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miércoles, 26 de junio de 2024

LAUDATO SI, EL MOMENTO DE ACTUAR ES AHORA


col zapatero

 

PLATAFORMA ECOSOCIAL LAUDATO SI (MÁLAGA)

¿Debe el cristiano ser ecologista?

Se cumplen quince años desde que un grupo de científicos liderados por Johan Rockström pusieran sobre la mesa que el planeta tiene límites. Concretamente nueve: Cambio climático, agua dulce, acidificación de los océanos, uso del suelo, pérdida de biodiversidad, uso del nitrógeno y del fósforo, capa de ozono estratosférico, aerosoles atmosféricos y contaminantes químicos. Traspasarlos pone en peligro la continuidad de la civilización y de la humanidad. En ese momento nos advertían que ya habíamos sobrepasado tres de ellos. En 2023, una última revisión ha elevado hasta seis los umbrales que han quedado atrás.

Y, ¿por qué la humanidad ha traspasado estos límites? La razón es sencilla, por nuestro afán de que la economía crezca infinitamente a expensas de un planeta con recursos finitos. Un crecimiento económico que ha sido incapaz de asegurar una vida digna para todos los habitantes del planeta. Además, en aras de esta quimera, se esquilma a la naturaleza, destruyendo los ecosistemas, esenciales para sostener la vida en la Tierra.

La comunidad internacional es consciente del momento de crisis que atravesamos, así, en 2015 se adoptaron los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Impulsados por la ONU y ratificados por la mayoría de los países del mundo, suponen el plan maestro para conseguir un futuro sostenible para todos con una fecha concreta para alcanzarlos, 2030.

Cuando apenas restan seis años para la fecha límite de su cumplimiento es iluso pensar que en 2030 habremos acabado con la pobreza y el hambre, garantizado la salud, bienestar, agua limpia, igualdad, trabajo decente, … a toda la humanidad. También es difícil creer que en ese momento estaremos en la senda de restaurar los equilibrios del planeta, volviendo a la seguridad de estar dentro de los límites planetarios.

Son muchos retos, y muy poco el tiempo. Sin embargo, debemos reaccionar. Coincidiendo con los ODS en 2015, el papa Francisco publicaba la encíclica Laudato Si. En este documento se recogía una larga tradición de la Iglesia en la que se nos invitaba a cuidar del planeta, haciendo un llamamiento a todos los cristianos a atender la grave crisis ecosocial que atraviesa la Tierra, nuestra Casa Común.

Como cristianos, debemos oír esta llamada y, quien no lo haya hecho, ponernos a trabajar. La comunidad científica es clara y contundente, o actuamos ya, o estamos condenando a la próxima generación a habitar un planeta cada vez menos generoso e inhóspito. Los modelos apuntan a cambios en el clima, con zonas enteras del planeta que serán inhabitables e improductivas, forzando un incremento en las migraciones. También enfrentamos el colapso de ecosistemas, que provocarán alteraciones en la calidad del agua, producción de alimentos, regeneración de suelos, …

Podríamos seguir enumerando peligros inminentes, pero eso ya está hecho en otros canales. Laudato Si nos conmina a trabajar desde sus valores esenciales, que son los evangélicos. Debemos transmitir la esperanza de que podemos y debemos cambiar, invitando a un enfoque integral que tenga en cuenta el bien común, cuidar de los hermanos allá donde estén, tendiendo puentes que estén por encima de ideologías y religiones. Debemos sumergirnos en una profunda transformación espiritual que se refleje en nuestras acciones y nos lleve al compromiso y activismo social y ecológico.

El momento es ahora, mañana será tarde. Por eso, desde la alegría del evangelio, los cristianos debemos estar presentes en la lucha por un futuro mejor, para ti, para mí, para la humanidad.

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