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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

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miércoles, 30 de agosto de 2023

Human Rights Watch HRW denuncia el uso desproporcionado de la fuerza letal de Israel contra niños palestinos y que se ponga fin a la impunidad sistemática.

 palestina libre

Human Rights Watch pide a la ONU que incluya estos crímenes en su informe anual sobre violaciones graves contra menores en conflictos armados. «Los niños palestinos viven una realidad de apartheid y violencia estructural, donde podrían ser asesinados a tiros en cualquier momento sin ninguna perspectiva seria de rendir cuentas». Las fuerzas israelíes están matando a tiros a niños palestinos y urge poner fin a la impunidad sistemática.  Ver noticia 

Francisco, en el ojo del huracán: Ucrania le acusa de “propaganda imperialista” a favor de Rusia

 Religión Digital

La Santa Sede y la Nunciatura en Kiev rechazan las interpretaciones de unas palabras del Papa a los jóvenes rusos
El pasado 25 de agosto, el papa Francisco intervino por videoconferencia ante unos 400 jóvenes congregados en la basílica de Santa Catalina, en San Petersburgo, en la Jornada de la Juventud Rusa, que se estaba celebrando esos días, y a quienes invitó a ser «sembradores de semillas de reconciliación, pequeñas semillas que en este invierno de guerra no brotarán de momento en la tierra helada, sino que florecerán en una futura primavera»  Ver noticia 

JMJ (2023) EN LISBOA Y “ADOLESCENCIA PROLONGADA” (2)


col leandro sequeiros

 

adolescencia prolongada1

JMJ (2023) en Lisboa y “adolescencia prolongada” (2)

El consumo de tiempo libre en la “adolescencia prolongada”

La tabla 1 muestra, según el sociólogo Javier Elzo, cuáles son los intereses más aceptados por la juventud española.

El conjunto se puede resumir en dos palabras: pasarlo bien. Nuestros jóvenes quieren una familia que los acoja (evidentemente como a ellos y ellas les gusta, sin muchas exigencias) y el bienestar físico. Es decir, un horizonte vital dominado por el hedonismo desenfadado. Este medio ambiental en el que se desarrolla la vida de la gran mayoría de jóvenes, se concreta después en otras actitudes vitales, como el consumismo puro y duro, una sexualidad desinhibida, escasos compromisos y nada de pensar en ideales exigentes.

Y, para pasarlo bien, el tiempo libre de nuestros jóvenes oscila entre las 25 y las 40 horas semanales. Algo impensable en sus abuelos.

adolescencia prolongada2

Lo que más preocupa a los adolescentes entre 15 y 17 años que viven con sus padres es comprarse una moto y a los más mayores, comprarse una casa para emanciparse. A parte de estas «preocupaciones», cómo llenar el abundante tiempo libre es la máxima ocupación. Pensar el presente más inmediato (por ejemplo, a qué van a dedicar el fin de semana) es la preocupación más acuciante para la mayoría, ya que el futuro no les quita el sueño.

Salir con amigos para beber y fumar

No queremos ser agoreros ni pesimistas. Y tampoco se puede generalizar. Pero según el Instituto de la Juventud, la principal actividad de nuestros jóvenes es salir con los amigos, seguido de practicar deporte e ir de copas, aunque la primera y tercera sean, en la práctica, la misma cosa. La edad en que toman la primera copa se sitúa en los 16,2 años. Casi todos (92,4% ) lo hacen los fines de semana y en bares y discotecas (96,7%).

La principal razón por la que se inician en el alcohol es «por integrarse en un grupo, por los amigos» (33,3%) y la segunda, «por probar» (24,4%). El consumo de alcohol ha ido creciendo significativamente entre nuestra juventud. El crecimiento más espectacular se da entre las chicas, ya que casi la mitad ya consume alcohol antes de los 20 años. La franja de edad con mayor consumo de alcohol se sitúa entre los 25 y los 29 años.

Ligado al consumo de alcohol está el de tabaco. También la iniciación al tabaco es muy temprana. Con datos de 2002, el 4% de los chicos y el 8% de las chicas empiezan a fumar a los 14 años. A los 16, lo hacen el 18% de los varones y el 28% de las mujeres. A diferencia del alcohol, las chicas se inician antes y con más intensidad en el tabaco. De todas maneras, las campañas contra el tabaquismo han conseguido éxitos parciales, ya que los porcentajes eran superiores en años anteriores. Los motivos para fumar son exactamente los mismos que el alcohol: integrarse en el grupo de amigos y probar una nueva experiencia.

Alcohol y tabaco suelen ser, muchas veces, antesala del consumo de drogas. En torno al 19% de los jóvenes entre 19 y 24 años son consumidores habituales de drogas, pero un 44% afirma probar drogas «alguna vez», según la encuesta de consumo de drogas año 2002 de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción. La droga más consumida es el cannabis (el 90% de los consumidores habituales). El consumo de estupefacientes crece entre la juventud y se introduce en edades tempranas. Casi el 35% de los jóvenes entre los 15 y 19 años han probado alguna droga y en torno al 14% en esta franja de edad ya consumen con cierta regularidad.

La precocidad en el consumo de drogas es un dato muy alarmante. Según la Unidad de Adolescencia de la Clínica Dexeus de Barcelona, el número de menores de 16 años que pide ayuda para desintoxicarse en las unidades de atención al drogodependiente se ha doblado en tan sólo un año. Si en el 2002, del total de drogodependientes en tratamiento, un 1,9% eran adolescentes que no superaban los 16 años, en el año 2003 ese porcentaje se situaba en el 3,8%. Si el salir los fines de semana con el trío alcohol, drogas y tabaco como formas de llenar las horas es la principal actividad fuera del hogar de nuestros jóvenes, ¿cuáles son las que realizan dentro de casa? La mayor dedicación es consumir televisión, seguida de escuchar música y usar el ordenador.

Estas son las tres mayores ocupaciones en la franja 15-19 años. Entre los 20 y 24 años, la tercera ocupación pasa a ser la lectura, cuyo peso como actividad dentro del hogar aumenta con los años. El consumo de televisión está entre los más altos de Europa, así como la afición desmesurada por el teléfono móvil (nueve de cada diez jóvenes lo usan habitualmente). La media de horas semanales frente al ordenador es de nueve.

Sexualidad fuera de responsabilidad

Respecto a la sexualidad, que suele ser otra actividad de ocio, ya que la inmensa mayoría no la ligan a una relación estable basada en el amor y el compromiso mutuos, los datos son también significativos. La edad promedio de la primera experiencia sexual se sitúa en los 18 años para las chicas y los 17 para los chicos. En la franja 21-24 años, más del 90% de jóvenes afirma haber tenido relaciones sexuales completas.

Por último, un dato que llama la atención es el crecimiento de los delitos penales entre adolescentes y jóvenes. En 1998 se contabilizaron 3.514 delitos entre jóvenes (90% varones). Sólo cuatro años después esta cifra subía a 12.941; es decir, se ha cuadruplicado. La mayoría de los delitos son robos (casi la mitad), pero alarma el número de homicidios: en 1998 fueron ocho y en 2002, cuarenta y ocho. Este delito se ha multiplicado por seis en sólo cuatro años.

Valores y creencias de los jóvenes

El Papa insta a los jóvenes a que “hagan lío” para cambiar el mundo. Pero ¿cuáles son las concepciones del mundo, las interacciones con la realidad, los sistemas de valores y las creencias (religiosas o no) de los que se viven en la llamada “adolescencia prolongada”? Las actitudes vitales (individuales y de grupo) antes descritas conectan con un universo de preferencias intelectuales, códigos de conducta y criterios morales muy determinado que no puede sorprender, vistos los datos anteriores.

La mayoría de jóvenes (algo más de la mitad) encuentran en la familia el primer ámbito de socialización y adquisición de ideas, valores y creencias. El segundo ámbito de socialización es el grupo de amigos, a poca distancia de la familia.

