FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA
SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA
ESTAMOS EN LARREA,4 - 48901 BARAKALDO

BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA

miércoles, 9 de noviembre de 2022

López Obrador, sobre Francisco: «Es el mejor Papa que ha tenido la Iglesia católica en mucho tiempo»

 Redes Cristianas

Fuente: Observatorio eclesial
«Francisco es otra cosa, un verdadero cristiano. Está a favor de los desposeídos, a favor de los pobres, no tie-ne que ver nada con la Iglesia de las élites, nada que ver con aquella iglesia que condenó a (Miguel) Hidalgo, el padre de nuestra patriaAndrés Manuel López Obrador señaló en su Mañanera que el papa Francisco es el mejor sumo pontífice que ha tenido la Iglesia Católica en mucho tiempo, ya que comparó sus acciones con la de otros líderes religiosos que condenaron a líderes mexicanos desde los tiemposdel movimiento de Independencia, así lo expresó desde el Salón Tesorería en Palacio Nacional:―

Es el mejor papa que ha tenido la Iglesia Católica en mucho tiempo, y el mejor papa para nosotros los mexi-canos en circunstancias de transformación. Francisco es otra cosa, un verdadero cristiano.Está a favor de los desposeídos, a favor de los pobres, no tiene que ver nada con la Iglesia de las élites, nada que ver con aquella iglesia que condenó a (Miguel) Hidalgo, el pa-dre de nuestra patria‖, indicó López Obrador.Recordó que otros pontífices condenaron a mexicanos desde los tiempos de la independencia de la Corona española. ―El papa que ejercía en la época de la inde-pendencia, pues condenó a los insurgentes indepen-dentistas.Del papa que estaba en funciones durante el movimiento de Reforma excomulgó a los liberales y el papa Pío X que estaba en funciones cuando la Revolu-
OBSERVATORIO ECLESIAL AÑO 10* 30 OCT –05 NOV2022* NUM. 47121ción, reconoció a (Victoriano) Huerta y no se pronunció en contra del asesinato de (Francisco I.) Madero, após-tol de la democracia‖, detalló elpresidente.(religiondigital.org) 01/11/202

El Papa pide a la UE que «no deje solos a España, Italia, Grecia y Chipre» en la acogida de migrantes

 


Religión Digital

Papa56

Francisco pide una política migratoria consensuada
El papa Francisco llamó a la Unión Europea (UE) a una política migratoria consensuada con todos los países porque «no puede dejar solos» a España, Italia, Grecia y Chipre, con la responsabilidad de ocuparse de los migrantes que llegan a sus costas
… Ver noticia …

Francisco ordena una visita apostólica a los seminarios españoles

 


José Lorenzo

Religión Digital

Papa56

La realizarán dos obispos uruguayos en enero y febrero de 2023
La visita, que ha sido encargada al obispo de Maldonado-Punta del Este-Minas, Milton Luis Tróccoli, y al obispo de Salto, Arturo Eduardo Fajardo, tiene como “objetivo impulsar la puesta en marcha de la Ratio española ‘Formar pastores misioneros’, que ha sido valorada muy positivamente por el Dicasterio para el Clero”, según Ecclesia
… Ver noticia …

La Reforma que trastocó Iglesia y mundo

 


LuteroEste 31 de octubre se conmemora en todo el mundo la Reforma Protestante, algo más de cinco siglos después de que Lutero clavase sus 95 tesis en Wittenberg (Ale-mania)El 31 de octubre de 1517, víspera de la fiesta católica de Todos los Santos, Martín Lutero dio a conocer públi-camente sus tesis, y el impacto fue tal que se señala esa fecha como el comienzo de la Reforma protestante y una vuelta a la puerza del mensaje del Evangelio de Jesús.

··· Ver noticia ···

El Nuncio, objeto de lujo

 


Antonio Aradillas

Religión Digital

«Los Nuncios no tienen hoy sentido en la Iglesia post conciliar ‘en salida’ y en situación sinodal»
«La presencia del Nuncio de SS. es demandada por nuestros obispos en calidad de objetos-sujetos de lujo, para destacar actos y acontecimientos registrados en sus demarcaciones diocesanas»
» ¿Pero es que no tienen que hacer otra cosa más importante en la Iglesia los señores Nuncios, que servir de retablo a los obispos del lugar para enseñorearse de los medios de comunicación social, con reverencial mención para LA TRECE y LA COPE?»
… Ver noticia …

2022 confirma que el cambio climático se intensifica a “velocidad catastrófica”

 


eldiario

contaminacion

Los eventos meteorológicos extremos que causa el calentamiento del planeta han afectado este año “a todos los continentes”, detalla el último informe sobre el clima global de la ONU
— El aviso de la ciencia: ya no podemos evitar lo peor del calentamiento global
… Ver noticia …

El Papa: «Tres guerras mundiales en un siglo, ¡sean pacifistas!»


Vatican News

Papa Francisco7

En el vuelo de regreso de Baréin, Francisco habló sobre Ucrania y los numerosos conflictos del mundo. Habló de su amistad con el Gran Imán de Al-Azhar, de la importancia de dar derechos e igualdad a las mujeres, de los migrantes en los barcos, de los abusos a los niños. Y a los católicos alemanes les dijo: ‘Alemania ya tiene una gran Iglesia evangélica, no quisiera otra’.
… Ver noticia …

Desde Bahrein, el Papa celebró el acuerdo en Etiopía y volvió a pedir la paz en Ucrania

 


Religión Digital

papa47

También pidió rezar por la «martirizada Ucrania y para que esta guerra termine»
«La declaración que ha sido firmada en Etiopía anime a todos a apoyar este compromiso para una paz duradera y que con la ayuda de Dios se continúen recorriendo los caminos del diálogo y el pueblo cuente pronto con una vida serena y digna»
El Ejecutivo de Etiopía y los rebeldes de la región norteña etíope de Tigré, en guerra desde 2020, han acordado el fin de las hostilidades
… Ver noticia …

Italia solo permite que una decena de migrantes desembarque de dos naves y amenaza con devolver a cientos al mar

 Orietta Scardino

Público

El capitán del Humanity 1, Joachim Ebeling, se niega a obedecer a las autoridades italianas y anuncia que no zarpará si no desembarcan todos los migrantes que viajan a bordo.
Frente a las costas italianas se encuentran a la espera de obtener permiso para desembarcar cuatro naves humanitarias con migrantes rescatados a bordo. Estos son el buque Humanity 1 (179 migrantes) de la ONG SOS Humanity, la nave alemana Rise Above (93 migrantes), la nave con bandera noruega Ocean Viking, de SOS Méditerranée (234 migrantes) y el barco Geo Barents de Médicos Sin Fronteras (572 migrantes).
… Ver noticia …

BOFF: "BOLSONARO HA SUMIDO A BRASIL EN EL ABISMO, LULA SABRÁ ENCONTRAR LA SALIDA"

religión digital

col pierluigi

 

¿Cuáles son los grandes retos a los que se enfrentará Lula tras su elección como Presidente de Brasil? Hablamos con un gran intelectual brasileño, el filósofo y teólogo Leonardo Boff, entrevistado en la Rai News

-Profesor, la histórica victoria (tercer mandato) de Lula contra Bolsonaro, ¿qué significará para América Latina y la política mundial?

