SERMÓN DEL DOMINGO DE NUESTRO CONSILIARIO

LOPE JESÚS SÁNCHEZ
Consiliario de los Antiguos Alumnos y Alumnas de los Salesianos de Barakaldo

Domingo XXIV

“Tenemos un Dios compasivo”


No es ningún secreto ni ningún misterio descubrir que tenemos “Un Dios compasivo”.
No se trata de repetir un años más la parábola del Hijo Pródigo.
Siempre ha existido y existirán en todos los tiempos, desde Jesús a los nuestros, muchas desavenencias y rivalidades en el seno de las familias.
El patriarcado y matriarcado, es decir el respeto a los mayores, ha sido siempre la tónica y la costumbre en todas las culturas y civilizaciones. Hoy en nuestros lares parece olvidado. Y se corre el riesgo de que se vaya perdiendo en el resto a medida que se vaya imponiendo esta sociedad del mal  “bienestar”.
La acogida que hace el Padre al hijo es increíble. Le acoge sin pedir explicaciones. Le abraza y perdona sin preguntar nada ni poner condiciones y monta además una fiesta gorda…
El mensaje es claro y no necesita ninguna explicación.

En este Tercer Milenio. ¿Qué os voy a decir que no sepamos? En este siglo de las verificaciones y de los más espectaculares adelantos de la cibernética y de las tecnologías punta, hablar de estos temas no corre, no compagina ni suena con la Parábola del “Hijo Pródigo”.

La Parábola del Perdón.

Es este un artículo que no se vende en ningún comercio, ni en el Corte Ingles tendrá nunca ninguna promoción, ni estará en venta ni en tiempos de rebaja.
Y hablando de perdón precisamente, me llamó la atención el artículo de Carmen Torres, viuda de José María Portell, primer periodista víctima de ETA hace ya 30 años. Natural de Barakaldo y AA. AA salesiano.

“A veces, dice, tengo la sensación de estar en el vacío y cuando voy a caer oigo una voz que me dice: Perdona ahora. No tardes porque después será tarde. No tendrás tiempo para hacerlo. La paz y el perdón van juntos.
Yo prometí que no volvería a escribir de ETA.
No es ninguna novedad, aprendí a perdonar. ¿Por qué? no lo he sabido.(Muy fuerte)
Estoy contenta, muy contenta. He recibido la comunicación del Alto el Fuego como una gota de lluvia beneficiosa que después una larga sequía acoge la humedad gozosa del cielo. No sé si es suficiente pero estoy contenta.
• Sólo se que es una luz en el túnel, un inicio de buena voluntad para este pueblo sufriente.
• Y como dicen los poetas, olvidar lo malo es también hacer memoria y tener esperanza.
• Yo creo en esta tregua
• Creo que los habitantes de Euskadi son un poco más buenos
• y Euskadi somos todos, también los que han iniciado este proceso de PAZ PARA LA PAZ DE TODOS."

Una sola lección es clara, que sólo entrará en el Banquete de la fiesta del Reino:
• Quien comprenda que Dios es Padre de todos y no sólo de unos pocos privilegiados observantes de la ley y no del Espíritu de la ley del amor.
• Quien sepa acoger a todos.
• Quien sea capad de comprender.
• Y sobre todo quien sepa perdonar sin barreras, sin preguntas, sin leer la cartilla.