El ‘senado de curas’ le lee la cartilla a Mario Iceta, multado con 30.000 euros por el Banco de España
El Consejo Presbiteral de Bilbao le leyó la cartilla al obispo
de la diócesis Mario Iceta por los argumentos que el prelado ha hecho
públicos justificando su actuación en el Consejo de Administración de
CajaSur, que le ha llevado a ser sancionado con una multa de 30.000
euros impuesta por el Banco de España a causa de una infracción muy
grave. Este senado de curas leyó ante el obispo un escrito al que ha
tenido acceso ELPLURAL.COM , en el que le dicen que sus justificaciones
“se asemejan a la actitud del niño que ante una infracción recurre al
‘yo no he sido’.”
“El obispo olvida el tema de fondo, que
es el protagonismo injustificado de algunos canónigos de la iglesia
católica en la presidencia y en el Consejo de Administración de CajaSur,
durante más de cien años y la mala gestión de éstos durante mucho
tiempo hasta su absorción por la BBK.”, le espetaron los curas del
Consejo, un órgano clerical que sirve de consultoría y asesoramiento al
obispo.
Iceta, demudado y de mal humor
La reunión no fue fácil. Mario Iceta recibió la reprimenda demudado y expresando mal humor según ha podido saber este diario digital.
Iceta fue miembro del consejo de administración de la caja cordobesa
entre 2004 y 2008. El Banco de España sancionó a varios antiguos
gestores de la Caja, como el propio obispo (si bien éste recibió una
sanción menor).
Infracciones muy graves
La sanción se debe a que el Banco de España entiende que los dirigentes
de la caja cometieron tres infracciones muy graves y una grave. CajaSur
estaba controlada por el Cabildo Catedralicio de Córdoba, y tuvo que
ser intervenida ante una mala gestión que la llevó a la ruina.
Actualmente está gestionada por Kutxabank.
Enfrentado a su responsabilidad
Tras un recurso sin éxito,
Iceta se ha visto ante la obligación de enfrentarse a su
responsabilidad. A modo de explicación hizo público un escrito que
también leyó ante el Consejo Presbiteral, explicando que pertenecía al
Consejo de Administración como miembro del Cabildo Catedralicio sin
potestad ejecutiva y que era ajeno a los dos últimos años de andadura
de la Caja y a su intervención.
La multa la paga el seguro
También relató los esfuerzos que se hicieron para reducir el riesgo
inmobiliario y que se realizaron operaciones tendentes a ayudar a
empresas en peligro de suspensión de pagos. Señalaba también que la
crisis económica agudizó la mala situación de la entidad financiera y concluía con la aclaración de que la multa era asumida por el seguro de responsabilidad de la propia CajaSur. LEA AQUÍ EL ESCRITO DEL OBISPO MARIO ICETA.
“Erróneo proceder de la jerarquía eclesiástica”
A los curas del Consejo Presbiteral no les gustaron estas explicaciones y
reunidos con el prelado señalaron que “el eje argumental de la nota
del Sr. Obispo debiera haber sido la explicación crítica del erróneo
proceder de la jerarquía eclesiástica de la Diócesis de Córdoba, de la
que él formaba parte, en la deficiente gestión de CajaSur, que ha
llevado a ésta a su inviabilidad técnica y ha puesto en riesgo los
ahorros de muchos depositantes y los puestos de trabajo de no pocos de
sus empleados.”
“Se presenta como limpio de polvo y paja”
“La presencia de seis canónigos, uno de ellos, presidente del Consejo de
Administración en CajaSur, merecía una explicación crítica que el Sr.
Obispo no ha dado”, añadieron. Tampoco les pareció bien a los miembros
del Consejo que Iceta se declarase ajeno a los hechos: “El Sr. Obispo se
presenta como limpio de polvo y paja al mismo tiempo que confiesa que
las decisiones del Consejo de Administración, en las que tomó parte, se
adoptaron por unanimidad, es decir con el voto favorable de los seis
canónigos de la diócesis de Córdoba.”
“Tienen responsabilidad”
“Por tanto los miembros del Consejo de CajaSur no pueden considerarse
sin responsabilidad en la incorrecta política crediticia de ésta y en
el incumplimiento sistemático de los coeficientes de solvencia y de
otras cautelas, exigidas reiteradamente por Banco de España, como señala
el propio juez en la sentencia condenatoria,” continuaron.
¿Y si hubieran votado en contra?
En este punto hicieron una pregunta: “¿Si los seis consejeros canónigos
(uno de ellos presidente del Consejo) hubieran votado en contra de
estas políticas erróneas y a favor del cumplimiento de las
recomendaciones de los servicios de inspección del Banco de España, se
hubiera llevado a la crisis a la que se llegó?”
Obstinación o incompetencia
La ‘reprimenda’, continuó así. “Tanto si estas transgresiones legales y
cautelares se hicieron por incompetencia personal, como si se hicieron
por obstinación, debieran haber sido objeto de explicación en la nota
del Sr. Obispo, sobre todo, cuando se ha puesto en evidencia que las
indicaciones del Banco de España eran, en general, las adecuadas.”
Lamentable apelar a la buena voluntad
Para el Consejo Presbiteral según le comunicaron a Iceta “apelar a la
buena voluntad de los infractores es lamentable, sobre todo si se tiene
en cuenta la reiteración y obstinación en el incumplimiento de los
imperativos legales y las recomendaciones cautelares del Banco de España
manifestada por los representantes del cabildo catedralicio en el
Consejo de CajaSur.”
Si hubiera habido arrepentimiento…
“Aceptar por el sr. Obispo este comportamiento objetivamente incorrecto
hubiese sido de agradecer, hubiese disminuido el escándalo entre los
ciudadanos y aún más si aceptación, hubiera venida acompañado de alguna
muestra de arrepentimiento y de disconformidad por el proceder
multianual del cabildo catedralicio de la diócesis de Córdoba en
CajaSur”, continuaron.
Protagonismo eclesiástico en empresas financieras
El mal trago del obispo culminó cuando los curas asesores le
reprocharon: “Lo lamentable es que se ha perdido una ocasión para que
nuestra diócesis de Bilbao se hubiera manifestado a favor de un modelo
de evangelización sin atavismos preconciliares y sin protagonismo
eclesiásticos en empresas financieras”.
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