LB. La victoria de Lula significa una derrota para el conservadurismo, el fascismo y la ultraderecha que crece en el mundo. Brasil es importante por su tamaño, por su población y por ser una potencia de bienes y servicios naturales, fundamentales para la supervivencia de la vida humana en el planeta. Especialmente importante es la Amazonia, que regula los climas de gran parte de la Tierra y contiene la mayor biodiversidad, decisiva para perpetuar la naturaleza, sin la cual el ser humano no puede asegurar su futuro.

-Las elecciones nos entregan un Brasil literalmente dividido en dos. En sus primeras palabras después de ser elegido, Lula expresó su firme voluntad de “ser presidente de todos”. Es un gran reto, ¿lo conseguirá?

LB. Hay consenso incluso entre sus opositores de que Lula es la figura carismática con mayor capacidad de diálogo y convivencia con las diferencias, para unir al país, desgarrado por las divisiones producidas por el fascismo y la ultraderecha del presidente Jair Bolsonaro. Este último no ha demostrado estar a la altura de un jefe de Estado. Por su comportamiento homofóbico, misógino, racista, enemigo de los negros y de los indígenas, por sus expresiones lingüísticas groseras, ha producido intolerancia, violencia y desprecio vergonzoso hacia los pobres, que son la mayoría de la sociedad.

Lula, en su vida de líder sindical, aprendió a dialogar con los patrones y, como presidente en dos ocasiones, reveló una gran capacidad de diálogo con las distintas corrientes políticas, logrando consensos en temas fundamentales como la erradicación del hambre y la inclusión social de 36 millones de personas. Ahora se encuentra con un país desgarrado en todos los ámbitos, y con la ayuda de los movimientos sociales y los partidos humanistas, podrá encontrar una salida al abismo al que nos han arrojado.

"Hay consenso incluso entre sus opositores de que Lula es la figura carismática con mayor capacidad de diálogo y convivencia con las diferencias, para unir al país, desgarrado por las divisiones producidas por el fascismo y la ultraderecha del presidente Jair Bolsonaro"

-Sabemos que el parlamento está fragmentado, con una fuerte presencia de la derecha. La relación con Lula no será fácil

LB. El Parlamento brasileño es muy fluido y carece de una ideología rectora. Le gusta estar cerca del poder. Por eso, un día después de la elección de Lula, varios políticos oportunistas lo apoyaron y probablemente querrán actuar como base de apoyo del gobierno. Lo que sabemos es que Lula no pretende hacer un gobierno de coalición de partidos solamente, porque eso implica intercambio de favores y corrupción. Tendrá que llegar a acuerdos en el parlamento, pero sobre todo quiere la participación de los movimientos sociales y discutir con la sociedad el presupuesto y las prioridades del pueblo. Quiere crear redes de debate y elaboración de proyectos promovidos desde abajo. Esto sería una democracia participativa y cotidiana.

-¿Cuáles son los otros retos a los que se enfrentará Lula?

LB. El primer reto es asegurar que los 33 millones de personas que pasan hambre puedan comer al menos tres veces al día. El segundo es proporcionar empleo y trabajo a más de 10 millones de desempleados y a unos 20 millones de trabajadores informales. En tercer lugar, resucitar las políticas sociales que incluyen ‘Minha Casa Minha Vida‘, ‘Luz para Todos‘ y el acceso de los pobres a la universidad. Su gran reto es limitar la voracidad de la economía al servicio de los ricos y a costa de los pobres. Su lema es: incluir a los ricos en el impuesto sobre la renta y a los pobres en el presupuesto oficial del gobierno. Además, entre otros muchos problemas, se trata de salvar el abandonado sistema sanitario y educativo y garantizar que la Amazonia sea preservada sin deforestación.

-Brasil es un país muy religioso. ¿Cuánto pesó el factor “religión” en estas elecciones?

LB. Desde los años 70, Brasil ha sido invadido por iglesias neopentecostales procedentes de Estados Unidos. Eran parte de la estrategia de dominación imperial contra los movimientos libertarios que bullían en todos los países de América Latina. La teología de la liberación nació también en este contexto. Estas iglesias neopentecostales carismáticas penetraron en lugares pobres a los que no llegaba la Iglesia católica ni las comunidades eclesiales de base. Los pastores reunieron a estos pobres y abandonados en grandes salones y celebraban servicios religiosos muy emotivos. Junto con esto, recogían estrictamente el diezmo y pedían a los fieles una contribución monetaria. De este modo reclutaron mucha gente y se acercaron a los partidos políticos conservadores con el lema Familia, Patria y Religión. El presidente católico Jair Bolsonaro instrumentalizó estas iglesias con discursos conservadores, utilizando fake news, calumnias y mentiras contra políticos progresistas como Lula y otros. Han tenido influencia en las elecciones, pero no fueron decisivos porque hubo divisiones entre ellos.

-Una nota sobre Bolsonaro. ¿Cómo se explica, después de una gestión fallida del país, todos estos votos a Bolsonaro?

LB. Bolsonaro ha utilizado todo el aparato estatal y millones de dólares para comprar descaradamente votos entre los pobres y la población en general. Ha beneficiado a los más pobres con subvenciones sólo válidas durante el periodo electoral, ha subvencionado a taxistas y camioneros con dinero público. Creó también la “Oficina del Odio”, a través de la cual difundió millones de noticias falsas, calumnias y mentiras. Aun así, no logró convencer lo suficiente como para ganar las elecciones. Pero esta campaña electoral ha sido la más corrupta y desvergonzada de nuestra historia.

-¿Cuál fue la “carta de triunfo” de Lula?

Mientras Bolsonaro decía decenas de mentiras cada día, sembraba odio y división en la sociedad, Lula decía siempre la verdad. Prometió una política viable para los más pobres, para los 33 millones que pasan hambre y los 110 millones que sufren escasez de alimentos. Prometió realizar importantes inversiones en las estructuras de la sociedad para crear puestos de trabajo, ya que hay varios millones de parados. Prometió pacificar el país y gobernar para todos, y no como lo hizo Bolsonaro, que sólo gobernó para sus seguidores, muchos de ellos fanáticos. Lula demostró ser sensato y se ganó la confianza del pueblo. Y así, a pesar de toda la corrupción, consiguió ganar las elecciones y evitar un gobierno ultraderechista y fascista. La sabiduría venció a la locura política.

"Esta campaña electoral ha sido la más corrupta y desvergonzada de nuestra historia".

SATANÁS EN UN MANUSCRITO

religión digital

col taranzano

Uno de los problemas de Crítica Textual más interesantes es el final de Marcos: el primer evangelio termina de manera abrupta en 16,8: las mujeres no dicen nada acerca del anuncio de la resurrección porque están llenas de temor. Así aparece en los manuscritos más importantes.

En la transmisión textual del evangelio de Marcos esta situación se “soluciona” con diversos finales añadidos: el más conocido es el así llamado “final largo” de Mc 16,9-20 en el que se llena la laguna. Desde un análisis lingüístico, se puede constatar que, en gran parte, son elementos extraños a la pluma y a la teología de Marcos.

Un curioso diálogo

Pero como si esto fuese poco, en este final largo encontramos, a su vez, otro añadido entre los vv. 14 y 15. ¡Una interpolación a la interpolación! Entre la represión de Jesús a los discípulos por su incredulidad y la misión encomendada, el manuscrito Washingtonianus (s. V-VI) contiene un curioso diálogo: los discípulos justifican la incredulidad debido a la acción de Satanás. Se lo conoce como el logion o dicho Freer, tomando el nombre del coleccionista que compró el manuscrito.