Los centros de enseñanza sólo son lugar de adquisición de ideas y creencias para el 18% de los jóvenes y las iglesias ocupan el último lugar (sólo para el 2,7%). Aunque la familia pierde importancia en cuanto a lugar de transmisión de ideas, sigue siendo un lugar privilegiado. Si el grupo de amigos y el centro de enseñanza ofrecen un universo mental coherente con la familia, los chicos y chicas pueden recibir una visión del mundo estable y sin contradicciones.

La importancia del colegio (a pesar de que no ocupa un lugar destacado) cobra su significado si entendemos que es allí donde los adolescentes traban sus amistades.

adolescencia prolongada3

La actitud de los jóvenes frente a algunos temas

La tabla 2 muestra algunas de las ideas más extendidas entre la juventud española y que diseñan un espectro ideológico que se podría calificar de «progre», pues la mayoría de posicionamientos que defiende la progresía intelectual se reflejan en estas preferencias.

La mayoría está a favor de las uniones homosexuales, la transexualidad (en consonancia con su actitud totalmente permisiva con el sexo), el aborto libre y voluntario, la eutanasia y tener hijos sin casarse previamente. Aunque en este panorama sorprende que la mayoría esté a favor de la enseñanza religiosa en las escuelas y en contra del consumo de drogas. Todo un conjunto ideológico marcado por las preferencias hedonistas propias de las conductas mayoritarias y por el relativismo moral imperante en la sociedad occidental.

Las modas intelectuales, asumidas acríticamente y con contradicciones, configuran también un modelo de compromiso político especial, alejado de los programas y debates políticos más convencionales. La mayoría muestran simpatía por movimientos ecologistas, de defensa de derechos humanos, pacifistas, feministas y de protección a los animales (más de 6 puntos en una escala de 0 a 10), mientras que poca simpatía para los partidos políticos (3,51 puntos), – por cierto, menos valorados que las organizaciones religiosas (3,65 puntos).

En cambio, este panorama hay que matizarlo cuando se pasa al compromiso activo. La gran mayoría de jóvenes (más del 80%) no militan activamente en organizaciones que defiendan algunos de las ideas en las que dicen creer.

Sólo un 12,6% dice formar parte de alguna asociación deportiva. Y, sorprendentemente, el segundo lugar entre el asociacionismo lo ocupan las asociaciones religiosas: un 3,3 participan activamente en alguna y casi un 4% lo han hecho alguna vez en su vida. En cambio, militan en organizaciones pacifistas un 0,4%, en movimientos antiglobalización un 0,5 y en ecologistas un 1%. No parece que el compromiso activo sea una característica de la juventud y, en todo caso, parece que el único compromiso aceptado sea el religioso, aunque muy minoritario.

En cuanto a instituciones o actividades sociales, la inmensa mayoría (78%) considera la familia como la institución más importante (otra cosa es la definición de familia, que pasa por una reformulación bastante amplia). La salud y la amistad son otros de los elementos más valorados, mientras que la religión sólo es muy importante para el 8% y bastante importante para el 21%. La política convencional está a la cola de interés: el 4% la considera muy importante y el 18% bastante. En contraste con el escaso interés por la religión, destaca la preocupación por el «bienestar espiritual», muy importante para el 24% y bastante para el 47%.

La tabla 3 muestra las creencias religiosas de los jóvenes españoles respecto al catolicismo. Aunque la mayoría se declaran católicos (más del 60%), los practicantes son minoría, aunque más comprometida y libre que hace años. La edad con mayor nivel de práctica se sitúa entre los 13-14 años (37%), bajando al 15% entre los 15-17 años y al 11% entre los 18 años, coincidiendo con la crisis de la adolescencia. A partir de los 21 años se observa una pequeña recuperación en la conciencia religiosa católica de los jóvenes.

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En el universo religioso de los jóvenes predomina —quizás por la formación católica recibida en la enseñanza primaria y media— una religiosidad de fondo: una gran mayoría (64%) cree en Dios y más de la mitad (55%) en Jesucristo. Algunos de los principios básicos del cristianismo siguen suscitando una cierta adhesión entre la juventud: el 45% cree en el alma, el 42% en la Virgen María, el 36% en el cielo, el 26% en los milagros y el 29% en la Iglesia católica. Pero respecto a la Iglesia, la actitud de los jóvenes es más bien crítica: sólo el 11% considera que ha de ser fiel a su doctrina (cifra que coincide con la de católicos practicantes), mientras que el 64% piensa que ha de adaptarse a los tiempos modernos (se supone que al código de conducta vivido por los jóvenes). Incluso casi el 10% opina que ha de desaparecer, lo que muestra un anticlericalismo radical en un sector —de momento minoritario— de nuestra juventud.

Pero, aunque la confianza en la Iglesia y en sus dogmas es baja y la gran mayoría de jóvenes se alejan de la doctrina cristiana, surgen opciones alternativas religiosas entre la juventud. La tabla 4 es significativa. Aunque los jóvenes no son muy dados a creer en la Iglesia y sus dogmas, son capaces de aceptar cualquier otra creencia. Nada menos que el 30% cree en los espíritus, el 21% en curanderos y el 14% en los horóscopos.

Todo ello dibuja un panorama preocupante: el alejamiento de la Iglesia se desliza hacia formas de religiosidad intelectualmente poco sólidas, pero que no comprometen la conducta moral, son compatibles con sus actitudes vitales y llenan esa de ansia de «bienestar espiritual» que dicen buscar.

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El escaso valor que nuestra juventud da a la religión y en concreto, al catolicismo, contrasta con el peso importante que tiene la enseñanza religiosa entre los niños y adolescentes.

Según datos de la Conferencia Episcopal, durante el curso 2004-2005, el 79,3% de los alumnos de enseñanzas no universitarias cursaban la asignatura de Religión católica. Además, uno de cada cuatro alumnos de enseñanzas no universitarias lo hace en un centro católico y más de cien mil lo hacen en universidades católicas o de inspiración cristiana.

La pregunta que pueden hacerse los responsables de la educación cristiana de nuestra juventud es cómo es posible que disponiendo de tan amplios medios (en gran medida sufragados por el Estado, que paga los sueldos del profesorado de Religión y los conciertos educativos) no haya calado más profundamente en estos jóvenes un sentido cristiano de la vida y del mundo. En cierta medida cabría hablar de un fracaso del papel de los centros católicos en la transmisión de unos valores más acordes con el cristianismo.

 

Leandro Sequeiros San Román

Portal Krisis (batalloso.com) 18/08/2023 

SERPIENTES DE VERANO


col gerardo

 

Todos los años ocurre en época de verano algún acontecimiento que absorbe la atención y es el centro de la información superficial. El resto no suele ser noticia. Este verano no ha sido así. Se han multiplicado y se han intensificado esas serpientes, esos relámpagos, de forma que casi ha sido una constante tormenta. Algunas han sido incluso tormentas con pedrisco más que solo de agua.

Vamos viviendo un verano con hechos muy trascendentes y que nos han tocado muy fuertemente. He aquí un pequeño recuento:

1. Nuevo gobierno-elecciones en España

2. Fuego, arrasando miles de hectáreas

3. Guerra en Ucrania-Rusia

4. Otras guerras África

5. Ataques con muerte en las maras y los gobiernos de Sudamérica

6. Accidentes con muertos y muerte de varias personas por ataques personales

7. Sequía pertinaz

8. Turismo muy numeroso

9. Celebración del fútbol femenino con victoria (y polémica)

10. Encuentro de las JMJ, con el revuelo que hay en la Iglesia

Da la impresión de que no hemos vivido a fondo esas realidades sociales, humanas, físicas… Me da miedo si vamos a saber y poder reaccionar cuando empecemos el curso: ¿cómo reaccionar ante estas situaciones?

Se requiere (necesitamos) solidez, valentía, colaboración, implicación muy fuerte para saber enfrentarnos a la situación. ¿Seremos capaces de resolver estas serpientes sin que las tormentas correspondientes nos dominen?

