Perdonar siempre. No sólo 70 veces, ni 70 veces siempre "¡Todo y siempre!", fue el encargo que el Papa Francisco dio a los fieles, "y esto se lo digo mucho a los sacerdotes, a los confesores", durante el rezo del Ángelus. El perdón, tan necesario en una sociedad como la nuestra, marcada por la guerra, el odio y la polarización. Muchas banderas de Ucrania y Polonia en la plaza de San Pedro.
En su reflexión dominical, el Papa se ha centrado en el perdón, en la necesidad de perdonar siempre, "y perdonarnos los unos a los otros", sin importar las veces que alguien es ofendido. "Cuando se perdona no se calcula, que está bien perdonar ¡todo y siempre! Precisamente como hace Dios con nosotros, y como está llamado a hacer quien administra el perdón de Dios: perdonar siempre".
"El mensaje de Jesús es claro", explicó Francisco en el Ángelus. "Dios perdona de forma incalculable, excediendo cualquier medida", y nosotros, "cuando perdonamos al hermano o a la hermana, lo imitamos".
Y es que, añadió, "perdonar no es una buena acción que se puede hacer o no: es una condición fundamental para quien es cristiano". De hecho, "cada uno de nosotros, es un “perdonado” o una “perdonada”: Dios ha dado la vida por nosotros" y, "correspondiendo a su gratuidad, es decir perdonándonos unos a otros, podemos testimoniarlo, sembrando vida nueva en torno a nosotros".
Fuera del perdón, no hay paz
"Fuera del perdón, de hecho, no hay esperanza; fuera del perdón no hay paz", recordó Bergoglio, quien señaló que "el perdón es el oxígeno que purifica el aire contaminado por el odio, es el antídoto que cura los venenos del rencor, es el camino para calmar la rabia y sanar tantas enfermedades del corazón que contaminan la sociedad".
Para finalizar, Francisco propuso a los miles de fieles presentes en la plaza de San Pedro: "Intentemos, ahora, cada uno de nosotros, pensar en una persona que nos ha herido, y pidamos al Señor la fuerza para perdonarla. Y perdonémosla por amor del Señor: nos hará bien, nos devolverá la paz en el corazón".
Viaje del Papa a Marsella
En sus saludos posteriores, el Papa recordó que este viernes viajará a Marsella, para participar en los Encuentros del Mediterráneo, "para recorrer caminos de paz e integración, con una atención especial al fenómeno migratorio, que es algo no fácil, pero esencial para el futuro de todos, que será próspero solo si lo construimos desde la fraternidad".
"Les pido que acompañen este encuentro con su oración", culminó Francisco, quien pidió que "sigamos rezando por el martirizado pueblo ucraniano, y por la paz en todos los lugares de la tierra ensangrentados por la guerra”.
Jesús Bastante
Religión Digital
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