La razón del poder y el poder de la razón; esta combinación se llama quiasmo. Un quiasmo es una figura retórica utilizada en literatura y en la retórica para crear un efecto de estilo y expresar una idea o concepto de forma simétrica e inversa. Consiste en una estructura de frases o cláusulas en la que las palabras o ideas se presentan en un orden específico y después se repiten en orden inverso. Esta simetría en la estructura ayuda a destacar y enfatizar las palabras o ideas que se quieren comunicar. Sólo cito alguna más: La necesidad de la libertad y la libertad de la necesidad. La razón o poder del amor y el amor de la razón o poder.... Y así podemos hacer muchas más. Lo importante es dar pie a pensar y reflexionar, aspectos muy ausentes en la actualidad donde se intenta imponer el pensamiento único.
La frase La razón del poder y el poder de la razón debe remarcarse con otras palabras como poder/autoridad y racional/razonable. Lo indico por las dificultades que puedan emerger en la reflexión o lectura personal por los términos.
Bien sabemos, por experiencia social, cómo el poder hace uso de la razón para imponer, y no dialogar; eso sí dando razones que nadie ha pedido: La razón del poder. Y si ese poder fuera la autoridad y presentará razones razonables, no racionales, podríamos ver la fuerza de la razón en la autoridad, que es al mismo tiempo poder. La autoridad puede ser lógica, es decir, una concatenación de razones a través de silogismos que encadenados llevan a una situación injusta, por lógica que sea. No en vano, existe en el derecho romano el aforismo: Maximum ius, máxima iniusticia. La racionalidad no contempla las circunstancias. Es como un piñón fijo. La conclusión es ésta. En cambio, la razonabilidad, que no excluye la lógica, tiene en cuenta no sólo las circunstancias exteriores sino también la comprensión emocional del sujeto dentro de su contexto. Y entonces se comprende mejor el sentido del quiasmo: La razón del poder (que no la autoridad) puede ser abusivo, parcial. Es la actitud de omnipotencia de los vencedores. Una postura de este tipo remueve conscientemente, no digamos inconscientemente, la figura divina, la perfección de la ley. Por eso indicaba anterior el aforismo romano: "La ley máxima, la mayor injusticia". Y podríamos percibir que es una forma de gobernanza en ciertos lugares. Se me pasa por la cabeza, la zona del Sahel, donde en pocos años ha habido una veintena de golpes de estado militar. Aquí entra de lleno la razón del poder. Y en esos casos, militar.
Pero el poder o la autoridad de la razón o razonabilidad no tiene fuerza de imposición porque carece de los recursos que la razón del poder tiene, como es la coacción, aplicación de leyes y otros. Pero habría que dar fuerza a la razonabilidad. Esto permite que un entendimiento democrático pueda existir y avanzar, pero cuando es percibido como disruptivo, la razón del poder lo elimina. Es evidente que conlleva toda una madurez el poder de la razón. Una profunda dialéctica por un sano diálogo en el que las razones debaten como en un duelo de espadas. Y también la historia está llena. Pienso en una figura lejana, entre otras, como Sócrates que aceptó la eutanasia o autocidio, no el suicidio, para ser coherente con el poder de la razonabilidad. No engañaba ni abducía a los jóvenes. Todo lo contrario, les hacía aprender a pensar por sí mismos con el método de la comadrona, que ayuda a salir el bebé del sí materno. Pero esto hoy en día sería como formar a disidentes. Y así sabemos por la historia que la razón o racionalidad del poder no aceptó el poder de la razón.
Este recuerdo de Sócrates me lleva a recordar dos frases de Aristóteles:
Platón es amigo mío o la razón del poder(=maestro), pero aún lo es más la verdad o el poder de la razón(=razonabilidad).
Y la siguiente que es muy actual: Cualquiera puede enfadarse, esto es muy fácil. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y de forma correcta, esto ciertamente no resulta tan fácil.
En estas frases como en los quiasmos entra de forma plena, total y profunda toda la impulsividad y emotividad llevándonos a una empatía, compatía o la ecpatía. Y recordando ya que no lo he indicado en ningún momento que la etimología de autoridad viene del latín que significa “hacer crecer”. Y se crece, se madura con la razonabilidad responsable de que sería el otro quiasmo: La necesidad de la libertad y la libertad de la necesidad o la razón de la autoridad y la autoridad de la razón. Una dialéctica de pueblo e imperio.
Muy buen trabajo, tarea o trabajo en las escuelas y universidades. Mi cuodlibeto es: ¿Pueden hacerlo o quieren hacerlo? Porque la razón del poder quiere ganar y vencer, pero el poder de la razón quiere dialogar y convencer.
Jaume PATUEL, pedapsicogogo
No hay comentarios:
Publicar un comentario