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- Por: Misiones Salesianas
Un nuevo proyectil ha matado a la joven Grace Khoury, de 21 años y animadora del oratorio de Damasco cuando viajaba en su coche junto a su prima Dina, también fallecida.
El pasado marzo se cumplieron 6 años del inicio de la guerra de Siria. Las agencias internacionales creen que entre 320.000 y 450.000 personas han perdido la vida en el conflicto. Los Salesianos continúan al lado de los jóvenes en Alepo, Damasco y Kafroun porque la guerra no ha terminado.
Hace tiempo que resulta imposible conocer las cifras exactas del conflicto porque faltan médicos, ambulancias y hospitales para atender a los heridos, mientras que muchos muertos siguen bajo los escombros. Nadie parece querer que se sepa el horror y el genocidio que vive Siria desde hace más de seis años, hasta el punto de que hay menores que no conocen otra realidad en el país que la guerra.
La guerra siria ha dejado hasta el momento cinco millones de refugiados y entre seis y ocho millones de desplazados internos. Turquía, con 2,7 millones de refugiados, es el principal país de acogida. La Unión Europea ha dado refugio al 3,5% de los 160.000 refugiados que acordó acoger en 2016. Por otro lado, más del 50% de las infraestructuras del país han sido destruidas, por lo que la población sigue huyendo en cuanto tiene la menor oportunidad.
La situación en el Oratorio Salesiano de Damasco es desoladora y todos están muy afectados. No dejan de pedir a Dios para que detenga esta guerra que ya ha cobrado muchas víctimas, también entre los jóvenes de nuestras casas salesianas de Siria.
Grace, una joven de 21 años, una animadora del oratorio de Damasco, fue asesinada por un proyectil de mortero que impactó en su automóvil, en el que viajaba junto a su prima Dina. Queda claro, por tanto, que la guerra no ha terminado y que la paz que se clama para el país aún tardará en llegar… Continúan los ataques, los bombardeos y los atentados, y de nuevo dos jóvenes vinculadas a los Salesianos han perdido la vida en la guerra.
Cuando los Salesianos supieron de lo sucedido, inmediatamente fueron a visitar a la familia de Grace al hospital para acompañarlos. El padre de Grace estaba visiblemente abatido, pero lúcido, mientras que su madre y su hermana María, a causa de la desesperación y un ataque de nervios, debieron ser hospitalizadas.
Hace tiempo que resulta imposible conocer las cifras exactas del conflicto porque faltan médicos, ambulancias y hospitales para atender a los heridos, mientras que muchos muertos siguen bajo los escombros. Nadie parece querer que se sepa el horror y el genocidio que vive Siria desde hace más de seis años, hasta el punto de que hay menores que no conocen otra realidad en el país que la guerra.
La guerra siria ha dejado hasta el momento cinco millones de refugiados y entre seis y ocho millones de desplazados internos. Turquía, con 2,7 millones de refugiados, es el principal país de acogida. La Unión Europea ha dado refugio al 3,5% de los 160.000 refugiados que acordó acoger en 2016. Por otro lado, más del 50% de las infraestructuras del país han sido destruidas, por lo que la población sigue huyendo en cuanto tiene la menor oportunidad.
La situación en el Oratorio Salesiano de Damasco es desoladora y todos están muy afectados. No dejan de pedir a Dios para que detenga esta guerra que ya ha cobrado muchas víctimas, también entre los jóvenes de nuestras casas salesianas de Siria.
Grace, una joven de 21 años, una animadora del oratorio de Damasco, fue asesinada por un proyectil de mortero que impactó en su automóvil, en el que viajaba junto a su prima Dina. Queda claro, por tanto, que la guerra no ha terminado y que la paz que se clama para el país aún tardará en llegar… Continúan los ataques, los bombardeos y los atentados, y de nuevo dos jóvenes vinculadas a los Salesianos han perdido la vida en la guerra.
Cuando los Salesianos supieron de lo sucedido, inmediatamente fueron a visitar a la familia de Grace al hospital para acompañarlos. El padre de Grace estaba visiblemente abatido, pero lúcido, mientras que su madre y su hermana María, a causa de la desesperación y un ataque de nervios, debieron ser hospitalizadas.
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