Pienso que en medio de todas esas serpientes, ha habido también muchas personas que con serenidad, silencio, colaboración… HAN TRABAJADO POR UN MUNDO EN JUSTICIA Y PAZ. Por un mundo y una ciudad en la que quepamos TODOS, TODOS.

Esos trabajadores son como aguaceros que han mojado el suelo con paz y armonía. Todos los días hemos visto relucir las estrellas del cielo y no han faltado las canciones del verano. Pero sobre todo, no faltan personas dispuestas a enfocar el mundo, a despejar las tormentas.

EL CATOLICISMO DE VOX


col otalora

 

La irrupción de Vox en las instituciones políticas ha sido fulgurante, teniendo en cuenta que llevaba tiempo presentándose a elecciones con resultados muy marginales. Tres elementos dan a Vox un sello peculiar: su visión radical nacionalista española de inspiración franquista, una economía de mercado ultraliberal de reducir el gasto público al mínimo. Y su mal llamado ultracatolicismo, alejado en esto de los partidos de extrema derecha europeos.

Buxadé y Espinosa de los Monteros representaban las dos caras reaccionarias de Vox, los ultra católicos y los ultraliberales. Sus luchas internas han primado el catolicismo radical. Por eso quiero detenerme en el perfil que impera ahora mismo en Vox: ser los defensores puristas de lo católico. En realidad, ¿esto es así?

Vox ha mantenido una calculada posición para evitar cualquier crítica tanto a la Iglesia como al Papa para no espantar a este segmento del electorado. Pero la entrevista de Francisco con Jordi Évole en la precampaña de 2019 lo cambió todo, llegando a sonados desencuentros con la Iglesia católica, hasta el punto de que Abascal se refirió al Papa como “ciudadano Bergoglio” por su postura sobre el salario universal y la inmigración. 

Vox defiende “los valores tradicionales” atacando a todo lo que no cabe en sus convicciones, y lo hace apelando a la víscera del votante. Además, el ascenso de Abascal no se entiende sin el apoyo de El Yunque, conocido también como Organización del Bien Común, tras la cual opera un grupo poderoso de fanáticos de extrema derecha que tienen por objetivo “defender la religión católica, luchar contra las fuerzas de Satanás” e instaurar “el reino de Cristo en la tierra”… Eso sí, desde la confrontación y el sectarismo; hacerlo así no es católico, no es cristiano.

Su postura ante la violencia machista la niegan los datos. ¿Qué diría Jesús a esas mujeres maltratadas?, ¿lo que dice Vox? La petición de expulsar a inmigrantes choca con la acogida y la hospitalidad cristianas. Cáritas habla de personas y derechos y el partido ultra habla de ilegales y Derecho penal. Diríase que recela, rechaza, la llamada a “la fraternidad y la justicia para todos” que el Papa insiste en su encíclica Fratelli Tutti como algo esencial católico. Igualmente rechaza el encíclica católica Laudato si, renegando del cambio climático y de la solidaridad que propone Francisco.

Gentes racistas, xenófobas que anhelan la Cruzada del nacionalcatolicismo se sienten identificadas con Vox, un espacio en el que alimentan su desprecio y su odio a otras personas y colectivos. El Evangelio no va por este camino. Tampoco es católico proclamar una postura contra el aborto, por ejemplo, obviando la denuncia profética de que tantísimos recién nacidos mueren en el Tercer Mundo por hambre y sed. Jesús vivió con actitud de mansedumbre, humildad, respeto y acogida al diferente denunciando las injusticias, especialmente contra los más vulnerables. Nada de esto promueve Vox, por más que haya bien pensantes que les dé seguridad religiosa, que no es precisamente lo que ofrece el Evangelio, sino compromiso audaz desde el amor a todos.

¿Dónde queda la búsqueda de la paz y la actitud de amor en las propuestas de Vox? El descontento social no debe canalizarse hacia las dictaduras, sino hacia la democracia basada en la justicia social. No cabe hacer política como católico desde el odio y el rechazo. Hay que actuar desde el diálogo, el encuentro, el respeto y la construcción de puentes. La política del odio hace que tengamos los ojos cerrados ante nuestro propio rechazo al diferente, cualquiera que este sea: político, social, sexual...

Llama especialmente la atención que en el programa electoral de Vox no haya una sola mención al catolicismo, más allá de la “protección de las tradiciones populares, eventos religiosos y festejos taurinos propios de la España rural, frente a los ataques del progresismo y el globalismo”. Sobre la religión católica y su enseñanza, Vox elude a la Iglesia católica, a pesar de que su discurso proclama la intención de recoger la sensibilidad del católico. Sí concreta, en cambio, la petición de una “proposición no de Ley para la protección de los españoles frente al yihadismo y la creciente islamización de España”.

No estamos en un Estado confesional, pero si un partido abandera lo ultracatólico, al menos que no sea tan inconsecuente. Entre otras cosas, porque escandaliza.

 

Gabriel Mª Otalora

LA FE UNE, LA IDEOLOGÍA DIVIDE


col gelabert

 

 

Y esta diferencia es expresión de riqueza, de belleza, de comunión. Es una riqueza para compartir, no para oponernos.

Desgraciadamente, si miramos al conjunto de la Iglesia, a veces tengo la impresión de que hay grupos o personas que crean división por motivos ideológicos, que en ocasiones confunden con la fe. La fe es una cosa: es adhesión a Jesucristo. Sus expresiones son múltiples. Las explicaciones de las grandes verdades de la fe cristiana se expresan en lenguajes y culturas diferentes. Hay quién confunde una expresión cultural con la única posible expresión de la fe. Y entonces aparecen personas que, en vez de esforzarse en entender y comprender, condenan sin entender o, al menos, sin buscar puntos de encuentro o el lado bueno que puede haber en la postura del otro. Comenzar por reconocer el lado bueno del otro es un primer paso importante para encontrarse. Recalcar lo malo que hay en el otro es el mejor (o el peor) modo de alejarse y separarse. Y la vocación cristiana siempre es vocación de encuentro.

Todavía más lamentable, si miramos al conjunto de la Iglesia, son las descalificaciones que se hacen del Papa Francisco. Cada Papa y cada Obispo tiene su estilo, su modo de expresarse, sus preferencias pastorales. Pero esto no es motivo para no respetar al Papa o el Obispo, y no reconocer su autoridad en cuestiones pastorales, disciplinares o litúrgicas. Eso dejando aparte que el problema no es el desacuerdo en estos terrenos, porque ahí hay mucha libertad, sino la crítica sin matices y la manifestación pública de un desacuerdo que se expresa como condena y descalificación.

Los gustos litúrgicos son importantes; las opciones pastorales son importantes. Pero el aceptarse en la diferencia es todavía más importante. Si la liturgia se convierte en un arma descalificatoria, es dudoso que sea una buena liturgia, o sea, un buen culto a Dios. Porque Dios siempre nos llama al entendimiento y el perdón. Las dificultades y tensiones que puedan aparecer en la comunidad eclesial se resolverán, no con medidas de poder o de prepotencia, sino de acogida y, como está de moda decir ahora, de sinodalidad, o sea, de escucha mutua.

 

Martín Gelabert

Religión Digital

¿CUÁNTO CUESTA UN CARDENAL?


col aradillas

 

En la terminología canónica se define la palabra “cardenal” como “prelado o superior eclesiástico de categoría inmediatamente inferior a la del papa y consejero de este en los asuntos graves de la Iglesia”.

Sin otros requisitos, y en conformidad con lo que se adoctrina al pueblo-pueblo (también al de Dios), tal definición gramatical se hace referencia correcta y concreta en estas nuestras reflexiones, humanas y divinas, pese a que en temas relacionados con el dinero -denarios- eclesiástico, además de tener que lamentar que suena en demasía alrededor del altar, cualquier otra consideración o constatación es rigurosamente inaccesible, y aun con amenazas anatematizadoras.

