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La primera batalla de esta guerra contra Francisco que se desarrolla en la cúspide de la Iglesia Católica, parece que la está ganando Francisco. Hay que agradecer a George el relato bien informado y comentado que aquí nos hace. Y para quien quiera comprender mejor esta mezcla de orden religiosa y estatuto internacional que es la Orden de Malta va al final una breve entrevista que lo aclara muy bien. AD.
FRANCISCO DECIDE RENOVAR ESPIRITUALMENTE LA ORDEN DE MALTA Y COMIENZA POR NOMBRAR UN DELEGADO PAPAL SOBREPASANDO AL CARDENAL PATRONO, EL INSIDIOSO Y CONFLICTIVO RAYMOND BURKE
Tras de más de un mes y medio de creciente tensión entre la Orden de Malta y el Papa Francisco, éste ha echado las bases para “renovar”, al menos espiritualmente, a la multisecular institución.
En efecto Francisco no solamente solicitó y obtuvo la dimisión del Gran Maestre Fra’ Matthew Festing, sino que restablecido como Gran Canciller a Albretch von Boeselager que Festing había suspendido y expulsado.
Al dar estos pasos posiblemente ya ha comenzado a renovar la vetusta Orden de más de diez siglos de existencia y en ese proceso reducir el ímpetu y la influencia del rebelde e insidioso cardenal norteamericano, Raymond L Burke, quien desde antes del Sínodo Extraordinario de los Obispos sobre la familia que tuvo lugar en el Vaticano del 5 al 19 de octubre de 2014, ha venido conspirando y agitando para deslegitimar la autoridad del Papa.
Esta odisea comenzó el 6 de diciembre de 2016 con la solicitud de dimisión que el Gran Maestre Fra’ Matthew Festing formuló ese día al Gran Canciller Albretch von Boeselager y que éste rehusó.
Poco después el Cardenal Burke informó al Papa de esta situación y el Papa le hizo saber su deseo de que von Boeselager no fuese suspendido o expulsado y que la situación se resolviese por medio del diálogo.
El 13 de diciembre 2016 Festing solicitó por segunda vez la renuncia a von Boeselager ante el Consejo Soberano de la Orden, del que participa el Cardenal Patrono Raymond Burke y Von Boeselager de nuevo rehusó dimitir.
En consecuencia, Festing en representación de Consejo Soberano, suspendió en el ejercicio de su cargo al Gran Canciller von Boeselager y le expulsó de la Orden, en contra de los deseos expresados por Francisco a Burke de resolver la situación sin violencia. Además, Festing, según información ofrecida en condiciones de anonimidad, parece haber contado con el apoyo de Burke —si no fue presionado para hacerlo— para divulgar a los miembros de la Orden dispersos por todo el Mundo que la Santa Sede aprobaba las sanciones impuestas a von Boeselager y que las mismas fueran causadas por su violación del voto religioso de obediencia.
Por su parte, von Boeselager solicitó que su caso fuese conocido por el tribunal de la Orden y apeló al Papa. En respuesta Francisco nombró el 22 de diciembre de 2016 un grupo de cinco personas con el propósito de investigar las circunstancias de la suspensión/expulsión de von Boeselager. Dicho grupo debía comenzar acopiando información el día 16 y concluir no más tarde del 31 de enero de 2017.
Festing rehusó colaborar con dicho grupo investigador arguyendo que la Orden es una entidad soberana y que la investigación constituiría una violación de dicha soberanía. No obstante, las causas de la suspensión y subsecuente expulsión de von Boeselager habían sido definidas por Festing en su naturaleza religiosa lo cual automáticamente situaba el caso dentro de la jurisdicción de Francisco y legitimaba la intervención del grupo investigador.
Todo se complicó aún más porque Festing, al tratar de deslegitimar la investigación requerida por el Papa levantó acusaciones —por intereses en conflicto— contra tres de los cinco miembros del grupo investigador—el líder del grupo, arzobispo Silvano Tomasi, Marc Odendall and Marwan Sehnaoui— por ser conocidos como colaboradores cercanos de von Boeselager y porque conjuntamente con éste estaban relacionados con una donación de alrededor de $118 millones de dólares mantenidos en un trust en Ginebra, Suiza.
Eso provocó que el Vaticano expresase públicamente su confianza en el grupo investigador.
En medio de esta situación desagradable cuya magnitud no cesa de aumentar, han salido a relucir los escándalos del ex sacristán de la Orden en Londres, Vernon Quaintance, que el dimitente Matthew Festing no manejó adecuadamente en 2014 cuando elevó a Duncan Gallie al Consejo Soberano. Gallie fue uno de los investigadores del affaire Quaintance comisionado por Festing en 2014 y que recomendó que se archivara el expediente sin reconocer los crímenes o tratar de aliviar sus consecuencias, precisamente en contra de la legislación vigente al respecto en la Iglesia Católica.
Igualmente, se avivaron y salieron a la luz pública rivalidades entre la rama alemana de la Orden de Malta y el Consejo Soberano liderado por Festing añadiendo evidencia de resquebrajamiento al interior de una institución católica con fama de solidez institucional, fidelidad incuestionable a la Iglesia e integridad en su conducta.
Una fuente vaticana conocedora de la situación, pero en condiciones de anonimidad, divulgó a órganos de la prensa que Francisco había pedido la dimisión a Festing el 24 de enero de 2017 y que éste había accedido sujeto a la aprobación del Consejo Soberano que se reuniría el sábado subsiguiente. La causa de la solicitud del Papa a Festing es su preocupación por el bienestar espiritual de la Orden después de esta continuada controversia.
La carta del Cardenal Parolin del miércoles 25 se anticipó a la reunión del Consejo Soberano y por lo tanto ignoró el procedimiento normal a seguir en la dimisión de un Gran Maestre, según el cual, es necesario que primero Festing avisara al Consejo de la Orden para recabar su aprobación. En efecto, el Vaticano declaró simplemente que el Papa había aceptado la dimisión Festing y que la Orden sería dirigida temporalmente por el segundo al mando siguiendo a Festing, “hasta que fuese designado el Delegado Papal.” No hubo más información acerca del modo cómo dicho delegado funcionaría en la Orden.
Ayer sábado 28 el Consejo Soberano de la Orden, bajo la presidencia del Lugarteniente Interino Fra’ Ludwig Hoffmann von Rummerstein, como establece la Constitución, quien ha venido fungiendo por segunda vez como Gran Comendador o superior de los religiosos y religiosas sujetos a votos en la Orden, anuló los últimos decretos por los que von Boeselager fue suspendido y expulsado firmados por el dimitente Matthew Festing. Igualmente anuló el decreto por el que John Critien fue nombrado Gran Canciller en sustitución de von Boeselager.
A continuación, el texto de la Carta del Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, al Soberano Consejo de la Orden de Malta de fecha 25 de enero de 2017, tres días antes de la reunión de Soberano Consejo.
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