Crónica de la intervención de Juan Carlos Monedero en el XV Encuentro Estatal de CCP. Albolote. Noviembre 2013
Este joven profesor cuyas vivencias pueden llenar más de dos vidas y que
a sí mismo se define como pesimista esperanzado, nos habló de un cambio
social renovador y necesario cuyo epicentro sólo puede encontrarse en
el pueblo.
“No necesitamos salvadores”, no
necesitamos un líder que nos guíe, necesitamos muchos liderazgos, muchas
Adas Colau y muchos Albertos Garzón, gentes anónimas que de repente
sean capaces de elevar la voz y decir verdades que la gente rumia por
dentro, nos hacen falta multitud de pequeños motores que dinamicen a una
sociedad con miedo, gente que nos reduzca la incertidumbre de un mundo
complejo.
Para Monedero, la victoria del neoliberalismo y su
permanencia radica en que se sustenta en tres pilares básicos: La
mercantilización de nuestra vida, la precariedad laboral que nos
envuelve y la fragmentación social.
Todo tiene un precio, todo se puede comprar o vender con lo
cual es el propio mercado el que acaba valorando que está bien o mal,
que es óptimo o mediocre. El mercado asume el papel que antaño
atribuíamos a la fe en Dios o en las ideologías. Los valores ya no los
marca la ética, los marca el mercado.” No hemos vivido por encima de
nuestras posibilidades pero si tal vez hemos vivido por encima de nuestras necesidades”.
La precariedad laboral hace que el hombre se sienta desnudo
pues tras años de identificar que nuestra propia existencia se
dignificaba con el trabajo, al faltar éste ¿en donde podemos encontrar sentido a nuestra vida ahora?
La fragmentación social y el individualismo por otro lado,
hacen que nos sintamos islas en un mundo que parece que tiene que girar
solamente en una dirección porque sencillamente así debe ser. Nos da
miedo decir en voz alta lo que pensamos porque cada uno en isla presiente que los demás están en otros mundos.
Parece que la solución es fácil y si son estos tres pilares
sobre los que se apoya el neoliberalismo y tenemos claro que aunque no
sepamos bien lo que queremos, si sabemos lo que no queremos, se supone
que nuestro trabajo debería ir encaminado a romper estos muros.
Nada antiguo va a vestir al hombre nuevo, con lo cual las fórmulas del pasado no pueden adaptarse a nuestro mundo actual.
La solución no es fácil y todo aquel que nos diga que tiene la fórmula
mágica, seguramente solo se esté apoyando en fórmulas del pasado.
Frente a la mercantilización de nuestro mundo tal vez tengamos que reconsiderar las cosas que tienen valor pero no tienen precio y tal dejemos de adorar al Dios Mercado cuyo punto de vista siempre será crematístico.
El miedo tiene que cambiar de bando
Seguramente tengamos que hacer frente a otra forma de ver el
trabajo, no como fin sino como medio y su reparto equitativo no como
una traba sino como una oportunidad.
Hacer puentes entre islas, puede ser
el camino más adecuado para sumar proyectos y oír voces a nuestro lado
posiblemente hará que nuestra voz también empiece a no tener miedo a ser
oída.
Para Monedero el periodo de crisis en el que nos encontramos
hace que mantengamos estructuras del pasado vacías de contenido acorde a
los tiempos que vivimos: instituciones religiosas vacías de fe,
partidos políticos huérfanos de ideología, etc.
Hoy en día un diputado del PP tiene mucho más en común con
un diputado del PSOE que con cualquier votante de su propio partido.
Los partidos políticos y las instituciones sociales tienen que reinventarse.
La losa del 15 M es ahora lo mismo que fue su auge. El 15 M
triunfó por no tener liderazgo, no tener programa y no tener estructura.
Muchos querríamos que de este 15 M surgiera un nuevo partido.
Urge un cambio social y el motor solo puede ser el pueblo,
un cambio promovido por gente corriente pero ¿Cómo quitar el miedo y
sembrar esperanza? El miedo tiene que cambiar de bando. El miedo se
quita dialogando y rompiendo el discurso de los que dicen que las cosas
deben ser como son y que lo demás no vale. Hay que contarle a la gente
que no se está loco por sospechar que lo que tenemos ahora no es válido.
Pedimos pistas a Juan Carlos Monedero y él riendo nos dice
que quien pide pistas, claramente está despistado y acaba su charla con
una frase de Saint- Exupery:
“Si quieres navegar, no empieces por buscar madera, cortar tablas o
trenzar velas. Si quieres navegar, tienes que sembrar en los hombres y
mujeres… anhelo del mar”
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