Y de entre las preguntas que le sonsacamos al pueblo acerca del tema, de frecuente y exorbitante comunicación social y religiosa en la actualidad, destaca en primer lugar, para bien o para mal, la de qué y cuánto cuesta ser elegido Cardenal de Curia, así como el mantenimiento “digno y proporcionado” de tal título en algunas diócesis o super diócesis, o nombre concreto, por supuesto que, hoy por hoy, todavía masculino, al carecer de género femenino tal distinción y ejercicio en la Iglesia, santa, católico, apostólica y romana.

Conforme a las apariencias litúrgicas y canónicas, que son los casos que más y mejor percibe el pueblo, un cardenal cuesta mucho. Una auténtica exageración, desde supuestos y principios evangélicos y los habituales en la comunidad eclesial a la que pertenece y preside “en el nombre de Dios”, y como valor y en reconocimiento supremo otorgado por el papa, única persona en la Iglesia dotada con la facultad de conceder tal título y condición.

Muy por encima, y siempre con piedad y misericordia cristiana, el pueblo-pueblo, y parte del “Alto y Bajo Clero”, echa las cuentas y comprueba que el palacio -a veces “villa” cardenalicia, o casa de recreo situada en el campo”- demanda una notable cantidad de dinero para su mantenimiento. Los ornamentos llamados “sagrados”, en su variedad de colores, no le van a la zaga. Mitras, anillos, báculos, “familiares”, “capas magnas”, mesas bien abastecidas sin tener que invocar lo del “bocatto di cardenali”(muy exquisito, delicado y sabroso), sin faltar excelentes bebidas y otras cosas adyacentes, coches de marca “Mercedes” (por aquello de la definición de oración como “ invocar a Dios y pedirle precisamente mercedes”), cortejan a perpetuidad la figura de los cardenales con el correspondiente ritual, e interpretando además y filibusteramente ser esta, y no otra “la santa y sacrosanta voluntad de Dios”.

Sí, pero el papa Francisco…

El papa Francisco, con su ejemplo y adoctrinamiento, ha iniciado y propiciado una especie de cruzada de fraternal democratización del colegio del que ha de surgir, en su día, su sucesor pero, pese a todo, las dificultades que se presienten y manifiestan a veces por parte de sus congéneres, resultan ser aún notorias y palpables.

La vanidad se encuentra demasiadamente cómoda entre los ornamentos cardenalicios, en las “tomas de posesión” (¡¡) de ”sus” sedes, en el sobrenombre y trato de “Príncipes de sangre real de la Iglesia”, en sus títulos y escudos de armas, en el “NOS por la gracia de Dios”, aunque en sus lemas las palabras “siervo” y “servicio” se encuentren como predicado o parte de la oración gramatical.

¿Y quién, o quiénes, sufragan -pagan- tales y tantos dispendios cardenalicios? ¿El Vaticano? ¿El Óbolo de San Pedro? ¿Los “Años Santos”? ¿La entidad bancaria que en su día bautizó y protegió san Ambrosio?

No sería justo olvidar que la administración de algunas diócesis en crisis económicas, o acaparadoras de riquezas muertas, le fue confiada a expertos profesores en ascética y mística, o en el ejercicio de exorcistas, que expulsan a legiones de demonios, sobre todo a los titulares de pingües cuentas bancarias que, contra toda ley, duermen el sueño de los injustos en “paraísos” fiscales.

El santo afán reformador del papa Francisco respecto a los cardenales, aún a los más recientemente nombrados por él, exigen con urgencia revisión y reforma. Y ampliación al sexo femenino. En todo colegio, incluido el cardenalicio, para que lo sea y funcione como Dios manda y así lo requieren los tiempos, la mujer habrá de hacerse activamente presente y en igualdad de condiciones -derechos y deberes- que el hombre, sin descartar por “heterodoxa” la posibilidad de ser también aspirante al SOLIO PONTIFICIO. Este, para entonces, feliz y teológicamente, habrá cambiado de nombre y de sobrenombre.

Con respeto, devoción y curiosidad misericordiosa, esta penúltima e indiscreta pregunta: ¿Cuánto le cuesta a la diócesis de Madrid, su nuevo y joven Cardenal José Cobo? ¿Cuánto le sigue costando el Eminentísimo y Reverentísimo Purpurado Cardenal Mons. Don Antonio Rouco Varela?

 

Antonio Aradillas

Religión Digital

PEDRO CASALDÁLIGA: CRISTIANO Y REVOLUCIONARIO


col tamayo

 

El 8 de agosto de 2020 fallecía en Brasil Dom Pedro Casaldáliga, obispo de Mato Grosso, una persona de gran talla moral que constituye a mi juicio uno de símbolos más luminosos del cristianismo liberador. En el tercer aniversario de su muerte quiero hacer memoria de su figura profética, mística y poética. Casaldáliga rompió la vieja incompatibilidad entre ser cristiano y ser revolucionario con su apoyo, e incluso presencia, en la mayoría de los procesos revolucionarios de América Latina de las últimas décadas: Cuba, Nicaragua, el Salvador, Frente Zapatista, etc.

Logró hacer la síntesis de lo que suele considerarse irreconciliable: revolución y canción, evangelio y subversión. Así lo confesaba con su proverbial sinceridad poética: “Con un callo por anillo,/ monseñor cortaba arroz./ ¿Monseñor ‘martillo y hoz’? Me llaman./ Me llamarán subversivo./ Y yo les diré: lo soy./ Por mi pueblo en lucha, vivo./ Con mi pueblo en marcha, voy./ Tengo fe de guerrillero/ y amor de revolución./ Y entre Evangelio y canción/ sufro y digo lo que quiero”.

Supo compaginar lo local y lo global dando lugar a la síntesis glocalizadora. Pegado al Mato Grosso, tierra de comunidades negras, indígenas y campesinas sometidas a esclavitud por los fazendieros, fue uno de los obispos más internacionales.  Se identificó con las causas de dichas comunidades: de los posseiros, de los mártires, de las mujeres subyugadas, de los indios sacrificados, del diálogo interreligioso, de los afrodescendientes cuyas culturas siguen siendo humilladas. Hizo suyas también las causas de todos los crucificados de la tierra mutando la globalización neoliberal excluyente en globalización desde abajo, desde las víctimas, la alterglobalización inclusiva y liberadora.

Denunció las injusticias generadas por el neoliberalismo, al que incluyó en la nueva lista de pecados, hasta considerarlo el mayor pecado y la gran blasfemia del siglo XXI. Su rechazo del colonialismo le llevó a luchar contra el Imperio, contra el neoimperalismo, más poderoso, más omnímodo y más inicuo que el viejo imperialismo. Su consigna no pudo ser más desestabilizadora del Imperio: “Contra la política opresora de cualquier imperio, la política liberadora del Reino de Dios, que es de los pobres y de todos aquellos y aquellas que tienen hambre y sed de justicia”.

Casaldáliga, el gran amante de la vida de quienes la tenían más amenazada, se vio amenazado de muerte a diario. Pero cuanto más arreciaban las amenazas, más apostaba por la vida, hasta convertir su poesía en la mejor defensa de la vida de la gente que moría antes de tiempo y en el arma incruenta más desmitificadora de la muerte, a quien desafió en el “Romancillo de la muerte”, con aire lorquiano:

“Ronda la muerte, ronda/ la muerte rondera ronda./ Lo dijo Cristo/ antes que Lorca./ Que me rondarás morena,/ vestida de miedo y sombra./ Que te rondaré, morena,/ vestido de espera y gloria./ Frente a la Vida,/ ¿qué es tu victoria?/... ¡Tu nos rondarás,/pero  te podremos”.  Es la más bella y certera traducción comprometida del desafío de Pablo de Tarso a la muerte, cuando le dice en plan desafiante: “¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde tu aguijón?” (1Cor15,55).

