Jaime Richart
Redes Cristianas
No sé por qué se habla y se protesta tanto contra la doble moral que es la hipocresía y contra la doble vara de medir que es la injusticia. Quienes las mencionan (y se hace con frecuencia en todos los foros y en todos los debates) saben muy bien que no es que la doble moral y la doble vara de medir sean algo ocasional o
de coyuntura, es que el sistema social, político y económico del mundo occidental hace mucho que hundió sus raíces en esa doble moral y en la doble vara de medir.
Por eso la protesta resulta inane, una mezcla de puerilidad, de estupidez y precisamente también de hipocresía, sobre todo cuando la invoca alguien
relevante.
Pues ahí, en estas dos contradicciones está basado el éxito forzoso
del sistema. Los pueblos nada pueden hacer para evitarlo sin la
revolución, pero también contribuyen con su pasividad, su indiferencia o su enfermiza voluntad de promocionar a los canallas a través del voto. Razón por la cual amplias mayorías, que ciertamente no contamos para nada, nos negamos a reforzar
un sistema podrido. Nos basta mantenernos despiertas y absolutamente escépticas para soportar a todas horas, de muchas maneras, esas dos lacras que son la doble moral y esa doble vara de medir que actúan como la carcoma en la madera…
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