Este es uneditorial de la revista estadounidense NCR- National Catholic Reporter. Está escrito con rigor y prudencia, pero descubre lo que suponíamos: que lo de Viganò no fue un escrito personal de un nuncio acostumbrado a hacerse el mártir y confundir su revanchismo con la denuncia profética. Viganò fue manejado por poderosos representantes del ultraliberalismo a quienes le molesta mucho la figura y acción de Francisco en todo el mundo. AD.
La refutación concisa y bien redactada del cardenal Marc Ouellet de la ahora infame carta de Viganò es el punto necesario para reventar la burbuja de mezclas fabulistas que giran alrededor de la extrema derecha católica. Esas teorías, que no pasarían por una mala ficción, son fácilmente reveladas como intentos torpes de desacreditar al papado de Francisco.
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