A la violencia de los poderosos respondió con la no-violencia activa, inseparable de la justicia, en la mejor tradición de los grandes pacifistas de la historia: Buda, Confucio, Sócrates, Jesús de Nazaret, Francisco de Asís, Gandhi, Luther King, Juan XXIII, Helder Cámara, Monseñor Romero, Ellacuría, Chico Mendes, Mariella Franco, Berta Cáceres, los místicos y las místicas de todas las religiones, etc.

Fue espiado tanto por colegas del episcopado latinoamericano como por el Vaticano que le llamó a capítulo siendo el cardenal Ratzinger presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe y papa Juan Pablo II y le amenazó con el cese como obispo. Tal actitud persecutoria, lejos de amedrentarle, le reafirmó en su radicalismo evangélico, pero sin romper ningún puente de comunicación que le permitiera avanzar en el camino hacia Otro Cristianismo Posible.  

Creo que la mejor expresión del itinerario vital, existencial, humano y religioso de Pedro Casaldáliga es “teología y praxis de liberación”: la praxis como acto primero; la teología como acto segundo, que dio lugar a una de las tendencias más creativas de  la teología de la liberación: la Teopoética de la liberación. En ella el obispo de Mato Grosso logró aunar estética literaria y ética. Pero no en abstracto, sino desde la opción por los condenados de la tierra para contribuir a su liberación, devolverles es su dignidad y rehabilitarlos como seres humanos en el ejercicio pleno de sus derechos, siendo el derecho a una vida digna y verdaderamente eco-humana fraterno-sororal el principal y la fuente de los demás derechos.

La nonagenaria vida de Pedro Casaldáliga tuvo sentido y, quizá más importante, contribuyó a llenar de sentido la vida de aquellas personas, colectivos y pueblos a quienes los poderes coaligados se le negó. Así cobra sentido también su proverbial afirmación: “Mis causas son más importantes que mi vida”.

Para profundizar en las ideas aquí expuestas remito a Juan José Tamayo, Pedro Casaldáliga. Larga caminada con los pobres de la tierra (Herder, Barcelona, 2020).

 

Juan José Tamayo/teólogo de la liberación

¿QUIÉN GESTIONA LAS LLAVES PETRINAS DEL REINO?


col pikaza

 

Texto base: Mateo 16,13-20

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?" Ellos contestaron: "Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas." Él les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Simón Pedro tomó la palabra y dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo." 

Jesús le respondió: "¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo." Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

1. Llaves del Reino, llaves de Pedro (Mt 16, 17-19).

A ti te daré las llaves del reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra habrá sido atado en el cielo, y lo que desates en la tierra habrá sido desatado en los cielos.

Éstas son las llaves con la que Pedro ha abierto el camino del Reino de Jesús para los gentiles, acogiendo el mensaje de Pablo y vinculando ese mensaje al de los judeo-cristianos. Estas llaves han servido para abrir el reino a los pobres, excluidos y gentiles. Pedro las utilizó una vez y para siempre, en el momento clave de la iglesia, como clavero supremo, abriendo con ellas (con la autoridad de Dios) el mismo Reino de Dios para los pobres y expulsados de la ley judía.

A estas llaves de Pedro se han opuesto, dentro de la misma iglesia, las contra-llaves de un tipo de escribas y fariseos "cristianos" que se han opuesto de hecho a la apertura de Pedro y que han querido introducir dentro de la iglesia un tipo de ley anti-petrina, que ha tendido a convertir la iglesia de Jesús en una mala sinagoga de escribas-fariseos, partidarios del mal judaísmo (no del bueno), un tema que aparece ya en la cartas de Pablo y, sobre todo, en la historia de un mal catolicismo que, diciéndose petrino, ha sido de hecho anti-petrino 

Estas llaves auténticas de Pedro han pasado al conjunto de la Iglesia, que es comunidad de comunidades, de forma que a cada iglesia sea heredera de las llaves de Pedro, como ha puesto de relieve Mt 18, 15-20 

Conforme a la palabra solemne de Mt 16, 19, Jesús ha dado a Pedro las llaves del Reino de los cielos. Pero después, otro pasaje del mismo concede a cada comunidad cristiana «las mismas llaves»: «todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra será desatado en el cielo» (Mt 18, 18).

El mismo Mateo habla además de unas «llaves perversas», propias de los fariseos. Desde ese fondo podemos mirar de conjunto el tema de las llaves y la función de la autoridad de la iglesia en Mateo , integrando así a Pedro dentro de la comunidad, que debe superar siempre el riesgo "fariseo" del poder sacral.

(1) Las llaves de los escribas y fariseos (Mt 23, 13).

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres. Pues vosotros no entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando.

Ellos escribas-fariseos no han de entenderse aquí como representantes de una autoridad ajena a la iglesia (en la línea de un buen judaísmo rabínico posterior), sino como cristianos de línea farisea, cuya existencia e influjo ha destacado Hechos (cf. Hech. 15, 5).

Mateo no critica por tanto a unos «judíos/judíos», sino a unos escribas y fariseos de la iglesia, que han querido tomar el poder de las llaves, para utilizarlas de un modo legalista, cerrando el Reino de Dios a los otros (es decir, a los que no cumplen sus normas, a los pobres de Jesús, a los impuros).

Al actuar así, esos cristiano-fariseos no entran en el Reino (pues no aceptan la apertura petrina de Jesús a los pobres y excluidos, conforme a la historia auténtica Pedro), ni dejan entrar a los demás (pues les cierran el camino de la iglesia, que es portadora de ese Reino).

En esa línea se ha dicho, y se sigue diciendo (conforme al magisterio de Francisco) que en ciertos momentos (a partir del X y especialmente del XVI d.C., las llaves de la iglesia católica han sido a veces más fariseas (en el mal sentido de la palabra) que petrinas, han servido para cerrar más que para abrir.

Por eso, la reforma sinodal de la iglesia, que está defendiendo Francisco, ha de ser plenamente petrina no anti-petrina, en la línea del Pedro integral de los evangelios y del mismo mensaje de Pablo, que critica ciertos rasgos del poder del Pedro pero que, en 1 Cor 15 le sitúa en el principio de la Iglesia.

 Se trata, por tanto, de recuperar al Pedro hermano, al Pedro sinodal que recibe, según Mateo, las llaves del Reino, pero no para encerrarse con ellas en una iglesia-fuerte, sino para garantizar con ellas la libertad y responsabilidad de cada una de las comunidades cristianas, como he puesto de relieve en mi comentario de Mateo.

(3) Las llaves de cada comunidad (18, 15-20).

 Conforme a lo anterior, cada comunidad cristiana, en comunión con las demás comunidades, es heredera y portadora de las mismas llaves de Pedro, que han de ser asumidas y utilizadas en sentido salvador, de apertura mesiánica, a cada iglesia.

En verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra habrá sido atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra habrá sido desatado en el cielo. También os digo que, si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidan, les será hecha por mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres están congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Este pasaje omite la primera función de Pedro (ser "roca"), quizá suponiendo que ella no puede repetirse, sino que Jesús la ha concedido una vez y para siempre a Pedro, en el principio de la Iglesia, pero atribuye la segunda función (cerrar y abrir el Reino), vinculada a las llaves de Dios (atar y desatar, cerrar y abrir), a cada comunidad, que aparece así como presencia de Cristo (verdadera Piedra eclesial, auténtico Pedro).

De una forma que resulta lógica en la línea del judaísmo y cristianismo antiguo, pero que va en contra de una visión posterior de algunas iglesias, el Jesús de Mateo no atribuye las llaves de Dios (atar–desatar) a un obispo, patriarca o papa separado, sino a cada una de las comunidades cristianas (donde estén dos o tres reunidos en mi nombre...).

Lo que hizo Pedro en su tiempo, de una vez por siempre, para el conjunto de la Iglesia (entendida en forma de comunidad sinodal de iglesias), pueden y deben hacerlo después los creyentes reunidos de cada iglesia particular, que así aparecen como herederos de su función constituyente o magisterial.

 En esta línea, los papas que se dicen y han de ser portadores del carisma de Pedro han de potenciar la autoridad sinodal de cada Iglesia

(4). Anejo. No llaméis a nadie Padre (23, 6-10).