¡No es nada nuevo echarle la culpa al Diablo! A pesar de que Marcos menciona a Satanás en otros pasajes de su evangelio, el lenguaje y el contenido del logion Freer es totalmente diverso. En el Nuevo Testamento, Satanás ya está consolidado como una figura maligna y en abierta contraposición con Dios. Ello constituye una importante y notable diferencia con el Antiguo Testamento o Biblia Hebrea, donde el “satán” no es todavía “Satanás”.

Satán y el Diablo

El gran exégeta belga, el jesuita Jean-Louis Ska lo expone sintéticamente: el “satán” del que habla el Antiguo Testamento no es propiamente aquél que el Nuevo Testamento llama “Diablo”. En el texto hebreo encontramos diversas figuras a las que se llama “satán”. David y el mismísimo Ángel del Señor reciben este apelativo. En el libro de Job, el satán no es el adversario divino que conocerá la evolución posterior de las ideas, sino un miembro de la corte celeste que habla con Dios y que acusa a los hombres de sus faltas. La figura de Satanás posterior actúa de manera independiente, mientras que el satán del libro de Job lo hace con el permiso de Dios.

Entre los ejemplos que analiza Jean-Louis Ska se encuentra mi favorito: el curioso ejemplo de lo que casi podría llamarse una “metamorfosis” de la figura de Dios. En 2 Samuel se dice que Dios mismo incita a David a realizar un censo, un acto contrario a la voluntad divina. ¡Pero en la historia paralela en 1 Cro el que lo incita es el satán! ¡Lo que en 2 Sam se atribuye a YHVH se termina atribuyendo al satán en 1 Cro! ¡Aquí la culpa la tiene el satán!

Este indiscutido experto mundial sostiene que es legítimo preguntarse si la figura del satán, como adversario o acusador, no sea en estos casos un aspecto escondido o misterioso de Dios que se busca explicar de algún modo.

Como vemos, el interpolador del logion Freer no es el único en echarle la culpa al diablo. Pero a diferencia de los contornos más claros del Nuevo y de la imagen que se va abriendo paso en la literatura intertestamentaria, en el Antiguo Testamento todavía no encontramos la famosa figura que aterrorizará a tantas personas a lo largo de los siglos y que continúa hoy obsesionando a algunos otros en plena era digital.

REHABITAR EL CUERPO

fe adulta

col koldo

Un nuevo género brinda la posibilidad de subrayar identidad, de afirmar personalidad. La singularidad refuerza nuestro espacio en medio de una sociedad globalizada y uniformizada en muchos aspectos. La proliferación de adolescentes que desean cambiar de género se produce en medio de un mundo con una gran falta de arraigo cultural, social, espiritual, sobre todo de enraizamiento en valores. No somos nadie para juzgar si la disforia de género es o no consecuencia de un proceso natural y espontáneo, sin embargo siempre seremos alguien para tratar de ayudarnos.  

Es preciso acoger a quienes sienten haber venido a un cuerpo para no habitarlo, a quienes desean vivir fuera de la naturaleza de ese hogar corporal, por más que sintamos que en el interior de quienes somos puede haber siempre un lugar cálido, digno de amor y de ternura sin necesidad de transformarlo, ni hormonarlo. Puede haber un sentido profundo, que evidentemente se nos escapa, por el que cada quien está donde debe estar. Restaría vislumbrar la indubitable sacralidad de ese cuerpo denostado. 

Cada quien en su cartera el DNI que desee, pero por encima de todo necesitamos habitarnos y comprendernos, jamás juzgarnos. No conviene llevar la confrontación a la esfera de lo íntimo. Estamos felizmente muy lejos de la triste geografía de la persecución, lejos del horror del acoso al diferente. Puesto que nadie pone trabas al futuro identitario de nadie, no hay premura para las decisiones de calado.

Prima encarar la cuestión de la autodeterminación de género, de la hormonización a adolescentes, con todo lo que ello comporta para las familias y los propios menores, con un enfoque amplio, por supuesto también generoso. Se echan en falta las raíces, las identidades en un mundo cada vez más globalizado. Hay ocasiones en las que esa nostalgia de una identidad más propia se trata de compensar con el cambio de género. El anhelo de singularidad puede empujar a menudo al pastillero cargado de las hormonas de uno u otro tipo. A veces ese deseo del adolescente invita a vaciar unos tubos de fármacos que hacen mal, provocan bultos en el pecho plano. En otros casos los pechos se aprietan hasta sofocarlos. Las hormonas a los menores para que cambien su sexo son en cualquier caso muy cuestionadas. 

Conviene por lo tanto que el pleno discernimiento sea con nosotros y nosotras antes de tomar la importante decisión de cómo queremos ser. Las decisiones tempranas pueden ser también precipitadas, faltas de la madurez imprescindible. Adelantar la hora de esta gran decisión puede no representar un progreso social. En la tradición oculta o esotérica hasta los veintiún años no se conformaría el denominado “cuerpo mental”, hasta entonces sólo se estaría desarrollando el que se conoce como “cuerpo astral” o de las emociones. Éstas gobernarían sin la superior tutela del raciocinio. A los dieciséis años estaríamos por lo tanto aún dejos de poder adoptar debidamente determinaciones de trascendencia como la de cambiar legalmente nuestro género.

Una sociedad madura es aquella que respeta y honra la diferencia. A la diferencia por su parte no le conviene forzarse, sino brotar genuina. Una sociedad atrasada en conciencia es incapaz de integrar la diferencia. La teme, persigue y castiga. Ésa ha sido la constante de nuestra sociedad española hasta nuestros días en que esa inmadurez se va felizmente superando. En esta cuestión de orden íntimo el Estado y la sociedad en general salvaguardan plenamente la libertad. Más allá de la mera tolerancia, estamos ya alcanzando el valor de la acogida. En realidad, la acogida universal de lo diferente constituye un desafío de época. Respeto e igualdad de trato ya van aquí por delante. Una vez reconocido oficialmente todo anhelo maduro de nueva identidad, admitido que no media enfermedad, ni trastorno…, no acertamos a ver más derechos conculcados. Rusia, Irán, Turquía y sus anacrónicas intransigencias distan felizmente muchos kilómetros.

Más que persuadir en la crítica reivindicativa, consideramos necesario reflexionar sobre una sociedad que aboca a este tipo de aspiraciones prematuras. Nadie aquí dificulta el derecho a decidir, tampoco priva de derechos, tan sólo la sociedad quiere hacer valer de forma bastante mayoritaria la necesidad de una cierta maduración antes de rellenar trascendentales trámites, antes de hacerse oficialmente con la nueva identidad. En realidad, nos decidimos a cada instante en un país libre. Garantizado el supremo respeto, comprometidos colectivamente con el abrazo a la diferencia, nadie debería tener nada que temer. Ya no sería por lo tanto cuestión de pedir fuera, sino de determinarse a acogerse, a ser dentro.

LA IGLESIA ESPAÑOLA, CONTRA LA "POBREZA QUE HUMILLA Y MATA"

 

col bastante

 

"Hay una pobreza que humilla y mata". La Conferencia Episcopal y Cáritas Española han lanzado un mensaje con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres, que este año se celebra bajo el lema 'Jesucristo se hizo pobre por vosotros'. En su mensaje, la Iglesia de nuestro país hace suyo el "llamamiento a la solidaridad en medio de un mundo herido por la violencia y la guerra", lanzado por el Papa Francisco, al tiempo que recuerda que "la caridad no es una obligación, sino un signo del amor".

