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(Vatican News).- La peregrinación penitencial papal y el encuentro de Francisco con los pueblos indígenas revelarán una vez más su rostro de "hombre de profunda compasión". El arzobispo de Edmonton, Richard Smith, está convencido de ello: "Será una demostración -dijo a nuestros micrófonos- del compromiso de la Iglesia de escuchar el dolor de los pueblos aborígenes y responder a él con la reconciliación y la curación".
El prelado de la ciudad occidental de Edmonton -la primera parada del viaje papal- recuerda en nuestra entrevista el encuentro del Papa con representantes de los pueblos indígenas de Canadá durante su visita a Roma la pasada primavera. En Roma, la delegación de los pueblos indígenas encontró en el Santo Padre a un hombre de profunda compasión", explica el arzobispo. "Hablaron de lo que había en sus corazones y en sus mentes, y pudieron ver que él escuchaba muy profundamente, muy atentamente, no sólo con su mente, sino también, y sobre todo, con su corazón".
La Iglesia está con ustedes
En esa reunión, señala el arzobispo Smith, surgió claramente la posición del papa Francisco y de la Iglesia. "Es una posición que escucha el dolor y quiere responder a él con la curación, una posición que reconoce los derechos de los pueblos indígenas y quiere apoyarlos. Es una posición que reconoce el talento y la belleza de la cultura indígena y la gran sabiduría que se encuentra en ella". Según el arzobispo Smith, el mensaje del Papa podría resumirse así: "La Iglesia está con ustedes.... No lo olviden".
Esperanza y curación
El prelado también destaca la importancia de la presencia del Papa en Canadá. En primer lugar, dice, está la figura del propio Papa Francisco "que toca inmediatamente a la gente. Estos últimos sienten inmediatamente un "maravilloso mensaje de curación y esperanza" cuando lo conocen. "Pero aún más profundamente", continúa el arzobispo Smith, los católicos sienten que el Papa es el sucesor de San Pedro. "Y dondequiera que vaya, lleva consigo la imagen de San Pedro. Sabemos, por los Hechos de los Apóstoles, que las personas que simplemente eran tocadas por la sombra de San Pedro cuando pasaba a su lado se curaban y se llenaban de esperanza. Cuando el Papa Francisco venga a nuestro país, llevará esta sombra allá donde vaya'.
Llegar a los pueblos indígenas
El arzobispo Smith también está seguro de que los católicos de Canadá quieren asegurar a los pueblos indígenas su solidaridad y apoyo, y añade que "no hay nadie mejor que el Santo Padre para hablar en nombre de todos nosotros". Los obispos de Canadá, en particular, han expresado en repetidas ocasiones su deseo de "estar junto a los pueblos indígenas, de trabajar juntos con ellos, de discernir con ellos cómo podemos abordar los diversos desafíos a los que nos enfrentamos, cómo podemos aprender juntos de ellos, de su sabiduría, y qué podemos aprender de esto como país". El Santo Padre, continuó Smith, "dado su papel y personalidad particulares, tiene la capacidad única de hacer que este mensaje se escuche más claramente que cualquier otro. La Iglesia en Canadá quiere que "sus sentimientos y esperanzas se expresen a los pueblos indígenas a través de lo que el Santo Padre les diga".
Necesidad de curación y reconciliación
Al mismo tiempo, añade Monseñor Smith, "la necesidad de curación y reconciliación existe en todas partes"; así, pensando en las divisiones sociales exacerbadas por la pandemia, destaca la "necesidad de curación que habita en las familias y los corazones individuales, y a nivel mundial". La mirada del prelado se amplía al mundo, a la guerra de Ucrania: "miremos donde miremos", dice. -vemos situaciones de necesidad de curación y reconciliación".
Un legado para sanar y un impulso para seguir adelante
Aunque los católicos de hoy no son personalmente responsables de los pecados y errores de los que les precedieron, sienten un inmenso dolor y tristeza por lo que han heredado de las generaciones anteriores y, según Smith, tienen el deber de preguntarse: "¿Cómo podemos afrontar juntos este legado y contribuir a la curación?" "Esta es la responsabilidad que nos corresponde hoy. Pensando en el lema del viaje apostólico a Canadá, "Caminar juntos", el arzobispo sugiere: "Esto es lo que estamos llamados a hacer, caminar juntos. Encontrar formas de comprensión mutua, de respeto mutuo, de ayuda mutua para sanar". Y añade: "La necesidad de curación existe en todas partes, pero la necesidad de abordar plenamente este problema y de avanzar de manera que se produzca la curación de todo aquel que lo necesite es algo que nos une hoy como nación. Será una gran oportunidad para recibir el aliento del Papa para seguir adelante.
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