Avánzate a Navidad, haz las compras en noviembre.
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Las torres de los cuatro evangelistas en la basílica de la Sagrada Familia están iluminadas todo el Adviento y la Navidad.
Las ciudades muy iluminadas indican que se acerca Navidad y hay que comprar para mantener el sistema de producción: Producir y consumir.
Y para acabar de rematar: SUCHARD: “La Navidad es celebrar la vida, juntarse con nuestros seres queridos, hacer balance del año y disfrutar de momentos mágicos. Sigamos celebrándola. Porque la vida es lo que pasa entre Navidad y Navidad.” Y entonces el dibujo de comer chocolate....
Esta es la proclama de Navidad, muy clara y patente. Y es a nivel GLOBAL en el mundo o cultura de cristiandad, que va derrocándose para emerger un nuevo paradigma tecnocrático a nivel mundial o en todas las culturas. Un paradigma científico-técnico sin conciencia o como decía François Rabelais (1494-1553, médico y humanista: “Una ciencia sin conciencia es la ruina de la alma”. ¿Cómo va el mundo en la medida que una persona lo conoce?
Y en cada ciudad, pueblo, familia y personal, que es el aspecto LOCAL, ¿cómo lo ve mi Ego desde mi metro cuadrado? Esto es una visión, bastante realista, pero siempre personal. La persona lectora tiene la palabra sobre este cuodlibeto navideño.
Y ahora intentemos a hacer otros pasos: Nadal quiere decir nacimiento. Nos consta el nacimiento biológico, sino no podría yo escribir ni la persona que lee hacerlo. Hay que hablar de otra Navidad - nacimiento: un momento fuerte o intenso, un momento ordinario que es extraordinario interiormente. Acaba de publicarse un libro, cuyo título es La crisis de la mediana edad, en la editorial Sirena de los Vientos, del sufrimiento al sentido de James Hollis (2023), interesante y muy aconsejable. La crisis es perturbación, carencia de claridad, pero puede tener salida. El título nos indica que es un fenómeno natural y normal en el desarrollo del proceso emocional de un ser a quien la palabra lo constituye como humano. Y la palabra lo abre a dos aspectos de la sola y única realidad: Una para sobrevivir y la otra que contempla y completa para vivir. Nadal despierta la conciencia a un nuevo nacimiento que es sentirse en plenitud. Plenitud constatada en varias personas a lo largo de las diferentes culturas. En nuestra cultura de cristiandad se centra en Jesús de Nazaret, nacido en la tradición el 25 de diciembre del año, más o menos, 6 aec, y reemplaza el solsticio de invierno junto con los juegos romanos (panem et circem). Así y todo, se va recuperando con la sociedad de consumo y tecnocrática: comida y juegos con celebraciones.
Sin embargo, en este S. XXI hay grupitos de personas que dan voz y sentido a este hombre libre del siglo I, que es Jesús de Nazaret. Y “navidad” es el propio conocimiento de la profundidad de todo Ser humano que es el misterio de esta gran inmensidad interior, que permite ver, vivir y tener una visión de la inmensidad de los mundos. Visión crítica concretada en una geopolítica que marca un nuevo horizonte inhumano de destrucción, un paradigma tecnocrático, porque la tecnología no es axiológica, no tiene valores, pero sí que engendra. Y, ¿en manos de quienes está? En estos momentos en la mente de algunas personas y en el mundo de inversiones financieras, que profundamente egoístas, no tienen la sensibilidad de tener en cuenta los descartados, los marginados o un 90% de la población humana fuera del sistema neoliberal. Hace falta una nueva escala de valores o axiología de compromiso, de solidaridad, de compatía, de hermandad siguiendo la conjunción científica de Darwin (1808-1882) y *Kropotkin (1842-1921): egoísmo y altruismo.
Toda la reflexión informativa o GLOBAL no tiene valor si no hay la visión LOCAL: Poner los pies al suelo. El convivir nuestro “ego”, muy informado y formado, con los otros “egos (=tú)”. La realidad partiendo de nuestra corporeidad que tiene que disfrutar de un placer gastronómico, típico de las fiestas navideñas, según las regiones: Comer bien y beber mejor, que nadie se quiera quitar el sabor del paladar. Continuando al disfrutar de las emociones y afectos familiares: Por navidad cada oveja a su corral. Y disfrutando cómo profundizando la transformación interior en un proceso de madurez emocional integral que puede ver y vivir un NUEVO HORIZONTE ESPERANZAL que la sabiduría humana nutre o la palabra que da a conocer esta cualidad humana profunda: La paz de Navidad llena nuestros corazones.
Y deseando UNA FELIZ NAVIDAD GLO·CAL junto con el pesebre, recordando que el primero tuvo lugar en el1223 a Greccio (Italia), o con el árbol de navidad en el 1878 colocado públicamente en Núremberg (Alemania).
Jaume PATUEL PUIG, pedapsicogogo.
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