un “juego divino”, con todo lo que encierra de compromiso, pero también de libertad. Del mismo modo que, al salir del sueño, nos liberamos de la carga de las pesadillas que lo acompañaban, al escapar de la confusión de la mente reductora, saboreamos el descanso profundo que sabe a plenitud y a liberación.

Somos seres históricos, con todo lo que ello implica, pero somos, a la vez y en profundidad, plenitud de vida.

¿Cómo y desde dónde vivo el día a día?

NUESTRO DESTINO ES DIOS Lc 24, 46-53

FE ADULTA

col munarriz

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«Y mientras los bendecía, se separó de ellos»

Muchas personas entienden los relatos de la resurrección como los “hechos” que acontecieron tras la pasión, y en consecuencia, creen que Jesús se mostró físicamente vivo tras su muerte y que se elevó físicamente al cielo. En el extremo opuesto hay personas que consideran pueril este tipo de creencia, sienten desdén por quienes la profesan y les instan a superarla… pero quizá la cosa no sea tan sencilla.

Para cada uno, es verdadera la creencia que le mueve a dar buenos frutos y llena de sentido su vida —aunque todos los sabios del mundo afirmen que es falsa—. Y es que lo de Jesús no tiene nada que ver con el conocimiento, la erudición o la teoría, sino con el corazón; no es algo reservado a iniciados, sino abierto a todos; es lo más anti iniciático que cabe concebir.

Entrando ya en materia, la lógica nos dice que la muerte es el final del camino, que todo muere en este mundo y que el ser humano no tiene por qué ser la excepción a la regla. Heidegger afirma: «Venimos de la “nada de antes” y vamos a la “nada de después”, y debemos ser capaces de aceptar esta realidad y asumir la angustia de caminar hacia la nada».

Pero el evangelio nos ofrece otra perspectiva.

El texto de hoy constituye —según los expertos— una hermosa profesión de fe de los Testigos: “Jesús es exaltado al lugar que le corresponde; la diestra del Padre”. Y lo bueno para nosotros, es que los evangelistas presentan a Jesús como “persona” y como el “primogénito” que nos muestra que la muerte no es el final, sino nuestra liberación definitiva del poder del mal; nos invitan a ver en Jesús la grandeza del ser humano capaz de alcanzar la divinidad.

El evangelio nos anuncia por tanto que nuestro destino es Dios, aunque en ningún momento trata de describir la naturaleza del “más allá”... Pero somos curiosos, nos gusta imaginar lo que nos espera y elaboramos imágenes que nos ayudan a mantener viva la esperanza. Y así, unos afirman que nuestro destino es fundirnos con el Todo Universal, otros, gozar eternamente de la presencia de Dios, y otros, otras cosas.

Pero a veces confundimos estas imágenes con realidades, ignorando que no existe soporte alguno para vislumbrar siquiera qué nos espera tras la muerte. Pablo así lo entendió y lo expresó de forma genial: «Ni ojo vio, ni oído oyó, ni ha entrado en el corazón del hombre lo que Dios tiene preparado para los que le aman»… En esa misma línea podemos recordar un comentario muy coloquial de Ruiz de Galarreta: «No tengo ni idea de lo que me espera tras la muerte, pero confío en que mi Madre me tenga preparado algo estupendo».

 

Miguel Ángel Munárriz Casajús

Para leer el comentario que José E. Galarreta hizo en su momento, pinche aquí

Un Planeta a cuidar, un grito aún a escuchar

 


Cecilia Seppia – Ciudad del Vaticano

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En el séptimo aniversario de la encíclica Laudato si’, trazamos un balance de cuánto se hizo hasta ahora y de cómo las palabras proféticas de Francisco han hecho iniciar procesos fecundos, en todos los ámbitos tocados por el texto, interpelando a los gobernantes, así como también a los niños al punto de transformar la urgencia en una costumbre: cuidar la Casa Común, y cada una de sus creaturas, incluso la más efímera.
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La Iglesia logra un superávit récord con el IRPF e ignora al Tribunal de Cuentas al dar 5,8 millones a Trece TV


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La memoria de la Conferencia Episcopal de 2020 refleja un saldo positivo récord gracias al dinero público por la casilla de la Iglesia: 32,09 millones de remanente, un 10,7% de los 298 millones recibidos
La Iglesia cosechó en 2020 un saldo favorable de 32,09 millones de euros sobre el total de 298,01 millones recibidos del dinero recaudado vía IRPF por Hacienda, según la información de la última memoria económica de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
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¿Puede prohibirse a los musulmanes rezar en la mezquita de Córdoba?

