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ATALAYA NOVIEMBRE DE 2024

miércoles, 8 de enero de 2025

TIEMPO DE EPIFANÍAS


col kowalski

 

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar
Antonio Machado

Algunas iglesias celebran, el día 6 de Enero, la fiesta de la epifanía en la que se actualiza el sentido del texto de Mateo, según el cual unos sabios llegan de diversas partes del mundo al portal de Belén para reconocer al Mesías, guiados por una estrella. Desentrañar el sentido último de esta celebración y esta parábola nos lleva mucho más lejos de la anécdota. La palabra en sí, viene de dos raíces griegas: Epi, por encima y del verbo Phaíneinque se traduce como mostrarse o aparecer. El uso religioso más común es el de “manifestación”. Pero el término ha sido asimilado mucho más allá del ámbito eclesial, igualmente la experiencia que conlleva… y es entonces cuando podemos encontrar perspectivas más amplias que nos interpelan.

La epifanía nos connota un “correr el velo” que permite ver, descubrir, experimentar la LUZ. Los magos o sabios fueron guiados hasta el niño a través de una pequeña luz: la estrella que les mostró el camino. La epifanía se produce en el momento mismo en que el todo, la verdad, el más allá, se ve y se experimenta. Se trata de una experiencia fuerte que impacta a todo el ser, a toda la vida… Tiene como consecuencia un cambio de orientación, un cambio de ruta.

En el relato de Mateo, los magos caminantes (sólo se encuentra algo cuando se camina…) son llevados a través de rutas y países por una estrella que les permite llegar hasta la fuente misma de toda luz. Cuando llegan al portal “reconocen” en ese niño la manifestación de la verdad plena, de la Divinidad y entonces le ofrecen sus dones. Cuando los velos se descorren surge espontáneamente la oferta, es una consecuencia y un llamado de la grandeza.

Dice la narración que a continuación regresan a su tierra por otro camino. Ninguna epifanía deja las cosas como estaban, todo se reacomoda. La experiencia de la de-velación transforma porque muestra aristas ocultas antes a nuestros ojos. Las epifanías no se producen todos los días indudablemente… pero si tenemos los ojos abiertos podemos vivir epifanías en diversos ámbitos de nuestra vida… y las epifanías siempre nos abren a la LUZ. Es importante regresar a la parábola, porque ciñéndonos a ella el panorama es más claro, despojado de los muchos adornos posteriores.

En primer lugar el texto no habla de “reyes”, no traen séquitos… se dice que vinieron unos magos de oriente, siguiendo a la estrella. Los magos en el antiguo mundo que rodea la Biblia eran considerados fundamentalmente personas sabias e ilustradas que se dedicaban a la astronomía y astrología. El firmamento era estudiado como un mapa que permanentemente enviaba sus señales a la tierra y la historia. En ocasiones -gracias a su estudio- develaban misterios, interpretaban señales del cielo y hacían profecías. En algunos países eran igualmente sacerdotes, por ejemplo los sacerdotes de Zoroastro eran llamados magos.

Es importante para comprender esta conmemoración que quitemos de nuestra “enciclopedia” previa, toda cercanía con la magia como la entendemos hoy. Nos encontramos muy lejos de este ámbito. Los magos que visitaron el portal según el evangelio de Mateo eran sabios, estudiosos, que venían del Oriente hacia Palestina buscando la verdad, buscando el Mesías que traería la liberación a estos pueblos. En esa medida representan la sabiduría del momento. Y esa sabiduría reconoce en Jesús la manifestación plena de la Divinidad.

Entonces las epifanías en nuestra vida no se nos dan por arte de magia, improvisadamente, no nos llegan gratuitamente. Por el contrario las podemos vivir si tenemos un camino de búsqueda, de indagación permanente en nosotros mismos, si revisamos con frecuencia nuestros nortes y rutas. Si al visualizar una pequeña luz o una mínima intuición la seguimos, vamos tras ella y nos dejamos guiar. La epifanía o de-velación entonces puede transformarnos la vida siempre y cuando tomemos otra ruta, la ruta que esa misma estrella nos señala: encontraremos al otro lado la respuesta definitiva a nuestras búsquedas. La epifanía descorre velos y nos revela lo insospechado.

Que los magos de Oriente, nos inviten a sus caminos.

 

Carmiña Navia Velasco

En la Epifanía del 2025

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