Ser "ciudadanos de primera" en la Iglesia, tomar conciencia de la potencia que tienen las hermandades y cofradías, estar abiertos al cambio, dar a conocer la identidad a un mundo cada vez menos creyente pero con más necesidad de buscar.... El XXXV Encuentro de Cofradías y Hermandades de Medina del Campo cierra sus puertas con más de 600 participantes, que han llenado la villa vallisoletana de cultura, tradición, fe y ganas de seguir trabajando.
Con una organización volcada, y una ciudad que llegó a emitir un bando pidiendo a los vecinos ser "amables" con los participantes (y a fe que se ha cumplido, con una sonrisa en la cara, la 'orden' del Consistorio), y con el broche de una eucaristía en la Colegiata presidida por el presidente de la CEE, Luis Argüello, cofrades de toda España han vivido un momento de hermandad difícilmente igualable en los tiempos que corren. La próxima etapa, ya está marcada. El año que viene, Gandía toma el testigo de Medina del Campo.
Antes de concluir, los participantes del encuentro quisieron hacer públicas las conclusiones de las cinco meses de trabajo del encuentro: que tocan algunos de los aspectos fundamentales del presente, y del futuro de las cofradías y hermandades en España: Necesidad del cambio cofrade en la situación actual de crisis; Diálogo intergeneracional entre jóvenes y mayores; Contenido de los Encuentros; Comunicación y difusión; y El papel de las Cofradías como comunidad y en la Iglesia.
Por su interés, ofrecemos, íntegras, las conclusiones de los mismos:
MESA 1.- Necesidad del cambio cofrade en la situación actual de crisis
1.- Vivimos una crisis, ¿o transformación?, en las cofradías, la Iglesia y la sociedad: de valores, cultural, de participación, pero también contamos con un buen punto de partida como nos han recordado algunos participantes que vienen del extranjero. Vivir esta crisis con fe, esperanza, alegría y con creatividad, porque hay posibilidades para el cambio. Somos un valor activo para la Iglesia. Seguimos siendo fuertes.
2.- Debemos tener cuidado con los enfrentamientos internos en las cofradías. No somos políticos, tenemos que dar ejemplo. Asumir la responsabilidad de lo que está pasando y no echar la culpa al empedrado, a los de fuera.
3.- Riesgo de crear cofradías vacías, que hacen bien la ‘puesta en escena’ pero que se quedan ahí, sin conexión con el Misterio ni con el mundo. Debemos aprender a dar respuestas nuevas a lo que nos piden la Iglesia y el mundo de hoy. Dejar de hacer las cosas por inercia. Ser ‘cofrades’, no sólo ‘procesionistas’.
4.- Cuidar la formación. Necesitamos cofrades, pero cofrades formados. No dejar de lado la importancia del culto, de la formación teológica y religiosa, de dar razón de a lo que pertenecemos. Planes de acogida a los nuevos hermanos y seguimiento, para que no ‘abandonen’. Las cofradías tienen una relevancia fundamental como ‘primer anuncio’.
5.- Dar paso a la juventud, y dejar que hablen, y que nos transformen. A la vez, cuidar a nuestros mayores, su experiencia. No cometamos el error de menospreciar el papel de jóvenes y mayores en el presente y el futuro. Participación en los encuentros de jóvenes, y que los jóvenes participen en los encuentros de ‘mayores’.
6.- . Potenciar la comunicación: lo que no se dice, no se sabe. Oportunidad del Año Jubilar en la Iglesia católica, con un lugar destacado para las hermandades y cofradías, para poner en valor nuestra importancia en el caminar de la Iglesia católica. Buscar modos de ‘atraer’ hacia el mundo cofrade.
7.- Mayor implicación del laicado. ¿Consiliarios laicos para el futuro? Aprovechar el ‘potencial’ y los ‘talentos’ de cada uno de sus miembros.
8.- Queremos ser considerados ‘ciudadanos de primera’ en la Iglesia institución. Caminar junto a la Iglesia en salida, sinodalidad... Nueva relación con la propia Iglesia, desde dentro. Un reto de futuro: ¿por qué la CEE no tiene un obispo específico para las hermandades y cofradías, que somos el mayor movimiento de la Iglesia?
