Estamos en plena ola de calor y nos cuesta trabajar. Es más, nos cuesta cualquier actividad que queramos emprender. Nos agota el calor.
Estamos llegando a pensar la dificultad de tantísimas personas de otros países en los que viven en medio de circunstancias cósmicas muy adversas.
Muchas veces nos quejamos de que ciertas profesiones rinden poco, de que en ciertos países “son muy vagos”. El calor que vivimos nos ayuda a pensar lo dura que es la vida para ciertas personas y nacionalidades.
Es más, vengo de un balneario. Y había personas de todo tipo, pero resaltaban algunas con dificultades muy fuertes y necesidad de sillas o personas de compañía.
No gustamos la dureza de ciertas condiciones de vida, mientras de alguna forma no las vivimos. Y esto lo podemos aplicar a todos los foros y ámbitos. Merece la pena el que nos paremos a compartir las realidades y dificultades de la vida. Vamos a disfrutar mucho más y a ser más comprensivos. Y pensemos en el futuro desde estas condiciones: ¿qué futuro le estamos dejando a las generaciones más jóvenes?
¿Van a hacer falta acontecimientos como la victoria de la Roja para que olvidemos nuestros sufrimientos? Eso es falso porque muchas dificultades no se olvidan así. Es preciso encontrar el sentido de lo que nos ocurre y tratar de vivirlo con sentido positivo y contar con la ayuda ajena.
Nos hará ser personas más equilibradas y no andar a saltos como los surfistas por encima de las olas sino serenar y valorar la realidad en todo lo positivo que tenga.
Este estilo de vida nos va ayudar a ser más cercanos y cariñosos con todas las personas. Necesitamos aprender cómo acercarnos a quienes pasan dificultades y debilidades y aprender a acompañar y apoyar.
Y sobre todo, vamos a ser muy comprensivos con ciertos estilos de vida dado que sufren y viven fuertes dificultades que nosotros no sufrimos.
Podemos hacernos esta pregunta: “Y yo, en esas circunstancias: enfermedades, clima, persecución, guerra, hambre, paro, carencias, ¿qué haría?”
No hay comentarios:
Publicar un comentario