Esta jornada, que instituyó Francisco en noviembre de 2016, en el cierre del Año de la Misericordia, pretende invitar a "compartir lo poco que tenemos con quienes no tienen nada, para que ninguno sufra", una realidad más presente que nunca en un mundo marcado por la guerra y las migraciones.

"Como miembros de la sociedad civil, mantengamos vivo el llamado a los valores de libertad, responsabilidad, fraternidad y solidaridad", resalta el mensaje de los obispos y Cáritas. Citando al Papa, destaca que "la generosidad hacia los pobres encuentra su motivación más fuerte en la elección del Hijo de Dios que quiso hacerse pobre Él mismo".

"El mensaje de Jesús nos muestra el camino y nos hace descubrir que hay una pobreza que humilla y mata, y hay otra pobreza, la suya, que nos libera y nos hace felices", recalca el mensaje, que invita a "hacer un esfuerzo para que a nadie le falte lo necesario". Siempre tomando como base las palabras del Papa, el mensaje de la Iglesia española subraya que "no es el activismo lo que salva, sino la atención sincera y generosa que permite acercarse a un pobre como a un hermano que tiende la mano para que yo me despierte del letargo en el que he caído".

"Cómo hacernos pobres como comunidad"

¿Cómo hacerlo en España? La jornada de este domingo propone, como gesto, “concretar en un manifiesto o credo cómo podemos hacernos pobres en comunidad para llevar vida en abundancia a otros”. Todo ello con una serie de acciones. ¿Cuáles? Estas:

-dar una respuesta personal y comunitaria, pues «mientras más crece el sentido de comunidad y de comunión como estilo de vida, mayormente se desarrolla la solidaridad»

-ser comunidad de vida y de bienes, en la que «el amor recíproco nos hace llevar las cargas los unos de los otros para que nadie quede abandonado o excluido», compartiendo lo que tenemos con los que no tienen nada, pero acogiendo, al mismo tiempo, lo que nos puedan aportar: su trabajo, su pensamiento, su forma de hacer y de entender la vida.

-ser comunidad de acción porque “la preocupación por los pobres y por la justicia social» es “un compromiso que nos afecta a todos” y, por tanto, “nadie puede sentirse exceptuado”.

 

TOLSTOI Y LA POBREZA

fe adulta

col otalora

 

De vez en cuando suelo leer alguna novela decimonónica por aquello de que los clásicos literarios aportan claves atemporales además de la consabida sesión de goce literario. En esta ocasión, ha sido León Tolstoi y su ensayo Lo que debe hacerse, en el que el propio escritor visita los barrios más pobres de Moscú tomando conciencia de la enorme desigualdad existente entre los privilegiados y los miserables hambrientos. En esta reflexión sobre la condición de los más débiles y la pérdida de la dignidad humana puso la voz a quienes carecían de ella. Y lo hizo cuando ya era un escritor afamado.

Mientras leía este reportaje de investigación, mezcla de análisis político-económico y guía para acción individual, en esas fechas se conmemoraba el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza 2022, dedicado este año a recordar la necesidad de iniciativas solidarias frente a los múltiples desafíos globales cada vez mayores. Casualidad o no, salió publicada también la noticia del informe del Instituto Nacional de Estadística, en el que se señala el incremento del riesgo de pobreza en base a los datos de 2021, es decir, un 27,8%, casi un punto más respecto a 2020. Todos los indicadores coinciden en afirmar que este dato podría ser bastante superior destacando el incremento de las personas pobres con estudios medios y universitarios e incluso de pobres que tienen un empleo.

Dicho informe destaca el máximo riesgo de pobreza en Ceuta (43%), Andalucía y Extremadura (38,7%) y Canarias (37,8%), es decir, diez puntos por encima de la media. País Vasco y Navarra suman un porcentaje del 16% y 14,7%, respectivamente, a pesar de que también han empeorado sus porcentajes.

La coincidencia temática se completa con la portavoz parlamentaria del PP, acusando al presidente Sánchez de “desempolvar la lucha de clases”. Y con el líder de la patronal española cuando dice que “no se debe hablar de ricos y pobres porque radicaliza la sociedad”, olvidándose que la brecha entre ricos y pobres aumentó en 2021 más que en los últimos 13 años, y que los datos españoles de pobreza y desigualdad son los más altos de la Unión Europea.

Por todo ello, me he animado a traer a Tolstoi a estas páginas como lo que fue, alguien deseoso de entender la miseria buscando historias de tantos seres desgraciados que han acabado perdiendo la calidad mínima de vida y hasta la dignidad humana. Pero su relato no se queda en un mero recuento de realidades de pobreza miserable. Lo edificante del texto es que Tolstoi se encuentra un mundo en medio de aquél ambiente sórdido en que la verdadera generosidad desempeña un papel fundamental. Sorprendido, se enfrenta a la paradoja de que los que nada tienen logran ser solidarios con los otros excluidos sociales a base de gestos y acciones nobles, fraternales podríamos decir; de que existían muchas personas dispuestas a ayudar desinteresadamente a los todavía más necesitados, Como el caso que cuenta de la mujer enferma de fiebre puerperal a la que una prostituta le cuidaba a su bebé y había abandonado para ello su oficio hacía ya dos días.

Ante la pregunta, ¿qué van a dar lo que nada tienen? Tolstoi descubre que la ayuda posible, que supone a la postre la mayor necesidad, no se solucionaba con dinero solamente, sino con tiempo (escucha, compañía, calor humano…) y cuidados. Para las personas explotadas y desconsoladas la limosna de dinero no es suficiente, necesitan de la atención compasiva. Estas reflexiones suponen una llamada de atención también a ciertos altruismos que pretenden lavar la conciencia en lugar de comprometerse desde la solidaridad que nos reclama acciones concretas. El escritor ruso escribe sobre la importancia de ponerse al servicio del prójimo luchando contra la resignación y la indiferencia. O dicho de otra manera, limitarse a no perjudicar al prójimo no basta. Lo más interesante del relato es esto, precisamente: su descubrimiento de que la verdadera generosidad existe entre quienes nada tienen, pues la precariedad no les hace ser necesariamente egoístas o miserables de espíritu. Incluso todo lo contrario, como en el caso de la prostituta al que me refería.

Los datos son fríos hasta que les ponemos rostros y nombres. Es muchísima gente la que se encuentra en riesgo de exclusión, personas y familias concretas a quienes la demoscopia les augura un riesgo real de convertirse en pobres a corto plazo. Es curioso que Tolstoi concluyese su experiencia afirmando que la gente sencilla y menos culta es más feliz, mientras los que se encuentran en el otro extremo, menos comprenden el sentido de la vida y más atormentada resulta. Curioso, y digno de una segunda reflexión: lo bueno no es ser pobre ni simple, sino sencillo y humilde; ¿a lo mejor estos últimos abundan más entre los necesitados?

REFLEXIÓN SOBRE LOS DIFUNTOS Y LA VIDA ETERNA

FE ADULTA

col haya

 

 

La conmemoración de los difuntos conlleva (¡y más a esta edad!) el interrogante ¿será el final definitivo? Y como cristiano ¿creo en la resurrección? Veremos

Presupuestos

· Resurrección no significa revivificación del cuerpo, como se cuenta de Lázaro o del hijo de la viuda de Naim. Resurrección significa que tenemos vida más allá de la muerte.