9.- Ejercer la caridad, y concienciar del trabajo que se hace, porque a través de las acciones sociales, y de los fenómenos culturales podemos ‘enganchar’ a gente para participar, conocer y también enamorarse del culto. Atender a las nuevas pobrezas, fundamentalmente a la soledad. Reivindicar el trabajo que se hace, que también supone una puerta de entrada para que conozcan lo que se hace, desde la fe. No se trata tanto de que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda, sino que seamos conscientes de la obligación de sacar a la luz nuestros talentos.
10.- Hacia el futuro: tenemos presente, y tenemos futuro, pese a las crisis. Tenemos mucho que aportar, desde nuestra fe, desde nuestra devoción. Plantear acciones conjuntas a nivel nacional, levantar proyectos en común. Que en próximos encuentros sigamos reflexionando, y haciendo propuestas, en permanente cambio.
MESA 2.- Diálogo intergeneracional entre jóvenes y mayores
Reconocer que la sociedad actual no es la sociedad eminentemente católica de hace unos años. Buscar a la juventud con especial énfasis en las redes sociales. Aprovechar la celebración de los Encuentros Nacionales de Jóvenes de Hermandades y Cofradías. Organizar actividades, no solo estrictamente cofrades, que atraigan a los jóvenes y que sean ellos quienes las organicen. Ofrecer a la juventud espacios para que desarrollen su vida cristiana. Los cofrades deben ser el espejo ejemplar en el que se reflejen los jóvenes recién llegados a la hermandad. Implicación de la cofradía en la vida parroquial, en especial en la catequesis de juventud. Párrocos y consiliarios deben apoyar las actividades de Semana Santa y facilitar la acogida de jóvenes. Integración de los jóvenes en todas las actividades de la vida cofrade, incluidos los órganos de gobierno. No tener miedo a la evolución.
MESA 3.- Contenido de los Encuentros
1. Los Encuentros son un lugar de formación por las experiencias de los participantes
2. Es necesario trabajar las redes sociales
3. En cuanto al formato de los Encuentros se considera oportuno realizar comunicaciones, mesas de debate, mesas redondas dinámicas y participativas
4. La parte oficial sería de viernes a domingo, sin perjuicio de actividades culturales previas
5. No debe haber un programa específico para acompañantes dando facilidades para visitas culturales
6. Oficializar la gratuidad de la inscripción de menores de 16 años y, en su caso, para los desempleados o en riesgo de exclusión
7. La organización debe facilitar, a través del voluntariado, las medidas de apoyo a los posibles participantes (inscripciones on line, movilidad reducida, etc)
8. Es necesario que la organización vaya informando de los avances del programa
9. Necesidad de crear una bolsa de caridad por medio de las cuotas de inscripción indicando el destino a los participantes
10. Es necesaria una mayor información de los Encuentros, incluir temas actuales de la Iglesia y una mayor participación en las jornadas
MESA 4.- Comunicación y difusión
La comunicación es esencial para difundir la labor de lo que hacen cofradías y juntas de Semana Santa a lo largo del año. Comunicación engloba información y difusión, además del diálogo interno de cada hermandad entre sus cofrades y sus órganos directivos, desde todos los puntos de vista que engloba el término Comunicación: verbal, escrita, auditiva, visual y sensorial.
En la mesa ‘Comunicación y difusión’ consideramos que para una adecuada y más efectiva labor comunicadora de cara al futuro es necesario tener en cuenta las siguientes conclusiones:
1. Medios materiales: Impulsar las redes y los medios modernos de digitalización para el contacto interno permanente, pero sin desdeñar los medios impresos (boletines, etc.) puesto que los estratos de más edad los necesitan.
2. Es fundamental la transparencia en la comunicación interna, que haya una comunicación bidireccional entre cofradías y juntas de cofradías. Mal van a comunicar estas lo que se hace si antes no les llega eso.
3. Es necesario dar un mayor peso a la palabra como elemento esencial de la comunicación: la claridad en el lenguaje y el uso apropiado del mismo son fundamentales.
4. La comunicación de las hermandades y juntas de cofradías hacia el exterior, hacia la sociedad en la que están incardinadas, precisa de mayor profesionalización, lo que no implica la contratación de personal sino la formación y preparación de aquellas personas a las que se les encomienda esa tarea. Más aún cuando estamos en la época en la que desde el punto de vista técnico es más fácil comunicar.
