Redes Cristianas
Muchas veces se califica al presidente argentino Javier Milei como “anarcocapitalista”. Me parece un grave error, este individuo no tiene absolutamente nada de anarco, por mucho que haga el teatro de andar con una motosierra en la mano. Milei es un capitalista puro y duro, pero que muy duro y muy puro.
El anarquismo siempre ha luchado por la total libertad de las personas, de todas las personas, sea cual sea su puesto en la sociedad, mientras que Milei desprecia totalmente a la persona, lo único que vale es su dinero. Para él, la única libertad que tiene todo el mundo es la de morirse rápidamente si no tiene un seguro privado.
Pero no debemos juzgar y rechazar a la ligera a Javier Milei. Tenemos que mirar más allá de las astracanadas que dice. Nos permite ver lo que sería una sociedad puramente capitalista. Para él “la justicia social es un monstruo horrible y empobrecedor, una idea realmente aberrante”. Algo gravemente dañoso para su espíritu capitalista: “La verdad es que la justicia social es profundamente injusta y profundamente violenta, porque la justicia social lo primero que hace es violentar la igualdad ante la ley, porque a algunos les quita y a otros les da, y eso antes está precedido de un robo, porque los impuestos no se pagan voluntariamente, se pagan a punta de pistola, a cambio de que si no los paga uno, va preso”.
Según Milei la justicia social violenta la igualdad ante la Ley. ¿Ante que ley? Porque la ley no es algo que caiga de los cielos como una benéfica lluvia. Las leyes las escribimos los seres humanos. En la Unión Soviética había leyes, muchas leyes. Y los países socialdemócratas también tienen leyes en abundancia. Pero esas leyes a Milei no le valen. Sólo le valen las que sacralizan la propiedad privada y la libertad de mercado. Ante ellas sí que es imprescindible la igualdad. Guardando la igualdad ante esa ley, la igualdad en la situación económica no importa: puede haber por un lado unos cuantos milmillonarios y por otro millones de seres humanos muriéndose de hambre. Lo importante es que se respete esa sagrada ley. Y no torpedeándola a base de impuestos, que son un robo a mano armada, pues se imponen con la idea de acercarse a la nefasta justicia social.
A personas que no analizan nada lo que oyen, pueden sonarles bien las palabras de Milei sobre la libertad y el progreso de Argentina (unos pocos argentinos si han progresado mucho, otros muchos más han caído en la miseria). Y desde luego esas palabras les parecerán bien si se identifican con la mentalidad capitalista. Pero una persona con un mínimo sentido crítico se da perfectamente cuenta de que todas las fantasías del discurso propagandístico de Milei, chocan con la realidad de su país.
También están las personas, a las que no le falta inteligencia para darse cuenta de la inconsistencia de ese discurso, pero están tan de acuerdo con su línea de capitalismo neoliberal, que le aplauden y hasta le condecoran. Aquí está en primera línea la Presidenta de la Comunidad de Madrid, a la que, desde ahora, debemos calificar como gran amiga y admiradora de Milei. Y, por supuesto VOX, que le invitó a su cumbre celebrada recientemente, en la que recibió el fraternal abrazo de Abascal y participó como estrella invitada. O sea, que ya sabemos lo que nos espera si llegaran a gobernar Isabel Díaz Ayuso y VOX.
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