· La vida eterna nos resulta incomprensible e inimaginable porque no podemos pensar sin los a priori del tiempo y del espacio.

· La física cuántica está superando el determinismo de la física tradicional, y las leyes del espacio-tiempo.

· Racionalmente podemos declararnos agnósticos respecto a otra realidad, a otro modo de vida, porque no podemos demostrar su existencia ni su inexistencia.

La existencia de otra vida es una creencia razonable

· La inteligencia sentiente encuentra razonable y adecuada la existencia de otra vida, de otro modo de realidad, que ahora no podemos percibir con claridad. La hormiga no puede percibir valores abstractos, pero eso no significa que esos valores no existan.

· La trascendencia es una experiencia antropológica presente en todas las culturas.

· La objetividad de los valores morales exige una justificación, un imperativo categórico, para no quedar en mero subjetivismo o en un acuerdo social, al que sólo podría obligarme la imposición por la fuerza. Pienso en un gran propietario que puede comprar la aceptación o el disimulo de políticos, jueces y policías.

· Nuestra experiencia ética se rebela contra la injusticia, que cada día nos muestran los informativos (niños, pequeñas tribus o grupos humanos, emigrantes… que mueren por hambre, enfermedades, venganzas, guerras, ambiciones ajenas).

· Nuestra conciencia nos pide otra vida para reparar la muerte cruenta de los que sufren injustamente, o de quienes dan su vida por proteger a otros, o por defender valores como la justicia, la dignidad humana, la libertad, las creencias de su pueblo…

· Algunas experiencias perimortem bien documentadas y en diversos países parecen atestiguar que existe “Consciencia más allá de la vida” (Pim Van Lommel).

· Los místicos de las diversas épocas y religiones (incluso un ateo como Compte-Sponville) coinciden en la experiencia de una suspensión del tiempo, una “iluminación”, una sensación de plenitud y gozo que, sin palabras, les permite comprender el misterio de la vida.

· Para un cristiano, el mejor testimonio es que Jesús de Nazaret creyó en la resurrección, en la persistencia de una vida distinta: “Porque cuando resuciten de entre los muertos, ni se casarán ni serán dados en matrimonio, sino que serán como los ángeles en los cielos”; y “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.

· El cristianismo se basa en la experiencia pascual, en la resurrección de Jesús, que a unos discípulos escondidos por miedo los transformó en difusores del mensaje de Jesús entre judíos y paganos: “Si Cristo no ha resucitado… vana es nuestra fe”.

Conclusión

Aunque me siento incapaz de imaginar cómo puede existir una vida distinta y definitiva, y a veces dudo de ello, serenamente considero más razonable creer en su existencia; más aún, creo que la experiencia religiosa o ética, que ya tenemos, que esos encuentros de amor y de generosidad ya son una primicia de esa vida definitiva.

Por eso asumo la Oración de Teilhard en su vejez: “Energía de mi Señor, fuerza irresistible y viviente, puesto que de nosotros dos Tú eres el más fuerte, a ti compete el don de quemarme en la unión que ha de fundirnos juntos. Dame todavía algo más precioso que la gracia por la que todos los fieles te ruegan. No basta que muera comulgando. Enséñame a comulgar muriendo”.

 

¿QUÉ SERÉ DESPUÉS DE MI MUERTE?


col arregi

 

No nos gusta hablar de la muerte, siendo así que forma parte de la vida nuestra de cada día. No nos gusta hablar de la muerte, pero –o, mejor quizás, porque– la muerte nos sigue doliendo. Y es la muerte ajena la que más nos duele, con la soledad abatida y la tristeza del vacío que deja, los recuerdos dolorosos y los duelos irresueltos que quedan, y los conflictos que provoca no pocas veces entre los más cercanos. La muerte sigue haciendo correr ríos de lágrimas: lágrimas de aflicción, lágrimas de desahogo, lágrimas también de consuelo.

Otros muchos animales, a su manera, lloran también a los muertos más próximos, e incluso, a su manera, acompañan su duelo con algún tipo de rito funerario. El duelo no es específico y exclusivo de los humanos. Nada nos es exclusivo. Pero es innegable que la sepultura ritual es una de las huellas culturales más antiguas de la humanidad, muchos miles de años antes de que se formaran las primeras religiones. En el año 2018 se descubrieron en Kenia los restos de un niño Sapiens de hace unos 78.000 años enterrado con mimo y ternura, como si lo hubieran puesto a dormir. En Israel se han identificado varias sepulturas, tanto Sapiens como Neanderthal, de hace entre 90.000 y 130.000 años. Y en pleno Paleolítico se encuentran casos en que la tierra sobre la que descansan los restos humanos contiene polen, ese polvillo maravilloso dotado de células capaces de fecundar la vida; esos restos humanos habían sido depositados sobre un lecho de flores, en la tácita esperanza de que fueran a germinar, florecer y dar fruto: vivir. Aquellos ritos funerarios les servían –como los nuestros, religioso o laicos, nos sirven hoy– para aliviar la pena, apaciguar los conflictos, fortalecer la confianza en la vida que sigue y que hay que cuidar. ¿Se equivocaban?

Mucho después, todas las religiones crearon mitos y elaboraron doctrinas que expresaban conceptualmente esa oscura esperanza de vida después de la muerte. Creo en esa esperanza, pero ya no puedo creer en los conceptos que la expresan. Sirvieron en otros tiempos para sostener el ánimo, la confianza, la vida. Hoy ya no nos sirven. Hoy no puedo creer que el atman, el “alma” o la conciencia o el Yo o la individualidad profunda, después de la muerte, se reencarne en otro cuerpo, según la inexorable ley del karma. Ni que el “alma” sea inmortal y sobreviva por separado después de la desagregación del cuerpo físico. Ni que vayamos a resucitar al final del mundo, como creían algunos judíos de la época de Jesús y siguen creyendo muchos judíos, cristianos y musulmanes. No puedo creer que haya un juicio ante un “Dios”, sea riguroso o sea bondadoso, ni en un infierno eterno para los malos, ni en un paraíso feliz para los justos… Es preciso deconstruir todos esos conceptos por una razón sencilla: porque están ligados a una visión del mundo que ya no es la nuestra.

¿Qué haremos, pues, con todos esos viejos conceptos? Cabe olvidarlos o abandonarlos definitivamente, o cabe reinterpretarlos. Personalmente, en la mayoría de los casos, yo me inclino a reinterpretarlos, porque no inventamos el lenguaje y porque hablar consiste siempre en reinterpretar, en sacar lo nuevo de lo viejo. No creo en lo que dicen los conceptos, pero creo en lo indecible al que se refieren y que aún pueden sugerir.

Creo que vivir es darse y que darse es la mejor forma de recibirse y de ser. Que morir es vaciarse o darse del todo y que vaciarse y darse del todo es el paso para ser plenamente. Que aprendemos a vivir aprendiendo a morir un poco cada día como mejor podamos, y que aprendemos a morir aprendiendo a vivir cada día lo mejor que podamos, en bondad desprendida y feliz. Que ahí se realiza en nosotros el Misterio de la Vida o de Dios, que es Pascua, incesante Pasar, inagotable Darse y Recibirse y eterno Renacer. Que no hay otro fin del mundo que la codicia y la opresión universal. Que no hay otro criterio de juicio que el amor de cada día. Que no hay otra condenación ni infierno que el que nos procuramos en esta vida a nosotros mismos y a los demás cuando nos encerramos en nuestro y nos hacemos la guerra. Que no hay otro cielo que la bienaventuranza compartida en la comunión de los vivientes, la Vida Buena común, y que ése es el cielo posible de esta nuestra Tierra común, el cielo al que aspiramos y del que somos responsables.