5. Es necesario potenciar la creatividad y la imaginación para comunicar más y mejor, impulsando acciones que van más allá de la información tradicional. Ahí están los documentales, visitas guiadas, recorridos virtuales, para ofrecer al público otras iniciativas que durante el año remitan conocer la Semana Santa del lugar, aprovechando los medios tecnológicos al alcance de todos. Es necesario innovar desde el respeto y para ello es fundamental que cofradías y juntas locales de Semana Santa faciliten la opción de promover esa creatividad para la difusión, siempre desde la óptica de ese respeto tanto a la acción religiosa como a la tradición.
6. La financiación de la comunicación necesita de una mayor colaboración público-privada. En ese sentido, se consideran necesarios estudios para conocer el peso que la Semana Santa tiene en la villa o ciudad para verdaderamente hacer valer ante instituciones y empresas el retorno que para ellas tienen.
7. En la relación con los medios de comunicación social es necesaria la insistencia ante las redacciones de periódicos, televisión, radio y digitales tanto para concienciar al medio de la trascendencia social como de los contenidos que, no se olvide, tienen base y desarrollo religioso. A fin de cuentas, no hay que olvidar que se conmemora la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo.
8. Es mejor asesorarse (si no es posible la contratación) de profesionales entendidos en redes sociales, digitalización, etc., para no sólo difundir, sino acercarse a los jóvenes que hoy, en 2024, se mueven como pez en el agua en el espacio digital.
9. En esta línea, y dado que las redes sociales llegaron para quedarse, puesto que están estratificadas por tramos de edad se necesita un claro conocimiento de lo que se hace y dónde se hace para que llegar al máximo número de personas no se efectúa a costa de menoscabar la esencia religiosa de la Semana Santa. Acercarse a los jóvenes es muy necesario, dándoles espacio y protagonismo; son el futuro y úsenles mejor se mueven en el espacio digital.
10. La inteligencia artificial, que tanto se está desarrollando, llegará también a la Semana Santa, pero en este momento es casi imposible atisbar cómo acabará influyendo. Es de imaginar que como en todos los ámbitos sociales. Pero solo si estamos atentos a ese desarrollo se podrá conseguir que se apliquen las múltiples ventajas que ofrecerá.
MESA 5.- El papel de las Cofradías como comunidad y en la Iglesia
1. Profundizar en el diálogo y entendimiento en el seno de la Cofradía y entre la misma y la Iglesia como institución.
2. La Cofradía es Fraternidad, Hermandad... y lo es dentro de la Iglesia. Hay que profundizar en la tarea de acompañamiento del cofrade en las necesidades y ello se traduce en corresponsabilidad y en estar atentos a las situaciones que nos rodean.
3. El compromiso del cofrade y su Cofradía es dar testimonio público de Fe y no dejarse llevar por el modelo imperante de dejar la Fe en el ámbito privado. Y ese compromiso se expresa también en el campo del arte y la cultura como guardianes de obras históricas y actuales que son para los creyentes un vínculo para llegar a Dios.
4. Tenemos que caminar juntos cofrades y parroquias. Sin unidad y trabajo en común no hay futuro. Eso supone trabajar y vivir más en la vida de las parroquias y en la comprensión mutua.
5. Somos un instrumento de evangelización que da testimonio en la calle. Somos una llamada a la conversión y testimonio de esperanza.
6. Tenemos que ser beligerantes en no caer solo en el testimonio en la calle. No puede ser la cofradía solo una procesión. Si se pierde la esencia y la raíz indefectiblemente moriremos.
7. La cofradía y sentirla todo el año. Hay que saber combinar los elementos sociales y religiosos en un equilibrio de provecho.
8. Las cofradías son comunidades de vida con principios católicos y tenemos que esforzarnos en cultivar el sentido de pertenencia, tanto a los niños como a los adultos.
9. Ser cofrade es una forma de vida. Somos comunidades de Fe y comunidades de vida. Hemos de cuidar la figura del cofrade con el diálogo, la comprensión y la práctica de la ayuda al hermano.
10. Debemos pedir a nuestros rectores espirituales que sean conscientes de la importancia que hoy tienen las cofradías.
11. De acuerdo con las necesidades actuales, la cofradía debe ejercer la caridad en el más amplio sentido de la palabra. Y hacerlo en las formas actuales de las diferentes necesidades de las personas.
Jesús Bastante, enviado especial a Medina del Campo
Religión Digital
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