"Los escribas y los fariseos… buscan los primeros asientos en los banquetes y las primeras sillas en las sinagogas, las salutaciones en las plazas y el ser llamados por los hombres: Rabí, Rabí. "Pero vosotros, no seáis llamados Rabí; porque uno solo es vuestro Maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis a nadie vuestro Padre en la tierra, porque vuestro Padre que está en los cielos es uno solo. Ni os llaméis Guía, porque vuestro Guía es uno solo, el Cristo.

Cada una de las comunidades, formadas por hermanos-iguales (sin diferencia de varones y mujeres, clérigos y laicos, siervos y señores), ha recibido «las llaves de Pedro», esto es, su capacidad de discernimiento al servicio del Reino de Dios.

Posiblemente había en las comunidades de las que habla Mateo profetas, sabios y escribas (cf. Mt 23, 34); incluso podría haber ministros eclesiales en la línea de los obispos y presbíteros posteriores; pero el texto no habla de ellos, ni les concede una autoridad sobre los otros, pues la autoridad de la iglesia se identifica con el discernimiento y diálogo fraterno de la comunidad.

Desde este fondo puede entenderse la crítica de Mt 23, 1-12 contra aquellos que buscan las «prôtokathedrias» o primeras cátedras (de honor y enseñanza) en las iglesias, pues todos los creyentes son hermanos y ninguno debe elevarse como padre, maestro o director sobre los otros.

Más aún, en esa misma línea deben entenderse las afirmaciones programáticas donde (siguiendo en la línea de Mc 9, 35-38; 10, 13-13. 35-45) Mateo ha puesto de relieve la autoridad de los pobres y pequeños, que aparecen así como verdaderos «papas de la iglesia». «¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Jesús, llamando a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: En verdad os digo: si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos» (Mt 18, 1-3).

 

Xabier Pikaza teólogo

Religión Digital

GRACIAS INMENSAS / MILA ESKER

fe adulta

col lozano art

 

muchas gracias1

Me siento colmado y desbordado de gratitud ante vuestra cercanía amorosa -tras la partida de Ana-, que me llega a través de todos los medios. Emocionado ante tantas expresiones de amor, apoyo e incluso ayuda concreta. Recibo y acojo cada palabra, cada deseo, cada gesto, percibiendo el amor que lo sostiene, como si fuera un “guiño” de Ana queriendo regalarme paz.

Desearía poder contestar a cada uno, a cada una, de manera personal, como acostumbro hacer -me parece que nunca he dejado un correo o un mensaje sin respuesta-, pero en esta ocasión me resulta literalmente imposible. Así que quiero haceros llegar desde aquí un abrazo sentido y sostenido, de la misma manera que vuestra presencia me ayuda a sostenerme a mí. ¡GRACIAS infinitas!, ¡Eskerrik asko!

Y me gustaría compartiros el regalo que estoy viviendo y que no es otro que la sensación densa, prolongada y liberadora de la presencia de Ana. Su presencia despierta mi gratitud y atenúa el dolor de su ausencia física. Su sonrisa hace que se dibuje otra espontánea en mi rostro. Tal como lo siento, ha sido la gratitud la que me ha ido haciendo sentir, de manera inimaginable, intensa y profunda su Presencia, grabando su sonrisa en lo más profundo de mí. Ella me sostiene. Y, acompañándome de ese modo, me regala aprender, no solo a sentirla de un modo nuevo -es «otra forma» de presencia-, sino a vivir compartiendo con ella de manera consciente todo lo que vivo. En ello estoy, en lo que percibo como un aprendizaje continuo…

Desde que empezamos a compartir la vida, hacíamos con frecuencia una práctica -la vivíamos como práctica meditativa-, que le gustaba mucho y que ella llamaba “una de miradas”. Consistía en sentarnos frente a frente y, simplemente, mirarnos, acogiendo todo lo que ahí pudiera surgir.

Pues bien, estos días hago esa misma práctica ante una fotografía suya en la que mira de frente. Y al permanecer mirando su fotografía, me parece notar cómo su rostro va cambiando de expresión -sin duda, el recuerdo de lo que ocurría en aquellos momentos- pero, sobre todo, experimento cómo “su” mirada y “mi” mirada, poco a poco, se transforman en una sola y única mirada. Acallados los “yoes”, solo hay mirada y silencio, silencio sonriente y cómplice, solo presencia gozosa. 

Hay todavía momentos a lo largo del día en que el dolor de su ausencia física me muerde violentamente, y otros en los que la angustia de no tenerla recorre todo mi cuerpo, inundando la boca y el estómago. Aparecen también oleadas de soledad y tristeza que, aunque apaciguadas por la aceptación y el silencio, pueden permanecer un tiempo como trasfondo apenado, y que necesitan un tiempo de llanto para ser evacuadas.

Esta situación me está mostrando en toda su crudeza la paradoja que somos: cómo es posible sentir un vacío lacerante que se despierta en cada rincón de la casa, en cada calle y en cada camino que recorríamos -un vacío que me oprime el pecho y se agudiza al reverberar las palabras que me repetía continuamente: “No sabes bien cuánto te quiero”- y, al instante, sentir su presencia plena y amorosa asegurándome que “todo está bien”. En esa paradoja me muevo: entre la angustia, que en ocasiones parece insoportable, de mi organismo cuerpo-mente-psiquismo (lo que llamamos el «yo») y la plenitud atemporal que somos.

¡Claro que hay momentos de vacío y de pena, de desgarro y de llanto -oleaje inevitable, consecuencia de lo que ha sucedido-, pero todo es Plenitud, solo la Vida es y todo es Vida!

Desde la creencia que tiende a identificarme con el yo, esto suena a locura y desvarío. El yo tiene bien delimitado lo que es «bueno» o «malo» para él y no admite el menor cuestionamiento sobre ello. Pero basta soltar aquella creencia errónea, acallando la mente pensante, para caer en la cuenta de que todo, sencillamente, es. Y Eso que es -Plenitud, Consciencia, Vida…-, es lo que somos. «Ahí», Ana y yo somos lo mismo.

muchas gracias2

Eso que se me va regalando hace que, aun en medio de la vulnerabilidad y de los miedos que la acompañan, se vaya abriendo ante mí el camino de la paz. Ese es el regalo cotidiano de Ana: su mirada profunda y luminosa y su sonrisa juguetona pacifican mi sensibilidad alborotada, me conducen a la profundidad, relativizan tantas cosas… y me hacen mejor persona. Y por si me olvidara, aparte su sonrisa profunda y serena que me habita, descubro «guiños» suyos por doquier, señales para mí inequívocas de su presencia cuidadora. Todo ello está produciendo la «magia» de poder vivirme en un «diálogo» constante con ella… y sus «bromas». Me llena de tanta Gratitud su presencia luminosa…

Gracias también de corazón a cada una y cada uno de vosotros, cada cual con su modo particular de expresar el afecto y el apoyo. Recibid este mensaje como si fuera un abrazo “personalizado” y único. Es lo que quiere ser y lo que vivo en mi corazón. Os abrazo.

Enrique Martínez Lozano

Boletín semanal

Zizur Mayor, 27 de agosto de 2023.

COMO UN PARTO

fe adulta

col bennasar com

 

Es poco común escuchar en nuestras comunidades eclesiales el lenguaje en femenino, y mucho menos expresiones de la vida y realidad profunda de lo que sentimos, pensamos y percibimos las mujeres.

Así la Palabra pierde fuerza para nosotras, lo cual es una gran lacra para la espiritualidad y estilo de vida de más de la mitad de la humanidad creyente, y sigue sin importarles a los que se otorgan la autoridad divina de decidir quién habla y quien se calla, aún hoy. 

La expresión original de los textos bíblicos es interpretada siempre por una mente masculina, en detrimento de la riqueza femenina, de la mente y percepción de más del noventa por cien de las personas que  “están en ello, que están ahí”.

