Ambos defendieron la posibilidad de sacerdotes casados
Clelia Luro, viuda del ex obispo
de Avellaneda, Jerónimo Podestá una figura central del Movimiento de
Sacerdotes para el Tercer Mundo, que permanecía internada en el
sanatorio Güemes de esta capital falleció anoche, según confirmó en su cuenta de la red social Twitter el teólogo Leonardo Boff.
Luro nació en una familia acomodada, en
el barrio porteño de la Recoleta, y estudió en el Colegio del Sagrado
Corazón. Desde muy joven tuvo una profunda vocación religiosa y quiso
ser monja, pero también tenía “una visión muy fuerte del Evangelio, del
mensaje de Jesús, que no compaginaba en mí con la institución Iglesia”,
confesó hace algunos años en un reportaje.
Vivió diez años en un ingenio azucarero de los Patrón Costas y en ese
lugar, con la presencia de una realidad brutal, alcanzó un grado de
conciencia distinto:” Me había concientizado allí”, aseguró.
“De Santa Fe y Callao, de
pronto me casé y me fui a vivir al ingenio en Salta y empecé a vivir la
realidad de los indígenas, la realidad del país. Era de una familia de
clase media alta y no había tenido la oportunidad de vivir el drama de
la gente. Había tomado cursos de medicina
preventiva en la Cruz Roja, entonces agarraba el caballo y me iba a los
huetes, las chozas de la zafra en Orán, a enseñar a alimentar a los
niños, colaboraba con el médico del ingenio, hacía prevención, porque
los chicos allí morían como moscas”, relató.
En 1966 nuevamente en Buenos Aires,
cuando ya era una mujer separada con seis hijos, conoció a Jerónimo
Podesta que era obispo de Avellaneda, con quien después compartió su
vida -el amor y la militancia- y la presidencia de la Federación
Latinoamericana de Sacerdotes Casados hasta la muerte de Podestá a los
79 años, el 23 de junio del 2000.
Recordando ese momento dijo: “Jerónimo era un líder en el país, era
el obispo de los obreros, cualquier problema, huelgas, paros, él estaba
con ellos”.
(RD/Agencias)
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