Este quinto domingo de cuaresma se nos presenta una nueva disputa de Jesús frente a los fariseos y escribas. Estos siguen tratando de buscar alguna manera de acusarlo para que sea condenado.
Pero hemos de fijarnos también en lo que nos relata el inicio del evangelio de hoy. Jesús se retira, se aleja de las tareas, del ruido, de la gente. Y va al monte de los olivos, se va a una zona para orar, para estar con Dios. Tal como hará tiempo después, cuando es apresado. Tiene confianza plena en Dios, y está con él todo el tiempo que puede. IR A LA PÁGINA
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