Pero ¿qué quedará de mí después de mi muerte? Quedará la vida que hemos vivido y nos transciende en todas las direcciones. Quedará la vida que inventó la muerte para seguir viviendo. Quedará la muerte que es condición y umbral de la vida y de su secuencia, al menos en la forma en que la conocemos en esta Tierra. Mientras la vida viva no morirá la muerte, y mientras no muera la muerte vivirá la vida, como dijeron los sabios Vedas de la India hace 4.000 años. Quedará la Vida Eterna en todo lo que es. Quedará el Aliento que fugazmente tomó cuerpo en mí y se hizo mi yo en permanente cambio. Quedará la materia madre de todas las formas, la materia eterna que me ha formado en su eterna transformación, la energía transformadora de la que provengo y en la que me sumergiré. Quedará la luz de cada mañana y la paz de cada atardecer. Quedará el Aliento eterno que animó pasajeramente mi forma, mi yo. Nada se pierde sino la apariencia. Todo se transforma, como la luz del alba y de la tarde.

Después de mi muerte, no quedará esta apariencia psicológica, emocional individual e inestable. Quedará mi recuerdo en el corazón o en la memoria de quienes me recordarán haciéndome renacer cada vez. Quedará el Vacío de esta forma cambiante que soy. ¿Quedará también la huella de esta forma única y cambiante que llamo “yo”? Mas allá de todo espacio y tiempo, en el presente sin comienzo ni fin, ¿la Memoria o el Corazón del Cosmos infinito guardará la memoria viva, vivificadora, de esta forma, la información o conciencia que hemos sido en esta fugaz existencia? Tal vez, pero no lo sé ni me importa.

Para decir lo que seré después de mi muerte, solo quedan metáforas que me abren al infinito que late en nuestras mejores palabras y anhelos. Después de la muerte de esta chispa vacilante y efímera, seré el Fuego que danza, transforma y recrea, seré el Fondo inaprehensible e inasible de cuanto es, el Aliento universal y verdadero del que vine y vuelvo. Seré en Todo, y de alguna forma seré Todo. SERÉ EL QUE SOY, LA QUE SOY, LO QUE SOY, el Infinito en todo. Y es lo que quiero vivir y cuidar en este preludio de la Vida que es esta forma de vida-muerte que vivo.

Si abriéramos más los ojos, si nuestra conciencia se expandiera, muchas lágrimas de aflicción podrían convertirse en lágrimas de consuelo.

 

José Arregi
Aizarna, 5 de noviembre de 2022
www.josearregi.com

SE TE ESPERA COMO UN 'HOMBRE DE FRANCISCO' Y, POR TANTO, COMO LIQUIDACIÓN DE UN MODELO DE OBISPO

RELIGIÓN DIGITAL

col jesus mart

Como muy bien sabes, estimado Fernando, no nos conocemos, al menos personalmente. Eso, que, sin duda alguna, es una limitación, también puede dejar de serlo para quien, como es mi caso, disiente frontalmente del procedimiento que, una vez más, se ha vuelto a activar con tu nombramiento. Con estas líneas pretendo recordar, sobre todo, a quienes pueden interpretar que tú vas a ser un obispo de los “nuestros”, que puedes no serlo, al menos, no tanto como, ciertamente, lo ha sido mons. Munilla de los “suyos”.

Y también me gustaría recordarles que, visto el sistema cómo se nombran los obispos y cómo suelen proceder -una vez puestos al frente de una diócesis- que no se “vayan mucho para arriba”, que no dejen de tener los pies en el suelo y que atemperen, aunque sea tan solo un poquito, el optimismo que, muy posiblemente, les embarga en estos momentos.

Como también sabes muy bien, estimado Fernando, somos cada día más los católicos que tenemos muchas dificultades para aceptar un sistema de nombramiento de obispos marcadamente nepótico. Es cierto que el actual sistema fue, en su día, el mal menor que permitió salir al paso de los intentos galicanos de controlar el nombramiento de prelados que, dóciles a los poderes políticos de su tiempo, no tenían problema alguno en pagar el precio de su libertad personal y, de paso, el de la Iglesia, con tal de ser nominados.

Pero también es cierto que, superada esa fase de la historia, el Vaticano le ha sacado gusto a nombrar obispos a personas de su cuerda, es decir, de la cuerda que marca el pontífice que está en la silla de Pedro o, tampoco hay que ignorarlo, el diagnóstico y la sensibilidad dominantes en la curia Vaticana. De hecho, se ha convertido en el instrumento más eficaz para mover -aunque sea lenta, muy lentamente- la Iglesia en una dirección o en otra, y a pesar de que, a veces, de eso sabemos algo en el País Vasco, se cuelen algunos en las antípodas del perfil propio del Papa de turno. E, igualmente es cierto, que, a veces, es el instrumento que facilita la autopromoción de personas que -excelentes conocedoras de los entresijos romanos- “se dejan querer”.

Nada que ver con lo que pueda necesitar una diócesis y sí mucho que ver con las luchas por el poder que se desarrollan en los pasillos, sean estos los de la Santa Sede, los de la Conferencia Episcopal o los de cualquier restaurante, discretamente visitado por “monsignores” para hablar (y acordar) algunos nombres de posibles candidatos. Sin cuestionar, para nada, su buena voluntad, ¡qué quieres que te diga!, es un modo de proceder que me suena a una variante -en este caso, eclesiástica- del famoso despotismo ilustrado: “todo por el pueblo, pero sin contar con el pueblo” o, en el mejor de los casos, contando con lo que me dicen “los míos”, que conozco del pueblo, o -lo que suele ser todavía peor- con lo que presionan determinados “lobbys”, se encuentren éstos en Madrid o en cualquier otra parte del mundo.

A la luz de esta preocupante contextualización, que -te lo confieso sin tapujos- me encantaría ver fehacientemente invalidada, creo que se te espera como un “hombre de Francisco” y, por tanto, como liquidación de un modelo de obispo que, heredado de los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, se ha caracterizado por propiciar una lectura descaradamente involutiva del Vaticano II (en las antípodas de lo aprobado por la mayoría conciliar), así como por propiciar (y añorar) un régimen de neocristiandad en nombre de los derechos de “la verdad” o de la llamada “ley moral natural” o, incluso, de la “unidad” (por supuesto, jacobina) de España.

Sabes muy bien que no lo vas a tener fácil. Por eso, estas líneas no pretenden ser más palos en las ruedas de los que ya tienes solo por haber aceptado ser obispo de S. Sebastián, sino unas palabras que, a medio camino entre el desahogo y las ganas de que aciertes, me recuerden, al menos, a mí mismo, que te la vas a jugar en el acierto con que manejes, por lo menos, cuatro puntos, una vez finalizado el tiempo de gracia que, espero, se te conceda.

El primero: en la capacidad que tengas para recuperar -pero no, a cualquier precio- a los que deja como herencia mons. Munilla. Y también a los que han quedado tirados en las cunetas estos últimos años: ¿les vas a pedir, personalmente, su colaboración o vas a dejar que las cosas se sigan moviendo en una inercia corroída por el desencanto?

