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San Andrés de Tumaco, 16 de octubre 2013
Tumaco no Descansa
La Diócesis de Tumaco manifiesta su preocupación ante la situación de la
Costa Pacífica Nariñense y en especial la de Tumaco, y se solidariza
con toda la comunidad hermana de este territorio.
Los últimos acontecimientos muestran que no hay un día en que Tumaco
descanse. El paro agrario campesino afectó especialmente a esta
población, hubo escasez de alimentos, de gasolina y aumentó el precio de
la canasta familiar, que no bajó después de terminar el paro.
Son frecuentes las cargas explosivas
sobre la carretera Tumaco-Pasto que han ocasionado afectaciones al
oleoducto, contaminándose así el río Mira que surte de agua a Tumaco.
La extorsión se ha convertido ya en una enfermedad crónica del Municipio
para grandes y pequeños comerciantes, especialmente graves son las
extorsiones a las clínicas, los centros de salud
y a los médicos, entre ellos a los especialistas del hospital San
Andres de Tumaco. Hecho que se suma al atraso en los pagos a los
trabajadores de la salud.
Tumaco sufre desde el 3 de octubre por la falta de energía, a causa de
la continua afectación, por parte de las FARC, de las torres de energía.
Esto ha provocado escasez de agua en el Municipio, incendios en casas
por el uso nocturno de velas y pérdidas especialmente a los pequeños
comerciantes, como los pescadores que no pueden costear plantas
eléctricas para congelar sus productos.
En cada emergencia energética los políticos y gobernantes discuten
soluciones que no se implementan por falta de gestión. Han venido
Senadores nariñenses, Ministros y hasta el Presidente con promesas, pero
seguimos sin alternativas para la seguridad, energía y una de las tasas
de desempleo más altas del país.
Los homicidios continúan de manera alarmante. Desde enero a Septiembre del presente año se han producido 178 muertes violentas solo en el Municipio de Tumaco. Pero además continúa el reclutamiento forzado de menores y las amenazas.
En medio de esta situación, algunos habitantes de Tumaco se han unido
cívicamente para expulsar de sus barrios a los actores armados, es el
caso de los barrios Buenos Aires, Nueva Floresta y Panamá entre otros:
Fue el pasado viernes 27 de septiembre cuando habitantes del barrio
Panamá, después de años de haber sufrido violencia, asesinatos,
extorsiones y control social de los grupos al margen de la ley se
alzaron en un gesto cívico y no violento sin precedentes en Tumaco y
entregaron a la Policía a 7 miembros del grupo armado Los Rastrojos. Los
propios vecinos allí presentes eran los testigos de las extorsiones que
les asfixiaban. Pero en una acción que nos parece deplorable e
injustificable, la Fiscalía no legalizo las capturas en los términos
estipulados y dejó en libertad a 4 integrantes de dicho grupo,
argumentando que por ser viernes había solo un fiscal. Las personas
liberadas amenazaron de muerte a los habitantes del barrio Panamá,
colocando a esa población en una situación de alta vulnerabilidad.
Los habitantes temen por sus vidas y no duermen montando rondas
cívicas por las noches. Están confinados en su propio barrio y no pueden
salir a sus puestos de trabajo.
Como Diócesis de Tumaco hacemos un llamado a la defensa de la vida de
las personas amenazadas de los barrios mencionados y por tanto:
1. Exigimos a la Alcaldía, Personería, Defensoría que urgentemente tomen
las acciones necesarias para proteger la vida de los habitantes de los
barrios Panamá, Nueva Floresta, Buenos Aires y otros barrios en similar
condición. Es deber del Estado proteger a una comunidad que ha tenido el
valor de ejercer resistencia ante los grupos armados.
2. Pedimos a la Fiscalía General de la Nación, Personería,
Defensoría, Procuraduría y Contraloría que investiguen detenidamente el
papel que la Fiscalía y juzgados cumplen en Tumaco, y tomen medidas para
su buen funcionamiento, pues casos como estos se han repetido en otras
ocasiones.
3. Pedimos a los organismos internacionales, en especial a la ONU,
que realicen monitoreo y seguimiento a las instituciones competentes de
la protección de los derechos humanos de los habitantes de los barrios
mencionados.
4. Exigimos a los grupos armados Los Rastrojos, a las FARC y a
cualquier otro grupo armado, que no involucren a la sociedad civil en
dicho conflicto.
5. Exigimos a los distintos grupos armados que cesen las afectaciones
a los servicios públicos como energía, agua y libre tránsito, ya sea
por las voladuras de torres eléctricas o por atentados al oleoducto
trasandino o por artefactos explosivos ubicados en vías y lugares
públicos.
6. Pedimos al gobierno local, departamental y nacional soluciones de
fondo, concretas y viables sobre la seguridad y crisis humanitaria que
vive la Costa pacífica nariñense y la problemática energética.
Diócesis de Tumaco
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