Ollantay Itzamná
Redes Cristianas
En los últimos días, una caravana de varios cientos de hondureños y hondureñas, salió de la ciudad de San Pedro Sula, Honduras, “expulsados por la hambruna y la violencia que reina en el país”, decididos hasta llegar a los EEUU y buscar en ese país una “vida mejor”.
La primera dificultad la encontraron en la ciudad de ingreso a Guatemala (Esquipulas) cuando migración guatemalteca, por ordenes del gobierno norteamericano intentó retenernos con militares y policías chapines armados bloqueándoles el paso. Entonces, la caravana ya había crecido a más de dos mil hondureños. La ciudadanía guatemalteca, lejos de oír el llamado inhumano norteamericano, brindó y brinda su apoyo material y moral, a estos hermanos suyos en el infortunio, mientras pasan camino hacia México.
La primera dificultad la encontraron en la ciudad de ingreso a Guatemala (Esquipulas) cuando migración guatemalteca, por ordenes del gobierno norteamericano intentó retenernos con militares y policías chapines armados bloqueándoles el paso. Entonces, la caravana ya había crecido a más de dos mil hondureños. La ciudadanía guatemalteca, lejos de oír el llamado inhumano norteamericano, brindó y brinda su apoyo material y moral, a estos hermanos suyos en el infortunio, mientras pasan camino hacia México.
El Presidente de los EEUU., Donald Trump, y su Vicepresidente Mike Pence, alertados por la salida de dicha caravana de hondureños hacia su país, se comunicaron con Juan Orlando Hernández (Presidente de Honduras) y Jimmy Morales (Presidente de Guatemala) exigiéndoles que frenaran a dichos migrantes, bajo amenaza de cortar de inmediato toda ayuda económica a dichos gobiernos centroamericanos.
El inconstitucional gobierno de Juan Orlando Hernández no pudo, ni puede hacer mucho porque no tiene capacidad económica, ni material, para retener la hambruna y la violencia generalizada que expulsa sistemáticamente a hondureños de su país. Hondureños, con instinto de sobrevivencia, continuarán escapando de la muerte que gobierna su país con destino incierto.
El desmoralizado y vapuleado gobierno de Guatemala, Jimmy Morales, ahora, concentrado en evitar por todos los medios su encarcelamiento por actos de corrupción, tampoco pudo o puede hacer mucho para frenar la caravana de hondureños con destino hacia los EEUU. La Constitución Política de la República de Guatemala dispone un especial trato preferencial para ciudadanos centroamericanos. Y, además, están los convenidos internacionales sobre movilidad humana ratificados por Guatemala.
El gobernador del Estado de Chiapas, México, ya expresó públicamente su voluntad de acoger a la caravana en camino, en su paso para la frontera con EEUU.
¿Por qué le preocupa al gobierno norteamericano una caravana de 2 mil migrantes?
La migración de hondureños hacia los EEUU. es tan antigua como el intervencionismo norteamericano en éste país. Dicha migración recrudeció durante el vigente sistema neoliberal. Llegando a catalogarse incluso como “silenciosas estampidas humanas” permanentes.
Pero, esta dolorosa migración no escandalizaba porque era y es prácticamente una “industria sumergida”. Beneficiaba al sistema financiero internacional no sólo por las remesas económicas, sino también por las millonarias sumas que mueven los coyotes, y la corrupción en las fronteras. ¡Cuando los migrantes van en caravana no pagan los millones de dólares a los coyotes, tampoco a los agentes de migración en las fronteras!
Les preocupa porque es un mal ejemplo para los centroamericanos desesperados en la hambruna made in USA. Ésta es la segunda caravana que se conoce, desde Honduras (a inicios de año fue la primera). Y, se prepara una tercera desde el sur del país. Pagar coyote cuesta entre 3 a 5 mil dólares por persona, y viajan a escondidas. En cambio, en caravana, la gente los apoya en su paso, y sufren menos.
Al parecer es el inicio de la visibilización del fenómeno de estampidas centroamericanas, en caravanas, hacia la deseada y temida frontera norteamericana. A millones de centroamericanos, en especial en el hambriento Triángulo Centroamericano (Guatemala, Honduras, El Salvador), les retenía (en alguna medida) el miedo y la incertidumbre de salir solos, por el mortal camino hacia el Norte, en busca “días mejores”. Ahora, en caravana se va mejor.
Fracasó el Plan de Alianza para la Prosperidad en el Triángulo Centroamericano
Tanto saqueo, empobrecimiento, corrupción, emprendido por oligarquías y gobiernos impuestos o prohijados por los gobiernos norteamericanos en la región, ahora, termina expulsando caravanas de migrantes saqueados con dirección hacia los EEUU. Son los sobrevivientes al holocausto del intervencionismo norteamericano.
Frente a eso, con intenciones de prevenir o frenar este fenómeno migratorio, el gobierno norteamericano emprendió su tan anunciado Plan de Alianza para la Prosperidad para el Triángulo Centroamericano, en 2014. Prometió millones de dólares de ayuda financiera para desarrollo humano (así frenar la migración). Pero, esa ayuda jamás llegó, y si llegó, fue para los gobiernos y empresarios corruptos.
Lo que sí hizo el plan fue concesionar y privatizar ríos y territorios, en dicho triángulo, para generar y acumular más riqueza para las empresas transnacionales. Y, la pobreza, en algunos departamentos de estos países, bordea incluso hasta el 80% de la población.
Este engaño lo sabe y siente la gente. Por eso, lejos de disminuir la migración, creció, y crecerá.
¿Qué hará el gobierno norteamericano, ahora? ¿Dará golpe de Estado a sus gobiernos cómplices y corruptos que no supieron frenar a la gente que huye de la hambruna que se generaliza en la región? ¿Levantará el prometido muro en toda la frontera con México?
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