Si quisieran, también ellos podrían ser uno más y aportar su talento, no su autoritarismo que tanto daño ha hecho y sigue haciendo, sobre todo a la riqueza femenina que el Espíritu/Ruah ha regalado a la historia, al Universo y que por falta de respeto, por falta de Shemá, se ha ido dispersando y está en la otra orilla, posiblemente más cerca del Reino, también hoy.

Este mes de Agosto hemos celebrado a dos mujeres extra-ordinarias: Clara de Asís, posiblemente una de las primeras que enfrentó al papa por  conseguir lo que el Espíritu le decía a ella y a su comunidad, consiguiendo un poco de espacio, pero no pudo evitar que las metieran detrás de las rejas cuyo carisma original no lo consideraba…y Edith Stein, luego llamada Teresa Benedicta de la Cruz, asesinada durante el holocausto aún a pesar de haberse convertido al catolicismo y ser religiosa. La raza no perdona. Esta mujer nos deja un tesoro literario-filosófico y espiritual: una de sus frases me ayuda para un discernimiento a pie de calle: “es en la oración donde encontrarás la luz para ver por donde seguir, no en los análisis y razonamientos.”

Por último, antes del texto, compartir que aún en los ambientes más abiertos aparentemente, sigue dominando mucho ese hacer masculino: nos decía una teóloga de la liberación que ese maravilloso movimiento se vino abajo mayormente porque la teoría de la igualdad era preciosa en las reuniones y textos…pero en la realidad la cultura y la vida misma seguía siendo machista, patriarcal, opresora…y parece que el Espíritu se fue retirando al ver que era más de lo mismo, que allí no había hueco para la metanoia que tanto hambreaban y hambreamos.

Y de pronto, como una brisa en mitad de un calor abrasador, Jeremías irrumpe en este primer domingo de septiembre, como iniciando para nosotrxs el curso con una contraseña siempre actual, una que nunca se gasta ni envejece, ni pasa de moda, pero sí muy obviada: “tú me sedujiste y yo me dejé seducir…”

 Es un lenguaje poco masculino, y por ello le damos las gracias. ¡Cuántas vocaciones ha despertado e interpretado esta frase! Y continúa  “Tu palabra era como fuego ardiendo en mis huesos…”

Lenguaje de una persona atrapada por la fuerza centrípeta del amor, del amor que integra a la persona entera y la dispone para la vida. Esa persona que se deja atrapar en esa espiral de vida y amor personal, redunda en entrega total, rendida y fiel al amor que le invade.

Desde ahí tiene sentido asumir el parto del que nos habla en lenguaje de cruz, el evangelio.

Quien se acerca al Dios vivo queda preñado de vida. Y esa vida tiene que gestarse, nacer y crecer. El seguimiento es como una larga gestación donde sólo quien es consciente de la vida de Dios que lleva dentro la cuida, la alimenta y la comparte.

Tomar la cruz es acoger la Vida, dejar lo que le hace daño…

Jesús avisa que va a padecer mucho a causa del poder del dinero, de los líderes religiosos e intelectuales que pasarán a la ofensiva contra él. Y nos indica que la muerte no será la última palabra.

Las palabras de Pedro concretan la tercera gran tentación, la del poder y la gloria. Pedro es obstáculo porque quiere desviar el mesianismo de Jesús hacia el poder y el triunfo.

Entonces Jesús irrumpe, en nuestro texto de hoy, con un elenco sencillo de Condiciones del Seguimiento:

Precedido de una firme adhesión inicial: venirse conmigo

- renunciar a toda ambición personal

- aceptar ser perseguido por la sociedad, incluso a ser condenado a muerte

- “ser” contra la vanidad de poder y de tener

Es un proceso de muerte del yo con todas sus tretas y ambiciones recónditas disfrazadas de bondad, generosidad, altruismo…para asumir la desnudez de lo auténtico; lo peligroso de adherirte a alguien; la total intemperie, que nos remite a no buscar refugios fáciles…sino asumir, en carne propia el proceso de gestar vida.

Por todo ello, a la hora de poner cuerpo al texto de hoy emerge la imagen de un embarazo: el feto está adherido a ti y tú a él. Lo que cuenta es la vida, no la belleza,  ni el éxito, ni el poder…que queda tan relativizado frente al amor apasionado de una madre para conseguir dar a luz. Y por ello no repara en optar por lo mejor para la vida en gestación, aún que le cueste dolor, sacrificio, renuncia, incluso la propia vida, porque esta valentía es innata en la persona.

Cuántas personas también hoy nos dejamos seducir por la Vida que   se nos otorga el privilegio de gestar, eso sí, asumiendo los riesgos de la gestación que es donde la mayoría retrocede porque tal vez lo que falta no es valentía sino amor apasionado, dejarnos seducir como Jeremías y como Clara y como Edith y como las beguinas que permearon Europa de Vida. Ojalá acojamos su espíritu con la sabiduría de ver el momento y responder con nuestra vida.

Y luego sí, el Reino tiene rostro humano, rostro de criatura viva, rostro de comunidad y de bienaventuranza y de Magnificat. Y la cruz, como el parto, la herramienta para liberarnos de tanto ego acumulado. Acabo de saber que tres diócesis de California, donde he tenido el honor de trabajar y estudiar, se han declarado en bancarrota por el tema indemnizaciones por abusos. Eso significa, de nuevo, que la ausencia de Vida es lo que domina y que tantas personas que trabajan por la justicia, por una pastoral familiar, de jóvenes…se quedarán en la calle.

¡Cuánto amor de seducción por el Amado ha faltado en la institución! Acabemos con la ausencia poniendo presencia, y en esto las mujeres somos número uno. Lo fueron también nuestras hermanas y hermanos que así lo vivieron.

Buen inicio de curso para todxs,


LA CRUZ ES OTRA COSA

col pagola

 

 


Es difícil no sentir desconcierto y malestar al escuchar una vez más las palabras de Jesús: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga». Entendemos muy bien la reacción de Pedro, que, al oír a Jesús hablar de rechazo y sufrimiento, «se lo lleva aparte y se pone a increparlo». Dice el teólogo mártir Dietrich Bonhoeffer que esta reacción de Pedro «prueba que, desde el principio, la Iglesia se ha escandalizado del Cristo sufriente. No quiere que su Señor le imponga la ley del sufrimiento».

Este escándalo puede hacerse hoy insoportable para los que vivimos en lo que Leszek Kolakowsky llama «la cultura de analgésicos», esa sociedad obsesionada por eliminar el sufrimiento y malestar por medio de toda clase de drogas, narcóticos y evasiones.

Si queremos clarificar cuál ha de ser la actitud cristiana, hemos de comprender bien en qué consiste la cruz para el cristiano, pues puede suceder que nosotros la pongamos donde Jesús nunca la puso.

Nosotros llamamos fácilmente «cruz» a todo aquello que nos hace sufrir, incluso a ese sufrimiento que aparece en nuestra vida generado por nuestro propio pecado o nuestra manera equivocada de vivir. Pero no hemos de confundir la cruz con cualquier desgracia, contrariedad o malestar que se produce en la vida.

La cruz es otra cosa. Jesús llama a sus discípulos a que le sigan fielmente y se pongan al servicio de un mundo más humano: el reino de Dios. Esto es lo primero. La cruz no es sino el sufrimiento que nos llegará como consecuencia de ese seguimiento; el destino doloroso que habremos de compartir con Cristo si seguimos realmente sus pasos. Por eso no hemos de confundir el «llevar la cruz» con posturas masoquistas, una falsa mortificación o lo que P. Evdokimov llama «ascetismo barato» e individualista.