 


Juan José Tamayo, teólogo

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Tamayo4

He escuchado recientemente la entrevista de Manuel Pérez Moya, deán del Cabildo Catedral de Córdoba en el Foro Económico & Sociedad, organizado por ASFACO, con la financiación del Instituto Municipal de Desarrollo Económico. En ella vierte una serie de opiniones que no resisten el análisis histórico y religioso y que, lejos de tender puentes entre el islam y el cristianismo, contribuyen a fomentar su confrontación. Subraya las diferencias, a su juicio insalvables, entre el islam y el cristianismo, sin reconocimiento alguno de las afinidades profundas como corresponde a su pertenencia a la misma familia de las religiones monoteístas
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Más de la mitad de los pensionistas no llegan a mileuristas cuando la UE agita el fantasma de los recortes

 


Eduardo Bayona

Público

La Comisión Europea vuelve a llamar la atención sobre la sostenibilidad económica del sistema español de previsión, cuyas prestaciones siguen dejando por debajo del umbral de la pobreza a más del 40% de sus beneficiarios.
“Los costes debidos al envejecimiento de la población tendrán un impacto en la sostenibilidad fiscal”, advierte la Comisión Europea en la actualización de su diagnóstico sobre España que ha difundido este lunes, en el que apunta que, tras una década de apuesta por la “disminución del gasto” con los Gobiernos de Mariano Rajoy, ahora debe plantearse, “cuidadosamente” y en el marco de las reformas vinculadas al Plan de Reconstrucción y Resiliencia por la pandemia, un nuevo plan “consistente” cuyas medidas “contribuyan positivamente a mitigar riesgos a medio y largo plazo” para el mantenimiento de ese sistema público de previsión social.
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Shireen; ejemplo de verdad y humanidad


María Martínez López – Alfa y Omega

Reflexión y Liberación

Una vez que la periodista Shireen Abu Akleh, corresponsal de Al Jazeera en Palestina, cubría la noticia de la destrucción de la casa de una familia palestina, «empezó ella misma a buscar a los hijos entre los escombros».
«Su estilo era la objetividad al investigar la verdad y contarla, y lo hacía no solo con exactitud, sino también con humanidad». Por eso «a la gente le gustaba», afirma a Alfa y Omega el obispo auxiliar del Patriarcado latino de Jerusalén, William Shomali. Abu Akleh murió el 11 de mayo mientras cubría una operación de las Fuerzas de Seguridad de Israel en Jenin (Cisjordania). Según su compañero Ali Samouri, que resultó herido, la causa fueron disparos israelíes.
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Juancarlismo y gatopardismo

Germán Gorráiz López, analista

 Redes Cristianas

El relato oficial dice que entre la muerte de Franco en 1975 y el fallido golpe de Estado de Tejero (23 de febrero de 1981), España sería una Arcadia idílica (de apellido Transición), en la que los líderes de la oposición al régimen de Franco y los reformistas del interior pactaron una agenda para preparar al Estado español para su anhelada entrada en Europa así como garantizar la democracia y el progreso generalizado, todo ello bajo la supervisión del rey Juan Carlos I como valedor de la balbuciente democracia.

Sin embargo, en realidad el Estado español sería un escenario distópico fruto del Tejerazo de 1.981, en el que los líderes políticos confinados en el Congreso fueron “invitados” a aceptar un acuerdo tácito por el que se declaraban intocables el status quo asociado al sistema monárquico (Juancarlismo), al sistema político bipartidista ( implantación de las listas cerradas y de la Ley D´Hont) y a la defensa de la “unidad indisoluble de la nación española”.

El establishment del Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial,política, militar, jerarquía católica,universitaria y mass media del Estado español que serían los herederos naturales del legado del General Franco y que habrían fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la lectura del libro “Oligarquía financiera y poder político en España” escrito por el ex-banquero Manuel Puerto Ducet) y que veló para mantener impoluta la honorabilidad del Rey Juan Carlos mediante la “espiral del silencio” de los medios de comunicación de masas del establishment.

Dicha teoría simbolizaría “la fórmula de solapamiento cognitivo que instaura la censura a través de una deliberada y sofocante acumulación de mensajes de un solo signo” , con lo que se produciría un proceso en espiral o bucle de retroalimentación positiva para lograr el encefalograma plano de la conciencia crítica de la sociedad actual, con lo que el periodista se habría convertido en mera correa de transmisión de los postulados del establishment cuyo penúltimo episodio sería la cruzada mediática para preparar el regreso del Rey Emérito.

Igualmente, se estaría trabajando entre bambalinas para presionar a Feijóo y convencerlo “en aras del interés general de España” de la necesidad imperiosa de un Gobierno de Salvación Nacional PSOE-PP tras las Elecciones del 2023, acuerdo que contaría con las bendiciones del establishment financiero y tendría como objetivo último el retorno del Bipartidismo PSOE-PP y la adopción de recortes siguiendo los dictados de la Troika europea para evitar el rescate.

Dichas medidas se traducirán en una dramática reducción de los subsidios sociales que afectarán a la duración y cuantía de las prestaciones de desempleo así como a las pensiones y sueldos de funcionarios al tiempo que escenificará la metamorfosis del Régimen del 78 mediante una reforma edulcorada de la actual Constitución vigente para implementar un Estado monárquico, bonapartista y eurocéntrico, siguiendo la máxima del gatopardismo (“Cambiar todo para que nada cambie”).