Redes Cristianas
Ha sido galadornado con reconocimientos como la Orden Carlos Fonseca Amador; Premio Alfonso Comín por la Paz; Premio Julio Cortázar por la Paz y la Democracia en América Latina y el Caribe; Premio Lenín por la Paz (El mismo año que se le otorgó también a Julius Nyerere, cuya causa de canonización está en curso); Pemio Thomas Merton; Orden al Mérito Centroamericano, otorgado por el Parlamento Centroamericano y … otros más.
Estoy convencido de que esto es así porque hemos aceptado que toda actividad de intercambio de bienes y servicios, la actividad económica, debe estar exenta de la ética, pues ella tendría sus propias reglas, una autonomía, que le lleva a rechazar la intervención de los gobiernos. Yo, sin embargo, creo que lo que más temen es la intervención de la ética. Por eso, la consigna fundamental del capitalismo es el negocio de los negocios es el negocio , es decir, la ganancia. Se trata de maximizar el lucro, que es lo que nos ha llevado al caos del momento actual. Todo mundo lo entiende así. ¡Increíble!
Que yo sea cura y, a la par, presidente de la Asamblea de las Naciones Unidas = Grupo 192, que son sus Estados miembros, resulta para ellos como una cosa providencial y en parte por eso me eligieron tanto mulsumanes como cristianos o de otra creencia. Hace unos cuantos meses tuvimos una asamblea general especial sobre los principios necesarios para salvar el mundo y hubo una coincidencia en que todas nuestras tradiciones religiosas o tradiciones ético-filosóficas, albergan principios que hemos traicionado.
Yo nunca he sido un político, pero no creo que nosotros debamos de impedir que el Mensaje de Cristo entre ahí también. Soy y me he considerado siempre un sacerdote. Además, lo de presidente ni se me ocurrió, ni lo deseé, ni lo pensé. Me dí cuenta de ello cuando ya estaba corriendo mi candidatura. ¡Ni sabía! Pero después me preguntaron, ¿Qué hacemos? ¿Retiramos su candidatura?
Yo, que no sé negarme a nada y que tengo una vocación de servicio y especialmente de servicio a la causa de los pobres, aunque pensaba que no iba a ser electo, me dije: por si acaso, me tengo que preparar. Volé a Nueva York, fui a ver a Noam Chomsky , a Stiglitz, el gran economista norteamericano, premio Novel de economía, profesor de la universidad de Columbia, mi Alma Mater…y les dije: Miren no he sido electo, pero existe el peligro de que lo sea y entonces sí quiero estar preparado.
Al comienzo, mis intervenciones les sonaban como que estaba predicando y lo que yo estoy haciendo es dirigirme a la Comunidad Internacional como un hermano más que los convoca y les dice: Si queremos paz, dejemos de hacer la guerra contra los pobres, esa es la paz fundamental que nos falta, porque hay una guerra sin cuartel de los ricos contra los pobres de este mundo.
¿Por qué este momento? Yo creo que estamos viendo los frutos del ejemplo y de la lucha de Fidel, diabolizado por Occidente, por predicar la solidaridad. Fidel no sólo la ha predicado, la ha predicado con el ejemplo. Para mi, y eso lo digo en Naciones Unidas, es el héroe mundial de la solidaridad . ¡Cómo quisiera yo decir que mi Iglesia, es la que ha levantado la antorcha de la solidaridad! Pero no lo puedo decir, porque no es cierto, vienen los más altos representantes de nuestra Iglesia a Naciones Unidas y ¡nada!, no hay espíritu, no hay pasión, no hay fuego, está todo como apagado y el espíritu esta usando a laicos, incluso a algunos que se dicen agnósticos o no creyentes.
Es difícil para mí comprender la revolución en Nicaragua si no la hubiera habido en Cuba y después también la de Venezuela. Sí, estamos en ese buen momento, pero es consecuencia de esa entrega total de hombres que yo llamo hombres de la esperanza, que saben que otro mundo es posible y que es alcanzable. Poner todo nuestro empeño para convertir en realidad esa utopía, es lo que Dios, es la forma de lograr ese mundo de fraternidad y de justicia.
En Naciones Unidas yo les he dicho varias veces: La verdad más importante en este mundo es reconocer que somos todos hermanos y hermanas, pero reconocer también las consecuencias que se derivan de esta verdad y cumplirlas. Traicionar los principios, coquetear con los valores del capitalismo nos ha llevado a esto, a un problema fundamentalmente ético. La lucha de ahora es crear un nuevo sistema que ponga al ser humano con su bienestar y felicidad en el centro de toda actividad económica..