Por otra parte, hemos de entender correctamente el «negarse a sí mismo» que pide Jesús para cargar con la cruz y seguirle. «Negarse a sí mismo» no significa mortificarse de cualquier manera, castigarse a sí mismo y, menos aún, anularse o autodestruirse. «Negarse a sí mismo» es no vivir pendiente de uno mismo, olvidarse del propio «ego», para construir la existencia sobre Jesucristo. Liberarnos de nosotros mismos para adherirnos radicalmente a él. Dicho de otra manera, «llevar la cruz» significa seguir a Jesús dispuestos a asumir la inseguridad, la conflictividad, el rechazo o la persecución que hubo de padecer el mismo Crucificado.

Pero los creyentes no vivimos la cruz como derrotados, sino como portadores de una esperanza final. Todo el que pierda su vida por Jesucristo la encontrará. El Dios que resucitó a Jesús nos resucitará también a nosotros a una vida plena.

NO TIENES QUE RENUNCIAR A NADA, PERO COMO SER LIMITADO DEBES ESTAR SIEMPRE ELIGIENDO DOMINGO 22 (A) Mt 16,21-27

fe adulta

col fraymarcos

 


El texto es continuación del leído el domingo pasado. Lo que Mateo pone hoy en boca de Jesús ni siquiera es aceptable para los seguidores. Jesús acaba de felicitar a Pedro por expresar pensamientos divinos. Ahora le critica muy duramente por pensar como los hombres. La diferencia es abismal. Pedro es coherente con lo que dijo de Jesús: tú eres el ungido, el hijo de Dios vivo. ¿A qué judío se le podía ocurrir que el Mesías iba a morir en la cruz? Ni Jesús pudo pensar tal cosa, aunque nuestros prejuicios lo ven como natural.

Los primeros cristianos tardaron mucho tiempo en armonizar las diversas maneras de concebir a Jesús. A pesar del esfuerzo, encontramos en los evangelios infinidad de incoherencias. Como Pedro, los cristianos en todas las épocas nos hemos escandalizado de la cruz. Nadie hubiera elegido para Jesús ese camino. La imagen de un Mesías victorioso es la única que puede tener sentido desde la perspectiva judía. La muerte de Jesús en la cruz es un contrasentido que se trató de integrar con una serie de argumentos contradictorios.

La muerte de Jesús fue para los primeros cristianos el punto más impactante de su vida. Seguramente el primer núcleo de los evangelios lo constituyó un relato de su pasión. No nos debe extrañar que, al redactar el resto de su vida se haga desde esa perspectiva. Hasta cuatro veces anuncia Jesús su muerte en el evangelio de Mateo. No hacía falta ser profeta para darse cuenta de que la vida de Jesús corría serio peligro. Lo que decía y lo que hacía estaba en contra de la doctrina oficial y los encargados de su custodia tenían el poder suficiente para eliminar a una persona tan peligrosa para sus intereses.

Pedro responde a Jesús con toda lógica. ¿Podía Pedro dejar de pensar como judío? Incluso el día que vinieron a prenderle, Pedro sacó la espada y atizó un buen golpe a Malco, para evitar que se llevaran al Maestro. Era inconcebible para un judío que al Mesías lo mataran los más altos representantes de Dios. El texto quiere transmitirnos la idea de un Jesús acomodado a los acontecimientos inaceptables, como representante de Dios. La radical crítica de Jesús a Pedro tiene como objetivo ordenar los juicios contradictorios que se sucedieron durante los primeros años del cristianismo.

La respuesta de Jesús a Pedro es la misma que dio al diablo en las tentaciones. Ni a los fariseos ni a los letrados, ni a los sacerdotes dirige Jesús palabras tan duras. Quiere indicar que la propuesta de Pedro era la gran tentación, también para Jesús. La verdadera tentación no viene de fuera, sino de dentro. Lo difícil no es vencerla sino desenmascararla y tomar conciencia de que ella es la que puede arruinar nuestra Vida. Jesús no rechaza a Pedro, pero quiere que descubra su verdadero mesianismo, que no coincide ni con el del judaísmo oficial ni con lo que esperaban los discípulos.

El seguimiento es muy importante en todos los evangelios. Se trata de abandonar cualquier otra manera de relacionarse con Dios y entrar en la dinámica espiritual que Jesús manifiesta en su vida. Es identificarse con Jesús en su entrega a los demás, sin buscar para sí poder o gloria. Negarse a sí mismo supone renunciar a toda ambición personal. El individualismo y el egoísmo quedan descartados de Jesús y del que quiera seguirlo. Cargar con la cruz es aceptar la oposición del mundo. Se trata de la cruz que nos infligen otras personas –sean amigas o enemigas– por ser fieles al evangelio.

En tiempo de Jesús, la cruz era la manera más denigrante de ejecutar a un reo. El carácter simbólico solo llegó para los cristianos después de comprender la muerte de Jesús. Como el relato habla de la cruz en sentido simbólico, es improbable que esas palabras las pronunciara Jesús. El condenado era obligado a cargar con la parte trasversal de la cruz (patibulum). No está hablando de la cruz voluntariamente aceptada sino de la impuesta por haber sido fiel a sí mismo y Dios. Lo que debemos buscar es la fidelidad. La cruz será consecuencia inevitable de esa fidelidad.

Jesús nos muestra el camino que nos puede llevar a una mayor humanidad. Esa propuesta es la única manera de ser humano. Todo ser humano debe aspirar a ser más; incluso ser como Dios. Pero no es fácil encontrar el camino que le lleve a su plenitud. Los argumentos finales dejan claro que las exigencias, que parecen tan duras, son las únicas sensatas. Lo que Jesús exige a sus seguidores es que vayan por el camino del amor. Aquí está la esencia del mensaje cristiano. No se trata de renunciar a nada, sino de elegir en cada momento lo mejor. Verlo como renuncia es no haber entendido ni jota.

Jesús no pretende deshumanizarnos como se ha entendido con frecuencia sino llevarnos a la verdadera plenitud humana. No se trata de sacrificarse, creyendo que eso es lo que quiere Dios. Dios quiere nuestra felicidad en todos los sentidos. Dios no puede “querer” ninguna clase de sufrimiento; Él es amor y solo puede querer para nosotros lo mejor. Nuestra limitación es la causa de que, a veces, el conseguir lo mejor, exige elegir entre distintas posibilidades, y el reclamo del gozo inmediato inclina la balanza hacia lo que es menos bueno e incluso malo. Entonces mi verdadero ser queda sometido al falso yo.

La mayoría de nuestras oraciones pretenden poner a Dios de nuestra parte en un afán de salvar el ego y la individualidad, exigiéndole que supere con su poder nuestras limitaciones. Lo que Jesús nos propone es alcanzar la plenitud despegándonos de todo apego. Si descubrimos lo que nos hace más humanos, será fácil volcarnos hacia esa escala de valores. En la medida que disminuyo mi necesidad de seguridades materiales, más a gusto, más feliz y más humano me sentiré. Estaré más dispuesto a dar y a darme, aunque me duela, porque eso es lo que me hace crecer en mi verdadero ser.

Una perfecta vida biológica no supone ninguna garantía de mayor humanidad. Todo lo contrario, ganar la Vida es perder la vida, yendo más allá del hedonismo. Lo biológico es necesario, pero no es lo más importante. Sin dejar de dar la importancia que tiene a la parte sensible, debes descubrir tu verdadero ser y empezar a vivir en plenitud. La muerte afecta solo a tu ser biológico que se pierde siempre. Si accedes a la verdadera Vida, la muerte pierde su importancia. La plenitud se encuentra más allá de lo caduco: no más allá enel tiempo, sino más allá en profundidad, pero aquí y ahora.

Para ser cristiano, hay que trasformarse. Hay que nacer de nuevo. Lo natural, lo cómodo, lo que me pide el cuerpo, es acomodarme a este mundo. Lo que pide mi verdadero ser es que vaya más allá de todo lo sensible y descubra lo que de verdad es mejor para la persona entera, no para una parte de ella. Los instintos no son malos; que los sentidos quieran conseguir su objeto, no es malo. Sin embargo, la plenitud del ser humano está más allá de los sentidos y de los instintos. La vida humana no se nos da para que la guardemos y preservemos, sino para que la consumamos en beneficio de los demás.