El segundo: en el modo como vayas tomando las decisiones que tengas que tomar: ¿de manera obsesionada por cumplir el Código de Derecho Canónico al pie de la letra o teniendo la audacia -algo extrañísimo en los obispos actuales- de ir propiciando una aplicación del mismo que sea corresponsable y sinodal?

El tercero: siendo un obispo con “olor a oveja” y que, por ello, se patee todos los rincones de Gipuzkoa, olvidándose del carrerismo en el que, al parecer, acaban cayendo estos últimos años todos los que lo son en el País Vasco. Y que, por supuesto, “te cases” -como se decía en los primeros tiempos del cristianismo- con tu diócesis; y con  nadie más.

Y, por último: que recuperes -después del calamitoso período de tu antecesor- unas relaciones con la sociedad presididas por el aprecio inestimable de la convivencia, fundada en la pluralidad y en el encuentro entre diversos.

 

Domingo 13 de Noviembre 33º Ordinario Diego de Alcalá (1463)

KOINONIA

 Nos vamos acercando ya al final del año litúrgico, y por una lógica probablemente mal aplicada al distribuir los textos bíblicos en el año litúrgico, el tema de las lecturas de este domingo es también sobre el del «final de los tiempos», el «final del mundo». De hecho, en el evangelio hay numerosos pasajes que aluden a este tema, los famosos textos «apocalípticos» (el género «apocalíptico» era muy del gusto de aquellos tiempos).IR A LA PÁGINA

SALIR CON LO PUESTO

FE ADULTA

col aleixandre art

“Vino la guardia civil y nos dijo que no podíamos esperar más y que en media hora teníamos que salir de nuestra casa porque la lava del volcán estaba ya cerca. Así que metimos en un par de bolsas lo que pudimos y nos marchamos dejándolo todo atrás, sin saber si podríamos volver o no…”

Todavía tenemos grabados en la memoria relatos como este de gente de La Palma cuando, al verles salir de sus casas con lo puesto, despertaron en muchos de nosotros la pregunta: -¿Qué me llevaría yo si tuviera que abandonar todo lo mío con urgencia?

Algo de esa experiencia está resonando en las imágenes truculentas del texto evangélico de este domingo que comienza con una sentencia demoledora: “No quedará piedra sobre piedra, todo será destruido” (Lc 21,6). ¿Qué hacer con este lenguaje amenazador?

De entrada recordar, aunque nos resulte incómoda, la evidencia de que hemos llegado a la existencia con “marca de caducidad” y eso es algo incuestionable. Muchas imágenes bíblicas lo repiten para que no lo olvidemos: la vida humana es una sombra que se alarga, una flor del campo rozada por el viento, un correo veloz, una nave que atraviesa las aguas sin que su quilla deje estela en las olas; un pájaro que vuela por el aire sin dejar vestigio de su paso; una flecha disparada al blanco que cicatriza al momento el aire hendido, escarcha menuda que el vendaval arrastra, el recuerdo del huésped de una noche (Sab 5,8-14). No poseemos aquí una ciudad permanente, somos extranjeros y viajeros (Cf He 11,13; 13,14) y es inútil tratar de esquivar esa realidad y vivir enredados para distraernos en pantallas que solo pueden ofrecernos bits y píxeles.

Ir aprendiendo también a ser, en expresión de Josep Maria Esquirol en La penúltima bondad, “sujetos de admisión”: “Ad-mitir y per-mitir son variaciones del dejar llegar. Ad-mitir es dejar venir, dejar entrar a lo que viene, no cerrarse al advenimiento”. Y eso quiere decir que cada uno de nosotros tiene que gestionar cómo incorpora a su respiración vital ese suspiro final del Apocalipsis: “Marana tha. Ven Señor Jesús”.

Permitirnos, finalmente, leer “los bordes del texto” porque son luminosos y consoladores: antes de la afirmación “No quedará piedra sobre piedra”, está la escena en que Jesús ha visto a una pobre viuda echar sus dos únicas moneditas en el tesoro del templo y por eso, cuando luego le señalan la magnificencia de los edificios, le parecen una minucia en comparación con el gesto de la mujer que es lo que a él le parece extraordinario, sólido y consistente.

Sigue hablando J.M. Esquirol, como si acabara de leer la insólita afirmación final de Jesús: “Ni un solo cabello de vuestra cabeza perecerá”.

“Todo se perderá”: así reza la sabiduría vinculada al paso del tiempo. Sin embargo, ¿qué posee más “realidad”: las cosas materiales del mundo, que por muy consistentes que parezcan también quedarán inexorablemente engullidas en la noche del tiempo, o la vida sentida con intensidad por cada uno de nosotros? Todo se perderá, pero casi seguro que el grosor invisible de un acto de generosidad supera al del manto de la Tierra. Todo se perderá, pero hay más “realidad” en un encuentro amistoso y franco que el rascacielos más alto del mundo. Todo se perderá, pero de algún modo cuenta más que una persona ayude a otro que mil galaxias desaparezcan del firmamento”.

DOMINGO33 Tiempo ordinario – C (Lucas 21,5-19)

 


JOSÉ ANTONNIO PAGOLA

Lucas recoge las palabras de Jesús sobre las persecuciones y la tribulación futuras subrayando de manera especial la necesidad de enfrentarnos a la crisis con paciencia. El término empleado por el evangelista significa entereza, aguante, perseverancia, capacidad de mantenerse firme ante las dificultades, paciencia activa.

Apenas se habla de la paciencia en nuestros días, y sin embargo pocas veces habrá sido tan necesaria como en estos momentos de grave crisis generalizada, incertidumbre y frustración.

Son muchos los que viven hoy a la intemperie y, al no poder encontrar cobijo en nada que les ofrezca sentido, seguridad y esperanza, caen en el desaliento, la crispación o la depresión.

La paciencia de la que se habla en el evangelio no es una virtud propia de hombres fuertes y aguerridos. Es más bien la actitud serena de quien cree en un Dios paciente y fuerte que alienta y conduce la historia, a veces tan incomprensible para nosotros, con ternura y amor compasivo.

La persona animada por esta paciencia no se deja perturbar por las tribulaciones y crisis de los tiempos. Mantiene el ánimo sereno y confiado. Su secreto es la paciencia fiel de Dios, que, a pesar de tanta injusticia absurda y tanta contradicción, sigue su obra hasta cumplir sus promesas.

Al impaciente, la espera se le hace larga. Por eso se crispa y se vuelve intolerante. Aunque parece firme y fuerte, en realidad es débil y sin raíces. Se agita mucho, pero construye poco; critica constantemente, pero apenas siembra; condena, pero no libera. El impaciente puede terminar en el desaliento, el cansancio o la resignación amarga. Ya no espera nada. Nunca infunde esperanza.

La persona paciente, por el contrario, no se irrita ni se deja deprimir por la tristeza. Contempla la vida con respeto y hasta con simpatía. Deja ser a los demás, no anticipa el juicio de Dios, no pretende imponer su propia justicia.

No por eso cae en la apatía, el escepticismo o la dejación. La persona paciente lucha y combate día a día, precisamente porque vive animada por la esperanza. «Si nos fatigamos y luchamos es porque tenemos puesta la esperanza en el Dios vivo» (1 Timoteo 4,10).

