Es Estados Unidos, no China

 

Julio Yao

Redes Cristianas

El tema candente ahora es el AUKUS o acuerdo estratégico entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos, para monitorear el Indo-Pacífico y contrarrestar a China. Francia se siente traicionada porque un acuerdo anterior con Australia para equipar a esta última de submarinos de propulsión nuclear fue cancelado (en claro acto de racismo y supremacía anglosajona) a favor de Estados Unidos.

Lo paradójico del Indo-Pacífico y del Mar Meridional de China, es que, en nombre de la “libre navegación de los mares”, Estados Unidos asume unilateralmente la responsabilidad de garantizar el tráfico marítimo en estas zonas de carácter mundial, ¡sin siquiera haber firmado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar!

La paradoja nos sirve para demostrar la absoluta falta de respeto hacia el Derecho Internacional por parte de Washington. Más cerca de nuestra región, Washington se desmarca también de toda norma jurídica y pretende imponer sus “reglas” (antijurídicas) con el pretexto de su guerra contra China.

Un asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, el señor Daleen Singh, se suma al coro de estrellas de Washington que se refocilan y solazan en hacernos sentir y sufrir a los panameños, latinoamericanos y caribeños como sus súbditos sinvergüenzas o vasallos ignorantes. Los funcionarios de Panamá, por ejemplo, se desgañitan para hacernos aparecer como los más obsecuentes, fieles y complacientes servidores del Imperio, como si los panameños no hubiésemos tenido un 9 de enero de 1964 o un 20 de diciembre de 1989, o como si no tuviésemos memoria.

Según un despacho de EFE hoy, el señor Daleen Singh inicia una gira por Colombia, Ecuador y Panamá, “para empezar a dar forma a un gran plan de infraestructuras con el que Estados Unidos quiere contrarrestar el avance de China.” Advirtamos que el señor Singh no se siente obligado a ser solidario con los latinoamericanos, pese a pertenecer al Sur oprimido.

¿Se le ha olvidado a Washington que no puede ni debe interferir en las relaciones entre China y Panamá, un asunto interno entre ellos? ¿Han olvidado la noción del delito?

El emisario Singh viene a Panamá a recordarnos que somos su protectorado o marioneta y el sexto país más desigual del mundo; que Colombia es un portaviones norteamericano donde se enseñorea la bandera de la OTAN.

Nosotros le recordamos a EUA que Colombia rompe el Guiness Record por la mayor cantidad de civiles, periodistas y activistas de derechos humanos muertos y por ser el país más inseguro del mundo; que Ecuador ha sido mil veces traicionado y maltratado, ahora hipotecado y atrapado por el imperialismo financiero.

No veo motivo de distinción alguna en que Colombia, Ecuador y Panamá compitan por ser el “principal socio estratégico de Estados Unidos en la región”, como aludió en Washington hoy la canciller de Panamá, Erika Mouynes, refiriéndose a su país.

Según EFE: “El objetivo de su gira (de Singh) es escuchar ideas para diseñar un proyecto de infraestructuras que Biden quiere lanzar como alternativa al proyecto chino ‘One Belt, One Road’ (Una ruta, un cinturón), explicó un alto funcionario estadounidense en una rueda de prensa telefónica con un grupo reducido de medios, entre ellos EFE.”

“Biden ya convenció en junio al resto de países miembros del G7 (los siete países más desarrollados) para que lanzaran junto a él la iniciativa, llamada ‘Build back better for the world’ (Reconstruir mejor para el mundo) y que busca invertir en infraestructuras en países en desarrollo de Latinoamérica, el Caribe, África y el Indo-Pacífico.”

Para empezar, recordemos que Panamá suscribió la Declaración Varela-Xi en diciembre de 2018, en la que nuestro país se comprometió a ser el primer país latinoamericano en integrarse a la iniciativa, “One Belt, One Road”, continuación de la antigua Ruta de la Seda.

A menos de tres meses de su aniversario, ¿ya lo hemos olvidado los panameños? ¿Debe o no respetar el presente gobierno de Nito Cortizo la Declaración Presidencial Varela-Xi, que en nada se compara a los vergonzosos, entreguistas e ilegales canjes de notas secretos que Washington ha impuesto a Panamá tras la invasión a través de personajes subalternos y oscuros, con los cuales se profundiza nuestro carácter como PAÍS OCUPADO?

¿Dónde queda el concepto de Estado en la contratación internacional? No es el Partido del gobierno sino el Estado de Panamá el que suscribió la Declaración Presidencial Xi-Varela.

En América Latina y el Caribe vemos la Ruta de la Seda como la iniciativa de integración internacional más trascendente de los últimos dos siglos, los mismos en que China sufrió bajo el yugo colonial e imperialista por parte de Europa y Japón y de la dupla anglosajona en particular, la cual se repite hoy en AUKUS. Tal iniciativa es la herramienta propicia que nos abrirá el camino de la independencia regional y de la Patria Grande, como la pensaron nuestros Libertadores.

Estados Unidos llega muy, demasiado, tarde, a “la hora de los hornos”. Es EUA y no China, el que lleva adelante una “guerra sin fin” contra el mundo que no se le somete. Es EUA y no China el que lleva décadas de agresión y terrorismo contra los pueblos que no entregan sus recursos naturales a empresas norteamericanas. Es EUA y no China, el que tiene la mayor cantidad de prisioneros en el mundo. Es EUA y no China el que menos tratados de derechos humanos tiene suscritos o ratificados. Es EUA y no China el que interviene en los mares del Indo-Pacífico en nombre de la “libertad de navegación”, sin haber firmado siquiera la Convención sobre el Derecho del Mar de la ONU.

Es EUA y no China el que nos ha intervenido y dado golpes militares y de Estado. Es EUA y no China el que nos ha impuesto a las oligarquías y sistemas financieros elitistas (FMI, BM, G-7). Es EUA y no China el que viola permanentemente nuestras precarias soberanías. Es EUA y no China, el que somete a nuestros pueblos a medidas coercitivas y sanciones ilegales. Es EUA y no China el que impide y entorpece nuestras frágiles “democracias”. Es EUA y no China el que más se beneficia del tráfico de drogas, inundando al mundo y fingiendo hipócritamente combatirlas. Es EUA y no China el que impide la unidad de nuestros pueblos.

Como reza el título de un ensayo nuestro escrito en 1976 para el Movimiento de Unidad Latinoamericana, de la que era su Vicepresidente Ejecutivo por Panamá: AMÉRICA LATINA, ¡UNIDA O VENCIDA!

• Presidente Honorario y Encargado del Centro de Estudios Estratégicos de Panamá (CEEAP); Presidente de la Asociación Panameña de Apoyo a la Reunificación de Corea (APARCO)