El hecho de que Naciones Unidas no pudieran impedir la guerra contra Afganistán y después la guerra contra Irak y que no haya hecho nada el Consejo de Seguridad para denunciar este crimen, -¡el peor crimen que existe, en el derecho internacional!- es la prueba más clamorosa de la crisis que estaban generando. No se puede despreciar la autoridad de las Naciones Unidas. Se declaró una guerra de agresión y una guerra de agresión es el mayor acto de terrorismo. Sin embargo, Naciones Unidas no incluyen en los 16 ejemplos de terrorismo la guerra de agresión.
Las guerras de Afganistán y de Irak son flagrantes invasiones para tomar los recursos de otro país y eso ha pasado totalmente sin ninguna condena, porque los crímenes de agresión de los Estados Unidos nunca son condenados. Por ejemplo, oímos mucho hablar del holocausto y también del bombardeo sobre Tokio, con los cilindros incendiarios sobre 60 ciudades japonesas que incineraron a más de 6 millones de japoneses y culminó con la bomba de Hiroshima y Nagasaki. Pues bien, el mayor genocida de ese hecho el general Curtis Limae es el mayor condecorado militar en Estados Unidos, estuvo el mayor número de años al servicio de su cargo, 17 años y es considerado un héroe. En otros países, por lo menos, los asesinos son caracterizados como tal, pero occidente se está acostumbrando a seguir con eso.
Y, ¿dónde esta nuestra Iglesia? ¿Qué está diciendo y proponiendo en este punto? ¡Nada! Somos un contra testimonio, por lo que con más razón que nunca tenemos que buscar espacios que se nos presentan sin ni siquiera buscarlos y aprovecharlos.
Porque lo que está pasando ahora es que los que están pagando las consecuencias de las reglas del juego establecidas por unos pocos, son los que no participaron en el establecimiento de esas reglas. Y, además, perpetrada la guerra de agresión, ¿Estados Unidos qué hace? No tienen dinero para pagarla y entonces imprime dinero que no tiene respaldo.
Una de las cosas más importantes que se va a lograr en esta reunión de los días 24, 25 y 26 de Junio es acordar que el dólar no puede seguir siendo la moneda para las reservas internacionales, ni tampoco para las transacciones comerciales internacionales, tendrá que haber otra moneda y esto es algo en que no sólo vamos a estar de acuerdo todos los países del Tercer Mundo sino que muchos países europeos también, y países como China, pues ellos tienen el 40 % de la deuda americana.
El tema de finanzas y economía internacional era un tema tabú para la Asamblea General, la reunión de Bretton Woods de hace 64 años fue una reunión de Naciones Unidas pero la Carta aun no se había firmado y los miembros eran sólamente 44. Estados Unidos impuso su voluntad, pero esa fue una reunión de Naciones Unidas y por eso en la Carta se hace referencia al Banco Mundial y al tipo de coordinación que tenían que tener con ECOSOC, con la Asamblea y todo, pero eso no se cumplió.
Ahora es la segunda conferencia de Naciones Unidas sobre el tema. A mí, en Katar me dicen: Pedimos al Presidente de las Naciones Unidas convoque una reunión al más alto nivel y que nos haga propuestas concretas sobre cómo debemos comenzar esta gobernanza, económica, financiera, comercial y monetaria mundial.
Cuando yo estudiaba en la Universidad de Columbia economía política, un economista de aquella época comenzó diciendo: “Vamos a analizar los mensajes de los principales economistas que han contribuido para llevarnos a donde estamos, pero yo quiero añadirles la enseñanza de Santo Tomas de Aquino, que decía que no existe propiedad absoluta sobre nada, que Dios es el único dueño de todo cuanto puede existir y que nosotros somos mayordomos y que esa propiedad privada con derecho a despilfarrar y hacer uso como queramos de las cosas, no existe”.
La Iglesia no tuvo que ser persuadida por el Liberalismo para que se mantuviera fuera de su terreno, se autoexcluyó, pero lo grave de eso es que dejaron de transmitir el mensaje de Jesús y hablan como si la economía fuera algo independiente con sus reglas propias y las normas evangélicas no tuvieran nada que ver con ella.
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