La paciencia del creyente se arraiga en el Dios «amigo de la vida». A pesar de las injusticias que encontramos en nuestro camino y de los golpes que da la vida, a pesar de tanto sufrimiento absurdo o inútil, Dios sigue su obra. En él ponemos los creyentes nuestra esperanza.

DIOS NO PUEDE HACE PROMESAS PORQUE NO TIENE FUTURO DOMINGO 33 (C) Lc 21,5-19

fe adulta

col fraymarcos

 


Estamos en el penúltimo domingo del año litúrgico. El próximo celebraremos la fiesta de Cristo Rey que remata el ciclo. El evangelio nos invita a reflexio­nar sobre más allá. El lenguaje apocalíptico y escatológico tan común en la época de Jesús, es muy difícil de entender hoy. Corresponde a otra manera de ver al hombre, a Dios y al mundo. Desde aquella visión, es lógico que tuvieran también otra manera de ver lo último, el "esjatón". Los discípulos están más interesados por la cuestión del cuándo y el cómo, que por el mensaje.

El pueblo judío estuvo siempre volcado hacia el futuro. La Biblia refleja una tensión, esperando la salvación que solo puede venir de Dios. A Noé se le ofrece algo nuevo después de la destrucción de lo viejo. A Abrahán, salir de su tierra para ofrecerle algo mejor. El Éxodo promete salir de la esclavitud a la libertad. Pero todas las promesas, en realidad, son la expresión humana de todas las carencias que el ser humano experimenta.

Los profetas se encargaron de mantener viva esta expectativa de salvación definitiva. Pero también introdujeron una faceta nueva: El día de esa salvación debía de ser un día de alegría, de felicidad, de luz, pero a causa de las infidelidades del pueblo, los profetas empiezan a anunciarlo como día de tinieblas; día en que Yahvé castigará a los infieles y salvará al resto. El objetivo de este discurso era urgir a la conversión.

Los primeros cristianos no tienen inconveniente en utilizar las imágenes que le proporciona la tradición judía, que era el ámbito religiosos en el que se desenvolvían. A primera vista parece que entra en esa misma dinámica apocalíptica, muy desarrollada en la época anterior y posterior a la vida de Jesús. El NT pone en boca de Jesús un lenguaje que se apoya en los conocimientos y las imágenes que le proporciona el AT.

En tiempo de Jesús se creía que esa intervención definitiva de Dios iba a ser inminente. En este ambiente se desarrolla la predicación de Juan Bautista y de Jesús. Las primeras comunidades cristianas acentuaron aún más esta expectativa de final inmediato. Pero en los últimos escritos del NT es ya patente una tensión entre la espera inmediata del fin y la necesidad de preocuparse de la vida presente. Ante la ausencia de acontecimientos en los primeros años del cristianismo, las comunidades se preparan para la permanencia.

Con los conocimientos que hoy tiene el ser humano y el grado de conciencia que ha adquirido, no tiene ninguna necesidad de acudir a la actuación de Dios, ni para destruir el mundo y poder crear otro más perfecto (apocalíptica), ni para enderezar todo lo malo que hay en él para que llegue a su perfección (escatología). La justicia de Dios no es un trasunto de la justicia humana, solo que más perfecta. Dios no tiene que actuar para ser justo ni inmediatamente después de una injusticia ni en un hipotético último día.

El evangelio de hoy tiene dos partes. Ninguna de ellas se puede atribuir a Jesús. La primera porque el evangelio se escribió veinte años después de la destrucción del templo. Es fácil poner en boca de Jesús una profecía de lo que ya había pasado. La segunda porque en el año 90, los cristianos ya eran acosados por todas partes. Los judíos los persiguieron desde que el templo fue destruido. Los romanos ya estaban también persiguiéndolos.

Nuestra contingencia es consecuencia de nuestra condición de criaturas. El dolor, el pecado, la muerte no son fallos, sino que pertenecen a nuestra misma naturaleza. La salvación no consistirá en que Dios nos libre de esas limitaciones, sino en darse cuenta de que Él está siempre en nosotros, y todo hombre puede alcanzar plenitud de ser, a pesar de ellas. Es un error pensar que podré alcanzar plenitud cuando las cosas cambien. Si me quitan unas limitaciones, aparecerán otras. Debemos tomar conciencia de mi plenitud de humanidad es posible aquí y ahora. Nunca habrá un momento más propicio para hacer mía esa plenitud.

Lo que en el mundo creemos que está mal y no depende del hombre, no es más que una falta de perspectiva. Una visión que fuera más allá de las apariencias nos convencería de que no hay nada que cambiar en la realidad, sino que tenemos que cambiar nuestra manera de interpretarla. Lo que nos debía preocupar de verdad es lo que está mal por culpa del hombre. Ahí nuestra tarea es inmensa. El ser humano está causando tanto mal a otros seres humanos, y al mismo mundo, que debíamos estar aterrados.

No nos debe extrañar la referencia a la destrucción del templo. Este evangelio está escrito entre el año 80 y el 90, por lo tanto ya se había producido esa catástrofe. Para un judío, la destrucción del tempo era el “fin del mundo”. Era lógico asociar la destrucción del templo al fin de los tiempos, porque para ellos el templo lo era todo. De ahí la pregunta: ¿Cuándo va a ser eso? Pero Jesús responde hablando del fin de los tiempos, no del templo. La única preparación posible es la confianza total en lo que Dios nos está dando.

Jesús introduce elementos nuevos que cambian la esencia de la visión apocalíptica. En la lectura de hoy podemos apreciar claramente estos matices. A Jesús no le impresiona tanto el fin, como la actitud de cada uno ante la realidad actual (“antes de eso”). ¡Que nadie os engañe! La advertencia vale para hoy. Ni el fin ni las catástrofes tienen importancia ninguna, si sabemos mantener la actitud adecuada. La realidad no debe perturbarnos. Sabemos que la realidad material termina, pero lo esencial dura.

La seguridad no la puede dar la falta de conflictos (siempre los habrá), ni la promesa de felicidad, sino la confianza en Dios. Tampoco debemos seguir edificando “templos” que nos den seguridades. Ni organigramas, ni doctrinas, ni un cristianismo sociológico, garantizan nuestra salvación. Todo lo contrario, puede ser que la desaparición de esas seguridades nos ayude a buscar nuestra verdadera salvación. Decía ya San Ambrosio: “Los emperadores nos ayudaban más cuando nos perseguían que cuando nos protegen”.

Lo esencial del mensaje de hoy está en la importancia del momento presente frente a los miedos por un pasado catastrófico o las especulaciones sobre el futuro. Aquí y ahora puedo descubrir mi plenitud. Aquí y ahora puedo tocar la eternidad. Hoy mismo puedo detener el tiempo y llegar a lo absoluto. En un instante puedo vivir la totalidad, no solo de mi ser individual, sino la TOTALIDAD de lo que ha existido, existe y existirá.

Jesús venció a la muerte, muriendo. Su muerte no fue un paripé para recuperar la misma vida que perdió. Fue la aceptación total de su limitación lo que le proyectó a lo absoluto. Solo descubriendo y aceptando plenamente mi limitación, podré entrar en la dinámica de lo eterno que hay en mí. El mayor peligro que nos acecha es que busquemos en la vida espiritual la manera de potenciar lo material. El tiempo material es una sucesión de puntos. La eternidad es un punto que se encuentra en todos los lugares de la línea.